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El tratamiento de las piedras en los riñones consiste principalmente en el consumo de grandes cantidades de
líquidos para expulsarlas a través de la orina.
Por otra parte, este mecanismo suele estar acompañado de analgésicos para calmar el dolor en el paciente.
Reflujo vesicoureteral
El reflujo vesicoureteral ocurre cuando la orina fluye de la vejiga hacia los uréteres. Esta es una enfermedad que
se presenta con mayor frecuencia en los niños y con el avance de la edad se observa la reducción de la misma.
La causa de esta condición es la válvula defectuosa entre los uréteres y la vejiga, un defecto que puede estar
presente desde antes del nacimiento. Sin embargo, también está causada por el bloqueo en el sistema urinario o
el mal funcionamiento del mismo.
Sus principales síntomas son: dolor y sensación de ardor al orinar, dolor en el abdomen, aumento de frecuencia
en la orina, pequeñas cantidades de orina y fiebre.
El tratamiento para esta enfermedad varía según su origen. Cuando está ocasionado por la falla en la válvula, se
repara con cirugía. En aquellos casos en que la causa es la infección del tracto urinario, puede tratarse
eficazmente con medicamentos.
Cistitis
La cistitis se refiere a la inflamación de la vejiga. La mayoría de las ocasiones esta se ocasiona por una
infección bacteriana y se le considera como una infección del tracto urinario.
Sin embargo, también puede presentarse por una reacción adversa a medicamentos, un uso continuado del
catéter para el tratamiento de otras enfermedades, otras enfermedades subyacentes o como consecuencia de la
radioterapia.
Sus principales síntomas con la dificultad al orinar, orina maloliente, dolor abdominal, orina turbia y sangre en
la orina.
El tratamiento de esta enfermedad consiste usualmente en antibióticos para atacar a las bacterias que ocasionan
la infección.
Sin embargo, también se debe eliminar las demás causas que ocasionaron la inflamación en caso de que las
haya.
SISTEMA MUSCULAR
Sistema muscular. En anatomía humana, el sistema muscular es el conjunto de los más de 650 músculos del
cuerpo, cuya función primordial es generar movimiento, ya sea voluntario o involuntario -músculos
esqueléticos y viscerales, respectivamente. Algunos de los músculos pueden enhebrarse de ambas formas, por lo
que se los suele categorizar como mixtos.
El sistema muscular permite que el esqueleto se mueva, mantenga su estabilidad y la forma del cuerpo. En los
vertebrados se controla a través del sistema nervioso, aunque algunos músculos (tales como el cardíaco) pueden
funcionar en forma autónoma. Aproximadamente el 40% del cuerpo humano está formado por músculos, vale
decir que por cada kg de peso total, 400 g corresponden a tejido muscular.
ENFERMEDADES
Distrofias musculares
Son un grupo de enfermedades, en general congénitas, que van produciendo un progresivo deterioro de la fibra
muscular. La atrofia de los músculos avanza con velocidad variable, pero suele ser muy invalidante en un
periodo de pocos años. Son enfermedades que se manifiestan en la infancia, en general temprana y
comprometen no solo la calidad de vida, sino también su extensión.
No existen tratamientos específicos para detener el progreso de la enfermedad, pero si muchos paliativos que
mejoran la calidad de vida. Es importante tener en cuenta que si bien el pronóstico es sombrío, cada enfermo es
diferente y las variaciones individuales son muy amplias.
La artritis reumatoide
Es una enfermedad crónica y degenerativa que se caracteriza por provocar la inflamación de la membrana
sinovial (membrana que alimenta, protege y cubre los cartílagos) de las articulaciones y en los tejidos
circundantes. En algunas ocasiones la artritis puede tener un comportamiento extraarticular y dañar órganos y
sistemas como el corazón, el riñón y el pulmón. Por este motivo es una enfermedad sistémica.
Sin embargo, el síntoma principal de esta enfermedad es la afectación de las articulaciones diartrodiales.
Inicialmente se produce una inflamación que resulta apreciable a simple vista y causa dolor en el individuo que
la padece.
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica que en la actualidad no tiene ningún tratamiento que permita
curar la patología. Sin embargo, las terapias farmacológicas y estrategias de tratamiento son muy eficaces y
permiten un buen control de la enfermedad.
El tratamiento de la artritis reumatoide engloba dos tipos de fármacos: los que se utilizan para aliviar el dolor
(antiinflamatorios y corticoides), y los que sirven para modificar la enfermedad a largo plazo.
La ciática se
produce cuando existe una lesión o compresión sobre el nervio ciático que causa dolor, entumecimiento,
hormigueo o debilidad en la espalda, las nalgas y las piernas. Hay que tener en cuenta que no se trata de una
enfermedad, sino que es un síntoma causado por alguna patología o lesión.
Síntomas
La compresión del nervio ciático produce una serie de síntomas que pueden llegar a dificultar mucho la calidad
de vida de las personas que sufren ciática. Los principales signos son:
Dolor: El grado de dolor varía desde un dolor leve, que apenas ocasiona molestias, un dolor sordo, o un dolor
muy intenso, que dificulta mucho la capacidad de movimiento
Hormigueo: Es común que las personas que padezcan ciática experimenten sensación de hormigueo en las
piernas, las pantorrillas y los pies, ya que el nervio ciático proporciona sensibilidad a estas zonas.
Entumecimiento: Las mismas áreas en las que se produce dolor y hormigueo pueden notarse entumecidas,
especialmente las plantas de los pies y las pantorrillas.
Debilidad: También es muy común que algunas partes se sientan débiles. En algunas circunstancias se llega a
sentir ardor.
ratamientos
En algunos casos, la ciática no necesita ningún tratamiento y acaba por desaparecer al cabo del tiempo, aunque
en otros es necesario la terapia farmacológica o, incluso, la fisioterapéutica. En todo caso, la presión sobre el
nervio ciático se deriva siempre de otra afección, por lo que el especialista buscará el origen de las molestias
para poder tratarlas correctamente, sobre todo en caso de necesitar fisioterapia.
La fibromialgia
es una enfermedad reumatológica que se caracteriza por el dolor crónico generalizado durante más de tres
meses. Normalmente el paciente localiza este dolor en el aparato locomotor.
Según el estudio Episer realizado por la Sociedad Española de Reumatología (SER) en el año 2000, se estima
que en la población española la prevalencia de la fibromialgia es del 2,73 por ciento, siendo más frecuente en
las mujeres que en los hombres.
Síntomas
Según la SER, las manifestaciones clínicas más frecuentes son:
Dolor muscular: también conocido como mialgia, que aparece de forma crónica y puede prolongarse durante
más de tres meses. Este dolor es difuso, inespecífico y afecta a muchas partes distintas del cuerpo. El dolor en la
fibromialgia tiene algunas peculiaridades como alodinia (dolor por estímulos no dolorosos), hiperalgesia (dolor
mayor de lo normal en relación al estímulo doloroso) y persistencia (está presente durante más tiempo de lo
normal).
Fatiga y cansancio: Estos dos síntomas aparecen al realizar poco esfuerzo, o ninguno, y no siempre
desaparecen al descasar.
Rigidez: Aunque la rigidez puede aparecer como un síntoma de otras enfermedades reumáticas, al igual que la
fatiga y el cansancio, tiene una serie de peculiaridades que la diferencia de otras patologías como la artritis
reumatoide, la artrosis o el lupus.
En estos casos los pacientes pueden presentar entumecimiento, calambres en las piernas, sensación de
hinchazón, agarrotamiento, contracturas musculares, movimientos involuntarios, temblor y sensación de
bloqueo.
Trastornos del sueño: Las personas que tienen fibromialgia pueden manifestar problemas para conciliar el
sueño, así como despertarse repetidamente durante la noche o que el sueño no sea reparador.
Deterioro cognitivo: Esta enfermedad puede dificultar que el paciente procese la información, la memorización
o que se exprese verbalmente de forma adecuada.
Tratamientos
Los tratamientos de la fibromialgia no son curativos, ya que se desconocen sus causas, por lo que van dirigidos
a aliviar los síntomas de los pacientes.
Antes de comenzar el tratamiento los expertos deben asegurarse de que el diagnóstico es el correcto. A
continuación, los especialistas procederán a explicarles a los pacientes en qué consiste la enfermedad y qué está
pasando exactamente. Por último, deberán implicarlos en el abordaje y en las terapias mediante pautas vitales
positivas, deporte y tratamiento farmacológico.
SISTEMA CIRCULATORIO
Las enfermedades cardiovasculares son aquellas que afectan tanto al sistema circulatorio, como al corazón.
Entre ellas se encuentran la enfermedad coronaria, la enfermedad valvular cardiaca, la hipertensión arterial, el
accidente cerebrovascular (trombosis o derrame cerebral) o el infarto de miocardio.
En España, estas enfermedades constituyen la primera causa de muerte, originando casi el 40 por ciento de
todas las defunciones.
Entre las enfermedades isquémicas del corazón, el infarto agudo de miocardio es la más frecuente con un 61 por
ciento de las muertes. Si bien esta patología en sujetos de 25 a 74 años se mantiene estable, se estima que cada
año aumentará un 1,5 por ciento el número de casos de infarto y angina de pecho debido al envejecimiento de la
población.
ENFERMEDADES
Aneurisma
El aneurisma se trata de una pequeña cavidad globosa que aparece en las arterias del cuerpo humano. No es
típico de ninguna zona en concreto y puede surgir de forma más o menos espontánea en lugares tan dispares
como el cerebro, los pulmones o el corazón.
El principal riesgo del aneurisma es que pueda reventar al aumentar de tamaño desmesuradamente
Síntomas
Rotura de un aneurisma
Un dolor de cabeza repentino e intenso es el síntoma clave de la rotura de un aneurisma. Este dolor de cabeza
suele describirse como el «peor dolor de cabeza» que puedas sentir.
Los signos y síntomas frecuentes de la rotura de un aneurisma son:
Dolor de cabeza repentino y muy intenso
Náuseas y vómitos
Rigidez en el cuello
Visión borrosa o doble
Tratamientos
El tratamiento, al igual que los síntomas, dependerá del tipo de aneurisma que tenga el paciente:
Arterioesclerosis
Es una enfermedad causada por el depósito de grasas en las paredes interiores de los vasos (endotelio) que, al
menguar el calibre útil de la arteria, causa inflamación y engrosamiento de la sección muscular. Esta puede
ulcerarse y romperse formando trombos que pueden bloquear vasos que se encuentren delante y que, en
consecuencia, impedirían un correcto riego sanguíneo de la zona que ha de ser eliminado con urgencia, siendo
mortal en caso de que ocurra en las arterias cardíacas o en el cerebro
Síntomas
Al comienzo de la ateroesclerosis los síntomas son prácticamente nulos y no comienzan a aparecer hasta que la
obstrucción en las arterias es grave. Cuando esto ocurre, aparece un dolor fuerte en el área afectada.
Estos síntomas suelen presentarse cuando el flujo sanguíneo a una parte del cuerpo se vuelve lento o se bloquea.
Puede provocar dolor torácico y dificultad a la hora de respirar.
Las zonas de afectación más frecuentes son el corazón, la carótida, las arterias cerebrales y las de las
extremidades inferiores.
En algunas personas los síntomas se aparecen cuando están en reposo y en cambio, en otras, sólo aparecen
cuando realizan algún tipo de actividad.
Tratamientos
El tratamiento puede variar de una persona a otra debido a la edad o el estado de salud, y dependiendo de donde
se encuentre localizada la ateroesclerosis. Pero, por lo general, el procedimiento para tratar la ateroesclerosis es:
Modificar y disminuir los hábitos propios del paciente: Reducir el colesterol, el tabaquismo o la falta de
ejercicio.
Administrar distintos tipos de medicamentos, como anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos, o
medicamentos antiagregantes plaquetarios para reducir la capacidad de adhesión de las plaquetas, ya que éstas
producen coágulos.
Accidente cerebrovascular
Conocidos también con el nombre de ictus, se corresponden con dolencias de diferentes tipos. Por un lado están
los ictus isquémicos o infartos cerebrales que tienen lugar cuando, de forma súbita, cede la irrigación con sangre
al cerebro. Los ictus hemorrágicos o derrames cerebrales tienen lugar cuando un vaso que recorre el cerebro se
rompe causando una hemorragia encefálica.
Los síntomas del accidente cerebrovascular aparecen repentinamente. Los síntomas más comunes son estos:
Entumecimiento o debilidad en la cara, un brazo o una pierna, especialmente en un solo lado del cuerpo
Confusión o problemas para hablar o comprender
Problemas para ver con uno o ambos ojos
Problemas para caminar, mareos o pérdida de equilibrio o coordinación
Dolor de cabeza intenso sin causa conocida
Tratamientos
El tratamiento es distinto si el ictus es debido al bloqueo de un arteria o a causa de la ruptura de un vaso En todo
caso, hay algunos pasos que hay que seguir para mejorar la supervivencia:
Reconocer rápidamente los signos y síntomas del ictus, anotando cuando ocurren por primera vez.
Activar con rapidez los servicios de emergencia.
Transporte rápido de emergencia y prenotificación al hospital. La mejor forma de llegar al hospital es mediante
estos servicios, puesto que advertirán cuanto antes al servicio de urgencia del hospital.
Llevar a los pacientes a una Unidad de Ictus, centros médicos especializados en el tratamiento de esta
enfermedad. Hay varios tipos (agudos, de estancia completa, para rehabilitación).
Arritmias
Las arritmias son anomalías en el ritmo habitual de las contracciones y expansiones de las cavidades cardíacas
durante la pulsación. En muchos casos se trata de arritmias no malignas que si bien pueden ser molestas para el
paciente no suponen ningún peligro para su salud.
En otros casos pueden indicar un problema de mayor profundidad, como por ejemplo, la predisposición a sufrir
un infarto agudo de miocardio.
Síntomas
Es posible que las arritmias no provoquen signos ni síntomas. De hecho, el médico puede descubrir que tienes
arritmia antes de que tú lo hagas en un examen de rutina. Sin embargo, los signos y síntomas evidentes no
necesariamente indican un problema grave.
Los síntomas evidentes de arritmia pueden ser:
Agitación en el pecho
Aceleraciones en los latidos del corazón (taquicardia)
Latidos del corazón lentos (bradicardia)
Dolor en el pecho
Dificultad para respirar
Tratamientos
Ablación por radiofrecuencia
Cardioversión/desfibrilación eléctrica
Desfibrilador automático implantable
Fármacos antiarrítmicos
SISTEMA INMUNE
El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo contra las infecciones, como las bacterias y los virus.
A través de una reacción bien organizada, su cuerpo ataca y destruye los organismos infecciosos que lo invaden.
Estos cuerpos extraños se llaman antígenos.
La inflamación es la respuesta del sistema inmunológico a los antígenos. Como respuesta a la infección o la
lesión, diversas clases de glóbulos blancos se transportan por el torrente sanguíneo hasta el lugar de la infección
y solicitan más glóbulos blancos. Cuando la amenaza desaparece, la inflamación cede. Por ejemplo, cuando una
persona se corta o tiene gripe, la inflamación se usa para matar la bacteria o el virus que invade el cuerpo.
En las personas que gozan de buena salud, el sistema inmunológico puede distinguir entre los tejidos propios
del cuerpo y los extraños que lo invaden, tales como virus y bacterias. En algunos tipos de artritis, como la
artritis reumatoide, el sistema inmunológico no funciona correctamente. Cuando esto ocurre, el sistema
inmunológico:
No identifica la diferencia entre los tejidos propios del cuerpo y los agentes que lo invaden tales como las
bacterias y los virus.
Produce, por error, inflamación en contra de tejidos o partes del cuerpo normales, tales como las articulaciones,
como si éstos fueran agentes extraños que lo invaden.
Enfermedades Autoinmunes
Hay muchos ejemplos de enfermedades autoinmunes, tales como el lupus, la miositis y la artritis reumatoide
(AR). La información aquí presentada se enfoca al sistema inmunológico de una persona con AR.
El sistema inmunológico está hiperactivo en personas con AR. Los linfocitos se aglomeran en la membrana que
cubre las articulaciones afectadas, conduciendo a la inflamación (hinchazón) que contribuye al daño del
cartílago y hueso. Además, la mayoría de los pacientes con AR también tienen un autoanticuerpo llamado factor
reumatoide.
Los mensajeros químicos entre las células, llamados citocinas, juegan un papel clave en la inflamación y el
daño al cartílago y hueso que ocurre en la AR. Una citocina llamada factor de necrosis tumoral (FNT) y la
interleucina-1 (IL-1) contribuyen al dolor y la hinchazón que ocurre en las articulaciones inflamadas.
Nadie sabe qué causa las enfermedades autoinmunes, pero probablemente hay varios factores implicados. Estos
pueden incluir virus y factores ambientales, ciertos compuestos químicos y algunos fármacos. Todos ellos
pueden dañar o cambiar las células del cuerpo. Las hormonas sexuales pueden tomar parte, porque la mayoría
de las enfermedades autoinmunes son más comunes en mujeres que en hombres. La herencia también puede
jugar un papel.
Tratamiento de las Enfermedades Autoinmunes
Se han empleado muchos procedimientos para el tratamiento de las enfermedades autoinmunes. Para
condiciones relacionadas con la artritis, la inflamación se trata con antiinflamatorios no esteroides (AINE).
Ejemplos de estos AINE incluyen a la aspirina, el ibuprofeno y el naproxeno.
Para la inflamación también se utilizan glucocorticoides, tales como la cortisona y la prednisona. Además,
fármacos llamados antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARMEs), como el metotrexato, que
bloquea inespecíficamente al sistema inmunológico, juegan un papel importante en muchas enfermedades
autoinmunes.
SISTEMA LINFATICO
El sistema linfático es una extensa red de drenaje que ayuda a mantener bien equilibradas la concentraciones de
fluidos corporales y defiende al cuerpo de las infecciones.
El sistema linfático está compuesto por una red de vasos linfáticos. Estos vasos transportan linfa, un líquido
transparente y acuoso que contiene moléculas proteicas, sales, glucosa, urea y otras sustancias, por todo el
cuerpo.
El bazo se encuentra en la parte superior izquierda del abdomen, debajo de la caja torácica. Forma parte del
sistema linfático y protege al organismo, eliminando los glóbulos rojos viejos y otras sustancias extrañas del
torrente sanguíneo a fin de luchar contra las infecciones.
Linfadenopatía. Es una afección donde los ganglios linfáticos se inflaman o aumentan de tamaño generalmente
porque hay una infección en áreas cercanas. Por ejemplo, unos ganglios linfáticos inflamados en el cuello se
pueden deber a una infección de garganta. Cuando se trata la infección, la inflamación suele desaparecer. Si se
inflaman varios ganglios linfáticos ubicados en partes del cuerpo diferentes, esto puede ser un indicador de una
enfermedad más grave que el médico debería investigar a fondo.
Linfadenitis. También llamada "adenitis", esta inflamación del ganglio linfático está provocada por una
infección del tejido ganglionar. La infección puede hacer que la piel que cubre el ganglio linfático se hinche, se
enrojezca, se ponga caliente y sea sensible o dolorosa al tacto. Suele afectar a los ganglios linfáticos del cuello y
suele estar provocada por una infección bacteriana que se puede tratar fácilmente con un antibiótico.
Linfomas. Estos cánceres empiezan en los ganglios linfáticos cuando los linfocitos experimentan cambios y se
empiezan a multiplicar de forma descontrolada. Los ganglios linfáticos se inflaman, y las células cancerosas
invaden células sanas, pudiendo provocar tumores (crecimientos sólidos) en otras partes del cuerpo.
Esplenomegalia (bazo agrandado). En las personas sanas, el bazo suele ser lo bastante pequeño como para que
no se pueda palpar al ejercer una leve presión sobre el abdomen. Pero algunas enfermedades pueden hacer que
el bazo se hinche hasta ocupar varias veces su tamaño normal. Por lo general, esto es debido a una infección
vírica, como la mononucleosis. Pero en algunos casos, la esplenomegalia está provocada por enfermedades más
graves, como el cáncer.
Si tienes esplenomegalia, probablemente el médico te dirá que evites los deportes de contacto, como el fútbol
americano, durante un tiempo. Si te golpearan, el bazo inflamado se te podría romper (o reventar). Y la ruptura
del bazo puede provocar importantes pérdidas de sangre.
Amigdalitis. La amigdalitis (inflamación de las amígdalas) está provocada por una infección de las amígdalas,
el tejido linfoide ubicado en la parte posterior de la boca e inicio de la garganta, que normalmente ayuda a filtrar
las bacterias. Cuando se infectan las amígdalas, estas se hinchan e inflaman, lo que puede causar dolor de
garganta, fiebre y dificultades para tragar. La infección se puede extender a la garganta y áreas circundantes,
provocando dolor e inflamación. Quienes tienen amigdalitis repetidas pueden necesitar que les quiten las
amígdalas mediante una operación llamada "amigdalectomía".