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Principio de Relatividad de los sistemas.

En el presente trabajo se da a conocer sobre los principios de la relatividad de los


sistemas, teniendo en cuenta que Einstein no fue uno de los primeros en sentar las
bases sobre los marcos de referencia y movimiento relativo, previo a él lo había
realizado Galileo Galilei, siendo el principio de relatividad de Einstein una expansión
del de Galileo. Siendo de gran importancia hoy en día estos principios ya que nos
explican que dado que los objetos se mueven en un marco de referencia que está en
reposo o en velocidad uniforme como lo harían en un marco en reposo, de ahí se
deducen dos cosas importantes. La primera es que no hay manera de averiguar la
velocidad del propio marco de referencia a partir de cualquier experimento mecánico
realizado dentro de ese marco, es decir, si viajamos en un avión a velocidad constante
y sin turbulencias, no podemos averiguar a qué velocidad se está moviendo el avión
realizando experimentos mecánicos dentro del avión. Y la segunda es que tampoco
podemos elegir un marco de referencia como el marco verdadero, el que está
absolutamente en reposo, por lo tanto, como Einstein, Galileo adelantado ya sabía
que no puede haber tal cosa como la velocidad absoluta de un objeto. Es decir todas
las velocidades medidas son relativas. Einstein redescubriendo este principio
eliminando las capas de sedimentos que siglos de física newtoniana y espacios
absolutos habían depositado encima.

Einstein no fue el primero en hablar de marcos de referencia y movimiento relativo.


Casi 300 años antes ya lo había hecho Galileo, quien también sería pionero en el uso
de experimentos mentales, un procedimiento que después Einstein haría famoso, el
principio de relatividad de Einstein no es más que una expansión del de Galileo.
Galileo Galilei estableció el principio de relatividad de los sistemas por vez

primera, era un principio de relatividad del movimiento es decir "Todo movimiento es

relativo a un sistema de referencia". Según esto no podemos determinar si un objeto

se mueve o no de modo rectilíneo y uniforme si no tomamos primero un sistema de

referencia respecto al cual exista ese movimiento. Se puede resumir en un principio

de indeterminación del reposo absoluto, pues si pudiéramos determinar que algo está

en reposo absoluto, entonces ya tendríamos un sistema de referencia privilegiado al

que referir todos los demás movimiento y el principio de relatividad no sería válido. El

principio de la relatividad de los sistemas establece, que dos sistemas de referencia

en movimiento relativo de traslación rectilínea uniforme son equivalentes desde el

punto de vista mecánico; es decir, los experimentos mecánicos se desarrollan de igual

manera en ambos, y las leyes de la mecánica son las mismas. Uno de los ejemplos

puestos por Galileo es el de un observador viajando en un barco que navega

plácidamente sobre un río, en contraste con un observador fijo en la orilla. Ambos

interpretan de la misma manera la caída de un cuerpo hacia el suelo en su propio.

Según el principio de la relatividad de Galileo las leyes de la mecánica son

invariantes respecto de todos los sistemas de referencia que se muevan unos con

respecto a otros con movimiento rectilíneo y uniforme (sistemas inerciales). Dados

dos sistemas de referencia inerciales, uno con origen en O en el que las coordenadas

de un punto dado son (x, y, z), y otro con origen en O’ que se mueve a lo largo del eje

X con velocidad relativa v en el que las coordenadas del mismo punto son (x’, y’, z’),

las expresiones que nos permiten relacionar las mediciones realizadas en ambos

sistemas son las denominadas transformaciones de Galileo.

Las transformaciones de Galileo son consistentes con la noción intuitiva de


espacio y tiempo, pero vamos a ver que entran en serias contradicciones cuando son
aplicadas a las ondas electromagnéticas. Las ecuaciones de la dinámica de Newton
incluyen las aceleraciones de los cuerpos, así que son “ciegas” a la velocidad: la
transformación de Galileo deja intactas las ecuaciones de la dinámica. Por lo que sólo
podemos hablar de movimientos relativos, es decir, no puede detectarse el
movimiento absoluto. Sin embargo, las ecuaciones de Maxwell presentan una
simetría diferente y no se muestran invariantes frente a las transformaciones de
Galileo, es decir, no se muestran “ciegas” a la velocidad y, entonces, el movimiento
relativo podría detectarse a partir de ellas. Este hecho supuso un duro golpe para la
física clásica de finales del siglo XIX, pues se había comprobado que las ecuaciones
de Maxwell explicaban igualmente bien los fenómenos tanto en sistemas de
referencia en reposo, como en sistemas de referencia en movimiento uniforme.

Por su parte el principio de relatividad de los sistemas de Einstein es expresado

de la siguiente manera “Todas las leyes de la física son exactamente las mismas para

cada observador en cada marco de referencia que está en reposo o moviéndose con

una velocidad relativa uniforme esto significa que no hay ningún experimento que se

pueda realizar dentro de un marco de referencia que revele si éste está en reposo o

moviéndose a una velocidad uniforme”. Siendo la teoría de la relatividad considerada

por la mayoría de los físicos teóricos como uno de los logros científicos más grandes

de la humanidad.

Dicha teoría se divide en dos partes conocidas como relatividad especial, que

sostiene que las leyes de la óptica y el electromagnetismo deben tener la misma forma

en todos los sistemas de referencia inerciales, objetivo primordial de la relatividad

especial es representar las leyes de la física de forma tal que puedan ser aplicadas

en diferentes sistemas inerciales y relatividad general, que nos menciona que la

gravedad es una fuerza de atracción universal que sufren todos los objetos con masa,

sea este un electro o estrella.


La relatividad especial, llamada así en contraste con la otra teoría de Einstein,

la relatividad General, donde la primera relaciona las observaciones físicas entre

sistemas de referencia que se mueven entre sí con velocidad constante, está

construida en torno a la relatividad del movimiento y a las propiedades de la luz. La

teoría se basa en dos postulados esenciales: (1) Primer Postulado, nos dice que el

movimiento absoluto y uniforme no puede ser detectado; (2) Segundo Postulado, nos

dice que la velocidad de la luz es independiente del movimiento de la fuente. Estos

postulados pueden ser formulados de otras maneras distintas, con iguales

consecuencias, naturalmente.

Aunque ambos postulados son imprescindibles, este primer postulado es de

una naturaleza completamente revolucionaria. Se le conoce a veces como el principio

de relatividad. Representa el acuerdo con la inexistencia del éter, aun cuando

históricamente Einstein buscó otras inspiraciones. El movimiento es relativo. No es

posible establecer un marco de referencia en el universo, privilegiado, frente al cual

pudiera establecerse lo que se mueve y lo que no se mueve en el cosmos. La idea

detrás de esto no es eso que se dice a veces, que "la naturaleza está en constante

movimiento". Se trata de la ausencia de una referencia que de manera absoluta -es

decir, opuesto a lo relativo- establezca si un objeto se traslada o está en reposo

universal. Para entender cómo funciona este principio de relatividad, es decir, qué es

lo que implica, es interesante ver algunos ejemplos concretos. Algo muy interesante

es una forma alternativa de enunciar este primer postulado de la relatividad: que las

diversas leyes de la física son las mismas para observadores en distintos sistemas

de referencia que se hallen en movimiento relativo mutuo con velocidad constante.

Jugando con las palabras podríamos decir que las leyes de la física son "absolutas"

debido al principio de relatividad.


Por su parte el segundo postulado nos explica que la velocidad de la luz sea

independiente del movimiento de la fuente es una propiedad general de las ondas. Es

decir, una vez emitido un pulso ondulatorio, por ejemplo un sonido por una guitarra,

este sonido viaja por el aire a una velocidad relativa al aire que no depende del salto

en el escenario que esté dando el ejecutante. Esa velocidad sólo depende de las

propiedades del aire, su composición gaseosa y su temperatura. En el caso de la luz,

la única novedad es que no requiere más que del espacio para propagarse, sin

necesidad de un medio material. Esta novedad, sin embargo, es crucial en lo que

implican estos postulados.

Siendo de gran importancia el principio de la relatividad de los sistemas hoy en


día, ya que abarca todos los fenómenos del microcosmos y del macrocosmos, desde
los átomos que irradian ondas y corpúsculos, hasta los movimientos de los cuerpos
celestes situados a millones de años luz. Más aun por los principios recogidos en
Teoría de la Relatividad General que hoy han tenido aplicaciones tecnológicas:
«Necesitas aplicar la Teoría de la Relatividad General cuando el campo gravitatorio
es muy intenso, algo que ocurre en las cercanías de objetos muy densos, como un
agujero negro, una estrella de neutrones y quizás en una enana blanca, donde no nos
sirve la Teoría de Newton. Siendo de gran utilidad para que funcione el GPS y ofrecer
información sobre cosas que suceden en la superficie terrestre usando satélites que
están en el espacio, necesitas una gran precisión. Pero el ritmo al que corren los
relojes depende del campo gravitatorio». Cuanto más fuerte es ese campo, más lento
corre el reloj. Por ello, los relojes de los satélites GPS, que están a varios miles de
kilómetros, no van al mismo ritmo que los que tenemos en la superficie terrestre, y no
solo eso destacando por su ayuda a los astrofísicos a estudiar la materia oscura en
detalle a través del efecto de lente gravitatoria (la luz se curva en presencia de un
campo gravitatorio), y ya en los tiempos de Einstein en las aplicaciones en los campos
vinculados con las partículas, como la radioterapia.

Para concluir podemos mencionar que el principio de la relatividad de los sistemas ha

pasado por varios cambios en el transcurso del tiempo, presentando sus comienzos
con Galileo Galilei, hasta ser modificada y revolucionada por Albert Einstein, quien

propuso dos principios fundamentales dentro de la física moderna como son el

principio de la relatividad, que sostiene que las leyes de la óptica y el

electromagnetismo deben tener la misma forma en todos los sistemas de referencia

inerciales, y sobre la invarianza de la velocidad de la luz, mencionando que en el vacío

tiene un valor independiente del movimiento del cuerpo que la limite.

También podemos concluir que los principios de la relatividad de los sistemas, hoy en

la actualidad han contribuido de gran manera al desarrollo de la humanidad, ya que

el conocimiento de estos ha permitido el funcionamiento de los GPS, permitiéndonos

obtener información sobre lo que sucede en la superficie terrestre mediante el uso de

satélites localizados en el espacios, aquellos que ameritaran de una gran precisión.

Referencias Bibliográficas.

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