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CAMINAR Y CELEBRAR

Tiempo de Pascua

“AL ENCUENTRO
CON EL SEÑOR RESUCITADO”

1 - AMBIENTACIÓN
NOTAS PRELIMINARES

- El lugar de la
celebración: es necesario
tenerlo preparado, en
esta ocasión, con un
“toque” especialmente
“PASCUAL”. Serían
buenos algunos adornos
específicos, buena
iluminación…

- A poder ser, sería


interesante un CAMINO
TRAZADO en el suelo del
lugar de la celebración,
que conduce a un
RINCÓN ESPECIAL
para esta ocasión.

- En este “rincón especial”, sería necesario un GRAN CARTEL o


POSTER de un Jesús Resucitado, adornado con flores naturales;
y un GRAN CIRIO pascual y un BARREÑO de AGUA,
bendecido en la Vigilia Pascual de la Comunidad.

- Una MÚSICA adecuada; lógicamente de “aire” pascual. La


música de Taizé puede ser, también, válido. Sería necesario que
esta música de fondo ya estuviera en marcha para cuando fueran
llegando los participantes.
- Como siempre, cuidar y valorar la ACOGIDA a los participantes
en la celebración. Además de la HOJA IMPRESA como ayuda
para la celebración, sería interesante poder ofrecer a CADA UNO
un detalle, por ejemplo, una ramita en flor de cualquier árbol de
los que abundan en esta época.

- También, si se dispone de “medios apropiados”, como un


“cañón” de diapositivas o algo similar, es necesario tenerlo a
punto. Se puede acoger a los participantes, mientras se ofrecen
una serie de diapositivas, con una música de fondo adecuada.

- Necesario que ALGUIEN, una persona señalada para tal fin, y de


una forma muy discreta, haga de ANIMADOR del encuentro-
celebración, de forma que realice las motivaciones y vaya
indicando los diversos pasos que se irán dando. Puede AYUDAR
MUCHO en la dinámica.

- Para terminar, ayuda y mucho que los demás “detalles” estén


decididos, ya sea el lector, el cantor, los “pregoneros”… Creemos
que en un Encuentro-celebración de de este tipo, TODO ESTO es
muy importante.

MONICIÓN - MOTIVACIÓN

Hermanos y hermanas. Amigos y amigas: ¡FELIZ PASCUA a


todos/as!

Es el saludo que nos ofrecemos mutuamente. El motivo merece la


pena: este JESÚS, a quien ACOMPAÑAMOS en su caminar y de
quien queremos ser DISCÍPULOS, ése ha triunfado sobre el mal y
la misma muerte. Ha sido Dios mismo quien así lo ha decidido y
llevado a cabo. Éste es el motivo de nuestro saludo pascual.

Por eso, HOY, en este tiempo Pascual, nos reunimos para


profundizar en este gozo y animarnos unos a otros a REVIVIR y
ACTUALIZAR esa EXPERIENCIA, tan profunda como con una
enorme fuerza de transformación. Y es que la Pascua es una
invitación gozosa al ENCUENTRO con el Señor resucitado, de
forma que nos “toque el corazón” y lo transforme, hasta convertirnos
a su estilo y a sus claves.

Éste es el motivo de nuestro encuentro de hoy. De ahí que vamos a


iniciar con UN SIGNO, sencillo pero que deja un toque especial a
este lugar: vamos a dejar que el INCIENSO ambiente este
encuentro-celebración y lo haga rindiendo un HOMENAJE al
Señor resucitado, presente en medio de sus hermanos reunidos.

Vivimos este momento con paz y con gozo. Es nuestro saludo al


Señor resucitado.

(Sería el momento para que el Representante de la Comunidad


realice una sencilla incensación del Cartel-Póster y del Cirio
Pascual. Convendría hacerlo de forma sencilla, pero pausada,
mientras suena una música pascual y se crea un ambiente de
adoración y de oración)

CANTO

Ahora, expresamos nuestro gozo y alegría pascual con este canto.

ALELUYA, ALELUYA,
ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

Ya no hay miedo, ya no hay muerte,


ya no hay penas que llorar,
porque Cristo sigue vivo
la esperanza abierta está.

Cuando un hombre a tu lado


ya no sabe caminar,
no le dejes de la mano,
dale tu felicidad.

Cuando alguien te pregunte


dónde está la libertad,
que en tus obras él descubra
que Jesús es quien la da.

Si delante de los hombres


encendemos nuestra luz,
abriremos mil caminos
para la resurrección.

(Carmelo Erdozaín - Disco: “Cerca está el Señor” – Ediciones Paulinas


(Si no se conociera el canto en el grupo/comunidad, sería bueno
poderlo escuchar. El estribillo es sencillo y podría ser cantado y
tarareado por todos/as)

2 - LOS SIGNOS
(Proponemos estos SIGNOS-SÍMBOLOS que expresan el ambiente
pascual que estamos celebrando.

- El POSTER del Resucitado que ya está colocado desde el inicio.


- El CIRIO PASCUAL presencia del Resucitado.
- El BARREÑO de AGUA bendecida.
- Un hermoso RAMILLETE de FLORES SILVESTRES (de almendro,
de frutales, o…
- Unas TIJERAS de PODAR.

MONICIÓN - MOTIVACIÓN

(Varios signos ya están en ese “rincón especial” del Encuentro-


celebración. Pero sería conveniente hacer una EXPLICACIÓN-
MOTIVACIÓN de cada uno. En el momento en que se hiciera la
Monición de cada signo, sería interesante que alguien cogiera el
signo en las manos y lo mostrara a todo el grupo, manteniéndose así
hasta terminar la explicación.

Creemos que el POSTER no necesita ninguna explicación especial.


Pero queda, como siempre, a la libertad de cada comunidad y cada
lugar)

 CIRIO PASCUAL

MONICIÓN: Señor, miramos este CIRIO PASCUAL, encendido


del fuego bendecido en la Noche de Pascua. En él descubrimos tu
presencia viva en medio de tu comunidad. Este Cirio ilumina
nuestro caminar y da calor a nuestro corazón, encendiendo en
nosotros la fe. Gracias, Señor, por este regalo que nos has hecho.
 BARREÑO DE AGUA BENDECIDA

MONICIÓN: En la Noche de Pascua, Señor, Dios nuestro, otro


elemento importante fue el AGUA, significando la liberación de
la esclavitud de Egipto, pero también ese sumergirnos en el
AGUA VIVA que es Cristo, tu Hijo resucitado. Allí renovamos
nuestro BAUTISMO y nos comprometimos a vivir una NUEVA
VIDA, al estilo del mismo Jesús. Gracias, Señor, por el don de
nuestro Bautismo.

 RAMILLETE DE FLORES SILVESTRES

MONICIÓN: Este RAMILLETE DE FLORES SILVESTRES


nos sugiere, Señor, el nacimiento de la vida nueva en la Pascua
de Jesús, tu Hijo amado, y la hermosura que ello supone. Te
damos GRACIAS de corazón por cuanto de hermoso hemos
vivido en estos días de Pascua. Nos gustaría que nuestra vida
fuera un signo visible de esta hermosura que la madre naturaleza
nos ofrece.

 TIJERAS DE PODAR

MONICIÓN: Pero, también, somos conscientes, Señor, que el


ENCUENTRO con el Señor resucitado va a suponer la necesidad
de una poda en nuestras vidas. Con tu ayuda, queremos decirte,
Señor, que estamos dispuestos a que Tú mismo seas el que lleve a
cabo en nuestras vidas esta poda, con el fin de producir nuevos y
abundantes frutos.

(Convendría tener unos MOMENTOS de SILENCIO, con una


música de fondo, de forma que ayude a INTERIORIZAR este
momento de los signos y lo que suponen)

3 - ANUNCIO - PREGÓN
(Convendría que se realizara con “aire” de Pregón o de Anuncio de algo
significativo. Lógicamente, cada grupo puede quitar algún trozo del
mismo, o añadir algunos elementos que crea interesantes. El resto de los
“detalles”, se decide en cada lugar.
En esta ocasión, proponemos que sean DOS PERSONAS las que
realicen este Anuncio-Pregón, de forma alternativa. Una mujer y un
hombre… pudiera ser una forma adecuada. De hecho, cada trozo del
mismo lleva un NÚMERO, facilitando esta posibilidad)

MONICIÓN

Hermanos: la Pascua pide un ANUNCIO, un PREGÓN, puesto que


es el gran acontecimiento de nuestra fe cristiana: Dios-Padre ha dado
la razón a Jesús de Nazaret y le ha concedido la VIDA EN
PLENITUD.

Éste es el motivo de alegría y pozo. De ahí que su Comunidad, su


Iglesia, lo proclama a los cuatro vientos, con sus cantos y palabras y,
cómo no, con sus HECHOS y ACCIONES de vida. Este anuncio es
un grito en favor de un MUNDO NUEVO que se ha iniciado ya en la
resurrección de Jesús.

Vivimos este momento de forma intensa y participativa, porque puede


ser un momento mágico, en cuanto es el comienzo de una NUEVA
VIDA en Cristo Jesús.

Lo vivimos con fe y participamos con gozo.

PROCLAMACIÓN DEL PREGÓN - ANUNCIO

1. Que se haga la luz hasta los confines de la tierra


y la alegría se desborde en el corazón de los hombres;
que renazca la esperanza de la paz;
que surja con fuerza la vida,
y que el amor se derrame impetuoso
llenando de armonía nuestras relaciones.
Os lo anunciamos con fuerza y esperanza
en este nuevo año de gracia y paz.
¡Cristo vive porque ha resucitado!

Y lo anunciamos
con la fuerza que surge del Evangelio,
poder de Dios para todo creyente,
y con la esperanza de que nuestro grito siga siendo
una voz que no se apague en el desierto inhóspito
de nuestra existencia cotidiana.
Todos: ALELUYA, ALELUYA,
ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

2. Quiere ser mi voz el grito de paz de los hombres,


el grito de la Iglesia, que proclama impaciente
que Cristo ha resucitado
y que yo puedo y debo resucitar.

Quiere mi voz
proclamar hasta la afonía
que vale la pena
vivir y luchar por la paz,
amar y sufrir,
cantar y arriesgar,
¡porque Cristo ha resucitado!

Todos: ALELUYA, ALELUYA,


ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

3. Y este acontecimiento, hermanos,


es el que nos mantiene unidos en comunidad;
el que nos hace apretarnos, los unos junto a los otros,
en la nueva humanidad solidaria que Cristo inaugura;
el que hace surgir
destellos desconocidos en nuestros rostros,
como efecto de la nueva luz
que la Pascua ha encendido en nuestra manos;
el que nos lleva a dar gracias al Padre de los cielos
porque ha puesto su tienda entre nosotros,
y porque el resucitado
comparte nuestras alegrías y tristezas,
nuestros afanes e inquietudes.

Cristo ha resucitado. Cristo vive.


Por eso, esta Pascua es un tiempo de gracia,
de amor, de alegría y paz.
Todos: ALELUYA, ALELUYA,
ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

4. Éste es el tiempo en que los pobres de la tierra


se sienten bienaventurados,
porque Cristo es la fuerza
que les impulsa a salir de la pobreza.

Éste es el tiempo en el que, los que nada poseen,


se sienten bienaventurados,
porque Cristo les entrega el dominio de la tierra.

Todos: ALELUYA, ALELUYA,


ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

5. Éste es el tiempo de los que sufren y lloran,


porque su bienaventuranza se ilumina
desde la plenitud de la Resurrección.

Éste es el tiempo de los que voluntariamente arriesgan su vida


por la paz y la justicia, entre los más necesitados,
porque el triunfo de Cristo es su propio triunfo.

Todos: ALELUYA, ALELUYA,


ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

6. Éste es el tiempo de los que sufren la injusticia en la tortura,


el desprestigio de la cárcel,
porque su camino termina en la Resurrección.

Éste es el tiempo de tantos miles de VOLUNTARIOS,


creyentes y no creyentes,
esparcidos por todo el mundo,
que ponen manos, pies, cara, y corazón
a la misericordia de Dios, entre los más necesitados.
Todos: ALELUYA, ALELUYA,
ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

7. Éste es el tiempo en la que todos los excluidos


de una sociedad opulenta y farisaica,
pueden aspirar, como los publicanos y las prostitutas,
a las primicias del Reino de Dios.

Todos: ALELUYA, ALELUYA,


ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

8. Hermanos: es la Pascua,
es el paso del Señor por en medido de su pueblo;
éste es el tiempo de la liberación y la paz.
Quiere este pregón ser flecha afilada
que hiera el corazón endurecido de tantos hombres,
y les haga descubrir la fuerza del amor de Dios que les acosa.

Nosotros, que vivimos en un mundo injusto


del que somos sus propios autores,
que vivimos la idolatría de nuestro propio egoísmo,
que camuflamos con prestigio la falsedad de nuestra vida,
que despreciamos la sencillez del pobre.
¿Por qué buscamos entre los muertos al que vive?

Todos: ALELUYA, ALELUYA,


ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

9. Nosotros, que ambicionamos el dominio y el poder,


que legislamos en nuestro propio provecho,
que defendemos con las armas el orden que nos conviene,
que, encerrados en nuestro pequeño mundo,
damos la espalda a la construcción de la justicia y la paz,
que vivimos esclavizados por un consumo
que nos mantiene insatisfechos.
¿Por qué buscamos entre los muertos al que vive?

Todos: ALELUYA, ALELUYA,


ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

10. Ésta puede ser nuestra Pascua,


si abrimos el corazón a la fuerza de Cristo que surge glorioso,
y da la vida al desierto de nuestra existencia;
si abrimos nuestro corazón para trabajar,
cada uno dentro de sus posibilidades,
por la paz de nuestro pueblo y de nuestro mundo.
Cristo ha resucitado. Cristo vive.
Y juntos celebramos unidos su triunfo,
que es el nuestro.

Todos: ALELUYA, ALELUYA,


ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

11. Por eso partimos juntos el pan


y bebemos juntos el vino nuevo
que alegra el corazón,
sellemos esta ALIANZA en la que Dios se nos ofrece,
es gozo y exigencia luchar por una tierra nueva,
y con el corazón abierto a la gratitud y a la esperanza,
unamos nuestra voz a la voz del pueblo de Dios
que reza, ama, espera y canta al Señor del Universo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
AMÉN.

Todos: ALELUYA, ALELUYA,


ES LA FIESTA DEL SEÑOR.
ALELUYA, ALELUYA,
EL SEÑOR RESUCITÓ.

(Sería bueno un momento de INTERIORIZACIÓN personal.


Momento de silencio, con una música de fondo, muy serena)
4 - A LA LUZ DE TU PALABRA
(Como hoy no se ha presentado la BIBLIA como “Signo-símbolo” en la
celebración, éste sería un momento adecuado, para que una persona la
introduzca en medio de la Comunidad reunida.

Después de introducirla, sería necesario que la mostrara a todos/as de


forma llamativa y manteniéndose en esa misma postura, se realizara la
Monición a la Palabra)

MONICIÓN

Hermanos: nos disponemos, en actitud de escucha, a acoger la


Palabra de Vida. Los primeros testigos del Señor Resucitado nos dan
un testimonio claro: que Él, el Resucitado les “abrió el
entendimiento para comprender las Escrituras”. Y aquí estuvo uno
de los secretos para la transformación que vivieron.

La PALABRA, la EUCARISTÍA y la COMUNIDAD de los


hermanos reunidos fueron unos elementos muy importantes en ese
PROCESO que tuvieron que vivir hasta realizar el ENCUENTRO
con el Señor resucitado. Poco a poco, la experiencia de la NUEVA
PRESENCIA se fue haciendo una realidad y es aquí donde se produce
el cambio en sus vidas.

Nosotros estamos EN CAMINO, necesitados de realizar la misma


EXPERIENCIA de ENCUENTRO con el Señor resucitado.
Dejemos que su Palabra nos penetre, nos ilumine y nos transforme
como a los primeros testigos de nuestra fe.

EVANGELIO

EVANGELIO: Lucas 24, 13-35

En aquel tiempo, dos discípulos de Jesús iban andando aquel


mismo día a una aldea llamada Emaús, distante unas dos
leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había
sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona
se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran
capaces de reconocerlo.

Él les dijo:
- «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de
camino?».
Ellos se detuvieron preocupados. Y uno de ellos, que se
llamaba Cleofás, le replicó:
- «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabes lo que
ha pasado allí estos días?».
Él les preguntó:
- «¿Qué?».
Ellos le contestaron:
- «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en
obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo
entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo
condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos
que él fuera el futuro liberador de Israel. Y ya ves: hace ya dos
días que sucedió esto. Es verdad que algunas mujeres de
nuestro grupo nos han sobresaltado: pues fueron muy de
mañana al sepulcro, no encontraron su cuerpo, e incluso
vinieron diciendo que habían visto una aparición de ángeles,
que les habían dicho que estaba vivo. Algunos de los nuestros
fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho
las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces Jesús les dijo:
- «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que anunciaron los
profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto para
entrar en su gloria?».
Y comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les
explicó lo que se refería a él en toda la Escritura.

Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir


adelante; pero ellos lo apremiaron diciendo:
- «Quédate con nosotros porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos.

Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la


bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y
lo reconocieron. Pero él desapareció.

Ellos comentaron:
- «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el
camino y nos explicaba las Escrituras?».

Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde


encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que
estaban diciendo:
- «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a
Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo
lo habían reconocido al partir el pan.

REFLEXIONES SOBRE EL TEXTO EVANGÉLICO

(Si se creen oportunas unas breves reflexiones acerca de este relato


evangélico, aquí, ofrecemos las CLAVES y COMENTARIOS que en
otro lugar de esta misma Web se proponen en torno a este texto, y
que pueden ayudar para este momento de la celebración.

Por supuesto, si el responsable lo cree oportuno. También, se puede


acceder a otras fuentes exegéticas. Lo importante será facilitar la
comprensión del texto en toda su hondura y el ayudar a sacar unas
CONCLUSIONES apropiadas)

CLAVES para la LECTURA

- El episodio de la aparición de Jesús resucitado a los discípulos de


Emaús presenta el camino de fe de la vida cristiana basado en el doble
fundamento de la Palabra de Dios y de la Eucaristía. Esta experiencia
del Señor aparece descrita a lo largo de dos momentos decisivos: a) el
alejamiento de los discípulos de Jerusalén, es decir, de la comunidad,
de la fe en Jesús, para volver a su viejo mundo (vv. 13-29); b) la vuelta
a Jerusalén con la recuperación de la alegría y la fe por parte de la
comunidad de los discípulos (vv. 30-35).

- En el primer momento de desconcierto, Jesús, con el aspecto de un


viajante, se acerca a los discípulos desalentados y tristes, y,
conversando con ellos, les ayuda, por medio del recurso a la Escritura,
a leer el plan de Dios y a recuperar la esperanza perdida: “Y
empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó
lo que decían las Escrituras” (v. 27). La catequesis de Lucas es muy
clara: cuando una comunidad se muestra disponible a la escucha de la
Palabra de Dios, que está presente en las Escrituras, y pone la
Eucaristía en el centro de su propia vida, llega gradualmente a la fe y
hace la experiencia del Señor resucitado. La Palabra y la Eucaristía
constituyen la única gran mesa de la que se alimenta la Iglesia en su
peregrinación hacia la casa del Padre. Los discípulos de Emaús, a
través de la experiencia que tuvieron con Jesús, comprendieron que el
Resucitado está allí donde se encuentran reunidos los hermanos en
torno a Simón Pedro.
CLAVES para la VIDA

- ¡Enorme catequesis la que nos ofrece Lucas como testimonio de su


fe y el de la comunidad en la que participa! Todos los detalles están
recogidos con exquisita sensibilidad y sicología. Los discípulos,
desanimados y desmoronados en su fe mal fundamentada (sus “ideas”
del Mesías), emprenden el viaje de ida, vuelven a su viejo mundo:
“nosotros esperábamos...” (v. 21); ahora están tristes y derrotados; y,
además, sus ojos están embotados y no le reconocen. Al contrario, el
viaje de vuelta es completamente diferente: llenos de alegría, los ojos
abiertos ahora a la inteligencia de las Escrituras, comentando entre
ellos la experiencia vivida, impacientes por anunciarla a la
comunidad, y el encuentro con los hermanos. Todo un camino
recorrido.

- Las Escrituras, su comprensión y profundización, les ayudan a


aceptar la presencia nueva del Resucitado; el “partir el pan”, la
Eucaristía, termina por abrirles los ojos y... “lo reconocieron” (v. 31).
Las Escrituras han despertado su corazón; la Eucaristía ha
transformado la visión de su vida. Desde ahí, emprenden el retorno a
la Comunidad, a los hermanos, que seguían reunidos, experimentando
también la presencia nueva del Resucitado. Lucas nos ofrece los
elementos necesarios para poder realizar el camino de encuentro con
el Resucitado: garantizando que él se hará presente (aunque no le
reconozcamos a la primera), ahí están las Escrituras, ahí está la
Eucaristía o fracción del pan; ahí está la Comunidad y los hermanos.
Ahí se hace presente -¡y de qué forma!- el Resucitado.

RESPUESTA COMUNITARIA

MONICION

El Señor resucitado sigue contando con nosotros. Todos


juntos vamos a expresar nuestros deseos, en este momento,
tras la escucha de la Palabra y lo que ella nos ha propuesto como
los CAMINOS a RECORRER hasta el encuentro con el
Señor resucitado y el ENVÍO que nos plantea.

CANTO
LUZ QUE VENCE A LA SOMBRA

Como el grano de trigo que al morir da mil frutos,


RESUCITÓ EL SEÑOR.
Como el ramo de olivo que venció a la inclemencia,
RESUCITÓ EL SEÑOR.
Como el sol que se esconde y revive en el alba,
RESUCITÓ EL SEÑOR.
Como pena que muere y se vuelve alegría,
RESUCITÓ EL SEÑOR.
El amor vence al odio, y el sencillo al soberbio,
RESUCITÓ EL SEÑOR.
La luz vence a la sombra y la paz a la guerra,
RESUCITÓ EL SEÑOR.

1. Resucitó el Señor y vive en la palabra


de aquel que lucha y muere gritando la verdad.
Resucitó el Señor y vive en el empeño
de todos los que empuñan las armas de la paz.

Resucitó el Señor y está en la fortaleza


del triste que se alegra, del pobre que da pan.
Resucitó el Señor y vive en la esperanza
del hombre que camina creyendo en los demás.

Resucitó el Señor y vive en cada paso


del hombre que se acerca sembrando libertad.
Resucitó el Señor y vive en el que muere
surcando los peligros que acechan a la paz.

2. Resucitó el Señor y manda a los creyentes


crecerse ante el acoso que sufre la verdad.
Resucitó el Señor y vive en el esfuerzo
del hombre que sin fuerza quedó por los demás.

Resucitó el Señor y está en la encrucijada


de todos los caminos que llevan a la paz.
Resucitó el Señor y llama ante la puerta
de todos los que olvidan lo urgente que es amar.

Resucitó el Señor y vive en el que queda


cautivo por lograrle al hombre libertad.
Resucitó el Señor, su gloria está en la tierra
en todos los que viven su fe de par en par.
(Autor: Manzano, M – Olivar, J. M.
Disco: “Aquí en la tierra” – Ediciones Paulinas)

5 - MOMENTO DE ORACIÓN
(Crear un ambiente adecuado de oración.

- Poner una música de fondo. La música de Taizé, del tiempo


pascual, puede servir; o los discos “CONTEMPLACIÓN”, o “LO
MEJOR DEL SILENCIO”...

- En este momento, en primer lugar, presentaremos la metodología


para este tiempo de oración. Lo hacemos por medio de la
“Monición - Explicación”)

MONICIÓN - EXPLICACIÓN

Hemos escuchado la PALABRA de VIDA. Esperamos que esa


Palabra haya calentado nuestro corazón, como a los discípulos de
Emaús, o a aquellos primeros testigos de la VIDA NUEVA que
surge desde el triunfo de Jesús en la resurrección.

En estos momentos, vamos a dejar unos MINUTOS para la oración.


Con paz. Sin prisas. Pero intensamente. Oramos TODOS/AS en el
silencio del corazón.

Pero, también, podemos expresar, con sencillez y EN ALTO,


aquello que deseamos manifestarle al Señor Jesús, o dirigirle una
súplica concreta, hoy especialmente por este GRUPO, aquí reunido, y
por la COMUNIDAD a la que pertenecemos.

Después de cada participación, dejaremos unos momentos de


silencio para acoger y hacer nuestra lo expresado en ese momento, o
haciendo nuestra la súplica que se ha realizado.

Lo vivimos en paz.

ORACIÓN PERSONAL

(Se realiza según se ha presentado en la Monición.


Pasado un tiempo prudencial, donde han podido participar los/as
que deseaban, se invita a participar en la ORACIÓN
COMUNITARIA que aquí proponemos, u otra similar.

Lo podemos hacer o todos juntos, a una sola voz, o dejando que


libremente la hagan los participantes, de forma espontánea, como
mejor parezca)

ORACIÓN COMUNITARIA

JESÚS ES SEÑOR

Di con el corazón: Jesús es Señor.


Dilo con los labios: Jesús es Señor.
Grábalo en tus entrañas: Jesús es Señor.
Cántalo con tu voz: Jesús es Señor...

Jesús es Señor:
antorcha de libertad,
fuente de alegría,
viento de paz,
victoria sobre toda muerte;
estandarte en lo más alto de la tierra,
sol en las profundidades de nuestro ser,
meta de nuestro caminar,
compañero de vida y esperanzas...
que nadie podrá quitar.

Jesús es Señor:
de él brota la vida,
en él nuestra esperanza,
con él todo bien,
a él nuestro reconocimiento,
para él nuestra voluntad,
por él nuestra plenitud;
él nuestra justicia,
él nuestra salvación...
que nadie podrá quitar.

Jesús es Señor:
ya no hay más señores;
los señores del dinero y de la salud,
de las armas y de las leyes,
del poder y de los negocios,
de la democracia y de la razón de estado,
de la carne y del templo,
todos los príncipes de este mundo,
señores de las tinieblas,
están vencidos.

Jesús es Señor:
el que vive y el que hace vivir;
el que nos cura, recrea y salva
ayer, hoy y siempre.

Jesús es mi Señor.
No hay otros señores.
Jesús es nuestro Señor.

Ulibarri, Fl.

6 - MOMENTO PARA EL COMPROMISO


(Es necesario que la oración y la celebración terminen con un GESTO
PERSONAL con el que cada persona exprese su COMPROMISO.

Por lo tanto, este momento es muy importante, por lo que intentaremos


que sea significativo y personal, pero ANTE la COMUNIDAD reunida
en esta celebración)

MONICIÓN - EXPLICACIÓN

“AL ENCUENTRO CON EL SEÑOR RESUCITADO”: ésta ha sido


la propuesta de este encuentro-celebración. Así lo hemos querido
vivir. Y, ahora, ha llegado el momento de EXPRESAR cada uno/a
de nosotros/as, cómo lo vamos a intentar vivir en este camino
pascual. Es el momento de vivir y expresar MI COMPROMISO
PERSONAL.

Lo vamos a vivir en clima de ORACIÓN; sólo desde esa clave es


posible asumir en coherencia y abiertos al compromiso serio y
profundo, pero que llena de gozo.
Puede hacerse con unas sencillas palabras personales o en un
silencio profundo. Pero sería bueno que cada uno/a expresáramos
nuestro COMPROMISO PERSONAL, con vistas a vivir nuestro
SEGUIMIENTO del Señor resucitado. Y lo hacemos con plena
libertad.

De todas formas, es bueno que nos animemos a acercarnos al


BARREÑO de AGUA, bendecida en la Vigilia Pascual de nuestra
Comunidad, tomar en nuestras manos un poco del agua y
SANTIGUARNOS con ella.

Este signo nos recuerda y RENUEVA en nosotros nuestro


BAUTISMO y, con él, la VIDA NUEVA que el Señor resucitado
nos ofrece y a la que nos llama. Él necesita de TESTIGOS y este
signo puede expresar nuestro deseo y nuestro compromiso de ser
sus TESTIGOS.

Después de cada compromiso personal expresado, todos juntos


cantaremos una antífona:

POR TI, MI DIOS, CANTANDO VOY,


LA ALEGRÍA DE SER TU TESTIGO, SEÑOR.

Es bueno y necesario que cada uno nos sintamos tranquilos y muy


libres. Lo importante es el COMPROMISO asumido DESDE EL
INTERIOR.

(Sería muy aconsejable una música de fondo, al menos al inicio)

7 - DESPEDIDA

MONICIÓN

Hermanos/as, amigos/as: vamos a terminar este encuentro-


celebración. “AL ENCUENTRO DEL SEÑOR RESUCITADO” ha
sido la propuesta. Eso significa que tenemos delante un DESAFÍO
real y nada fácil.

Con todo, el Señor resucitado sigue CONFIANDO en nosotros. Y


así como envió a los primeros testigos, HOY nos envía a nosotros a
SER TESTIGOS de la VIDA NUEVA que Él mismo ha insuflado
en nuestros corazones.

Tenemos TAREA por delante. Ojalá sintamos la presencia del Señor


resucitado y la fuerza de su Espíritu. Seguro que, también MARÍA,
la madre de Jesús, camina con nosotros y nos anima en nuestro
empeño. ¡Buen ánimo!

Terminamos con este hermoso canto de ENVÍO.

CANTO FINAL

ID Y ENSEÑAD

Sois la semilla que ha de crecer.


Sois estrella que ha de brillar.
Sois levadura, sois granos de sal,
antorcha que debe alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer.
Sois espiga que vuelve a granar.
Sois aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar.

ID, AMIGOS, POR EL MUNDO,


ANUNCIANDO EL AMOR.
MENSAJEROS DE LA VIDA,
DE LA PAZ Y EL PERDÓN.
SED, AMIGOS, LOS TESTIGOS
DE MI RESURRECCIÓN.
ID LLEVANDO MI PRESENCIA.
¡CON VOSOTROS ESTOY!

Sois una llama que ha de encender


resplandores de fe y caridad.
Sois los pastores que han de guiar
al mundo por sendas de paz.
Sois los amigos que quise escoger,
sois palabra que intento gritar.
Sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad.

Sois fuego y savia que vine a traer,


sois la ola que agita la mar.
La levadura pequeña de ayer
fermenta la masa del pan.
Una ciudad no se puede esconder
ni los montes se han de ocultar.
En vuestras obras que buscan el bien
los hombres al Padre verán.

(Cesáreo Gabaraín – Disco “DIOS CON NOSOTROS”


– Ediciones Paulinas)

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