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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL


DE LOS LLANOS OCCIDENTALES
“EZEQUIEL-ZAMORA”
UNELLEZ- APURE

Vice-Rectorado de Planificación y
Desarrollo Regional
COORDINACION DE POSTGRADO

ESTRATEGIAS DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA: UNA VISIÓN


ORGANIZACIONALPARA EL PERSONAL QUE LABORA EN EL
DEPARTAMENTO DE CATASTRO DE LA ALCANDIA DEL MUNICIPIO SAN
FERNANDO ESTADO APURE.

Trabajo Especial de Grado presentado como requisito parcial para optar al


Título de Magister. Gerencia Pública.

Autor:
David Perez.

Tutor:

San Fernando de Apure Abril, 2019


CAPITULO I
EL PROBLEMA

Planteamiento del problema

Hacer referencia a la palabra Gerencia es identificar un sistema que


implica la coordinación de todos los recursos disponibles en una organización
(Humano, físico, tecnológico, financiero), para que a través de los distintos
procesos de: Planificación, Organización, Dirección y control se logren los
objetivos trazados previamente. Dentro sus características, las cuales debe
aplicar un verdadero líder dentro de su empresa tenemos: Tareas, Funciones,
Responsabilidad, Actividad, Conducción Y Dirección.

De igual manera, la gerencia pose según su clasificación variedad de acción,


pero para el estudio que nos repercute es importante conocer la Gerencia
Publica. La cual centra en su aplicación en las áreas pertinentes del Estado que
le permitan alcanzar niveles de desarrollo y con ello permite satisfacer las
necesidades de los ciudadanos y establecer mejoras en su calidad de vida. Esta
gerencia según la distribución de poder del Estado, se desarrolla en las distintos
niveles de organización: Nacional, Estadal y Municipal. Cumpliendo con el
objetivo de manejar las variables que se presente en la Gestión de Gobierno.

En tal sentido, la participación ciudadana en la gestión pública. Dicha temática


es abordada, por ejemplo, en la Carta Iberoamericana de Participación
Ciudadana en la Gestión Pública del Centro Latinoamericano de Administración
para el Desarrollo (CLAD), donde se establecen principios y orientaciones para
que los ciudadanos de los Estados iberoamericanos participen en la construcción
social de políticas públicas, potenciándose así la democracia, la inclusión social
y el bien común (CLAD, 2009). Para el CLAD, la participación ciudadana en la
gestión pública se entiende como “el proceso de construcción social de las
políticas públicas que, conforme al interés general de la sociedad democrática,
canaliza, da respuesta o amplía los derechos económicos, sociales, culturales,
políticos y civiles de las personas, y los derechos de las organizaciones o grupos
en que se integran, así como los de las comunidades y pueblos indígenas”
(CLAD, 2009:3-4).

En esta definición se destaca el carácter de corresponsabilidad social y de


inclusión universal de la participación. Asimismo, uno de los aportes de la carta
del CLAD es el establecimiento de principios en que se basa la participación
ciudadana en la gestión pública. Se tiene: constitucionalización, igualdad,
autonomía, gratuidad, institucionalización, corresponsabilidad social, respeto a
la diversidad y no discriminación, adecuación tecnológica (CLAD, 2009).
Finalmente, otro de los grandes aportes de la carta es la concepción de la
participación ciudadana como un derecho fundamental, que “es apreciado como
un derecho de todo habitante iberoamericano con respecto a la gestión pública
del país en que reside en el ejercicio de los derechos que le conciernen o, en su
caso, a la gestión pública vinculada a los procesos de integración regional o
subregional” (CLAD, 2009:2).

Dentro del enfoque de participación ciudadana en la gestión pública, un


aspecto relevante son los niveles a través de los cuales se puede manifestar la
participación ciudadana, donde existen distintos modelos que establecen tipos
de niveles con elementos característicos, el más contemporáneo es el “Spectrum
de Participación Pública” creado por la Asociación Internacional para la
Participación Pública (2000). Este plantea cinco niveles de participación
ciudadana en la toma de decisiones políticas. Los niveles son: Información,
Consulta, Involucramiento, Colaboración y Apoderamiento. De esta forma, el
spectrum va desde la comunicación unidireccional hasta llegar al traspaso del
poder de la toma de decisiones al ciudadano. Por lo tanto la participación
ciudadana es un esquema que hoy en día es parte del desarrollo de cualquier
sociedad que se diga democrática y si bien esta en el deber ser parecen
vislumbrar una mayor injerencia de los ciudadanos en los asuntos públicos,
también es cierto que invitan a distintos sectores como el privado, el académico
y el social a formar parte de un modelo que propone una mayor horizontalidad
en la toma de decisiones públicas; En tal sentido, convierte en una de las
herramientas insustituibles de las sociedades democráticas, que permite
diferenciar a los pueblos con libertad política de aquellos en los cuales no se
respetan en su totalidad los elementos de expresión.

En el mundo existen sistemas de participación ciudadana que llevan


funcionando desde hace más de cien años y en países muy diferentes. La
experiencia larga y variada de dichos sistemas demuestra el impacto muy
positivo en la sociedad que ha tenido en esos otros países. Además de los
ejemplos clásicos, como Suiza, se asiste a un desarrollo muy fuerte de los
sistemas de participación ciudadana en todo el mundo, en particular en los
últimos años, gracias especialmente a las nuevas posibilidades que brinda
Internet. Islandia, Finlandia, Brasil, Estados Unidos, son algunos de los países
que más están apostando por una participación directa de la ciudadanía en la
toma de decisiones.

La Comisión Económica para América Latina (CEPAL), el Centro


Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, (CLAD), así como el
Consejo Latinoamericano de Escuela de Administración (CLADEA), han venido
desarrollando una serie de consideraciones y reflexiones sobre la experiencia en
la región en materia de gestión pública, las cuales se han venido incorporando
orientaciones para ser mucho más efectivo en materia de participación,
descentralización y de buena gobernanza en materia de gestión pública,
añadiendo instrumentos sociales y políticos que permitan “regionalizar” estas
tendencias gerenciales en la región, cuyas raíces, tal como también se señaló,
sus orígenes difieren en muy buena parte del contexto sociopolítico en el cual se
intentan implantar. Estos elementos (participación, descentralización y
gobernanza) se pudieran considerar como una especie de categorización de
indicadores que permiten medir el nivel de compromiso que tienen los gobiernos
y la sociedad en la construcción de espacios de convivencia y de satisfacción
plena de las necesidades de la sociedad en su conjunto.

En el caso específico de Venezuela, se plantea una serie de cambios políticos,


económicos y sociales a partir de agosto de 1999, cuando se instala la Asamblea
Nacional Constituyente, con el objeto de redactar y proponer una nueva
Constitución que sirviese de base para sustanciosas innovaciones y
transformaciones en el país en la que el Estado como institución sufrió una
transformación en todo su contexto, entre las cuales se destaca una forma
distinta de diseñar y hacer gobierno, e incluso de la aplicación de mecanismos e
instrumentos inéditos para el logro de sus fines supremos. Y por supuesto, de
reformas administrativas que permitieran modernizar la administración pública y
su estilo de gerencia en los asuntos públicos; dando nacimiento, sin lugar a
dudas, a un nuevo esquema para gobernar.
.
En el actual contexto socio-político, la participación ciudadana en Venezuela
está supeditada a la propuesta formulada desde el poder ejecutivo nacional en
la que se incorpora la estructura del Estado Comunal cuya base constitucional
está dada bajo la siguiente declaración expuesta en la CRBV (1999: art. 5): “La
soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente
en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante
el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público”, situación que a juicio
de Brewer-Carías (2010) el Estado comunal no representa lo expresado en este
articulo 5 de la CRBV-99, manifestando que:

Todo ello es inconstitucional, particularmente


porque en la estructura del Estado Comunal que se
monta, el ejercicio de la soberanía en definitiva es
indirecta mediante “representantes” que se “eligen”
para ejercer el Poder Popular en nombre del
pueblo, y que son denominados “voceros” o
“vocerías,” pero no son electos mediante sufragio.
(p.5).

Este intento de desplazamiento de la estructura formal –gobernaciones y


alcaldías- por otra auspiciada desde el discurso oficial en la que se ofrece mayor
poder y protagonismo al pueblo en materia de administración de recursos, ha
generado un controversial debate entre los sectores que lo apoyan y quienes se
resisten a tal modalidad de gestión pública; unos piensan que de concretarse
esta propuesta de desplazamiento, podría generar una situación poco favorable
para la sociedad en términos de respuestas efectivas y eficientes en materia de
gestión pública, dado que el municipio representa la unidad primaria del poder
político y de acercamiento al ciudadano común en una localidad determinada, tal
como lo refrenda Tocqueville (2007:73): “en el seno del municipio se ve reinar
una vida política real, activa, democrática y republicana en todo”, es decir, el
municipio es un espacio para el debate de la política y de la acción social, el cual
debe ser administrado bajo la doctrina de la libertad y la descentralización del
poder. Y si bien es cierto que estas instancias de participación (consejos
comunales) asumen un rol deliberante en términos de soluciones y propuestas
dentro del contexto local, las mismas deben considerar la estructura formal
propuesta desde la CRBV99 en las que los Consejos Locales de Planificación
de Políticas Públicas (CLPPP) son receptoras de sus demandas, dando
cumplimiento formal al esquema natural de gobernanza local;

Es menester señalar que la materia local está plagada de elementos que la


conforman y gravitan en torno a derechos humanos, los cuales son
irrenunciables. El de asociación; elevar peticiones y obtener oportuna respuesta;
desenvolvimiento libre de la personalidad; libertad económica, entre muchos
otros. La participación ciudadana recoge los mencionados, por decir lo menos,
dado que implica un ejercicio individual y colectivo de esos y otros derechos
consagrados por el ordenamiento jurídico venezolano.

En este orden de idea la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (LOPPM,
2010) se establecen los llamados Medios de Participación, entre los que se
encuentran: Cabildos Abiertos, Asambleas de Ciudadanos, Consultas Públicas,
Presupuesto Participativo, Iniciativa Popular, Control Social, Referendos,
Iniciativa Legislativa, Medios de Comunicación Social Alternativos, Instancias de
Atención Ciudadana, Autogestión, Cogestión.

A mayor abundamiento, la LOPPM tiene como principio cardinal la


participación; para muestra basta con la creación de organizaciones de tipo
comunitario, como cooperativas, empresas municipales (mixtas o exclusivas),
fondos de ahorro, entre otros; donde se invierten recursos y se da cabida a los
ciudadanos en su conformación para la gestión y atención de necesidades
colectivas en áreas como salud, aseo urbano y domiciliario, ornato, protección
vecinal, entre otras. Por ello se considera, desde el punto de vista de esta
investigación, que el protagonismo de la participación ciudadana está dada en el
debate establecido en toda la estructura organizativa de desarrollo que conforma
el poder local.

En relación con la participación de los ciudadanos y ciudadanas en el catastro


de la gestión pública municipal, el artículo 253 de la Ley Orgánica del Poder
Público Municipal (2005), establece:

La participación protagónica del pueblo en la


formación, ejecución y control de la gestión pública
municipal es el medio necesario para garantizar su
completo desarrollo tanto individual como
colectivo, dentro del Municipio. Las autoridades
Municipales deberán promover y garantizar la
participación de los ciudadanos y ciudadanas en
la gestión pública y facilitar los medios y
procedimientos para que los derechos de
participación se materialicen de manera efectiva,
suficiente y oportuna.

De estas ideas se comprende, que es función del Estado regular el sistema


económico teniendo en cuenta la protección social de sus ciudadanos y
ciudadanas. Sin embargo, la política económica dominante, el neoliberalismo,
debilita el poder del Estado fortaleciendo el sector privado y asegurando el
predominio del mercado. Para restaurar el desequilibrio causado por el
predominio del sistema económico frente a los sistemas sociales, políticos y
culturales, es necesario que, por un lado, los Estados orienten sus políticas en
el sentido de equilibrar la justicia y garantizar la democracia a todos los
ciudadanos y ciudadanas y por el otro, que los mismos ciudadanos y ciudadanas
participen en el sistema de gobernabilidad democrática, presionando para que
exista un mayor equilibrio entre los diferentes sistemas, pues según Prats
(Guzmn, V. 2202 Pp. 9), la gobernabilidad es una cualidad de los sistemas y de
las sociedades y no de los gobiernos.

El ejercicio de la ciudadanía se encuentra así articulado con la posibilidad de


regulación y control de un Estado y con la posibilidad de incidencia directa en la
regulación del sistema económico. En una democracia participativa, son las
mismas sociedades que tienen el poder de tornar efectivas las decisiones del
Estado, de lograr ejercer los mecanismos de control y de construcción de
políticas públicas a nivel local y global.

A lo largo del tiempo, las sociedades son cada vez más conscientes de que la
participación ciudadana es fundamental para regular el Estado, para que este
proteja los derechos de las personas. Así la ciudadanía es el resultado los
derechos defendidos a través de la participación ciudadana, el resultado de lo
que se puede construir entre todas las personas que habitan un determinado
territorio, ya sea este la casa, el barrio, el municipio, el país, el continente o el
planeta.

De allí, que los obstáculos a la participación de la sociedad civil no son sólo


de índole político-institucional, sino igualmente de carácter económico y cultural.
Ya que a partir de ese sustrato cultural, que garantice el pluralismo o los
derechos de las minorías y su legitimidad, se forma la solidaridad ciudadana.

En la medida que se amplíe la esfera pública a través de lo público no estatal,


se fortalecen el estado y la sociedad civil y de esta manera la propia democracia.
Este fortalecimiento de la sociedad civil no puede ser definido como un programa
desde el Estado sino a la inversa, desde la perspectiva de la sociedad se da
sentido a la propia transformación del Estado.

Este nuevo espacio de lo público no estatal contribuye a la comprensión de


una nueva articulación entre Estado y sociedad y lleva a reconstruir el Estado
hacia propuestas de democracia directa y participativa, y una mayor eficiencia
en la prestación de servicios al ciudadano.
La participación política implica la representación en condiciones de igualdad,
el pluralismo político y de oportunidades de deliberación. Pero, cómo se logra en
la complejidad social la posibilidad de la deliberación. Los actores sociales
devienen en actores políticos en el marco de identidades que son moldeadas por
prácticas sociales. Estas prácticas hacen a la construcción de la ciudadanía y se
constituyen en condiciones y medios de la participación ciudadana. La noción de
ciudadanía, así implicada, se construye tanto alrededor de derechos como de
deberes sociales. Supone, además la identificación con las claves normativas de
la participación política -igualdad política, pluralismo político y deliberación
pública- y un compromiso con la libertad.

En los países en desarrollo ni los mercados ni los gobiernos trabajan tan bien
como estos quisieran. En problemas como: las tierras públicas, administración
del medio ambiente, infraestructura, educación, salud y recursos humanos. La
mayoría de los países en desarrollo han fracasado en el intento de lograr un
mejor trabajo por parte del Estado, esto es debido a que las oficinas
gubernamentales no tienen objetivos claros, cuentan con evaluadores de
resultados deficientes e incentivos que apenas relacionan la remuneración con
el rendimiento; la corrupción; el derroche y el abuso a lo que se suma la excesiva
centralización. Se dejan de lado asuntos como la participación popular, las
asociaciones cívicas.

Para que un Estado trabaje bien, sus autoridades deben tener una estructura
bien definida con objetivos claros sujetos a evaluaciones periódicas, una
tecnología adecuada. Las metas de las actividades gubernamentales tienden a
ser vagas, múltiples y recargadas, a menudo, es particularmente difícil evaluar
resultados o rendimientos en el dominio público o relacionar la remuneración con
el rendimiento.

En lo que respecta al catastro del Municipio San Fernando, se puede señalar


que con su estructura se puede establecer un sistema de información integral y
globalizada de todos y cada uno de los bienes públicos. Para ello se contaria
con la participación ciudadana como mecanismo de ayuda en la gestión, contril
y fiscalización, lo que permitirá evitar alteraciones del orden paisajista y
decorativo de la ciudad de San Fernando; así mismo este permite mantener lo
cultural, garantizar espacio para el esparcimiento y zonificación de áreas
urbanas para el desarrollo industrial. Este sistema de información garantizara la
conformación de planes de desarrollo local que amerite la sociedad San
Fernandina y con ello se logre un desarrollo altamente eficaz y eficiente dentro
del Municipio.

No obstante, en las gestiones públicas municipales se han desarrollados


políticas y estrategias a fin de minimizarse y controlar el mal manejo del catastro.
Estos hechos no han podido establecer una sinergia entre los autores del poder
público que garantice la participación ciudadana dentro de esta importante área
del sistema administrativo del poder Público Municipal. Tal como lo establece las
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las demás leyes de la
Republica. Así mismo, se carece de una información amplia de cada uno de los
bienes que se distribuyen en el Municipio en materia de servicios públicos. Lo
que imposibilita continuidad en la gestión de gobierno.

Para mitigar esas prácticas negativas de la gestión pública, la ciudadanía tiene


que apoyarse en ese marcado soporte legal que le permite manifestar de manera
individual o colectiva su aprobación, rechazo, observaciones, propuestas,
iniciativas, quejas, denuncias, y en general, expresarse respecto a los asuntos
de interés colectivo en la vida local.

Por tal motivo y sobre la base de los postulados de la democracia participativa


y protagónica; el control social; la corresponsabilidad social y la transparencia
hacia las comunidades, surgen algunas interrogantes:

¿Cuál es el conocimiento existente de los ciudadanos y ciudadanas y de los


líderes del Poder Público Municipal del Municipio San Fernando, sobre
participación ciudadana en el catastro de la gestión municipal?

¿Qué medios de divulgación y promoción de la participación ciudadana, son


utilizados por los órganos locales del Municipio San Fernando?
¿Cuáles son los mecanismos de participación ciudadana utilizado en el
catastro de la gestión pública del Municipio San Fernando?

¿Cómo será el proceso de incorporación de la participación ciudadana en el


catastro de la gestión municipal?

¿Cómo Diseñar Estrategias de Participación Ciudadana: Desde una Visión


Organizacional para el Personal que Labora en el Departamento de Catastro de
la Alcandía del Municipio San Fernando Estado Apure?

Objetivos de la Investigación

Objetivo General

Proponer Estrategias de Participación Ciudadana: Desde una Visión


Organizacional para el Personal que Labora en el Departamento de Catastro de
la Alcandía del Municipio San Fernando Estado Apure.

Objetivos Específicos.

1. Identificar el conocimiento existente de los ciudadanos y ciudadanas y de


los líderes del Poder Público Municipal del Municipio San Fernando, sobre
participación ciudadana en el catastro de la gestión municipal.

2. Describir los medios de divulgación y promoción de la participación


ciudadana, utilizados por los órganos locales del Municipio San Fernando.

3. Determinar los mecanismos de participación ciudadana utilizado en el


catastro de la gestión pública del Municipio San Fernando.

4. Identificar el proceso de incorporación de la participación ciudadana en el


catastro de la gestión municipal.
5. Diseñar Estrategias de Participación Ciudadana: Desde una Visión
Organizacional para el Personal que Labora en el Departamento de Catastro de
la Alcandía del Municipio San Fernando Estado Apure.

Justificación de la Investigación.

La participación ciudadana puede ser entendida como “una alternativa para la


construcción de consensos y como un medio para contener la discrecionalidad
de la burocracia”. En la actualidad, la sociedad democrática de derecho
participativo se nutre de la voluntad libre expresada por los ciudadanos y
ciudadanas en la participación a través de los diferentes medios, en los asuntos
de interés público.

La incorporación de la participación ciudadana en el catastro de la gestión


pública cobra mayor importancia en el ámbito municipal, pues el Municipio es la
unidad política primaria de la organización nacional donde administradores y
administrados interactúan más de cerca. Se entiende, que en condiciones
óptimas de participación ciudadana, administradores y administrados comparten
la responsabilidad social en la optimización del uso de los recursos asignados
y/o gestionados, así como en la calidad de vida que se alcance en su jurisdicción
municipal. La investigación se justifica al considerar las siguientes razones.

Teóricamente será importante porque se pretende averiguar de una manera


más coherente la relación que existe entre las autoridades y la población en el
marco de las experiencias realizadas en los últimos años entre el desarrollo local
y la participación ciudadana. Es importante conocer, evaluar y analizar la
proximidad que existe entre ellos. Además se explorará los campos de estudio
en lo referente al tema de participación ciudadana, y la gestión municipal a fin de
reforzar la cultura de la participación ciudadana en el Municipio San Fernando.

En lo institucional la investigación contribuirá a el Municipio San Fernando,


para conocer con mayores detalles los avances obtenidos en su gestión y que
pueda servir como un insumo para la formulación de un modelo local de
participación ciudadana, permitiendo planificar, organizar, direccionar y controlar
el desarrollo, político y social en una forma más democrática.

Por la relevancia política; se pretende resolver y dar solución a los problemas


que tiene la población, dando prioridad y estableciendo jerarquías de los mismos;
en razón o medida en que participen activamente y que la municipalidad mejore
su gestión municipal en la promoción de la participación ciudadana.

La participación ciudadana siempre se encuentran alejados de las gestiones


municipales en la distribución de recursos materiales y políticos, se trata de
democratizar el poder incluyendo a todos los sectores sociales que permita
mejores condiciones de vida para toda la población. La participación ciudadana
en los políticos, constituye un elemento principal para la democratización y para
un desarrollo sostenible, en este contexto es necesario plantear la generación
de nuevas estrategias en la gestión municipal para lograr la participación
ciudadana.

En lo metodológico, se pretende que el trabajo sirva como referente para


investigaciones futuras vinculadas al tema área Ciencias Sociales y Jurídicas y
en la investigación Procesos Sociales e institucionales.

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