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ISFD Nº9

E.S.I. PROFESORA: GABRIELA HERCZEG

ALUMNOS: MABEL GODOY, ADRIÁN FARIÑA Y CLAUDIA BERNAL


CURSO: 3º B T.N.
Fecha de entrega: 15/11/16
JUEGO
1
CRUZAMOS EL RÍO DE LA VIDA DEFENDIENDO NUESTROS DERECHOS

FUNDAMENTACIÓN

Los procesos de enseñanza-aprendizaje que se dan en la escuela son una instancia


de reproducción de la sociedad y de sus naturalizaciones en la que se institucionalizan
sentidos y se construyen las subjetividades de la sociedad. ¿Cómo podemos promover
cambios? Tal vez podemos comenzar fomentando la idea de participar en juegos
colaborativos dentro y fuera de la escuela.

Un juego cooperativo es un juego sin ganadoras/res ni perdedoras/es, sin


excluidas/os ni eliminadas/os, sin equipos temporales o permanentes. Es exactamente lo
que distingue a estos juegos de los juegos de competición y de muchas actividades
deportivas. Lejos de potenciar los juegos de competición que también desarrollan valores,
acá el acento estará puesto en la convivencia, en el placer de encontrarse y en el desafío,
lograr una meta en común. Desde el punto de vista de Guacira Lopes Louro, la escuela
intenta muchas veces oponerse a las diferencias y a las desigualdades. Pero si miramos
hacia atrás en la historia podemos ver que desde sus orígenes no ha hecho otra cosa más
que replicar las divisiones que vivimos como sociedad e inclusive acrecentar algunas de
esas diferencias hacia dentro de sus propios muros. Entre ellas la división entre los sujetos
masculinos y femeninos, al tener en cuenta los cuerpos físicos desde el punto de vista
biológico. Toda persona que no se encuadre dentro de esta lógica se lo invisiviliza o es
tratado como alguien con problemas. Pareciera ser que, no importa el tiempo histórico ni
el tipo de sociedad de la que se hable, siempre se ha tenido en cuenta las características
corporales para explicar y justificar los diferentes lugares sociales, las habilidades, las
aptitudes y las expresiones de los sujetos.

Hemos decidido trabajar con un juego colaborativo en el que los niños y las niñas
se pongan en contacto con sus derechos, principalmente a no ser discriminados, ni
discriminadas. Nos parece transcendental que conozcan sus derechos, tomen conciencia
de ellos puedan compartirlos con sus pares, porque queremos una sociedad democrática,
igualitaria y participativa, y porque pensamos en los sujetos y las sujetas sociales que se
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requieren para construir, promover y defender este ideal posible de sociedad1.

Nos parece importante que las personas compartan momentos y jueguen con las
demás, no contra las demás que aprendan a superar desafíos u obstáculos juntas y no para
superar a las otras. Buscamos la participación de todas y todos. Buscamos dar importancia
a metas colectivas y no a metas individuales, a la creación y el aporte de todas y todos,
como así también buscamos eliminar la agresión física contra las y los demás. Pensamos
que este tipo de juego contribuye a fomentar la confianza en cada persona, como así
también en otras, ayudándoles a superar sus angustias, sus culpabilidades y la sensación
de sentirse juzgadas/os. Buscamos desarrollar las actitudes de empatía, cooperación,
aprecio y comunicación y no a discriminar a las personas que tienen dificultades. La idea
es escuchar, desarrollar una mirada positiva de sí y divertirse valorándose.

Si pensamos un poco lo que suele ocurrir normalmente cuando jugamos, podemos


observar que hay gente que se siente mal, otros que actúan con violencia, aparecen
envidias y rencores. Y, en definitiva, una actividad aparentemente inofensiva provoca
efectos negativos en la persona y en el propio grupo. Según Wittig Monique, podemos
ver como muchas veces la ideología sexual opera en nuestra cultura como una censura.
Desde el punto de vista económico, político e ideológico el hecho de ser
masculino/femenino, macho/hembra son categorías para disimular las diferencias
sociales que implican siempre un orden. Sin embargo, sólo hay un sexo que es oprimido
y otro que oprime. Las mujeres son oprimidas por los hombres y este hecho se toma como
si fuera algo natural. Aceptamos tanto en la vida como en el juego que son normales las
relaciones de dominación y agresividad donde las personas fuertes superan a las débiles,
y decimos que probablemente quien perdió se lo merecía, y que quien ganó también habrá
sido por algo.
Los juegos cooperativos tratan de no excluir ni humillar a nadie, de conseguir
diversión sin tener la amenaza de no conseguir el objetivo marcado, y de favorecer un
ambiente de aprecio recíproco donde no se mira a la otra persona como competidora sino
como compañera de juego.

1
Bustelo, E., 1998. 9. Las competencias necesarias para formar a los niños, niñas y adolescentes para que hagan un uso más pleno
de sus derechos y participen activamente de sus obligaciones como ciudadanos pueden vincularse con las competencias
identificadas por Braslavsky como “intelectuales, prácticas, estéticas, interactivas, sociales y éticas”. 1994. 10. Tenti Fanfani, E.,
1993.
Poder educar teniendo en cuenta la perspectiva de género, implica deconstruir
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ideas estereotipadas que recurren a la discriminación y a la violencia. Estos estereotipos
tienden a fomentar la discriminación y afectan las relaciones sociales entre las
personas. Debemos fomentar la equidad y la valorización de los derechos humanos con
el fin de que el estudiantado pueda poner en práctica el respeto mutuo, la igualdad y la
erradicación de prejuicios. Las diferencias biológicas no deben conducir a las
desigualdades, se debe valorar la importancia de la diversidad y comprender que
las diferencias de ideas, personalidades, identidades, amores, religiones, gustos, colores,
sexo, cultura, trasfondo familiar, estatus social, recursos económicos, entre otros, no
justifican los abusos y que todos los seres humanos merecemos el mismo trato.

PROPÓSITOS

 Propiciar situación lúdica a través del juego “Cruzamos el río de la vida


defendiendo nuestros derechos” (juego colaborativo) para lograr que los niños y
las niñas tengan la posibilidad de conocer su derecho a la no discriminación.
 Generar, a través del juego, un espacio para reflexionar acerca de las diferencias
socioculturales que existen entre nosotros y nosotras que deben ser respetadas.
 Desarrollar actitudes de respeto y valoración hacia los distintos grupos sociales y
culturales a partir de reconocer su derecho a la diferencia.

CONTENIDOS:,

La Convención sobre los derechos del niño2 fue aprobada el 20 de noviembre de


1989 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, llenando así un enorme vacío: el
de los derechos de los niños y niñas, que, al no haber alcanzado la mayoría de edad,
carecían hasta entonces de protección jurídica.

2
La traducción de “Convention on the Rights of the Child”, generalmente figura en castellano como: “Convención sobre los
derechos del niño”, donde se invisiviliza a la niña (la palabra “child” en inglés, se refiere tanto a niño como niña, no hace distinción
de sexo). A partir del 2004 se incorporan nuevas leyes, directrices y protocolos y en Argentina se la comienza a nombrar como
“Derechos de los niños, niñas y adolescentes”
Este hecho histórico constituye la apertura de una nueva página en el libro de la
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Niñez y adolescencia del mundo, en ella se describe un capítulo decisivo en torno a la
concepción de los niños y niñas como verdaderos Sujetos de Derecho.

El Estado es el principal responsable de que se garanticen la mayoría de los


Derechos de los niños y niñas. El Estado debe trabajar en conjunto con la familia para
garantizar el bienestar, físico e intelectual; y la libertad en todos los aspectos de los niños
y niñas. Ambos son los responsables de cuidar en forma comprometida estos derechos
para que se desarrollen favorablemente en la sociedad, logrando que puedan disfrutar de
la niñez, para luego en la etapa adulta, ser hombres y mujeres que puedan llevar a cabo
esta tarea de garantizar los derechos de manera cada vez más eficiente.

La niña y el niño deben ser protegidos contra las prácticas que puedan fomentar
la discriminación racial, religiosa o de cualquiera otra índole. Deben ser educados y
educadas en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos, paz y
fraternidad universal, y con plena conciencia de que deben consagrar sus energías y
aptitudes al servicio de sus semejantes. (Declaración aprobada por la Asamblea General
de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1959). Debemos evitar la violencia
simbólica que como dice Ana María Bach en el capítulo 2 “¡Andá a lavar los platos!, esta
violencia no es “otro tipo de violencia” como la física, psicológica o económica, sino un
continuo de actitudes, gestos, patrones de conducta y creencias, cuya conceptualización
permite comprender la existencia de la opresión y subordinación, tanto de género, como
de clase o raza. La violencia simbólica son los resortes que sostienen ese maltrato y lo
perpetúan y está presente en todas las demás formas de violencia garantizando que sean
efectivas.

Discriminación:

El significado más común de esta palabra se refiere a la discriminación como


un fenómeno sociológico en los seres humanos que atenta contra la igualdad. La
discriminación se produce cuando hay una actitud adversa hacia una característica
particular, específica y diferente. Es un trato desfavorable o de inferioridad, de desprecio
inmerecido hacia una persona, que puede ser discriminada, es decir, separada o
maltratada, tanto física como mentalmente, por su raza, su género o su sexo, su
orientación sexual, su nacionalidad o su origen, su religión, su condición, su situación o
su posición social, sus ideas políticas, su situación económica, por sus capacidades
diferentes, etc. Una actitud o una acción discriminatoria tiene como resultado la
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destrucción o el incumplimiento de los derechos fundamentales del ser humano,
perjudicando a un individuo en su dimensión social, cultural, política o económica.

La discriminación racial es una de las formas más frecuentes de discriminación, y


consiste en el acto de diferenciar, excluir y restringir a una persona por su raza, color,
ascendencia u origen étnico. También existe la discriminación social, que es cuando una
persona es tratada de manera desigual, es decir, inferior, por pertenecer a una clase social
diferente, y también la discriminación religiosa, que es cuando una persona es marginada
por tener una religión diferente. La segregación y la exclusión social son resultados graves
de la discriminación, y tienen un impacto muy negativo en la sociedad. Discriminación
por orientación sexual, consiste en el acto de diferenciar a una persona por su patrón de
atracción sexual, erótica, emocional o amorosa. Discriminación de género, consiste en el
trato desigual con base en el sexo “biológico” de la persona, El género no es solo una
identificación con el sexo opuesto sino que es visto como la necesidad de tener que
asumir una identidad de género coherente, permanente y estable, es decir, una
heterosexualidad obligatoria,un pensamiento y una matriz heterosexual, según Ana María
Bach en el capítulo 2 “¡Andá a lavar los platos!”. Por ejemplo, es discriminación de
género proporcionar diferentes condiciones de trabajo, trato o criterios de compensación
para niños y niñas. La discriminación por la nacionalidad, consiste en tratar a alguien de
manera menos favorable porque él o ella provienen de un lugar en particular, por su grupo
étnico o acento o porque se cree que tienen antecedentes étnicos particulares. La
discriminación política, es cualquier acto o conducta que tiene como resultado denegar a
unos la igualdad de trato con respecto a otros por motivos de sus convicciones. La
discriminación por capacidades diferentes, consiste en diferenciar a aquellas personas que
presentan alguna deficiencia física, mental, intelectual o sensorial que a largo plazo
afectan la forma de interactuar y participar plenamente en la sociedad

La Convención internacional sobre los derechos de los niños, niñas y


adolescentes, en su Artículo 2, habla del derecho de a no ser discriminado o discriminada.
Todos y todas tienen derecho a ser respetados y respetadas, sin importar cuál sea su estado
de salud, su origen social o étnico, el idioma que hable, su religión, sus opiniones o su
nacionalidad. Tienen derecho a la igualdad; esto significa que los gobiernos deben
respetar y proteger sus derechos de la misma forma. La sociedad debe poner en práctica
herramientas para eliminar todo tipo de discriminación infantil. Este tema se enseña a
partir del primer año del primer ciclo en ciencias sociales. Es importante que todos y todas
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conozcamos nuestros derechos desde muy pequeños/as.

Durante el juego, se promoverá el diálogo y la expresión oral, para realizar


preguntas, aclarar dudas y dar opiniones; la comunicación se reforzará si es necesario,
con preguntas planteadas por los o las educadores, dando la palabra a todo y toda
participante y creando un ambiente de respeto y escucha. Se reforzarán las acciones
positivas y se animará a los más tímidos y las más tímidas.

En el transcurso del juego, los o las educadores ayudarán al grupo de participantes


a que tomen conciencia de la importancia de cooperar y del beneficio que ello supone. Al
finalizar el juego, al margen del resultado que se haya obtenido, el/la practicante puede
realizar una serie de preguntas a las niñas y los niños para que tomen conciencia de la
importancia de la cooperación: ¿Cómo nos hemos sentido? ¿Qué cosas nos han gustado?
¿Qué cosas nos han molestado? ¿Les parece bien dejar a alguien fuera sin jugar? ¿Les
gusta castigar o reírse de quien hace algo mal? ¿Podría una persona sola defender sus
derechos? ¿Necesitamos de los demás para defenderlos?

ACTIVIDAD

Al igual que en la mayoría de los juegos, el educador o la educadora introduce el


juego con una historia en la que se incluyen todos los objetos y personajes que aparecen
en el juego. Esto no significa forzosamente que se tenga que utilizar la historia presentada
en la guía, al contrario, se invita a los y las educadores a inventar otras historias que les
gusten más o que les parezcan más apropiadas para el momento. A medida que se cuenta
la historia, se van explicando de forma muy clara las normas y la función de cada
elemento, dejando tiempo para la reflexión y para que pregunten sus dudas. Se planteará
en varias ocasiones si se ha entendido el funcionamiento del juego, si hay dudas o
preguntas, o si se desea hacer alguna aportación.

“Cruzamos el río de la vida defendiendo nuestros derechos” es el nombre que


recibirá nuestro juego, consiste en un río imaginario que se deberá cruzar caminando
sobre unas “piedras”, cada una de ellas representará un derecho a no ser discriminado o
discriminada por:

1- …el color de la piel.


2- …las creencias que tenga.
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3- …la nacionalidad.
4- …sus opiniones.
5- …el idioma que hable.
6- …el origen social.
7- …el estado de salud.
8- …su cultura.
9- Derecho a respetar la diversidad de género.
10- Derecho a la igualdad.

Se les explicará a los niños/as que como cada “piedra” representa un derecho
diferente, ellas y ellos deberán recorrer el río de lado a lado apoyándose en ellas, (pisando
sobre las “piedras”) para poder conocer y defender sus derechos. Si cometen algún error
como pisar “el agua”, apoyar las dos manos o pies en cualquier otro lugar que no sea las
“piedras”, ponen en riesgo su derecho, para poder defenderlo deben volver a la salida y
volver a intentarlo.

La forma de convocatoria al juego se expondrá al costado del mismo y dirá:


“Cruzamos el río de la vida defendiendo nuestros derechos”. El juego pueden empezarlo
a jugar los y las practicantes del mismo para llamar la atención de las niñas y los niños.

REGLAS BÁSICAS DEL JUEGO:

Los jugadores y las jugadoras se paran en una de las orillas del río. Se toma una
de las “piedras” y se la coloca en el “agua”, uno de ellos/as se para sobre ésta y se le
alcanza otra “piedra”, avanza a la segunda “piedra” y otro/a participante se para sobre la
primera piedra, de esta forma se van colocando las piedras y avanzando hasta llegar a la
otra orilla. A medida que van colocando las piedras van leyendo qué derecho representa
cada una de ellas.
CRUZAMOS EL RÍO DE LA VIDA DEFENDIENDO NUESTROS DERECHOS
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Objetivo: Cruzar el río.

Para poder realizar este juego se necesita:

 Un lugar amplio de no menos de 10m de largo por 3m de ancho, que hará las veces
de río, en el que se puedan dibujar pirañas, cocodrilos, etc. (Puede realizarse en
un lugar abierto como en la plaza o en un lugar cerrado)

 10 piedras (rectángulos hechos de tergo Pol).

 Guía para jugar.

 De 2 a 10 jugadoras/es que intentarán cruzar el río.

INSTRUCCIONES

El objetivo del juego es “poder cruzar el río”, desplazándose sobre las


“piedras”, sin pisar el “agua”

Para empezar, las y los jugadoras/es se colocan en “una de las orillas”.

Se entrega a cada equipo tantas piedras como participantes sean sobre los
que deberán pisar para poder avanzar. En caso de que hubiera un solo
equipo pueden comenzar a jugar igual intentando cumplir la meta que es
llegar a la otra orilla.

Se forman grupos de 2, 3, 4 o hasta 10 participantes. Se les cuenta que


están delante de un lago lleno de pirañas, cocodrilos y miles de bichos que
se los comerán si pisan el suelo. Deben cruzar el río de una orilla a otra
con la única ayuda de 2, 3, o hasta 5 piedras (ladrillos) que pueden pisar y
mover, para desplazarse pisando sobre ellas. En el momento en que una
persona toca con uno o ambos pies en el río todo el grupo debe comenzar
en la primera orilla.

Los niños/niñas son los ganadores a medida que llegan al final.

Énfasis: Cooperar, regulación de conflictos y tomar conciencia de sus


derechos.
BIBLIOGRAFÍA: 9

 Bach, Ana María (coord.)(2015) Para una didáctica con perspectiva de género.
Miño y Dávila, Buenos Aires.
 Flores, Valeria (2016). Afectos, pedagogías, infancias y heteronormatividad.
Reflexiones sobre el daño. Bocavulvaria ediciones, Córdoba.
 Lopes Louro, Guacira (2000) “La construcción escolar de las diferencias sexuales
y de género”, en: Gentili, Pablo (comp.) Códigos para la ciudadanía. Santillana.
Buenos Aires.
 Wittig, Monique (2006) El pensamiento heterosexual y otros ensayos. Ed. Egales,
Madrid.
 Materiales y recursos publicados por el Ministerio de Educación de la Nación.
 Convención sobre los derechos del niño UNICEF, enciclopedias y Educación para
la ciudadanía y los derechos humanos.

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