En este capítulo el autor, Nano Guerra-García, viaja con su consultor, Giancarlo, y su hermano,

Pancho, para hacer algunas capacitaciones para un banco. En una de estas salidas llegan a
Trujillo, donde van a comer a un restaurante llamado “Las Mollejitas”, que ha crecido mucho
con el pasar de los años. En él se topa de casualidad con un amigo llamado Simón quien estaba
acompañado por Ernesto Pimentel, humorista de la farándula peruana. Simón insiste en que
le haga una entrevista a Ernesto a lo que Nano acepta.

Luego de una semana se da la cita entre estos. Ernesto le muestra entonces que es importante
el saber qué es lo que se está vendiendo. Nano toma como significativo el aporte del artista
pero no se queda muy contento ya que para él este secreto no está completo. Luego, en una
cita a su programa de TV, Ernesto Pimentel le aconseja entrevistar a otros miembros de la
farándula, entre ellos a Gisela Valcárcel.

Después de algunos meses Nano logra tener una cita con Gisela gracias a la productora de su
programa. En esta reunión logrará obtener lo que quería, un secreto relevante para lo que
significa el producto de una empresa como también para lo que busca su público en él.