Sie sind auf Seite 1von 9

MARCO TEORICO

Antecedentes de la investigación

En Ecuador, Chico (2017) estudió la resiliencia y la calidad de vida en 40 mujeres con


cáncer de mama aplicando los reactivos de Wagnild y Young (Escala de Resiliencia) y el
cuestionario de salud EuroQoL-5D. Se halló que a mayor resiliencia la calidad de vida
aumentaba, predominando grados de resiliencia media (38%) y alta (30%), con
características de calidad de vida a pesar de los problemas moderados en distintas
dimensiones de la vida del paciente.

Guerrero, M (2015). “Calidad de vida en mujeres con cáncer de mama: una revisión
bibliográfica. Perú”. El Objetivo fue analizar y describir la influencia del diagnóstico y
tratamiento del cáncer de mama sobre la calidad de vida de las mujeres que presentan esta
patología. Resultados: El cáncer de mama produce una gran cantidad de cambios (físicos,
psicológicos, emocionales, sexuales, financieros, etc.) en la paciente y dichos cambios
afectan a la calidad de vida. En general, la calidad de vida de las pacientes empeora. En
función de la personalidad de la paciente, de la cultura, de la localización geográfica, de la
edad, del estadio del tumor, del tipo de tratamiento, etc., los cambios que se producen
varían mucho, por lo que se demuestra la importancia de evaluar a las mujeres en todos sus
aspectos. Hay que resaltar que existe escasa literatura con evidencia científica sobre el
papel de enfermería en la calidad de vida de las mujeres con cáncer de mama, sin embargo,
se ha observado que la atención enfermera produce un impacto positivo en la calidad de
vida de la mayoría de las pacientes.

En el Perú, Burga, Sánchez, y Jaimes (2016) demostraron la relación positiva y altamente


significativa entre inteligencia emocional y resiliencia en 57 pacientes con cáncer de mama
que se atendían en un hospital de EsSalud de Lima. Las edades variaron entre 23 a 89 años
y los test que aplicaron fueron la Escala TMMS-24C de Salovey y Mayer (1995) adaptada
por Fernández, Extremera y Ramos (2004) y la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young
(1993) adaptada por Novella (2002). Esto significaba que las pacientes desarrollaron
destrezas para percibir y apreciar sus emociones, teniendo buena capacidad para tolerar la
presión y el impacto del tratamiento, lo que posibilitó mejor adaptación a los cambios
orgánicos y psicológicos.

Por medio de un paradigma cuali-cuantitativo, Aguilar (2016) describió el grado de


resiliencia inmerso en 30 mujeres ecuatorianas con cáncer de mama en función al
tratamiento médico que recibían. Empleó la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young y
una Encuesta Semiestructurada que le permitió determinar los factores protectores y
características personales, familiares y del entorno que favorecían a la resiliencia en sus
distintos niveles. Los resultados demostraron que un alto porcentaje del grupo presentaba
un nivel de resiliencia media alta, prevaleciendo los factores protectores de perseverancia,
satisfacción personal y autoconfianza. Asimismo, la autora comprobó que el apoyo familiar
constituía una característica esencial tanto para el proceso de la enfermedad como para el
tratamiento médico de la misma. De este modo, concluyó que era necesario implementar y
optimizar trabajos multidisciplinarios y de psicoeducación a través de técnicas y
actividades que respalden un mejor afronte de la enfermedad.

Por otro lado, Fabiana (2011) basada en el método cualitativo, se interesó en analizar el
impacto emocional que sufre el paciente sobre su diagnóstico, qué estrategias emplea para
afrontarlo y cómo repercute ello en la familia. Administró el cuestionario de Ajuste Mental
al Cáncer (MAC) en una muestra de 8 personas de ambos sexos, entre 37 a 73 años de edad
y con tipos diferentes de carcinoma. Los resultados arrojaron que las estrategias de
supervivencia dependían del tipo de cáncer y de la fase en que estuviese. Se observó mayor
predominio de los estilos Espíritu de Lucha y la Negación/ Evitación durante todo el
proceso; mientras que en las fases más avanzadas prevalecía las estrategias Desesperanza/
Desamparo, así como Fatalismo/ Aceptación estoica, interpretándolo como una forma de
aceptación pasiva o rendición frente a la ausencia de poder hacer algo. Asimismo, el 75%
de los pacientes percibieron cambios significativos en el ambiente familiar, de los cuales el
38% fue de connotación negativa pero el 62% aseguró que los cambios fueron positivos.

A pesar que el término “Ajuste Mental al Cáncer” es poco conocido en algunas facultades
peruanas de psicología, su valor científico da buenas referencias para la psicooncología.
Por otro lado, Cesaro (2015) trabajó con 238 mujeres hospitalizadas en el INEN, que
presentaban neoplasias de mama primario y edades de 30 a 75 años, para delimitar y
comprobar si la resiliencia más las estrategias de afrontamiento se encuentran asociadas al
ajuste mental. Para ello usó un diseño descriptivo correlacional, aplicando la Escala de
Resiliencia de Wagnild y Young, el Cuestionario de Estilos de Afrontamiento de Carver,
Scheier y Weintraub, y el Cuestionario de Ajuste Mental al Cáncer de Watson, Greer,
Young, Inayat, Burgess y Robertson. De esta manera, se verificó lo siguiente: la correlación
entre las variables resiliencia y estrategias de afrontamiento eran moderadas y bajas; el
estilo de ajuste mental más frecuente fue Espíritu de Lucha y el grado de resiliencia de las
participantes equivalían a un nivel medio alto, caracterizándose de tener autoconfianza y
perseverancia.

En conclusión, padecer de cáncer es un acontecimiento significativo e inolvidable que


traspasa los límites de la enfermedad, donde el limbo entre la vida y la muerte se hace cada
vez más corta. Sin embargo, se ha comprobado que el ser humano posee mecanismos
promotores de emprendimiento personal, los cuales se auto-regeneran y fortalecen
mediante la participación familiar.

Referencias conceptuales

El cáncer es un crecimiento tisular producido por la proliferación continua de células


anormales con capacidad de invasión y destrucción de otros tejidos. Nuestro cuerpo está
formado por un conjunto de órganos, que a su vez están integrados por células, que nacen y
se reproducen constantemente para sustituir a las células que ya envejecieron o ya
murieron. Con esto se mantiene el equilibrio, integridad y correcto funcionamiento de los
distintos órganos. Cuando este proceso comienza una reproducción celular atípica, es decir
pierde su estructura celular normal, se convierte en un tumor o nódulo. (Mendoza Bernal,
L. 2016, p.45).

Instituto Nacional de Cáncer, (2013) dice que vivir con cáncer significa no solo pensar en la
muerte sino también cómo vivir el resto de su vida, hacer planes a futuro, Sobrellevar el
cáncer y hacer frente a los pensamientos de muerte es para la mayoría de las personas un
suceso que cambia la vida; Ayuda espiritual, la cual puede provenir de su iglesia, de otro
centro religioso puede resultar que leer, hablar con otros y meditar o rezar le proporcionan
una sensación de paz y fortaleza.

Por otro lado, encontramos que el cáncer de mama es el más común entre las mujeres en
todo el mundo, pues representa el 16% de todos los cánceres femeninos. Se estima que en
2004 murieron 519 000 mujeres por cáncer de mama y, aunque este cáncer está considerado
como una enfermedad del mundo desarrollado, la mayoría (69%) de las defunciones por esa
causa se registran en los países en desarrollo (OMS, Carga Mundial de Morbilidad, 2004)

En esta perspectiva, una de las particularidades de la patología oncológica es que se


constituye un evento estresante para las personas diagnosticadas (Mcdonough, Sabiston, &
Wrosch, 2014). La exposición a diferentes tratamientos afectan el bienestar general
(Hopwood, Haviland, Mills, Sumo, & Bliss, 2007; Neuner et al., 2014), y originan
respuestas emocionales de miedo y dolor asociados a la familia y a la muerte (Vargas &
Pulido, 2012).

Chóliz M. (2005) dice que la relación entre procesos mentales y orgánicos es una cuestión
presente no sólo en los orígenes de la psicología, sino también en el inicio de la medicina.
Desde que Hipócrates estableciera una tipología que relacionaba temperamento con
enfermedad, la relación entre procesos psicológicos y reacciones fisiológicas (mente-
cuerpo, psique soma), Depresión, ansiedad y estrés son, con toda seguridad, las reacciones
emocionales sobre las que más se ha estudiado su relación en la génesis de alteraciones en
la salud.
Frente al padecimiento de la enfermedad los pacientes pueden sentirse dañados,
amenazados o percibir a la enfermedad como un desafío a enfrentar. Cabe aclarar que no es
el hecho en sí lo estresante, sino la interpretación y la valoración que se haga del mismo.
Esto explica por qué ante un mismo acontecimiento las personas pueden presentar distintas
formas de abordarlo.

Resiliencia relacionada con el cáncer de mama en mujeres.


Para Wagnild y Young (1993), la resiliencia es una capacidad para resistir, tolerar la presión
y los obstáculos. La resiliencia se trata en el presente estudio, como la capacidad de una
persona para recuperarse y sobreponerse ante la vivencia del evento traumático
Según estudios revisados parece existir una importante relación entre el apoyo social, como
factor modulador de la resiliencia y el cáncer, pues se ha demostrado que aquellas pacientes
que cuentan con un adecuado apoyo social presentan una mejor evolución de la
enfermedad.
Por consiguiente estos autores consultados sostienen y acuerdan que la resiliencia no es
absoluta ni lograda para siempre. Por el contrario, resulta de un proceso dinámico y
evolutivo. La misma puede expresarse de diversas maneras según cada cultura, teniendo en
consideración que es fruto de la interacción del individuo y el entorno. Incluso, varía según
las circunstancias, el tipo de trauma y el momento vital que la persona atraviesa. Además
estas definiciones convergen en que se trata de la resistencia a un trauma, a un
acontecimiento o factor estresor, considerados como graves, pero en todos los casos,
permitiendo una evolución posterior al mismo, de manera satisfactoria y, además,
socialmente aceptable.
La búsqueda de apoyo social predice una mayor supervivencia en estos pacientes, por lo
que se asocia esta búsqueda de apoyo afectivo a una adecuada adaptación a la enfermedad y
una mejor salud. Por esto se toma en consideración el apoyo social percibido como un
predictor del estado de salud, la calidad de vida y la supervivencia en personas con cáncer.

Por su parte Cyrulnik (2001) sostiene que no se trata de una cualidad fija, sino que cambia
según el momento, las circunstancias, según el trauma y la manera en cómo la persona lo
vive e interioriza. Y además, es importante destacar el concepto de reconstrucción positiva,
es decir, la capacidad de salir adelante. “Ser resiliente no significa recuperarse en el sentido
estricto de la palabra, sino crecer hacia algo nuevo. Volver a un estado inicial es imposible,
más bien hay que saltar adelante, abrir puertas, sin negar el pasado doloroso, pero
superándolo” (Vanistendael y Lecomte, 2002, p.53).

Resumiendo, hay tres componentes esenciales que están presentes en el concepto de


resiliencia: la noción de adversidad, trauma, riesgo o amenaza al ser humano; la adaptación
positiva o superación de la adversidad y el proceso que considera la dinámica entre
mecanismos emocionales, cognitivos y socioculturales que influyen sobre el desarrollo
humano.
Un abordaje a tener en cuenta, relacionado con la temática en estudio, es la calidad de vida,
definiéndola como "el grado de satisfacción de los pacientes con su nivel de bienestar
físico, mental y social", la enfermedad compromete integridad biológica, bienestar
psicológico, social y económico, es un término multifacético, implica cuatro dimensiones:
psicológica (percepción individual del estado cognitivo-afectivo), social (percepción
individual de las relaciones interpersonales y sociales) , ocupacional (necesidad de sentirse
útil para la sociedad) y física (percepción del estado físico y efectos del tratamiento).

La calidad de vida es un tema de interés para los profesionales que trabajan con
poblaciones de cáncer de mama (Arraras, Illarramendi, Manterola, Salgado, & Dominguez,
2007; Reich & Remor, 2010). Aunque no existe concertación en la definición del constructo
de calidad de vida relacionada con la salud, se coincide en entenderla como una condición
multidimensional (físico, emocional, social, interpersonal), variable en el tiempo y en el
ciclo vital (Schwartzmann, 2003). Además, el concepto implica la relación entre
componentes objetivos (condiciones materiales y nivel de vida) y subjetivos (condiciones
de bienestar, cuyos indicadores son la satisfacción, expectativas positivas, felicidad y nivel
de salud) (Schwartzmann, 2003).

Por lo tanto, debemos valorar el estado integral de la persona y se interviene


proporcionando el apoyo necesario. El apoyo social y psicológico que la persona pueda
recibir de sus familiares, amigos, entre otros ayudara a las pacientes a comprender y aceptar
dicha enfermedad. También tiene gran importancia la intervención profesional, que
permitirá prevenir y tratar precozmente alteraciones sociales, psicológicas y trastornos
emocionales que de otra forma podrían hacerse crónicos.

La Calidad de Vida de las pacientes con Cáncer de Mama puede verse influenciada tanto
por variables de tipo biológico o físico, como ser el estadio de la enfermedad, el tipo de
tratamiento y sus efectos secundarios, el pronóstico y las posibilidades de rehabilitación;
como por variables psicosociales como la imagen corporal, el status emocional y las
relaciones de pareja (Arraras, Illarramendi, Manterola, Salgado, y Domínguez, 2007).
Podemos afirmar que el constructo de Calidad de Vida Relacionada con la Salud, está
orientado hacia la perspectiva de la persona afectada, considerando a ésta como el mejor
evaluador de su propia Calidad de Vida (Aaronson 1993; Barreto y Bayés, 1990; Fossa,
1996; Gaite, 2008; Hietanen, 1996; Osoba, 1994).

En relación a los tratamientos, existen numerosas investigaciones que han concluido que el
tratamiento médico adyuvante relacionado con una más marcada disminución en la Calidad
de Vida del paciente oncológico es la Quimioterapia (Hopwood, Haviland, Mills, Sumo, y
Bliss, 2007; Meyerowitz, Sparks, y Spears, 1978). Sin embargo, se deberá tomar en cuenta
que la eficacia de los tratamientos se mide no sólo en términos del período de remisión de
la enfermedad y del tiempo de supervivencia, sino también en términos de la Calidad de
Vida de la persona enferma, su funcionamiento social y familiar, y el grado de ausencia de
malestar físico y psicológico (Barroilhet, Forjaz y Garrido, 2005). Se debe tener presente
que todas las opciones de tratamiento afectan, de una forma u otra, la CVRS de estos
pacientes (Radice y Redaelli, 2003). Sin embargo, Montazeri et al. (2009) argumentan que
la mayoría de los aspectos mejorarán una vez finalizado el tratamiento pertinente; y que los
efectos residuales no perdurarán en la mayoría de las pacientes.
Tinoco García, (2011) en “Mujeres con cáncer y redes de apoyo en su vida cotidiana”.
Menciona que pacientes hacen mención de “Doy gracias Dios” como una red de apoyo
resiliente por medio de la fe; cada mujer da un significado del cáncer en su cuerpo de
acuerdo a su historia, también influye el proceso de la mujer en la enfermedad.

REFERENCIAS
 Chico, M. (2017). Resiliencia y calidad de vida en pacientes mujeres con cáncer de
mama. (Tesis de Licenciatura). Ecuador, Universidad Técnica de Ambato.
 Burga, I., Sánchez, T. & Jaimes, J. (2016). Inteligencia emocional y resiliencia en
pacientes con cáncer de mama en un hospital de EsSalud de Lima. Revista de
Investigación Apuntes Psicológicos, 1(2), 9-16.
 Cesaro, C. (2015). Resiliencia, estrategias de afrontamiento y ajuste mental en un
grupo de pacientes con cáncer de mama hospitalizadas en el Instituto Nacional de
Enfermedades Neoplásicas. (Tesis de Licenciatura). Lima, Universidad Peruana
Cayetano Heredia.
 Lamas, H. (2004). Promoción de Salud: Una propuesta desde la psicología positiva.
Liberabit, 10(10), 45-67.
 Wagnild, G. M., & Young, H. M. (1993). Development and psychometric evaluation
of the Resilience Scale. Journal of Nursing Measurement, 1, 61-71
 Bernal, L. (2016). Tejer mi vida después del cáncer de mama. México: Trillas, p.45
 Arraras, J. I., Illarramendi, J., Manterola, A., Salgado, E., & Dominguez, Á. (2007).
Progresos en la evaluación de la calidad de vida en el cáncer de mama. El sistema
de medida de EORTC. Psicooncología, 4(2-3), 367-384.
 Aguilar, A. (2016). La resiliencia y su incidencia en el proceso terapéutico de las
pacientes con cáncer de mama, de la sociedad de lucha contra el cáncer de la ciudad
de Loja; Periodo 2014- 2015. (Tesis de Licenciatura). Recuperado de
http://dspace.unl.edu.ec/jspui/bitstream/123456789/14212/ 1/tesis%20completaa
%20BIBLIOTECA.pdf.
 Reich, M., & Remor, E. (2010). Variables psicosociales asociadas con calidad de
vida relacionada con la salud en mujeres con cáncer de mama post-cirugía: una
revisión sistemática. Ciencias Psicológicas, 4(2), 179-223.
 Guerrero, M. tesis: Calidad de vida en mujeres con cáncer de mama: una revisión
bibliográfica. 2015 Perú.
 Fabiana, V. (2011). Impacto frente al diagnóstico del cáncer y su afrontamiento.
(Tesis de licenciatura). Recuperado de http://bibliotecadigital.uda.edu.ar/fichas.php?
idobjeto=325.
 Schwartzmann, L. (2003). Calidad de vida relacionada con la salud: Aspectos
conceptuales. Ciencia y Enfermería, 9(2), 9-21.
 Mcdonough, M. H., Sabiston, C. M., & Wrosch, C. (2014). Predicting changes in
posttraumatic growth and subjective well-being among breast cancer survivors: The
role of social support and stress. Psycho-Oncology, 23(1), 114-120.
 Hopwood, P., Haviland, J., Mills, J., Sumo, G., & Bliss, J. (2007). The impact of age
and clinical factors on quality of life in early breast cancer: An analysis of 2208
women recruited to the UK START Trial (Standardisation of Breast Radiotherapy
Trial). Breast,16(3), 241–251.
 Vargas, R., & Pulido, S. (2012). Significado de las vivencias de las pacientes con
diagnóstico de cáncer de mama. Ciencia Y Cuidado, 9(1), 65-78.
 Rosasco MN, Dardo CA, Carzoglio JB. Cáncer de mama masculino en Uruguay.
Comunicación de 16 casos y revisión de la literatura. Revista Española de Patología.
2004;37(4): Disponible en: http://patologia.es/volumen37/vol37-num3/37-3n03.htm
Consultado 30 de abril de 2009.
 De la Osa R. Cáncer de mama en el hombre. Periódico Granma. Consultado 30 de
abril de 2009. Disponible en:
http://www.granma.cubaweb.cu/salud/consultas/c/c30.html Consultado 30 de abril
de 2009.
 https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-impacto-
psicosocial-del-cancer-mama-S0212656711004264
 GOMEZ-GARCÍA, Ana Karen, HERNÁNDEZ-CRUZ, María Guadalupe, ROMERO-ROJAS, Ruth
Marcela, ZAMORA-ÁMEZQUITA, Yaneli. El cáncer de mama: Somatización y la resiliencia en
mujeres diagnosticadas. Revista de Ciencias de la Salud. 2017.

Das könnte Ihnen auch gefallen