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ACTIVIDAD ADMINISTRATIVA
PRINCIPIO DE LEGALIDAD.
NOCIÓN GENERAL.
FORMAS DE ILEGALIDAD.
FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL.
VICIOS DE LEGALIDAD.
ABUSO DE PODER.
DESVIACIÓN DE PODER.
VIOLACIÓN DE LA CONSTITUCIÓN DE LA LEY.
CONTRATOS ADMINISTRATIVOS.
NOCIONES GENERALES DEL CONTRATO.
CATEGORÍA DE CONTRATOS QUE CELEBRA LA ADMINISTRACIÓN.
Así, tenemos que el Principio de Legalidad, bien en sus actuaciones formales (procedimientos
administrativos y actos administrativos) y materiales (ejecución y cumplimiento de lo dispuesto
en la ley y en las decisiones administrativas), debe someterse a todas las normas del
ordenamiento jurídico vigente, de manera que su proceder debe subordinarse no solo a la
Constitución y a la Ley, sino también a normas de rango sublegal, que conforme a nuestra
jurisprudencia se trata de: “...un estatuto obligatorio para las distintas ramas del poder público,
como un mandamiento dirigido propiamente al Estado para establecer los límites del ejercicio de
las potestades que le han sido conferidas...”(ver sentencia N° 672 del 15 de marzo de 2006,
dictada por la Sala Político Administrativa del TSJ).
NOCIÓN DE LA ILEGALIDAD
El principio de legalidad es aquel según el cual toda actividad del estado debe estar conforme
con el Derecho de Estado. Por lo tanto la ilegalidad es la violación del principio de legalidad por
una autoridad administrativa cuyo acto se vicia.
FORMAS DE ILEGALIDAD
B.- La usurpación de funciones: la constitución y las leyes definen las atribuciones del poder
público y a ellas debe sujetarse su ejercicio. Toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos
son nulos. Existen dos tipos de usurpación de funciones: la usurpación de la autoridad y la
usurpación de funciones propiamente dicha.
B.- El abuso o exceso de poder: este abuso de poder puede cometerlo cualquier funcionario aun
en el caso de dar cumplimiento estricto de la norma escrita, porque en la aplicación de esta
norma legal bien puede haber tergiversado los presupuestos de hecho que autorizan la
actuación del funcionario.
C.- La desviación de poder: se da en aquellos actos que a pesar se conservarse siempre formal
y aparentemente siempre dentro de los limites de las facultades discrecionales, estas son
usadas para fines distintos de aquellos para los cuales fueron atribuidas al funcionario esas
facultades.
No se puede confundir el abuso de poder con la desviación de poder, pues la primera consiste
únicamente en hacer uso indebido del poder y el segundo se caracteriza más que en ningún otro
aspecto el llamado "tergiversamiento" , se decir, la administración sin violar una norma legal
realiza un acto que altere la verdad.
D.- El vicio de forma: se dice que cuando la ley crea formas especiales para el cumplimiento del
acto administrativo, quiere decir que debe estará rodeado de todas aquellas garantías
necesarias para que pueda producir su efecto. Cuando la ley no establece estas formas
especiales para el acto, sino que únicamente establece la facultad de la Administración Pública
puede hacerse en las condiciones que juzgue más conveniente y racional el funcionario publico
siempre que esta forma de expresión demuestre claramente la voluntad de la Administración.
En este sentido, podemos observar que este principio consagrado constitucionalmente, tiene
carácter restringido por lo que los órganos del Poder Público solo puede hacer lo que la
Constitución y la Ley lo autoricen; siendo esto reiterado por la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos en su artículo 7, el cual señala:
Se entiende por acto administrativo, a los fines de esta ley, toda declaración de carácter general
o particular emitida de acuerdo con las formalidades y requisitos establecidos en la ley, por los
órganos de la administración pública. Visto esto, se puede aseverar que nuestra Carta Magna
garantiza el sometimiento de la administración pública al principio de legalidad, tanto en relación
a las normas que rigen su propia organización, como al régimen jurídico, el procedimiento
administrativo y el sistema de responsabilidad; ya que establece los principios que influyen en la
actuación administrativa y garantizan el sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
Por otra parte establece: constituye la legalidad uno de los principios fundamentales que
informan el Derecho Administrativo. Se entiende con ello quela Administración está obligada a
someter todos sus actos a las prescripciones de la ley, a objeto de garantizar la posición de los
particulares frente a aquélla. En esa perspectiva, encontramos que el sometimiento de la
autoridad administrativa a la ley hoy trasciende de ser sólo un principio, constatándose su
consagración en texto expreso. De allí que el artículo 7 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos ordene la sujeción de todos los actos administrativos a las formalidades y
requisitos establecidos en la ley.
Podemos hablar en este caso, que la jurisprudencia ratifica en todo momento el sometimiento de
la Administración Pública al principio de legalidad; asimismo, la doctrina patria en este aspecto,
es consecuente, considerando por ejemplo lo siguiente:
Allan Randolph, Brewer Carías: “Las autoridades administrativas deben actuar con respecto a
la Constitución, la ley y el derecho dentro de las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo
con los fines para los cuales le fueron conferidas. Todas las leyes de procedimiento
administrativo puede decirse que refuerzan el principio de la legalidad para garantizar el
sometimiento de la Administración a la totalidad de las fuentes del derecho; principio que se
puede analizar comparativamente, desglosando en cuatro otros principios fundamentales: el
principio de sometimiento de la Administración al derecho; el principio de la jerarquía, que por
vía interpretativa de las leyes permite afianzar la legalidad, los principios de organización
administrativa que configuran también un marco de legalidad; y por último, el principio de los
límites de la discrecionalidad, es decir, la reducción de la arbitrariedad que también encuentra
consagración positiva”.
Según Brewer Carïas, para el juez el principio de legalidad es más amplio que el de
constitucionalidad que está sometido el legislador. Entiéndase que la decisión judicial es una
determinación con fuerza de verdad legal, lo que en el caso concreto es Derecho, según una
norma jurídica.
Fundamento Constitucional
La norma suprema en nuestro país es la Constitución y es la base de todo el sistema jurídico por
disposición.
En este sentido, podemos observar que este principio consagrado constitucionalmente, tiene
carácter restringido por lo que los órganos del Poder Público solo pueden hacer lo que la
Constitución y la Ley lo autoricen; siendo esto reiterado por la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos en su artículo 7, el cual señala: “Se entiende por acto administrativo, a los fines
de esta ley, toda declaración de carácter general o particular emitida de acuerdo con las
formalidades y requisitos establecidos en la ley, por los órganos de la administración pública”.
Visto esto, se puede aseverar que nuestra Carta Magna garantiza el sometimiento de la
administración pública al principio de legalidad, tanto en relación a las normas que rigen su
propia organización, como al régimen jurídico, el procedimiento administrativo y el sistema de
responsabilidad; ya que establece los principios que influyen en la actuación administrativa y
garantizan el sometimiento pleno a la Ley y al Derecho.
Vicios
Error Esencial: Cuando se excluye la voluntad de la Administración (error en la persona, error
en el objeto).
b. Violencia física o moral: La violencia que se ejerce sobre el funcionario puede ser física
o moral, aun cuando esta última va acompañada de actitudes que pueden hacer presumir
una violencia física.
En uno u otro supuesto de violencia ejercida sobre el agente, el acto resultará nulo de nulidad
absoluta si, a causa de ello, la voluntad de la Administración ha quedado excluida.
Tiempo: Se produce si el agente decide antes (todavía no asumió) o después (ya cesó en
sus funciones) del tiempo en que su decisión hubiera sido válidamente posible.
Grado: El inferior jerárquico no puede dictar un acto que sea de la competencia del
superior, ni el superior dictar, en principio, alguno que fuera de la exclusiva competencia
del inferior por razones técnicas.
b- Falta de causa: Cuando el acto se dicta prescindiendo de los hechos que le dan origen o
cuando se funda en hechos inexistentes o falsos.
c- Falta de Motivación: Si el acto está fundado en elementos falsos es arbitrario y por ello
nulo. También es nulo de nulidad absoluta el acto ilógicamente motivado, es decir cuando
se obtiene una conclusión que no tiene nada que ver con el argumento que se utiliza. La
omisión de la motivación da origen a la nulidad absoluta, ya que no sólo se trata de un
vicio de forma sino también de un vicio de arbitrariedad.
d- Vicios en el Objeto: Cuando el acto tuviera un objeto que no fuera cierto, o cuando se
tratara de un acto física o jurídicamente imposible.
f- Vicios en las formas esenciales: Cuando se incurre en vicios graves respecto de los
procedimientos que deben seguirse o cuando hay falta absoluta de forma exigida por la
ley para la exteriorización del acto.
1. Anulabilidad: Son anulables los actos administrativos regulares con vicios leves, que no
impiden la existencia de los elementos esenciales. Si el acto ya ha sido notificado, dicha
anulabilidad debe ser solicitada en sede judicial por la Administración. Sin embargo puede
ser revocado, modificado o sustituido de oficio en sede administrativa si el interesado
hubiere conocido el vicio, si la revocación, modificación o sustitución lo favorece sin
perjudicar a terceros, si el derecho hubiera sido otorgado a título precario.
El vicio fuera del objeto, en razón de no resolverse todas las peticiones formuladas.
El vicio fuera de la causa en razón de haber realizado la Administración una errónea
apreciación de los hechos que forman la causa del acto, siempre que tal errónea
apreciación no impida la existencia de este elemento.
Se tratare de un vicio leve de procedimiento.
Actividad
Se distinguen dos grandes vicios de los actos administrativos derivados de esta violación como
son: los vicios de inconstitucionalidad cuando violen disposiciones constitucionales Y los vicios
de ilegalidad cuando violen normas legales u otras normativas de rango legal o sub-legal.
A) Vicios de inconstitucionalidad:
El Art 259 CRBV establece que la jurisdicción contencioso administrativa es competente para
anular los actos contrarios a derecho y el 25 CRBV establece que todo acto dictado por el Poder
Público que viole o menoscabe los derechos garantizados por la Constitución y la Ley son
nulos. Igualmente el Art. 19 ordinal 1 LOPA.
Estos actos que violen disposiciones constitucionales pueden producirse en dos supuestos:
1. Vicios que afectan derechos subjetivos o normas sustantivas (contenidos en los derechos
fundamentales de la Constitución)
2. Vicios que afectan normas atributivos de competencia. Se viola una norma atributiva de
competencia cuando por ejemplo el Poder Ejecutivo convoca unas elecciones, ya que es
una competencia que le corresponde al Poder Electoral. Estaríamos hablando en este
caso de un acto viciado de incompetencia de orden constitucional.
B) Vicios de ilegalidad
Los actos administrativos también serán inválidos cuando violan disposiciones legales u otras
fuentes de legalidad administrativa. La LOPA en estos casos dispone diversos casos de
invalidez distinto a los derivados de la violación de los requisitos de fondo y de forma del acto
administrativo
1. Violación de la reserva legal: los actos administrativos serán inválidos en los casos que
vulneres la garantía de la reserva legal. Art. 49 ordinal 6 y Art. 317 de la CRBV y Art. 10
de la LOPA
2. Violación de la jerarquía de los actos: ningún acto puede vulnerar lo establecido en otro
de superior jerarquía, de lo contrario el acto es invalido y susceptible de ser anulado (Art.
13 LOPA)
Las leyes no pueden derogarse sino por otras leyes; y no vale alegar contra su observancia el
desuso, ni la costumbre o practica en contrario, por antiguos y universales que sean.
De acuerdo al Art. 138 de la Constitución, toda autoridad usurpada es ineficaz y sus actos son
nulos. Por tanto, el acto dictado por una autoridad que carezca de competencia, es decir, que no
esté investido de autoridad alguna, no tenga ninguna investidura publica es nulo de nulidad
absoluta conforme también al Art. 19 ordinal 4 LOPA.
Se pudieran considerar como validos estos actos, dictados por funcionarios de hecho, en
situaciones de anormalidad institucional, porque se consideran que se hacen con un fin plausible
siempre protegiendo el interés general, pero independientemente de que se excepcionalmente
se reconozcan esos actos siempre serán contrarios al orden constitucional, además la
usurpación de autoridad contempla sanción penal Art. 214.
a.2 Usurpación de funciones:
En este caso el funcionario que dicta el acto si tiene investidura pública, pero dicta un acto en
ejercicio de una función que no le corresponde o no tiene atribuida. La consecuencia es la
nulidad absoluta. Se da en las ramas del Poder Público en su distribución territorial (Nacional,
Estadal o Municipal) ejemplo un Alcalde dicta un acto cuya función o atribución está atribuida a
un Gobernador o Presidente o viceversa. O en la distribución orgánica u horizontal (Legislativo,
Ejecutivo, Judicial, Electoral o Ciudadano) ejemplo: un Alcalde o Presidente de la República
convoca unas elecciones o la Asamblea dicta una Ley atribuyéndose la competencia para
nombrar los funcionarios ejecutivos.
Es decir, que siempre se deben invocar los vicios inconstitucionales y los legales.
b. Incompetencia Legal
Aquellos casos en los cuales el funcionario ejerce competencias que no le corresponden porque
están asignadas a otro órgano del Poder Ejecutivo, es decir no le están asignadas a él
directamente, en cuyo caso habría una incompetencia directa.
Y los casos en que el funcionario ejerciendo la competencia que tiene legalmente, se extralimita
en la misma, yendo más allá de lo que la Ley le prescribe.
Territorio: un inspector general del trabajo de un Estado se pronuncia sobre una situación
correspondiente a otro Estado (califica un despido de un trabajador que no pertenece a su
jurisdicción).
Por el grado jerárquico: un funcionario dentro de una misma dirección pero de inferior jerarquía
dicta un acto de la competencia de otro de mayor jerarquía o viceversa, por ejemplo se avoca a
conocer asuntos que no le están expresamente atribuidos por la Ley.
En el ámbito del Derecho administrativo, se llama desviación de poder a un vicio del acto
administrativo que consiste en el ejercicio por un órgano de la Administración Pública de sus
competencias o potestades públicas para fines u objetivos distintos de los que sirvieron de
supuesto para otorgarle esas competencias o potestades, pero amparándose en la legalidad
formal del acto. Se trata de una causa de anulabilidad del acto que debe ser apreciado por el
poder judicial.
“...la utilización por el órgano administrativo de las potestades que le han sido atribuidas
legalmente para fines distintos de los previstos por el ordenamiento jurídico, amparándose
la Administración para actuar así, precisamente, en un mal uso o en un abuso del margen
de libertad o discrecionalidad que permite la norma, sin que ello trascienda a la apariencia
externa del acto, el cual aparentemente luce adecuado a derecho, correcto, pero que, en
realidad se encuentra viciado en su componente valorativo o volitivo”.
Los contratos administrativos Son una obligación bilateral, en la que una de las partes es la
Administración Pública con las prerrogativas inherentes a su condición jurídica, y la otra parte,
en particular o una entidad pública, destinada a realizar determinados fines, entre ellos; el
funcionamiento de los servicios públicos.
Sujeto. Los sujetos de los contratos públicos son la Administración Pública en cualquiera
de sus grados o clases y los particulares, individual o colectivamente, o también la
Administración. En síntesis, pueden ser sujetos de la contratación administrativa: las
personas físicas o naturales, las personas jurídicas privadas y las personas jurídicas
públicas, estatales o no estatales.
Competencia. La validez del contrato, exige que los sujetos contratantes tengan aptitud
legal para celebrar y ejecutar el contrato. Por lo tanto la competencia del órgano estatal o
del ente que ejerce la función administrativa.
Capacidad. Se exige la capacidad jurídica del contratista de la Administración
Consentimiento. Para que haya contrato se requieren dos voluntades válidas y opuestas
que concurran a su formación. Una de ellas es la de la Administración y la otra la del
contratista.
Objeto. El objeto del contrato es la obligación que por él se constituye. Obligación que
tiene por contenido una prestación de dar, hacer o no hacer, querida por las partes.
Causa. La causa, es el motivo o la razón determinante de los contratos de la
Administración, es satisfacer un fin público, un servicio público o una necesidad colectiva.
La Forma. Se refiere al modo concreto de cómo se materializa, exterioriza o instrumenta
el vínculo contractual.
Régimen jurídico. En los contratos administrativos se supedita su validez y eficacia al
cumplimiento de las formalidades exigidas por las disposiciones vigentes en cuanto a la
forma y procedimientos de contratación. Estas formalidades discurren a través de una
serie de actos preparatorios del contrato.
406Este criterio y dualidad de jurisdicción es tomada de la historia del nacimiento del derecho
administrativo francés donde se separó la Administración Pública de la justicia ordinaria, sólo por
motivos políticos ya que los revolucionarios franceses no confiaban en los jueces civiles, por lo
tanto, si la Administración se excluía de la justicia ordinaria debía también excluirse del derecho
común.3 De esa manera, si la Administración quedaba excluida del derecho común y de los
jueces civiles para ser sometidos al derecho administrativo los contratos celebrados por la
Administración quedaban sometidos a la jurisdicción administrativa. Esta tesis fue recogida por
primera vez por la jurisprudencia de la Corte Federal y de Casación en fecha 5 de diciembre de
1944, la cual afirmó que los contratos administrativos son aquellos cuyo objeto es el interés
general del funcionamiento regular del servicio público. Ahora bien, se llegó a considerar que
existía contrato administrativo cuando estaban presente cláusulas exorbitantes, pero fue luego
abandonada ya que las cláusulas exorbitantes pueden no estar escritas en el contrato y la
Administración puede invocarlas y ejecutarlas, por lo que dichas cláusulas son una
consecuencia natural del objeto del contrato que responden a los poderes propios de la
Administración como gestora del interés general. Las cláusulas exorbitantes no son pues
verdaderas cláusulas contractuales.4Podemos decir entonces que lo que realmente establece
cuando estamos en presencia de un contrato administrativo es cuando el contrato este vinculado
a un servicio público o al interés general. Ahora bien, la doctrina ha señalado ciertas
características que definen el contrato administrativo como aquel contrato celebrado con la
Administración Pública, cuyo objeto es la prestación directa de un servicio público que incluye
cláusulas exorbitantes que exceden de las facultades de contratación de los particulares.
Contrato de Obra Pública. Es el más usual e importante de los contratos administrativos. Obra
Pública es el trabajo realizado sobre bienes inmuebles con fines de interés público. Cierto sector
de la doctrina, considera que la obra pública puede recaer sobre bienes muebles, pero la Ley
que regula el Contrato de Obra Pública hace referencia a los bienes inmuebles, por lo que
debemos concebir obra pública como toda construcción, ampliación, conservación o mejora que
realiza un particular contratista en bienes inmuebles del Estado.
Contrato de Suministro. Es el que celebra la Administración Pública con algún particular a efecto
de que éste le proporcione de una forma continua ciertos bienes o servicios que el ente
administrativo requiere para sus tareas.
Este contrato se realiza para la obtención de determinados bienes de uso corriente de la
Administración, como papelería, artículos de escritorio, refacciones, mobiliario, etcétera.
Contrato de Consultoría. Debe entenderse por tal, el servicio de carácter intelectual que realiza
una persona física o jurídica para proveer al ente administrativo con el mejor consejo calificado
respecto de un determinado asunto.