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SORIA Enrique Cabrejas Iñesta © 2014

© 2012 Enrique Cabrejas Iñesta


© 2012 e-nstitut ideal nol
© 2012 fuentes gráficas de íbero Juan-José Marcos

La investigación y estudio fija la cuestión nominativa y etimológica de SORIA.

Cabrejas Enric (2014) Karuo – the Iberian Secret (Book review) ISSN 2311-8822. Scientific Journal.
Kiev. (UK) Future Human Image 1(4) 19. International Society of Philosophy and Cosmology. Bazaluk
O. A. (Ch. Editor) Matusevych T. V. (Ch. Editor) 2014.
Cabrejas Iñesta, Enrique (Enero 2013) KARUO - EL SECRETO ÍBERO - ISBN 978-84-9030-665-9.
Colección: Investigación. Editorial Círculo Rojo. Almería. DEPÓSITO LEGAL: A 1185-2012.

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http://enriquecabrejas.blogspot.com.es/
http://independent.academia.edu/enriccabrejas
https://www.facebook.com/EnriqueCabrejasIniesta
http://www.academia.edu/4173562/EL_BRONCE_DE_LUZAGA

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Prólogo

Estas páginas están dedicadas con aprecio y respeto a Soria y a los sorianos que nunca
supieron, ni sospecharon acerca de su excepcional identidad. Sostener históricamente
que fueron de ascendencia celta nos privó a todos, y especialmente a los sorianos de
conocer sus auténticos orígenes y abrazarlos en milenios. Permitan que les diga que mi
primer apellido es el de Cabrejas y que tiene una ascendencia soriana de la cual me
siento orgulloso, y quise saber de dónde vino esa genealogía y también todas, a poder
ser. Ahora la mía la conozco bien y les transmito a ustedes también la suya como
sorianos. Hoy, solemnemente devuelvo a Soria y a los sorianos su tesoro más preciado,
legando a sus legítimos descendientes su memoria, y para que se les restituya con todo
el afecto que merecen nuestros antepasados y que antes no pudimos ni les supimos dar.

Ustedes querían y necesitaban una prueba para creerlo. Pero esa prueba concluyente
siempre estuvo con ustedes, nunca les abandonó porque desde el inicio tuvieron las
evidencias en su más íntimo regazo, en su propia morada, en su propio hogar.
Comprendo que mis palabras les parezcan arcanas ahora pero se comprenderá cristalino
cuando lleguen al final de mi exposición, porque la demostración de esa inédita
ascendencia se encuentra en la misma ignota nómina de SORIA. Simplemente ha
ocurrido que tras miles de años la supe ver y comprender. La averigüé y satisfecho se la
transmito a ustedes con la esperanza de que la escuchen, se cercioren, y por favor lo
comprueben y lo verifiquen para que no se vuelva a extraviar o esconder, y pueda
conocerse con orgullo aquí y allí donde quiera que vayan y vivamos los sorianos.

Mi autoridad surte de quienes vivieron los hechos en primera instancia. De quienes


fueron sus originales protagonistas y no de terceras personas que se lo contaron a otros.
De mis antepasados y déjenme decirles que también de los suyos. Esas son mis
principales fuentes, genuinas ibéricas. Miren, cuando los historiadores pretenden
explicar la historia antigua de la península ibérica han de acudir a fuentes externas;
posiblemente muy renombradas, acreditadas y valiosas, no digo que no pero que hoy
pudieran quedar en entredicho por lo que a mí me consta, ya que también pudieran ser
opiniones extranjeras suficiente interesadas o lo bastante. Cuando yo he de hacerlo,
acudo a los íberos y los celtíberos directamente, porque hay una sustancial diferencia en
todo esto, y que consiste en que por primera vez en la historia y tras miles de años,

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alguien es capaz de leer, hablar, escribir y comprender la escritura inédita de los íberos y
de los celtíberos, y quienes me precedieron en cambio a todas luces es obvio que no.

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Preámbulo

Verán, el 21 de Abril de 2012 pude descifrar la escritura ibérica tras transcribir el texto
completo de “El bronce de Luzaga”, y para mi sorpresa descubrí que las tesis y las
publicaciones de los eruditos avalados por toda la comunidad científica en pleno y que
dieron validez a un supuesto origen, ritos y lengua celta de los iberos y los celtíberos
tuvieron que hacerlas sin la necesaria comprobación. Son un AXIOMA, pues advertí
que no eran auténticas transcripciones sino simplemente transliteraciones fonéticas sin
significado.

Como ustedes saben todo idioma se sustenta en una filosofía del lenguaje que explica su
mundo y también todos los mundos posibles, por ello es tan triste perder un lenguaje
porque todo un universo explicado se extingue con él y pude comprender y constatar
que aun parezca sorprendente la escritura de los iberos y los celtíberos se trata de
ESCRITURA HELENA construida con diversos alfabetos epichorikos, es decir que
cada comunidad lingüística usaba caracteres propios de su territorio y por esa misma
razón los lingüistas jamás pudieron encontrar coincidencias grafológicas en otro lugar
que no fuera en ese territorio específico. Esa escritura es anterior al alfabeto griego de
Mileto pero no obstante se trataba de una misma lengua hablada, aun dialectalmente
fuese distinta. Y pude comprobar que para los íberos septentrionales se trataba de la
lengua pre griega de la antiquísima época Frigia, para ser más concretos en sus
modalidades dialectales de frigia-lidia-jonia-doria. En realidad, la lengua de los
celtíberos y la frigia es la misma lengua pero escrita de otro modo, usando otros
distintos caracteres. Pero lo más sorprendente se lo diré ahora, a continuación: Nuestras
palabras, las que usamos hoy en español, pude comprobar son las mismas que
usaban ellos, muchas por supuesto se extraviaron en el tiempo y no son de uso actual
en nuestra lengua pero no obstante podemos encontrarlas todavía en griego antiguo,
incluso muchas en el griego actual, ahora bien, actualmente nosotros las conocemos
escritas con ortografía de patrón latino. ¡Sorprendente!

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SORIA

La investigación que aquí les presento trata sobre la denominación de la ciudad de


SORIA. Con ello establezco la onomástica de la villa y restituyo su origen etimológico.
Y es que como bien se podrá constatar y abundosamente nuestras ciudades ibéricas
fueron en realidad claros Teónimos en la antigüedad, no es el caso de Soria aunque no
por ello deja de sustentar en su onomástica la reminiscencia de aquello que fue sagrado
para ellos, y todas esas nominaciones fueron dadas en su mayoría en la temprana edad
de bronce. Anteriormente les he comunicado de otras y en el futuro preveo darles
muchísimas más. Aquellas antiguas denominaciones aun alteradas están plenamente
reconocibles hoy, y son y constituyen nuestras actuales toponimias. Tampoco es el caso
de Soria que para su mayor magnificencia se presenta incorruptible hasta nuestros días.
Y todas estas ciudades ancestrales quedaron bajo amparo y protección, dedicadas al
culto de las primordiales deidades de nuestros antepasados iberos y celtíberos. Por otro
lado, algo completamente lógico y perfectamente entendible, ya que para ellos no hubo
nada más urgente que poder expresar y dar cabida en su fervor religioso, a contentar y
dar plena adoración a sus primordiales dioses. Y como les dije con anterioridad les
presenté otras también y bajo un igual planteamiento en distintos comunicados de
carácter histórico y con exacta línea de investigación. Créanme, es científico porque
puedo repetirlo una y otra vez, tanto como sea necesario o requerido. De todos modos
aunque les presentaré otros ejemplos para argumentarlo mejor y más sólidamente aquí
lo que se dirime es el caso concreto y preciso de la ciudad de Soria y de la cual les
presentaré las evidencias.

Seguro que podríamos destacar numerosas facetas y destacar las cualidades de estas
tierras, pero eso ya lo habrán hecho otros abastamente y con gran acierto. En mi caso les
hablaré de algo distinto, exclusivo. Un asunto del que nunca se supo en estas homéricas
tierras. Así pues, nuestros antepasados también maravillados por ese lugar, algo tuvo
que llamarles la atención prominentemente y destacarlo para así denominar como la
nombraron: Soria. ¿Pero el qué? ¿Por qué Soria? Verán, ahora conocía su idioma y
también conocía como denominaban a las cosas, sin embargo los celtas están vinculados
a la tierra y por ello sorprende más que unas tribus celtíberas dieran un culto solar. ¿Por

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qué? Miren, los celtas dieron culto a la Madre Tierra y los helenos en cambio dieron
culto al Sol. Bajo mi punto de vista uno de los hechos más sorprendentes es que no se
tuviera en cuenta este asunto esencial. Es como si se desconociera la historia de las
civilizaciones y que lo ignorasen me parece hasta increíble. Deberían saber que los
celtas adoraban a la diosa Tierra. Todas sus manifestaciones artísticas y megalíticas así
lo demuestran y los hallazgos arqueológicos lo ratifican siempre en ese sentido. Daban
culto a los bosques, a los árboles, a los ríos, a la naturaleza y forma parte de su propia
concepción del mundo y filosofía de vida. La península ibérica en cambio, fue como
una idílica representación de una nueva Arcadia de la que tanto se habla en la mitología
antigua griega, aunque luego despertáramos a una realidad histórica distinta y llena de
conflictos. Así que porqué los celtíberos dieron culto al sol. ¿Qué sentido tiene?

Permitan ahora que retome la cuestión nominativa de Soria para conocer cuál es su
hasta hoy inédita etimología, pues la ciudad de Soria a pesar de todo lo que se pudiera
pensar tiene un nombre Heleno y tiene también lógicamente una etimología, aunque
nunca nos la dijeron pero ¿ustedes piensan que nuestros antepasados darían un nombre
sin que significase nada para ellos? De ningún modo. Para nosotros que somos un
colmo de ignorancia en todo esto nos da igual se llame tal o cual, porque desconocemos
el extraordinario patrimonio que tenemos gracias a nuestros pueblos antiguos pero en
cambio a ellos no. Extraviamos los significados de nuestra antigua lengua y en
consecuencia de nuestra moderna también, a partir de aquí se han dedicado a especular
con conjeturas de un desubicado idioma celta y a teorizar distintas hipótesis que en mi
modesta opinión no dicen nada ni tampoco nos conducen a ningún lugar de cierto.
¿Quieren conocer su nombre original? Verán, lo hallé, se trata de un acrónimo: SORIA.
¡Toma! Si es el mismo nombre de Soria. Pues sí, para aplicar mi metodología no hay
que derivar nada, no hay que alterar nada, no hay que variar nada. Tan sencillo y
evidente como lo que se muestra. No hay más, y les garantizo que tampoco es necesario.
Aquí está todo. ¿Pero cuál es su significado? ¿Qué fue lo que realmente llamó tanto la
atención de nuestros antepasados para llamarla de ese modo?

Verán, se lo diré a continuación sin más dilación. Pues la cuestión nominativa de Soria
se trata de un sencillo acrónimo y en lingüística moderna un acrónimo, del griego
ἄκρος, transliterado como akros “extremo” y ὄνομα trasliterado como “onoma”
significa “nombre”. Pueden ser siglas que se pronuncian como una palabra pero también

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son vocablos formados al unir parte de dos o varias palabras. Este tipo de acrónimos son
la clase y el tipo de nombre que es justamente “Soria” y es el modo común de uso de la
sintaxis íbera y celtíbera. ¿Están preparados para recibir el impacto de la sorpresa?

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SOR · IA

El significado de un acrónimo es la suma de las palabras que lo generan, aquí se trata de


dos lexemas, dos partículas de significación y que son: SOR · IA. Se trata de: ORILLA.
Sí, se lo garantizo. Soria para nuestros antepasados fue “A las orillas” de su rio Duero y
el lugar que más les importaba y que les era tan necesario para vivir, tanto como para
llegar a denominar esas tierras de ese modo tan singular porque se fundó a su ORILLA.
Metafóricamente los sorianos serían “los hijos de las orillas” del río Duero.

1 ΣΟΡ - SOR - significa ORILLA

2 - ΙΑ - IA - significa HIJOS (los hijos de dios o de los dioses)

PRIMER ACRÓNIMO: La raíz pre griega ΣΟΡ “Sor” es la que da significado al


auténtico nombre de Soria. Al descifrar la escritura ibérica me di cuenta de que las
palabras no son como hoy las piensan quienes estudiaron todos estos asuntos. Al
principio, las palabras no eran palabras como las conocemos. No me refiero a que con el
tiempo derivasen en otras, no, sino que fueron pensadas de otro y distinto modo. Como
simples sonidos, fonemas, y eso tiene lógica porque las palabras eran y son la
representación de una lengua que es hablada y pero que luego se transmitirá también
escrita. Sin embargo todo inicio nace de una mínima expresión para luego crecer y con
el tiempo seguir evolucionando. La lógica es aplastante y los lingüistas nunca lo han
entendido como un servidor, al menos aquellos que siguen pensando que no es posible
que pudiera hacer el “milagro”, y en eso tienen razón, sólo Dios los hace. Pero quienes
estudian estos temas aun buscan las palabras y les informé que para tener éxito no han
de hacerlo de este modo sino que en cambio deberán encontrar las raíces en su
significación anterior o primaria. Pues resulta que las palabras aun sean tan cortas como
puedan ser se formaron y están compuestas incluso por otras partículas aún menores y a
la vez también plenas de significado. Conceptualmente es un estudio novedoso y
apasionante, pues se trata casi prácticamente de un pensamiento atómico. Es
extraordinario porque es muy parecido al inicio de la vida o de los primeros trazos de la
pintura de un cuadro o del inicio de una partitura musical en la cual vas añadiendo más
y nuevos instrumentos. Es el inicio de la vida de las palabras. Nuestra lengua se creó

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formada de diminutas partículas de sonido significado y unidas a otras creaban nuevas
palabras. Y así camino hacia la eternidad...

Esta raíz pre griega que dio posteriormente a la lengua griega muchas palabras que
derivaron para significar muchas cosas y distintos conceptos pero que ahora no nos
ocupan es la que dio el nombre a la ciudad de Soria. Lo que realmente nos importa es
que el nombre de Soria fue dado en pre griego y que su significado fue el de “orilla”.
¿Se les ocurre por qué? Fíjense por favor, Soria se encuentra a orillas del rio Duero, en
su curso alto. El Duero es el río más importante del noroeste de la península ibérica.
Nace en Fuentes del Duero, en la falda sur del llamado Pico Urbión en los términos de
Duruelo de la Sierra en Soria y desemboca en el océano Atlántico en el estuario de
Oporto en Portugal. Y de acuerdo con el Sr. Bartolomé de Torres, en su Topografía de la
ciudad de Numancia, sostiene que el castillo de esta ciudad tomó el nombre de Oria.
ORIA ya es prácticamente una ORI(LL)A. ¿No les parece mucha casualidad? Pues si
siempre estuvo claro, olvídense y absténgase de derivar nada más, por favor. Si de lo
que se trata es de encajar, créanme que es posible hacerlo hasta con lo que debiera ser
imposible, pero nosotros buscamos únicamente el hecho cierto, queremos la verdad.

SEGUNDO ACRÓNIMO: el sufijo “-ία” es una concordancia pre griega y sagrada. En


realidad es una desinencia que se usa para la denominación de muchos países. Sin ir
más lejos la tienen para la misma y propia nómina de Hispania. Siempre obviamos por
ignorancia este extraordinario vínculo tan significativo sacro y filial que tuvieron
nuestros ancestros cuando nos referimos a los territorios, sin embargo en esta ocasión
quisiera que comprendieran el modo tan genuino y profundo del pensamiento de los
íberos y los celtíberos, (griego arcaico) y por ello aquí hago expresa mención a ello.
Para darles una explicación más ilustrativa y para que no les quepa la menor duda de
todo esto, les diré que ésta se usa en aquello que es lo estrictamente sacramental “de”
“por” o “para” el hijo o los hijos de dios o de los dioses. En realidad etimológicamente
proviene de Hagios “sagrado”. La Palabra original es ἅγιος, -ία, -ον.

La emoción me embargaba, eso fue el 26 de Agosto de 2014 a las 18, 23h., no cabía de
gozo pero como pueden suponer para mí fue una sorpresa del mismo modo que puede
ser para ustedes ahora. ¡Sí! Aquí está ¡Misión cumplida! Otro territorio más recuperado.
Les di una información veraz, relevante y de interés general, pueden gestionarla como

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lo deseen pero sepan que el nombre se dio verdaderamente en pre griego y no es un
nombre celta, ni es de genealogía celta ni deriva de etimología celta. Los sorianos
descienden de antiguos helenos, la península ibérica fueron tierras PANHELENICAS.

Verán, Homero da varios nombres de griegos que peregrinaron a la península ibérica en


la Odisea (Lib.XI vers. 567) Enéas, Antenor, los Henetos, Diómedes, Meneláo, Ulyses y
otros muchos más. Luego Plinio coloca a los carpetanos cerca del Tajo y dice que su
nombre deriva del griego “carpós” que significa fruto. Estrabón dice que muchos de los
que habitaban cerca del río Duero tomaron un modo de vivir Lacónico. Y sabemos que
Laconia justamente es la tierra de los espartanos en el sudeste del Peloponeso y que el
río Duero tuvo su nombre gracias a los pueblos dorios aunque eso no esté todavía
reconocido y se le atribuyan otras etimologías. Miren, hasta lo que pude leer de
Estrabón de los llamados celtíberos, resulta que contraían matrimonio al modo de los
griegos, tenían costumbres griegas, luchaban como griegos, adoraban a dioses Helenos
y los nombres que dieron a las ciudades de este país son claramente Helenos. ¿Entonces
de quién fue la idea de que nosotros éramos tribus celtas? Digo que desde hoy donde se
lea céltico póngase heleno ¡por favor! Leí distintas versiones del Libro III de Estrabón y
si bien en algunas se afirma que los celtíberos hacían sacrificios al dios “Ares”, en otras
versiones lo habían taimadamente sustituido por “Marte”, y ambos eran el mismo Dios
de la Guerra, sí, pero hay un matiz importante a tener en cuenta y es que el primero es
un dios griego y el segundo en cambio romano. ¿Quieren conocer por qué razón fueron
antiguos helenos quienes denominaron a estas tierras con el nombre de Soria? Es fácil,
porque fueron ellos, helenos y no otros los que la fundaron. Sencillamente. Soria fue
una tierra “Panhelénica”.

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ETIMOLOGÍA DE NUMANCIA

Posiblemente ustedes sean aun escépticos y no les culpo de ello en absoluto, hay
motivos más que suficientes para serlo, y visto lo visto, pero piensen que extraviamos
los significados de nuestra lengua y a partir de aquí se han dedicado desde entonces a
especular con conjeturas de un idioma celta y a teorizar en torno a distintas hipótesis de
una supuesta ascendencia céltica de los numantinos y de los sorianos cuando esta fue
completamente Helena. Horacio, Ovidio, Floro, Diodoro, Cicerón, Séneca y una larga
lista de personalidades elogiaron la valerosa resistencia de los numantinos. No obstante,
llama poderosamente la atención la ausencia de los testimonios escritos de aquellos que
siendo testigos presenciales del cerco a la ciudad y que sabemos que escribieron sobre
lo que allí aconteció, no hayamos conocido todos esos textos. Y me estoy refiriendo a
los de Lucilio, Sempronio Asellio, Polibio, Rufo, Rutilio, entre muchos otros. Tampoco
conocimos que Litenon y que fue el jefe de los celtíberos que se encargó de negociar la
paz con Roma, su nombre tuviera significado. Pues Litenon quiere decir “el suplicante”
y esto viene de λιτ “lit” que significa “súplica” y que es la etimología de nuestra palabra
“letanía” y que originalmente hacía referencia a la diosa Leto. La madre de Apolo y
Artemisa. Así que pocas dudas pudieron tener los romanos de que se enfrentaban a
pueblos que eran helenos y en la indómita Hispania. Pero y ¿Por qué lo ocultaron?
¿Quién ordenó destruir los textos originales? ¿Quién se tomó la molestia de reescribir
todas las fuentes oficiales? ¿Por qué nos mintieron? ¿Por qué nos dijeron que eran
celtas? Y es que puedo demostrarles que hasta Numancia tiene un nombre heleno.
¿Quieren conocer su significado? Verán, lo hallé: NUM · AN · TIA es “Divinidad, de
todos modos llamada” o mejor “Diosa de muchos nombres”. Por supuesto con θεία
“Tía” se referían a la diosa Titán, porque los celtíberos eran muy devotos de los Titanes.
Eran sus dioses. “Tía, la de los muchos nombres”. Pero ¿qué quiere decir eso adscrito al
pensamiento de los numantinos? Pues que “Tía” asumía el conjunto de nombres de
todas las diosas de los celtíberos y que ella era la diosa primordial.

1 NUM- Nombrada (nombre)

2 -AN- de todos modos (muchos)

3 -TIA Divina (diosa)

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PRIMER ACRÓNIMO: NUM- viene del griego antiguo: νυμον “nombre” o bien una
clase de nombre νομα “onoma”, dicho νυμα “nombre”. Es un vocablo que nosotros aun
conservamos como forma de nuestra palabra “sinó(nimos)”, por poner un claro ejemplo.

SEGUNDO ACRÓNIMO: -AN- No es una palabra fácil de entender por los españoles
de hoy, dado que es un participio yuxtapuesto. Viene a significar “en todo caso” y por lo
general es intraducible pero denota el “deseo” y transmite importancia a su significado.
Esta partícula léxica se encuentra cerca de 300 veces en el Nuevo Testamento, lo digo
por si desean comprobarlo. Se usa para la introducción de situaciones que tienen un
significado condicional. Por ejemplo, Mateo 5:22: “ὃς δ ' (ἂν) εἴπῃ τῷ” (el que, además
– de todos modos – se dice que”)

TERCER ACRÓNIMO: -TIA es el nombre de la diosa Titán θεία “Tía” (divinidad)


Ustedes han de saber algo importante en cuanto a esto y es que lo que aquí les expongo
es absolutamente cierto. Y cuando alguien afirma rotundamente ha de saber que la razón
le asiste, y a mí no me cabe ninguna duda. Puesto que no soy yo quien les dice la verdad
sino quien se la confirma. Déjenme que les diga que quien nos la dijo y nadie le prestó
atención, fue nada menos que el célebre Πίνδαρος “Pindaro” (Beocia 518 a. C.) en sus
famosas Odas Ístmicas y concretamente en la “Quinta”. Escuchen por favor y no dejen
de sorprenderse: “Desde el principio: “Ilustre madre del Sol; oh Tia, la adorada bajo
muchos nombres,...” Ese elogio a Tía es el mismo nombre y exacto que se le da a la
ciudad, a nuestra ciudad de Numantía. Está claro. Cristalino. Una diosa helena tracia.
Una Titán madre de Elio. La madre del Sol. Ἡσίοδος “Hesíodo” en su Θεογονία
“Teogonía” le da un origen primordial y dice que es la hija de Gea (la Tierra) y Urano
(el Cielo).

Compruébenlo, por favor.

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OTRAS ETIMOLOGÍAS

Miren, para exponer la etimología de Soria y hacerlo con mayor claridad, me gustaría
poner otros ejemplos similares para completárselo con un amplio argumento y que
comprendan que no se trata de una excepción o de una teoría al libre albedrío de su
ponente sino que mis deducciones y las evidencias que presento obedecen a una nueva
metodología científica que se puede repetir para todos o digamos la mayoría de los
territorios de la península, pues así es también para Catalunya que significa “Tierra de
profundas raíces” o para Castilla que significa “Lugar de las construcciones de piedra”.
Verán, a modo de ejemplo se lo pormenorizaré detalladamente con la etimología de
Castilla y de la cual la historiografia oficial ha establecido que viene del latín
“Castrum” para derivar luego “Castellum” y que según se afirma significaría “Tierra de
Castillos”. Sin embargo me consta que no es esta su verdadera etimología, aunque he de
admitir que el término Castilla efectivamente sí que significaría metonímicamente al
menos “Tierra de Castillos”. Fíjense por favor, Castilla y que en los documentos más
antiguos era nombrada Castella su nombre no proviene del latín Castrum ni tampoco
del latín Castellum. Y es que Castella está escrito en latín y no en español. Así pues
Castella es la declinación en el caso nominativo del plural del nombre de Castellum, a
la vez esa misma concordancia en modo vocativo. Verán, además Kastella “Castella”
hoy es un barrio del Pireo en Grecia, y los primeros habitantes fueron dorios cretenses,
no es casual. Kastellia “Castellia” también está sita en la Grecia central, no es casual,
fue fundada por los dorios tras la guerra de Troya y sepan que nuestra Castilla, permitan
que ya puestos en materia les avance que también.

Pero antes permitan que les haga un apunte, les he de decir algo importante, y es que el
nombre tan popular y no sólo en nuestro país, de Κάστρο “Castro” es justamente la
antigua denominación para un “castillo” en griego, no es para nada celta como se piensa
pero como se sostiene que los cántabros también serían celtas pues por asociación así se
deduciría pero erróneamente. Por tanto el nombre en latín Castrum en realidad deriva
del griego κάστρο “castro” y el nombre en latín Castellum a su vez deriva del griego
Καστέλλι “Castelli”, una edificación en un promontorio. Hablamos de lo que con
“Castro” y “Castelli” entendemos básicamente por un “Castillo” y que el idioma latín se

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nutrió de esas voces antiguas griegas para incorporarlas traducidas a su para entonces
moderno léxico. Sin embargo, el idioma castellano curiosamente, y en contra de lo que
pudiera parecer, no se nutrió para la voz de una primeriza Castilla ni de los vocablos de
unos ni tampoco de los vocablos de los otros, aun estén estrechamente relacionados. El
castellano lo hizo directamente de las voces ibéricas propias y que son pre griegas. Son
anteriores al latín y anteriores al griego también, y por ello derivan de otra raíz pre
griega y que nosotros conocemos bien. Además explica perfectamente por qué razón
nosotros vocalizamos el nombre “Castilla” como Castilla y no de otro modo, como
sería preceptivo en griego o en latín. Y créanme que si se nos dijo que Castilla quería
decir “Tierra de Castillos” a mí no me cabe duda de que eso significa y querrá decir el
nombre Castilla, porque créanme que los pueblos tienen memoria y especialmente los
nuestros mucha, y sorprendentemente conservaron el ibérico común y no en cambio un
latín vulgar que nunca existió.

Castilla es “Tierra de Castillos” y estoy convencido de ello pero necesito pruebas.


Probablemente las requieran ustedes también, y se las doy a continuación. Pero en la
palabra Castilla y que todo hace pensar que ha de significar “Tierra de Castillos”
¿dónde ven ustedes el término “Tierra”?, ¿dónde ven el “de”? o ¿dónde “Castillos”?
Claro, lo damos por supuesto pero en realidad no los vemos ni leemos en ninguna parte
del nombre, y sin embargo sí que están, puedo corroborarlo. Aunque para leerlos se
necesita conocer y por supuesto saber el idioma ibérico, y es algo que ustedes ya hacen
a diario sin ser nada conscientes de ello, pero un servidor de ustedes puede hacerlo
también y con conocimiento de causa, y sí créanme, efectivamente puedo confirmar que
Castilla significa “Tierra de Castillos”. Pero ¿por qué razón? Miren, cuando se lo
anuncie sin duda se van a quedar “de piedra” y nunca mejor dicho. Porque el nombre de
Castilla es un acrónimo heleno dado al territorio, a la región homónima, exactamente
igual que Cantabria o tantas otras ciudades íberas y celtíberas. Todas siguen el mismo
patrón sintáctico. Y es que nosotros que teníamos una escritura antigua, con la llegada
del latín ganamos una nueva ortografía pero en cambio perdimos nuestras funciones del
lenguaje. Sí, perdimos la función emotiva por otra nueva. Perdimos la función conativa
por otra nueva. Perdimos la función poética por otra nueva. Perdimos la función fática
por otra nueva. También la función metalingüística se vio afectada y lo que es peor,
perdimos toda la función referencial y para siempre. Bien, por otro idioma que se
pretende ab initio y la tiene en usufructo y que es la teoría oficial in perpetuum, y si

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alguien no lo remedia. Así que nuestro idioma lo alteraron aun desconozcamos con qué
interés y cuál intención. Castilla se trata de una voz pura ibérica: “KASTILLA”. Los
castellanos en absoluto fueron celtas o célticos como se les atribuye a los celtíberos, en
la que en mi humilde opinión es una incorrecta y descaminada historiografía oficial. Los
castellanos son tan helenos como los cántabros pero en su caso no son espartanos sino
que son carios, lidios, licios, jonios, misios y dorios, fundamentalmente.

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KA · STIL · LA

1 KA – significa “un lugar” o “aquí”

2 STIL – significa “pila” “torre” “columna”

3 LA – significa “tierra” y mejor “piedra” o “roca”

PRIMER ACRONIMO: (Κα-) “KA” pudiera ser como nuestro actual determinante “La”
pero es un término especialmente que hace referencia a un “lugar” en general, miren
cabaña ya lo incorpora por ejemplo y puede ser prefijo pero también un afijo como la
ciudad de Salamanca o Cuenca y que lo llevan al final, justamente significando eso “un
lugar”, también es “ahí”, y en griego lo escriben así: και. Y dicen que nuestras palabras
provienen del latín y para justificarlo lo hacen escribiéndolas en castellano, cuando en
latín ya saben que son palabras distintas.

SEGUNDO ACRÓNIMO: (-στύλ-) “STIL”. Es una raíz pre griega que da origen a la
palabra griega tan conocida de στύλ·ος “Stil-os”. Seguro que ustedes la han usado
cientos de veces, es nuestro idioma. Naturalmente nuestros celtíberos únicamente
usaban la raíz, las palabras griegas aun no estaban completas. Verán STIL en la
antigüedad describía un objeto largo, como pudiera ser una “torre” o un “pilar”.
Hablamos directamente de un Castillo. De hecho en castellano decimos que algo es
“estilizado” si es un objeto “estrecho”, “cilíndrico” o “rectangular”. Es también
sinónimo de una “columna”, se relaciona estrechamente con la “arquitectura” y en un
sentido figurado “de apoyo”. Fueron “fortificaciones” es decir Castillos de cierta altura
de construcción utilizada para las rutas de las patrullas o los guardianes. Implícitamente
“la pared” que rodeaba las ciudades y protegía de los ataques enemigos. En sentido
figurado puede darnos a entender que se tienen “fuertes fundamentos” y que “no pueden
ser destruidos con facilidad” o que “presentan fuerte resistencia”. Son prácticamente
una “fortaleza”. Por implicación cualquier cosa que actuase como “garante” y
“defensor”. También son lo que llamamos comúnmente como “los valores” “las ideas”.
Eso es ESTILO y que es una palabra nuestra, puramente ibérica, y que luego en griego y
latín se internacionalizó pero que tenemos en nuestro léxico desde que los celtíberos nos
dieron la lengua tan extraordinaria que hoy usamos, aunque lamentablemente como

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pueden observar está mal atribuida y peor definida en nuestros diccionarios. Luego
ESTILO con el tiempo ha derivado a asuntos relacionados con la moda, pero la moda
entonces fue alzar hacia los cielos edificaciones y para construir esplendidos castillos.

TERCER ACRÓNIMO: (-λᾷ) “LA”. Les dije anteriormente que se iban a quedar “de
piedra” y lo dije exprofeso, pues este es un vocablo que significa “roca” o “piedra” y
por supuesto es el material con el que se construyen castillos. Pero es que (Λάς) “LAS”
significa Tierra. Aquí lo tienen todo: KA · STIL · LA literalmente significa “Lugar de
fortificaciones de piedra” por lo tanto efectivamente hoy podemos decir que Castilla
significaría perfectamente: “Tierra de Castillos”.

Verán, celtíbero y heleno son palabras que no casan mucho. Y la Soria que descubrí que
no era celta sino helena aun casa menos. Es por ello tan delicada y ardua mi tarea de
rehacer y rehabilitar en su justa medida todo este enorme vacío y enmendar un gran
desatino de la historiografía dada por oficial, sabiendo no podré hacerlo completamente
si no es con su apoyo y la ayuda de todos. Pero lo que debería movernos a todos es la
búsqueda de la verdad hasta sus últimas consecuencias y procurarla veraz, y en ese
sentido estoy esperanzado y con la plena convicción de que puedo contar con todos
ustedes porque la verdad, entendida como una aproximación a un hecho cierto o aquella
verdad más verdad que la que nunca fue. Y hemos vivido falta de ella, pero la verdad es
fuerte, aun permanezca oculta se hará comprender, saldrá a luz y se conocerá.

Barcelona, a 26 de Agosto de 2014.


Enrique Cabrejas Iñesta

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Referencias:

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Colección: Investigación. Editorial Círculo Rojo. Almería. DEPÓSITO LEGAL: A 1185-2012.

http://enriquecabrejas.blogspot.com.es/
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