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INTRODUCCIÓN
A pesar de los antecedentes históricos de prácticas educativas en las cuales se enfatizaba la
necesidad de favorecer la interacción interpersonal, el trabajo en grupo, como estrategia central en la
promoción, el aprendizaje de los estudiantes y el potencial en sí mismo de la agrupación de los estudiantes
en las clases, la realidad es que este conjunto de aspectos han ocupado muy poco espacio en la formación
de los profesores/as, en la divulgación de procedimientos didácticos y en las orientaciones sobre el
desarrollo curricular. Entre los diversos antecedentes históricos más conocidos destacarían las
aportaciones de Ovide Décroly, Roger Cousinet, Célestin Freinet e, incluso, Paulo Freire. Los distintos
autores señalados, aun con la distancia en el tiempo y la diferencia de valores de referencia que mantienen
entre ellos, sostienen una convicción común. Para que se pueda desarrollar un proceso educativo de
carácter positivo en las personas, es necesario que éstas puedan activar y conducir situaciones
comunicativas entre iguales.
Sin embargo, en el conjunto de las actuaciones didácticas en la escuela hay que reconocer que
estas aportaciones pioneras han tenido un peso bastante relativo. No obstante, esas aportaciones históricas
pusieron de relieve el valor educativo de la interacción social en el seno de la clase, tanto en la dimensión
de las relaciones sociales como en la del aprendizaje, lo cual conlleva importantes consecuencias prácticas
en relación al ejercicio de la docencia. Desde esta perspectiva, las modalidades de aprendizaje
desplegadas por un sujeto en clase ya no pueden ser consideradas sólo una propiedad específica de aquel
individuo, como un comportamiento propio, sino que deben ser interpretadas según el juego de
intercambios que se dan en las aulas, a lo largo de un proceso de escolaridad, como un comportamiento
resultante de los intercambios de aquel individuo con el medio clase.
El autor.
INDICE
Contenido
INDICE............................................................................................................................................ 3
I UNIDAD: ....................................................................................................................................... 7
APRENDIZAJE COMO PROCESO INTERACTIVO ............................................................................ 8
1. LA EVOLUCIÓN DEL USUARIO FRENTE A LOS CAMBIOS EN LA WEB ...... 9
2. SOMOS LO QUE CONSTRUIMOS, CONSTRUIMOS LO QUE SOMOS .......... 10
3. LAS REDES SOCIALES COMO PLATAFORMAS DE COMUNICACIÓN Y
APRENDIZAJE..................................................................................................................... 12
4. USUARIOS 2.0 ............................................................................................................. 13
5. HACIA LA CREACIÓN DE UNA NUEVA IDENTIDAD ......................................... 14
6. LA IDENTIDAD DIGITAL............................................................................................ 15
7. PRINCIPIOS DE COLABORACIÓN EN ESPACIOS INTERACTIVOS .............. 17
..................................................................................................................................................... 20
II UNIDAD: .................................................................................................................................... 20
APRENDIZAJE COOPERATIVO..................................................................................................... 21
1. EL APRENDIZAJE COOPERATIVO. ....................................................................... 21
2. ESTRUCTURA DEL APRENDIZAJE COOPERATIVO. ......................................... 24
3. FINALIDADES DEL APRENDIZAJE COOPERATIVO EN UN CONTEXTO
MULTICULTURAL. .............................................................................................................. 27
4. OBJETIVOS DEL APRENDIZAJE COOPERATIVO. .............................................. 28
5. ROL DEL DOCENTE. .................................................................................................. 28
6. ELEMENTOS PARA UNA EVALUACIÓN DE LA ACTIVIDAD COOPERATIVA.
33
UNIDAD III: ................................................................................................................................... 35
DIMENSIÓN PEDAGÓGICA DE LOS ENTORNOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE .......................... 36
1. LA EDUCACIÓN VIRTUAL: EL MUNDO DE LA RED, LOS SUJETOS DE LA
RED, LAS TRANSFORMACIONES ................................................................................. 36
2. DESAFÍOS DE LA DIMENSIÓN PEDAGÓGICA EN LA EDUCACIÓN
VIRTUAL ............................................................................................................................... 38
3. REVISIÓN DOCUMENTAL ........................................................................................ 39
4. DE LOS ENTORNOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE, LAS PLATAFORMAS
Y OTRAS TENSIONES EN EDUCACIÓN VIRTUAL ..................................................... 40
5. LOS ACTORES DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL ................................................... 43
ORIENTACIONES
PARA EL BUEN
USO DE ESTE
MODULO
OBJETIVO
GENERAL DEL
MODULO
I UNIDAD:
Aprendizaje como proceso interactivo
Este hecho no sólo comprende un gran número de campos dentro de las sociedades
modernas contemporáneas, sino que ha generado una fuerte lucha entre el qué hacer,
el saber hacer, y el poder hacer, todo esto cuando se habla en materia educativa;
demostrándose una transformación de la noción del aprendizaje cuando se presenta la
intervención del elemento tecnológico.
Es importante hacer una reflexión en cuanto al análisis del papel del pedagogo ante la
trascendencia de la interactividad y los nuevos medios de comunicación en los procesos
educativos; como también la importancia del uso de algunos medios interactivos por
parte del estudiante en algunos procesos de la enseñanza aprendizaje.
Se puede concluir que cuando los formatos multimedia intervienen en los procesos de
enseñanza y aprendizaje: se aumenta la comprensión de un tema dado; el estudiante
"aprende haciendo”; es decir, se establece la participación activa de éste en el contexto
de un nuevo ambiente de aprendizaje; se establece una implicación completa de los
sujetos al proceso de enseñanza–aprendizaje; se rompen los límites temporales y
espaciales; el aprendizaje se convierte en significativo e interactivo y, surgen nuevos
recursos didácticos que permiten el proceso de mediación.
Para el director de la revista, Richard Stengel, los indi- viduos son los que «están
cambiando la naturaleza de la era de la información» y son «los creadores y
consumidores del contenido generado por los usuarios los que están trans-
formando el arte, la política y el comercio» (Nafría 2007, pág. 7). Razones suficientes
para otorgar a los usuarios tan merecido reconocimiento.
Estas nuevas posibilidades se han visto potenciadas por los sistemas de sindicación
que permiten ver de manera rápida los cambios en los contenidos de nuestras
páginas favoritas, creando con ellos redes de información compar- tidas entre los
usuarios.
Para Nafría (2007, pág. 112), «si la Web 1.0 había sido mayoritariamente un canal
de publicación unidireccional utilizado por las empresas para mandar información a
los usuarios […] la Web 2.0 es un medio bidireccional, de ida y vuelta, en el que el
papel del emisor y del receptor acaban confundiéndose».
La Web 2.0 es participativa por naturaleza. En ella los usuarios no suelen adoptar
una actitud pasiva, sino todo lo contrario. No sólo leen, también discuten, comentan,
valoran, opinan, proponen, anuncian, enlazan, escriben, publican, intercambian,
escogen, corrigen, comparten… Es decir, participan activamente. De hecho, en
numerosas Web 2.0, los usuarios sienten que la web es suya, y ese sentido de
pertenencia está plenamente justificado.
Todos estos tipos de interacciones a los que se refiere Nafría, y que son cada vez
más usuales entre los internautas, han sido recogidas desde la década de los
cincuenta por los teóricos de la educación para elaborar las taxonomías que les
permiten definir los objetivos de aprendizaje en sus planteamientos curriculares. Sin
ir tan lejos en el tiempo, hoy las instituciones educativas trabajan en la elaboración
de perfiles basados en competencias que buscan alcanzar muchas de las
habilidades antes señaladas.
Podemos decir entonces que, tecnológicamente, están dadas las condiciones para
desarrollar destrezas que nos permitan producir y gestionar información y
compartirla de manera abierta con otros, de manera económica y rápida.
de los casos lo han ido realizando en fases o etapas muy claras. Los primeros
esfuerzos han sido la «alfabetización tecnológica» de profesores y alumnos
(competencia tecnológica) y las transformaciones administrativas que esta nueva
oferta educativa supuso (competencias ins- titucionales).
Aun inmersos en estos profundos desafíos, la Web 2.0 y su nueva forma de concebir
Internet han abierto un nuevo abanico de posibilidades al aprendizaje en línea, que
sumadas a las plataformas tradicionales dan un fuerte impulso a las interacciones y
a la creación de comunidades de aprendizaje.
Entre los grandes méritos del e-learning siempre se han considerado como los
primordiales la ruptura del tiempo y del espacio. La Web 2.0 rompe nuevamente ese
espacio permitiendo construir aprendizajes fuera de las plataformas tradicionales y
con otras personas no necesariamente «compañeros de clase». Las comunidades
de aprendizaje que se materializan en la Red, son uno de los grandes logros de esta
nueva forma de aprender. El desarrollo de este tipo de comunidades, o comunidades
de prácticas (Wenger, 2001), pretende dar forma a un espacio donde es posible
construir el conocimiento mediante la interacción activa de los miembros de esa
comunidad.
Podemos decir con certeza que la Web 2.0 potencia al máximo las ideas
pedagógicas planteadas por la corriente constructivista y el constructivismo social
que pone su especial énfasis en la interacción social.
4. USUARIOS 2.0
Y ahora que ya contamos con la tecnología adecuada y hemos aplicado ese valor
estratégico a la construcción de espacios colectivos, vamos descubriendo el
verdadero perfil del usuario de hoy en día. Un usuario que produce contenidos y
servicios, transforma el lenguaje simplificando el esfuerzo para lograr la máxima
efectividad y que, conectado en todo momento, crea y accede a comunidades de
forma instantánea.
Las redes sociales se convierten en lugares de encuentro fortuito entre usuarios que,
respondiendo a los patrones del comportamiento humano, facilitan el aprendizaje
colectivo enriquecido por las aportaciones personales o individuales. En este
crecimiento conjunto podemos ya resaltar una de las muchas capacidades
adquiridas por el ser humano en su proceso de interacción con la tecnología.
Consiste exacta- mente en conseguir extraer una gran cantidad de informa- ción
significativa en tiempos cada vez más reducidos y con menor cantidad de
experiencia.
Esta capacidad que se intensifica según van pasando las generaciones, al vivir
desde sus inicios en ambientes tecnológicos y conocer el funcionamiento de las
redes fa- cilita una mayor adaptación a los sistemas y, a su vez, una adaptación
progresivamente inteligente de estos al usuario. Fumero (2007, pág. 49) los
denomina «nativos digitales» frente al concepto de «inmigrante digital».
Para Wenger (2001, pág. 187) existe una profunda conexión entre la identidad y la
práctica. Desarrollar una práctica exige la formación de una comunidad cuyos
miembros puedan comprometerse mutuamente y, con ello, reconocerse
mutuamente como participantes.
redes en las que intervenimos o en los canales de información a los que estamos
suscritos.
La identidad como trayectoria de aprendizaje: definimos quiénes somos por lo
que buscamos. Los sistemas de redes sociales dejan un registro claro de lo que
bus- camos en la Red, de lo que nos interesa.
La identidad como nexo de multiafiliación: definimos quiénes somos por la
manera en las que conciliamos todos nuestros entornos de participación en una
sola identidad. Los distintos ámbitos de nuestra vida (social, formativa, laboral,
etc.) tienden a unirse en espacios virtuales.
La identidad como relación entre lo local y lo global: definimos quiénes somos
cuando nuestros espacios de interacción encajan en constelaciones o espacios
más amplios. Cada red en la que participamos es parte de un conjunto complejo
de redes y subredes que crean espacios de comunicación inmensurables.
Aprendemos mucho más fuera de las aulas. Somos más de lo que el profesor puede
ver de cada uno. Las interacciones generadas en espacios de aprendizaje en línea,
«entornos cerrados», reflejan sólo una parte de nosotros mismos. Pero nuestra
identidad digital es mucho más de lo que cada uno pueda hacer en ese espacio. La
formación en línea tiene la posibilidad de integrar a los alumnos como sujetos
activos, con identidades más complejas y relaciones más profundas de las que se
pueden crear en entornos de aprendizaje «formales».
6. LA IDENTIDAD DIGITAL
Una identidad digital es la representación de una identidad humana que es utilizada
en los procesos de interacción con otras máquinas o con otras personas en redes
distribuidas. Windley (2005) define identidad como colecciones de datos sobre un
sujeto que representan sus rasgos, preferencias y atributos. Así, es posible saber
quiénes somos o cuáles son nuestras credenciales (atributos de esa identidad).
Hemos dado un salto cualitativo y hemos logrado que nuestra presencia en Internet
no esté representada por datos falsos o busque la máxima privacidad. La tendencia
de la Web 2.0 ha sido construir espacios diseñados para ani- mar a la participación.
Esto ha provocado que sea el propio usuario quien otorgue valor a cada entorno o
aplicación y éstas, a su vez, se enriquezcan de la actividad colectiva.
Prompt (2005, pág. 74) señala que no sólo necesitamos una definición operacional
y simple de identidad digital, sino que, además, necesitamos una buena
representación de la situación o del contexto en el que opera una identidad. A partir
de ese análisis de contextos específicos, Fred Cavazzawww1 representa el universo
Insistimos en la idea de que somos más de lo que el profesor puede ver de cada
uno, aunque en muchos casos mantenemos una coherencia en nuestra forma de
actuar supeditada a las reglas y convenciones de cada medio o canal. Nuestras
explicaciones acerca de la evolución de la web nos llevan a un acercamiento de
identidades conformando un mapa constante, único y previsible.
En este sentido, podemos aprovechar esta unicidad para entender a los demás y
reconocer ideas previas que nos ayuden a dirigir los aprendizajes o a buscar el
contacto con usuarios con perfi similares en entornos abiertos de comunicación.
Pero además, debe responder a esos principios que in- dicábamos, que permiten
que un usuario con una identidad claramente definida pueda compartir información
y mantener contacto con otros usuarios de perfiles similares.
Siguiendo la clasifi ación ofrecida por Typaldos (2000), y con algunas aportaciones,
pasamos a enumerar los principios de colaboración, característicos de las
principales comunidades web. Su utilidad y aplicación creemos que garantizan la
respuesta a las necesidades y expectativas de los usuarios y al éxito y viabilidad de
la estructura que presentan.
II UNIDAD:
UNIDAD II
Aprendizaje cooperativo
OBJETIVO DE LA UNIDAD
APRENDIZAJE COOPERATIVO
1. EL APRENDIZAJE COOPERATIVO.
Este capítulo pretende propiciar un acercamiento básico al proceso de enseñanza
aprendizaje articulado a través de la estructura cooperativa.
La sociedad, hoy en día, empuja al individuo a competir con sus semejantes por la
consecución de metas cada vez más elevadas; este modelo está presente en los
ambientes escolares: se fomenta la competitividad tanto por parte de las familias,
que esperan el éxito escolar, como por parte de la propia escuela donde se trabaja
la mayor parte del tiempo de forma individual.
En las últimas décadas se han producido una serie de cambios sociales que han
forzado a los seres humanos a vivir cada vez más cerca unos de otros, formando una
compleja estructura social donde las relaciones interpersonales adquieren día a día
mayor importancia.
La cooperación sería pues, una de las claves para la mejora de las relaciones sociales
y el progreso materia l de los individuos pero la escuela parece haber olvidado este
De igual modo que en las interacciones sociales que se dan en la vida ordinaria, en el
"aprendizaje cooperativo", el simple hecho de que las personas se relacionen o
coordinen en una situación concreta no supone necesariamente que juntas mejoren lo
que pueden hacer cada una por separado. Para ello será necesario que se produzcan
una serie de condiciones que pretendo queden recogidas en este capítulo.
Utilizaremos los métodos grupales no sólo con fines de socialización sino también de
adquisición y consolidación de conocimientos: Aprender a cooperar y aprender a través
de la cooperación.
Las propuestas educativas de Dewey, Lewin, Eliade y Freinet son ejemplifica acciones
de cooperación entre pares como fórmula educativa. Algunas de las condiciones del
aprendizaje cooperativo en orden a adecuarse a sus propios principios básicos y a los
objetivos del enfoque multicultural en educación son:
1. Planificar con claridad el trabajo a realizar. La tarea debe estar delimitada con
precisión, así como la participación exigida y el resultado logrado por cada miembro
del grupo (JOHNSON Y JOHNSON, 1993)
2. Seleccionar las técnicas de acuerdo con la edad, características de los
participantes, objetivos del programa, experiencia y formación del docente,
materiales e infraestructura disponible (PAGE, 1994)
3. Delegación de responsabilidad por parte del educador. El grupo asume parte de
dicha responsabilidad en la planificación, ejecución y valoración de la tarea.
4. Apoyarse en la complementariedad de roles – facilitador, armonizador, secretario,
etc.- entre los miembros del grupo para alcanzar los fines comunes asumiendo
responsabilidades individuales y favorecer, así la igualdad de estatus (SLAVIN,
1990).
5. Evaluación compartida: el equipo valora lo aportado por el individuo, la clase evalúa
al equipo y el profesor cada producción individual.
En cualquier estructura de aprendizaje, entendida como el conjunto de elementos
interrelacionados que se dan en el seno del aula en el proceso de enseñanza y
aprendizaje, según SLAVIN (1980) se pueden distinguir tres estructuras básicas
distintas:
La estructura de la actividad.
La estructura de la recompensa
La estructura de la autoridad.
Una estructura de aprendizaje cooperativa en relación a otra individualista o
competitivaestá determinada sobre todo por los cambios que se dan dentro de su
estructura de la recompensa, cuyo aspecto más importante es la estructura de
recompensa interpersonal (o interindividual), que se refiere a las consecuencias que
para un alumno individual tiene el comportamiento o el rendimiento de sus
compañeros. Esta estructura de recompensa interpersonal, pues, es distinta en función
que la estructura general de aprendizaje en el aula sea cooperativa, competitiva o
individualista.
LA ESTRUCTURA DE LA ACTIVIDAD
Composición de los equipos hay que procurar que sea heterogénea (en género,
étnia, intereses, motivaciones, capacidades...). En cierto modo, cada equipo debe
reproducir el grupo clase -debe ser un grupo clase en pequeño-, con todas sus
características.
El propio profesor o profesora puede en caso de conveniencia en la distribución de
los alumnos en los distintos equipos. Esto no significa, claro está, que no deba tener
en cuenta las preferencias y las "incompatibilidades" que puedan darse entre los
alumnos. Pero difícilmente se asegura la heterogeneidad de los componentes de
los equipos si éstos son "escogidos" por los mismos alumnos.
El trabajo cooperativo es algo más que la suma de pequeños trabajos individuales
de los miembros de un equipo. Si se usan estos equipos para hacer algo a los
alumnos (un trabajo escrito, un mural, una presentación oral...) debe asegurarse
que el planteamiento del trabajo se haga entre todos, que se distribuyan las
responsabilidades, que todos y cada uno de los miembros del equipo tengan algo
que hacer, y algo que sea relevante y según las posibilidades de cada uno, de
forma que el equipo no consiga su objetivo si cada uno de sus miembros no aporta
su parte. No se trata que uno, o unos pocos, haga el trabajo y que los demás lo
subscriban...
No se trata de sustituir el trabajo individual, realizado por cada alumno en su
pupitre, en solitario, por el trabajo de grupo, sino que debe substituirse el trabajo
individual en solitario por el trabajo individual y personalizado realizado de forma
cooperativa dentro de un equipo.
De todas formas, los equipos cooperativos no se utilizan sólo para "hacer" o
"producir" algo, sino también, y de forma habitual, para "aprender" juntos, de forma
cooperativa, ayudándose, haciéndose preguntas, intercambiándose información,
etc. Entre las actividades que hay que realizar dentro de la clase, en el seno de los
grupos, de- be incluirse también aquellas dedicadas más propiamente al estudio.
En cuanto a la duración de los equipos es decir, el tiempo que unos mismos
alumnos forman el mismo equipo- no hay establecida ninguna norma estricta.
Depende, por ejemplo, de las posibles "incompatibilidades" que puedan surgir entre
dos o más miembros del mismo equipo, y que no se habían podido prever. En este
caso, evidente- mente, habrá que introducir cambios. De todas formas, los alumnos
deben tener la oportunidad de conocerse, de trabajar juntos un tiempo
suficientemente largo (por ejemplo, un trimestre). Se trata, por lo tanto, de equipos
estables, en el sentido que no cambian cada dos por tres. Los alumnos no deben
LA ESTRUCTURA DE LA RECOMPENSA
LA ESTRUCTURA DE LA AUTORIDAD
común con los demás, sino también por aquellas características que le son únicas
y personales. Todos tienen algo que puede ser valorado por sus compañeros: su
buen humor, su compañía, su amistad, su capacidad por aprender matemáticas,
su capacidad física, etc.
Los alumnos deben tener voz en la toma de decisiones: podemos enseñar música,
escritura, matemáticas... a los alumnos, pero, haciendo esto, debemos enseñarles
a convivir democráticamente fomentando la responsabilidad individual y colectiva
en torno a la clase, permitiendo y facilitando la participación de todo el alumnado
en la toma de decisiones sobre todo lo que afecta a este entorno.
Facilita la comunicación intercultural, posibilitando la ruptura de estereotipos y
prejuicios que favorezcan el acercamiento y la aceptación compartida de todos los
miembros del aula y de la comunidad en general.
5. ¿Se puede conocer y valorar el progreso realizado por los distintos alumnos desde
el inicio hasta el final del trabajo?¿Posibilita el éxito de los componentes más
débiles del grupo?¿ Proporciona al grupo medios y criterios de evaluación del
propio trabajo?
Si No ¿
6. ¿Se han anticipado las dificultades más previsibles que pueden encontrar los
alumnos en el proceso de trabajo?
Si No ¿
9. ¿Se dispone de una cierta gama de recursos que puedan orientar o guiar el proceso
en los grupos con menos recursos? ¿Se puede realizar de forma autónoma?
Si No ¿
UNIDAD III:
UNIDAD III
Dimensión pedagógica de los entornos virtuales de
aprendizaje
OBJETIVO DE LA UNIDAD
La apuesta de esta dimensión encuentra que “la pedagogía debe entenderse no solo
como productora de conocimiento, sino también de sujetos políticos, en ese sentido
la comprensión del “otro”, del distinto, del diferente exige aproximaciones al diseño
de propuestas formativas en la distancia que reconozcan esta individualidad”
(Ortega, 2008. p. 65).
3. REVISIÓN DOCUMENTAL
El lugar desde el cual se teje la dimensión pedagógi- ca sirve de referente para
explorar las elaboraciones que, desde los trabajos de investigación analizados,
permiten dibujar el estado de la investigación en esta materia. Análisis que se centró
en tres focos de observación:
- Relaciones entre quienes intervienen en el acto pedagógico. Se busca así identificar los
actores que participan en el entorno mediado tecnoló- gicamente y desde el cual se
construyen otras subjetividades, otras formas de comunicación, otros roles de maestros
y estudiantes y desde donde emergen otros actores que construyen el proceso.
conocimiento generadas por el “eje gravitacional del empleo” (P. Drucker 1989);
aspectos que ocasionan modificaciones en las de- mandas de formación que el
sector productivo hace a la Universidad. Después de analizar 105 cursos
virtuales, muestra las debilidades de los enfoques educativos que, a través de
plataformas, delegan la responsabilidad con el conocimiento a diseños
sofisticados y atractivos, sin tener en cuenta los quiebres o las fracturas sociales,
culturales y comunicativas que inciden directamente en la educación y que en su
estudio se identifican como fracturas del conocimiento, de la evolución y de la
educación. Cada uno de estos quiebres da cuenta de los factores que afectan la
reconfiguración de los propósitos y modelos educativos: demandas de “calidad”
y de formación y transformaciones sustantivas en los procesos y modos de
comunicación y transmisión de saberes de la oralidad a la escritura, de la imagen
en formatos audiovisuales al manejo de códigos informacionales de la
informática. En estos tránsitos, las relaciones entre información y conocimiento
van demarcando unos modos de asumir lo educativo asociados a la asimilación,
la reproducción o la producción de conocimiento.
Los aportes del grupo de la UOC reconocen los ambientes híbridos entorno
digital y escenario presencial como adecuados para la construcción de
conocimiento, a partir de estrategias de resolución de problemas que procuran
desarrollar habilidades de búsqueda, análisis e interpretación de información
desde escenarios de aprendizaje colaborativos que también se implementan por
parte de los docentes. Se reconoce como constante la reflexión y el análisis para
el diseño de estrategias de formación que reconocen las particularidades de los
estudiantes y sus intereses.
Como refiere el equipo de la UOC (Gil, Felliu, Rivero, 2003), “la generación educada
en este inicio de siglo XXI también es audiovisual, pero lo que la caracteriza, es que
emerge ya en el interior de una cultura digital, que, como señala Tapscott es una
generación que llegará a la mayoría de edad baña- da en bits”. De este modo se
subraya la necesidad de analizar la cultura de la actual generación: sus formas de
relación, de comunicación; las ideas de futuro, de trabajo; sus deseos, sus
identidades. Análisis realizados con la intención de actualizar los viejos problemas
de una educación descentrada entre otras por las demandas de una sociedad
posmoderna carente de certezas y por la adopción sin más de tecnologías y medios
que facilitan el acceso a grandes volúmenes de información y desde donde se
proponen otras formas de relación y construcción de conocimiento.
El mismo trabajo se ocupa de indagar por esas prácticas de los jóvenes por fuera
de la institución escolar que aportan desde experiencias no oficiales a la
UNIDAD IV
UNIDAD IV
Comunidades virtuales de aprendizaje
OBJETIVO DE LA UNIDAD
1. LA COMUNIDAD VIRTUAL.
A pesar del estudio de las comunidades constituir hoy un campo importante de
investigación y un dominio en franca expansión, es conveniente referir que mucha
investigación relacionada con grupos de trabajo a distancia no se encuadra en el
ámbito de las comunidades. Existe una heterogeneidad de investigaciones,
relacionadas con comunicación síncrona, asíncrona, comunicación online, análisis
de la interacción en red y espacios virtuales que, a pesar de una base de trabajo en
grupo, no se encuadran específicamente en el funcionamiento de las referidas
comunidades de aprendizaje.
Para Coll (2004), las comunidades virtuales son: “(...) grupos de personas o
instituciones conectadas a través de la red que tienen como foco un determinado
contenido el tarea de aprendizaje. Las CVA se caracterizan por la existencia de una
comunidad de intereses y por el uso de las TIC en una doble vertiente: como
instrumento para facilitar el intercambio y la comunicación entre sus miembros y
como instrumento para promover el aprendizaje. Conviene señalar, sin embargo,
que la mera utilización de las TIC por un grupo de personas o instituciones no basta
De la misma forma Salinas (2003) subraya que “(...) mientras que las comunidades
físicas tienen unas determinadas relaciones, las comunidades virtuales tienen otro
tipo de lógica y otro tipo de relaciones, pero también son comunidades, es decir,
generan sociabilidad, relaciones humanas, normas de comportamiento y generan
mecanismos de organización..., auque en muchos aspectos no coinciden con las
comunidades físicas” (p. 4).
Para los últimos autores, los modos de agrupamiento humano pueden situarse un
continuo, desde lo simples agrupamiento de personas, con mayor o menor deseo
de envolverse en un emprendimiento común, hasta los grupos caracterizados por
un alto nivel de envolvimiento y cohesión. De esta manera, para Henri y Pudelko
(2002 y 2003), en la caracterización de las comunidades, parece importante la
intencionalidad y la cohesión que se establece entre los participantes. “Estas
comunidades comparten características comunes pero en grados diferentes. De la
comunidad de interés a la comunidad de práctica, el compromiso, la participación,
la ayuda mutua, el compartir de significaciones comunes y la afirmación de la
identidad común ganan en intensidad a medida que se afirma la intención de realizar
el proyecto comunitario y que se estrechan los vínculos entre los miembros de la
comunidad. Así pues, el proyecto de una comunidad puede desarrollarse y
precisarse al compás de las interacciones de los participantes” (Henri y Pudelko,
2002, p. 5).
En este sentido, los autores citados pretenden un instrumento que pueda medir
algunas dimensiones de las comunidades y, no tanto, una taxonomia que intente
caracterizar las comunidades en la globalidad de sus características (Develotte y
Mangenott, 2004). Las comunidades no tienen necesariamente de evolucionar,
pueden cristalizar, transformarse o adquirir nuevas propiedades dentro del mismo
tipo de comunidad, o simplemente extinguirse.
Grupo
Reagrupación
Una comunidad de este género puede comportar varios grupos o equipas que
influencian su dinámica de trabajo. Los grupos toman forma con base en un saber
explícito que alimenta un aprendizaje en un dominio de saber específico, pero que
puede servir para alimentar el aprendizaje colaborativo e iniciar el desarrollo de una
comunidad. El trabajo colaborativo en que asientan estas comunidades sirve para
crear y mantener la solidaridad en el seno del grupo, para tener conciencia de la
división del trabajo y de la responsabilidad para con la comunidad. El que distingue
las comunidades del simples grupo de estudios es el hecho de los alumnos
armonizar el aspecto social de su relación con el aspecto de la aprendizaje escolar
(Dillenbourg y otros., 2003).
Con el tiempo, la comunidad adquiere una dinámica cultural y una historia que puede
ser compartida con sus miembros a través de constructos conseguidos por la
comunidad. La comunidad es más suportada por el aprendizaje común sustentado
en una práctica habitual, que por la consecución de objetivos previamente
establecidos.
El suceso de este tipo de comunidades parece, así, asentar bastante en una cultura
e historia comunes compartidas entre sus miembros. Como consecuencia de la
actividad, las comunidades tienen ciclos de vida que reflejan ese proceso: se
cristalizan, se desarrollan o se dispersan en función del momento, de la lógica, de
los ritmos y de la energía social del aprendizaje (Wenger, 2001). Las comunidades
de práctica son estructuras emergentes (Wenger, 1998; 2001). Como tal, no está
El 1º nivel, el corazón del grupo, añade las personas que participan activamente en
las discusiones, en los debates, en la labor de la comunidad. Es este grupo que
orienta las actividades y da rumo a la comunidad, pudiendo sus miembros, ser
considerados los auxiliares del coordenador. El nivel siguiente, el llamado grupo
activo, es constituido por los miembros que tienen una participación regular, pero no
tan frecuente como los del nivel anterior. Una gran proporción de los miembros
pertenece al 3º nivel, esto es, son periféricos y raramente participan. Unos por falta
de tiempo y, otros, porque los temas o los asuntos no son considerados
suficientemente cautivantes en dados momentos. Como reconocen Wenger y otros.
(2002), estos niveles son bastante fluidos y sus miembros pueden moverse entre
ellos. Así, los miembros activos, pueden dejar de serlo y nuevos miembros o
miembros periféricos pueden incrementar su actividad, al mismo tiempo que se van
dirigiendo para el corazón de la comunidad.
Exterior
Frontera
Coordenador
Envolvimento de
los membros
Ese incremento de actividad puede estar relacionado con el interés de los miembros
por los nuevos abordajes de la comunidad o por otra razón que incentive la
participación. “Porque los límites de una comunidad son fluidos, incluso los que
están fuera de la comunidad pueden llegar a estar absolutamente implicados en
determinado tiempo, pues el foco de la comunidad cambia al alterar sus campos de
interés o de maestría. La llave para la buena participación de la comunidad y para
un alto grado de movimiento entre los niveles es diseñar actividades para la
comunidad que permiten que los participantes, en todos los niveles, se sientan como
miembros de pleno derecho” (Wenger y otros., 2002, p. 57).
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