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Conversión en Profundidad
Contribuido por Leslie R. Denham y Dave K. Agarwal, Interpretación Interactiva y Capacitación
La velocidad de la onda sísmica P puede ser medida directamente al registrar una fuente de
energía sísmica convencional (tal como una carga de dinamita, un vibrador, o una pistola de aire)
con un geófono especial bajado en un pozo de exploración. Este estudio de la velocidad en pozo
convencional (o estudio checkshot) registra un número pequeño de disparos de un geófono a
grandes intervalos de profundidad (usualmente 100 m o más) desde una sola posición de la
fuente. El tiempo de arribo de la primera energía desde cada disparo se asume que es el arribo de
la onda-P, y la relación de tiempo a profundidad dada por el estudio puede ser usada para
convertir directamente al tiempo en profundidad. Algunas correcciones son usualmente
necesarias: una corrección para una capa de baja velocidad cercana a la superficie de la fuente;
correcciones de la elevación de la fuente y elevación de la referencia de la perforación con la
elevación de la referencia sísmica; y correcciones para una ruta no-vertical.
Algunas veces, se registra un perfil sísmico vertical (VSP), con el geófono mucho más cerca a los
intervalos de profundidad y quizá a varias posiciones de la fuente para cada profundidad del
geófono (un VSP de alejamiento). No sólo se espera que el VSP proporcione la imagen del
subsuelo en la vecindad del pozo (wellbore), sino que también proporcione la información de la
velocidad vertical de la misma manera que un estudio de checkshot lo hace, y usualmente de
forma más precisa.
Los datos sísmicos por si mismos proporcionan información de la velocidad a través de la medición
del movimiento normal hacia afuera NMO. Si una reflexión sísmica es registrada desde un
reflector horizontal, y la tierra por encima del reflector (la sobrecarga) tiene una velocidad
uniforme V de la onda-P, el tiempo de recorrido T(x) de la separación fuente-receptor de x está
dado por la ecuación hiperbólica
T2(x)=T2(0)+(x2/V2)
Dada la relación entre T(x) y x para un reflector, la velocidad de sobrecarga puede ser calculada. El
procesamiento sísmico convencional apila o suma los datos registrados variando la separación
fuente-receptor. El tiempo de reflexión es corregido hacia cero de la separación fuente-receptor al
ajustar una hipérbola a la curva del tiempo de arribo de la reflexión, aun cuando la velocidad de
sobrecarga no sea uniforme y el reflector no sea horizontal. El valor de V de dicha hipérbola con
“mejor ajuste” es llamada la “velocidad de apilamiento”, debido a que tiene las dimensiones de
velocidad (distancia dividida entre tiempo) aun cuando no es una velocidad en un sentido real.
C. Hewitt Dix (1955) señaló que si la sobrecarga es considerada como no-uniforme sino que
constituida de varias capas horizontales, la velocidad de apilamiento (aunque el no usó ese
término) es aproximadamente igual a la “media de la raíz al cuadrado” de las velocidades de la
capa. La velocidad V de una capa uniforme entre dos reflexiones horizontales con cero-tiempo de
compensación de t1 y t2 y velocidades de apilamiento de V1 y V2 es entonces dado por
Con algunas aproximaciones entonces podemos calcular los intervalos de velocidades entre las
reflexiones de las “velocidades” usadas por el centro de procesamiento para apilar los datos. Estos
valores de velocidad de apilamiento están disponibles por parte del geofísico de procesamiento, y
son normalmente proporcionados por el interprete como una lista de pares de tiempo-velocidad.
Las velocidades del intervalo calculadas usando la ecuación de Dix pueden, en principio, ser usadas
directamente para la conversión en profundidad. Hay un gran trecho entre el principio y la
práctica. Primeramente, tanto las partes superior e inferior de la ecuación son diferencias, de tal
forma que entre más delgada sea la capa, mayor será el error en la velocidad calculada. La
incertidumbre en la velocidad es inversamente proporcional al intervalo de tiempo: para una
velocidad del intervalo calculado sobre un intervalo de 1000-ms en un modelo simple, un 1% de
error ya sea en la velocidad RMS da un 1% de error en la velocidad del intervalo, el mismo 1% de
error en la velocidad RMS da un 20% de error si el intervalo de tiempo es de solamente 50-ms. Las
reflexiones usadas por el centro de procesamiento para calcular las velocidades de apilamiento
son raramente aquellas mapeadas por el intérprete y en cualquier caso ellas son reflexiones no
migradas. Además, las velocidades del intervalo calculadas son en realidad velocidades
horizontales, no velocidades verticales. La tierra raramente tiene la misma velocidad tanto
verticalmente como horizontalmente (esta no es isotrópica). Y las capas usadas para el análisis de
velocidad son raramente uniformes. Finalmente, las reflexiones no son, en general, horizontal, y
entre más cerca estén de la horizontal menos interesantes son para el explorasionista. Ya sea que
el buzamiento o la curvatura en el reflector altere la medición de la velocidad de apilamiento. Una
simplificación muestra que la velocidad de apilamiento sea igual a la velocidad RMS dividida por el
coseno del buzamiento del reflector, de tal forma que un buzamiento del 10° introduce un error
del 1.5%, y un buzamiento del 20° introduce un error de más del 6%. Sin embargo, los datos de la
velocidad de apilamiento están disponibles a través del volumen de datos 3D, mientras que las
velocidades reales (checkshot) pueden estar disponibles solamente en uno o dos pozos, o en
ninguno. Los errores en las velocidades de apilamiento se aumenta con la profundidad: el traslado
(move out) se llega a hacer pequeño en la separación máxima fuente-receptor, la calidad de la
reflexión se deteriora, la resolución de las reflexiones es menor conforme son atenuadas las altas
frecuencias (y así el traslado-move out- puede ser medido con menos exactitud), y el buzamiento y
la curvatura son usualmente mayores. Los pares de la velocidad de apilamiento dados por el
centro de procesamiento proporcionan una función de la velocidad de apilamiento como una
función de la profundidad, y el valor para el tiempo de cada horizonte mapeado puede ser
interpolado y los valores interpolados usados en la ecuación Dix para dar velocidades del intervalo
entre los horizontes mapeados. El centro de procesamiento puede frecuentemente proporcionar
un volumen de velocidad usado para la migración, especialmente en donde es usada la migración
de pre-apilamiento, y esta da directamente velocidades promedio. Sin embargo, aún es, como las
velocidades de apilamiento, velocidad horizontal, velocidad no-vertical.
Si una reflexión mapeada es conocida como un marcador que puede ser identificado en los pozos,
entonces los pozos que han sido penetrados el marcador tiene tanto una profundidad (desde la
interpretación del registro en el pozo) y un tiempo (de la interpretación sísmica 3D). La figura 10-3
muestra un mapa de tiempo sobre un área con cerca de 20 pozos que han penetrado al marcador
mapeado. Si dividimos la velocidad por debajo del datum del marcador por el tiempo interpretado
en el pozo, hemos calculado una velocidad empírica, frecuentemente conocida como
“pseudovelocidad”, la cual convertirá el tiempo de este evento hacia la profundidad del marcador
del pozo en dicho pozo. Con suficientes pozos, podemos mapear los cambios de la
pseudovelocidad, de tal manera que una velocidad está sobre la totalidad del estudio tal como se
muestra en la Figura 10-4. El mapa de profundidades (Figura 10-5) calculada desde el mapa de
tiempo interpretado y el mapa de pseudovelocidad, tiene que coincidir exactamente con cada
pozo usado para las pseudovelocidades, pero no hay manera de estimar la precisión del mapa
lejos de esos pozos.
La geoestadística de cokriging es una técnica estadística para usar un valor medido de una
cantidad en muchos puntos para estimar el valor de otra cantidad hacia aquellos muchos puntos,
dando unas pocas mediciones de la segunda cantidad. Debido a que la profundidad es
cercanamente relacionada con el tiempo la técnica funciona muy bien para la conversión directa
del tiempo a profundidad sin calcular la velocidad. Los resultados son muy similares para usar las
pseudovelocidades, con la ventaja de dar un estimado de la precisión del mapa final de
profundidad, pero esto requiere de software especial. El software geoestadístico no ha sido
integrado en la interpretación comúnmente usada o en los sistemas de mapeo, y el software
geoestadístico independiente tiene a tener manuales de usuarios y una interfase de usuario que
solamente un matemático podría amar (Wolf 1990).
Las velocidades pueden estar disponibles desde varias fuentes: estudios de velocidades en pozo,
VSP´s, velocidades de apilamiento, y pseudovelocidades. El intérprete normalmente los combina
usando puntos escasos de datos precisos en los pozos para calibrar los mapas calibrados
generados de numerosas mediciones de velocidades de apilamiento menos precisos.
Constantemente el intérprete tiene que rechazar los valores anómalos, usando los criterios de la
razón geológica. El campo final de velocidades usado para la conversión en profundidad tiene que
representar una aproximación razonable al modelo geológico representado por la interpretación
final. Las velocidades tienen que ser realistas para las litologías conocidas o que se presuman que
están presentes, y cualquier cambio lateral o vertical en la velocidad tiene que tener una
explicación geológica.
Mapa de Migración
Cuando el efecto Hubral se vuelve importante, usualmente en donde la profundidad de las
interfaces de velocidad exceden los 15°, la solución más acertada para la conversión en
profundidad de un mapa en tiempo es la migración de la imagen-rayo. Esto es realizado por medio
de software de migración de mapas diseñado para el propósito de comenzar con un mapa de
horizonte seleccionado de datos sin migrar. La magnitud del efecto Hubral puede ser calculada al
aplicar la Ley de Snell para un rayo proyectado verticalmente desde la superficie a través de la
velocidad de la estructura propuesta para la conversión en profundidad.
En principio, un intérprete podría producir un mapa más preciso de un área compleja al
interpretar los datos sísmicos sin migrar y usando un mapa de migración. En situaciones reales de
exploración, esto es casi siempre imposible, debido a que las reflexiones cruzantes llegan a ser
imprácticas de mapear. Cuando este acercamiento sea solamente la única forma para resolver
estructuras complejas con exploración sísmica 2D, los levantamientos sísmicos 3D permiten la
migración en profundidad 3D, lo cual, aunque caro, puede ser la única técnica práctica cuando la
velocidad de la estructura es compleja. La imagen en profundidad es discutida en la siguiente
parte de éste capítulo.
Los errores estimados para un mapa pueden ser reducidos de varias maneras. Primero, algunas de
las malas ataduras pueden ser incorrectas debido a que la profundidad en el pozo es incorrecta, o
debido a que el intérprete ha elegido localmente en la reflexión equivocada. El intérprete debe
verificar cuidadosamente tanto la interpretación sísmica y la profundidad del pozo en cualquiera
de los pozos en donde la mala atadura es mucho mayor que el promedio. Una vez que esta
posibilidad ha sido eliminada, los errores remanentes pueden ser grandemente debido a errores
en las velocidades, usualmente debido al control inadecuado de los puntos. De dichos errores se
podría esperar que varíen lentamente a través del mapa, de tal manera que se ajusten a una
tendencia suave para que las malas ataduras deban corregirse. La Figura 10-12 es un ejemplo de
dicha tendencia de error. Al substraer este error se produjo el mapa de profundidad corregido en
la Figura 10-13. La desviación estándar de los errores colocados en este mapa es de 18 pies, una
mejora significativa.
Una vez que el intérprete ha hecho una mejor estimación de un mapa en profundidad corregido,
aún siguen habiendo malas ataduras en los pozos. Un mapa de presentación final que no tiene
errores en los pozos es realizado al cuadricular una superficie de error residual de las malas
ataduras finales, y al sustraer esto del mapa final en profundidad. Las personas que usan este
mapa no tienen que asumir sólo por que muestra la profundidad correcta en todos los pozos es
completamente exacta. Tanto la Figura 10-5 y la Figura 10-8 atan a todos los pozos exactamente.
Aunque no son los mismos mapas. La diferencia entre los dos es mostrada en la Figura 10-14. El
mapa más preciso sin corregir mostrado para este proyecto es posiblemente la Figura 10-11 y la
diferencia entre este y la Figura 10-5 es mostrada en la Figura 10-15. Este mapa de diferencia
muestra una pequeña similitud para darle tendencia a la superficie usada para refinar la
conversión en profundidad para producir la Figura 10-13. La comparación subraya la dificultad
para evaluar la precisión de cualquier conversión en profundidad.
Discusión
La naturaleza de los datos sísmicos, registrados en un típico medio no-isotrópico, no permite la
profundidad derivada de la superficie para que sea adecuada en todos los puntos en un área dada.
Algunas ventajas y desventajas de cada técnica son:
La conversión en profundidad con una sola función de velocidad puede ser satisfactoria
sobre un área muy limitada, quizá solo alrededor del pozo donde los datos de velocidad
fueron adquiridos; éste método muy seguido minimiza los errores locales en la
profundidad absoluta para un sólo horizonte.
Donde las velocidades varían con la profundidad de enterramiento más que con las
unidades estratigráficas, usando una función de velocidad mapeada se frecuentemente la
técnica más simple y más exacta.
Las pseudovelocidades y otras técnicas que convierten a cada horizonte
independientemente dan errores absolutos para cada horizonte, pero si los horizontes
están cercanamente espaciados los intervalos pueden tener errores: el intérprete puede
incluso producir mapas que involucren horizontes cruzados.
La migración del mapa imagen-rayo sufre de errores en las velocidades y la suposición de
que la traza sísmica apilada es una traza de offset cero, puede ser necesitada en áreas
tanto con steep dip y de grandes variaciones en la velocidad.
El método de capas del pastel minimiza los errores en el grosor de las capas individuales
pero puede introducir grandes errores en la profundidad acumulada cuando varias capas
se añaden. Este modelo de velocidad es más realista geológicamente en donde las
velocidades cambian abruptamente a lo largo de los límites estratigráficos, pero menos
realista en donde la variación de la velocidad depende más de la profundidad de
enterramiento que de la posición estratigráfica. La mayoría de los softwares comerciales
parece que usan esta técnica, algunas veces con la opción de migración del mapa de
imagen-rayo. La conversión en profundidad de las capas del pastel tiene dos desventajas:
1.- Los cambios abruptos horizontales de la velocidad frecuentemente producen
estructuras falsas en los horizontes suprayacientes.
2.- Esta técnica es innecesariamente compleja y proclive a errores cuando la velocidad es
más una función de la profundidad de enterramiento que de la estratigrafía.
Lo mejor que uno puede hacer es usar por completo los datos de velocidad disponibles y asegurar
que toda la información disponible en cada pozo sea completamente consistente con la
interpretación geofísica dentro del probable error estadístico. La interpretación no tiene que ser
forzada a que amarre exactamente con la información del pozo; la profundidad más exacta desde
la superficie es que estadísticamente da una desviación estándar mínima. Los ajustes estadísticos
aseguran que los malos amarres residuales sean una indicación verdadera de la exactitud de la
interpretación. Los paquetes de software de conversión en profundidad frecuentemente facilitan
los mecanismos de las técnicas complejas de conversión en profundidad, pero el intérprete tiene
que entender exactamente como funciona el software antes de confiar en el resultado.
Referencias
Dix, G.H., 1955, Velocidades sísmicas desde mediciones en superficie: Geofísica, v. 20, p. 68-86.
Hubral, P., 1977, Migración en tiempo-algunos aspectos teóricos del rayo: Prospección geofísica, v.
25, p. 738-745.
Liner, C.L., 1996, Sismos-una columna de forma libre en la historia y la cultura de la geofísica: El
Límite Determinante, v. 15, p. 1156-1158.
Wolf, D.J., 1990, Matemáticas y geoestadística: Un tutorial para geocientistas sin Ph. D. en
matemáticas (geoestadística para poetas): SEG 60a. Reunión Anual resúmenes expandidos, p. 336-
338.