Sie sind auf Seite 1von 5

REPUESTA PREGUNTA 1

Según Giovanni Pico, la dignidad de nuestra condición nos viene de que somos algo menos
que los demás seres. A las demás cosas no le queda más remedio que ser lo que Dios ha
hecho y ha querido que sean. Todos los seres están así prefijados de antemano menos el
hombre.
Giovanni Pico della Mirandola pone el acento en la individualidad del hombre y remarca
que la dignidad humana se asienta sobre la libertad y las indiscutidas capacidades de los
seres humanos. Se pone así de relieve la capacidad de los hombres para crecer, por sus
propios medios y capacidades, un orden político que sea el instrumento de su realización
como personas, que sólo podrán materializarse en el seno de una existencia colectiva y
mediante la creación de un espacio de libertad en el que los hombres frente al dominio de
las pasiones y de su destino.
Pico della Mirandola, en su De hominis dignitate(1488), sostiene que el hombre es superior
a todo lo que hay existente en nuestro mundo. El hombre es considera por nuestro autor
como un animal sin límites, omnipotente, pues –en principio-para él, todo resulta accesible,
no hay frontera que le separe ni limite. Es ser humano es al auténtico escultor -fijador de sí
mismo y el arquitecto de lo que constituye su mundo, capaz tanto de los más grandes logros
–que lo elevan hasta la vida angelical, también de las mayores bajezas, que le aminoran y le
mermanhasta la bestialidad. De entre todos los seres de la creación, sólo el hombre es capaz
de transgredir los límites de la naturaleza y de crear a su hechura un mundo propio.
Para Pico la grandeza del hombre consiste en que mientras que todas las criaturas están
ontológicamente determinadas por la esencia que les ha sido dada, a ser aquello que son y
no otra cosa, el hombre, por el hecho de estar dotado de racionalidad, tiene la facultad de
elegir su propio destino362. La racionalidad otorga al hombre una libertad de la que carecen
los demás seres, está capacitado para autoconstruirse. Subraya este autor la libertad de que
goza el hombre para escoger su modo de vida, pudiendo elegir hacer desde lo más alto
hasta lo más bajo; “Podrás degenerar en aquellas cosas inferiores, que son irracionales,
podrás de acuerdo con tu voluntad, regenerarte en las cosas superiores que son dios”. “La
dignidad humana no hay que buscarla en lo que es (esencia), sino en la capacidad de
hacerse, en la posibilidad del ser humano de llegar a ser lo que quiera”. Pico volvería a
referirse a la dignidad en su Heptalus(1486) donde afirma que el hombre es un
microcosmos. Con el Renacimiento se produjo un giro en la concepción de la persona, cuya
excelencia no deja de ser resaltada, entendida como ser capaz de ser todas las cosas, y cuya
dignidad descansa en la noción de libertad.

Mi Análisis:

La noción de dignidad humana es uno de los conceptos que en el ámbito del derecho y la
filosofía que presentan mayores problemas para su esclarecimiento y definición, en gran
medida porque depende de la concepción filosófica en la cual se fundamente la
argumentación; por ello tal vez la conceptualización de la dignidad más utilizada en la
actualidad tiene un carácter meramente instrumental, en la que se hace referencia a la
dignidad como el trato o respeto debido a las personas por su sola condición de seres
humanos, pero sin entrar a señalar las razones o por qué se le debe ese trato, con lo que se
deja a otros ámbitos de reflexión el indagar sobre la naturaleza humana o las características
de lo humano que sustentan la dignidad.

Incluso, una práctica actual en las reflexiones tanto en el campo de los derechos humanos
como en la filosofía, con la finalidad de obviar o evadir el problema de las distintas
perspectivas, consiste no en definir ni conceptualizar la dignidad, sino que dándola por
supuesta se tratan de identificar las conductas que la lesionan o dañan, lo que algunos
identifican como conceptualización de la dignidad por su contrario.

Desde mi punto de vista, una perspectiva de la dignidad así, sin una determinación clara,
sin vocación de valor absoluto o al menos definido es sumamente peligrosa, pues deja al
concepto vacío de contenido y difícilmente defendible o sostenible ante los posibles
ataques, e incluso hace sumamente difícil la construcción de un marco institucional para
tutelarla; además de que permite el uso del concepto dignidad de manera ambigua, para
argumentar en defensa, por ejemplo, tanto de la legalización como de la prohibición de
determinadas situaciones que son objeto de profundo debate social, como el lesbianismo,
el gay ismo, la eutanasia o el aborto, por lo que considero que sólo con un concepto claro y
preciso de dignidad es posible construir los medios para su defensa y desarrollo en la
convivencia social, pues en un aspecto tan relevante no basta confiar en el sentido común
o la intuición.

REPUESTA NO. 2
Lo asombroso del hombre es que se mantiene abierto e indeterminado y debe responder
sin excentricidades a lo que marca su naturaleza. El hombre es también un poco Dios. Puede
hacer mal uso de esa discrecionalidad pero también puede alzarse hasta la mismísima
inmortalidad.

Según Pico, Dios creó al hombre libre, capaz de desarrollar sus objetivos y de ser lo que
realmente desee ser. Los otros seres, en cambio, fueron creados de tal modo que tienen
una naturaleza contraída dentro de ciertas leyes que les hemos prescrito. Ni celeste, ni
terrestre hizo al hombre, ni mortal, ni inmortal, sino modelador y escultor de sí mismo, para
que se forje como quiera.

En la exposición de Pico della Mirandola sobre la dignidad del hombre se entrecruzan


distintas tradiciones. Por un lado, se puede detectar la presencia de la tradición
judeocristiana: el hombre es creado por Dios y es creado a su imagen y semejanza. Por otro
lado, se observa una restauración de la cultura griega y romana, pero en un contexto que
tiene un substrato eminentemente cristiano. El ser humano es un ser racional, capaz de
inventarse a sí mismo, de superar la naturaleza, de crear un mundo de arte y de cultura. Se
observa, en estas ideas, una visión optimista y esperanzada del ser humano.
Desde algunas posiciones actuales, esta comprensión de la dignidad humana también
resulta, sumamente, discutible. Este carácter omnipotente del ser humano, rasgo atribuido
históricamente a Dios, es muy cuestionado en determinadas filosofías de la finitud. Contra
lo que Pico sostiene, los autores finitistas parten de una visión indigente y vulnerable de la
condición humana. Esta visión tan optimista y positiva respecto a las capacidades del ser
humano es discutida y, aunque pudiera decirse de algunos seres humanos, no podría
extenderse al conjunto de la humanidad.

Otros autores discuten que este germen de creatividad que, según Pico, reside en todo ser
humano, realmente subsista en la condición humana. Si el argumento de la dignidad se
esgrime a partir de esta capacidad, determinados sujetos muy vulnerables que pertenecen,
de facto, a la especie humana, pero que jamás podrán desarrollar esta potencia, en el caso
de que la tuvieren, difícilmente serían acreedores de esta dignidad. Finalmente, algunos
autores consideran que el abismo que Pico dibuja entre los animalia y los homines no puede
sostenerse a partir de los conocimientos de primatología y etología que ofrecen los más
grandes especialistas de estas disciplinas.

REPUESTA 3

Gracias al lenguaje, los humanos no habitamos simplemente un medio biológico sino un


mundo de realidades independientes y significativas. Los estudiosos que han intentado
enseñar a chimpancés rudimentos de comunicación lingüística por medios de cartulinas con
dibujos señalan siempre la falta la falta de iniciativa simbólica.

Lo característico del lenguaje humano no es permitir expresar emociones subjetivas sino


objetivar un mundo comunicable de realidades.

Nuestra condición esencialmente simbólica es la base de la importancia de la educación de


nuestras vidas. Hay cosas que podemos aprender por nosotros mismos, pero los símbolos
nos lo tienen que enseñar otros humanos. Quizá por eso somos los primates con una
infancia más prolongada, porque necesitamos mucho tiempo para hacernos con todos los
símbolos que después configurarán nuestro modo de existencia.

El lenguaje es un método exclusivamente humano, y no instintivo, de comunicar


ideas,emociones y deseos por medio de un sistema de símbolos producidos de manera
deliberada.Estos símbolos son, ante todo, auditivos, y son producidos por los llamados
"órganos delhabla".
Los seres humanos utilizamos el lenguaje como:
•Medio de expresión: el uso más temprano consiste en sonidos que expresan
sentimientos;más tarde se usarán palabras;
•Medio de regulación de la acción: la acción queda bajo control verbal; los niños/as se dan
instrucciones a sí mismos acerca de lo que están haciendo, tanto más cuanto más difíciles
la tarea; a partir de los 6-7 años, este hablarse a sí mismo es substituido por el pensar
silencioso;
•Medio de comunicación;
•Medio de representación: pensamiento simbólico, para el que es necesaria la palabra

Ejemplo: Gracias al lenguaje cuentan para los humanos aquellas cosas que ya no existen, o
que todavía no existen... ¡incluso las que no pueden existir! Los llamados lenguajes animales
se refieren siempre a las finalidades biológicas de la especie: la gacela previene a sus
semejantes de la cercanía del león o de un incendio, los giros de la abeja informan a sus
compañeras de panal de dónde y a qué distancia se hallan las flores que deben libar, etc.
Pero el lenguaje humano no tiene un contenido previamente definido, sirve para hablar de
cualquier tema -presente o futuro-, así como para inventar cosas que aún no han ocurrido
o referirse a la posibilidad o imposibilidad de que ocurran.
entonces, ¿cómo logrará decir que son «todas»? En el terreno emocional, las difi-cultades
no son menores: el antílope que vigila en un rebaño puede alertar a los demás de la
presencia temible de un león, pero ¿cómo podría decirles en ausencia del depredador que
él tiene miedo de los leones o que cree que el león no es tan fiero como lo pintan?, ¿cómo
podría gastarles la broma de anunciar un león que no existe o recordar lo feroz que parecía
el león de la semana pasada? Y sin embargo este tipo de reflexiones forman parte esencial
de lo que llamamos el «mundo» de los humanos. Los llamados lenguajes animales (tan
radicalmente distintos del nuestro que francamente parece abusivo denominarlos también
«lenguajes») mandan avisos o señales útiles para la supervivencia del grupo. Sirven para
decir lo que hay que decir, mientras que lo característico del lenguaje humano es que sirve
para decir lo que queremos decir, sea lo que fuere. Este «querer decir» es precisamente lo
esencial de nuestro lenguaje. Cuando oímos una frase en un idioma desconocido nos
preguntamos qué querrá decir. Puede que no sepamos esa lengua, pero lo que sabemos
muy bien es que esos sonidos o esas letras escritas revelan una voluntad de comunicación
que las hermana con la lengua que nosotros mismos manejamos. El hecho de compartir la
posesión de un lenguaje (de un querer decir sin referencia vital clausurada, que puede
hablar de lo posible y de lo imposible, de lo actual, lo pretérito o lo porvenir, que puede
tratar incluso del habla misma -como estamos haciendo aquí, como ningún otro animal
puede hacer- y sirve para debatir argumentos, mientras que los animales avisan o
amenazan pero no «discuten») es el rasgo específico más propio de nuestra condición
(junto al sabernos mortales): tiene mucha más importancia eso que nos asemeja a cualquier
otro ser humano, la capacidad de hablar, que lo que nos separa, el utilizar idiomas
diferentes.

Ese «querer decir» es decisivo incluso en el aprendizaje del propio lenguaje. Los estudiosos
que han intentado enseñar a chimpancés rudimentos de comunicación lingüística por
medio de cartulinas con dibujos (a veces con resultados notables, como los obtenidos por
los Premack con su famosa mona Sarah) señalan siempre la falta de iniciativa simbólica de
los primates y su desinterés por lo que se les fuerza laboriosamente a aprender. Llegan a
decir cosas a pesar de ellos mismos, estimulados por recompensas pero sin mostrar ningún
gusto personal por la habilidad adquirida. Lo que les interesa no es comunicarse sino lo que
les dan por comunicarse. Los niños, en cambio, se abalanzan sobre la posibilidad
comunicativa que les abren las palabras, no aprenden de forma meramente receptiva sino
que participan activa y atropelladamente en su propio adiestramiento verbal, como si
estuviesen hirviendo ya de cosas que decir y les faltara tiempo para saber cómo. A
diferencia de leer o escribir, ningún niño se resiste a aprender a hablar ni hay que ofrecerle
premio alguno por llevar a cabo lo que bien mi-rado no es pequeña proeza. Tal parece que
los niños aprenden a hablar porque a las primeras de cambio se les despierta la intención
de hablar, que es precisamente lo que falta a los demás primates, por despiertos que sean.
REPUESTA 4 Y 5
Ejemplo, así debería de escribirse en cada dibujo tomando en cuenta la acción
Nos reuniremos y discutimos estos puntos

Das könnte Ihnen auch gefallen