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Bajo protesta de decir verdad, se manifesta que los hechos y abstenciones que
conforman los antecedentes esenciales del acto que se reclama son los siguientes:
3. En estrecha relación con ello, un día antes –el 17 de abril de 2018–, se recibió
la respuesta recaída a nuestro escrito de petición original, sin que pudiera tenerse
el tiempo para exhibirla en el referido juicio de amparo 170/2018, la cual se exhibe
en original para que se considere como nuestro anexo 3 de la presente demanda.
5. Finalmente, importa señalar que con fecha 22 de febrero de este año, Paloma
Neumann Gómez y Luis Miguel Cano López sostuvieron una reunión de trabajo
con personal de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
IV. Acto reclamado
V. Autoridades responsables
En síntesis, lo que se solicitó a la COFEPRIS fue que ajustara las normas oficiales
mexicanas sobre calidad de aire a los valores más protectores de la Organización
Mundial de la Salud (la OMS), y mientras eso acontecía, que emitiera una norma
de emergencia que adoptara esos valores en lo que resultaran más favorables.
Ambas cosas se respaldaron tanto en información oficial, como en reglas jurídicas.
“el proceso de actualización de las Normas Oficiales Mexicanas (NOM’s) tiene como
objetivo fijar límites más estrictos de las concentraciones de los contaminantes criterio
en el ambiente, como medida de protección a la salud de la población, de acuerdo al
principio precautorio y la evidencia científica reciente en materia de evaluación del
impacto en la salud por la exposición a contaminantes atmosféricos, con el objetivo
en el corto y mediano plazo de equipararlos con las metas finales establecidas en las
Guías de Calidad del Aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como
directrices de referencia.”
Mientras que del otro lado, en la otra parte de su cuestionada respuesta a nuestra
petición –contenida en el oficio número CGJC/OR/877/2018–, luego de identificar
las NOM’s que regulan la calidad del aire, de referir el estado que lleva el proceso
de consulta de la norma PROY-NOM-022-SSA1-2017, y de reenviar a la opinión
técnica recién destacada, las responsables indicaron que: “de conformidad con los
acuerdos derivados de la reunión, esta Comisión seguirá en espera de recibir por
parte de su representada, los puntos y alcances que bajo su consideración deberá
acotar la Norma Oficial Mexicana de Emergencia que sugiere”. Postura que no
tiene sentido, ni es consistente con el escrito de petición originalmente formulado.
Es bajo este escenario que se debe concluir que la respuesta a nuestra petición
ha sido en sentido negativo, acorde las razones expuestas en ambos documentos.
El razonamiento que sostiene este único concepto de violación es tan simple como
contundente: (i) nuestra Constitución, en su artículo cuarto, reconoce los derechos
humanos a un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar de todas las
personas, a la par que a la protección de la salud; (ii) esos derechos se ven
potenciados en relación con el derecho al desarrollo integral de niñas y niños,
también reconocido en ese mismo precepto constitucional; (iii) en torno al derecho
a la vida, encuentra mención expresa en el artículo 29 constitucional; (iv) respecto
de todos esos derechos humanos, las autoridades responsables, en el ámbito de
sus competencias, tienen a cargo, entre otras, obligaciones correlativas de respeto
y protección, así como de prevención de sus violaciones, conforme al artículo
primero constitucional, párrafo tercero; (v) el cumplimiento de tales deberes se
tiene que dar de la forma en que se favorezca en todo tiempo el nivel de
protección más amplio, de acuerdo al mandato establecido en el artículo primero
constitucional, párrafo segundo; (vi) por lo mismo, se les puede exigir a las
responsables de este caso, el ajuste de las NOM’s sobre calidad del aire, a fin de
que plasmen los valores que resulten más protectores recomendados por la OMS;
(vii) y mientras eso sucede, también se les puede exigir que emitan una norma de
emergencia para adoptar los valores más favorables de protección en torno a la
calidad del aire; (viii) exigencias que no pueden evadirse poniéndolas a cargo de
esta quejosa –como se aduce para la norma de emergencia–, ni pretextando que
los valores de la OMS son recomendaciones o tienen naturaleza programática
sujeta al margen de apreciación gubernamental; (ix) puesto que eso no justifica la
inobservancia de cumplir con el mandato de máxima protección de esos derechos.
Segundo. Se acompaña una copia del instrumento notarial exhibido como anexo
uno, con la respetuosa petición de que pueda ser cotejado con el documento
original, a fin de que una vez realizado lo anterior, se pueda devolver este último,
toda vez que dicho instrumento se requiere para otros fines de nuestra asociación.
Greenpeace México, A. C.
Representada por Gustavo Ampugnani