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Colección Voces del Foro

DIRECTORES ALICIA DONGHI


Pablo Peusner y Luciano Lutereau

Tecnogoces
El sujeto en tiempos virtuales

Con la colaboración de

LILIANA VÁZQUEZ
MARINA TROILO stferido
4;5
SILVINA LÓPEZ GIA
JARA BIANCHI o
MATÍAS MURO
suracisAl
?residencia de
Issaaón

'Letra
Gyné"
Público y privado 0 íntimo y secreto

Estas cuatro categorías delimitantes de la subjetividad


se pusieron de manifiesto —en su sutil diferencia— en los
albores del capitalismo para consolidarse con el adve-
nimiento de la sociedad de consumo, de la mano de
la revolución tecnológica y cibernética. Alrededor del
dispositivo familiar clásico se organizaban los vínculos,
marcando el lazo social efectivo entre los sujetos. O sea,
a mayor compromiso afectivo, más consolidada esta
figura, reforzada por la articulación con la producción
y el capital. La construcción y diseño de la subjeti-
vidad desde lo familiar, era una estrategia económica y
de poder del conjunto de la sociedad, configurando al
mismo tiempo sus condiciones de existencia y perma-
nencia como dispositivo nuclear. Ahora bien, ¿cuándo
comenzó a colapsar? Y ¿qué relación con el capitalismo
que le dio tanto auge y desarrollo?
De a poco, al liberarse el capital de la portación por
herencia, empieza a tomar cuerpo la constitución de
sociedades anónimas, constituyéndose así las corpo-
raciones internacionales, los grandes monopolios. De
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esta manera, a mediados del siglo XX empieza a hacer e incremento de las guerras controladas en todas sus
crisis el modelo familiar clásico, se libera del dinero/ formas. En contrapartida: advenimiento de la lucha
capital como modo de producción. Las reglamenta- por los derechos humanos (étnicos, de género, de raza,
ciones de estas corporaciones permiten concentrar el culturales y de elección sexual).
capital en términos exponenciales, aumentando la plus- Hasta mediados del siglo XX los valores cotidianos
valía en la producción de mercancías y al mismo tiempo eran: valor de uso, valor de cambio y valor simbólico. Las
condicionando los costos y modos de distribución del de valor de uso se relacionaban más con la instrumenta-
dinero. La emergencia del dinero, en forma de letras ción de las tecnologías desde cierto sentido común. Las
y acciones, produce la consolidación del capital finan- de valor de cambio más ligadas a relaciones mediatizadas
ciero y el advenimiento de las prestaciones de servicios, por el dinero: salarios, ganancias, porcentual de inte-
y junto con esto los sistemas de seguros. Este modo reses etc. Las de valor simbólico, en cambio, competen
de concentración del capital se derivó a la produc- más a las lógicas del afecto y los compromisos amorosos,
ción de novedades en nuevos insumos para optimizar conyugues, pareja, familia, amigos, conocidos, etc.
producción-consumo-servicios que condujeron a una Estas eran las bases mediante las cuales se construían
verdadera revolución tecnológica. Este acontecimiento los vínculos personalizados (cara a cara) en donde los
multiplicó el capital, las especulaciones accionarias y el placeres, necesidades y deseos se desarrollaban.
incremento de la masa de concentración de capital en Se construyó una escala de valores morales (éticos)
forma anónima y, por lo tanto, desarticuló la ligazón que contemplaba la diagramación según una lógica
familia-capital. etaria: infancia, adolescencia, juventud, adulrez, vejez.
Las consecuencias se revelan en los distintos El apuntalamiento del sistema educativo en corpo-
discursos: incremento del consumo y globalización de la raciones específicas con una fuerte incidencia de la
economía; desarticulación de la familia como eje social; clasificación social. Pero este sistema vincular empezó
desplazamiento de la transmisión de los mandatos a descomponerse y colapsar con el inicio de la gran
sociales y culturales a lo educativo; desarrollo de un guerra y su consecuencia inmediata, la Segunda Guerra
nuevo imaginario social con la incorporación de la Mundial. Estas guerras marcan el giro hacia la emer-
realidad virtual; aumento exponencial de la pobreza y gencia de sociedades de riesgo, donde los valores del
marginación por la desigualdad producto de la concen- siglo XVIII y XIX quedan sepultados junto a los
tración del capital; emigración a lugares más favorables millones de cadáveres que se produjeron.
de grandes masas; daño ecológico colateral desmedido Se precipita, entonces, la tercera revolución del capi-

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talismo: la revolución cibernética. La primera evolución adquiriendo la misma categoría por el acto de compra.
del capitalismo marca el paso de la manufactura a la El sujeto y su dinero tienen la misma categoría y poder
industria; la segunda del modelo fabril al financiero y de equivalencia, mutación y vaciamiento.
de servicios, y la tercera es la globalización de las comu- En este punto, si el trabajo puede estar hoy y
nicaciones con las redes sociales y la cibernética. mañana, todo es intercambiable o sustituible, gene-
Hoy en día todas estas formas conviven y se desa- rando angustia ante la falta de garantías en la mayoría
rrollan plenamente en diferentes ámbitos del orbe, de los sujetos. Por ello la consigna es: hoy consume, paga
produciendo una multiplicidad de conjuntos subjetivos después con tarjeta de crédito, capturando una plus-
disímiles entre sí. Acorde con esta tercera revolución valía a futuro que sólo saldará la deuda con la muerte
aparecen ideologías neoliberales específicas. El geren- del progenitor, a través del pago vía la misma tarjeta
ciamiento y el marketing triunfan como modo de del seguro de vida (que supuestamente condonara las
gestión y estilo de vida a lo largo de todo el planeta. deudas producidas en el presente).
La felicidad y el placer quedan soldados al éxito y la Esta lógica del consumismo es para aquellos ciuda-
multiplicación de las ganancias. Anteriormente con el danos- consumidores que se encuentran dentro del
puritanismo y el romanticismo existía una restricción mercado, que no es toda la sociedad, por el contrario,
de los placeres por el valor del ahorro ligado al progreso, es una porción bastante minoritaria, ya que la mayoría
y por lo tanto se armaban unos sistemas de control y está por fuera de las posibilidades de este acto de compra
disciplinamiento de los usos de los placeres. El calen- infinita. Para estos enclasados integrados al mercado,
dario estaba estructurado en función de la producción todo se ha vuelto más rápido y se agota también más
y los espacios laborales, familiares y de ocio estaban rápido, es más, la propia mercancía se agota en el
perfectamente regulados. Ahora se estructura el tiempo mismo acto de la compra. Se usa una vez, se tira o se
de acuerdo con un menú armado desde las tecnologías acumula, para sentirse que se acumula y se guarda en los
del marketing: se induce el consumo de determinadas placares, desvanes, garajes, etc. Con este esquema imagi-
mercancías en tiempos prefabricados. La inducción ha nario todo se vuelve objeto intercambiable, incluso las
devenido en "transinducción", ahora se convierte en personas, pasan a ser cifras y estadísticas, se pierde la
el consumo por el consumo, ahora lo importante es singularidad, se acrecienta la anomia y el sujeto deja
el acto de consumir, ya que la mercancía esta rebajada de serio y se asimila a un supuesto cuerpo del que cree
en su categoría de fetiche y es suplantada por el acto que forma parte. Este sector es directamente poderosa
de comprar, de consumir en sí mismo. El sujeto queda de acuerdo con la tarjeta de crédito que porte, todo se

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torna plástico, rápido, fugaz y el orden de dificultad perspectiva la sociedad deja de ser un conjunto de
pasa a ser que algo haga marca y permanezca (tal vez la ciudadanos para ser consumidores (algunos), para rápi-
lógica de los tatuajes lleve esa impronta). damente fragmentarse en diversos enclasamientos y
Esto último se transforma en un esquema que conjuntos. No alcanza con el planteo marxista de clase
induce, formatea un modo de conducirse en el mundo social definida en torno a las relaciones de producción.
de los lazos sociales y vínculos en particular. Mí como se Tenemos que construir otros parámetros, para poder
trata a las mercancías y a los objetos, se trata a los sujetos. cartografiar lo social. En este sentido, nos encontramos
Estos portan máscaras que buscando reconocimiento con una diversidad muy elocuente, que se diagrama en
a través de signos distintivos efímeros, quedan conde- torno a las decisiones de existencia de los conjuntos, a
nados al fracaso, ya que se parte de la premisa del tener y título de ejemplos: dirigentes de gobierno-funciona-
no del ser. Con la premisa del tener lo material, cada vez rios; empresarios-comerciantes; banqueros-bancarios;
menos duradero por las reglas del capital, este se desva- afiliados-desafiliados; inmigrantes-exiliados-inxiliados;
nece en el aire. Por ello los lazos han transmutado en tecnócratas-intelectuales; i nves ti gad o res-ar ti s tas ;
formaciones semejantes a la lógica del capital-consumo, pobres-marginados; incluidos-excluidos; etc. Esta
en suma: todo es subrogado y sustituible o intercam- diversidad rompe con los esquemas de antaño para dar
biable. Se construye la conexión zapping con la lógica lugar a una clínica móvil, ajustada a las condiciones de
metonimica del significante. las subjetividades en juego.
El concepto de zapping es apropiado para la época La realidad virtual es el "inconsciente máquina"
porque revela esta necesidad de tener "control" cuando desplegado en las plataformas y terminales tecnológicas
algo no gusta o interesa o es aburrido.., se cambia. Lo del ciber-mundo. Es la Red, Internet, que se ajusta a
que el sujeto no percibe es que el zapping es una ilusión las terminales, que son los usuarios. Reciben mensajes
de una supuesta elección en un mercado limitado. La y también son emisores de sus propios mensajes en
alienación es tal que todo adquiere consistencia de valor, forma invertida. Hace años (Rodríguez-Nebot, 1995)
rearmando una serie de construcciones preformadas en escribían que la televisión era el panóptico invertido,
las maneras de conectarse y organizar la existencia. Esta en función pasiva. Con las computadoras, celulares,
formalización del contacto adquiere mayor consistencia Smartphones se han transformado en usuario "
con la emergencia de las tecnologías cibernéticas y la del diagrama de software de turno, crea o Nsli'llitsi" t %so
realidad virtual. tipo de accionar: el contacto, rápido Igaz, Øiko oo
Ahora bien, realizaremos una digresión: desde esta forma de reconocimiento existencial. o
o
SEDRONAR
Presidenagde
la Nacida
AUCA DONGHI TECNO GOCES

La pulsión escópica, mirar/ser mirado es constitu- nuestras miradas fantasmáticas e instalando lo más
tiva del sujeto, articulador del cuerpo en tanto tal. Los íntimo en lo público. Shakespeare lo tenía claro: el
griegos lo llamaron mimesis. Si leemos la Poética de Aris- drama, la tragedia y la comedia son lo que llama al
tóteles, escrito hace más de dos mil anos, en el presente público y la atención: donde pones tu intención pones
diríamos que la mimesis y su resultante, la catarsis, es tu pulsión. Entonces la realidad virtual funciona
el efecto de lo inconsciente puesto en la realización del como catarsis colectiva, parecida al teatro, la novela,
acto abreactivo. La instalación y el dispositivo de los la comedia, el cine; en definitiva, las expresiones más
antiguos era el teatro, hoy es la "Ciberconection". Por diversas. Sin embargo, el ingrediente fimdamental de
lo tanto, descarga de goce y placer. Es por eso que del la ciberconexión en su capacidad de conectividad, de
sueño de los antiguos al videoclip hay un salto tecno- regeneración y de transformación mutua entre usuarios,
lógico enorme, ya que lo pone en la pantalla y hoy en quizás el aspecto más significativo es la capacidad que
3D. Pero lo que hay de diferencia en esta constitución tiene esta conexión de armar una "extimidad".
de la realidad virtual es el que el otro responde y conecta Lo íntimo se vuelve público. La condición de
desde, por ahora, en la pantalla, y ya vamos encaminados privacidad se enajenó por el propio aparato y su vulne-
al holograma senso-táctil. La ciber-máquina conecta e rabilidad. Lacan en el seminario La angustia conecta ese
impacta nuestro inconsciente mutándolo y transformán- concepto con el Agieren freudiano en relación con "la
dolo, ya que trabaja en lo más primario: las imágenes que puesta en acto de la realidad sexual del inconsciente", a
ponen en escena los deseos inconscientes, actuándolos solo un movimiento del índice frente al mouse o cursor.
de manera intermediaria a través de la pantalla. Deno- Hace unas dos décadas que Internet se puso en
minamos a esta operación "desplazamiento analógico", marcha y globalizó paulatinamente una serie de para-
que se transmuta en un sistema digital a la velocidad digmas, conformando un imaginario que legitima y
del mouse o cursor. El éxito comercial en Internet de la articula prácticas sociales de convivencia y conexión,
pornografia en todas sus expresiones, de la escenifica- desalojando a la modernidad de su hegemonía.
ción de la violencia en todas sus formas posibles, en los Modelaje del cuerpo humano: el ideal del cuerpo joven
Videog-ames da consistencia a la afirmación de que una atlético y sobredimensionando determinadas partes del
parte muy grande de los consumidores ciber, descargan mismo. Ser bella/o en determinados parámetros elabo-
sus impulsos a través de esta mediación. rados por la industria de la moda, la medicina, etc., es
Los personajes de Hollywood ponen• en escena sinónimo de salud, inteligencia y éxito. Esto dispara
aquello que no realizaremos, transgrediendo para cuestiones desde la imagen que impactan a veces direc-

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tamente en los cuerpos. Funciona como excluyente generalizado: miedo a perder trabajo, status, reconoci-
y distintivo para determinadas prácticas sociales. En miento, bienes, salud, etc. Miedo a ser atacado, robado,
los jóvenes y en la adolescencia causal de discrimina- ultrajado, agredido, lastimado, abandonado. La contra-
ciones de toda índole. Ni que hablar de los sacrificios reacción del miedo es la conservación, el refugio, la
impuestos a los cuerpos para no perder estos atributos desconexión como protección de la identidad tras las
que van menguando con d paso de los arios y la fuerza pantallas vitalizadas. Los que ya no tienen nada que
de gravedad. perder tienen también miedo: a ser tratados como una
Objetalización del sujeto: el otro como aporte famas- mercancía dañada, la cual es explotable, como órgano
mático a lo sexual es parte de la pantalla, el mensaje de repuesto o esclavo sexual, etc.
codificado o instalación escenográfica. En cierto sentido, hoy se pueden pensar las genera-
Espectáculo del riesgo: esto conlleva a una estética de ciones por cortes tecnológicos: los del teléfono analógico
la queja en su violencia y vulnerabilidad. Todo esce- y el televisor en blanco y negro; los de la generación PC,
nario apunta a cómo preparar una mejor performance IBM al IPhone, y así sucesivamente. Conviven inter-
en lo lucrativo de un sistema, sin verse envuelto en el generacionalmente formas paradigmáticas y diversas
frente de la batalla. aun en un mismo entorno familiar; generando niveles
El éxito como condena: el éxito termina garantizando conflictivos y de enorme dificultad de codificación.
sexo, poder y dinero; cuando todo lo que no está prohi- Somos finalmente causa, víctima y engranaje en este
bido se vuelve obligatorio, la máxima visibilidad se torna contexto de producción de subjetividades que impacta
un imperativo. Una sola letra, la S (de sujeto) es la que y nos implica también en nuestros consultorios: una
cae, para dar con la clave del capitalismo tardío. Por otra psicopatología de ha vida cotidiana.
eso, hay que lograr el Post del Post, la última actualiza-
ción, el último software.
Velocidad es la consigna: hay que ser rápidos
o se pierden oportunidades. No hay «tiempo de
comprender" de duelar, el instante de ver y el momento
de concluir se pegotean en un accionar permanente que
se transforma en manía.
El miedo en sus formas más liquidas (Baumann,
2007) e imprecisas se ha constituido en el afecto más

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