EXÓTICA, de Mauricio Kagel

(1971/72, 50’, para sexteto de cuerdas y 10 o más instrumentos no-europeos para cada
músico)

Yo siempre he tenido el deseo de componer una obra cuya condición esencial resida para cada uno de los
ejecutantes en el hecho de no tocar el instrumento para el cual había sido entrenado durante años, sino
únicamente un instrumento cuya técnica no posee. Con una orquesta grande la realización de este
principio conduciría a efectos sonoros inimaginables: para comenzar, una buena parte del resultado
imperfecto que se produciría podría parecerse a la música nueva en una interpretación perfecta; la otra
parte, por eI contrario, pondría en cuestión la competencia de los ejecutantes a tal punto que éstos, por
terror y pánico, quizá también por ironía y placer, inventarían música. Los músicos de raza blanca no se
creerían felices con una tal pieza. ¿Y los otros? (Kagel 1972)

Exotica fue un encargo para los XX Juegos Olímpicos en Munich. La primera presentación
(dirigida por el propio Kagel) incluyó personalidades conocidas de la música como Vinko
Globokar, Siegfried Palm, Christoph Caskel y Michel Portal. Los seis participantes debían operar
alrededor de 200 instrumentos de viento, cuerdas y percusión completamente desconocidos
en Europa.

La obra está dividida en 5 secciones (A, B, C, D y E) que deben ejecutarse en secuencia libre, sin
solución de continuidad y con diversas superposiciones. El autor también prevé la ejecución de
partes pregrabadas. Las secciones A, C y D están escritas con notación musical corriente
(pentagramas sin clave, pero con alturas relativas), que deben ser interpretadas con los
instrumentos “exóticos” y la voz de los intérpretes (inventando lenguajes, si hace falta) y
agregando aquellos parámetros que no aparecen en la notación. Las secciones B y D se sirven
de notaciones gráficas prescriptivas y registros de música “étnica” que los músicos deben
imitar, siguiendo distintos procedimientos, y sin conocer profundamente las tradiciones
musicales y culturales de las que surgen.

Exótica explora la producción de música “transcultural” en función de las identidades de los

músicos y oyentes, contaminados por la circulación global de la música: implica una
reinterpretación de prácticas musicales y de sonidos territorializados en pasaje de su “lugar
antropológico” al “no-lugar” contemporáneo; es una música que no se sitúa completamente
en su territorio (europeo) ni en el territorio del Otro. La intención del compositor parece ser
cuestionar la apropiación cultural, el predominio de la cultura y la música “occidental”, el
sentido de la Otridad, y, en un plano más lúdico y pragmático, volver a los orígenes
primordiales del hacer música.
Ensemble Modern, 2014

Sixtrum en el MNM musical festival - Montréal, 2013