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La mente del ser humano es tan compleja que es altamente difícil determinar la
manera en que se puede reaccionar de acuerdo a los diferentes estímulos que se
pueden transmitir en un mensaje publicitario y esto se debe a que primero es
necesario conocer las forma adecuada en las que podemos generar ese mensaje y
el mismo sea positivo para quien lo recibe. El cerebro se encuentra conformado por
una gran cantidad de células que generan diferentes reacciones químicas que van
desde memorizar algo temporalmente o generar una experiencia en la mente que
conlleve a desarrollar una memoria o recuerdo de algún mensaje o suceso por lo
que considero que los mensajes creados no solo deben generar una emoción sino
provocar una toma de decisión según el objetivo de la empresa.
De acuerdo a los dos tipos de emociones desarrollados por el autor que pueden ser
positivas o negativas y que luego de un proceso mental se traducen en emociones
más específicas como el amor, felicidad, armonía, etc., desde mi punto de vista la
publicidad actualmente debe crear mensajes positivos no únicamente para
incentivar una compra sino para que la marca sea recordada por un largo periodo
de tiempo como una marca responsable ya sea con el medio ambiente, un grupo
determinado o cualquier otro tipo de entidad.