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Áreas primarias y áreas de asociación del sistema funcional del sistema

nervioso

La corteza cerebral es la capa delgada del cerebro que cubre la porción externa (1.5
mm a 5 mm) del cerebro. Consiste en bultos plegados llamados circunvoluciones que
crean profundos surcos o fisuras llamados surcos y está recubierta por las meninges.
Los pliegues en el cerebro aumentan su área de superficie total y, por tanto, se
incrementa la cantidad de materia gris e información que puede procesar.

La corteza motora
La corteza motora es la principal fuente de fibras motoras del tracto piramidal,
establece una sinapsis directa con las neuronas motoras en el tronco encefálico y la
médula espinal y permite movimientos motores finos.
Se encuentra en la parte posterior del lóbulo frontal, justo por delante de la corteza
somato sensorial, podemos distinguir en cada hemisferio las siguientes partes:

Área motora: Equivale a un área sensorial primaria.


Áreas pre motoras: Equivale a un área de asociación unimodal. Contienen dos zonas:
el área pre motora y el área motora suplementaria.
Área motora primaria
Se han identificado varias áreas pre motoras anteriores a la corteza motora. Están
interconectados con la corteza motora y, en conjunto, constituyen un grupo altamente
interactivo de áreas motoras en la corteza cerebral.
En el área motora primaria se encuentra en la circunvolución pre central, tanto medial
como lateral, y ocupa el área 4 de Brodmann.

Está hiperdesarrollada y contiene células piramidales gigantes de Betz (las neuronas


más grandes del SNC de los mamíferos). Envía las órdenes para que se ejecuten los
movimientos voluntarios, y establece órdenes motoras de cuándo y cómo se deben
mover los músculos.
Hay una organización topográfica. El cuerpo está representado, al igual que en la
corteza somestésica, de manera contralateral e invertida. La superficie cortical mayor
se dedica al control de las partes del cuerpo que requieren una precisión motora
mayor, como las manos, la boca y los labios.
La estimulación produce, en la parte contralateral, movimientos aislados de un
músculo o de un pequeño grupo muscular, como la flexión de un dedo, que la persona
no puede evitar.
La lesión unilateral completa de esta área provoca hemiplejia (parálisis) del lado
contralateral del cuerpo.

Áreas pre motoras


Se encuentran justo delante del área motora primaria. Corresponden a las áreas 6 y 8,
que tienen la corteza pre motora en la parte lateral y la corteza adicional en la parte
medial de la corteza.
Las áreas pre motoras controlan la corteza motora primaria. No provocan movimientos
de los músculos sino que se encargan de elaborar planes de acción que establecen las
secuencias de movimientos que se necesitan para el desarrollo de una acción
voluntaria.
Hay ligeras (y no muy conocidas) diferencias en las funciones de las dos áreas pre
motoras:

El área pre motora suele participar en la programación de respuestas motoras cuando


se hacen movimientos guiados por un estímulo externo, por ejemplo, auditivo.
El área motora suplementaria interviene en la programación y coordinación de
movimientos complejos, como la coordinación bimanual.
Las áreas pre motoras también dan lugar a fibras piramidales. La estimulación de estas
áreas produce movimientos lentos que afectan a grandes grupos musculares (pre
motora) y movimientos descritos como posturas, como, por ejemplo, girar la cabeza y
el tronco hacia el lado contralateral (suplementaria).

Lesiones en las áreas pre motoras


La lesión de las áreas pre motoras produce una alteración de la secuencia normal de la
activación de los músculos durante el movimiento. Muchas veces se observa un
deterioro de la capacidad para ejecutar de manera apropiada una habilidad motora
aprendida, sin que exista parálisis, llamado apraxia. Los hay de muchos tipos, por
ejemplo una lesión en las áreas pre motoras impide que una persona utilice objetos de
uso cotidiano y haga movimientos de cierta complejidad: lavarse los dientes, peinarse,
abrir una puerta con una llave (puede girar primero la mano para abrir y luego intentar
meter la llave en la cerradura).
A veces, la incapacidad afecta la escritura y la llamamos agrafia.

Áreas de asociación multimodal:


Aparte de las áreas de asociación unimodales, adyacentes a las principales áreas
sensoriales y en la corteza motora primaria, también hay zonas de la corteza
denominadas corteza de asociación multimodal o polimodal.
Están involucradas en los procesos cognitivos y reciben proyecciones de las cortezas de
asociación unimodal, y también de otras áreas corticales y subcorticales.
Hay tres áreas de asociación multimodal, que son las siguientes:

 Corteza parietooccipitotemporal
 Corteza pre frontal
 Corteza de asociación límbica

Corteza parietooccipitotemporal
Se encuentra en las zonas de intersección entre los lóbulos parietal, occipital y
temporal, correspondiente a las áreas 39, 40 y parte de 19, 21, 22, 37 y 39 de
Brodmann; así, pues, está intercalada entre las áreas de asociación unimodal somática,
visual y auditiva.
Está relacionada con funciones sensoriales superiores y recibe proyecciones de todas
las cortezas sensoriales. Valora globalmente las informaciones que provienen de otras
cortezas, integra las diferentes informaciones sensoriales actuales y las compara con
experiencias pasadas. También es necesaria para el lenguaje.
Se almacenan los recuerdos perceptivos (aunque también “hay” recuerdos en las áreas
de asociación unimodales).
La estimulación eléctrica de estas regiones en personas conscientes puede provocar
recuerdos de percepciones o situaciones anteriores: objetos que se han visto, música
escuchada, etc.

Lesiones en la corteza parietoocipitotemporal


Las lesiones de esta área son generalmente lesiones que afectan el lóbulo parietal
inferior. Pueden dar lugar a lo siguiente:

Agnosias: imposibilidad de reconocer objetos mediante un sentido, aunque éste esté


básicamente intacto.
Apraxias: incapacidad para llevar a cabo acciones, si bien los músculos necesarios sean
capaces de realizarlas en un contexto diferente.
Dificultad del aprendizaje de tareas en relación con el entorno, problemas
relacionados con aspectos espaciales, como anomalías en el orden espacial del
esquema corporal (generalmente, hemisferio derecho).
Alteraciones del lenguaje y aparición de afasias (generalmente, hemisferio izquierdo o
dominante).
Un trastorno llamado negligencia hemisférica. Las características de este trastorno son
las siguientes:
Hay lesiones amplias del lóbulo parietal derecho (áreas 7 y 40).
Hay una negligencia de la estimulación somestésica, visual y auditiva del lado del
cuerpo y el espacio contralateral a la lesión. El paciente puede ignorar e incluso negar
la existencia de la parte izquierda del cuerpo, ignorar las mitades izquierdas de los
objetos.
Se puede dejar sin poner la manga izquierda o la pierna izquierda del pantalón, se
maquilla sólo la parte derecha de la cara, copia un dibujo eliminando la parte
izquierda, coge un balón grande con una sola mano (si bien en la otra no tiene ninguna
parálisis), olvida los objetos que están a su izquierda, etc.

Corteza pre frontal


Incluye todas las partes de la corteza frontal que están por delante de las áreas
motoras. Corresponde a las áreas 9, 10, 11 y 12 de Brodmann.
Es la parte de la corteza, junto con la de asociación parietooccipitotemporal, que más
se ha desarrollado en los primates, especialmente en los humanos (ocupa el interior
del amplio frente que tenemos los humanos). Su función se debe estudiar en primates,
ya que en el resto de animales es prácticamente inexistente.
Para conocer las funciones de la corteza pre frontal, disponemos de los tipos de
estudios:
Estudios de pacientes con daños en esta zona debido a traumatismos, trastornos
vasculares, tumores, etc., que muestran que la corteza pre frontal es importante para
tomar decisiones, planificar respuestas, para la inhibición conductual, la capacidad de
anticipación de las consecuencias del comportamiento, etc.

El caso de Phineas Gage


En 1848, Phineas Gage, encargado de un equipo de construcción ferroviaria, instalaba
una carga explosiva con una barra de hierro de un metro de longitud. De repente, la
carga explotó y la barra salió disparada hacia su mejilla y le salió por la frente,
destruyendo gran parte de la corteza pre frontal. El paciente sobrevivió, pero su
personalidad cambió; antes del accidente era muy trabajador, inteligente, responsable
y luego se volvió poco trabajador, irresponsable, inconstante, impulsivo (hacía planes y
abandonaba inmediatamente), infantil o fantasioso, despreocupado por su futuro o las
consecuencias de su conducta.

Estudios de pacientes a los que se les ha extirpado quirúrgicamente parte de la corteza


pre frontal para tratar algún problema conductual o neurológico muestran que esta
región participa en el razonamiento abstracto, el razonamiento crítico, la iniciativa, la
concentración y atención, etc.
Durante la primera mitad del siglo XX se utilizaron diferentes métodos para separar la
corteza pre frontal del resto del cerebro (lobotomías o leucotomía pre frontales), para
tratar psicosis severas y otros trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo o la
ansiedad extrema. Cabe decir que estos tratamientos se fueron abandonados cuando
aparecieron los fármacos. Los resultados eran provechosos para tratar el trastorno, ya
que los pacientes se volvían más despreocupados y no angustiados. Sin embargo,
aparecieron efectos negativos: no seguían las normas sociales y eran irresponsables,
no tenían capacidad de concentración ni atención, perdían la iniciativa y la
espontaneidad, y también el razonamiento abstracto.
Estudios de lesiones bilaterales de la corteza pre frontal en monos tienen como
consecuencia que éstas pierden la capacidad para realizar tareas de memoria en las
que la respuesta del animal se debe hacer después de un periodo de demora o retraso
respecto al estímulo. Estas deficiencias muestran que esta región cortical participa en
la memoria a corto plazo o memoria operativa, que es la que utilizamos para retener
información durante un tiempo hasta que elaboramos una estrategia de respuesta
(por ejemplo, retener un momento un número de teléfono que nos acaban de decir).

Corteza límbica
Esta corteza se localiza en el lóbulo temporal por la parte lateral y los lóbulos frontal,
parietal y temporal por la parte medial. Corresponde aproximadamente a las áreas 11,
38, 23, 24 y 28 de Brodmann.
Recibe gran parte de sus entradas desde el archí y paleo córtex y áreas relacionadas, y
está en relación directa con los procesos de memoria y de emoción.

Lesiones en la corteza límbica


La lesión conlleva la alteración de la memoria a largo plazo y de la respuesta
emocional, como por ejemplo, una sedación del paciente (sobre todo cuando la lesión
es en la parte pre frontal).
Áreas del lenguaje
El lenguaje es una función muy lateralizada, ya que en la mayoría de diestros, y
aproximadamente un 85% de zurdos, las áreas que controlan el lenguaje se
encuentran en el hemisferio izquierdo. El hemisferio que se encarga de las funciones
de lenguaje se denomina hemisferio dominante.
De todos modos, el hemisferio derecho (o el no dominante), aunque no produce
propiamente lenguaje, también tiene algunas funciones lingüísticas, como por
ejemplo:
La comprensión de palabras sencillas.
La comprensión y producción de aspectos relacionados con el tono emocional de
lenguaje, su ritmicidad, la entonación, la musicalidad, el énfasis, etc., es decir, los
aspectos afectivos o prosódicos del lenguaje.
Las áreas corticales del lenguaje:

Hay dos áreas corticales en el hemisferio dominante especializadas en el lenguaje:


Área motora o expresiva del lenguaje
Se encuentra en el lóbulo frontal y se denomina área de Broca (44 y 45 de Brodmann).
Es la que hace la programación motora para la generación del lenguaje.
Lesiones en las áreas corticales del lenguaje
Una lesión en esta área provoca un problema en el lenguaje llamado afasia de Broca (o
motora o de expresión), que tiene como características principales las siguientes:

 Dificultades articulatorias (pero los músculos funcionan bien).


 Habla (y lectura) lenta, vacilante, sin fluidez.
 Lenguaje con significado, pero las frases están gramaticalmente mal
construidas (verbos no conjugados, falta de adverbios, preposiciones,
pronombres, etc.). Omiten todas las palabras de la frase excepto las más
significativas y suelen hablar y escribir de manera telegráfica.
 Anomia, que es una dificultad para nombrar objetos (no les sale la palabra que
quieren decir).
 Tienen relativamente pocas dificultades para entender lo que les dicen o leen.
 Son conscientes de sus problemas de lenguaje.
Área sensorial o receptiva del lenguaje
Contiene dos áreas: el área de Wernicke (22 de Brodmann), que está en la parte
superior del lóbulo temporal, y el área posterior del lenguaje (39 de Brodmann),
ubicada en la parte posterior del lóbulo parietal.
Es la que hace la comprensión del lenguaje.
Lesiones en las áreas sensorial o receptiva del lenguaje:
Una lesión en esta área provoca un problema en el lenguaje llamado afasia de
Wernicke (o sensorial o de comprensión), que tiene como principales características
las que siguen:

 Falta de comprensión lingüística, tanto del lenguaje hablado como escrito.


 Expresión verbalmente fluida, pero ininteligible, sin sentido.
 Parafasia, que son cambios de una palabra por otra.
 Uso de palabras sin significado.
 El lenguaje es gramaticalmente correcto, pero semánticamente
desconcertante.
 El paciente no es consciente de su trastorno.

También encontramos otros tipos de afasia, como la de conducción, que consiste en


una lesión de la vía que conecta el área de Wernicke con la de Broca, el fascículo
arqueado. Estos pacientes hablan como un afásico de Wernicke, pero entienden el
lenguaje.
Generalmente, hay una cierta recuperación de las afasias, incluso en casos graves,
pero depende del tamaño y la localización de la lesión; la afasia de Wernicke tiene un
pronóstico peor. Probablemente, la recuperación se debe a que las funciones
lingüísticas pasan a ser asumidas por el hemisferio no dominante intacto.

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