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Gastón Caligaris, Guido Starosta

LA DETERMINACIÓN DEL “ELEMENTO HISTÓRICO Y MORAL”


DEL VALOR DE LA FUERZA DE TRABAJO
A DETERMINAÇÃO DO “ELEMENTO HISTÓRICO E MORAL” DO
VALOR DA FORÇA DE TRABALHO
Gastón Caligaris*
Guido Starosta**
El objetivo de este artículo es discutir la interpretación marxista dominante respecto del significado de lo que
Marx llamó el “elemento histórico y moral” del valor de la fuerza de trabajo y ofrecer una lectura alternativa
que sea consistente con los fundamentos de la crítica marxiana de la economía política. Para tal fin, en la
primera parte del artículo, se realiza una crítica de dicha interpretación basada en el reconocimiento de su
génesis histórica y su filiación con la base textual y fundamentos de la crítica marxiana de la economía políti-
ca. En la segunda parte, se realiza una reconstrucción crítica del legado de Marx respecto a la determinación
del valor de la fuerza de trabajo y se presenta una resignificación del elemento histórico y moral en cuestión.
Palabras clave: Elemento histórico y moral. Valor de la fuerza de trabajo. Debates marxistas. Teoría marxista del salario.

O objetivo deste artigo é discutir a interpretação marxista dominante sobre o significado do que Marx
chamou de “elemento histórico e moral” do valor da força de trabalho e oferecer uma leitura alternativa
atrelada aos fundamentos da crítica marxiana da economia política. Para tanto, na primeira parte do artigo,
realizamos uma crítica da interpretação acima citada, baseada no reconhecimento de sua gênese histórica e
sua filiação com a base textual e com os fundamentos da crítica marxiana da economia política. Na segunda
parte, realizamos uma reconstrução crítica do legado de Marx quanto à determinação do valor da força de
trabalho e apresentamos uma ressignificação do elemento histórico e moral em questão.
Palavras-chave: Elemento histórico e moral. Valor da força de trabalho. Debates marxistas. Teoria marxista do salário.

La explicación marxiana del salario ha de la fuerza de trabajo: lo que Marx ha deno-


sido largamente discutida entre críticos y se- minado el “elemento histórico y moral” del va-
guidores de Marx desde fines del siglo XIX. lor de la fuerza de trabajo (Marx, [1867] 1999a,
Entre otros aspectos, desde fines de la déca- v. 1, p. 208). Como veremos, la ausencia de la
da de 1970 se ha puesto en discusión: la ten- discusión de este punto en los debates marxis-
dencia histórica de la magnitud de los salarios tas contemporáneos se debe a la existencia de
(Baumol, 1983; Hollander, 1984), el grado de un consenso implícito generalizado respecto al
diferenciación de los mismos (Bowles; Gintis, papel que juega dicho elemento en la explica-

Caderno CRH, Salvador, v. 31, n. 82, p. 135-150, Jan./Abr. 2018


1977; Himmelweit, 1984), el papel del traba- ción marxiana del valor de la fuerza de trabajo
jo doméstico en la determinación del salario y al factor que lo determina. En pocas palabras,
(Himmelveit; Mohun, 1977; Smith, 1978) e, para la gran mayoría de los marxistas el “ele-
incluso, la naturaleza mercantil de la fuerza de mento histórico y moral” del valor de la fuerza
trabajo que subyace a la relación salarial (Ar- de trabajo remite a un consumo que trasciende
thur, 2006; Mavroudeas, 2001; Mohun, 1994). la reproducción de los atributos productivos
En este artículo, nos interesa volver sobre un de los trabajadores y está determinado por la
punto que ha sido relegado y que, sin embargo, lucha de clases. Así, según esta interpretación,
es crucial en la explicación marxiana del valor el valor de la fuerza de trabajo está finalmente
determinado tanto por la reposición del des-
* Universidad Nacional de Quilmes. Departamento de gaste material de la fuerza de trabajo como por
Economía y Administración.
Roque Sáenz Peña 352, B1876BXD. Bernal – Buenos Aires la lucha de clases, siendo ambos factores recí-
– Argentina. gaston.caligaris@unq.edu.ar
procamente independientes.
** Universidad Nacional de Quilmes. Departamento de
Economía y Administración. Consejo Nacional de Inves- El objetivo de este artículo es poner en
tigaciones Científicas y Técnicas.
cuestión este consenso general y ofrecer una
Roque Sáenz Peña 352, B1876BXD. Bernal – Buenos Aires
– Argentina. guido.starosta@unq.edu.ar alternativa consistente con los fundamentos

http://dx.doi.org/10.1590/S0103-49792018000100009 135
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de la crítica marxiana de la economía políti- controversias sobre la explicación marxiana


ca. En particular, nos proponemos cuestio- del salario a la que dio lugar el debate sobre la
nar a la concepción que presenta a la repro- “teoría del empobrecimiento” de la clase obre-
ducción material de los obreros y la lucha de ra, desarrollado dentro de la socialdemocracia
clases como dos factores independientes que alemana a principios del siglo XX. El punto de
determinan la cantidad y el tipo de valores de partida de este debate fue el cuestionamiento
uso que consume la clase obrera. Ante todo, de lo que Eduard Bernstein, el principal porta-
veremos que, a pesar de su extendida acepta- voz de la posición revisionista, llamó la “teoría
ción entre los marxistas, esta interpretación no del derrumbe”, imperante entre los marxistas,
se deduce naturalmente del legado de Marx. según la cual la superación del capitalismo
Más aún, ni siquiera encuentra evidencia tex- dependía, entre otros determinantes, de la
tual sólida en su obra. Pero, además y funda- existencia de un “empobrecimiento” creciente
mentalmente, veremos que, al separar en este de la clase obrera que motivase la acción re-
aspecto al valor de la fuerza de trabajo de su volucionaria de las masas (Bernstein, [1898]
determinación material, este enfoque acaba 1982a). Al respecto, Bernstein señalaba que la
por romper la conexión necesaria e inmanente realidad de la evolución histórica del capita-
entre materialidad y forma social que es propia lismo, en los años posteriores a la muerte de
de la sociedad capitalista. En contraposición, Marx, mostraba más bien una tendencia con-
sostendremos que, al igual que ocurre con el traria en el nivel de vida de la clase obrera.
llamado “elemento físico” del valor de la fuer- Los salarios, sugería este autor, aumentaban
za de trabajo, el “elemento histórico y moral” porque crecía la productividad del trabajo, y
remite a un consumo de valores de uso que los obreros lograban conquistar una mayor
permite la reproducción de determinados atri- participación en el producto social (Berns-
butos productivos del obrero requeridos por tein, [1899] 1982b). Frente a esta crítica, los
las formas materiales del proceso de producci- marxistas ortodoxos procuraron ratificar la
ón capitalista. Sobre esta base, adicionalmente tendencia histórica al empobrecimiento de la
argumentaremos que el “elemento histórico y clase obrera, afirmando que, o bien se trataba
moral” del valor de la fuerza de trabajo no está de un fenómeno “relativo” al nivel de riqueza
determinado por la lucha de clases, sino por social disponible (Kautsky, [1899] 1966; Ple-
las necesidades de la acumulación de capital. janov, [1901] 1964), o bien se realizaría en el
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Dicho polémicamente, sostendremos que la lu- “futuro” cuando el capitalismo se desarrollara


cha de clases no determina en nada al valor de mundialmente (Luxemburg, [1899] 2010). Este
la fuerza de trabajo, sino que únicamente hace tipo de respuestas, sin embargo, dejaba pen-
a la forma de realización del mismo. diente la explicación del aumento efectivo de
los salarios reales, reconocido por los mismos
marxistas. En este punto, insistía Bernstein, el
GÉNESIS Y DIFUSIÓN DEL CON- principal problema de los marxistas era que
SENSO MARXISTA SOBRE EL reducían la determinación de los salarios a
SIGNIFICADO DEL “ELEMENTO “términos puramente económicos”, cuando
HISTÓRICO Y MORAL” DEL VA- la realidad empírica de su evolución mostra-
LOR DE LA FUERZA DE TRABAJO ba que estaban determinados por la “lucha de
clases”, un fenómeno que Marx ya había ad-
La génesis histórica del consenso mar- vertido, aunque no desarrollado, precisamente
xista actual sobre el significado del “elemen- al referirse al “elemento histórico y moral” del
to histórico y moral” del valor de la fuerza de valor de la fuerza de trabajo (Bernstein, [1901]
trabajo puede situarse, cuando menos, en las 1904, p. 71).

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De acuerdo a Tugán-Baranovsky, el En otras palabras, para Bucharin, el au-


otro célebre crítico de Marx de aquella época, mento de los salarios del último medio siglo se
frente a la evidencia persistente de la suba de explicaba porque la clase obrera había tenido la
los salarios reales, en los años subsiguientes, fuerza política para imponer mejores condicio-
los marxistas se vieron forzados a abandonar nes de vida y éstas habían pasado a formar par-
la explicación del salario por el valor de los te del “elemento histórico y moral” del valor de
“medios de subsistencia físicamente indispen- la fuerza de trabajo. En consecuencia, la suba
sables”, que subyacía a la “teoría del empo- de los salarios no contradecía la determinación
brecimiento”, para pasar a explicarlo por “las económica de los mismos por la tendencia del
condiciones de vida” de la clase obrera, que valor de la fuerza de trabajo. Así, la “teoría del
dependen del “nivel cultural de un país”, esto empobrecimiento” (relativo o futuro) de la clase
es, por lo que Marx consideraba el “elemento obrera, necesaria finalmente para explicar la su-
histórico y moral” del valor de la fuerza de tra- peración del capitalismo, quedaba a salvaguar-
bajo (Tugan-Baranowsky, 1913, p. 19). Al igual da enteramente. Para esta misma época, Luxem-
que Bernstein, este autor consideraba que burg presentó una interpretación similar en su
ambas explicaciones estaban presentes en la célebre Curso de Economía Política impartido
crítica marxiana de la economía política, pero en la Escuela Central de la Socialdemocracia
que eran mutuamente excluyentes (Tugan-Ba- alemana. Según esta autora,
ranowsky, 1913). Más aún, consideraba que la
La principal función de los sindicatos consiste […]
explicación por las “condiciones de vida” de en remplazar el mínimo fisiológico por el mínimo
la clase obrera no sólo era incompatible con social, es decir, por un nivel de vida y de cultura
la “teoría del empobrecimiento”, cualquiera determinados de los trabajadores. […] La gran im-
sea su versión, sino en sí misma “tautológica” portancia económica de la socialdemocracia reside
(Tugan-Baranowsky, 1913, p. 20). Esta vez, sin en que, sacudiendo espiritual y políticamente a las
amplias masas de los trabajadores, eleva su nivel
embargo, del lado de los marxistas ortodoxos
cultural y, con ello, sus necesidades económicas
se alcanzó a forjar una respuesta que procuró (Luxemburg, [1909-17] 1972, p. 228).
captar la unidad de la explicación marxiana
del valor de la fuerza de trabajo y tornarla com- En suma, al igual que en el caso de los
patible con la evidencia histórica de la suba de críticos de Marx, según esta interpretación, el
los salarios reales. El primero en plantearla fue “elemento histórico y moral” del valor de la

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Bucharin (1914, p. 112), precisamente en res- fuerza de trabajo no está vinculado con la re-
puesta a este crítico de Marx: producción de determinados atributos produc-
tivos de los trabajadores, sino con el “nivel de
El señor Tugan-Baranowsky presenta el siguien-
vida” conseguido mediante la lucha de clases.
te dilema: o la ‘teoría del valor’ o el ‘elemento so-
cial’. Pero […] la teoría del valor trabajo no entra en Sin embargo, en contraposición a los críticos,
ningún conflicto con los ‘elementos sociales’ en el esta interpretación considera que, en la medi-
sentido de la lucha de clases. […] Todo incremento da en que toda transformación en el “elemento
sostenido en las necesidades de la clase trabajadora histórico y moral” redunda precisamente en
y su consecuente aumento del valor de la fuerza de
una alteración del “valor” de la fuerza de tra-
trabajo se lleva a cabo a través de la lucha de clases
bajo, el reconocimiento de este determinante
del proletariado. […] Cuando salario incrementado
(resultado de una lucha de clases exitosa) se sostie- no compromete la “teoría del valor” ni la deter-
ne en el tiempo, entonces la fuerza de trabajo dada minación “económica” del salario.
se transforma en una fuerza de trabajo cualitativa- En este punto, cabe mencionar lo que,
mente diferente; paralelamente, hay un segundo en este mismo contexto, constituyó, quizás,
proceso: el salario dado, como precio de la fuerza
la única excepción a este “consenso marxista”
de trabajo, deviene el valor de la fuerza de trabajo.
emergente. Nos referimos a la contribución de

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Henryk Grossman, quien, en las consideracio- tores tan influyentes y disímiles como Meek
nes finales de su célebre La Ley de la Acumu- (1956), Rosdolsky ([1968] 1989), Mandel
lación y del Derrumbe del Sistema Capitalista, ([1976] 1998) y Althusser ([1970] 2011), entre
resalta correctamente la relación entre la in- otros. Modernamente, Lebowitz ([1992] 2005),
tensificación del trabajo y el incremento en el Lapides (1998) y Mavroudeas (2001) pueden
valor de la fuerza de trabajo, mostrando, así, citarse como exponentes paradigmáticos de la
en oposición a los marxistas, la existencia de reproducción de este “saber convencional” en
una determinación material subyacente al éxi- la medida en que discuten la cuestión explíci-
to de las luchas obreras en torno a los salarios tamente y en extenso. Pero también se la en-
reales, lo cual constituía una explicación alter- cuentra repetidamente en varios autores pre-
nativa al innegable fenómeno empírico de la sentada al pasar; véase, por ejemplo, Bellofiore
mejora en las condiciones de vida de la clase (2004) y Heinrich ([2004] 2008).
obrera (Grossmann, [1929] 1979). Sin embar-
go, la concepción de Grossmann era reduc-
cionista e unilateral, porque explicaba la suba LOS PROBLEMAS DEL CONSEN-
del salario real exclusivamente por la mayor SO MARXISTA SOBRE EL SIGNIFI-
intensidad de trabajo. Adicionalmente, poco o CADO DEL “ELEMENTO HISTÓRI-
nada tenía para aportar respecto del “elemento CO Y MORAL” DEL VALOR DE LA
histórico y moral” del valor de la fuerza tra- FUERZA DE TRABAJO
bajo, cuya presencia, en la obra de Marx, no
podía ignorarse. Como sea, el hecho es que la Un primer punto a resaltar es que la idea
crítica de Grossmann a las posiciones de los de que el “elemento histórico y moral” del valor
marxistas intervinientes en el debate no tuvo de la fuerza de trabajo está determinado por la
mayor impacto. lucha de clases no tiene soporte textual alguno
Así, la aceptación y la naturalización en la obra de Marx. No existe un solo pasaje en
de la interpretación de Bucharin y Luxemburg El Capital, ni en cualquiera de sus borradores,
respecto del significado del “elemento históri- en donde se pueda leer ésta vinculación. Más
co y moral” y, por lo tanto, de la determinación aún, no hay ningún pasaje en donde se afirme
misma del valor de la fuerza de trabajo fueron que la cantidad y el tipo de los medios de sub-
desarrollándose con el pasar de los años hasta sistencia que consume la clase obrera resultan
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convertirse en una suerte de “saber convencio- del balance de fuerza entre las clases. En cam-
nal” entre los marxistas, sin que se reconozca bio, lo único que sostiene Marx explícitamen-
sus autores originales ni la controversia de la te respecto del “elemento histórico y moral” es
cual resulta. Por ejemplo, ya en 1927, Maurice que expresa las “condiciones bajo las cuales
Dobb presentaba como un hecho incontrover- se ha formado” históricamente “la clase de los
tible que, según Marx, el valor de la fuerza de trabajadores libres” de un país, esto es, las con-
trabajo estaba regulado “en un sentido único diciones de reproducción específicas de cada
por el elemento histórico social” y que, por fragmento nacional de la clase obrera global
consiguiente, “cuando los sindicatos tratan que han sido heredadas de relaciones sociales
[…] de hacer subir el nivel de salarios […] su pre-capitalistas correspondientes a su génesis
acción misma es parte del ‘elemento social’ y histórica (Marx, 1999a, v. 1, p. 208).
las ventajas que se logran ayudan a moldear Para imputar a Marx la idea de que es
el ‘patrón de vida’ tradicional para el futuro” la “lucha de clases” la que determina el “ele-
(Dobb, [1927] 1986, p. 86). Del mismo modo, mento histórico y moral” del valor de la fuerza
en las décadas siguientes, esta interpretación de trabajo, los marxistas suelen referir a la co-
reaparece igualmente incuestionada en au- nocida conferencia Salario, precio y ganancia,

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donde Marx discute precisamente el vínculo de Marx, la determinación del valor de la fuer-
entre los salarios y la lucha de clases (la cita- za de trabajo no se puede completar a este nivel
da contribución de Lapides (1998) quizás sea de abstracción, sino que implica necesariamen-
la más elaborada en este sentido). Sin embar- te una concretización ulterior que avance des-
go, una lectura detenida de este texto tampoco de la subsunción formal del trabajo al capital
arroja una evidencia textual sólida a favor de a la real, y de ésta a la reproducción del capital
esta interpretación. En estas páginas, Marx sos- social global. Dicho de otro modo, en la medi-
tiene únicamente que la “fijación” del “grado da en que el movimiento de la acumulación de
efectivo” de la “tasa de ganancia” se establece capital no aparezca poniendo por sí mismo las
por la “pugna incesante entre capital y trabajo”, condiciones de reproducción de la clase obrera,
estando su máximo dado por el “mínimo físico el valor de la fuerza de trabajo no puede todavía
del salario y por el máximo físico de la jornada determinarse concretamente.
de trabajo” (Marx, [1865] 1987, p. 507), esto es, Pero el principal problema del consenso
únicamente por el “elemento puramente físico” marxista respecto del significado del “elemen-
del valor de la fuerza de trabajo. Por lo tanto, to histórico y moral” no es de naturaleza exegé-
lo único que puede afirmarse respecto a la lu- tica, sino de consistencia con los fundamentos
cha de clases es que Marx busca discutir hasta de la crítica de la economía política. En primer
qué punto esta lucha lleva el nivel efectivo del lugar, si se desvincula el “elemento histórico
salario hasta el valor pleno de la fuerza de tra- y moral” de la reproducción de los atributos
bajo que, como lo había indicado en párrafos productivos de los trabajadores y, por lo tanto,
precedentes, incluye el “nivel de vida tradicio- de las condiciones en que se gasta la fuerza de
nal” por encima del mínimo físico, esto es, el trabajo en el proceso de producción, se rompe
“elemento histórico y moral”. En ningún caso, la conexión necesaria entre la reproducción
sin embargo, se lee que la lucha de clases deter- del capital como relación social enajenada y
mine, por sí misma, dicho “nivel de vida”. la materialidad del proceso de producción y
En relación a la evidencia textual dis- consumo sociales, conexión en torno a la cual
ponible, hay otro punto problemático en la gira precisamente toda la crítica marxiana de
interpretación dominante, esencialmente de la economía política (Kicillof; Starosta, 2007).
naturaleza metodológica. De acuerdo a esta En segundo lugar, al dejar al “elemento histó-
lectura dominante, el “elemento histórico y rico y moral” sujeto a los vaivenes de la lucha

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moral” completa la determinación del valor de clases, se pierde toda base objetiva para su
de la fuerza de trabajo. Sin embargo, Marx determinación. En este sentido, esta interpre-
introduce esta consideración a la altura de la tación no resulta finalmente distinta de los
exposición de la transformación del dinero en enfoques que directamente consideran que el
capital, donde aún está considerando la “sub- salario está determinado únicamente por la
sunción formal” del trabajo en el capital. Esto lucha de clases, tal como es el caso de los re-
significa que, en esa etapa de la exposición, la feridos críticos de Marx que inician el debate
determinación del valor de la fuerza de trabajo sobre la teoría marxiana del salario y, más re-
es aún una “presuposición externa” al movi- cientemente, el de la teoría marxista de la de-
miento del capital. En efecto, ocurre que, en terminación política del salario de raigambre
dicha etapa expositiva, el proceso de trabajo operarista (Cleaver, [1979] 1985; Negri, [1979]
en sí mismo, y por lo tanto, también la mate- 2001). Finalmente, es evidente que esta inter-
rialidad de los atributos productivos de los tra- pretación, al menos en lo que respecta a la re-
bajadores, no son todavía “puestos” por el pro- lación entre el salario y la lucha de clases, in-
pio movimiento del capital. En este sentido, se vierte el curso de la determinación del vínculo
puede argumentar que, de acuerdo al método entre las relaciones económicas y políticas que

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fundamenta la crítica de la economía política “individuo humano” (Marx, [1844] 1999b, p.


(Iñigo Carrera, 2012). 110). En este sentido, este consumo reprodu-
ce, ante todo, la materialidad de los atributos
específicamente humanos del individuo: su
LOS DETERMINANTES DEL VA- conciencia y voluntad productivas, es decir, lo
LOR DE LA FUERZA DE TRABAJO que “distingue ventajosamente al peor maestro
EN LA CRÍTICA MARXIANA DE LA albañil de la mejor abeja” (Marx, 1999a, v. 1, p.
ECONOMÍA POLÍTICA 216). En suma, esto significa que el “monto y
la cualidad de los medios de subsistencia y, en
Comencemos por la formulación más consecuencia, también el grado las necesida-
simple que ofrece Marx de la determinación del des” de los obreros, no pueden tener más de-
valor de la mercancía fuerza de trabajo: “el va- terminación material que la reproducción de
lor de la fuerza de trabajo se resuelve en el valor la forma específica que adquiera la “habilidad,
de determinada suma de medios de subsisten- aptitud y fuerza encerrada en el cuerpo vivo
cia” (Marx, 1999a, v. 1, p. 209). En este punto, del obrero […] a cierto nivel de civilización”
el eje de su argumento es que la cantidad y cua- (Marx, 1988, p. 45, 50-51).1
lidad de la canasta de mercancías que consti- Por otra parte, esta definición simple del
tuyen el valor de la mercancía fuerza de trabajo valor de la fuerza de trabajo abre la pregunta
se determina por lo que es “necesario para man- respecto a qué entendía Marx por “condición
tener al obrero, esto es, para mantener su vida normal de vida” del trabajador. Una primera res-
como trabajador, de modo que, habiendo traba- puesta evidente, y por cierto explícita en las refe-
jado hoy, sea capaz de repetir el mismo proceso rencias textuales, es que esta “condición normal”
bajo las mismas condiciones al día siguiente” pasa por el hecho de que el trabajador asalariado
(Marx, [1861-63] 1988, p. 42). O bien, tal como sea capaz de actuar en el proceso laboral en el
lo expresa en El Capital, “la suma de los medios que usualmente participa y, más específicamen-
de subsistencia, pues, tiene que alcanzar para te, de repetir esta participación en las mismas
mantener al individuo laborioso en cuanto tal, condiciones que el día anterior. En este punto,
en su condición normal de vida” (Marx, 1999a, en varios pasajes, Marx parece apuntar única-
v. 1, p. 208, énfasis agregado). De esta definción mente a la reconstitución física del trabajador
simple se derivan varias cuestiones relevantes asalariado. Por ejemplo, en El Capital se refiere
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para nuestra discusión. a estas condiciones como el “vigor” y la “salud”


Ante todo, esto implica que lo que está del obrero, y, en los Manuscritos 1861-1863, agre-
en juego, en el consumo obrero, es la (re)pro- ga su “vitalidad en general” (Marx, 1999a, 1988).
ducción de “los músculos, nervios, huesos, Estas formulaciones pueden llevar a asociar el
cerebro, etc. de [los] obreros” (Marx, 1999a, v. estado normal de la fuerza de trabajo solamente
2, p. 705) que portan materialmente “el con- con el llamado elemento “físico” del valor de la
junto de las facultades físicas y mentales que fuerza de trabajo. Sin embargo, dos argumentos
existen en la corporeidad, en la personalidad se oponen a esta lectura.
viva de un ser humano y que [se] pone[n] en En primer lugar, en los citados manus-
movimiento cuando [se] produce[n] valores de critos preparatorios, Marx aclara que “no es ne-
uso de cualquier índole” (Marx, 1999a, v. 1, p. 1
Aunque no sin ambigüedades, la conexión entre el con-
203). En otras palabras, mediante la apropia- sumo y la reproducción de la subjetividad productiva de
los obreros puede encontrarse en el trabajo pionero de
ción de esos valores de uso, el obrero (re)pro- Aglietta ([1976] 1991). De acuerdo a este autor, “el consu-
duce la materialidad de su subjetividad pro- mo” de los trabajadores es un proceso sujeto “a una lógica
general de reconstitución de las fuerzas gastadas en las
ductiva que, como Marx descubrió ya en 1844, practica sociales y de conservación de las capacidades y
actitudes implicadas por las relaciones sociales de las que
no es otra cosa que su “ser genérico” como los sujetos son el apoyo” (Aglietta, 1991, p. 134).

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cesario mencionar aquí que la cabeza pertence no parcial del obrero colectivo, de acuerdo con
al cuerpo tanto como las manos” (Marx, 1988, las diferentes funciones productivas que cada
p. 51). Esto significa que la condición normal uno realiza bajo el mando del capital. Pero,
de vida del trabajador no sólo incluye plenas específicamente, estos “atributos morales” in-
capacidades físicas sino también capacidades cluyen, primordial y genéricamente, aquello
“mentales” que, en conjunto, constituyen la que, como se ha procurado argumentar en otro
unidad de la fuerza de trabajo. Esto es evidente lugar, constituye la forma más general de sub-
en la medida en que el trabajo concreto reali- jetividad asumida por la conciencia enajenada
zado por ciertos obreros involucra principal- del individuo humano en el modo de produc-
mente una actividad intelectual; por ejemplo, ción capitalista, a saber: la libertad personal
el trabajo académico. Pero, en segundo lugar, del productor de mercancías (Starosta, 2016;
Marx es categórico en El Capital cuando afir- véase especialmente, Iñigo Carrera, 2007). Esta
ma que, si “el precio de la fuerza de trabajo libertad respecto de las relaciones directas de
cae” hasta el “límite mínimo”, dado por “el autoridad y sujeción – que, en palabras de
valor de los medios de subsistencia físicamente Marx en los Grundrisse, no es otra cosa que la
indispensables”, esto significa que la fuerza de forma concreta de la “subordinación” de los in-
trabajo “cae por debajo de su valor, pues, en dividuos a un “poder social” objetivado (Marx,
tal caso, sólo puede mantenerse y desarrollarse [1858-57] 1997, p. 84-85) – no es simplemente
bajo una forma atrofiada” (Marx, 1999a, v. 1, p. una forma abstractamente ideológica, jurídica
210). En consecuencia, de esto se deriva que, o cultural. Es, en primer lugar y principalmen-
para Marx, la “condición normal de vida” del te, una determinación material de la subjeti-
obrero, en cuanto “individuo laborioso”, tras- vidad productiva del individuo humano, una
ciende el llamado elemento físico del valor de capacidad o fuerza productiva.
la fuerza de trabajo. Precisemos este punto considerando
En efecto, los atributos productivos de la comparación que hace Marx entre el obre-
los obreros, y, por lo tanto, su subjetividad ro asalariado y el esclavo. Cuando analiza el
productiva no se pueden delimitar a los es- proceso de trabajo bajo el comando del capital,
trictamente necesarios para realizar el proceso Marx comienza mostrando que la libre subje-
de trabajo en un restringido sentido “técnico”, tividad del obrero asalariado sufre, en relaci-
esto es, simplemente a los conocimientos es- ón con la del productor simple de mercancías,

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pecíficos requeridos para la realización de una mutilación de su capacidad productiva
tareas productivas determinadas. En cambio, para organizar el proceso directo de produc-
estos atributos deben comprender igualmente ción. En efecto, la primera manifestación de la
lo que, respetando la terminología de Marx so- determinación específica del proceso de traba-
bre el “elemento histórico y moral” del valor jo bajo el mando del capital es que “el obrero
de la fuerza de trabajo, podemos llamar atri- trabaja bajo el control del capitalista, a quien
butos productivos “morales”. Nos referimos, pertenece el trabajo de aquél” (Marx, 1999a,
con esto, al conjunto de formas de conciencia, v. 1, p. 224). En otras palabras, el capitalista
actitudes y disposiciones que también deben ahora personifica, en nombre de su capital, a la
ponerse “en movimiento” cuando el obrero conciencia productiva de la unidad del proceso
“produce valores de uso de cualquier índole”. de trabajo del obrero. En este sentido, compa-
Por supuesto, estos “atributos morales” no son rado con el productor simple de mercancías
naturales sino “productos históricos” y, por con el que empieza la exposición dialéctica, el
consiguiente, varían con el “nivel cultural” al- trabajador asalariado experimenta una pérdida
canzado por la sociedad. Más aún, incluso se relativa del control sobre el carácter individu-
puede decir que ellos difieren para cada órga- al del trabajo que constituye la determinación

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LA DETERMINACIÓN DEL “ELEMENTO HISTÓRICO Y MORAL”...

material específica de su libertad. Sin embar- de este mismo texto capta elocuente y conci-
go, Marx señala, en una nota al pie, que, a di- samente la determinación de la “conciencia
ferencia del caso de la reducción del esclavo a de libertad” del trabajador asalariado como un
un instrumentum vocale, en la antigüedad, esta atributo productivo específico en comparación
mutilación material de este aspecto de la sub- a la situación del esclavo:
jetividad productiva del trabajador asalariado
En comparación con el artesano independiente que
no es total (Marx, 1999a, v. 1). Aunque a través trabaja para clientes desconocidos […], es natural
de su control directo “el capitalista vela porque que aumente la continuidad del trabajador que la-
el trabajo se efectúe de la debida manera y los bora para el capitalista, cuyo trabajo no reconoce
medios de producción se empleen con arreglo límites en la necesidad eventual de tales o cuales
al fin asignado”, en última instancia, la respon- customers, sino únicamente en la necesidad de ex-
plotación que tiene el capital que le da empleo. Con-
sabilidad individual de que ello suceda recae
frontado con el [del] esclavo, este trabajo se vuelve
en el asalariado (Marx, 1999a, v. 1, p. 224). Esto más productivo, por ser más intenso; el esclavo, en
permite la introducción de medios de produc- efecto, sólo trabaja bajo el acicate del temor exte-
ción más complejos y sofisticados vis-à-vis los rior, y no para su existencia – que no le pertenece,
modos de producción basados en la esclavitud, aunque sin embargo le está garantizada –, mientras
donde sólo se pueden “emplear únicamente los que el trabajador libre trabaja para sus necesidades
[…]. La conciencia (o más bien la ilusión) de una de-
instrumentos de trabajo más toscos y pesados”,
terminación personal libre, de la libertad, así como
ya que el esclavo “hace sentir al animal y la her- el sentimiento […] (conciencia) de responsabilidad
ramienta que no es su igual […] maltratándolos […] anejo a aquélla, hacen de éste un trabajador mu-
y destrozándolos con amore” (Marx, 1999a, v. cho mejor que aquél. El trabajador libre, efectiva-
1, p. 238). En otros términos, el sentido de res- mente, como cualquier otro vendedor de mercancía,
ponsabilidad individual que caracteriza al su- es responsable por la mercancía que suministra, y
que debe suministrar a cierto nivel de calidad si no
jeto libre moderno es, en sí mismo, una fuerza
quiere ceder el campo a otros vendedores de mer-
productiva, en tanto que expande el alcance y cancías del mismo género […]. La continuidad de
la cualidad de los medios de producción que la relación entre el esclavo y el esclavista es tal que
pueden ponerse en movimiento en el proceso en ella el primero se mantiene sujeto por coerción
directo de producción. directa. El trabajador libre, por el contrario, está
Este punto es desarrollado por Marx obligado a mantener él mismo la relación, ya que su
existencia y la de los suyos depende de que renueve
con más detalle en sus borradores conocidos
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continuamente la venta de su capacidad de trabajo


como Resultados del proceso inmediato de pro- al capitalista (Marx, 2000, p. 68).
ducción. En esas páginas, Marx observa desde
un principio que, aunque “el proceso laboral, Marx profundiza luego este desarrollo
desde el punto de vista tecnológico, se efectúa tanto por el contenido como por la forma de
exactamente como antes, sólo que ahora como salario del valor de la fuerza de trabajo, que
proceso laboral subordinado al capital”, la permite “libertad de movimientos dentro de
subsunción formal del trabajo en el capital ya estrechos límites […] para la individualidad
conlleva un desarrollo material de las fuerzas del obrero” (Marx, 2000, p. 69) en la determi-
productivas (Marx, [1864-65] 2000, p. 61). Así, nación de la singularidad de sus condiciones
la nueva forma social de “coerción que apunta de reproducción. Así, el valor de la fuerza
a la producción de plustrabajo […] acrecienta de trabajo promedio de la clase obrera en su
la continuidad e intensidad del trabajo” y “es conjunto se compone de valores diversos de la
más propicia al desarrollo de las variaciones fuerza de trabajo correspondiente a los órga-
en la capacidad de trabajo y con ello a la dife- nos del obrero colectivo de diferente comple-
renciación de los modos de trabajo y de adqui- jidad; el salario oscila cíclicamente en torno al
sición” (Marx, 2000, p. 62). El siguiente pasaje valor de la fuerza de trabajo; y, finalmente, aún

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Gastón Caligaris, Guido Starosta

“dentro de la misma rama laboral”, los salarios impersonal del obrero al capital. En este texto
individuales varían “según la diligencia, habi- que analizamos, Marx indica esto resaltando
lidad, vigor, etc., del obrero, y, sin duda, esas que, en la medida en que el asalariado “actúa
diferencias están determinadas hasta cierto como agente libre” cuando adquiere mercan-
punto por la medida de su rendimiento per- cías, “es responsable por la manera en que
sonal”. “De esta suerte”, concluye Marx, “la gasta su salario [y] aprende a autodominarse,
cuantía del salario varía por obra de su propio a diferencia del esclavo, que necesita de un
trabajo y de la calidad individual de este úl- amo” (Marx, 2000, p. 70). Asimismo, en este
timo” (Marx, 2000, p. 69). Esto contrasta con contexto, señala que, “a modo de ejemplo, los
las condiciones de reproducción material del periódicos se cuentan entre los medios de sub-
esclavo, para quien “el salario mínimo apare- sistencia necesarios para el trabajador urbano
ce como una magnitud constante”, dentro de inglés”; esto es, un valor de uso ideológico que,
“límites predestinados, independientes de su en términos generales, es obviamente super-
propio trabajo, determinados por sus necesida- fluo para la reproducción de las habilidades
des puramente físicas” (Marx, 2000, p. 68-69). técnicas específicas de los obreros, pero cru-
Las cualidades productivas individuales, como cial para la reproducción material de su con-
la fuerza física o el talento particular, “pueden ciencia libre (Marx, 2000, p. 70). En suma, el
elevar el valor venal de su persona, pero esto a proceso de consumo individual del obrero no
él no le va ni le viene”, dado que no afecta sus solo involucra su auto-producción como por-
condiciones de reproducción (Marx, 2000, p. tador de ciertas habilidades y conocimientos
69). En suma, Marx concluye que “todas estas técnicos, sino también como un sujeto pro-
relaciones modificadas hacen que la actividad ductivo personalmente libre. Los “medios de
del trabajador libre sea más intensa, continua, subsistencia necesarios” de los obreros deben
móvil y competente que la del esclavo, apar- incluir, por tanto, todos los valores de uso re-
te que lo capacitan para una acción histórica queridos para la reproducción de sus atributos
muy diferente” (Marx, 2000, p. 70). productivos materiales en su unidad, esto es,
¿Qué implicancias tiene todo este desar- tanto los “técnicos” como los “morales”.
rollo respecto de la determinación más simple
del valor de la fuerza de trabajo que conside-
ramos más arriba? Si la libertad del obrero es EL SIGNIFICADO DEL “ELEMEN-

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un atributo productivo suyo tanto como lo es TO HISTÓRICO Y MORAL”
cualquier otra habilidad técnica específica que
tenga, entonces la misma debe ser (re)produ- Dado este análisis de los determinantes
cida materialmente, tal como ocurre con la del valor de la fuerza de trabajo, quisiéramos
habilidad técnica; esto es, tiene que ser (re) sugerir una resignificación de lo que Marx
producida mediante el consumo de determi- buscó decir con la distinción entre el elemento
nados valores de uso. En consecuencia, para “físico” y el “histórico y moral” del valor de la
que el proceso de producción capitalista se fuerza de trabajo. Dicho brevemente, el primer
efectúe normalmente, entonces el “monto y la elemento corresponde, en líneas generales, a la
cualidad de los medios de subsistencia, y en (re)producción de la dimensión estrictamente
consecuencia también el grado las necesida- “técnica” de la fuerza de trabajo tal como lo in-
des” (Marx, 1988, p. 45) de los obreros debe dicamos más arriba; esto es, la (re)producción
incluir igualmente las mercancías que, tanto de las habilidades específicas que demanda el
en sus atributos como en su forma de apropia- proceso de trabajo en el que actúa el obrero.
ción práctica, reproduzcan la forma de libertad En este punto, estamos simplemente siguiendo
personal bajo la cual se realiza la subsunción la letra del texto de Marx y, de hecho, existen

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LA DETERMINACIÓN DEL “ELEMENTO HISTÓRICO Y MORAL”...

pocos desacuerdos entre los comentaristas al un aspecto más en que nuestra lectura difiere
respecto. En cambio, en relación al elemento de la concepción marxista dominante. Según
“histórico y moral”, nuestro argumento es que señalamos más arriba, para esta concepción,
este otro componente del nivel de vida de los el “elemento histórico y moral” del valor de la
obreros condensa el conjunto materialmente fuerza de trabajo y, por tanto, este valor mismo
determinado de valores de uso que son cuali- se determina al nivel de la subsunción formal
tativa y cuantitativamente necesarios para (re) del trabajo en el capital. Y, en efecto, por nues-
producir los atributos productivos de éstos en tra parte, hasta aquí hemos seguido a Marx en
tanto trabajadores libres que, a través de esta la discusión de las determinaciones del va-
libertad, afirman su sujeción objetiva al movi- lor de la fuerza de trabajo correspondiente a
miento autonomizado del producto de su pro- este nivel de abstracción. Esto es, nos hemos
pio trabajo, esto es, al movimiento del capital.2 limitado a considerar al elemento “físico” y,
Aunque obviamente no constituye en sí en particular, al “histórico y moral” del valor
misma una evidencia textual definitiva, a la de la fuerza de trabajo, como expresión de la
luz de esta resignificación del “elemento his- reproducción de atributos productivos deman-
tórico y moral” del valor de la fuerza de tra- dados por un proceso de trabajo que no aún no
bajo, nos parece sugestivo que, en su exposi- fue subsumido y modificado realmente por el
ción, Marx sostenga que este elemento refleja capital. De ahí que, siguiendo a Marx, hemos
“las condiciones bajo las cuales se ha formado considerado al “monto medio de los medios de
la clase de los trabajadores libres, y por tanto subsistencia necesarios”, “en un país determi-
de sus hábitos y aspiraciones vitales” (Marx, nado y en un período determinado” como una
1999a, v. 1, p. 208, énfasis agregado). En otras magnitud “dada” (Marx, 1999a, v. 1, p. 208).
palabras, se puede leer aquí que dicho elemen- Sin embargo, Marx aclara también en este pun-
to refleja la génesis del asalariado, no simple- to que, por más que este monto pueda tomarse
mente como individuo trabajador, sino en su provisoriamente como un “dato sabido”, los
determinación históricamente específica de “medios de subsistencia que necesita el traba-
trabajador libre. Así, si la valorización del ca- jador para vivir como trabajador difiere de un
pital se basa específicamente en la explotación país a otro y de un nivel de civilización a otro”
de las potencias productivas del obrero perso- (Marx, 1988, p. 44). La investigación dialéctica
nalmente libre, la libertad del obrero no es un sistemática del valor de la fuerza de trabajo, y,
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mero velo ideológico o jurídico que oscurece la en particular, de su “elemento histórico y mo-
realidad de la explotación en el proceso direc- ral”, debe, por tanto, incluir una explicación
to de producción, sino asimismo una determi- del principio dinámico de transformación ma-
nación histórica de la subjetividad productiva. terial que rige dichas diferencias. Esta dinámi-
Como es evidente, esta lectura del sig- ca transformativa no puede tener otra fuente
nificado del “elemento histórico y moral” del que el automovimiento del capital, que, a esta
valor de la fuerza de trabajo se contrapone altura de la exposición, ya fue revelado como
directamente al referido “saber convencio- el sujeto enajenado del proceso de vida huma-
nal” marxista según el cual este elemento está no, en vistas de la producción de plusvalor.
determinado por la lucha de clases. Pero hay De este modo, una investigación completa del
valor de la fuerza de trabajo debe incluir la in-
2
Aglietta llega a incluir, en la reproducción de la fuerza de
trabajo, procesos que “sustentan relaciones de sociales de ternalización y transformación de sus determi-
naturaleza ideológica” a los que considera “de existencia
tan ‘material’ como las relaciones económicas”. No obs- naciones como un momento inmanente al pro-
tante, su concepción estructuralista lo lleva a sostener que ceso de valorización y reproducción ampliada
dichas relaciones “no están directamente influenciadas
por las relaciones de producción”, perdiendo de vista, de del capital. En otras palabras, debe explorar las
este modo, el vínculo material interno entre los procesos
de producción y consumo sociales (Aglietta, 1991, p. 134). implicancias de la subsunción real del trabajo

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Gastón Caligaris, Guido Starosta

al capital para la determinación del valor de la transforma los requerimientos de atributos fí-
fuerza de trabajo. sicos e intelectuales que deben ser puestos en
En El Capital, Marx se concentró en el acción para producir una masa de valores de
examen del impacto de la subsunción real en uso preñados de plusvalor. Además, el capital
el valor de la fuerza de trabajo, principalmente modifica, consecuentemente, la combinación
a través del análisis de los cambios relaciona- normal promedio de las magnitudes intensivas
dos en la productividad del trabajo; esto es, en y extensivas del gasto de fuerza de trabajo en el
el efecto sobre dicho valor que tiene el abara- proceso directo de producción. En pocas pala-
tamiento de los valores de uso que entran en bras, con cada ciclo de renovación de las bases
el consumo obrero. Sin embargo, desafortuna- técnicas generales del proceso de valorización,
damente lo mismo no puede decirse respecto el capital revoluciona la subjetividad producti-
del efecto sobre “los llamados requerimientos va de los diferentes órganos del obrero colecti-
básicos para la vida y el modo de su satisfac- vo. Ahora bien, esta transformación sólo puede
ción”, que “dependen en gran medida del nivel resultar de, y ser reproducida por, la mutación
de civilización de la sociedad” y son, por tanto, de la “norma de consumo” de la clase obrera.4
“productos de la historia” (Marx, 1988, p. 44). Como es evidente, esta transformación
En efecto, aunque pueden encontrase desper- no solo involucra el elemento técnico del valor
digados algunos elementos para esta investiga- de la fuerza de trabajo. Las nuevas condiciones
ción, Marx no abordó, de un modo sistemático, de producción conllevan también, y especial-
las determinaciones cualitativas y cuantitati- mente, un cambio del conjunto de los “reque-
vas de los patrones variantes de consumo de la rimientos básicos para la vida” y los “modos
clase obrera. No obstante, recuperando dichos de su satisfacción” que corresponden a lo que
elementos, puede formularse un programa de aquí hemos llamado atributos “morales” de los
investigación coherente que busque el conte- trabajadores. Esto es, las bases materiales his-
nido de tales determinaciones en las formas tóricamente cambiantes del proceso de valo-
históricamente cambiantes de la subjetividad rización demandan especialmente una trans-
productiva de los obreros asalariados, a su vez formación en las diferentes formas concretas
resultantes de las diferentes bases materiales a través de las cuales los asalariados afirman
de la producción de plusvalor relativo.3 su libertad personal en el proceso de produc-
Este programa de investigación es, ante ción. Y estas diferentes capacidades también

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todo, perfectamente consistente con las deter- necesitan ser producidas y reproducidas me-
minaciones del valor de la fuerza de trabajo diante un patrón de consumo modificado. Así,
que Marx efectivamente desarrolló de modo a medida que la subjetividad productiva de los
sistemático. Como vimos, para Marx, el pro- obreros deviene progresivamente un resultado
ceso de consumo individual no tiene otro con- cada vez más puro de la reproducción autono-
tenido que la producción y reproducción de la mizada del capital social global, las condicio-
materialidad de la subjetividad productiva de nes históricas correspondientes a la génesis de
los asalariados. Por tanto, al subsumir y mo- los obreros como trabajadores libres devienen
dificar el proceso de trabajo con el objeto de cada vez más residuales para la determinaci-
producir plusvalor relativo, el capital también ón del valor de la fuerza de trabajo. En pocas
3
Ben Fine es uno de los pocos marxistas que analiza exten- 4
Si bien Aglietta presenta inicialmente un fundamento ma-
samente “el mundo del consumo” en el capitalismo (Fine, terial para la “norma de consumo” obrero, sus análisis con-
2002). Sin embargo, no plantea que haya una vinculación cretos no son consecuentes con esta premisa teórica. Así,
directa entre las formas materiales del proceso de, trabajo la modificación de la “norma de consumo del fordismo” es
capitalista y los “patrones de consumo”. En otra obra, este atribuida a la resolución del desequilibrio entre el sector
autor señala que el consumo de los obreros no puede re- productor de medios de producción y el de medios de con-
ducirse a “factores económicos únicamente” (Fine, 1998, sumo en el contexto de un régimen de acumulación “inten-
p. 183). Sin embargo, no especifica cuáles son los otros sivo”, en lugar de remitirla a las transformaciones materia-
factores ni cómo se determinan. les del proceso de trabajo (Aglietta, 1991, p. 181-182).

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LA DETERMINACIÓN DEL “ELEMENTO HISTÓRICO Y MORAL”...

palabras, a medida que el capital avanza en la mir para producir y reproducir sus atributos
subsunción real del proceso de trabajo, inter- productivos. Sobre esta base, la lucha de cla-
naliza la determinación del elemento “históri- ses deviene la forma necesaria que mediatiza
co y moral” del valor de la fuerza de trabajo. el establecimiento de dicha unidad material
entre los requisitos productivos y de consu-
mo obrero de la reproducción del capital so-
VALOR DE LA FUERZA DE TRA- cial global. Nótese que este rol necesario de
BAJO Y LUCHA DE CLASES mediación de la lucha de clases en la fijación
concreta (en oposición a su determinación) del
En contraste con nuestra lectura de la nivel normal de vida de los trabajadores, no
explicación marxiana del valor de la fuerza de atañe únicamente al “elemento histórico y mo-
trabajo, los marxistas tienden a reducir la co- ral”. Corresponde, en cambio, a la canasta de
nexión entre las condiciones de reproducción consumo obrero en su totalidad, es decir, in-
de la fuerza de trabajo y el proceso de produc- cluyendo asimismo elemento físico y técnico.
ción capitalista al componente físico y técnico En otras palabras, no hay ningún valor de uso
del consumo de los obreros. Así, todos los me- que entre en la determinación del valor de la
dios de subsistencia que no aparecen vincula- fuerza de trabajo cuyo consumo no se asegure
dos directamente con la reconstitución física y a través de la lucha de los obreros en cuanto
técnica de la fuerza de trabajo se los considera clase. Y, a la inversa, no hay ningún valor de
completamente desvinculados de la materiali- uso consumido por los obreros que no se de-
dad del proceso de trabajo capitalista. Luego, termine por los requerimientos materiales del
como hemos visto, el llamado por Marx “ele- proceso de valorización del capital social total.
mento histórico y moral” del valor de la fuer- Desde un punto de vista textual, esta
za de trabajo es presentado como un fenómeno perspectiva es consistente con la única evi-
que está materialmente indeterminado y sujeto dencia que Marx dejó sobre esta cuestión en
al resultado contingente de la lucha de clases. A sus obras. Por un lado, hemos mencionado ya
su vez, bajo este enfoque los obreros y los capi- brevemente sus comentarios en Salario, Precio
talistas no son vistos como personificaciones de y Ganancia, el único texto en el que discute
necesidades antagónicas de la reproducción del explícitamente la conexión entre la lucha de
capital social global, sino como sujetos políticos clases y la determinación del valor de la fuerza
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abstractamente libres que persiguen la satisfac- de trabajo. Por otro lado, como se ha procurado
ción de sus intereses y necesidades de clase. demostrar detalladamente en otro lugar, una
El enfoque que procuramos presentar reconstrucción cuidadosa del capítulo VIII de
en este artículo, implica una lectura comple- El Capital tiende a respaldar y confirmar esta
tamente opuesta de la conexión entre la de- lectura (Caligaris, 2012; Starosta, 2016). De
terminación del valor de la fuerza de trabajo acuerdo a la explicación de Marx en esas pá-
y la lucha de clases. Específicamente, nuestro ginas, la lucha entre la clase obrera y la clase
argumento es que las condiciones materiales capitalista en torno a la duración de la jorna-
del proceso de reproducción del capital cons- da laboral, no es un proceso autodeterminado
tituyen el contenido de la determinación del cuyo resultado es contingente, sino más bien
valor de la fuerza de trabajo. Lo hacen, como una relación social mediadora que fuerza al Es-
hemos visto, en tanto que determinan las di- tado capitalista a fijar límites legales para que
ferentes formas de la subjetividad productiva se establezca una jornada laboral normal. A su
que componen el obrero colectivo y, en con- vez, el contenido de esta normalidad no está
secuencia, la cantidad y el tipo de medios de indeterminado. A medida que la exposición
subsistencia que los obreros necesitan consu- dialéctica avanza, surge que la duración nor-

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Gastón Caligaris, Guido Starosta

mal de la jornada laboral está materialmente tanto, su lucha como clase, en una abstracta
determinada por las condiciones en las cuales determinación antropológica de la especie
la fuerza de trabajo es consumida por el capi- humana. En contraste, de acuerdo a nuestra
tal en el proceso de producción: una “jornada lectura, cuando los trabajadores luchan como
laboral normal”, sostiene Marx, es aquella que clase, no actúan en su determinación abstracta
no lleva al “agotamiento y muerte prematuros como seres humanos, sino como personifica-
de la fuerza de trabajo misma” (Marx, 1999a, v. ciones de la única mercancía que poseen y, en
1, p. 320). En consecuencia, la lucha de clases tal condición, simplemente como ejecutores
en torno a la duración de la jornada laboral, del establecimiento de la unidad material del
en primera y en última instancia, no tiene más capital social global. Por supuesto, el desafío
papel que el de realizar la necesidad del propio que pone delante esta lectura del vínculo entre
capital de que haya una jornada laboral normal determinación económica y la lucha de clases
y de que, en consecuencia, el pago de la fuerza es descubrir la necesidad de la acción revolu-
de trabajo se realice por su valor completo. cionaria superadora del modo de producción
Más sustantivamente, se puede decir capitalista. Pero lo que es seguro es que esta
que el reconocimiento de que la lucha de cla- necesidad, tal como indica Marx en reiteradas
ses no es más que la forma en que se realiza el ocasiones, no brota de la determinación del va-
contenido que constituye el valor de la fuer- lor de la fuerza de trabajo.
za de trabajo es, en definitiva, un corolario
necesario de reconocer al capital social glo-
bal como el sujeto enajenado del proceso de CONCLUSIÓN
reproducción de la vida social (Marx, 1999a,
v. 2; Iñigo Carrera [2003] 2013). En efecto, el En este artículo, hemos buscado cues-
capital es tal sujeto enajenado no simplemente tionar el consenso marxista actual sobre el
por subsumir como un momento suyo al pro- significado del “elemento histórico y moral”
ceso de producción de valores de uso para la del valor de la fuerza de trabajo y ofrecer una
vida humana, sino por subsumir igualmente lectura alternativa consistente con los funda-
al proceso de consumo de esos mismos valores mentos de la crítica marxiana de la economía
de uso, lo cual precisamente repone los atri- política. Hemos visto que, según este consen-
butos productivos de los trabajadores que son so, dicho elemento remite a un consumo obre-

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necesarios para poner en marcha un nuevo ro que no responde a la reproducción de los
ciclo de producción. El “consumo individual atributos productivos de la fuerza de trabajo,
del obrero”, sostiene categóricamente Marx, sino a un “nivel de vida” determinado por la
es “un elemento de la producción y reproduc- lucha de clases. Ante todo, encontramos que
ción del capital, ya se efectúe […] dentro o este consenso no es “natural” sino que surge,
fuera del proceso laboral” (Marx, 1999a, v. 2, a principios del siglo XX, puntualmente de la
p. 703-704). Por lo tanto, el contenido cuali- respuesta ofrecida por los marxistas ortodoxos
tativo del consumo social no se puede derivar a las objeciones realizadas por los críticos de
de la lucha de clases. Afirmar que el consu- Marx a la “teoría marxista de salario”. Y tan
mo social no depende exclusivamente de los poco “natural” es este consenso que, como
requerimientos de la reproducción del capital también hemos mostrado, no encuentra una
implica romper precisamente la conexión exis- base textual sólida en la obra de Marx. Más
tente entre el proceso de metabolismo humano relevante aún, hemos visto que el principal
y su forma social históricamente determinada problema de esta lectura de la crítica marxiana
de realizarse. En otras palabras, implica fun- es que, al desvincular el valor de la fuerza de
dar las necesidades de los trabajadores, y, por trabajo a la reproducción material de los atri-

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LA DETERMINACIÓN DEL “ELEMENTO HISTÓRICO Y MORAL”...

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Caderno CRH, Salvador, v. 31, n. 82, p. 135-150, Jan./Abr. 2018

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LA DETERMINACIÓN DEL “ELEMENTO HISTÓRICO Y MORAL”...

THE DETERMINATION OF THE “HISTORIC AND LA DÉTERMINATION DE L “ÉLÉMENT


MORAL ELEMENT” OF THE VALUE OF LABOUR HISTORIQUE ET MORAL” DE LA VALEUR DE LA
POWER FORCE DE TRAVAIL

Gastón Caligaris Gastón Caligaris


Guido Starosta Guido Starosta

The aim of this article is to challenge the prevailing L’objectif de cet article est de discuter de
Marxist interpretation of what Marx called the l’interprétation marxiste dominante de ce que Marx
“historical and moral component” of the value of appelait “l’élément historique et moral” de la valeur
labour-power, and to offer an alternative reading which de la force de travail et d’offrir une lecture alternative
is consistent with the foundations of the critique of liée aux fondements de la critique marxienne de
political economy. In order to do so, the first part of l’économie politique. Pour ce faire, dans la première
the article develops a critique of the aforementioned partie de l’article nous critiquons l’interprétation
Marxist view, on the basis of a reconstruction of its susmentionnée, fondée sur la reconnaissance de sa
historical genesis, its support on textual evidence genèse historique et son affiliation à la base textuelle
from Marx’s works and its theoretical consistency et aux fondements de la critique marxienne de
with the foundations of the critique of political l’économie politique. Dans la deuxième partie,
economy. Subsequently, the second part of the article nous effectuons une reconstruction critique de
undertakes a critical reconstruction of Marx’s legacy l’héritage de Marx concernant la détermination de
on the determination of the value of labour-power and la valeur de la force de travail et nous y présentons
proposes a reconsideration of the meaning of its so- une nouvelle signification de l’élément historique et
called “historical and moral” component. moral en question.

Keywords: Historical and moral element. Value of Mots-clés: Elément historique et moral. Valeur de la
labour-power. Marxist debates. Marx’s theory of force de travail. Débats marxistes. Théorie marxiste
wages. du salaire.
Caderno CRH, Salvador, v. 31, n. 82, p. 135-150, Jan./Abr. 2018

Gastón Caligaris – Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Docente investigador
con dedicación exclusiva en la Universidad Nacional de Quilmes. Ha publicado libros, artículos y
capítulos de libro en revistas y editoriales académicas sobre temas vinculados a la teoría marxista, la
economía argentina y la producción agraria pampeana. Sus dos últimos libros son Acumulación de
capital y sujetos sociales en la producción agraria pampeana (1196-2013), Teseo / Sociales UBA, Buenos
Aires, 2017 y Trabajo, valor y capital. De la crítica marxiana de la economía política al capitalismo
contemporáneo, Editorial UNQ, Bernal, 2017 (en co-autoría con Guido Starosta).
Guido Starosta – Doctor en Sociología de la Universidad de Warwick en Reino Unido. Docente
investigador con dedicación exclusiva en la Universidad Nacional de Quilmes. Investigador Adjunto del
CONICET. Ha publicado libros, artículos y capítulos de libro en revistas y editoriales académicas sobre
teoría marxista del valor, método dialéctico y división internacional del trabajo. Sus dos últimos libros
son Marx’s Capital, method and revolutionary subjectivity, Brill Academic Publishers, Leiden, 2016 y
Trabajo, valor y capital. De la crítica marxiana de la economía política al capitalismo contemporáneo,
Editorial UNQ, Bernal, 2017 (en co-autoría con Gastón Caligaris).

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