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A CONTRACORRIENTE:
'. ~ crónicas universitarias
; . de este febrero -
Quizá como ningún otro conflicto, el universitario
/ descubre ~'~'. .
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ideologías cotidianas.
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Revive el ~e·~~~~.)· . rumor contra el
i,t: •
Mauricio Rosencof
Escritos de prisión
Uruguay poseé el nada envidiable récord de haber tenido el más
alto porcentaje de presos políticos del mundo. Y es en las cárceles
-donde se dio ~l más insólito fenómeno literario. Se produjo más
narrativa, poesía y drama de los que en ese periodo pr~dujeron
el exilio y los pOCOB escritores que permanecieron en el pais.
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----A CONTRACORRIENTE:
CRO ICAS
UNIVERSITARIAS
~iro Gómez Leyv'.
DE ESTE FEBRERO _
I
los muchachos se vuelven cada vez orientación y efectos emocionales, 10
más entusiastas respecte a las histo- TWoI.-- _ cual corresponde a los modelos de la
TII*I:- _
rias de aventuras y misterio, aman eEperiencia sicol6gica de la respecti-
las novelu históricas y muchos AuIOf· _
~:....-._------ va edad de lectura.
buenos lectores son aficionados tam- EdiIDriII _ E1I" •• Los niños son cautivados primero
bién a las biografíu. Muchos jóvenes CoIecci6n _ por una trama excitante y luego por
buscan libros acerca de tecnologia y un lenguaje vivaz y colorido. Por
He a " ., _
ciencia, al igual que materiales de
lectura relacionados con sus pasa-
lo" _ consiguiente, la¡ vitalidad de los
diálogos desempeña un papel impor-
tiempos. • tante en los libros para niños. Perd
Las muchachas, ponu parte, pre- también si hay muchos diálogos, los
fieren lu historias emotivas y libros niños encuentran dificil seguir la tra-
acerca de la vida familiar y escolar. : : - , 0- " ma; comentan que "abi sólo
0-... 'i$~'D"""" ~
Entre los 11 y los 14 años se interesan hablan".
particularmente en histo~tIS román-
ticas, aunque también comparten
con los muchachos el interés por las ¿Por qui?
~ ~ _ Tipos de lector
aventur&'l y el misterio. Los mucha-
chos, en caJDbiot se interesan poco
en la literatura que leen sus compe- Existe otro factor que nos ayuda en
Aeru, a la que consideran sentimen- nUestra tarea de acercar los libros a
tal. los niños. Los intereses y las motiva-
ciones de lectura difieren no sólo se- ,.
gún los diversos grupos de ~d o la
situación sociecooómica, etc., sino
también de acuerdo a cada tipo de
lector individual. S. C. Lewis, por
Los intereses de lectura de los jóve- ejemplo, distingue entre tipos litera-
. . están iDOuidoI ¡.- el clima . . . rios y tipos utilitarios, con los térmi-
raI de lectura en el cual han crecido. nos empleados por R. Escarpit: ..~
Los niños, primero que nada, están nocedores" y "co~dores".
40
He tratado también de establecer mer año de vida del niño. si entra en
una especie de teoria acerca de la contacto con libros ilustrados. nom-
dasifieación de los lectores y en- bra las cosas que ve ahí, escucha lo
contré un paralelo entre el desarrollo que le leen y se le enseña a localizar
cultural de la humanidad y los tipos los nombres de los personajes, etc.
de lector. Distingo cuatro: Uno de los mejores medios de promo-
a) El tipo romántico. Tiene prefe- ver el desarrollo de la lectura es f9¡--
rencia por lo fantástico y mágico. mándole al niño su pequeña bibliote-
Abunda entre los niños de 9 a 11 ca personal. con libros regalados
años. que en conjunto es ei grupo expresamente y libros que el propio
más susceptible para interesarse en niño se acostumbra a comprar con
las historias realistas. sus ahorros. bajo la idea de que
b) El tipo reoli8ta es reconocible "quien ama los libros quiere tenerlos
50hre todo por su rechazo del llama- y quien tenga libros los ame".
do libro fantistico". en todos los
grupos de edad. Consejos a los padres:
e) El tipo intelectual busca razones. 1. Cuente historias a sus ~jos y léalas
quiere explicarse t~ ama el mate- en voz alta todas las veces que sea
rial instructivo, persigue el sentido posible.
moral de la historia. Este tipo corres- 2. Forme una biblioteca para sus hi-
..
ponde a las ideM del'''siglo de 1.. lu- .
ces .
jos, con libros apropiados para tu
edad, que estén de acuerdo a sus De-
d) El tipo ~ ama la poesía, el cesidades, intereses. deseos y fase de
teatro. eocueotra placer en el len- desarrollo.
guaje refinado de un relato y con ~ 3. Penada a sus hijos para que gas-
cuencia relee sus libros. ten en libros UDa parte del dinero.
que les da para sus necesidades mini-
mas diarias. . .
•. Lea fragmentos de cuentos y
libros a sus hijos y luego deje que
niño se le eobega UD folleto de 8 pá- una poderosa motivación para leer ellos continúen por su cuenta la lec-
ginas y le le dice: ..éste es UD " , . . . todos .los libros que puedan. Y los tura.
~ de 1«Ior, que te acompañará m8estros quedan bien convencidos: 5. Fije UD periodo de tiempo diario
en tus viajes por muchas t:ielTas que ciert:ameote. mis alumnos aprenden destinado a que lean sus hijos. si es
los libros pondrán a tu alcaDce. Sin en verdad a leer leyendo. ¿Para qué posible en compañía de otros miem-
duda tú querrás recordar cuánto te voy a molestarlos con ejercicios, ta- bros de la familia.
gustó cada libro Y si quieres o DO re- reas. exámenes. interpretaciones del 6. Participe en las lecturas de sus hi-
comeodarIo a tus amigos. Anota sólo texto? jos, poi' ejemplo. platique con ellos
los datos siguientes" (que están escri- Así conteDZiJ nuestra convicción acerca de lo que han leido y sobre lo
tos eo el pízarr6o): actual en el sentido qUe la cantidad que obtienen allEK. .
E
quisieran dar a conocer a sus ami- y su sombra platican por huesos y su bolsa, agazapado en la
gos). . las calles en penumbra. soledad el frio entibia su espera.
8. Lograr que los niños entiendan Entre los brazos de una En la ciudad sin sollos agobios del
que existen dos aspectos de la lectu- mujer, la soledad se apla- día se transfiguran, oscuro el ciuda-
ra: leer para disfrutar y leer para ca, él lo sabe y su sombra lo sabe y dano, atosigado congrega sus apre-
, aprender (para el trabajo, para tener por eso encaminan los pasos. En lo mios y la vida y la muerte suelen ser
éxito). más ancho de la incertidumbre una personajes de ese noctambular. Del
9. Utilizar la biblioteca de clase y la isla de certeza no ha de faltar; la ter- fondo de la calle salen cinco mucha-
de la escuela tantas veces como sea nura es un rastro al olfato de alma. chos aparatosos y desencantados, al
posible. descubrir al hombre, uno de ellos en
10. Leer como parte del trabajo pro- Luego de andar muchas calles y
beber con descaro discretos tragos, el un juego al revés le dice con fastidio,
gramado (junto con el uso de medios y tú qué tTaes.
audiovisuales, computadoras, etc.). hombre se aparece ante la reja donde
pero no resultan ser la vía principal un guardián harto de estar atrapado En 10 mente muchas C080S y en 10
11. Que prevalezca una "atmósfera bolsa unas cervezas, responde al
literaria" en el salón de clases. Se de- para que ingresen al vasto mundo de 10 mira con esa desconfianza llena de
la lectura. La razón de esto está resentimiento que todo vigilante hombre desde la banqueta, levan-
be asignar bastante tiempo para el tando la cara. Las palabras son un
método soviético: "lectura inin- expresada en otra cita: "muchos ni- ~arda b~olac~. Desde los
ños no¡ leen libros porque los prime- postes la luz mira indiferente, pero guiño, 10 inesperado es siempre naci-
terrumpida en silencio", en la que miento de otro orden.
participan tanto los alumnos como el ros doS o tres que trataron de leer en su brillo piensa que la ciudad de-
fueron demasiado difíciles para biera ser más amable. Abora todos beben un poco de cer-
maestro. veza y hablan de Jobo LenDOn, y del
12. "Atraer hacia la lectura": es la ellos." La mujer buscada, la grata com-
Este conocimiento empírico debe país, y el tiempo es un reptil de par- ./
denominación dada en Austria a un pañía aún no llega, por lo tanto no se do lomo con brillantes colores en eIJ
método que se ha convertido en el inducir al maestro a aplicar una puede entrar. El calor de una
prueba de legibilidad para medir la vientre. Luego se van los pasajeros
más importante para la enseñanza estrella se queda entre las nubes que de la noche.
dificultad de los textos que reco- huelen a petróleo.
de la lectura. mienda a sus alumnos. El viento frío besa la espalda del
. La interpretación de miles de "pa- El hombre y su sombra cargan hombre, después un taconeo suena
saportes de lector" condujo a un des- una bolsa de plástico, en ella trae como canción, el silencio nocturno se
cubrimiento paradójico: "muchos cerveza y también discos; él ahora agrieta. La mujer ha llegadó, se yer-
niños no leen libros porque no saben Conclusión sabe que debe aguardar. Es la espera gue al solitario con su bolsa de plásti-
leer (bien). No pueden leer (bien) el principio del hallazgo, la duda un co y su sombra. El guardia tras las
porque no leen libros." perro que los años domestican. rejas da su informe, me mieto dice
Unicamente la lectura de libros Me referiré a mi introducción a esta La calle es ancha y larga y parece que la conoce.
aporta el efecto de almacenamiento ponencia, donde caractericé la si- crecer, en la semioscuridad el paisaje La calle se hace tibia, el hombre y
que forma a un buen lector. Los lec- tuación mundial de la lectura como se silencia, se vuelve solitario. la mujer se reconocen, son los ojos
tores de libros disponen de 30 a 40 un desafío: debemos emplear todos Mientras la sombra bosteza, muy entradas al porvenir. Todo tiene su
veces más palabras que los niños que los medios posibles para conjurar el arriba un avión remeda inútilmente diástole y su sístole, todo se cumple,
sólo leen textos breves. peligro del analfabetismo que nos los colores de un astro. la mujer dice al guardia, M, es mi
¿Cómo podemos ganar esta ba- amenaza. Insistiré en que existen El hombre se ha sentado en la amigo.
talla? Cuando preguntamos a los ni- ejemplos prácticos que nos de-
ñOs por qué les gusta un libro en par- muestran cómo es posible superar las
ticular, su respuesta es, casi como dificultades presentes; debemos estu-
regla, no porque el libro sea impor- diarlos y aprender de ellos.
tante o porque se puede aprender Un caso sobresaliente es Dinamar-
mucho, por ejemplo, sino más bien ca. A partir de la promulgación de Nos parece lamentable la destitución
porque tiene una trama excitante y una nueva legislación bibliotecaria
personajes admirables y con los que (en 1975), la cantidad y la calidad de de Jorge Alberto Manrique como
se pueden identificar. la lectura en ese- país se han incre- director del Museo de Arte Moderno,
En consecuencia, el ~aestro tiene mentado notablemente. Una de las
que "atraer" a los niños hacia los razones de esta situación es que los por haber defendido la libertad ae.
libros, y esto se puede lograr de un maestros y los bibliotecarios están expresión artística. Con este hecho,
modo muy sencillo: el maestro cuen- apoyados activamente por los padres las autoridades del INBA y la SEP se
ta la tercera parte de una h~toria a de familia, las instit~iones de edu-
sus alumnos y. enseguida lee en voz cación para adultos y la política gu- hicieron cómplices de la ofensiva
alta unas páginas. De esta manera los bernamental. oscurantista que en estos momentos
niños se mteresan de verdad en la· No basta lamentarse por la in-
historia. A continuación, los libros fluencia de los medios masivos de co- impulsan los grupos .más retrógrados
son leídos en silencio y unos 5 o 10 municación y exigir que los maestros del panorama político nacional.
minutos antes de que concluya la mejoren la pedagogía de la lectura.
clase, se entabla una discusión acer- Es necesario que el prestigio de la La sociedad civil debe luchar para
ca de cómo debe terminar la histo- lectura aumente, que sea apreciada que el Estado respete la cultura
ria; se comparan los distintos finales su importancia y que se asegure la
propuestos y los niños tratan de ele- cooperación de toda la sociedad en democrática y Manrique sea
gir el mejor. ¿Y qué es ahora lo que esa dirección. Una vez.que esto se reinstalado en s puesto.
más les interesa? El final escrito por haya logrado. los maestros no se-
el autor, por supuesto. Se llevan los .guirán considerando la enseñanza de
libros a casa y la mayoría de los niños la lectura simplemente como una LA REDACCION
termina de leerlos en pocos días. Más cuestión de aprendizaje de una habi-
o menos una semana después, se . , sino como un medio esencial
lidad
vuelve a discutir el libro con la parti- para procurar experiencias placente- Febrero 26/88
cipación entusiasta de todos. ras y enriquecimiento cultural a ca-
Algunas veces sucede que se les da da estudiante y a la escuela como to-
a los niños libros muy interesantes talidad social •
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Aunque hay un lapso en la paginación,
no falta ningún texto.
_ -_ _LITERATURA
CARCELARIA
Mauricio Rosencof • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
l Uruguay padeció desde 1973 hasta res, profesionales engrosaron la més formidable
E hace poco más de un año de dictadura diáspora de intelectuales que conoció la historia Un testimonio
oficializada. Pero ya desde 1966 hubo del país. Los que quedaron y los que surgieron-,
presos politicos y durante la presiden- censurados y perseguidos, poco .pudieron publi-
""""~"""""'.cia de Pacheco y luego la de su car. Pero la literatura no muere ni aun enrejada. Hace varios años, un noticiero cinematográfico
sucedáneo Bordaberry, se vivió bajo un régimen El Uruguay posee el nada envidiable récord de narraba la peripecia de una sicóloga francesa,
de dictadura "extra oficial". Pacheco gobernó haber tenido el más alto porcentaje de presos quien por propia voluntad había decidido experi-
por decreto, instituyó el Escuadrón de la Muerte, politicos del mundo: uno de cada cincuenta y .mentar la soledad en el fondo del pozo de una
~Iausuró diarios, prohibió canciones, asesinó a cuatro ciudadanos pasó por las cárceles. Y es en mina durante tres semanas. La· joven y audaz
-estudiantes. En el año 1972 las cárceles y los las cárceles precisamente que se da el más insólito científica se instaló alli con libros e instrumentos,
cuarteles colmaron su capacidad locativa. Tortu- fenómeno literario. No sólo a partir de creadores textos, carpa, sobre de dormir. Tres veces por día
ras, violaciones, muertes, fueron la constante prisioneros (Miguel Angel Olivera, Jorge Torre, le vaciaban el recipiente sanitario y le alcanza-
. represiva aun antes del golpe del 9 de febrero, y Hiber Conterís entre tantos), sino a partir de ban agua y comida. En la boca del pozo había
así continuó hasta mano del 84. Preguntarse qué hombres que convirtieron su miseria en canto. médicos, periodistas, curiosos y coJegas que
pasó con la cultura durante este periodo no exige La cárcel produjo más narrativa, poesía y drama seguían minuto a minuto su aventura, por demás
respuesta. Si el 40 % del presupuesto general de de la que en ese periodo produjeron el exilio y los interesante. Ella sabía que a los veinte días
la nación fue destinado a financiar el aparato pocos que en el país quedaron. Toda esa formi- volvería a la superficie, y si las cosas n9 andaban
represivo (porcentaje que no se modificó ni en dable literatura que en su conjunto tiene un bien, podía hacerlo en cualquier mOll\ento. Ue-
medio punto con el advenimiento de la democra- impresionante valor testimonial pero que además vaba un diario de su voluntario aislamiento.
cia), poco podía quedar para la salud pública (los revela nuevos talentos está por estudiarse, tarea Cuando yo vi el filme me pregunté si en esas
hospitales carecieron y carecen hasta de gasas) y d~ investigación que me propongo. Hoy no es po- condiciones ~ posible crear. Un poema, por
menos aún para la enseñanza. "Cuando oigo sible una valoración global, por lo que estas cuar- ejemplo. Una obra de teatro, cuentos. Si un
hablar de cultura", dijo alguna vez uno que sabía tillas se refieren particularmente a mi experien- hombre aislado del universo y acuciado constan-
de fascismo, "saco la pistola". Etltre los cuatro- cia personal, que es expresión de la de miles de temente por la necesidad de sobrevivir podía ser
cientos mil uruguayos que tuvieron que emigrar compañeros y compatriotas que en las condi- capaz de ocupar su mente, por algunos instantes,
se fueron los escritores más notables. Benedetti, ciones más tremendas fueron capaces de plasmar en la creación literaria.
Galeano, Onetti entre otros. Técnicos, profeso- en versos un canto a la vida. Hoy que vengo de vivir una experiencia Simil81
(sólo que en lugar de veinte días voluntarios,
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" .
...
fueron más de once años de aislamiento compul-
sivo) tengo para la vieja pregunta una vivencial
respuesta. Y puedo también, sip la base científica
. ~.~;
": ' .
"
(.
apuntaba como un *
noche todo era uno: una lamparilla irritante nos
frenético hasta en sueños,
siempre sobresaltados: Por las noches nos venían
a despertar cada hora. La comida magra, los gol-
pes muchos, la esperanza flaca.
Vivíamos en un hilo. Habíamos sido informa-
dos de qué en cualquier oportunidad nos fusila-
rian simulando una fuga. El director del penal de
donde nos habían secuestrado había manifestado
a pocos dias de nuestra internación en los cuarte-
les: "Ya ql,le no ¡os pudimos mata~ cuando caye-
ron, los vamos a volver locos". Dos de los nueve
enloquecieron; un tercero Illurjó. Como en el in-
fierno de Dante, el que entraba allí debía dejar
fuera toda esperanza. Y sin einbargft jaouis dejó
de aletear en nosotros aquella leve mariposa que
había quedado en el fondo de la caja de Pandora.
Entonces surgieron breves, no escritos, memori-
.fa
cuela. viste y peina al corporizado. pero también Un compañero de peregrinación con el que es-
al hombre que proyecta en él, o al lactante que tuvimos juntos todos esos años sin vernos, pero al
tuvo en brazos. que a veces oía gritar: "¡Guardia'" "¡Deme
Mi Idja pequeña, que a poco de yo ser detenido agua'" "¡Sáqueme al baño que no aguanto
tenía ciDco años. me enviaba dibujos a la cárcel. más''', se fue empantanando dia a día, mes a
En ellOl venian árboles que hacía nacer a ras de mes, año a año, en la locura. El, como todos,
tierra. Dibujaba lo que veía. Pero un par de años tenía centinela a la vista. Es decir, un soldado
después. ya en la escuela, aprendió lo que era la que cualquier hora del día o de la noche lo esta-
germinación a través de ese experimento univer- ba vigilando. Eso le fue creando una sicosis. ~
sal: introducir una semilla en un frasquito enbe mo hablaba solo creyó que para registrar sus pa-
algodones humedecidos. El poroto brotaba y labras le habían puesto un grabador oculto en la
echaba raíces. A partír de entonces sus dibujos celda. El grabador, que no existía, comenzó a
variaron. Seguía hacieodo árboles, pero ahora zumbar. En su imaginación los controles del apa-
con raíces. Mi Idja dibujaba DO sólo lo que veía, rato estaban en la"~a de Guardia y desde allí los
dibujaba también lo que imaginaba. oficial , para mortificarlo, levantaban el volu-
Ortega y Gasset, en el prólogo de la edición es- m n de tal manera que el zumbido del aparato lo
pañola de los formidables poemas de Rabindra- acosaba. o lo dejaba dormir y a v le punza-
natb Tagore, recuerda a Sócrates condenado, ci- ba dolorosamente los oídos hasta hacerle lanzar
cuta en mano, despidiéndose de sus alumnos. grit r . Tanto que, para evitarlos, se
Sócrates les dice: "Por qué lloráis? no hay que te-- consiguió un pequeño cararolito que introducía
nerle miedo a la muerte". Y un alumno le respon- en la boca para no desgarrar el silencio de la fosa.
de: "Maestro, usted nos enseñó que dentro de ca- Gritar no estaba permitido y era veramente
da uno de nosotros hay un niDo, el que fuimos. Es castigado. Y yo me pregunto: ese apar to que no
a él a quien debe explicarle que no debe temer a era real, ¿era real o no? Hay cosas que existen
la muerte". porque se cree en ellas. Y tal vez Dios esté en ese-
El sentido común dice que DO se puede vivir de caso. En última instancia, la realidad es todo.
los sueños. Que a la hora de yantar, el pan es Un recurso que ayudaba a sob~vir era atra-
pan. De acuerdo. Pero yo he conocido hombres, par los fantasrnm. Dominarlos a ellos antes de diente del almacén viene a entregar su surtido, se
y me he reconocido en ellos, que sin los sueñcls que ellos lo dominaran a uno. ecanismos asimi- va a saber que las hermanas DO son dos sino una.
JÍuestros de cada día no hubieran subsistido. Ha- lados de·creador me sirvieron de mucho. Y aun Una única vieja trastornada de soledad qu ha
ber vivido (sobrevivido) más de once años sin ver aquellos que no eran escritores, escritores se hi- edificado su propio mundo para poder vivír en
un rostro humano, sepultado en un nicho de dos cieron logrando de esta manera, sin saberlo, atar él. Es ella la que, por su formación, no puede ni
por uno, sin ver el sol ni los verdes, sin más los fantasmas a una estructura no elada, dramá- en la imaginación tener relaciones con su aman-
distracción que contemplar la meticulosa labor ~ o poética. Toda una literatura salió de los ca- te. Entonces crea al amante y además otro ser
de las arañitas en los rincones, no hubiera sido labozos. En una pieza teatral escrita en prisión, -su hermana-, proyecciÓD de su personalid~d
posible si a diario ese pozo no se hubiera llenado ElltlCO de Antonio, yo transfiero a UDa vieja sol- reprimida, para que viva con Antonio el romance
de sueños. Porque allí llegaban, sabe Dios de terona pensamientos y sentimientos surgidos de que ella no se abeve ni aun en sueños. La irrup-
dónde, nuestros hijos a jugar con nosotros y esa peripecia. ción de la realidad, en la forma de un mandadero
nuestras compañeras a abrazarnos. ¿Cuántas ve-- Dos hermanu viejas viven en un caserón, desfachatado, desmorona los sueños que la sos-
ces me he tendido, en un descuido de la guardia, aisladas del mundo exterior al que temen. Una de tienen. En su locura, Antonio y su hermana han
sobre el piso de hormigón, para tomar sol en la ellas recibe a un amante joven con el que pasea huido. Cuando el dependiente se· retira, la vieja
playa? Y no se imaginan ustedes lo molesto que enbe los muebles de la casona como si fueran ve-- queda sola, aniquilada. Pero entoDOeS vuelve a
me resultaba la cantidad de-bañDtas que al ¡>Mar tedas de un parque bordeado de sauces; navegan recuperarse por la fantasía. Los fantasmas con-
a mi lado me salpicaban de arena. Entonces fas- en un sofá, su barea. Ese amante es Antonio. La vocados vuelven a aparecu. Antonio entra en la
tidiado me iba a tomar un refresco. Pero ahi el segunda mujer pro oca una disputa de celos con escena y toma de la mano a "la otra", que se reco-
problema que se me creaba era esconder el enva- su hermana. Y en esa disputa se irá sabiendo que ge la falda para subir a la lancha. Antonio tam-
se, porque había requisas diarias, a pesar de que las dos ancianas han creado otro ser con el objeto bién trepa al sofá Y comienza a remar lentamente
en la celda no había nada de nada, salvo fantas- de hacer respetar la casa. Para que sea creíble mientras ella deja con sus dedos una estela en el
mas. Si un oficial veía por ahi una botella me han colgado un saco de hombre en el perchero de agua.
podía interrogar: "¿De dónde sacó usted dinero la t:Otrada del zaguán. Pero Antonio DO existe; En esencia, la vieja sola DO sólo vive del pan,
para comprar una Coca-Cola? El esconder los ¿no existe? Una de las hermanas afirma que si
del surtido del almarAn. Vive tambiál Y funda-
objetos que me quedaban de las fantasías era t~ hay un saco, hay un hombre para ese saco. Y lo
mentalmente de sus sueños que. para subsistir.
da una odisea. crea para vivi'r, con él, el romance que nunca vi- son tan reales como una lata de sardinas.
Pero a veces las barreras que se rompían eran vió con nadie. Su vida descansa en esa aventura, .Pero había algo más. La ley era durar, durar
las de la cordura, y se entraba a pisar ciénegas aventura que en su vida "real" jamás tuvo. Pero era resistir. Y hay una sola manera de resistir: re-
patológicas. en el transcurso de la pieza, cuando el depen- sistir con dignidad. Aunque a un hombre lo tra-
ten como a un perro, no tiene por qué ladrar. Por
eso mis textos del periodo carcelario rescatan fun-
damentalmente los valores esenciales del hom-
bre. Alguna vez hemos intercambiado experien-
cias con otros compañeros y el primer tema que
surgía era el de "cómo se pudo aguantar la tortu-
ra". Un amigo negro me dio la clave: "Cómo no
iba a soportarla si en aquellos instantes yo pensa-
ba en mi hermano Lumumba". Otros en si-
tuación similar sentían la presencia de su padre o
del Che. Un pastor protestante me dijo: "Dios".
Yo en última instancia pensaba en mi hija y en mi
familia, la que había sucumbido en el Ghetto de
V arsovia. o con los partisanos alzados en los has-
ques polacos y la que, en su mayoría. pasó por las
cámaras de gas y los hornos crematorios de Aus-
chwitz.
y es que el hombre tiene dentro de sí un testigo
que mira y juzga sus actos. su conducta. Para el
cristiano tiene la forma de Jesús; para el guerri-
llero, la imagen de un revolucionarlo ejemplar.
Hasta el niño cuando actúa o juega tiene tras sí,
sin saberlo, la presencia del testigo materno, que
aun en ausencia corporal le está testificando la
ley fundamental de la moral: la distinción enbe
el bien y el mal. Un hombre. por más solo que es-
.f9
atrapado por el anzuelo. ¿Qué ganas con ti- no se llega nunca. Siempre se anda. La clave está
ronear? Dolor, sólo dolor. en andar sin detenerse. La ley para un hombre,
Pero José se resiste y ya que es un pez atrapado es ley para la hUmanidad. Y la libertad, como la
por el anzuelo elige ser tararira, un pez bravío de victoria, tampoco está en una meta. Más bien es-
nuestros ríos que aún ensartado no se entrega. tá en el que lucha por alcanzarla. Uegar al obje-
"Hay que tirar", dirá José. ~irar y tirar: algo se tivo de determinadas libertades públicas implica
tendrá que romper". YJosé se rescatará horadan- primero seguir actuando l'ar~ consolidarlas, y
do con la uña un trozo de caña hasta convertirlo luego ampliarlas ¿Y cuáles son los limites de esa
en flauta, de la que arrancará un leve sonido: ampliaci6n? Infinitos. Porque hay libertades que
"No es más que un hilito, ¿vio? Pero sostiene. pasan por la justicia social y otras por la concep-
Hay que pelear, don, hay que pelearla. Con lo ci6n filosófica y aun teol6gica. Al fin de cuentas,
que sea, como sea. leando todo es camino y en el final de cualquier análisis nos encontramos
ellos no tendrán miedo". con aquello del ~libre albedrío".
En definitiva todo es camino. Mientras se resis- Mis lecturas y conocimientos no me permitían
te. aunque no sea más que con un silbo, no habrá abundar mucho sobre esta, para mí, original (o.
derrota. Y esta es otra cuesti6n que en el aisla- si se quiere, particular) concepci6n. Así que la
miento de los calabozos multiplicó su magnitud. cuesti6n de que la derrota no existe empezó a
La derrota admitida es la claudicaci6n. "No te aparecer en mi temática, al punto que construí
des por vencido ni aún vencido", dice en un verso una pieza en funci6n de una escena final en la
José Santos Chocano. Por eso cuando un hombre que sobre el tema dialogan dos derrotados: Jesús
fracasa recurre a sus fuerzas morales y a las con- y Artigas. Esta obra lleva por título ... y nue8t1'os
vicciones para remprender la misma empresa fa- caballos serán blancos. frase que en labios de un
llida, o si así lo siente, otra. niño cierra la pieza.
- En láS condiciones en que estábamos nosotros Voy a concluir esta exposici6n con unas pocas
esa oportunidad de cualquier individuo, en cual- escenas del epílogo de la pieza. que de alguna
quier día, nos estaba vedada. Era l. denota sin manera expnsan y sintetizan en lenguaje dramá-
posibilidades de redenci6n. tico lo que he venido desarrollando.
Pero no hay organismo que sobreviva a un es-
té. no está solo. Y en las circunstancias más tado de frustraci6n permanente; entonces el ce- José Artigas, protagonista de la obra, fue un
di6ciles lo rescata su condici6n humana. cuya rebro trabaja, con agudeza a veces y con falacias luchador de la independencia americana, lo que
clave de bóveda, antes que cualquier concepci6n otras, para revertir, si no los hechos, al menos su lo emparenta con Washington, Bolívar y San
ideol6gica, es el sentimiento de solidaridad, la interpretaci6n. Es como el cuento del niño opti- Martín. Pero fue a la vez un revolucionario so-
ente~ que nos impide transferir el peso de la cial. Reinvindic6 los derechos del indio y fue
mista y soñador que en el amanecer del día de
cruz que nos ha tocado a los hombros del herma- Reyes va a revisar sus zapatitos para ver lo que le autor de una reforma agraria, aplicada en medio
no. y esta leyes común denominador para el cris- han dejado y ve que pr6ximo a ellos un animal ha de los combates contra el imperio lusitano y la
tiano, el marxista, el ateo o el budista. Porque basteado. Eso es todo. Pero el niño corre con ale- oligarquía porteña yestableci6 que los repartos
constituye antes que nada un atributo esencial de gria al encuentro de sus padres gritando: "¡Papá, debían hacerse -como se hizo- con la preven-
la condici6n humana. Pap~ los Reyes me han traído un caballo ci6n de que los más infelices fueran los más privi-
Este es el tema de una pieza que escribí con legiados. Suertes de estancias y ganado fueron
blanco'''.
letra muy pequeña y con un lápiz que me propor- Mi cerebro decret6 que la derrot~ no existe. Y distribuidos entre indios, negros y criollos
cion6 clandestinamente un guardia para que le por supuesto, la victoria tampoco. Una y otra son pobres. Pero un rosario de derrotas lo confina,
redactara las cartas de su querida. Lq hice sobre convenciones. A partir de esa afirmaci6n surgían prisionero, en la selva paraguaya del dictador
bcffillas de fumar que luego arrollaba, envueltas los elementos hist6ricos que la avalaban; es decir, Rodriguez de Francia. Conoce allí, en la vejez,
retadamente en un trozo de nylon y que escon- que primero surgía la conclusi6n (victoria y de- los calabozos de la tiraDia. Sólo lo acompaña un
día en los dobladillos de las camisetas que cada asistente liberto, Camundá, tan viejo como él.
rrota no existen); luego, como cosa secundaria,
quince o veinte días podía entregar a mí familia los elementos, las premisas, los hechos que lleva- En su encierro lo visitan los fantasmas. El Jesús
para su lavado. Ocurri6 en las catacumbas de un ban a la conclusi6n. Lo interesante es que sur- que lleva dentro ("00 el de la cruz", dirá en algún
cuartel de Ingenieros con asiento en Paso de los gieron; y hoy creo, sin lugar a dudas (o por lo me- momento, "sino el de las sandalias gastadas, ca-
Toros. El drama de '1a camiseta" se desarrolla en nos con pocas), que realmente la derrota no exis- minante y carpinteroj; su hijo Santiago, niño en
un galpón hermético dónde hay dos hombres a te. Porque lo que yo me preguntaba entonces me su memoria, tal cual era cuando Artigas lo vio
los que se está "reducando" para hacerlos aptos a lo pregunto también hoy: Jesús ¿era un derrota- por última vez cuarenta años antes, y su mujer,
una sociedad de buen orden, donde se les rein- do?; Artigas, ¿lo eJ:a? la mestiza Melchora Cuenca, que también se le
tegrará si el tratamiento da sus frutos. No ven el ¿Es que hay una meta para la lucha? En cierto representa tal como era cuando se despidieron en
sol ni tienen contacto alguno con el mundo -exte- sentido sí, pero no es más que una etapa. Uegar las fronteras de su tierra natal.
rior, a no ser el guardián que llega una vez al día
para llenarles el pesebre de alfalfa y cañas de
maíz podridas. Aquellos hombres para lograr la
"libertad" de pastar a campo abierto tendrían
que transformarse en ganado. Y ese es precisa-
mente el combate que dentro de ellos y entre ellos
se entabla. Uno está en vías de vaquificaci6n: ya
tiene un buen cuero, cola, espléndidas ubres que
el otro - José- debe ordeñar: la nueva sociedad
que los aguarda necesita hombres productivos.
La Vaca aún piensa y habla. lo que todavía la
hace temible. Sólo cuando muja mamamente se
habrá ganado el derecho al paraíso de los prados.
Pero José se resiste, agrede al guardia, reclama
sus zapatos, desea huir, ver la oovia que lo aguar-
da. Ante su ira la Vaca dirá en algún momento:
Yo también sé lo que es eso. No te pienses,
hijo, que no be tenido mis conflictos antes de
.la aceptaci6n. Los he tenido, los he tenido.
Por eso hoy sé (la experiencia, ¿compren-
des?), hoy sé que toda resistencia es vana.
¿Es tan difícil elegir? Vamos, no seas tonto.
Uena el pesebre, hijo. Vamos a almorzar.
Come... come. Barriga llena, corazón con-
tento. Veo•.. Acompiñame con estas cañi-
tas. Es bueno tener que mascar. Ven; y olvi-
da... olvida. Deja de pensar. El pecado está
en pensar. Por eso se habla y se grita y se di-
giere mal. Mira. José; eres como un pez
Jesús: ¿Mazamorra dulce?
Escena 1 Viejo: Dulce. (Con timidez) Señor... cuando es-
taba en la cruz... ¿no le venían ganas de... ori-
nar?
Jesús: ¿Estás muy necesitado?
En el Paraguay. Un g&IIIf"dÚJ, Camundá. lA luz Viejo: Y.•. a lo que vaciemos la ollita nos vamos a
iluminD un "¡dodo de guardia aburrido. Entra remediar... ¡Cosa fiera la vida del derrotadol
Camundd, muy oieIo, con un envoltorio en las Jesús: ¿Derrotado?
mcJnOI. Viejo: Y... sí, usted también conoce este trago...
Guudia: ¡Alto ahíl ¿Se puede saber qué busca el Jesús: ¡Hay que llegar a viejo mi amigo, sin haber
señor acá... ? aprendido nadal No hay vencidos José. Todo es
Camundá: Usted ya sabe. camino, todo es andar.
. Guardia: IQuf busca acál Viejo: ¿Y los que cayeron? Los pobres de la
Camundá: Al General José Artigas. tierra... ¿Dónde están? .
Guardia: Ac6 no hay ningún General. ¡Pedi ca-
mo es debido, negro trompetal Pedi, hablá. ¿Qué Jesús: En camino, José. No cesan de andar. Tú
mides el tiempo como si el tiempo pudiera aca-
buscás ac4? ¡Ah, no hablás... ¡Acá no hay ningún _
bar... Aguarda. Se me apaga la chala... (vuelve a
General! ¿Has oído? Acá sólo bay un bandido de
encender) Vencidos... vencedores... victoria,
ese nombre, no más.
derrota. No son más que boleadoras, José. No te
Una voz: ¡Agual A ver si me alcanza un poco de
dejes enredar.
agua, guardial ¡Agua!...
Viejo: Cuando uno llega al final del camino, Se-
Guardia: (Riendo) Pedi como es debido,
ñor, y no te queda más que...
cambá... ¡O no pasás! ¡A quién buscás, trompe-
Jesús: ...Que volver a empezar. Vida y muerte,
tal cuando se anda todo es igual. ¿Buscabas la victo-
Camundál A don José Artigas. ria? No es más que una ilusión. La meta, José,
Guardia: (Volviendo a reír) ¡Yo te vaya enseñar siempre está más allá.
a bajar el copete! Hacete a un lado... ,Vamosl Viejo: ¿Y la libertad, señor? Santiago: ¿Le trajo un parte, tata?
Vas a pasar cuando yo quiera. Jesús: Está en quien lucha por alcanzarla, José. Viejo: Sí, m'hijo.
(Se apaga la luz $Obre ma escena.) Viejo: Su amor me quiere consolar... Santiago: ¿Y de dónde venía, tatita?
Jesús: o. Mi amor quiere que vuelvas a andar. Viejo: De adentro, Santiaguito. El nos ve... nos
Tú y mi pueblo. Todos son mi pueblo. Forjados mira, y a veces viene. Es como un testigo, ¿sabe?
Escena n en el dolor... yel aíldar. Ambos son eternos, José.
Creer que hay una victoria sobre el-dolor al final
Todos lo llevamos dentro.
Santiago: ¿También yo, tata?
del camino no es más que una debilidad frente al Viejo: También usted m'bijo. Cuando usted hace .
dolor. Porque cuando el hombre cree que llega al algo... ¿no siente como que hay alguien que lo
(Viejo y Jesú8: El viejo en un rincón del calabozo, mira?
final del camino y siente que subsiste el dolor, sus
arrebujado en un poncho raído y con el chamber- Santiago: (Conf'uso, mirando la punta de IU pie)
fuerzas entran a flaquear... (Se para) Te dejo el
go sobre lo o;os.) Y... yo... ¡Mamá Melchora, tata!
pucho, José. Lo vas a necesitar.
Viejo: Ya tendría que baber venido... se habrá (El Vie/o rie suavemente.)
Viejo: También usted, Señor.
ido a pescar•.. (busca inquieto y en vano un reci-
piente) ¡Si Camundá no me deja la ollita lo man-
Jesús: o José. Yo aprendía a andar. (]e6Ú$ le
00).
do fusilarl (Extrae un puñadito de puchos de su
faltriquera y vaciándolos sobre una chala ca- Escena IV
mien:tQ a annor) Cosa fiera... (Sonríe!l enciende
dando UfUI profunda b~) o hay como pi- Escena m
tar para engañar la sed...
(Entra Je6Ú$. El viejo le para, tuOmbrado.) (Dichos Y Melclwra)
Viejo: Señor... Melcbora: (Entrando) ¿Me llamaban?
Jesús: ¿Te quedó algo de tabaco? (Viejo - Santiago) Viejo: (lncorpot'ándose) Melchora...
Viejo: Para otro fumo da... (le alconza la faltri- Viejo: (Solo, guardando el pucho en la faltri- Melchora: (Sonriendo) Te vengo ah cer unas ca-
quera). quera) ¿Sabés quién era, Santiaguito? Te vas a taplasmas...
Jesús: (Annondo igual que el viejo) Yesca alegrar. Viejo: (Sonriendo a IU vez) ¿Y no me sentará me-
tengo (Enciende) o lo estamos pasando tan Santiago: (apareciendo como de la noda) ¿El jor un trago de lo fuerte para entibiar el alma?
mal . hombre, tata? Melcbora: ¿TeDés Erío?
Viejo: El tabaco acompaña... Viejo: El hombre. Viejo: \!n poco.•. -
Jesús: te está entrando a faltar ... Santiago: ,Un chasquel Melcbora: Tenés que comer más.
Viejo: Di~ no permita... Calculo que con la ma- Viejo: (Sonriendo) Un chasque... Tal vez ,lo Viejo: Santiaguito debe estar hecbo un hombre.
zamorra viene más... fuera, nomás... Melchora: ¡Si lo vierasl Monta a lo indio ¿sabés?
Con lanza y sin estribar.
Viejo: ¡Cómo me gustaría verlo! Andar juntos...
galopar. (a partir de ese in.rüJnle el Viejo y
Melchoro se oon aproximando. Sandogo, en el
medio, mira htJcia tino !I otro, atento, coda vez
ent~má.t.)
Viejo: Aquellas colinas deben estar verdeando...
Melcbora: ...Con las margaritas en flor..
Viejo: ...Como flameando. •
Melcbora: Aguardan ¿Sabes? Te llaman.
Viejo: Las tenemos que andar...
Melchora: ... De tardecita, al paso...
Viejo: ...andar y andar... y lo que no andemos
nosotros nuestros bij~ lo andarán.
Melchora: ...Jugando... aprendiendo .
Viejo: Habrá escuelitas blanqueadas .
Melchora: ...y un hospital, José.
Viejo: Todos tendrán una parcela para arlaJ ...
Melchora: ...y un solo canto, sembrando...
Viejo: ...Sembrando amigos .
Melchora: ... Sembrando paz .
Viejo: Y en los fogones habrá aromas de pan .
Melcbora: '" y una estrella brillará en Jo alto .
Santiago: Y... y... ¡Y nu~ 'caballos serán
blancos! ¿Verdad, tatita?
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _~_~_ _~ ..:.(~Telón). _
brigadas; también fue el que tuvo
1981
impuesta tanto al CCL de Guerrero moneda para los maestros de Gue- mítines en la sección 36, de cien o .
como a los del Valle e Hidalgo. Ca- rrero y de Hidalgo: "que triunfe, doscientos maestros, de modo que
bemación había advertido que o se maestro, que Dios lo ayude". En los hubiera mítines permanentes. El ob-
aceptaban las carteras o se rompían mercados, la gente de los puestos nos jetivo era exigir la realización de las
las pláticas. El magisterio recuerda . daban fruta o aguacates o lo que fue- asambleas de consulta: llegaban tres
la experiencia del 58-.00 cuando hu- ra, llegábamos como Santaclós a las escuelas secundarias o tres zonas y
bo 3 mil cesados. cocinas que los de Hidalgo Y Guerre- hacían su mitin, pedían hablai' con
La situación se ~erioraba: El ro tenían en la Normal Superior. Era el secretario general o el de organiza-
Valle de México tenia muy poca par- un ambiente fraternal que yo no ción, y le exigían que fijara fecha pa-
ticipación en el paro, y mucha gente
de Guerrero estaba en situaciones
vivia desde los tiempos. del movi-
miento normalista.
ra su asamblea delegacional. Se iban
y al día siguiente estaban otras es-. a l' MIl, FabIú Gom'"
Cela F.......... PeIfa .
Nepfa.
extremas. En la Normal Superior había un cuelas haciendp su mitin. Así fueron
Aceptó Guerrero y posteriormente ambiente contradictorio: los contin- soltando las asambleas. Calculo que
Sf