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“Mujeres al teatro”.

El teatro como dispositivo de intervención


psicosocial con mujeres de sectores vulnerables desde una
perspectiva de género

Valeria Aimar; Ivana Puche.

Becarias de Extensión (U.N.C): Valeria Aimar, Ivana Puche.


Director: Carlos Javier López
Co-Directora: Maite Rodigou Nocceti.
BREVE RESEÑA Y CONTEXTO
El presente proyecto da cuenta de una experiencia de trabajo con un grupo de mujeres de
zona sur de la ciudad de Córdoba que buscó promover un espacio reflexivo y crítico, a
través del dispositivo de la creación y representación teatral, que posibilite procesos de
autoafirmación y reconocimiento social en las participantes, y favorezca el ejercicio de
derechos.
En el desarrollo del proyecto adquieren relevancia y se abordan diferentes expresiones de
malestar que refieren a lugares asignados a las mujeres desde estereotipos y roles de
géneros inscriptos en los mandatos sociales. Dichas situaciones pudieron ser interpeladas
como discursos y mitos sociales sobre el “ser mujer” y los distintos tipos de violencias que
involucra, así como también la apropiación y circulación jerárquicamente diferencial para
mujeres y varones.
El modo de abordaje que se implementó se sustenta desde una metodología
participativa, con modalidad taller, cuyas estrategias se dirigieron a abordar desde la
escucha y reflexión crítica aquellas situaciones de malestar expresadas por las mujeres.
El teatro, como dispositivo de intervención, posibilitó trabajar sobre distintas
vivencias cotidianas en un proceso colectivo de construcción de obra y su posterior
puesta en escena. En tanto posibilidad lúdica y recreativa permite que esas vivencias
adquieran enunciación, recuperando las implicancias que ello tiene a nivel personal y en
el colectivo de mujeres. A la vez, es desde el dispositivo que ensayan, experimentan y
adquieren protagonismo activo las propias mujeres: se recupera confianza, apropiación
del tiempo y el espacio para sí y el fortalecimiento de las relaciones interpersonales en
cada encuentro con otras.
Este proceso está directamente articulado con la posibilidad de afianzar y
fortalecer la vinculación con organizaciones y redes presentes en la zona que abordan
problemáticas de género, y con la participación activa en actividades que favorezcan
procesos organizativos comunitarios y acciones públicas. Así mismo, la puesta en escena
junto a organizaciones de mujeres y feministas de la ciudad de Córdoba, constituye y
adquiere relevancia como estrategia social y política en espacios sociales de disputa de
derechos.
El proyecto se desarrolló en el Centro Comunitario Infantil1 “Pan y Manteca” sito en Viña
del Mar 5012, barrio Mirizzi. El barrio está ubicado en la zona sur de la ciudad de
Córdoba, a pocos metros de la avenida Circunvalación al cruzar la Av. Vélez Sarsfield en
dirección a Despeñaderos. Limita con otros barrios periféricos de la ciudad como son
Comercial, Villa Libertador, Residencial Santa Rosa y Alejandro Carbó.
Por otra parte, resulta importante considerar que el proyecto “Mujeres al teatro” forma
parte de la Red “Abrapalabra” conformada por efectores de salud y organizaciones
comunitarias de la zona sur de la ciudad de Córdoba 2, que trabajan problemáticas del
sector. Las reuniones y actividades se realizan en los distintos espacios participantes de
forma rotativa.
Las actividades del presente proyecto se realizaron fundamentalmente en el
espacio del CCI “Pan y manteca”; aunque algunas de las acciones realizadas implicaron
otros contextos y espacios.

INTRODUCCIÖN
Esta práctica extensionista se inscribe en el marco de un proyecto de investigación
titulado “Espacios y prácticas sociales de activismo social: sentidos en pugna sobre la
violencia de género hacia las mujeres” 3 que aborda los sentidos que distintos grupos y
movimientos de mujeres, feministas y de género disputan sobre las violencias en el
escenario social, en reclamos por derechos; se sostiene que ”…en un contexto de crisis

1
En adelante CCI
2
Participan de la Red Abrapalabra: Centro de Salud Santa Isabel(EAC), CAPS Mirizzi y Cabildo
Anexo, UPAS 15 (Nuestro Hogar III), CPC-Programa Familia (Villa del Libertador) , Centro de
Salud 42 (Comercial), “La Casita” (Villa Libertador), Copa de leche “La casita feliz” (Inaudi Anexo),
Comedor Infantil Pan y Manteca (Mirizzi), Centro Vecinal de barrio Comercial y Carbó.
3
Proyecto de Investigación: Espacios y prácticas de organizaciones feministas y movimiento de
mujeres: Sentidos en pugna sobre la violencia de género. Dirigido por Mgter Maite Rodigou,
integrado por López, C.J., Ceccoli, P, Puche I y Aimar, V. Proyecto con subsidio de SECyT, UNC.
Periodo 2010-2011. Radicado en Programa Interdisciplinario de Estudios de Mujer y Género -
CIFFYH, UNC. Actualmente Área Femges.
de los modelos sociales, la realidad instituida de los géneros se modifica en un proceso
donde distintos actores sociales disputan sentidos hegemónicos respecto de las
identidades y roles de género”. Y sigue…”Nos interesa la dinámica existente en los
grupos del activismo de género, las demandas que plantea al Estado y la sociedad, y las
respuestas que se dan a las mismas que instalan nuevas acciones desde los grupos
activistas, generándose un espacio de producción de sentidos que se solapan, que se
deslizan, se fijan, se amplían o restringen, y entran en conflicto, respecto de lo que se
considera violencia de género, y que afectan las institucionalidades, especialmente las
que tienen que ver con el Estado”.
A lo largo del proyecto, se recuperan normativas provinciales, nacionales e
internacionales sobre violencia hacia las mujeres, se reconstruyen los sentidos sobre las
violencias, se establece la importancia de reconocer las prácticas de los grupos como
“espacios de experienciación” que implican un lugar posicional/situado de enunciación y
autorización para los hablantes, entre otros temas. Éstos, se constituyen en recursos
conceptuales significativos para el presente proyecto de extensión posibilitando
herramientas teóricas para la lectura de realidad e intervención con las mujeres en
situaciones de vulnerabilidad de derechos.
Por otra parte, la articulación con el proyecto de investigación, posibilitó canales de
comunicación y vinculación con distintos grupos, colectivas y movimientos de mujeres
para la realización de distintas actividades y acciones a realizarse en distintos puntos de
la ciudad de córdoba, durante fechas claves de la agenda feminista.
Por tanto, los recursos teóricos y la facilitación de vínculos con organizaciones se
constituyeron en insumos necesarios para la reflexión e intervención en la práctica
extensionista que toma como problemática de análisis lugar que se asigna socialmente a
las mujeres en las relaciones de poder entre los géneros.
De aquí que el presente proyecto se aboca a re-conocer, problematizar y
transformar aquellas situaciones cotidianas que, vivenciadas como “malestar”, se
constituyen en violencias para la vida de las mujeres fundadas en la asignación de roles y
estereotipos del “ser mujer”; cuyos efectos tienen consecuencias para la vida de las
mujeres y afectan los propios derechos.
Específicamente utilizar el teatro como dispositivo apunta a generar espacios de
participación, sensibilización, recreación y reflexión crítica mediante el uso no solo de
lenguaje verbal sino también corporal, posibilitando el protagonismo de las mujeres con
quiénes intervenimos, la recuperación de su autoestima, la apropiación del tiempo y el
espacio propio y el fortalecimiento de las relaciones interpersonales.
Se considera que las expresiones artísticas y la posibilidad de adentrarse en otros modos
de expresión, permite recuperar potencialidades, ejercer un rol protagónico y lograr
reconocimiento social que favorezca el ejercicio de derechos.
También se considera que el teatro como modo de objetivación de las
problemáticas especificas trabajadas (como la violencia física, sexual, psicológica hacia
las mujeres, roles estereotipados de género, lugar de subordinación en el espacio social y
laboral, entre otros) posibilita recursos para la sensibilización y reflexión en el público
espectador.
Es de señalar, que en la zona sur se encuentra la Red Abrapalabra de la cual el
proyecto “Mujeres al teatro” forma parte. La Red nuclea a los efectores de salud
pertenecientes a los dispensarios, centros de salud, hospitales, centros comunales y
vecinos/as del sector de zona sur de la ciudad de Córdoba. Entre las actividades que se
desarrollan junto con la Red, se organizó, planificó y realizó el 8° Encuentro de Mujeres de
Zona Sur, donde se analizaron problemáticas que afectan a las mujeres de dicho sector
mediante una diversidad de dispositivos,. También desde la vinculación con dicha Red se
construyó la posibilidad de establecer canales de comunicación con el proyecto de
extensión universitaria “Culturas Itinerantes”, y otros grupos y movimientos sociales que
invitaron al grupo de mujeres con quienes trabajamos a participar de jornadas culturales y
a poner en escena la obra de teatro
Es de remarcar que por las articulaciones promovidas desde el propio proyecto, se
realizaron presentaciones de obra en diferentes contextos rurales y urbanos, junto a
distintas instituciones educativas, organizaciones y movimientos sociales, de mujeres y
feministas, tanto en actividades y acciones barriales como por distintos lugares de la
provincia de córdoba.

MARCO TEÓRICO
Plantear una propuesta de intervención con mujeres desde un enfoque psicosocial con
perspectiva de géneros utilizando el teatro como dispositivo, abre a las preguntas sobre
una particular lectura de realidad y una propuesta de intervención.
Entendemos que el quehacer en el campo psicosocial se construye desde
diferentes configuraciones teóricas y nos hacemos eco de la propuesta de Rodigou
Nocetti (2004) cuando plantea: “…. cada encuentro con los/las otros/as, cada
intervención, cada contacto que establecemos en tanto psicólogos sociales, implica
reconfigurar una praxis que nunca es idéntica, aunque existan ciertos principios básicos
permanentes… que se sostienen en mis presupuestos paradigmáticos -ontológicos,
epistemológicos, metodológicos”(p. 60) , éticos y políticos.
Por tanto, se vuelve necesario aclarar en base a lo dicho, que si bien cierto
posicionamiento condiciona una particular modalidad de intervención, ello no imposibilita
nuevos recorridos o revisiones de lecturas de procesos que se ponen en juego en el
encuentro con otras.
El campo psicosocial desde el abordaje en psicología social, y siguiendo a Correa,
lo entendemos “como campo que estudia e interviene en la trama psicosocial en un orden
sociohistórico en que se configuran representaciones sociales que enlazan sujetos y
realidad, propuesta a superar la lectura dilemática e ingenua de la relación individuo-
sociedad, por una construcción en desarrollo y transformación en la realidad de la vida
cotidiana”. (Correa, 2003 p. 58)
Tomando en consideración la importancia de los sentidos que se construyen en las
tramas psicosociales de determinado orden sociohistórico cultural y atendiendo a la
particularidad de los sujetos sociales con quienes intervenimos, es que resulta productivo
la articulación con algunas teorizaciones desde una perspectiva de géneros. En este
sentido, se posibilita una lectura situada de las relaciones sociales entre los géneros
entendida como relaciones de poder, que habilita reconocer otros sentidos que ingresan
al momento de reflexionar sobre y con las mujeres y desde dónde se piensan a sí mismas
a partir de sus experiencias cotidianas.
Siguiendo a Susana Gamba (2009), la “perspectiva de géneros” refiere a “marcos
teóricos…que implican: a) reconocer las relaciones de poder que se dan entre los
géneros, en general favorables a los varones como grupo social y discriminatorias para
las mujeres; b) que estas relaciones han sido constituidas social e históricamente y son
constitutivas de las personas, y c) que atraviesan todo el entramado social y se articulan
en todas las relaciones sociales, como las de clase, etnia, edad, preferencia sexual y
religión” (p.122 )
Por tanto, en un sistema de relaciones sociales donde las relaciones entre los
géneros se presentan de manera diferenciada y jerárquica, la construcción social de “la
mujer”, aparece como otro inferior, subordinado y marginado respecto a los varones. La
construcción social de un consenso que legitime “(…) transformar al diferente en inferior,
forma parte de una de las cuestiones centrales en toda formación social que “necesite”
sostener sistemas de apropiación desigual (...) Para tales fines, se conjugan violencias
represivas y simbólicas en diferentes ámbitos de la vida social” (Fernández, A. M.2006. p.
119)
Este andamiaje se sostiene por narrativas de carácter naturalista, biologicista y
esencialista que dan argumentos discursivos a una construcción de “La Mujer” desde un
universo de significaciones imaginarias que legitiman las desigualdades sociales de los
géneros, a partir de la construcción de una “naturaleza femenina”, borrando procesos
históricos culturales de esa producción social de sentidos.
Estas narrativas, operando por oposición dicotómica, en un sistema binario
jerarquizante, tienen consecuencias en la apropiación desigual de bienes culturales,
simbólicos y eróticos, como restricciones en la circulación por espacios públicos, manejo
de dinero, desplazamiento de lugares de poder, y por tanto implican relaciones de poder,
con efectos en la producción de realidad y en la construcción de subjetividad. (Fernández,
A. M. 2006)
Lo dicho se sostiene desde la división espacio público / espacio privado4, donde
se instituyen y naturalizan sentidos que atribuyen un espacio público ocupado por varones
y un espacio privado ocupado por las mujeres, adjudicándose atribuciones masculinas y
femeninas respectivamente.
Esta oposición significó la polaridad entre dependencia, sentimiento, cuidado,
intuición, afecto como rasgos de la mujer; y autonomía, razón, inteligencia, poder y
producción como atributos del varón. Esta división se construye y sostiene en la
subordinación de una racionalidad a otra; es decir, a la mujer concierne la producción del
mundo privado, esfera de los sentimientos, mientras el varón ingresa en el mundo de la
producción de lo público, sea por medio del trabajo, el poder o el lenguaje.
Tal como sostiene Fernández (2006):
“…el mundo público como universo de la palabra con efecto político, del
trabajo con efecto productivo y de la eficacia con efecto de poder. Lenguaje,
poder y dinero como atributos masculinos, mientras que lo femenino se
desarrolla en el mundo privado sentimentalizado, definido como un mundo de
retaguardia, marginal y subalterno, privado de las características de
productividad, poder organizacional y potencialidad cognitiva”5 (p.152).

4
Esta división adquiere relevancia en la modernidad con el surgimiento del Estado moderno donde se operó una
redefinición del tejido social, reorganizándose las principales instituciones, al tiempo que comienza un proceso de
producción de nuevas subjetividades.
5
El subrayado es nuestro.
En esta línea, y siguiendo a la autora, los discursos que desde la modernidad
han definido lo privado como espacio de las mujeres suponen “una triple
determinación: como el espacio de un proceso de individuación personalizante
marcado sobre todo por la primera socialización familiar del sujeto; como el espacio
donde se expresa la comunidad de afectos cuyo eje es la relación de pareja; como
espacio donde la existencia se expresa conforme a las exigencias de una
racionalidad de sentimientos”(p.151)
En este sentido, puede considerarse los mitos sociales que se construyen en
torno a las mujeres como: -Mujer=Madre; -mito del amor romántico y -la pasividad
femenina que se consolidan desde un discurso de la “naturaleza femenina” en tanto
frágil, emotiva, dependiente, instintivamente maternal y sexualmente pasiva.
Siguiendo a Fernández, estas consideraciones acerca de los discursos que
construyen una “ilusión de la mujer” vuelve difícil apreciar las diferencias entre las
mujeres, y más aún reconocer, y nominar (por tanto, dar existencia) a situaciones
generadoras de violencias en las propias trayectorias.
En este sentido es que consideramos la riqueza del teatro como dispositivo,
entendiendo por dispositivo: “artificios tecnológicos diseñados por nosotras/os en las
intervenciones institucionales y/o comunitarias. Es pensado como máquina que dispone
a..., que crea condiciones de posibilidad, que provoca o pone en visibilidad y
eventualmente en enunciabilidad, latencias grupales, institucionales y/o comunitarias”
(Fernández, 2007. p. 115). Se los define como artificios locales de los que se espera
determinados efectos. De aquí que, el teatro constituye una posibilidad fundamental, en la
medida que tanto en el proceso de construcción de obra, pone en juego, involucra, no
solo las palabras sino principalmente el cuerpo que abren a como modos de
enunciabilidad, de visibilidad sobre el lugar desde donde las mujeres se piensan a sí
mismas a partir de sus experiencias. Éstas, que en ocasiones aparecen como un malestar
de difícil enunciación logran su objetivación, retomando las palabras de Linda Alcoff
(1999) “La experiencia a veces excede al lenguaje; es en ocasiones, inarticulada”; “El
significado y el conocimiento no están encerrados dentro del lenguaje, sino que emergen
en la intersección entre el gesto, la experiencia corporal, y la práctica lingüística” (p. 128).
Por tanto, desde el teatro se habilitan otras modalidades de expresión que permiten
“pasar por el cuerpo” determinados afectos, sensaciones, pensamientos, ilusiones,
deseos, cuya capacidad creativa excede lo que “simplemente es”. En este sentido, se
propone reconocer aquellas instancias en que las múltiples inscripciones subjetivas 6
entran en tensión con los mandatos de género y fundamentalmente posibilitar el
desarrollo y reconocimiento de las potencialidades y agenciamiento de las mujeres. Es
decir, el teatro como dispositivo busca crear condiciones de posibilidad y dispone a la
experienciación, creación y reflexión sobre lo que acontece en ese espacio de encuentro
con otras, permitiendo a las mujeres partícipes ubicarse en un rol protagónico tanto en lo
que acontece en escena como en sus vidas.
En relación a lo dicho, el teatro como dispositivo persigue una intencionalidad que
habla de la dimensión política que da sustento a la intervención. Por medio de la creación
colectiva se pretende problematizar y de-construir los mitos, creencias y valores que
sostienen y reproducen condiciones de desigualdad y opresión para las mujeres. Es allí
donde se ponen en tensión los mandatos asociados, lo que se espera de “la mujer” y las
violencias que viven las mujeres. Es allí donde se plantea la necesidad de inventar formas
alternativas, de pensarse no sólo a sí mismas sino como colectivo de mujeres. En
definitiva donde se entrecruzan discursos, saberes y prácticas que situados desde la
creación artística producen mucho más que la preparación y presentación de una obra
teatral.

Al pensar el dispositivo teatral con determinada intencionalidad política, es que se


lo propone también como estrategia política y social de sensibilización y reflexión sobre
problemáticas de género vivenciadas por mujeres. En este sentido, la posibilidad de
objetivar por medio del teatro situaciones de la vida cotidiana que implican y atraviesan
las formas concretas de desarrollo de sus vidas, así como la subjetividad de las mujeres y
que han sido históricamente invisibilizadas, permiten producir un movimiento de
cuestionamiento a los sentidos hegemónicos sobre las mujeres, visibilizando y
proporcionando elementos de reflexión y análisis en aquellos/as espectadores de la
representación teatral. Se considera, siguiendo a Rodigou, M (2009) recuperando a Spink
y Medrano (2000); León Vega (1999) “que la producción de sentido es una práctica social
dialógica que implica el lenguaje en uso, configurando realidades en espacios y tiempos
históricos concretos y determinados, donde operan las articulaciones y disyunciones entre
reproducción e innovación social. Es así, que los sentidos no son universales, sino que

6
“Con la noción de producción de subjetividad aludimos a una subjetividad que no es sinónimo de
sujeto psíquico, que no es meramente mental o discursiva sino que engloba las acciones y las
prácticas, los cuerpos y las intensidades; que se produce en el entre otros y que es, por lo tanto, un
nudo de múltiples inscripciones deseantes, históricas, políticas, económicas, simbólicas, psíquicas,
sexuales, etc.” (Fernández, A. 2007, p.9)
están afectados “por los recursos interpretativos que están socialmente disponibles” y en
este sentido, están impregnados de las relaciones de poder y dominación existente”
(Doménech, M. y Iñiguez, L: 2002 citado en Rodigou, 2009 p.3). Por tanto, como sostiene
Maffía (2004), “(la) producción de sentido tiene que ser negociada colectivamente, tiene
que ser intersubjetiva, se construye socialmente y va cambiando históricamente. Esa
producción de sentido tampoco es absolutamente determinante, sino que hay
posibilidades de hacer cambios en el modo en que interpretamos la realidad y esto nos
permite tener esperanzas en el cambio social”. Es decir, en este encuentro con el público
espectador, se genera un movimiento que tiende a la visibilización de situaciones
cotidianas generadoras y reproductoras de violencias hacia las mujeres, cuya objetivación
mediante las escenas teatrales propone otros sentidos a ser construidos y reinterpretados
colectivamente sobre diversidad de prácticas, relaciones, apropiaciones (de bienes
culturales, simbólicos y eróticos; de espacios de circulación, etc.), que hasta el momento
han sido denegados.

En relación a lo dicho, es de considerar que en el encuentro con el público


participante, los sentidos hegemónicos construidos sobre las mujeres entran en tensión
con los propuestos por la obra. Por lo tanto, las presentaciones de obra adquieren
significatividad como “escenario” de práctica en la disputa social sobre los sentidos
construidos cultural y políticamente sobre las mujeres. Así las mujeres-actrices se ubican
desde un lugar de reconocimiento social (a partir del teatro); a la vez que de
autoafirmación y confianza desde su rol protagónico en el reconocimiento de derechos.
De aquí que cobra importancia la articulación con diversas instituciones sociales,
redes comunitarias y otras organizaciones, en tanto se constituyen en herramientas de
“apoyatura social” y recurso potenciador de acciones colectivas. En este sentido,
recuperamos a Silvia Plaza (2004) cuando sostiene que: (en la comunidad) “se cuenta
con un repertorio de inicial de herramientas que permiten ver la organización comunitaria:
las redes (de parentesco, sociales e institucionales); los grupos y las organizaciones
(formales e informales). Redes, grupos y organizaciones se sostienen por
personas…configurando tramas relacionales, formas organizativas y de comunicación;
ciertas formas de habitar el territorio, aprender y relacionarse con otros/as…” (p.17)
“(Redes)…mapa de interacción que una persona, organización o grupo tiene con
otros sujeto, organizaciones o grupos. Y este mapa puede construirse con diferentes
niveles. Puede ser mapa afectivo, de apoyatura emocional, instrumental o económico;
demás estas redes tienen funciones y hay redes que incluyen en sí mismas más de una
función… cuando se habla de red no puede dejarse de hablar de apoyatura social…
(Plaza 2004, p.17)
La articulación con distintas personas, organizaciones y redes presentes en la
zona, como la vinculación con organizaciones y grupos de mujeres y feministas de la
ciudad de Córdoba, permite pensar en términos de Red, en tanto constituyen “apoyatura
social” de comunicación, aprendizajes y organización sobre problemáticas específicas de
mujeres en distintos niveles: afectivos, instrumentales, económicos, en lo social.
Esta Red adquiere relevancia para las mujeres ya que las distintas organizaciones
y grupos inscriptas en trayectorias de disputas sociales sobre problemáticas de géneros,
potencian en el encuentro otras miradas sobre el espacio público y maneras de habitarlo.
Es a partir de la articulación en acciones colectivas donde se establecen intercambios de
estrategias, experiencias y saberes que posibilitan reafirmación y potenciación de las
propias mujeres y en el colectivo.

DESCRIPCIÓN, CONTEXTO SOCIAL Y SITUACIÓN DEL PROBLEMA ANTES DEL


PROYECTO
El proyecto se inscribe en una experiencia de trabajo previa coordinada por el director del
proyecto de beca. Dicho proceso comienza en el año 2008, teniendo continuidad desde
entonces sin financiamiento alguno. “Mujeres al teatro” surge de una demanda específica
de un grupo de mujeres vecinas del sector que querían realizar talleres de teatro. Las
actividades se llevan a cabo en el Centro Comunitario Infantil “Pan y Manteca” de barrio
Mirizzi, ubicado en la zona sur de la ciudad de Córdoba.
El sector presenta características de vulnerabilidad social dada la desigualdad y
restricción de accesos a servicios y recursos materiales y simbólicos, a la vez que los
procesos de vulnerabilización y marginalización se han profundizado a partir de la
reestructuración del aparato productivo y de las trasformaciones producidas en el Estado
argentino desde la década del ‘80. Esto ha acentuado la fragilización de soportes
psicosociales (familiares, grupales y comunitarias) generando mayor desconfianza en los
contactos cotidianos, estableciéndose la vulnerabilidad en estas relaciones y vínculos. En
la actualidad se observan sentimiento de desconfianza en la propia organización
comunitaria y con los servicios del Estado, escasa integración social, un replegamiento al
ámbito de lo privado, en donde la red vincular y de apoyo social queda, en el “mejor” de
los casos, como el elemento de sostén y apuntalamiento en la comunidad con escasa
intervención del Estado en las problemáticas sociales.
Las mujeres que participaron del proyecto pertenecen a barrio Mirizzi y barrios
aledaños y tienen entre 27 y 65 años. Al comienzo del proyecto, la mayoría se dedicaban
al trabajo doméstico o tenían “becas” para realizar trabajos de cuidados en el Centro de
Cuidado Infantil “Pan y Manteca”, el cual se ha sostenido por el subsidio de “Cáritas
Córdoba” y el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Córdoba.

En relación específica al proyecto de teatro, el mismo comienza con una


convocatoria a realizar un taller de teatro dirigido específicamente a mujeres con el
objetivo de trabajar desde una perspectiva de género. Se puede considerar que a lo largo
de estos años, el taller se fue constituyendo como un espacio propio donde las mujeres se
habilitaban a pensar, sentir, divertirse con otras, afianzándose la necesidad de mantener
este espacio.
En este sentido y considerando las condiciones del proceso que se vino
realizando, el espacio de teatro permite que las mujeres expresen no sólo con palabras,
sino también con el cuerpo sus sentimientos y pensamientos desde un lugar distinto al
cotidiano posibilitando compartir y transmitir sus deseos, necesidades e inquietudes con
otras. En este espacio potenciador de nuevos encuentros, comienzan a aparecer frases
que tensionan deberes y obligaciones presentes en los mandatos sociales respecto de su
condición de género. Esta tensión aparece a partir de referencias personales “Muchas
veces me sentí como si estuviera enjaulada y no es fácil encontrar la salida”, ”Para
muchas es muy difícil salir de la casa y dejar al marido y los hijos”; “ yo noto que estoy
cambiando pero alrededor mío todo sigue igual”.

Consideramos que estas frases constituyen una referencia para el equipo


interventor sobre la necesidad de las propias mujeres de darse el tiempo y el espacio para
el disfrute y la dispersión, así como también para reflexionar y profundizar en el
problemáticas que las atraviesan en su condición de mujeres y en relación a ello,
deconstruir los sentidos cristalizados sobre las relaciones de géneros reproductores de
violencias y malestar en las mujeres.

A partir de aquí, se propuso para el abordaje de estas problemáticas un


posicionamiento desde un enfoque psicosocial con perspectiva de género que considera
las relaciones de poder que atraviesan y profundizan las condiciones de vulnerabilización
social para las mujeres. Esto es, abordar las relaciones de géneros a partir de reconocer
las relaciones y prácticas de poder que se dan entre los géneros, cuyas consecuencias
económicas, políticas, sociales, culturales para las mujeres construyen situaciones de
desigualdad, subordinación y discriminación por la construcción social “ser mujer”.

Siguiendo con esta perspectiva, y considerando esas expresiones de las mujeres,


es que definimos como una de las principales problemáticas a trabajar: la tensión espacio
privado- espacio público, abordando la deconstrucción de roles estereotipados de género
producto de esta división, y relacionada a ella, las violencias hacia las mujeres en sus
diversas manifestaciones: psicológica, física, sexual y económica.
Consideramos que la construcción sociohistórica de esa división entre espacio
privado-espacio público, con relegamiento de la mujer al espacio privado, promueve
vínculos que refuerzan la exclusividad de contactos en el ámbito familiar con escasa o
nula capacidad de encontrar otros espacios de circulación que les habiliten nuevos modos
de relación social y apropiación de recursos culturales y simbólicos. Por lo tanto, la
posibilidad de establecer y fortalecer lazos y redes en la zona permite reforzar y crear
recursos para “no encuadrar en lo ya conocido sino en lo posible mismo a ser inventado”
(Barraut, 2007).
En relación a lo dicho, se consideró imprescindible la posibilidad de ampliar y
enriquecer los vínculos con la comunidad favoreciendo la articulación e interacción con las
instituciones del sector (centro de salud, centro comunitario, Red Abrapalabra), así como
otras instituciones sociales, (UNC, ONGs), y la participación en espacios públicos
(participación en Encuentros para fechas claves). Esto último se considera en función de
la presencia de agentes sociales e institucionales en la zona que, trabajando con
problemáticas de mujeres, se constituyen en espacios estratégicos de articulación para
formación y acciones sociales conjuntas.
En este escenario social y subjetivo, el teatro como dispositivo de intervención
posibilita adentrarse en otros modos de expresión, lo cual permite en sí mismo una
transformación. Ubicarse desde otro lugar, explorando y experimentando con el cuerpo,
gestos y palabra junto con otras, contribuye a desarrollar nuevos modos de relación y
comunicación social que propicia habitar de otra manera el espacio social.

JUSTIFICACIÓN DE LA IMPORTANCIA DEL PROYECTO


…“Para olvidar un poco la rutina”, “Sacar los problemas que tenemos…, “para ayudar a
otras”, son frases enunciadas por las mismas mujeres que pueden leerse como un
malestar que refiere a la necesidad de autoafirmación, reconocimiento y ruptura con las
prácticas cotidianas que posibiliten nuevas formas de subjetividad tanto en haceres como
en sentimientos y pensamiento. Desde el espacio del taller se privilegia el “ir con otras” en
un proceso en el que sus voces son escuchadas y sus cuerpos hablan, un proceso en el
que las mujeres puedan ubicarse como agentes capaces de re-crear nuevas formas de
emprender y accionar sobre las circunstancias de su medio.
El proyecto abordó distintas experiencias cotidianas que las mujeres comunican y
expresan con otras cuando participan del taller de teatro en su disponibilidad hacia la
apertura, lo nuevo, el desafío de reconocer otras trayectorias posibles. En este sentido,
así como se priorizó el fortalecimiento del espacio de taller en su disposición para el
desarrollo y reconocimiento de las potencialidades de las mujeres; se focalizó también en
recuperar emergentes específicos que surgen en el proceso de construcción de obras
donde las múltiples inscripciones subjetivas entran en tensión con los sentidos y prácticas
de los mandatos de género atribuidos.
En este proceso, el teatro como dispositivo permitió visibilizar y abordar situaciones
expresadas por las mujeres, a la vez que experienciar y reflexionar sobre otras
trayectorias posibles permitiendo a las mujeres partícipes ubicarse en un rol protagónico
tanto en lo que acontece en escena como en sus vidas cotidianas. La puesta en marcha
del dispositivo teatral es pensado como proceso, producción e interpelación sobre los
discursos construidos socioculturalmente sobre “la mujer”, con lo cual se pretende
problematizar y deconstruir mitos, creencias y valores que sostienen y reproducen
condiciones de desigualdad y opresión para las mujeres, cuya extensión e impronta se
juega en situaciones y relaciones cotidianas. Consideramos que el teatro abre a la
posibilidad de interacción entre actrices-protagonistas y público partícipe, desde un lugar
donde la puesta en escena pone en juego situaciones que nos lleva a otras esferas de lo
cotidiano. Lo que acontece en escena es reconstruido y resignificado por las mujeres que
lo habitan como por los espectadores/as en un proceso que implica otros modos de
comunicación social.
Consideramos que la representación teatral viabiliza el encuentro con otros/as,
produce la posibilidad de ser protagonistas en el espacio público y en este sentido es
necesario reconocer el proceso y el impacto que la puesta en escena ha tenido y tiene
tanto para las mujeres como para los espectadores… “ya nos reconocen, nos paran y nos
dicen: ¿vos estuviste actuando en el encuentro de género?” (2°Congreso de Género y
Sociedad-mayo 2012); “Vienen, te hablan y te felicitan… significa que algo le llega a la
gente...”…Así, el otro/ otra espectador aparece como apuntalamiento de la subjetividad en
la medida que implica un proceso con otros/as múltiples y diferentes que dan sentido a la
practicas y ubican a las mujeres-actrices en el lugar del reconocimiento, autoafirmación y
confianza desde su rol protagónico en el espacio social.
Al mismo tiempo, la representación teatral crea en los espectadores un espacio
entre ficción y realidad que abre la posibilidad de poner en el “afuera” situaciones difíciles
de objetivar debido a los procesos de naturalización que son propios de la conciencia
práctica de los sujetos sociales. En este sentido cobra importancia la obra de teatro como
movilizador y disparador del análisis y reflexión sobre los discursos, creencias y mitos
generadores de violencia hacia las mujeres que hablan sobre nuestro cuerpo, roles
asignados socialmente, espacios de circulación social.
La obra de teatro como producto abre, visibiliza, crea condiciones de posibilidad
para la expresión del “mundo de lo privado”, ese mundo donde se “construyen discursos e
imaginarios que refuerzan subjetividades, identidades y relaciones que consolidan y
reproducen las condiciones en que se afianza el orden jerárquico y la dominación”
(Maceira Ochoa, 2004) . Habilita, en tanto permite a las/os espectadores la reflexión, y
cuestionamientos de sentidos cristalizados. “Esta producción de sentido tiene que ser
negociada colectivamente, tiene que ser intersubjetiva, se construye socialmente y va
cambiando históricamente, por lo que no es determinante sino que hay posibilidades de
hacer cambios, en el modo en que interpretamos la realidad, y esto nos permite tener
esperanza en el cambio social” (Maffía, citada en Maceira Ochoa, 2004 p. 59).
Quisiéramos remarcar que pensamos la creación artística, en este caso el teatro,
como estrategia política y social de sensibilización y reflexión sobre problemáticas de
mujeres, que resulta novedoso en contextos de vulnerabilidad social dado el contexto
social actual, donde cada vez más el arte se produce y circula como mercancía. En este
sentido, la posibilidad de articulación con distintos actores sociales para hacer extensiva
la propuesta a diferentes ámbitos se propuso como apuesta política que considera la
creación colectiva teatral como un bien social y cultural de acceso a toda persona; y el
derecho de las mujeres a una vida sin violencias como pilar en el reconocimiento de
ciudadanía. Al hablar del dispositivo teatral como estrategia política y social, hacemos
referencia también a una particular modalidad de abordaje sobre la violencia hacia las
mujeres, que recupera la potencia subjetiva, una perspectiva transformadora social y una
perspectiva de derechos integral. Desde esta postura se pretende poner en cuestión
desde una perspectiva local, algunos lineamientos de políticas sociales que abordan la
violencia hacia las mujeres desde un abordaje individualista y psicopatologista, que
obtura/dificulta la posibilidad de considerar las problemáticas como sociales y políticas
En base a lo dicho, es que adquiere relevancia la posibilidad de establecer redes
de comunicación con actores sociales presentes en la zona y diferentes ONGs, e
Instituciones que abordan problemáticas de mujeres para multiplicar la propuesta e
instalar el protagonismo del proyecto en espacios públicos donde se disputa el ejercicio
de derechos y ciudadanía.

OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS


 Promover un espacio reflexivo y crítico que, a través del dispositivo de la creación
y representación teatral, posibilite procesos de autoafirmación y reconocimiento
social en las mujeres participantes, y por tanto, favorezca el ejercicio de derechos.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
 Promover un espacio de participación colectivo de mujeres que incorpore
herramientas específicas de representación teatral, tendientes a visibilizar
problemáticas de género.
 Desarrollar talleres de formación que permitan el análisis y la reflexión de
temáticas ligadas a problemáticas que viven las mujeres por su condición de
género
 Fortalecer la participación y comunicación del espacio Mujeres al Teatro con la red
local socio-comunitaria Abrapalabra y con organizaciones e instituciones
comunitarias y sociales presentes a nivel local.
 Participar de acciones de incidencia pública que propendan al ejercicio de derecho
y la condición de ciudadanas.
 Construir estrategias comunicacionales para la difusión y multiplicación de la
experiencia en distintos contextos sociales.

METODOLOGÍA DE TRABAJO
La metodología de trabajo que orientó la intervención se sustenta en la consideración de
tres criterios básicos:
- los instrumentos y herramientas metodológicas se delimitan a partir de los objetivos y
fines que se persigan, de la perspectiva conceptual que se tenga y del tema a trabajar.
- tener en cuenta el punto de vista de los sujetos con los cuales trabajamos, sus saberes y
prácticas y desde allí se construye la intervención. Nuestras intervenciones son locales y
no globales, están pensadas dentro de un proceso socio-histórico, el proceso se
construye en ese lugar, con esos sujetos, en ese momento histórico, con esas
condiciones materiales y simbólicas.
- producir un intercambio de saberes disponibles entre el equipo que interviene y los
sujetos. Si bien estos saberes son diferenciados no hay “un saber” que se busca transmitir
y reproducir sino saberes que se construyen.
De esta forma, se estableció un proceso de reconocimiento mutuo de los
participantes en el proceso de desarrollo de proyecto, esto es, las mujeres, grupos,
organizaciones con quienes trabajaremos en la práctica; de aquí se desprende la
posibilidad de establecer modalidades articuladas de estrategias y acciones, como así
también la evaluación de recursos disponibles para el desarrollo de las mismas. Esta
modalidad de intervención respeta el criterio de que se trata de un proceso, cuya dinámica
no implica una linealidad en su consecución, sino avances y retrocesos inherentes a la
construcción colectiva comunitaria.
El Proyecto de Beca inicia en diciembre 2011, con la realización de un encuentro
con el grupo cuya intencionalidad responde a: cierre de actividades de ese año,
comunicación de financiamiento del taller y becas, así como también se plantean líneas
para continuar con la propuesta durante 2012, estableciéndose febrero como fecha de
inicio del Taller de Teatro. En este encuentro, se establece como significativo: el
compromiso y entusiasmo de continuidad con el taller de teatro; se decide profundizar en
contenidos de violencia hacia las mujeres para dar mayor claridad a los nudos
problemáticos y que éstos alcancen claridad y coherencia en la representación teatral; se
acuerda la realización de 4 (cuatro) presentaciones de obra considerando la previa
articulación con Culturas Itinerantes, Red Abrapalabra y grupos de mujeres. Asimismo, se
comienza con la planificación de taller de sensibilización a partir de reconstruir
emergentes grupales y demandas explícitas de las mujeres. También se generaron las
primeras instancias de comunicación con instituciones, organizaciones y grupos que
conforman la Red Abrapalabra, estableciendo fechas de primeras reuniones.

Las actividades realizadas de acuerdo a los objetivos planteados, según lo programado


fueron:

- Taller de teatro: se estipularon encuentros semanales con el grupo de mujeres que


participan del taller, los días sábados de 15 a 18hs, en el Comedor Infantil “Pan y
Manteca” de Barrio Mirizzi. Durante los meses de mayo y junio, por razones de
salud de las mujeres o de algún familiar, se realizaron quincenalmente. Y durante
las fechas cercanas a las presentaciones de obras, los encuentros cobraron otra
intensidad, realizándose dos veces por semana. En estos encuentros semanales,
se compartieron avances y toma de decisiones respecto a las reuniones de la Red
Abrapalabra; se comunicaron y se abrió el espacio para invitaciones de personas
pertenecientes a distintas organizaciones y grupos, se compartieron charlas,
mates, risas, recuerdos y situaciones cotidianas que viven las mujeres de la zona
o el barrio, se programaron y realizaron invitaciones para mujeres que quisieran
ingresar al grupo, entre otras.
En esta instancia también se realizaron Talleres con objetivos de producción y
formación teatral: se recuperaron experiencias compartidas con la intención de construir la
obra y el texto dramático. En el mismo, se utilizaron, técnicas de caldeamiento, expresión
corporal, gestual y lúdica, facilitándose recursos expresivos de actuación necesarios para
la construcción de personajes y la representación. Dentro de los recursos de actuación se
trabajó sobre el uso de la voz y lo que puede expresarse a través de los diversos tonos e
intencionalidades, la gestualidad como forma de comunicar y expresar, el vestuario como
recurso expresivo, el pasaje por distintos estados de ánimo a partir de la suma de los
elementos descriptos. También en estos talleres se decidieron los recursos para la
difusión de la obra.
- Visitas domiciliarias durante los meses de mayo y junio a mujeres que por razones
familiares o personales de salud no podía asistir a las instancias de encuentro.
- Talleres de sensibilización y de formación en problemáticas de géneros: para ello
se utilizaron dispositivos de intercambio y reflexión: spots radiales (recuperados
por internet de la “Red Nosotras en el Mundo”: tema “¿qué es para vos el 8 de
marzo?”), fotos y folletos de organizaciones de mujeres y feministas
(principalmente las realizadas para el 8 de marzo y 25 de noviembre); se utilizaron
técnicas gráficas y escritas para sensibilizar y reflexionar sobre el tiempo y espacio
que se dispone para sí misma y los cuidados de otros “Cómo es un día tuyo,
cuántas horas tomás para vos, qué haces en esas horas, por qué, qué más te
gustaría hacer, etc.”.
- Dada la situación de violencia que vivieron algunas mujeres pertenecientes al
grupo y que viven muchas mujeres de la zona se compartieron y reconocieron
lugares y personas presentes en la zona que serían de ayuda ante estas
situaciones; comisarías y condiciones para realizar denuncias; se promovieron
situaciones de ayuda mutua en situaciones de violencia, entre otras.
- Participamos en reuniones de articulación con Red Abrapalabra, con una
frecuencia quincenal para la toma de decisiones, gestión de recursos y ejecución
de acciones, y evaluación colectiva sobre situaciones comunitarias. También se
participó de la planificación, organización y difusión del 8° Encuentro de Mujeres
de Zona Sur que se realizó en “Pan y Manteca”; y posteriormente del diseño y
distribución de cartilla de socialización sobre el mismo.
- Se concretaron cuatro presentaciones de obra: “Cuerpo y Palabra de Mujeres” de
acuerdo a lo previsto: las primeras en el marco del 8 de marzo en Centro Cultural
de Villa Libertador, por invitación del programa “Primeros años” -programa
Nacional que articula acciones con el comedor infantil Pan y Manteca; la segunda
en el mes de abril, en la localidad de Cortaderas junto al proyecto de extensión
“Culturas Itinerantes” y el Movimiento Campesino Córdoba; la tercera en el mes de
mayo, en marco del “2º Congreso Sociedad y Genero. Lo personal es político”,
organizado por PIEMG-CIFFyH y Programa de Género- SEU de la UNC; y la
cuarta, en el mes de octubre en la Escuela Mariano Moreno bajo Programa PIT
por invitación de coordinadora Valeria Martinengo y en articulación con el taller de
“Formación laboral- uso de técnicas audiovisuales” y el taller de “Educación Sexual
Integral” .
- Presentación de poster sobre el desarrollo de la experiencia de trabajo del
Proyecto de Beca: “Mujeres al Teatro” en el 5° Congreso Nacional de Extensión
Universitaria 2012.
- Encuentros quincenales con director de proyecto para sistematizar los
registros producidos, la planificación de talleres y evaluar las condiciones de
proceso. En lo que refiere específicamente a los talleres de formación y
sensibilización se contó con la planificación y supervisión del director y co-
directora en la orientación teórica de los temas (temas que se elaboraron a partir
de las demandas de mujeres y emergentes grupales) y aspectos relativos de la
coordinación.

Actividades promovidas y desarrolladas en el proceso de trabajo definidas conjuntamente


con las mujeres a partir de la consideración de situaciones particulares, que implicaron un
cambio en la programación estipulada:
- Se concretaron dos presentaciones de la Performance, producida colectivamente
titulada: “Tenemos Derecho a circular libremente y a una vida sin violencia” en
Plaza ex Vélez Sarsfield y Plaza Jerónimo del Barco en el marco del 8 de marzo,
junto a organizaciones y colectivas de mujeres y feministas y el Movimiento
Mujeres Córdoba; también se realizó una performance en Villa el Libertador en el
marco del 25 de noviembre junto a las mismas organizaciones.
- En acuerdo con el grupo de mujeres se articuló con la cátedra “Teoría y Técnica
de Grupo” de la Faculta de Psicología de la UNC, para la incorporación de dos
estudiantes en calidad de practicantes para la formación en coordinación grupal,
quienes compartieron distintas instancias de encuentro grupal durante los meses
de agosto hasta noviembre.
- Salida recreativa nocturna para el 21 de julio, Día del Amigo, a la peña El Aljibe.
Esta salida permitió rencontrarnos en un espacio distendido ante las situaciones
conflictivas familiares, que eran sentidas como “densas” por las propias mujeres.
En esta instancia se compartió la cena y la peña como también del baile durante la
noche.
- Coordinación colectiva con Red Abrapalabra en el 8º Encuentro de Mujeres de
zona sur, con sede en el Centro de Cuidado Infantil Pan y Manteca (septiembre).
- El viaje al Encuentro Nacional de Mujeres 2012 a llevarse a cabo en la provincia
de Misiones no se realizó según lo programado por considerar el estado de salud
de algunas mujeres del grupo, además de la dificultad en la realización de
actividades para recaudar fondos por los compromisos adquiridos para las
presentaciones de obra.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados serán presentados a partir de las siguientes dimensiones:
-Significatividad del espacio
-Proceso de construcción de obra:
Técnicas teatrales
Presentaciones de obra- encuentro con el público espectador
Emergentes grupales
-Articulación con otros espacios y organizaciones de mujeres

o Significatividad del espacio:


En el Grupo de Teatro Simplemente Mujeres se observó la participación continua y activa
por parte de las mujeres, lo que nos lleva a considerar la consolidación y significación que
adquirió el espacio de producción teatral. En el mismo se recuperó la importancia que
significaba el espacio como posibilidad de dispersión y recreación, como lo expresan:
“A veces me pasa que estoy tan ocupada con las cosas de la casa que no quiero
venir, pero después digo, yo tengo la llave, y siempre las chicas (refiriéndose a
nosotras) vienen temprano, y entonces vengo, y realmente cambia todo acá...”;
“Yo siempre dije que venía a sacar la niñita que tenía adentro, la que no pudo
jugar...”; “...acá yo vengo a jugar, vengo a liberarme...”;
que habilitan la alegría y el disfrute del encuentro colectivo entre mujeres: “…yo empecé
acá porque P, mi cuñada actúa acá y me invitó... y yo bueno vine, y me pareció
una buena idea porque es un grupo muy lindo... y una se siente bien acá, y eso es
lo más importante...”
Como espacio para charlar sobre lo que pasa cotidianamente y en el barrio:
“…te ayuda a enfrentar los problemas...”; ”¿Viste lo que le pasó a la J? Tenemos
que volver a invitarla, ella no anda bien…”; (respecto al hospital) “echaron a dos
chicas...”, “no tienen presupuesto..., “renunció el director...”, “el hospital es
hermoso pero no tiene una mierda...”
Un espacio y tiempo propio fuera de las actividades domésticas: “...un lugar para ser una
misma, porque en este espacio, es donde una puede ser una misma…” ; un espacio
para expresar no sólo con lenguaje verbal, sino también corporal: “Acá siempre
contamos los problemas... pero siempre los contamos en forma de teatro...”;
Un espacio que permite ´historización de una misma y permite reafirmación de sí: “mi vida
sí cambio... Nunca más quiero volver a ser ni un poquito de lo que fui con él… Y
reconozco que fue en este grupo, que me dio las herramientas, y hoy siento que ya
no soy ni voy a volver a ser lo que fui, yo soy lo que soy, y soy feliz…”; “A mi si me
cambió todo… a mi me dio un cambio rotundo... los problemas siguen, pero cambié
yo, te ayuda a enfrentar los problemas…”; “yo creo que uno nunca se olvida. O sea
yo fui feliz acá, yo soy lo que soy, yo doy gracias a Dios de haber entrado acá,
aprendí a vivir escuchando lo que contaban las demás y viendo que quería para mí.
Y yo doy gracias a este grupo, porque desde que yo entre acá, y a trabajar al
jardín... tener la posibilidad de pasarla bien... ya lavé, ya cociné...”

Así mismo, se vuelve relevante el espacio en un doble sentido.


Por un lado, al considerar el compromiso de las mujeres en su desarrollo, en la
organización, y la realización de actividades de producción teatral.
-“Che... qué pasó con el colegio? D hablaste con S?...”;
- “Si, dice que va… hoy no pudo venir por trabajo pero a la escuela va”
Respecto a la organización de actividades para el “8°Encuentro de zona Sur”:
-“Bueno, entonces yo hago las tarjetas;
- Con las cajas de cartón que tenemos;
- Si, mañana las paso a buscar, ¿vos PA, armás los diálogos?,
- Sí, tengo unos chistes para armar…”.
Por otro lado, el compromiso en la elección y realización de las presentaciones pautadas,
en torno a las fechas claves y los objetivos articulados con otras organizaciones respecto
del impacto de las acciones a nivel social:
“podemos hacer el 8 de marzo en el centro con las organizaciones… y acá en el
barrio en el Encuentro de la Red”; “A la escuela con los jóvenes tenemos que ir,
ahí tenemos mucho… que puede ayudar a los chicos”;

o Proceso de construcción de obra:


En las instancias de producción teatral, por una parte se desarrollaron técnicas teatrales
como ensayos de la obra “Cuerpo y Palabras de Mujeres”, donde se revisaron los
personajes, sus diálogos y las modalidades de actuación. En estos ensayos, a partir del
juego y las improvisaciones fueron dando lugar a que la obra fuera adquiriendo un nuevo
matiz, cada mujer propuso modificaciones a su actuación conjuntamente con el grupo, a
partir de las reflexiones sobre el desarrollo del personaje y la historia.
“Viste, que había que darle un vueltita a la parte que dice, pero algo pasó para que podamos
decir nuestro primer basta (parte de obra), bueno, hablamos con la C que en la parte que a
mí me toca quedar hablando…, la puedo cambiar para que quede mejor con eso que
viene después, entonces puedo decir, vengo del Centro de Salud, hable con gente de ahí (parte
de obra)… (C la ayuda a contar la idea);

También puede señalarse frases incorporadas por las propias mujeres, en una
presentación de obra, producto de un encuentro de taller que habíamos tenido hacía poco
tiempo, como “El 50% de la casa es mío”; “es importante tener un espacio para uno
mismo”... “alzaste la ropa, no ME la alzaste, ¡es de todos!”, entre otras.
Como parte de técnicas teatrales, también se pueden reconocer capacidades expresivas,
orales y corporales para enriquecer las actuaciones en el desarrollo y aprendizaje de la
técnica de la Performance en particular, ya que implica profundizar en la realización de
acciones y la expresividad corporal en tanto acción representada. El tema convocante a
trabajar en la Performance fue sobre “el derecho a circular libremente y a una vida sin
violencias”, donde a partir de la reflexión colectiva sobre violencias cotidianas en el
espacio público, como la calle y plazas, una mujer camina y su cuerpo es tomado como
objeto, que puede ser capturado, tapado y “apoyado”. En los momentos de construcción
de performance, los temas surgen de: “¿te acordás P. cuando hablamos de cómo puede
ser que las chicas desaparecen?.... se me ocurre que podríamos hacer algo de eso” ;
-“…cuando te “apoyan” en el colectivo!!, también es violencia.”;
-“…y cuando te gritan barbaridades, también”

Para el “8º Encuentro de Mujeres de Zona Sur”, en la programación conjunta con la Red
Abrapalabra se organizó una jornada de juegos, donde el grupo Simplemente Mujeres
coordinó “Mujeres Con Tutti”, (a partir de una modificación del juego de “Tutti Fruti”). En el
juego se proponía en una primera instancia, identificar y recuperar sueños, deseos,
placeres que las mujeres pensamos y sentimos; en una segunda instancia, se invitaba a
una pequeña representación teatral a las participantes del juego. En este segundo
momento se propusieron escenas que mediante el humor, cuestionaban situaciones
cotidianas de mujeres en el ámbito de lo doméstico donde muchas veces, la rutina, el
cansancio y la carga de actividades generan malestar o impotencia. En el desenlace de la
historia representada, aparece la voz de las mujeres poniendo un contrapunto y
subvirtiendo ese agobio, con un chiste que remite a una salida aireada, autónoma y con
valencia sobre sí misma. Se utilizó el “lenguaje” teatral como modo de expresión y
objetivación, ya que palabra, gestos, posturas, mirada, tonos de voz permiten “pasar por
el cuerpo” ciertos afectos y emociones puestos en juego en situaciones de “revancha”
representadas en el desenlace de la historia.

Las presentaciones de obra realizadas se decidieron grupalmente, priorizando aquellas


articulaciones que consoliden vínculos con instituciones con trabajo en problemáticas de
mujeres, con las que ya se habían realizado acciones conjuntas. Asimismo, se considera
relevante la habilitación, luego de la obra, de una instancia de intercambio con el público
espectador. En este sentido se observaron distintas expresiones que manifiestan la
movilización respecto de la problemática trabajada: hubo aplausos, risas, silencios,
felicitaciones y agradecimientos; en la presentación en la Escuela Mariano Moreno, bajo
Programa PIT en diálogo con público joven de escuela, por ejemplo se hizo hincapié en
los valores y creencias que se reproducen en procesos de crianza respecto al “lugar”
asignado a varones y mujeres, en este sentido se expresó:“…como padres jóvenes
también educarlos a sus hijos... nosotras fuimos educadas así (en referencia a mandatos
de género que se presentan en la obra)… nosotros como padres podemos criar a
nuestros hijos con otros valores”.

Y ante las potencialidades que posee el teatro en tanto sensibilización de problemáticas


sociales, las mujeres expresaron la importancia de que lo producido y a producir
colectivamente se sostenga y desarrolle bajo una intencionalidad: “háganlo, pero siempre
transmitiendo algo, algún mensaje, a los chicos de su edad”.

Estas presentaciones contribuyeron directamente en la consolidación de un sentido de


autoafirmación personal por parte de las mujeres por la relevancia social asignada a su
tarea, reconocida y significada socialmente por cada una de las instituciones y
organizaciones. Así también la construcción de un sentido político sobre la acción
realizada en torno a la visibilización y sensibilización de las situaciones de las mujeres en
torno a violencias cotidianas. En este sentido la producción teatral y consecuente
presentación se desarrolla y adquiere un significado que se particulariza en cada
situación, promoviendo la toma de la palabra y su incidencia en la afirmación personal.
“Cuando actuábamos yo sentía: ¿qué estamos haciendo?... Pero en la facu de psicología,
nosotras nos estábamos cambiando y la gente entraba llorando, diciendo que se habían
sentido muy identificadas, entraban llorando…. Y después las distintas invitaciones…
entonces una se da cuenta que esto ya significa otra cosa... Vienen, te hablan y te
felicitan, y eso en la facultad de psicología (dando énfasis al decirlo, denotando
importancia) que no es cualquier lugar… significa que algo le llega a la gente...”; “…Y
cuando fuimos ahora en mayo, para el Congreso nos dieron el Pabellón Argentina..!!”
Considerando el proceso de construcción de obra, donde se focalizó en la producción
teatral cuyas especificidades remiten a recursos teatrales y en la presentación de obra,
atendiendo a las interacciones con el público espectador, también resultó relevante la
lectura y abordaje de emergentes grupales en este proceso. Se recuperan como
emergentes, aquellos nudos problemáticos, donde aquello vivido como malestar, permite
pensar que lo que insiste y entra en tensión es el lugar y prácticas de asignación de
género.
A partir de distintas opiniones y experiencias cotidianas que las mujeres intercambian y
comunican, se identifican situaciones que promueven un proceso de deconstrucción de
los mitos.
En relación al mito “ser madre”, “ser para otros” (ser una buena y abnegada madre y
esposa) se disciernen y reconocen las “limitaciones”, “las constricciones” que se juegan
en la construcción de la subjetividad de las mujeres; como también las implicancias
subjetivas de las mismas, en tanto que cuando se trasgreden o se cuestionan los
mandatos aparecen reacciones que sancionan, responsabilizan y/o culpabilizan a las
mujeres: “claro, uno se va preguntando ciertas cosas… Por ejemplo, él a mí nunca me
dejo trabajar. Cuando discutimos me decía `andá a trabajar´, entonces yo iba y me
conseguía un trabajo y cuando lo tenía, él me decía, `bueno vos trabajá, pero si le pasa
algo al chico vos sos la culpable´. Y como voy a querer trabajar yo si me dice eso. Te
manipulan con las palabras….”
“Yo creo que cuando uno toca fondo ahí se da cuenta de todo. Yo en mi casa no doy
muchas vueltas, me voy a bañar, no me jodan, es una hora para mí. Uno tiene que saber
reconocer sus necesidades…”.
“…Un tiempo estuvo, con que esta es mi casa, esta mi casa, acá mando yo…y ya me
tenía podrida con eso… así que un día me canso, y le dije, mirá por más que te pese, yo
estoy legalmente casada y legalmente me corresponde parte de toda la casa... así que
esta no es sólo tu casa es mi casa también, y además de ese 50% tuyo, el 50% es mío y
el 25% es de mi hijo, y si quiero te puedo echar a la mierda. Y de ahí nunca más dijo
nada…”

En este sentido se cuestionan los mandatos sobre el ser madre y cómo serlo, donde las
mujeres compartieron experiencias de sus maternidades. En sus relatos, concretos,
sentidos, vívidos, desmitificaron la situación de embarazo y parto como situación ideal,
satisfactoria, planteando también situaciones de malestar:
- “ Cuando yo me enteré que estaba embarazada no podía creerlo, me decían qué
lindo y yo me quedaba callada… no quería saber nada con tener un hijo… no me
podía mirar el espejo… cómo estaba cambiando mi cuerpo, lo que sentía, las
tetas… no quería saber nada…!”
- “A mí me pasó algo parecido… cuando nació mi tercer hijo… no podía
quererlo… me lo tuvo que criar mi mamá un tiempo porque no podía, no podía… y
me daba mucha culpa… de a poquito nos fuimos conociendo…y lo adoro, pero no
podía… es la primer vez que hablo de esto”

También se generaron instancias de reflexión grupal donde las mujeres reconocen que
cada mujer atraviesa situaciones que no pueden ser generalizadas, que cada mujer vive
su realidad condicionada por aspectos económicos, sociales, culturales que reconocen e
identifican como fundamentales para poder reflexionar y buscar alternativas de solución,
por ejemplo respecto al aborto:
- “volvemos al tema de las mujeres de la mesa redonda (obra presentada en años
anteriores), si tenés plata vas o llevas a tu hija, pagas y listo…”
- “y las que no, se ponen cada cosa, el tallo de perejil, aguja de tejer…el caso de
esa chica del barrio, que la madre se lo hizo y se infectó”
- “…y por eso aparecen tanto los abortos clandestinos… el problema es la
justicia…”

Otro emergente que se trabajó se relacionó a la situación de la mujer en la pareja y su


sexualidad, y la incidencia de esto en su proyecto personal. Se reconocieron los
mandatos y mitos sobre “la mujer” en torno a la sexualidad y la pareja, la disponibilidad
sexual, la negación del deseo de la mujer y las modalidades y expectativas que se
desarrollan en las relaciones de pareja, entre otros. Asi las mujeres expresan:
- “las mujeres tenemos que saber distinguir que nos gusta y que no nos gusta, cortar con
los mitos”;
- “Si, como Madre en la vida, Puta en la cama…”;
- “Yo soy una mujer que piensa que si me va a engañar, me va a engañar igual, tenga o
no sexo todos los días…”

Entre las mujeres se compartieron experiencias de vida en torno a las relaciones de


pareja, desde aquella mujer que está separada y que por condiciones económicas todavía
convive con su ex marido, aquella mujeres que están separadas con hijos a cargo, aquella
mujer joven en pareja y con hijos, mujeres que siguen casadas pero en conflictos sobre el
“ideal de esposa”; en esta puesta en común, las mujeres relativizan y cuestionan los
ideales de “familia”, las expectativas sociales hacia las parejas, las diferentes prácticas
sexuales, y la disponibilidad de las mujeres, y como estos momentos de cuestionamiento
permiten reflexiones sobre el proyecto de vida personal, posibilitando deconstruir la
imagen y la expectativas de vida de “la mujer” en sus relaciones personales con otros. En
este sentido se expresa:
- “y tampoco quiero callar... Quiero estar bien con alguien, quiero sentirlo yo. No
quiero callarme total los años pasan… quiero sentir, hacer lo que quiera...”;
- “claro una muchas veces,… nosotras también queremos un abrazo, un beso, sin
tener que llegar a otra cosa, sin tener que… llegar a coger…”;

o Articulación con organizaciones e instituciones


Las articulaciones con organizaciones e instituciones, se gestan por el reconocimiento del
Espacio de Producción Teatral de Mujeres de Barrio Mirizzi, y la convocatoria a realizar la
obra en distintos espacios e instituciones. Ante estas invitaciones, en el grupo de mujeres,
se evaluó como prioritario aquellas articulaciones que representaran la consolidación de
vínculos con instituciones que trabajan problemáticas de mujeres, como por ejemplo con
Culturas Itinerantes, PIEMG-UNC, Red Abrapalabra, Movimiento de Mujeres Córdoba y
distintas organizaciones de mujeres y feministas. (por ej. ante la decisión de dónde
presentar obra por distintas invitaciones:
- “me gusta la del centro… encuentro con otras mujeres, intercambiamos cosas
diferentes, otras cosas que están pasando con las mujeres, más… más social”;
- “… pero lo de Zona Sur, igual todavía no está armado, la idea era como ir fortaleciendo
más en las mujeres de la zona…”
- “si, tenés razón… bueno, vamos viendo…”

En la participación y articulación sostenida en las reuniones quincenales de Red


Abrapalabra - en sedes rotativas (Centro de Salud de Barrio Comercial; CPC Villa
Libertador-subsecretaría de niñez-; Centro de Cuidado Infantil “Pan y Manteca”- B° Mirizzi;
Comedor de B° Inaudi Anexo; entre otros) se reconstruyó el “estado de situación” a
nivel comunitario e institucional, se plantearon debates, para la toma de decisión y
estrategias de acción, principalmente, en torno a políticas de educación y salud presentes
en la zona que abordan específicamente problemáticas de mujeres (programa de salud
sexual y reproductiva, aborto no punible, ley de violencia contra las mujeres, entre otros);
así como también la relación, el alcance y distribución de recursos humanos y
económicos públicos presentes en la zona. Desde la Red, se generó la vinculación con
nuevas organizaciones presentes en Villa Libertador como por ejemplo “Mujeres en
Marcha” y las propuestas de acción que cada organización y grupo tenía planeado para el
año; así como las articulaciones posibles entre ellas, es decir vinculaciones/contribuciones
concretas a cada espacio organizativo.

Se concretaron acciones colectivas de fortalecimiento organizacional entre las


instituciones locales y participación comunitaria de grupos de mujeres. Se realizó la
programación conjunta, gestión y movilización de recursos materiales para la ejecución
del 8º Encuentro de Mujeres de zona sur, “Participando y jugando nos animamos a decir
qué pensamos y qué decimos las mujeres de zona sur”- “Unidas y con Fuerza”; contó con
la participación de mujeres de los distintos barrios de zona sur. La jornada tuvo una
instancia de juegos donde el grupo de mujeres de teatro pusieron en marcha y ejercitaron
el rol de coordinación del juego “Mujeres con Tutti” (antes señalada), con mucha
concurrencia de las mujeres participante de Encuentro, quienes entre risas y nervios
pusieron en juego los propios deseos y emociones a partir de las consignas.
En una segunda instancia del 8° Encuentro se desarrollaron los talleres con temáticas
especificas coordinadas por referentes territoriales en torno a problemáticas: violencia
hacia las mujeres, uso y circulación en espacios públicos, aborto no punible. De los
comentarios y participación activa en los distintos talleres, por las diferentes mujeres del
grupo de teatro, se extrajeron distintas situaciones que atraviesan las mujeres en su vida
cotidiana y que se encuentran condicionadas por cuestiones económicas, políticas,
culturas y materiales. Algunas de las aristas discutidas en esos talleres fueron
reconducidas al espacio del taller de teatro donde siguieron siendo trabajadas, como ya
fue señalado en el apartado anterior. También producto de los talleres trabajados en el 8°
Encuentro de Mujeres Zona Sur, se propuso desde el Taller de Teatro, un espacio a
seguir trabajando con distintas mujeres del barrio, sobre violencia de género, ya que
resultó ser una instancia gratificante, enriquecedora en relación a la autoafirmación y
autonomía de las mujeres participantes.

También se concretaron acciones colectivas de visibilización y demanda, conjuntamente


con Red Abrapalabra, Organización feminista Mujeres Habitadas y la organización cultural
Asentamiento Fernseh una jornada en la Plaza de Villa Libertador, en el marco del 25 de
noviembre, donde se realizó una kermese de juegos que apuntaron a la deconstrucción
de mandatos de género, la presentación de performance por parte del grupo de teatro
Simplemente Mujeres y la presentación de la murga de un grupo de jóvenes que participa
de Mujeres en Marcha, se dio visibilidad a la Red Abrapalabra, se fortalecieron los
vínculos con Mujeres en Marcha y se realizo una acción colectiva de reclamo y demanda
por la violencia hacia las mujeres, específicamente casos de feminicidios no esclarecidos
por la justicia. Así mismo, la jornada concluyó con una Marcha hacia la seccional de
policía para elevar los reclamos de las organizaciones locales por la burocracia,
indiferencia y malos tratos que deben atravesar las mujeres del sector para la realización
de denuncias por violencia.

Entre las acciones colectivas realizadas también se destaca, la articulación con el


proyecto Culturas Itinerantes junto a Movimiento de Campesinos Córdoba. Se realizó el
viaje a la población de Cortaderas, donde en el marco de un encuentro de intercambio
cultural y social se presentó la obra como producción artístico-colectiva y de reflexión
sociopolítica sobre temáticas de mujeres, que permitió poner en visibilidad la situaciones
cotidianas que viven las mujeres de sectores urbano marginales, sino también habilitar un
espacio cultural para presenciar una obra de teatro por algunos pobladores que nunca
habían asistido. En este encuentro se dio un intercambio de saberes sobre alimentación,
cultivo, uso de recursos naturales y medicinales entre pobladores urbanos y rurales, se
establecieron canales de comunicación para la comercialización de productos regionales,
y fundamentalmente se posibilitó una instancia de debate sobre estrategias y acciones
particulares y conjunta para el reclamo de derechos. La posibilidad de estas
vinculaciones, permitió conocer la situación actual de vulnerabilidades del sector rural,
problematizar sobre la situación de las mujeres en esas instancias y afianzar redes para la
articulación de acciones conjuntas.
En la articulación con Programa de Estudios sobre la Mujer y Genero del Centro
de Investigaciones de la Facultad de Filosofía y Humanidades y Programa Género-SEU,
en el marco del 2° Congreso Genero y Sociedad: Lo Personal es Político, por invitación
del comité organizador se realizó la presentación de la obra “Cuerpo y Palabra de
mujeres”, ya que entre sus objetivos se buscaba dar visibilidad a las acciones
desarrolladas por espacios de mujeres y organizaciones activistas de la ciudad y desde
distintos sectores. En esta instancia se logró fortalecer vínculos institucionales, con
espacios universitarios y personas pertenecientes a distintos espacios académicos y
activistas que posibilitaron una reafirmación de lo que constituye el espacio de teatro para
las mujeres, a la vez que permitieron acercarse a los espacios de formación de la
universidad, como el programa PUAM (Programa Universitario para adultos mayores).
Asimismo, en el marco de nuevos contactos con instituciones, se concretaron las
articulaciones con una institución educativa bajo Programa de Terminalidad Educativa
para jóvenes de 17 a 20 años, gracias a la invitación de la coordinadora Valeria
Martinengo. La propuesta partió de considerar la representación de obra, los contenidos
de la obra y el proceso de las mujeres a lo largo del proyecto “Mujeres al Teatro”, en
articulación con el taller de “Formación Laboral - uso de técnicas audiovisuales”, y el taller
de “Educación Sexual Integral”. En este sentido, la obra sería considerada insumo para la
realización de un film (en el primer taller mencionado), y para trabajar problemáticas de
mujeres y violencia de género (en el segundo taller mencionado). Por tanto, resulta una
propuesta pertinente e innovadora que vinculaba el trabajo colectivo-artístico y de
problemáticas sociales, junto a contenidos curriculares. Durante la instancia de
presentación de obra, los alumnos y docentes se encontraban entusiasmados para utilizar
el teatro como dispositivo para abordar diferentes problemáticas de jóvenes de sectores
vulnerables, en las relaciones interpersonales. La docente pregunta a los chicos “si
tuvieran que planificar hacer una obra, de que la harían?...Estudiante: “la violencia física
en adolescentes... la parejita, los insultos...los golpes entre los novios... a las salida de los
bailes...”

ACTIVIDADES DE DIVULGACIÓN
En cada instancia de articulación con instituciones y organizaciones de la ciudad como
del sector sur, gubernamentales y no gubernamentales, instituciones de salud, educativas
y sociales, se realizó la difusión y presentación del Grupo de Teatro Simplemente Mujeres
como de las producciones teatrales colectivas que realizan. En este sentido, en los
intercambios de experiencias y construcción de acciones colectivas, cobra relevancia la
realización de materiales gráficos y audiovisuales para la socialización de las experiencia
en distintos ámbitos: académico, barrial y comunitario, institucionales.
Es de destacar que ante la propuesta por parte de SEU de participar en la Feria de
Proyectos, se consideró importante atender a las necesidades del grupo de mujeres ya
que desde la organización no hubo disposición para la consideración de situaciones tales
como, trabajos, cuidados y otras actividades que los participantes del proyecto realizan,
programando una jornada de más de 6 hs diarias.
IMPACTO PRODUCIDO POR EL PROYECTO
En relación a los objetivos y resultados planteados, puede establecerse como indicadores
objetivos (cuantitativos y cualitativos) producidos en el marco del desarrollo del proyecto:
- Continuidad y permanencia en el espacio y tiempo del espacio del taller de Teatro. La
cantidad de mujeres que inicialmente participaban de los talleres eran seis y hacia el final
del año eran ocho. Los encuentros se mantuvieron semanalmente los días sábados, en
horario de 15 a 18hs con regularidad, en caso de inasistencia se comunicaba al grupo vía
telefónica o por alguna vecina
- Apropiación y valoración positiva del espacio, respeto entre las mujeres y
reconocimiento en el colectivo. Construcción de un “nosotras” que otorga identidad grupal
a las mujeres que participan del taller; tanto a las que actualmente forman parte del grupo,
como a distintas mujeres que “pasaron” por el espacio del taller en distintos momentos del
proceso. También cabe mencionar la identidad que logra el proyecto de teatro para las
distintas organizaciones con quienes se articuló, donde adquieren reconocimiento y las
nombran como “las mujeres de teatro de Mirizzi”. “Si, ya nos reconocen, nos paran por la
calle, nos dicen: ¿vos estuviste actuando en el encuentro de género?”
- Involucramiento activo en la definición de actividades y propuestas en el taller de
producción teatral y en la articulación con otras instituciones y organizaciones. La toma de
decisión conjunta sobre qué se va a presentar (obra, performance, juego) tomando en
consideración la convocatoria que realiza la organización o Red; en el marco de qué
(fecha clave, actividad de la Red, congreso, actividad socio-cultural- educativo), con
quiénes (jóvenes, adultos/as, niño/as, mujeres barriales, feministas, etc.), dónde (en el
barrio, la zona o en otros puntos de la ciudad de córdoba) para la presentación de obras.
- Valoración de capacidades personales y grupales en un determinado contexto o
situación por parte de cada una de ellas.
“A mi si… a mi me cambió todo… a mi me dio un cambio rotundo... los problemas siguen,
pero cambié yo, te ayuda a enfrentar los problemas…”; “en mi vida si cambió... Nunca
más quiero volver a ser ni un poquito de lo que fui con él… Y reconozco que fue en este
grupo, que me dio las herramientas, y hoy siento que ya no soy ni voy a volver a ser lo
que fui, yo soy lo que soy, y soy feliz…”
- Poder de decisión en la realización de formación educativa y laboral. Entre las mujeres
del grupo, dos de ellas iniciaron cursos de formación, dictado desde la faculta de medicina
del PUAM en torno a la asistencia geriátrica, y que a finalizar el año lograron trabajos en
este campo laboral. Otras dos mujeres comenzaron con actividades laborales en
instituciones de salud.
- Reconocimiento de situaciones de vulneración de derechos para las mujeres basados
en la desigualdad de género. Las mujeres reconocen e identifican situaciones de
vulneración de derechos que atraviesan el colectivo de mujeres: femicidios ocurridos en el
último año en zona sur y en el país; la negación por parte de una jueza de Córdoba a la
realización de un aborto no punible para una joven; las demoras y la negativa para la
recepción de las denuncias sobre “violencia familiar” en las dependencias policiales; las
diferentes condiciones y efectos en que se realizan abortos las mujeres de distintos
sectores sociales.
- Reflexión crítica. Desde experiencias cotidianas de los mandatos de género: puesta en
común, habilitación de la palabra, intercambio, identificaciones de complejidad de
aspectos intervinientes y que sostiene dichos mandatos, particularización de situaciones,
desnaturalización de mitos.
“…Un tiempo estuvo (su marido), con que esta es mi casa (...) acá mando yo…y ya me
tenia podrida con eso, así que un día me canso, y le dije, mira por más que te pese, (...)
yo soy legalmente casada y legalmente me corresponde el 50% de toda la casa... así que
esta no es solo tu casa es mi casa también (...)”
“... nosotras fuimos educadas así… nosotros como padres podemos criar a nuestros hijos
con otros valores...” (S)
“las mujeres tenemos que saber distinguir que nos gusta y que no nos gusta, cortar con
los mitos…”(P)
“Madre en la vida, Puta en la cama…” (S)
“si yo hablo con mis amigas, y me dicen “si yo tengo sexo todos los días..”. Entonces una
se queda cómo, o sea, que si yo no tengo sexo todos los días, es porque no lo amo?...”
Asimismo, reconocen distintas formas de ser mujeres, atendiendo a las realidades
concretas. Las mujeres reconocen sus edades, las diferencias generacionales, sus
trayectorias de vida: familiares, educativas, laborales, afectivas; y como estas
dimensiones configuran su particular modo de “ser en el mundo”.
“Yo siento que una ya no puede volver a ser una misma, porque yo al menos era una
misma cuando era soltera, ahora ya no puedo, la casa, la nena, el marido… yo no soy yo
misma...No es lo mismo la vejez en Villa Libertador que en el Cerro de las Rosas”... (D)
- Identificación y reconocimiento por parte de organizaciones de mujeres y feministas del
Grupo Simplemente Mujeres de Bº Mirizzi para la articulación y realización de acciones
colectivas en torno a problemáticas de mujeres en la ciudad de Córdoba que se expresa
en la proyección de actividades de presentación de obra para el año 2013. Se convocó al
espacio de mujeres para la realización de acciones para el 8 de marzo, 25 de noviembre y
otras como lo explicitamos en el siguiente apartado, ya que constituyen un aspecto central
para la sustentabilidad futura.
- Acciones colectivas de incidencia publica ejecutadas donde se presentaron las
Producciones artísticas: “Cuerpo y Palabra de Mujeres” y “Tenemos Derecho a circular
libremente”- Performance, presentadas y registradas (fotos y filmaciones disponibles) en
torno a Fechas Claves de la agenda feminista: 8 de marzo y 25 de noviembre en
articulación con otras organizaciones.
- Acción colectiva de incidencia comunitaria, de encuentro e intercambio entre
experiencias culturales y sociales, del sector urbano y rural en Cortaderas
- Registro audiovisual en formato CD de la producción artística colectiva: “Cuerpo y
Palabra de Mujeres” y del proceso de práctica durante el año 2012.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Reconocer al teatro, en tanto dispositivo, como un bien cultural por los sujetos sociales
que posibilita poner en juego diferentes modos de expresión y acción ante situaciones de
vulnerabilización social en el espacio de lo público, constituye una estrategia social y
política.
Asimismo, para las mujeres configura una instancia donde interviene el cuerpo y
las palabras para la expresión de las experiencias, las emociones, el deseo, reflexiones.
Se ponen en juego la historia personal, lo compartido con otras y lo posible de ser
construido.
A lo largo del desarrollo del proyecto y en virtud de las acciones realizadas
consideramos que:
Se instaló como problemática a trabajar la situaciones de las mujeres, se habilitó
un espacio para pensar y reflexionar a las mujeres como géneros, en su diversidad;
colectivo configurado por condiciones de subalternidad e inferioridad, en la trama de
relaciones de poder. Esto fue desarrollado desde situaciones particulares en el espacio
grupal, que posibilitó el reconocimiento en cada una de las mujeres, de aquellas
condiciones generadoras de esta desigualdad, tanto en lo personal como en el colectivo
de mujeres.
Desde estas consideraciones, la propuesta de intervención se abocó a potenciar
instancias de búsqueda y construcción de alternativas. En este sentido, se programaron
talleres abocados al reconocimiento de derechos de mujeres y se priorizó el respeto,
aceptación y la propia voz de las diferentes mujeres a lo largo del proceso. También
consideramos como estrategias potenciadoras la articulación con la Red Abrapalabra y
los diferentes agentes de salud, el Consejo de Niñez del CPC, las instancias de encuentro
con distintas organizaciones de mujeres y feministas y movimientos sociales, así como
también la invitación en distintos niveles educativos en pos del establecimiento de una
agenda local en relación a problemáticas de mujeres.
El desarrollo de la autoafirmación, la toma de la palabra, la propia autorización se
configura como anclajes subjetivos, destituyendo y erosionando condiciones de ser
atados al “deber” de la asignación del mandato (“ser la Mujer”).

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