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O objetivo deste artigo é discutir a interpretação marxista dominante sobre o significado do que Marx
chamou de “elemento histórico e moral” do valor da força de trabalho e oferecer uma leitura alternativa
atrelada aos fundamentos da crítica marxiana da economia política. Para tanto, na primeira parte do artigo,
realizamos uma crítica da interpretação acima citada, baseada no reconhecimento de sua gênese histórica e
sua filiação com a base textual e com os fundamentos da crítica marxiana da economia política. Na segunda
parte, realizamos uma reconstrução crítica do legado de Marx quanto à determinação do valor da força de
trabalho e apresentamos uma ressignificação do elemento histórico e moral em questão.
Palavras-chave: Elemento histórico e moral. Valor da força de trabalho. Debates marxistas. Teoria marxista do salário.
http://dx.doi.org/10.1590/S0103-49792018000100009 135
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Henryk Grossman, quien, en las consideracio- tores tan influyentes y disímiles como Meek
nes finales de su célebre La Ley de la Acumu- (1956), Rosdolsky ([1968] 1989), Mandel
lación y del Derrumbe del Sistema Capitalista, ([1976] 1998) y Althusser ([1970] 2011), entre
resalta correctamente la relación entre la in- otros. Modernamente, Lebowitz ([1992] 2005),
tensificación del trabajo y el incremento en el Lapides (1998) y Mavroudeas (2001) pueden
valor de la fuerza de trabajo, mostrando, así, citarse como exponentes paradigmáticos de la
en oposición a los marxistas, la existencia de reproducción de este “saber convencional” en
una determinación material subyacente al éxi- la medida en que discuten la cuestión explíci-
to de las luchas obreras en torno a los salarios tamente y en extenso. Pero también se la en-
reales, lo cual constituía una explicación alter- cuentra repetidamente en varios autores pre-
nativa al innegable fenómeno empírico de la sentada al pasar; véase, por ejemplo, Bellofiore
mejora en las condiciones de vida de la clase (2004) y Heinrich ([2004] 2008).
obrera (Grossmann, [1929] 1979). Sin embar-
go, la concepción de Grossmann era reduc-
cionista e unilateral, porque explicaba la suba LOS PROBLEMAS DEL CONSEN-
del salario real exclusivamente por la mayor SO MARXISTA SOBRE EL SIGNIFI-
intensidad de trabajo. Adicionalmente, poco o CADO DEL “ELEMENTO HISTÓRI-
nada tenía para aportar respecto del “elemento CO Y MORAL” DEL VALOR DE LA
histórico y moral” del valor de la fuerza tra- FUERZA DE TRABAJO
bajo, cuya presencia, en la obra de Marx, no
podía ignorarse. Como sea, el hecho es que la Un primer punto a resaltar es que la idea
crítica de Grossmann a las posiciones de los de que el “elemento histórico y moral” del valor
marxistas intervinientes en el debate no tuvo de la fuerza de trabajo está determinado por la
mayor impacto. lucha de clases no tiene soporte textual alguno
Así, la aceptación y la naturalización en la obra de Marx. No existe un solo pasaje en
de la interpretación de Bucharin y Luxemburg El Capital, ni en cualquiera de sus borradores,
respecto del significado del “elemento históri- en donde se pueda leer ésta vinculación. Más
co y moral” y, por lo tanto, de la determinación aún, no hay ningún pasaje en donde se afirme
misma del valor de la fuerza de trabajo fueron que la cantidad y el tipo de los medios de sub-
desarrollándose con el pasar de los años hasta sistencia que consume la clase obrera resultan
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convertirse en una suerte de “saber convencio- del balance de fuerza entre las clases. En cam-
nal” entre los marxistas, sin que se reconozca bio, lo único que sostiene Marx explícitamen-
sus autores originales ni la controversia de la te respecto del “elemento histórico y moral” es
cual resulta. Por ejemplo, ya en 1927, Maurice que expresa las “condiciones bajo las cuales
Dobb presentaba como un hecho incontrover- se ha formado” históricamente “la clase de los
tible que, según Marx, el valor de la fuerza de trabajadores libres” de un país, esto es, las con-
trabajo estaba regulado “en un sentido único diciones de reproducción específicas de cada
por el elemento histórico social” y que, por fragmento nacional de la clase obrera global
consiguiente, “cuando los sindicatos tratan que han sido heredadas de relaciones sociales
[…] de hacer subir el nivel de salarios […] su pre-capitalistas correspondientes a su génesis
acción misma es parte del ‘elemento social’ y histórica (Marx, 1999a, v. 1, p. 208).
las ventajas que se logran ayudan a moldear Para imputar a Marx la idea de que es
el ‘patrón de vida’ tradicional para el futuro” la “lucha de clases” la que determina el “ele-
(Dobb, [1927] 1986, p. 86). Del mismo modo, mento histórico y moral” del valor de la fuerza
en las décadas siguientes, esta interpretación de trabajo, los marxistas suelen referir a la co-
reaparece igualmente incuestionada en au- nocida conferencia Salario, precio y ganancia,
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donde Marx discute precisamente el vínculo de Marx, la determinación del valor de la fuer-
entre los salarios y la lucha de clases (la cita- za de trabajo no se puede completar a este nivel
da contribución de Lapides (1998) quizás sea de abstracción, sino que implica necesariamen-
la más elaborada en este sentido). Sin embar- te una concretización ulterior que avance des-
go, una lectura detenida de este texto tampoco de la subsunción formal del trabajo al capital
arroja una evidencia textual sólida a favor de a la real, y de ésta a la reproducción del capital
esta interpretación. En estas páginas, Marx sos- social global. Dicho de otro modo, en la medi-
tiene únicamente que la “fijación” del “grado da en que el movimiento de la acumulación de
efectivo” de la “tasa de ganancia” se establece capital no aparezca poniendo por sí mismo las
por la “pugna incesante entre capital y trabajo”, condiciones de reproducción de la clase obrera,
estando su máximo dado por el “mínimo físico el valor de la fuerza de trabajo no puede todavía
del salario y por el máximo físico de la jornada determinarse concretamente.
de trabajo” (Marx, [1865] 1987, p. 507), esto es, Pero el principal problema del consenso
únicamente por el “elemento puramente físico” marxista respecto del significado del “elemen-
del valor de la fuerza de trabajo. Por lo tanto, to histórico y moral” no es de naturaleza exegé-
lo único que puede afirmarse respecto a la lu- tica, sino de consistencia con los fundamentos
cha de clases es que Marx busca discutir hasta de la crítica de la economía política. En primer
qué punto esta lucha lleva el nivel efectivo del lugar, si se desvincula el “elemento histórico
salario hasta el valor pleno de la fuerza de tra- y moral” de la reproducción de los atributos
bajo que, como lo había indicado en párrafos productivos de los trabajadores y, por lo tanto,
precedentes, incluye el “nivel de vida tradicio- de las condiciones en que se gasta la fuerza de
nal” por encima del mínimo físico, esto es, el trabajo en el proceso de producción, se rompe
“elemento histórico y moral”. En ningún caso, la conexión necesaria entre la reproducción
sin embargo, se lee que la lucha de clases deter- del capital como relación social enajenada y
mine, por sí misma, dicho “nivel de vida”. la materialidad del proceso de producción y
En relación a la evidencia textual dis- consumo sociales, conexión en torno a la cual
ponible, hay otro punto problemático en la gira precisamente toda la crítica marxiana de
interpretación dominante, esencialmente de la economía política (Kicillof; Starosta, 2007).
naturaleza metodológica. De acuerdo a esta En segundo lugar, al dejar al “elemento histó-
lectura dominante, el “elemento histórico y rico y moral” sujeto a los vaivenes de la lucha
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cesario mencionar aquí que la cabeza pertence no parcial del obrero colectivo, de acuerdo con
al cuerpo tanto como las manos” (Marx, 1988, las diferentes funciones productivas que cada
p. 51). Esto significa que la condición normal uno realiza bajo el mando del capital. Pero,
de vida del trabajador no sólo incluye plenas específicamente, estos “atributos morales” in-
capacidades físicas sino también capacidades cluyen, primordial y genéricamente, aquello
“mentales” que, en conjunto, constituyen la que, como se ha procurado argumentar en otro
unidad de la fuerza de trabajo. Esto es evidente lugar, constituye la forma más general de sub-
en la medida en que el trabajo concreto reali- jetividad asumida por la conciencia enajenada
zado por ciertos obreros involucra principal- del individuo humano en el modo de produc-
mente una actividad intelectual; por ejemplo, ción capitalista, a saber: la libertad personal
el trabajo académico. Pero, en segundo lugar, del productor de mercancías (Starosta, 2016;
Marx es categórico en El Capital cuando afir- véase especialmente, Iñigo Carrera, 2007). Esta
ma que, si “el precio de la fuerza de trabajo libertad respecto de las relaciones directas de
cae” hasta el “límite mínimo”, dado por “el autoridad y sujeción – que, en palabras de
valor de los medios de subsistencia físicamente Marx en los Grundrisse, no es otra cosa que la
indispensables”, esto significa que la fuerza de forma concreta de la “subordinación” de los in-
trabajo “cae por debajo de su valor, pues, en dividuos a un “poder social” objetivado (Marx,
tal caso, sólo puede mantenerse y desarrollarse [1858-57] 1997, p. 84-85) – no es simplemente
bajo una forma atrofiada” (Marx, 1999a, v. 1, p. una forma abstractamente ideológica, jurídica
210). En consecuencia, de esto se deriva que, o cultural. Es, en primer lugar y principalmen-
para Marx, la “condición normal de vida” del te, una determinación material de la subjeti-
obrero, en cuanto “individuo laborioso”, tras- vidad productiva del individuo humano, una
ciende el llamado elemento físico del valor de capacidad o fuerza productiva.
la fuerza de trabajo. Precisemos este punto considerando
En efecto, los atributos productivos de la comparación que hace Marx entre el obre-
los obreros, y, por lo tanto, su subjetividad ro asalariado y el esclavo. Cuando analiza el
productiva no se pueden delimitar a los es- proceso de trabajo bajo el comando del capital,
trictamente necesarios para realizar el proceso Marx comienza mostrando que la libre subje-
de trabajo en un restringido sentido “técnico”, tividad del obrero asalariado sufre, en relaci-
esto es, simplemente a los conocimientos es- ón con la del productor simple de mercancías,
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material específica de su libertad. Sin embar- de este mismo texto capta elocuente y conci-
go, Marx señala, en una nota al pie, que, a di- samente la determinación de la “conciencia
ferencia del caso de la reducción del esclavo a de libertad” del trabajador asalariado como un
un instrumentum vocale, en la antigüedad, esta atributo productivo específico en comparación
mutilación material de este aspecto de la sub- a la situación del esclavo:
jetividad productiva del trabajador asalariado
En comparación con el artesano independiente que
no es total (Marx, 1999a, v. 1). Aunque a través trabaja para clientes desconocidos […], es natural
de su control directo “el capitalista vela porque que aumente la continuidad del trabajador que la-
el trabajo se efectúe de la debida manera y los bora para el capitalista, cuyo trabajo no reconoce
medios de producción se empleen con arreglo límites en la necesidad eventual de tales o cuales
al fin asignado”, en última instancia, la respon- customers, sino únicamente en la necesidad de ex-
plotación que tiene el capital que le da empleo. Con-
sabilidad individual de que ello suceda recae
frontado con el [del] esclavo, este trabajo se vuelve
en el asalariado (Marx, 1999a, v. 1, p. 224). Esto más productivo, por ser más intenso; el esclavo, en
permite la introducción de medios de produc- efecto, sólo trabaja bajo el acicate del temor exte-
ción más complejos y sofisticados vis-à-vis los rior, y no para su existencia – que no le pertenece,
modos de producción basados en la esclavitud, aunque sin embargo le está garantizada –, mientras
donde sólo se pueden “emplear únicamente los que el trabajador libre trabaja para sus necesidades
[…]. La conciencia (o más bien la ilusión) de una de-
instrumentos de trabajo más toscos y pesados”,
terminación personal libre, de la libertad, así como
ya que el esclavo “hace sentir al animal y la her- el sentimiento […] (conciencia) de responsabilidad
ramienta que no es su igual […] maltratándolos […] anejo a aquélla, hacen de éste un trabajador mu-
y destrozándolos con amore” (Marx, 1999a, v. cho mejor que aquél. El trabajador libre, efectiva-
1, p. 238). En otros términos, el sentido de res- mente, como cualquier otro vendedor de mercancía,
ponsabilidad individual que caracteriza al su- es responsable por la mercancía que suministra, y
que debe suministrar a cierto nivel de calidad si no
jeto libre moderno es, en sí mismo, una fuerza
quiere ceder el campo a otros vendedores de mer-
productiva, en tanto que expande el alcance y cancías del mismo género […]. La continuidad de
la cualidad de los medios de producción que la relación entre el esclavo y el esclavista es tal que
pueden ponerse en movimiento en el proceso en ella el primero se mantiene sujeto por coerción
directo de producción. directa. El trabajador libre, por el contrario, está
Este punto es desarrollado por Marx obligado a mantener él mismo la relación, ya que su
existencia y la de los suyos depende de que renueve
con más detalle en sus borradores conocidos
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“dentro de la misma rama laboral”, los salarios impersonal del obrero al capital. En este texto
individuales varían “según la diligencia, habi- que analizamos, Marx indica esto resaltando
lidad, vigor, etc., del obrero, y, sin duda, esas que, en la medida en que el asalariado “actúa
diferencias están determinadas hasta cierto como agente libre” cuando adquiere mercan-
punto por la medida de su rendimiento per- cías, “es responsable por la manera en que
sonal”. “De esta suerte”, concluye Marx, “la gasta su salario [y] aprende a autodominarse,
cuantía del salario varía por obra de su propio a diferencia del esclavo, que necesita de un
trabajo y de la calidad individual de este úl- amo” (Marx, 2000, p. 70). Asimismo, en este
timo” (Marx, 2000, p. 69). Esto contrasta con contexto, señala que, “a modo de ejemplo, los
las condiciones de reproducción material del periódicos se cuentan entre los medios de sub-
esclavo, para quien “el salario mínimo apare- sistencia necesarios para el trabajador urbano
ce como una magnitud constante”, dentro de inglés”; esto es, un valor de uso ideológico que,
“límites predestinados, independientes de su en términos generales, es obviamente super-
propio trabajo, determinados por sus necesida- fluo para la reproducción de las habilidades
des puramente físicas” (Marx, 2000, p. 68-69). técnicas específicas de los obreros, pero cru-
Las cualidades productivas individuales, como cial para la reproducción material de su con-
la fuerza física o el talento particular, “pueden ciencia libre (Marx, 2000, p. 70). En suma, el
elevar el valor venal de su persona, pero esto a proceso de consumo individual del obrero no
él no le va ni le viene”, dado que no afecta sus solo involucra su auto-producción como por-
condiciones de reproducción (Marx, 2000, p. tador de ciertas habilidades y conocimientos
69). En suma, Marx concluye que “todas estas técnicos, sino también como un sujeto pro-
relaciones modificadas hacen que la actividad ductivo personalmente libre. Los “medios de
del trabajador libre sea más intensa, continua, subsistencia necesarios” de los obreros deben
móvil y competente que la del esclavo, apar- incluir, por tanto, todos los valores de uso re-
te que lo capacitan para una acción histórica queridos para la reproducción de sus atributos
muy diferente” (Marx, 2000, p. 70). productivos materiales en su unidad, esto es,
¿Qué implicancias tiene todo este desar- tanto los “técnicos” como los “morales”.
rollo respecto de la determinación más simple
del valor de la fuerza de trabajo que conside-
ramos más arriba? Si la libertad del obrero es EL SIGNIFICADO DEL “ELEMEN-
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pocos desacuerdos entre los comentaristas al un aspecto más en que nuestra lectura difiere
respecto. En cambio, en relación al elemento de la concepción marxista dominante. Según
“histórico y moral”, nuestro argumento es que señalamos más arriba, para esta concepción,
este otro componente del nivel de vida de los el “elemento histórico y moral” del valor de la
obreros condensa el conjunto materialmente fuerza de trabajo y, por tanto, este valor mismo
determinado de valores de uso que son cuali- se determina al nivel de la subsunción formal
tativa y cuantitativamente necesarios para (re) del trabajo en el capital. Y, en efecto, por nues-
producir los atributos productivos de éstos en tra parte, hasta aquí hemos seguido a Marx en
tanto trabajadores libres que, a través de esta la discusión de las determinaciones del va-
libertad, afirman su sujeción objetiva al movi- lor de la fuerza de trabajo correspondiente a
miento autonomizado del producto de su pro- este nivel de abstracción. Esto es, nos hemos
pio trabajo, esto es, al movimiento del capital.2 limitado a considerar al elemento “físico” y,
Aunque obviamente no constituye en sí en particular, al “histórico y moral” del valor
misma una evidencia textual definitiva, a la de la fuerza de trabajo, como expresión de la
luz de esta resignificación del “elemento his- reproducción de atributos productivos deman-
tórico y moral” del valor de la fuerza de tra- dados por un proceso de trabajo que no aún no
bajo, nos parece sugestivo que, en su exposi- fue subsumido y modificado realmente por el
ción, Marx sostenga que este elemento refleja capital. De ahí que, siguiendo a Marx, hemos
“las condiciones bajo las cuales se ha formado considerado al “monto medio de los medios de
la clase de los trabajadores libres, y por tanto subsistencia necesarios”, “en un país determi-
de sus hábitos y aspiraciones vitales” (Marx, nado y en un período determinado” como una
1999a, v. 1, p. 208, énfasis agregado). En otras magnitud “dada” (Marx, 1999a, v. 1, p. 208).
palabras, se puede leer aquí que dicho elemen- Sin embargo, Marx aclara también en este pun-
to refleja la génesis del asalariado, no simple- to que, por más que este monto pueda tomarse
mente como individuo trabajador, sino en su provisoriamente como un “dato sabido”, los
determinación históricamente específica de “medios de subsistencia que necesita el traba-
trabajador libre. Así, si la valorización del ca- jador para vivir como trabajador difiere de un
pital se basa específicamente en la explotación país a otro y de un nivel de civilización a otro”
de las potencias productivas del obrero perso- (Marx, 1988, p. 44). La investigación dialéctica
nalmente libre, la libertad del obrero no es un sistemática del valor de la fuerza de trabajo, y,
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mero velo ideológico o jurídico que oscurece la en particular, de su “elemento histórico y mo-
realidad de la explotación en el proceso direc- ral”, debe, por tanto, incluir una explicación
to de producción, sino asimismo una determi- del principio dinámico de transformación ma-
nación histórica de la subjetividad productiva. terial que rige dichas diferencias. Esta dinámi-
Como es evidente, esta lectura del sig- ca transformativa no puede tener otra fuente
nificado del “elemento histórico y moral” del que el automovimiento del capital, que, a esta
valor de la fuerza de trabajo se contrapone altura de la exposición, ya fue revelado como
directamente al referido “saber convencio- el sujeto enajenado del proceso de vida huma-
nal” marxista según el cual este elemento está no, en vistas de la producción de plusvalor.
determinado por la lucha de clases. Pero hay De este modo, una investigación completa del
valor de la fuerza de trabajo debe incluir la in-
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Aglietta llega a incluir, en la reproducción de la fuerza de
trabajo, procesos que “sustentan relaciones de sociales de ternalización y transformación de sus determi-
naturaleza ideológica” a los que considera “de existencia
tan ‘material’ como las relaciones económicas”. No obs- naciones como un momento inmanente al pro-
tante, su concepción estructuralista lo lleva a sostener que ceso de valorización y reproducción ampliada
dichas relaciones “no están directamente influenciadas
por las relaciones de producción”, perdiendo de vista, de del capital. En otras palabras, debe explorar las
este modo, el vínculo material interno entre los procesos
de producción y consumo sociales (Aglietta, 1991, p. 134). implicancias de la subsunción real del trabajo
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al capital para la determinación del valor de la transforma los requerimientos de atributos fí-
fuerza de trabajo. sicos e intelectuales que deben ser puestos en
En El Capital, Marx se concentró en el acción para producir una masa de valores de
examen del impacto de la subsunción real en uso preñados de plusvalor. Además, el capital
el valor de la fuerza de trabajo, principalmente modifica, consecuentemente, la combinación
a través del análisis de los cambios relaciona- normal promedio de las magnitudes intensivas
dos en la productividad del trabajo; esto es, en y extensivas del gasto de fuerza de trabajo en el
el efecto sobre dicho valor que tiene el abara- proceso directo de producción. En pocas pala-
tamiento de los valores de uso que entran en bras, con cada ciclo de renovación de las bases
el consumo obrero. Sin embargo, desafortuna- técnicas generales del proceso de valorización,
damente lo mismo no puede decirse respecto el capital revoluciona la subjetividad producti-
del efecto sobre “los llamados requerimientos va de los diferentes órganos del obrero colecti-
básicos para la vida y el modo de su satisfac- vo. Ahora bien, esta transformación sólo puede
ción”, que “dependen en gran medida del nivel resultar de, y ser reproducida por, la mutación
de civilización de la sociedad” y son, por tanto, de la “norma de consumo” de la clase obrera.4
“productos de la historia” (Marx, 1988, p. 44). Como es evidente, esta transformación
En efecto, aunque pueden encontrase desper- no solo involucra el elemento técnico del valor
digados algunos elementos para esta investiga- de la fuerza de trabajo. Las nuevas condiciones
ción, Marx no abordó, de un modo sistemático, de producción conllevan también, y especial-
las determinaciones cualitativas y cuantitati- mente, un cambio del conjunto de los “reque-
vas de los patrones variantes de consumo de la rimientos básicos para la vida” y los “modos
clase obrera. No obstante, recuperando dichos de su satisfacción” que corresponden a lo que
elementos, puede formularse un programa de aquí hemos llamado atributos “morales” de los
investigación coherente que busque el conte- trabajadores. Esto es, las bases materiales his-
nido de tales determinaciones en las formas tóricamente cambiantes del proceso de valo-
históricamente cambiantes de la subjetividad rización demandan especialmente una trans-
productiva de los obreros asalariados, a su vez formación en las diferentes formas concretas
resultantes de las diferentes bases materiales a través de las cuales los asalariados afirman
de la producción de plusvalor relativo.3 su libertad personal en el proceso de produc-
Este programa de investigación es, ante ción. Y estas diferentes capacidades también
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LA DETERMINACIÓN DEL “ELEMENTO HISTÓRICO Y MORAL”...
palabras, a medida que el capital avanza en la mir para producir y reproducir sus atributos
subsunción real del proceso de trabajo, inter- productivos. Sobre esta base, la lucha de cla-
naliza la determinación del elemento “históri- ses deviene la forma necesaria que mediatiza
co y moral” del valor de la fuerza de trabajo. el establecimiento de dicha unidad material
entre los requisitos productivos y de consu-
mo obrero de la reproducción del capital so-
VALOR DE LA FUERZA DE TRA- cial global. Nótese que este rol necesario de
BAJO Y LUCHA DE CLASES mediación de la lucha de clases en la fijación
concreta (en oposición a su determinación) del
En contraste con nuestra lectura de la nivel normal de vida de los trabajadores, no
explicación marxiana del valor de la fuerza de atañe únicamente al “elemento histórico y mo-
trabajo, los marxistas tienden a reducir la co- ral”. Corresponde, en cambio, a la canasta de
nexión entre las condiciones de reproducción consumo obrero en su totalidad, es decir, in-
de la fuerza de trabajo y el proceso de produc- cluyendo asimismo elemento físico y técnico.
ción capitalista al componente físico y técnico En otras palabras, no hay ningún valor de uso
del consumo de los obreros. Así, todos los me- que entre en la determinación del valor de la
dios de subsistencia que no aparecen vincula- fuerza de trabajo cuyo consumo no se asegure
dos directamente con la reconstitución física y a través de la lucha de los obreros en cuanto
técnica de la fuerza de trabajo se los considera clase. Y, a la inversa, no hay ningún valor de
completamente desvinculados de la materiali- uso consumido por los obreros que no se de-
dad del proceso de trabajo capitalista. Luego, termine por los requerimientos materiales del
como hemos visto, el llamado por Marx “ele- proceso de valorización del capital social total.
mento histórico y moral” del valor de la fuer- Desde un punto de vista textual, esta
za de trabajo es presentado como un fenómeno perspectiva es consistente con la única evi-
que está materialmente indeterminado y sujeto dencia que Marx dejó sobre esta cuestión en
al resultado contingente de la lucha de clases. A sus obras. Por un lado, hemos mencionado ya
su vez, bajo este enfoque los obreros y los capi- brevemente sus comentarios en Salario, Precio
talistas no son vistos como personificaciones de y Ganancia, el único texto en el que discute
necesidades antagónicas de la reproducción del explícitamente la conexión entre la lucha de
capital social global, sino como sujetos políticos clases y la determinación del valor de la fuerza
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abstractamente libres que persiguen la satisfac- de trabajo. Por otro lado, como se ha procurado
ción de sus intereses y necesidades de clase. demostrar detalladamente en otro lugar, una
El enfoque que procuramos presentar reconstrucción cuidadosa del capítulo VIII de
en este artículo, implica una lectura comple- El Capital tiende a respaldar y confirmar esta
tamente opuesta de la conexión entre la de- lectura (Caligaris, 2012; Starosta, 2016). De
terminación del valor de la fuerza de trabajo acuerdo a la explicación de Marx en esas pá-
y la lucha de clases. Específicamente, nuestro ginas, la lucha entre la clase obrera y la clase
argumento es que las condiciones materiales capitalista en torno a la duración de la jorna-
del proceso de reproducción del capital cons- da laboral, no es un proceso autodeterminado
tituyen el contenido de la determinación del cuyo resultado es contingente, sino más bien
valor de la fuerza de trabajo. Lo hacen, como una relación social mediadora que fuerza al Es-
hemos visto, en tanto que determinan las di- tado capitalista a fijar límites legales para que
ferentes formas de la subjetividad productiva se establezca una jornada laboral normal. A su
que componen el obrero colectivo y, en con- vez, el contenido de esta normalidad no está
secuencia, la cantidad y el tipo de medios de indeterminado. A medida que la exposición
subsistencia que los obreros necesitan consu- dialéctica avanza, surge que la duración nor-
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mal de la jornada laboral está materialmente tanto, su lucha como clase, en una abstracta
determinada por las condiciones en las cuales determinación antropológica de la especie
la fuerza de trabajo es consumida por el capi- humana. En contraste, de acuerdo a nuestra
tal en el proceso de producción: una “jornada lectura, cuando los trabajadores luchan como
laboral normal”, sostiene Marx, es aquella que clase, no actúan en su determinación abstracta
no lleva al “agotamiento y muerte prematuros como seres humanos, sino como personifica-
de la fuerza de trabajo misma” (Marx, 1999a, v. ciones de la única mercancía que poseen y, en
1, p. 320). En consecuencia, la lucha de clases tal condición, simplemente como ejecutores
en torno a la duración de la jornada laboral, del establecimiento de la unidad material del
en primera y en última instancia, no tiene más capital social global. Por supuesto, el desafío
papel que el de realizar la necesidad del propio que pone delante esta lectura del vínculo entre
capital de que haya una jornada laboral normal determinación económica y la lucha de clases
y de que, en consecuencia, el pago de la fuerza es descubrir la necesidad de la acción revolu-
de trabajo se realice por su valor completo. cionaria superadora del modo de producción
Más sustantivamente, se puede decir capitalista. Pero lo que es seguro es que esta
que el reconocimiento de que la lucha de cla- necesidad, tal como indica Marx en reiteradas
ses no es más que la forma en que se realiza el ocasiones, no brota de la determinación del va-
contenido que constituye el valor de la fuer- lor de la fuerza de trabajo.
za de trabajo es, en definitiva, un corolario
necesario de reconocer al capital social glo-
bal como el sujeto enajenado del proceso de CONCLUSIÓN
reproducción de la vida social (Marx, 1999a,
v. 2; Iñigo Carrera [2003] 2013). En efecto, el En este artículo, hemos buscado cues-
capital es tal sujeto enajenado no simplemente tionar el consenso marxista actual sobre el
por subsumir como un momento suyo al pro- significado del “elemento histórico y moral”
ceso de producción de valores de uso para la del valor de la fuerza de trabajo y ofrecer una
vida humana, sino por subsumir igualmente lectura alternativa consistente con los funda-
al proceso de consumo de esos mismos valores mentos de la crítica marxiana de la economía
de uso, lo cual precisamente repone los atri- política. Hemos visto que, según este consen-
butos productivos de los trabajadores que son so, dicho elemento remite a un consumo obre-
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butos productivos de los trabajadores, rompe N. The constitution of capital: essays of Marx’s Capital.
Basingstoke: Palgrave Macmillan, 2004. v. 1, p. 170-216.
la conexión entre el proceso de metabolismo
BERNSTEIN, E. La teoría del derrumbe y la politica
humano y su forma social históricamente de- colonial. In: ______. Las premisas del socialismo y las
tareas de la socialdemocracia. 1ª edición [1898]. México:
terminada de organizarse. Siglo XXI, 1982. p. 66-76.
En contraste, hemos argumentado que, _______. Las premisas del socialismo y las tareas de la
socialdemocracia. 1ª edición [1899]. México: Siglo XXI,
al igual que el llamado “elemento físico del va- 1982.
lor de la fuerza de trabajo, el “elemento históri- _______. Theorie und Geschichte des Sozialismus. 1ª edición
co y moral” está determinado por la necesidad [1901]. Berlín: Ferd. Dümmlers Verlagsbuchhandlung,
1904.
de producir y reproducir los atributos produc-
BOWLES, S.; GINTIS, H. The Marxian theory of value and
tivos que requiere de los obreros el proceso de heterogeneous labour. Cambridge journal of economics, v.
1, n. 2, p. 173-192, 1977.
acumulación de capital. Nuestro argumento
BUCHARIN, N. I. Eine Ökonomie ohne Wert. Die neue
principal es que la especificidad de este ele- Zeit: wochenschrift der deutschen sozialdemokratie, v. 32,
n. 1, p. 806-816, 1914.
mento corresponde al carácter del obrero asala-
CALIGARIS, G. Clases sociales, lucha de clases y Estado
riado como un individuo libre de toda relación en el desarrollo de la crítica de la economía política.
de dependencia personal. En pocas palabras, In: ______; FITZSIMONS, A. Relaciones económicas y
políticas: aportes para el estudio de su unidad con base
que la condición de individuo libre constituye, en la obra de Karl Marx. Buenos Aires: Universidad de
Buenos Aires: Facultad de Ciencias Económicas, 2012. p.
en sí misma, una fuerza productiva propia del 72-91.
trabajador asalariado. En consecuencia, este CLEAVER, H. Una lectura política de “El Capital”. 1ª
edición [1979]. México: Fondo de Cultura Económica,
trabajador necesita reproducir su “conciencia 1985.
libre” como lo hace con cualquier otro atributo DOBB, M. Salarios. 1ª edición [1927]. México: Fondo de
Cultura Económica, 1986.
productivo suyo, esto es, consumiendo valores
FINE, B. Labour market theory: a constructive reassessment.
específicos de uso que permitan su reproduc- London: Routledge, 1998.
ción. A la luz de estos desarrollos, y en con- ______. The world of consumption: the material and
traste con el referido consenso marxista, sos- cultural revisited. London: Routledge, 2002.
tuvimos que la lucha de clases debe ser vista GROSSMANN, H. La ley de la acumulación y del derrumbe
del sistema capitalista. 1ª edición [1929]. México: Siglo
no como determinante del valor de la fuerza XXI, 1979.
de trabajo, sino como la forma social específi- HEINRICH, M. Crítica de la economía política: una
introducción a El Capital de Marx. 1ª edición [2004].
ca a través de la cual se realiza concretamente Madrid: Escolar y Mayo Editores, 2008.
dicho valor. HIMMELWEIT, S. Value relations and divisions within the
working class. Science & society, v. 48, n. 3, p. 323-343, 1984.
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149
LA DETERMINACIÓN DEL “ELEMENTO HISTÓRICO Y MORAL”...
The aim of this article is to challenge the prevailing L’objectif de cet article est de discuter de
Marxist interpretation of what Marx called the l’interprétation marxiste dominante de ce que Marx
“historical and moral component” of the value of appelait “l’élément historique et moral” de la valeur
labour-power, and to offer an alternative reading which de la force de travail et d’offrir une lecture alternative
is consistent with the foundations of the critique of liée aux fondements de la critique marxienne de
political economy. In order to do so, the first part of l’économie politique. Pour ce faire, dans la première
the article develops a critique of the aforementioned partie de l’article nous critiquons l’interprétation
Marxist view, on the basis of a reconstruction of its susmentionnée, fondée sur la reconnaissance de sa
historical genesis, its support on textual evidence genèse historique et son affiliation à la base textuelle
from Marx’s works and its theoretical consistency et aux fondements de la critique marxienne de
with the foundations of the critique of political l’économie politique. Dans la deuxième partie,
economy. Subsequently, the second part of the article nous effectuons une reconstruction critique de
undertakes a critical reconstruction of Marx’s legacy l’héritage de Marx concernant la détermination de
on the determination of the value of labour-power and la valeur de la force de travail et nous y présentons
proposes a reconsideration of the meaning of its so- une nouvelle signification de l’élément historique et
called “historical and moral” component. moral en question.
Keywords: Historical and moral element. Value of Mots-clés: Elément historique et moral. Valeur de la
labour-power. Marxist debates. Marx’s theory of force de travail. Débats marxistes. Théorie marxiste
wages. du salaire.
Caderno CRH, Salvador, v. 31, n. 82, p. 135-150, Jan./Abr. 2018
Gastón Caligaris – Doctor en Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Docente investigador
con dedicación exclusiva en la Universidad Nacional de Quilmes. Ha publicado libros, artículos y
capítulos de libro en revistas y editoriales académicas sobre temas vinculados a la teoría marxista, la
economía argentina y la producción agraria pampeana. Sus dos últimos libros son Acumulación de
capital y sujetos sociales en la producción agraria pampeana (1196-2013), Teseo / Sociales UBA, Buenos
Aires, 2017 y Trabajo, valor y capital. De la crítica marxiana de la economía política al capitalismo
contemporáneo, Editorial UNQ, Bernal, 2017 (en co-autoría con Guido Starosta).
Guido Starosta – Doctor en Sociología de la Universidad de Warwick en Reino Unido. Docente
investigador con dedicación exclusiva en la Universidad Nacional de Quilmes. Investigador Adjunto del
CONICET. Ha publicado libros, artículos y capítulos de libro en revistas y editoriales académicas sobre
teoría marxista del valor, método dialéctico y división internacional del trabajo. Sus dos últimos libros
son Marx’s Capital, method and revolutionary subjectivity, Brill Academic Publishers, Leiden, 2016 y
Trabajo, valor y capital. De la crítica marxiana de la economía política al capitalismo contemporáneo,
Editorial UNQ, Bernal, 2017 (en co-autoría con Gastón Caligaris).
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