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TABLA DE CONTENIDO

1.Objetivo General
2. Objetivos Específicos 3
3 Alcance 3
4 Vigencia 4
5 Marco Conceptual 5
5.1 Violencia Sexual 5
5.2 Abuso Sexual Infantil
5.3 Indicadores para identificar un posible abuso sexual 7
5.4 Factores de riesgo 10
5.5 ¿Por qué la discapacidad aumenta el riesgo frente al abuso sexual?..12
5.6 Otros factores de riesgo 14
5.7 Otros factores que aumentan aún más el riesgo de los niños y niñas con
discapacidad 15
5.8 Eventos precipitantes 16
5.9 Efectos del ASI (Abuso Sexual Infantil ) 17
5.10 Atención Inicial 18
5.11. Enfoque Pedagógico 22
5.12. Ruta de Atención Integral 24
6. Justificación 29
7. Antecedentes 33
8. Normatividad 33
9. Principios 38
10. Ejes temáticos del lineamiento 45
10.1 Componente Operativo 45
10.2 Desarrollo Temático 47
10.3 Metodología 48
10.4 Evaluación y Seguimiento al Curso de Formación 49
10.5 Vigencia del curso 50
10.6 Seguimiento y evaluación del curso 50
11. Evaluación del lineamiento o política interna 51
12. Responsabilidades y Competencias 53
13. Administración del lineamiento 54
14. Referencias Bibliográficas 54
1 Objetivo General
Establecer las directrices y orientaciones técnicas y metodológicas para el diseño e
implementación de procesos de formación en “Prevención y Detección de Situaciones de
Abuso Sexual Infantil (ASI) para los profesionales de los jardines infantiles.

2 Objetivos Específicos

 Estandarizar para las instituciones, organizaciones y entidades


competentes, que realicen actividades de formación dirigidas al talento humano que presta
atención a la primera infancia, desde un enfoque de Atención Integral.
 Socializar y posicionar a nivel distrital el presente lineamiento, en los ámbitos y en los
medios necesarios para su implementación.
 Generar la estrategia de seguimiento y evaluación periódica del presente lineamiento y su
proceso metodológico.
3 Alcance
Entregar a las organizaciones e instituciones tanto públicas como privadas un referente
tanto metodológico como técnico para la implementación y certificación de los cursos de
“Prevención y Detección de Situaciones de Abuso Sexual Infantil” que permita cumplir con
el estándar de contar en cada jardín infantil con profesionales formados y certificados en
éste curso.
Para esto, se hace necesario que los agentes educativos, las familias y el Estado, realicen
acciones que potencien factores protectores y prevengan posibles causas que
desencadenen este tipo de actos abusivos.

4. Vigencia
La vigencia de éste lineamiento, se encuentra relacionada con las modificaciones que se
realicen a los Lineamientos y Estándares Técnicos de Educación Inicial (Resolución No. 0325
de 2009), a través del comité Técnico de Educación Inicial, en el marco del Artículo 22 de la
misma resolución, “por medio de la cual se reglamenta parcialmente la asesoría inspección,
vigilancia y control de la educación inicial, desde el enfoque de atención integral a la primera
infancia”; y a través del cual está establecido en el estándar de talento humano, en el
componente de Idoneidad del talento humano, en formación y experiencia pertinentes del
talento humano1. También en la Resolución No. 3241 de 2010 de la Secretaría de Educación
Distrital y No. 1326 de Secretaría Distrital de Integración Social de 2010, por medio de la cual
se establece el procedimiento unificado y definitivo para el ejercicio de la función de Inspección,
Vigilancia y Control a las instituciones que presten simultáneamente el servicio de Educación
Inicial, desde el Enfoque de Atención Integral a la Primera Infancia -AIPI- y de Educación
Preescolar en el Distrito Capital.
Los conceptos aquí expuestos son para consulta y comprensión del Lineamiento técnico y
permiten la implementación de los cursos de capacitación en Prevención y
Detección de la Violencia Sexual Infantil, especialmente del Abuso Sexual Infantil (ASI),
dirigidos al Talento Humano que prestan atención integral a la Primera Infancia en el Distrito
Capital y deben ser interpretados en ese contexto.

4 Marco Conceptual

5.1 Violencia Sexual

1
Lineamientos y estándares técnicos de Educación Inicial. 2009, pág. n 181-182
El fenómeno de las violencias y en particular la violencia de tipo sexual, según el informe
Mundial sobre la Violencia y la Salud, publicado por la OMS. (Organización Mundial para la
Salud) y la Organización Panamericana para la Salud (2014), muestra como la violencia afecta
a las vidas de millones de personas y tiene consecuencias que perduran. La violencia sexual
comprende varios actos, entre ellos se encuentran principalmente las relaciones sexuales bajo
coacción, las violaciones por parte de desconocidos, las violaciones sistemáticas, por ejemplo
durante los conflictos armados, el acoso sexual, los abusos sexuales de menores, la
prostitución forzada y la trata de personas. De igual manera se incluyen los matrimonios
precoces y los actos violentos contra la integridad sexual de las mujeres. Entre estos se
incluye, la mutilación genital y las inspecciones obligatorias de la virginidad. Según el informe la
mayor parte de las agresiones sexuales tienen como víctimas a mujeres y niñas, y son llevadas
a cabo por hombres y niños. Según datos aportados por el mismo informe, una de cada cuatro
mujeres señala haber sido víctima de violencia sexual y una tercera parte de las adolescentes
han sufrido una iniciación sexual forzada. La violencia sexual tiene repercusiones negativas en
la salud física y mental de las víctimas, que se manifiestan incluso muchos años después de la
agresión. Existen en el entorno social factores que influyen en la probabilidad de que se
produzcan violaciones. Por ejemplo, se ha relacionado también el comportamiento sexualmente
violento en hombres con el hecho de haber presenciado escenas de violencia familiar y de
problemas a nivel parental. Otros factores que se relacionan son:
 La pobreza y las desigualdades de ingresos entre los sexos.
 La vida en una comunidad que tolera la violencia sexual.
 La violencia sexual es también más frecuente en los contextos en donde se desconocen
los derechos sexuales y reproductivos.

Algunos actos violentos desde el punto de vista sexual están relacionados con experiencias
como la falta de lazos emocionales y de apoyo, la violencia intrafamiliar y las historias familiares
o personales marcadas por divorcios o separaciones. Se ha encontrado también una relación
con el abuso de sustancias psicoactivas – SPA.
La Organización Mundial de la Salud (OMS- 2002)2 define la Violencia Sexual como: “todo
acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales
no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad
de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de esta
con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”. La coacción puede
abarcar el uso de grados variables de fuerza, intimidación psicológica, extorsión y amenazas.
Para que exista violencia sexual es necesario tener en cuenta la presencia de tres aspectos
fundamentales: desequilibrio de poder entre un agresor y su víctima, la actividad tiene una
naturaleza sexual y la víctima se encuentra en una situación de indefensión y de falta de
libertad.

La violencia sexual incluye la Explotación Sexual Comercial de niños, niñas y adolescentes


(ESCNNA), en la cual se involucra el aspecto comercial o de retribución para alguno de los

2
Organización Mundial de la Salud. “Comprender y abordar la violencia contra las mujeres”. OMS - 2013.
involucrados, el Abuso Sexual (Intrafamiliar o extrafamiliar) y otros tipos de violencias sexuales
en las que son sometidos a acciones sobre su cuerpo y su sexualidad sin su consentimiento.

5.2 Abuso sexual Infantil

En el presente lineamiento, el foco de atención es el Abuso Sexual Infantil (ASI) en niños y niñas
de 0 a 6 años; por lo tanto el énfasis teórico del presente marco conceptual se desarrolla más
específicamente sobre el Abuso Sexual Infantil a nivel intrafamiliar, el cual constituye el tipo de
abuso más frecuentemente reportado en nuestra sociedad. Según el reporte
de Medicina Legal3, la mayoría de las veces, el círculo más cercano de la persona valorada, que
incluye familiares de primer grado, es el que maltrata a los niños, niñas y adolescentes y
representan el 71,51% de los presuntos culpables de ocasionar las lesiones. Un 3.19% obedece
a otras personas, que de igual manera, ejercen control y autoridad sobre los niños y niñas; en el
caso de presuntos delitos sexuales reportados en el año 20134, en el 77,5 % de los casos el
presunto agresor pertenecía al círculo de aquellas personas que se encontraron en el entorno
social de la víctima siendo estos los familiares, conocidos y amigos.

Teniendo en cuenta los anteriores datos, los episodios de violencia, maltrato y abuso sexual son
reconocidos como situaciones que dejan graves secuelas físicas y psicológicas en los niños,
niñas y adolescentes, y que por ende deben ser rechazados y prevenidas, a través de
diferentes estrategias por parte del Estado.
3
Informe Comportamiento de la violencia intrafamiliar, FORENSIS 2013, Colombia. 2013.
Según la OMS5, las investigaciones sobre el abuso sexual contra los niños y niñas, se
convierten en una situación más compleja, porque son difíciles de revelar en muchos entornos y
comunidades por los tabús que se presentan en ellas y supone retos éticos para la
investigación. Sin embargo es claro que el abuso sexual en la niñez se produce en todos los
países donde ha sido estudiado. De igual manera las consecuencias o el daño que esto
produce en los niños y niñas se reflejan en la interrupción del desarrollo evolutivo natural,
generando sentimientos de confusión, temor y dolor, que incrementa a su vez, los riesgos de
trastornos y enfermedades físicas y mentales a lo largo de toda la vida.

La evidencia sobre la gravedad de los daños que estos abusos ocasionan en los niños y niñas
ha despertado la conciencia de individuos y organizaciones sobre la necesidad de garantizar
los derechos humanos de la infancia y tomar medidas que promuevan la protección y la
garantía de derechos de las niñas y los niños.

4
Exámenes medicolegales por presunto delito sexual, Colombia, 2013
Según estudios referidos por la OMS (2015), el impacto del abuso sexual en la infancia se
relaciona con casos de depresión en un 6% aproximadamente y otro 6% se relaciona con los
casos de abuso/dependencia del alcohol y el abuso sexual infantil, mientras que en la relación
entre abuso sexual y dependencia en el consumo de drogas se presenta una asociación del
6%. Con respecto a los de intentos de suicidio relacionados con el abuso sexual su asociación
es del 8%; mientras que es de un 10% de los casos de trastorno de pánico y el ASI. Finalmente
un 27% de los casos de trastorno de estrés postraumático, comportamientos y factores de
riesgo que pueden contribuir a algunas de las principales causas de muerte, enfermedad y
discapacidad en las personas, se relacionan con este tipo de abuso.

Identificado el problema social de las violencias y en especial el de la violencia sexual, en el


conjunto de las afectaciones a las niñas y/o niños, se hace imperativo el generar estrategias
que permiten disminuir estas cifras. Según el grupo Opciones, en la cartilla “Prevención y

5
Ibíd.
detección del abuso sexual infantil” (2015:12), el Abuso Sexual Infantil6: “es una forma de
violencia sexual y como tal se da un desequilibrio de poder entre el agresor y víctima, quedando
esta última en una situación de indefensión y de falta de libertad. Se considera abuso sexual
infantil todo comportamiento de una persona con un niño o niña que tenga como propósito,
estimular o excitar sexualmente al agresor o a la víctima”, los comportamientos pueden ser:
 Sin contacto físico: por ejemplo la exhibición del cuerpo desnudo o de prácticas
masturbatorias con la intención de producir excitación sexual, el mostrar a los niños y
niñas material pornográfico, inducirlos a presenciar relaciones sexuales o cualquier otra
forma de manifestación erótica.
 Con contacto físico: como tocamientos, besos propios de una relación sexual, cualquier
tipo de penetración ya sea oral, vaginal o anal.
Existen diversos Signos y síntomas físicos, de alerta temprana del Abuso Sexual Infantil,
que pueden indicar que los niños o las niñas estén siendo víctimas de abuso sexual. Con
excepción de las infecciones de transmisión sexual y el embarazo, la presencia de uno o de
algunos de estos signos o síntomas no garantiza que el abuso esté
6
Cartilla “Prevención y detección del abuso sexual infantil”. Segunda edición 2015.
ocurriendo, pero si permite generar una alerta, que puede mostrar que algo está sucediendo
con el niño o la niña. La aparición de signos, síntomas o indicadores emocionales amerita una
evaluación médica o psicológica que permita tener mayor claridad sobre la situación. La mirada
sobre lo que les sucede debe ser constante, protectora e integral, deben valorarse en forma
global e integral, por ello, es fundamental contar con profesionales que tengan además de una
formación ética y conceptual, habilidades para generar confianza en la víctima evitando la
revictimización.
5.3 Indicadores para identificar un posible abuso sexual7.

En la siguiente tabla, podemos encontrar un grupo indicadores tanto físicos, como


comportamentales, como de tipo sexual, para la posible identificación de un presunto abuso
sexual:
Indicadores físicos Indicadores Indicadores Sexuales
comportamentales
a) Dolor, golpes, heridas en la a) Pérdida de apetito. a) Rechazo a manifestaciones de
zona afecto.
genital o anal.
b) Cérvix o vulva hinchadas o b) Llantos frecuentes b) Conductas seductoras y
rojas. injustificados. sexualizadas, excesiva proxemia.
c) Dolor o irritación en el c) Miedo a estar solo con una c) Conocimiento sexual inadecuado
pene. persona en particular. para su edad.
d) Sustancias en los genitales d) Rechazo al adulto o d) Interés exagerado por
o en la ropa. cuidador de forma repentina. comportamientos sexuales de los
adultos.
e) Ropa interior rasgada, e) Resistencia a bañarse o e) Agresión sexual hacia otros

7
E. Echeburúa y P. de Corral en “Emotional consequences in victims of sexual abuse in childhood”. Cuad. med.
manchada y ensangrentada. desvestirse. pares.
f) El niño, niña presenta f) Aislamiento o rechazo en
enfermedades de transmisión sus relaciones sociales.
sexual en genitales, ano,
boca u ojos.
g) Dificultad al sentarse o al g) Problemas escolares o g) Lenguaje de contenido sexual.
caminar. rechazo a la escuela.
h) Se puede presentar h) Conductas regresivas
encopresis (chuparse el dedo, miedo a
o enuresis. dormir solo, entre otros).
i) Autolesiones o intentos de i) Agresividad.
suicidio.
j) Fugas del hogar o del
colegio.
k) Cambios repentinos en la
afectividad: manifestaciones
de ansiedad, angustia o
depresión.
forense [online]. 2006, n.43-44, pp.
l) Sentimiento de vergüenza,
culpa o estigmatización.

El Abuso Sexual vulnera los derechos y la dignidad humana y por lo tanto es necesario unir
todos los esfuerzos para prevenir la ocurrencia de situaciones de abuso sexual infantil. Como
delito ha ido volviéndose cada vez más visible, permitiendo una reflexión social sobre el tema y
aportando a una visión más realista sobre la problemática, acentuando la necesidad de adquirir
un compromiso personal e institucional con la Prevención del Abuso Sexual infantil.
Se hace además necesario poder definir algunos elementos adicionales que permiten
comprender el tema. En este sentido, las siguientes descripciones son tomadas del documento
elaborado bajo el Convenio de Asociación 3772 de 2010, entre la Secretaría Distrital de
Integración Social – SDIS y la Organización Grupo Opciones “Lineamiento Técnico para la
implementación de los procesos de formación en prevención y detección del abuso sexual
infantil en el Distrito Capital.”
5.4 Factores de Riesgo

A través de la política pública, el Estado pretende generar transformaciones culturales que


posibiliten el desarrollo armónico e integral de los niños y niñas como sujetos de derechos;
como se describe en el documento de la Secretaría Distrital de Integración Social sobre
Lineamientos y estándares técnicos de Educación Inicial, es fundamental conocer algunos
factores de riesgo del maltrato infantil para una adecuada atención de los niños y niñas en los
Jardines Infantiles8. El abuso sexual en varias de sus formas es una forma de maltrato.

Es importante identificar factores de orden social, cultural, familiar e individual que generen un
terreno propicio para la vulneración de los derechos de los niños y las niñas y para que se
presente el Abuso Sexual. Conocer estos factores contribuye a enfocar los esfuerzos
necesarios para desarrollar y favorecer los factores protectores en estos niveles. Es importante
aclarar que la problemática del abuso sexual infantil es de tal complejidad que no se identifican
causas únicas, sino que es la interacción de varios factores lo que posibilita que el abuso sexual
se presente. La imagen de un rompecabezas ilustra cómo cada factor representa una ficha que
encaja dentro de un panorama complejo y dinámico de posibilidades.
Factores de riesgo a nivel socio cultural
 Considerar que los niños y niñas son objetos y no sujetos de derechos.
 Creencias erróneas sobre la sexualidad con menores de edad, como que
rejuvenece, revitaliza o incluso sana enfermedades.
 Las asimetrías de poder en roles de género y relaciones intergeneracionales.
 Relaciones abusivas de poder.
8
Opciones - Plan International. Estrategia de Prevención Integral del Abuso Sexual. Componente de desarrollo de
 Inequidad de género.
 Expresiones culturales que invitan a una sexualidad promiscua.
 Cosificación del cuerpo de la mujer y de la sexualidad.
 Versiones distorsionadas de la sexualidad a través de los medios de comunicación.
 Consumo de pornografía9.
 Poco acceso y baja calidad en la educación sexual10.
 Ausencia de condiciones de dignidad en el hábitat, hacinamiento y colecho.
 Pobres redes de apoyo social y familiar para el cuidado y protección de niños y
niñas.
Factores de riesgo a nivel familiar.
 Violencia intrafamiliar.
 Repetición de patrones de relación abusivos de una generación a otra y tolerancia al
abuso sexual.
capacidades para agentes comunitarios y educativos. Diciembre 2007. Bogotá. Colombia.
 Dificultades de comunicación.
 Dificultades para resolver conflictos.
Factores de riesgo a nivel individual.
 Algunas de las personas que tienen historias de maltrato, abandono e inclusive de
abuso sexual11, no logran cumplir con su rol protector.
 La ausencia de figuras adultas protectoras que incrementa en mayor grado el riesgo
de los niños y niñas frente a un posible agresor.
 Los niños y las niñas son una población vulnerable y no se pueden defender solos
ante el poder y la amenaza de un adulto, los más vulnerables son:
 Los más pequeños con carencias afectivas12.
 Los sumisos y obedientes.
 Los que no tienen educación sexual.
 Aislados, introvertidos, retraídos.
 Que están atravesando una crisis familiar.
 Con madres y padres ausentes.
 Que permanecen solos.
 Que cumplen funciones de adultos: trabajan, cuidan a los hermanos más pequeños,
o se responsabilizan de los oficios de la casa.
 Que están al cuidado de terceros.
 Que presenta una discapacidad13. A continuación se analizará a mayor profundidad.

5.5 ¿Por qué la discapacidad aumenta el riesgo frente al abuso sexual?


Uno de los riesgos adicionales para los niños y niñas con discapacidad cognitiva es la falsa
creencia de que su sexualidad es descontrolada o desbordada14 y por esto y por otras muchas
razones, los adultos y las adultas consideran inútil hablarles sobre el tema15 y enseñarles
autocontrol. Sin embargo, se sabe que aunque haya un déficit en el aprendizaje, su
maduración física usualmente es igual que la de los otros niños y niñas.

Dificultades para impartir orientación y educación sexual.

9
Rubio, M. “Secretaría Distrital de Salud y Fondo de Población de Naciones Unidas – UNFPA”. pág. 36.
 No se les ofrece información, se considera inútil hablarles de sexualidad y de
prevención de abuso sexual pensando que no van a entender.
 Se considera que nunca dejarán de ser niños y niñas y, por lo tanto, no necesitan
orientación ni educación sexual.
 No se les ayuda a expresar de una manera adecuada su propia sexualidad, ni a
proteger su intimidad.
 No se les enseña a diferenciar las muestras de atención o de cariño apropiadas de los
contactos inapropiados ni a adecuar las manifestaciones afectivas al contexto y a la
persona a la que se dirigen.

5.6 Otros factores de riesgo.

 Si la discapacidad es cognitiva, los niños y niñas no sospecharán que están en peligro,


si la discapacidad es física, no podrán escapar, o utilizar recursos de movimiento para
protegerse.
10
Ramírez Mora (citado por OPCIONES SDIS lineamiento técnico para la implementación de los procesos de
 Los potenciales agresores los ven como más vulnerables e indefensos, menos
capaces de revelar el abuso y menos creíbles en el caso de hacerlo.
 Suelen tener mayor dificultad para oponerse a la autoridad y para poner en riesgo una
relación de la que se depende vitalmente.
 Generalmente son educados para obedecer a las personas adultas y someterse a sus
indicaciones.
 Aprenden a desconfiar de su intuición y ceden fácilmente frente al criterio de las
personas adultas.
Suelen ser víctimas de diversos atropellos sociales y de reglas sociales que no son explicitas,
pero que subyacen en la forma como se relacionan la mayoría de las personas con ellos y
ellas16, por ejemplo:
 Permita que otros se encarguen de usted.
 No tenga expectativas muy altas.
 No ponga problema.
 No tenga sexualidad.
 Confórmese con lo que tiene.
formación en prevención y detección del abuso sexual infantil en el distrito capital convenio de asociación entre la
 Generalmente tienen mayor dificultad para establecer el límite entre el propio cuerpo
y el cuerpo del otro y, con ello, de distinguir lo que es un contacto físico normal de un
contacto abusivo.

5.7 Otros factores que aumentan aún más el riesgo de los niños y niñas con
discapacidad.

Muchos niños y niñas con discapacidad dependen, a veces para toda la vida, de que otros les
hagan las cosas y se encarguen de su higiene y cuidado personal, razón por
la cual, quedan más fácilmente a merced de los deseos y caprichos de la persona adulta. Con
frecuencia hay una alta rotación en los cuidadores y los niños y niñas deben adaptarse
continuamente a personas distintas. Tienen entonces una mayor dificultad para decir no, tomar
distancia, autoprotegerse o pedir ayuda. Muchos han estado sometidos a una gran diversidad
de tratamientos médicos o de rehabilitaciones dolorosas, lo que les dificulta distinguir cuando es
necesario que resistan el dolor y el malestar y cuando no. En muchos casos la dificultad mayor
es que no cuentan con un lenguaje adecuado para comunicar lo que les está sucediendo.

secretaría distrital de integración social – SDIS – el grupo opciones convenio de asociación 3772 de 2010).
5.8 Eventos precipitantes

Muchos de los factores de riesgo descritos pueden estar presentes en varias familias y sin
embargo no necesariamente se presentan abusos sexuales. Los eventos precipitantes no
constituyen el origen del problema, pero desencadenan el evento abusivo cuando hay ausencia
o debilidad de los factores protectores. Algunos de los eventos precipitantes pueden ser:
 Factor de Oportunidad: Cuando se presentan las condiciones propicias para que el
agresor se quede solo con la víctima o que ésta no tenga ninguna protección.
 Consumo de pornografía: El consumo de pornografía aumenta las fantasías y el nivel
de excitación sexual a los agresores sexuales y la pornografía con niños y niñas
normaliza las relaciones entre adultos, niños y niñas17.
 Abuso de sustancias psicoactivas o alcohol: Disminuyen la capacidad de un agresor
para frenar sus impulsos y autocontrolarse18.

11
OPCIONES SDIS lineamiento técnico para la implementación de los procesos de formación en prevención y
Los efectos del abuso sexual dependen de diversos factores entre los que se encuentran las
características de personalidad del niño/a, la cercanía de la relación con el agresor (cuanto más
cercana y de confianza, mayores los efectos), duración del abuso (a mayor duración, mayor
repercusión), tipo de abuso, uso de violencia física y número de abusadores.
Algunos de los efectos a mediano y largo plazo que pueden presentar las víctimas de abuso
sexual son baja autoestima, ansiedad, depresión, culpa, sensación de impotencia, tendencia al

detección del abuso sexual infantil en el distrito capital convenio de asociación entre la secretaría distrital de
secreto, dificultad para entablar relaciones, tendencia a proteger y sacrificarse por otros,
dificultades sexuales, adicciones, mecanismos disociativos, ideas o intentos suicidas.
Intebi (1998)19, considera que el Abuso Sexual produce o tiene consecuencias importantes en
los aspectos emocionales de las personas, porque no toma en cuenta las necesidades ni los
deseos del niño o de la niña, alterando el vínculo entre éste y el adulto. Considera además que
interrumpe el desarrollo evolutivo, generando sentimientos de confusión, temor y dolor,
incrementando los riesgos de sufrir enfermedades físicas y mentales a lo largo de la vida. En
este sentido, es de vital importancia la prevención del maltrato infantil, basados en la promoción
y en la prevención de los derechos de las niñas y los niños. Se debe partir de un enfoque

integración social – SDIS – el grupo opciones convenio de asociación 3772 de 2010 (en adelante, Lineamiento
integral, que fortalezca la formación a familias y agentes educativos en el tema, la participación
activa de la comunidad en la denuncia de los casos y en las situaciones de presunto abuso y
las acciones del Estado frente a las situaciones de vulneración de los niños y niñas. Para Irwin
(2007)20, la prevención debe ser más que un conjunto de acciones, debe ser más bien un
proceso que se desarrolla sistemáticamente, en el largo plazo, en todos los contextos en los
que las niñas y los niños se desenvuelvan y debe ser acorde a las distintas etapas de desarrollo
evolutivo, adaptándose a las necesidades de los participantes.

técnico convenio asociación 3772 de 2010).


Algunos autores consideran que hay casos en los que la sintomatología se sostiene con el
paso del tiempo, en otros no necesariamente el paso del tiempo implica la resolución del
problema, sino el tránsito de la sintomatología hacia formas nuevas de manifestación. El hecho
de que la mayor parte de las personas que acuden a pedir asesoramiento sobre abusos
sexuales sufridos en la infancia sean ya adultas, tal y como se pone de relieve en el citado
trabajo de Pereda et al. (2006), supone que el abuso sexual en la mayor parte de los casos,
tiene consecuencias psicológicas para las víctimas en el largo plazo. Sin embargo, la
victimización secundaria es una de las causas de que sean las mujeres, tal y como han
demostrado diferentes estudios a nivel internacional, las que tienen una mayor probabilidad de
sufrir impacto psicológico como consecuencia del acto abusivo.

En este sentido, en el estudio meta-analítico de Rind, Tromovitch y Bauserman (1998) se


comprueba que el 33% de los hombres que ha sufrido abuso sexual en la infancia tiene
posibilidades de desarrollar sintomatología clínica a edades adultas, mientras que en las
mujeres la probabilidad es del 75% de los casos. Con respecto a las consecuencias en la
víctima, Fernández, Lameiras y Failde (2008), consideran que los sujetos con historia de
abusos sexuales en la infancia presentaron mayores niveles de estrés postraumático, así como
puntuaciones más altas en las escalas de reexperimentación del suceso traumático, evitando
estímulos asociados al trauma e hiperactivación. Se observan luego diferencias significativas
entre los sujetos con y sin historia de abusos sexuales sobre diferentes áreas de la vida. Los
sujetos con historia de abusos sexuales presentan mayores niveles de interferencia en
aspectos relacionados con:

12
Pérez y Borras, 1996. (Citado en Sanmartín Espluges, José (coord.) Violencia contra Niños). Barcelona: Editorial
 Las relaciones de amistad y familiares y con la vida sexual.
 Niveles más bajos de autoestima y de satisfacción con la vida.
Las consecuencias a largo plazo son aquellas que aparecen después de transcurridos dos años
del evento. Dentro de estas consecuencias a largo plazo destacan:
 Alteraciones físicas, tales como alteraciones del sueño.
 Dolores crónicos, hipocondría y trastornos de la alimentación.
 Conductuales, tales como consumo de sustancia tóxicas, trastornos disociativos de
identidad o intentos de suicidio.
Ariel 2008, pág., 95.
 Emocionales, incluyendo depresión, ansiedad, baja autoestima, alexitimia y síndrome
de estrés postraumático; sexuales, destacando las fobias.
 Disfunciones sexuales, así como las alteraciones de la motivación sexual; y
 Sociales, a través de problemas de relación interpersonal, dificultades de vinculación
afectiva con los hijos y las hijas.
Por otra parte, Dilillo, Tremblay y Peterson comprueban que haber sido víctima de abuso sexual
en la infancia es un factor de riesgo para el maltrato o la negligencia en la edad adulta.

5.10 Atención Inicial.


Es fundamental al interior de las instituciones contar con personas idóneas frente a la prevención
y detección inicial, quienes deben conocer las características básicas del abuso sexual infantil y
estén sensibilizadas en reconocer cambios en el estado anímico y comportamental de los niños y
niñas con los que se relacionan. Así mismo, que analicen las situaciones que se presentan,
tomen decisiones pertinentes y orienten la activación de rutas de protección.

13
Madansky, 1996. Citado en Sanmartín Espluges, José (coord.) Violencia contra Niños. Barcelona: Editorial Ariel
En este sentido es necesario también, desarrollar un protocolo interno, de manera tal que todos
sepan cómo proceder cuando se detecta un caso de abuso sexual y que la institución participe
de las redes locales existentes, consejos locales de atención a víctimas de violencia intrafamiliar,
violencia o explotación sexual y conozca las rutas establecidas para la denuncia y atención de los
casos de abuso sexual y la atención de los niños y niñas.
Cuando se presenten uno o varios de los signos físicos o indicadores emocionales es necesario
continuar atentos a la evolución de éstos, registrar todos los detalles por escrito, y ampliar la
información.
2008, pág., 95
Una de las acciones que se pueden realizar con el fin de ampliar la información, es conversar con
otros y otras docentes o personal que tenga relación con el niño o niña; con padres, madres o
cuidadores sobre los signos, síntomas e indicadores observados y ampliar la información sobre lo
que ocurre en el hogar con estos síntomas o indicadores y con el niño o la niña.

Si después de realizar las acciones anteriores no se vinculan los síntomas o indicadores con un
posible abuso sexual, se recomienda continuar con un seguimiento, observando si los
indicadores permanecen, aumentan o desaparecen.
En todo caso cuando se presentan signos o síntomas físicos como los descritos en el Cuadro 1,
se debe orientar a la familia para que acceda a los Servicios de Salud suministrando la
información pertinente recogida por la institución educativa y en la medida de lo posible solicitar
un certificado médico sobre el diagnóstico y tratamiento respectivo. Si se presentan indicadores
emocionales o comportamentales se debe acceder a los servicios de salud mental, con el fin de
que la situación sea evaluada y se reciba el tratamiento pertinente.
Cuando un niño o niña decide contar que es víctima de abuso sexual, hay que actuar con mucho
tacto y sensibilidad para enfrentar la situación de una manera empática, teniendo claro que el
objetivo primario es la protección integral de los niños y niñas21.

Es importante tomar nota de todo lo que el niño o niña diga de manera textual y jamás corregir
las palabras que utiliza; mantener una actitud de escucha para que el niño o niña pueda expresar
todo lo que quiera decir en ese momento. Es importante hacer preguntas abiertas, evitar las
preguntas que sugieran respuestas, o preguntas que generen culpa.
14
Pérez y Borras, 1996. Citado en Sanmartín Espluges, José (coord.) Violencia contra Niños. Barcelona: Editorial
Cuando un niño o niña cuenta que está siendo víctima de abuso sexual se considera que es una
sospecha razonable y por lo tanto se debe denunciar ante las autoridades competentes. La
víctima y su familia también deben ser remitidas a los servicios de salud para que reciban la
atención necesaria. El abuso sexual a niños y niñas es un delito, es importante dar aviso a las
autoridades, acudir ante las instituciones pertinentes y en cada una de ellas debe indicarse
cuales son los pasos a seguir para recibir atención integral. Los delitos sexuales no son
conciliables.
Ariel 2008, pág., 95.
En cuanto al rol del adulto, se debe tener en cuenta que la prevención del Abuso Sexual y la
protección de niños y niñas debe tener en cuenta la creación de entornos seguros donde el
abuso sea menos probable, el fortalecimiento de los niños y las niñas frente a los adultos y
finalmente propiciar que los niños y las niñas desarrollen habilidades de autocuidado, sobre la
base del fortalecimiento familiar.
En cuanto a la institución, es importante que esta no se limite solamente a notificar de la
sospecha a la familia, sino que siguiendo lo que plantean los lineamientos de Educación Inicial,
asuma su responsabilidad.

En cuanto a la familia, está debe ser informada sobre la situación y se comenzará con ella un
trabajo de acompañamiento, de acuerdo a como sea planteado por la ruta de atención integral y
a la Ley 1146 del 2007.

5.11 Enfoque Pedagógico.


El enfoque pedagógico que asume el presente lineamiento, se sustenta en el diálogo de saberes
o negociación intercultural entre los agentes educativos y las personas que realizan la formación
a los agentes educativos. Debe tener en cuenta, tanto el conocimiento con el que llegan los
agentes educativos frente al tema, proponiendo actividades que no sean sólo de tipo magistral,
sino que busquen relacionar a través de la praxis, la teoría y la práctica. Si se entiende a la
praxis, como la unión dialéctica entre teoría y práctica, el lineamiento plantea que se realicen
actividades tipo curso, definiendo curso como una forma de educación formal
15
Verdugo, M.A. y Bermejo, B.G. “El maltrato en personas con retraso mental” 1995. Citado por Berástegui, P,
que no se encuentra en los currículos tradicionales, sino que puede ser realizado de manera
temporal, ya sea por un interés personal o general, pero que no conduce a una titulación. El
curso puede ser entendido como la unidad básica de toda educación, hace referencia, por lo
tanto, a un espacio curricular en el cual el docente o el profesional se encarga de impartir un
conocimiento a un número determinado de personas.

Para el proceso pedagógico, se deben tener en cuenta los siguientes roles:


 Participante: Es aquella persona que hace parte de las sesiones en las cuales se llevan
a cabo las actividades de cada uno de los módulos, asumiendo un rol no solo de
observador sino de agente social, es decir que involucra una idea de sociedad plural, en
defensa de diferentes intereses (en este caso los intereses superiores del niño o niña) y
que busca hacer visible por medio de sus acciones y su narrativa, tanto dentro como
fuera del espacio mismo-, una postura frente a los temas tratados, reconociendo de
manera activa otras posiciones y enriqueciéndose de las mismas.

Gómez, A y -Bengoechea, B. “Los Menores con Discapacidad como Víctimas del Maltrato Infantil: Una Revisión”.
 Formadora (or): persona que realiza el proceso de formación en Prevención y
Detección del Abuso Sexual infantil y que generalmente posee un saber de carácter
científico proveniente de una formación disciplinar.
 Agente educativo: Un agente educativo es todo sujeto social que posee una actitud
tanto receptiva como transmisora frente al conocimiento. En este sentido los agentes
educativos permiten una circulación de los tipos de conocimiento y del saber,
permitiendo la reflexión sobre los mismos y generando transformaciones en las prácticas
sociales.
5.12 Ruta de Atención Integral22.

Los Jardines Infantiles y Centros e Instituciones al cuidado de niños y niñas en el Distrito Capital
deben construir una ruta interna, que debe estar en total consonancia con la activación de la
Ruta de atención de Abuso sexual para el restablecimiento de derechos, que incluya el
procedimiento a seguir cuando se detecta o conoce una situación de posible abuso sexual
infantil y el conducto regular para atender la situación, especificando los responsables de cada

Pág. 8.
acción (el nombre del cargo o del rol, según el tipo de contratación). Esta ruta deberá
socializarse tanto con talento humano como con la totalidad de la comunidad educativa.
Cuando se conoce una situación de posible abuso sexual infantil se debe actuar con la máxima
rapidez, respeto y cuidado, sin olvidar que en todo momento el objetivo primario es la
protección de la presunta víctima. Además, se debe notificar a las autoridades competentes,
toda persona mayor de 18 años está en la obligación de denunciar éste y cualquier otro delito.
La Ley 1146 del 2.007, reafirmó este deber que tienen los docentes de denunciar en su artículo
12: “El docente está obligado a denunciar ante las autoridades administrativas
y judiciales competentes, toda conducta o indicio de violencia o abuso sexual contra niños,
niñas y adolescentes del que tenga conocimiento 23”. Los Lineamientos y Estándares Técnicos
de Educación Inicial de la Secretaria Distrital de Integración Social confirman que el Jardín
Infantil debe “notificar siempre y de manera oportuna a las instancias competentes los casos de
vulnerabilidad de los derechos de los niños y las niñas”24, por lo que en caso de no hacerlo
podrá ser acusado de negligencia.
Por lo tanto, los Jardines Infantiles están obligados a notificar una situación de posible abuso
sexual infantil, para esto es importante tener en cuenta: La guía para la protección integral del
ejercicio de los derechos de niñas, niños, y adolescentes en los servicios de Atención Integral de
Bogotá D.C.

La ruta que establece el Distrito para la atención a víctimas, se articula a través de cinco
instituciones, tal y como se muestra en la Figura 1. “Rutas de Violencia Intrafamiliar y Violencia
Sexual”. Una de las instituciones que recepcionan este tipo de denuncias son las comisarias de
Familia. Las comisarias de Familia, son el primer punto de acceso a la denominada justicia
familiar. En el distrito existen 36 Comisarias de Familia y dos móviles. Otra de las instituciones es
la Policía Nacional, a través de la Policía de Infancia, recepcionan denuncias a través de la
Policía judicial. Otra de las instituciones que recepcionan este tipo de denuncias es la Fiscalía
General de la Nación que recepciona denuncias sobre delitos sexuales y violencia intrafamiliar, a
través de las Unidades de Reacción Inmediata URIS, los Centros de Atención a Víctimas de
Violencia Intrafamiliar y el Centro de Atención a Víctimas de Violencia Sexual CAIVAS. El ICBF,
recepciona denuncias a través de los centros Zonales. La Secretaría de Salud del Distrito, brinda
apoyo y atención en lo relacionado con la Salud. A continuación se describen los datos de
comunicación de cada una de las entidades y sus misiones, en lo relacionado con los casos de
violencia intrafamiliar y violencia sexual.

16
Di Margetts, “Unwritten Rules of Society, Protective Behaviors Program”. Australia, 2002
Figura 1. “Rutas de Violencia Intrafamiliar y Violencia Sexual”.
¿Dónde denunciar?
A continuación, se podrán encontrar un conjunto de instituciones en las cuales se pueden hacer
las denuncias respectivas:
Centro de Atención e Investigación Integral a Víctimas de Abuso Sexual (C.A.I.V.A.S):
 Carrera 33 No. 18 – 33, Bloque B, 2° Piso. Teléfono: 3754272.
 Lunes a viernes de 8 a.m. a 4 p.m.
Fiscalía:
 Teléfono: 5702072 o 01 8000 816999.
 Pagina Web: www.fiscalia.gov.co
 Unidad de Reacción Inmediata (U.R.I) de la Fiscalía. Atienden 24 horas denuncias sobre
delitos sexuales y violencia intrafamiliar.
 Comisaria de Familias: La comisaría dicta medidas de protección a la familia por
situaciones de violencia intrafamiliar y desarrolla el proceso de restablecimiento de
derechos25.
 Las Comisarías de Familia atienden en cada localidad y en la Página WEB:
www.integracionsocial.gov.co
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar:
 Centros Zonales de ICBF
 Teléfono: 01 8000 112440
 Página WEB: www.icbf.gov.co
Centro Especializado para Adolescentes (CESPA: Centro Zonal Especializado Puente
Aranda):
 Se atienden casos en los que el agresor tiene entre 14 y 18 años de edad. Calle 12 #
30–35, Piso 3. Teléfono: 2370394. Lunes a domingo, 6 a.m. a 10 p.m.
Inspecciones De Policía /Policía de Infancia y Adolescencia Casas de Justicia:
 Teléfono: 5702025 o 0 18000 916999 Secretaría de Salud
Personerías:
 Línea telefónica 143 Atención 24 Horas, correo:
institucional@personeriabogotá.gov.co y buzonjudicial@personeriabogota.gov.co
 Línea telefónica 106: Secretaría Distrital de Salud, servicio de orientación
psicológica.
 Línea telefónica 123: número único de seguridad y emergencias (NUSE).
 Línea telefónica 195 del Distrito, sólo para solicitar información.
Secretaria Distrital de Integración Social, Subdirección para la Infancia - Equipo de
Fortalecimiento Técnico
 Se realiza asesoría personalizada sobre rutas de atención y se acompaña en la
construcción de protocolos y activación de las rutas.
 Línea telefónica: 2405495
 Página WEB: www.integracionsocial.gov.co
Página WEB: www.teprotejo.org

Denuncia Anónima:
La denuncia puede realizarse de manera anónima. Esta debe hacerse con el mayor número de
datos posibles, tales como nombre y dirección de la víctima y del presunto
agresor, para que se abra la investigación. Se debe dejar registro de la entidad y la fecha en la
cual se realizó la denuncia y, si es posible, el funcionario que la recibió y el número de
radicación para el seguimiento.
Organismos de Control.
Existen instancias para vigilar y hacer seguimiento a las instituciones y/o autoridades
competentes con el fin de dar estricto cumplimiento al restablecimiento de derechos a todas las
víctimas.
Si no se garantizan los derechos de las víctimas, pueden exigirse ante:
 Defensoría del Pueblo
 Personería Distrital-Local
 Procuraduría General de la Nación
 Procuraduría Delegada Para la Infancia y Adolescencia

6. Justificación.

La elaboración de este documento busca oficializar los criterios tanto técnicos como
metodológicos frente al diseño e implementación de los procesos de
formación en “Prevención y Detección del abuso sexual infantil, con énfasis en Primera
Infancia, en coherencia con los Lineamientos y Estándares Técnicos de Educación Inicial
(Resolución 325 de 2009).

Desde la Política Pública de Infancia y Adolescencia de Bogotá (2011– 2021), la situación de la


garantía de los derechos de protección de las niñas, niños y adolescentes se enmarca en el eje
No 1 “Niños, niñas y adolescentes en ciudadanía plena”, que contempla dentro de sus
propósitos la realización de acciones de prevención y restablecimiento del ejercicio de los
derechos de niños, niñas y adolescentes en situaciones de inobservancia, amenaza y
vulneración de derechos. Dentro de esta categoría se identifican los siguientes objetivos de
política: ninguno maltratado, abusado o víctima del conflicto armado interno, ninguno en
actividad perjudicial y adolescentes acusados de violar la ley penal con su debido proceso.

En relación con el objetivo de la política: Ninguno maltratado, abusado o víctima del conflicto
interno generado por grupos al margen de la ley, se hace referencia a que el maltrato infantil,
abuso sexual y explotación sexual comercial (ESCNNA) y la trata de niños, niñas y
adolescentes, la Política Pública de Infancia y Adolescencia contempla en sus planteamientos la
atención de las diferentes situaciones de vulneración, entre ellas Maltrato Infantil, Abuso Sexual
y Explotación Sexual Comercial (ESCNNA) y la trata de niños, niñas y adolescentes,
fortaleciendo a todos los actores sociales que deben cumplir de manera corresponsable con la
garantía de los derechos para fortalecer vínculos y relaciones sanas.

El maltrato infantil se concibe desde la Política Pública de infancia y Adolescencia con base en
lo que en el mismo código sobre la materia ha definido en su artículo 18, cuando establece que
debemos entender como maltrato: “(….) toda forma de perjuicio, castigo, humillación o abuso
físico o psicológico, descuido, omisión o trato negligente, malos tratos o explotación sexual,
incluidos los actos sexuales abusivos y la violación y en general toda forma de violencia o
agresión sobre el niño, la niña o el adolescente por parte de sus padres, representantes legales
o cualquier otra persona”26. Conforme a lo anterior la política busca erradicar el maltrato infantil
en sus diferentes formas y en los diferentes entornos desde donde este maltrato se puede
originar.
En cuanto a la violencia Sexual, el número de casos de informes periciales sexológicos
evidencia para un período de tiempo específico, el número de casos de niñas, niños y
adolescentes vinculados a un proceso de investigación por presuntos delitos de abuso sexual
cometidos contra ellas o ellos. En el cálculo de este indicador se excluyen los informes
realizados como prueba de virginidad. Al revisar el número de casos de informes periciales
sexológicos en menores de 18 años, en Bogotá 2011– 2014, se observa un mayor número de
casos para el sexo femenino, con una disminución entre los años 2011 y 2012, pero del año
2012 a 2014 se presenta un aumento, pasando de 2.680 casos a 2.746. En el caso, del sexo
masculino, en los últimos cuatro años se presenta una disminución, de 777 en el 2011 paso a
576 en el año 201427.
Respecto del número de delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes denunciados en
Comisarias de familia, Bogotá 2012-2014, se reportan 1.903 denuncias para el periodo de 2012
a 2014, de los cuales 1.604 corresponden a niñas y 299 a niños. Se presenta una disminución
pasando de 845 denuncias en el 2012 a 411 en el 201428.

En relación con niños, niñas y adolescentes víctimas o en riesgo de explotación sexual


comercial, durante 2013 se atendieron 552 niños y niñas y adolescentes a través de dos
centros de referencia ubicados en las localidades de Rafael Uribe y Mártires los cuales atienden
a niños, niñas y adolescentes en edades entre los 6 y los 17 años. Se reporta que las niñas son
las más atendidas por explotación sexual. La atención por explotación sexual de niños, niñas y
adolescentes ha disminuido para el año 2014 con relación al año 2013, en cuanto a las niñas
pasó de 287 en 2013 a 242 en 2014 y los niños pasando de 236 en 2013 a 216 en el 2014.

De igual manera la SDIS, ha identificado en las interacciones con docentes y otros agentes
educativos de la educación inicial, la falta de información sobre las dinámicas propias del
abuso sexual infantil, lo cual de acuerdo a su propio reporte, impide visualizar las situaciones
de riesgo, las características de la conducta abusiva, los indicadores físicos y
comportamentales que permiten identificar a las víctimas; quienes por su edad y/o condición no
están en capacidad de contar su experiencia, pedir ayuda o tener conciencia de los actos
abusivos.

Este desconocimiento ha generado grandes vacíos tanto en la identificación y denuncia, como


en la manera de enfrentar el tema con los niños y niñas y sus familias y una gran sensación de
impotencia y angustia en los agentes educativos cuando han tenido que enfrentarse a este tipo
de problemáticas. Estos vacíos e inseguridades han propiciado que muchos casos identificados
se mantengan ocultos ante la justicia, ante las familias y ante la comunidad educativa dejando
al niño o niña en completa desprotección, y contribuyendo a perpetuar el silencio y la
impunidad, impidiendo en muchos casos la búsqueda de la seguridad, protección y el
restablecimiento de los derechos de las víctimas.

De aquí la importancia de reconocer al Jardín Infantil, como un escenario garante de los


derechos de los niños y niñas, en donde es propicio realizar acciones de prevención del Abuso
Sexual Infantil, ya que gracias a la convivencia cotidiana con los niños y niñas y al vínculo
permanente con sus familias, los y las docentes pueden fortalecer y potencial los derechos de
los niños y niñas, realizar acciones de promoción del buen trato con las familias, promover
espacios seguros, protectores y favorecer el desarrollo integral de niños y niñas.

Desde este compromiso la Secretaría Distrital de Integración Social ha visto la necesidad de


visibilizar y comprender la problemática la violencia sexual en especial el abuso sexual infantil
en la primera infancia, buscando reducir la incidencia de casos en la ciudad e invitando a los
adultos responsables de su cuidado y educación, para que desde el principio de la
corresponsabilidad, definido por la Ley 1098 de 2006, reconozcan su rol y gestión frente a la
prevención y detección de este tipo de violencia contra los niños y niñas.

Así, se reconoce la importancia que todas las personas, desde diversos roles y acciones, se
comprometan con la vida, la participación, la educación, el cuidado y la protección de niños y
niñas. Desde éste reconocimiento en la educación inicial se le da un lugar preponderante al
jardín infantil y en general a las instituciones educativas, como espacios protectores, pues en
ellos transcurre una gran parte de su vida. Desde la responsabilidad que tienen las instituciones
educativas y los agentes que están a cargo del cuidado y protección de los niños y niñas; se
reconocen algunas características de su formación, identificando que las instituciones de
formación a los docentes en general carecen de programas académicos donde se aborde el
tema de la violencia sexual en especial del abuso sexual infantil y los aspectos relacionados
con su prevención, detección y atención.

7. Antecedentes.
El 24 de abril de 2009 la Secretaría Distrital de Integración Social emite la Resolución 325 de
2009, por medio de la cual se reglamenta el Decreto 057 de 2009 y se deroga la Resolución
1001 del 2006. Esta última se refiere a la idoneidad del talento humano del componente de
talento humano, en el sentido de que el jardín infantil debe contar con profesionales formados y
certificados en curso de: Prevención y Detección de situaciones de Abuso Sexual Infantil de
una duración mínima de 20 horas, expedida por una entidad autorizada por la Secretaría
Distrital de Integración Social.
En el año 2010, a través del convenio de asociación 3772 de 2010 entre la Secretaría Distrital
de Integración Social – SDIS – y el Grupo Opciones, se realiza el primer documento, el cual
servirá como referente técnico y metodológico, en la construcción del presente documento; de
igual manera se cuenta con la “Guía de prevención y detección de la Violencia Sexual Infantil”,
segunda edición realizada a través del convenio de asociación 9311 de 2013 entre la Secretaría
Distrital de Integración Social- SDIS y la Asociación Grupo Opciones.

8. Normatividad.
En el marco de la implementación de la Política Pública de Infancia y Adolescencia de Bogotá,
D. C, dirigida a garantizar de forma prioritaria la atención integral a la primera infancia, y en
conformidad con lo expuesto en los Lineamientos y Estándares Técnicos de Educación Inicial,
específicamente en el tema de Seguridad en Instituciones que presten Atención Integral a la
Primera Infancia, se genera un marco estratégico de acción para el desarrollo del presente
lineamiento.
Reconociendo la primera infancia como una etapa en la que se potencializan todas las
capacidades individuales y colectivas de las personas, es evidente la importancia de generar, a
través de la política pública, una transformación cultural que comprenda mejores prácticas y
que posibilite el desarrollo armónico e integral de niños y niñas para lograr un mejor presente y
futuro para ellos y ellas como titulares de derechos.

En este sentido a nivel internacional existe un marco normativo que sustenta todas las
acciones que propenden por la protección integral de los niños y niñas; la Declaración de los
Derechos del Niño, Proclamada por la Asamblea General de Naciones Unidas en su
resolución 1386 (XIV), de 20 de noviembre de 1959, la cual evidencia un marcado interés por
la infancia, por su protección y cuidado, y por el disfrute de sus derechos.

Así mismo, la Convención Internacional de los Derechos de los Niños de 1989, ratificada
por Colombia mediante la Ley 12 de 1991, como convenio de las Naciones Unidas que incluye
54 artículos en donde se explicita el concepto de niño, el compromiso de los Estados parte por
atender el interés superior de los niños y niñas, por asegurar su protección y cuidado y por
respetar y garantizar el conjunto de sus derechos (a la vida, el nombre, la nacionalidad y la
identidad; a tener una familia y ser cuidado por ella; a la libertad de expresión, de pensamiento,
de conciencia y de religión; al desarrollo, a la salud, la educación, la participación, el descanso,
el esparcimiento, el juego y la recreación; a estar protegido contra cualquier forma de
abandono, explotación o abuso; entre otros). Esta Convención constituye el primer código
universal de derechos del niño de carácter vinculante, lo cual implica que los países que la
suscriben y ratifican se someten legalmente a lo que allí se consagra y están obligados a
informar periódicamente al Comité de los Derechos del Niño acerca de las políticas y acciones
realizadas para garantizar tales derechos.

El conjunto de las recomendaciones que realiza el Comité para las naciones Unidas (2015),
reconoce en un principio, que los niños con discapacidad tienden a ser más vulnerables a todos
los tipos de abuso, ya sea este mental, físico o sexual. Esto sucede en todos los entornos,
incluido el entorno familiar, escolar y comunitario en general. Por ejemplo, se afirma que los
niños con discapacidad, tienen una tendencia a ser cinco veces más
propensos a cualquier tipo de abuso. Se considera, por ejemplo, que los niños y niñas con
alguna discapacidad son seres no sexuales y que no comprenden sus propios cuerpos. Con
respecto a los niños con discapacidad se insta a que se sigan las siguientes recomendaciones:
 Formar y educar a los padres o a los cuidadores, para que detecten riesgos y señales de
abuso.
 Asegurar la vigilancia de los padres, con respecto a la elección de las personas
adecuadas para el cuidado del los niños y niñas.
 Proporcionar y apoyar la consolidación de grupos de padres que permitan crear redes
sociales.
 Asegurar que los niños y niñas y quienes prestan sus cuidados, deben ser tratados con
dignidad y respeto.
 Asegurar que el sistema educativo asume y toma medidas para luchar contra el posible
hostigamiento hacia esta población.
 Asegurar que las instituciones que ofrecen cuidados a los niños con discapacidad estén
dotados con personal que esté capacitado en el tema .
 Establecer un mecanismo accesible de queja que sea favorable a los niños y un sistema
de supervisión.
 Adoptar todas las medidas legislativas necesarias para castigar y alejar a los autores de
los delitos del hogar, garantizando que no se priva al niño de su familia y que continúa
viviendo en un entorno seguro y saludable.
 Garantizar el tratamiento y la reintegración de las víctimas del abuso y de la violencia,
centrándose especialmente en los programas generales de recuperación.
(Recomendaciones de Naciones Unidas, pàg, 50).
En cuanto a la explotación sexual el comité ha manifestado que insta a los gobiernos a que
ratifiquen y apliquen el Protocolo Facultativo relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y
la utilización de niños en la pornografía y, al cumplir sus obligaciones en virtud del Protocolo
Facultativo, los Estados partes deben prestar atención especial a la protección de los niños y
niñas (Recomendaciones de Naciones Unidas, pàg, 60).

En la misma línea de desarrollo político y normativo Colombia en su Constitución Política de


1991 reconoce como pilar la perspectiva de derechos, en la cual los
derechos de los niños y las niñas convergen bajo el interés superior. La Carta Magna incluye
el principio de protección integral de la niñez, declarando la prevalencia de los derechos de
los niños y niñas sobre los derechos de otros actores sociales y la necesidad de orientar la
protección hacia los grupos poblacionales más vulnerables. El Artículo 44 establece que los
niños y niñas “Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral,
secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos.
Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en
los tratados
Internacionales ratificados por Colombia”.

De manera particular en el Código de la Infancia y la Adolescencia o Ley 1098 de 2006, el


artículo 7 “Protección integral” destaca que niños, niñas y adolescentes son reconocidos como
sujetos de derechos por lo que, en coherencia con la Constitución Política Nacional, se
adelantarán acciones tendientes a su garantía y cumplimiento así como a la prevención de las
amenazas o vulneraciones y a su restablecimiento inmediato en desarrollo del principio del
interés superior. Por consiguiente, la protección integral se materializa a través de políticas,
planes, programas y acciones que se ejecutan en los ámbitos nacional, departamental, distrital
y municipal.

De igual modo, el artículo 29 de la misma Ley, evidencia que niños y niñas durante la primera
infancia, tienen derecho al desarrollo integral comprendiendo que existen unos derechos
impostergables para este ciclo vital, relacionados con la atención en salud y nutrición, el
esquema completo de vacunación, la protección contra los peligros físicos y la educación
inicial.

En el Decreto 520 de 24 de noviembre de 2011, por medio del cual se adopta la Política
Pública de Infancia y Adolescencia de Bogotá, D. C., en su eje No 1. Niñas, niños y
adolescentes en ciudadanía plena, se enuncian los componentes y situaciones que se
identifican como básicas para asegurar el ejercicio y disfrute de los derechos de las niñas y los
niños desde la primera infancia hasta la adolescencia en Bogotá. Parte del concepto de
protección integral de las niñas y los niños en todas las etapas de su ciclo vital para el
reconocimiento de ellas y ellos como sujetos activos en capacidad de aportar al desarrollo
social y titulares de derechos, la garantía como cumplimiento de los mismos, la prevención de
su amenaza o vulneración y la seguridad de su restablecimiento inmediato en desarrollo del
principio del interés superior.

Componente I: Ciudad, Familias y Ambientes Seguros.

Decreto 057 de 26 de febrero de 2009, por el cual se reglamenta el Acuerdo 138 de 2004, se
regula la inspección, vigilancia y control de las personas naturales y jurídicas,
públicas y privadas, que presten el servicio de Educación Inicial en el Distrito Capital, a niñas y
niños entre los cero (0) y menores de seis (6) años de edad y se deroga parcialmente el
Decreto Distrital 243 de 2006.

Es importante tener en cuenta que tanto en el estándar del componente de Ambientes


Adecuados y seguros, en donde se definen e implementan las estrategias pertinentes para
garantizar la seguridad de las niñas y los niños y el estándar del componente de talento
humano, en donde se específica la idoneidad del talento humano, se ratifica que la idoneidad
de todo el equipo de trabajo que labora en el jardín infantil, será orientada y verificada bajo el
criterio de calidad referido a: formación y experiencia pertinente del talento humano frente al
trabajo con población en primera infancia lo que implica también un compromiso en la denuncia
y en la activación de los casos.

La Resolución No. 3241 de Secretaría de Educación Distrital y No. 1326 de Secretaría


Distrital de Integración Social de 22 de noviembre de 2010, por medio de la cual se
establece el procedimiento unificado y definitivo para el ejercicio de la función de Inspección,
Vigilancia y Control a las instituciones que presten simultáneamente el servicio de educación
inicial, desde el Enfoque de Atención Integral a la Primera Infancia – AIPI- y de Educación
Preescolar en el Distrito Capital, cumple funciones prioritarias en el seguimiento a la prestación
del servicio y en el cumplimiento de los estándares básicos

9. Principios

Cuatro son los principios que juegan un importante rol no sólo como marco conceptual de toda
la intervención, sino como elementos ordenadores de todas las acciones
específicas relacionadas con la garantía y restablecimiento de los derechos de niños y niñas.
Estos principios son:

 Interés superior: La constitución Política de la República de Colombia, plantea que los


derechos de las niñas y niños, prevalecen sobre los demás. Esto está en concordancia
con la declaración universal de los Derechos del Niño, que plantea de igual manera que
los Estados deben promover acciones que promuevan el Desarrollo Integral de la
infancia, entendiendo por ello que la infancia no es sólo el futuro, sino
el presente de nuestra nación. El interés superior del niño obliga a la sociedad y al
Estado que las decisiones que se tomen con respecto al niño o la niña deben atender en
primera instancia al interés superior, como eje para garantizar el cumplimiento de los
Derechos29
 Corresponsabilidad: Busca promover el reconocimiento del compromiso y la
responsabilidad que todas y todos tenemos frente a la construcción de una ciudad
moderna y humana: individuo, Familia, Sociedad y Estado y en especial la relación entre
el Estado, la Familia y la Sociedad para generar para la prevalencia de derechos, la
exigibilidad de los mismos y su cumplimiento.
 Prevalencia de los derechos: Es importante reconocer y transformar los
conocimientos, actitudes y prácticas que vulneran los derechos y que
afectan negativamente las condiciones de vida de los niños y los jóvenes. La prevalencia
de derechos, se enlaza de manera directa con el interés superior de la niña y el niño,
frente a otros grupos etarios, en términos de sus derechos y de la exigibilidad de los
mismos.
 Exigibilidad de los derechos: La exigibilidad de los derechos, se relaciona
directamente con la vulneración de los mismos, para lo cual se hace necesario un
estadio de reparación, en donde el derecho vulnerado se debe hacer efectivo. En el
marco de la infancia, lo que es básico es que frente al Abuso Sexual
Infantil, se debe exigir la reparación de la víctima y la garantía de no repetición de los
supuestos eventos.
 Dignidad Humana: Uno de los valores jurídicos más importantes y que se expresa en el
sistema constitucional en nuestro país, es el de la dignidad de la persona. Sin perjuicio
de los derechos que son inherentes a cada ser humano, se encuentra directamente
relacionado con el del libre desarrollo de su personalidad y de los derechos que tienen
que ver con la integridad tanto física como moral (ver sentencia 972-90 y 2665-94 de la
Corte Constitucional).
Los Derechos Humanos, son inherentes o intrínsecos de la persona humana, tal y como
lo contempla la Declaración Universal y que como atributos del ser humano en cuanto
tal, son anteriores y están en un nivel superior al de cualquier autoridad. La autoridad en
este sentido, no los crea sino que los descubre y no los otorga, sino que los reconoce.
El principio de la dignidad humana, que como valor moral y espiritual será inherente a
toda persona, se manifiesta, por tanto en la autodeterminación consciente y
responsable, frente a los actos de la vida y tiene consigo la pretensión de respetar los
actos de los demás. Como se dijo anteriormente, se encuentra
íntimamente relacionado con el desarrollo de la personalidad y la integridad física y
moral, con la libertad de ideas y creencias, el honor y algo muy importante en relación a
la violencia sexual: a la intimidad personal, familiar y de la propia imagen. Tiene un
carácter universal, en cuanto no cabe ninguna excepción ni ninguna discriminación. Son
por tanto, un mínimo invulnerable que todo estatuto jurídico debe asegurar, de tal
manera que no lleven a un menosprecio para la estima que todo ser humano posee.
(Ver sentencias 5605-06, 1389-07, 9112-07 y 10285-08, Corte Constitucional). La
vulneración por actos de tipo sexual, es una vulneración directa a la dignidad humana,
por cuanto menosprecia la estima y puede tener consecuencias negativas en el libre
desarrollo de la personalidad y en la integridad física y moral.
Además, la convención de los Derechos de los niños, en sus recomendaciones,
presenta un conjunto de principios fundamentales que tienen que ver con el trato que
debe darse a los niños. Distingue un trato acorde con el sentido de la dignidad y el valor
del niño. Este principio, se inspira principalmente en el derecho fundamental proclamado
en el artículo primero de la Declaración Universal de Derechos
Humanos, que enuncia que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad
y derechos. Este derecho debe respetarse y protegerse en todos los niños y niñas sin
excepción alguna. (Pág., 65).

Principios Orientadores en la Formación.

 Protección Integral: Según la Convención de los Derechos del Niño, los niños y niñas
son individuos sujetos de derechos, con protección especial. La Ley de Infancia y
Adolescencia define en su artículo 7 la protección integral de los niños,
niñas y adolescentes como: “el reconocimiento como sujetos de derechos, la garantía y
cumplimiento de los mismos, la prevención de su amenaza o vulneración y la seguridad
de su restablecimiento inmediato en desarrollo del principio del interés superior. La
protección integral se materializa en el conjunto de políticas, planes, programas y
acciones que se ejecuten en los ámbitos nacional, departamental, distrital y municipal
con la correspondiente asignación de recursos financieros, físicos y humanos” 30. El
Estado, la comunidad y la familia son corresponsables en la protección del desarrollo
integral de niños y niñas.
 Perspectiva de derechos: Reconocer la perspectiva de derechos supone reconocer
que niños y niñas de la primera infancia son ciudadanos y sujetos activos de derechos.
De esta manera, la comprensión del tema del abuso sexual y todas las formas de
atención, prevención y restablecimiento de derechos deben estar enmarcados en
procesos y acciones que garanticen el interés superior y la prevalencia
de los derechos de la infancia.
 Enfoque diferencial: Reconocer la diversidad y las diferencias personales y colectivas
que caracterizan la Primera infancia en Bogotá es un elemento clave para tener en
cuenta en la comprensión y el abordaje del Abuso Sexual Infantil. Las diferentes
condiciones de vida requieren consideraciones específicas y particulares en su
comprensión y en las alternativas que se desarrollen en el campo de la atención y la
prevención.
Estas diferencias comprenden: los diversos rangos de edad y grados de
desarrollo, el género, el origen étnico-racial, la discapacidad, cuando están en situación de
desplazamiento o se ha sido víctima del conflicto armado vigente en nuestro país.
 Perspectiva de Género: El concepto género hace referencia a las funciones y roles
asignados por la sociedad y la cultura a los individuos, en razón de sus diferencias
sexuales. Hay diferencias evidentes desde la perspectiva biológica, sin embargo hay
otras que son prejuicios construidos por la sociedad a través del lenguaje, la cultura y la
educación. Género es un concepto relacional y su objeto no es la mujer o el hombre
sino las relaciones entre ambos o mejor aún entre los ámbitos
"masculino" y "femenino" en cuanto a la distribución de poder.

La inequidad de género afecta todas las vivencias, a nivel socioeconómico, cultural,


valorativo y, por tanto, también sexual. La violencia de género, dentro de la cual cabe
ubicar el abuso sexual infantil, es una expresión de la inequidad en las relaciones de
poder, que lesiona la integridad física, psicológica o sexual de las víctimas, que siendo
agredidas pierden su autoestima, su autonomía y el derecho a vivir con dignidad y en
paz. La desigualdad entre hombres y mujeres, facilita posiciones vulnerables a las que
están expuestos en la mayoría de casos niñas, niños y mujeres.

El abuso sexual implica un abuso de poder, el que "tiene el poder", en razón de edad,
dinero o género, se sirve de su superioridad para infligir violencia al que "no tiene
poder". En nuestra sociedad, los hombres tienen más poder que las mujeres y los
adultos mucho más que las niñas y los niños, siendo la distancia más grande la que hay
entre hombres y niñas.
Tener una perspectiva de género implica evaluar las políticas, los programas y las
acciones en general de manera tal que se prevean las implicaciones que pueden tener
las decisiones para unas y otros. La sociedad debe ir cambiando su mirada, sus
prejuicios como parte de un proceso lento en el cual cada persona debe participar
activamente.
La atribución social y cultural a los roles desempeñados por hombres y mujeres durante
siglos y transmitidos de generación en generación, han sido los responsables de facilitar
y proveer el escenario adecuado para la ocurrencia del abuso sexual infantil, su
legitimación y su perpetuación.
Al respecto Escartín (2003) indica que "la supuesta superioridad y autoridad que la
sociedad ha otorgado al sexo masculino y la desigualdad de poder existente entre el
hombre y la mujer, se debe principalmente a patrones de crianza autoritarios y
patriarcales que se han transmitido por generaciones" 31. A continuación se presentan,
según Escartín, algunos patrones de crianza y socialización que evidencian esta
situación:

Las mujeres han sido educadas para ser sumisas, pasivas, femeninas, coquetas,
madres con el rol de entregar afecto y cariño, servir, cuidar a la familia. Deben
someterse a un modelo patriarcal, esto significa depender del patrimonio masculino de
la familia: padre, hermanos, compañero/esposo. Al casarse deben entregarse a su
pareja, obedecerle, respetarle, pedir permiso y ayuda. No tiene autoridad para tomar
decisiones. A ellas se les permite llorar y demostrar debilidad. Los varones son criados
para demostrar fortaleza, controlar sus emociones. No deben expresar sus
sentimientos, llorar o demostrar debilidad. A ellos se les permite cierto grado de
violencia, es aceptable que demuestren agresividad. Desde pequeños aprenden
modelos machistas, patriarcales de dominio sobre el género femenino. Demandan total
poder, respeto y obediencia de "su mujer y sus hijos". Se sienten dueños de la familia.
Son criados para realizar tareas masculinas. Cooperar con deberes de la casa los
clasifica como "afeminados".

Ward (1.984) citado por Glaser y Frosh, complementa esta visión ilustrando el manejo
de la sexualidad atribuido en nuestra cultura a lo masculino y lo femenino que
contribuye a la presencia de las dinámicas sociales abusivas: “La ideologia de la
violacion dice que la sexualidad masculina es congenitamente activa, agresiva e

31
Escartín, M, (2003). Abuso Sexual hacia los niños y las niñas: preguntas y respuestas. Una guía para acercarse al tema.
insaciable; que la sexualidad femenina es congenitamente pasiva, receptiva e
inhibida”32.
 Perspectiva Ecosistémica: La violencia contra los niños y niñas es analizada en éste
marco teórico bajo un abordaje sistémico en el cual se considera el contexto y las
formas de relación dentro del cual adquieren sentido las situaciones de maltrato y
abuso.

Las explicaciones del fenómeno del abuso desde los modelos ecológicos conciben el

Asociación Afecto contra el maltrato infantil. Bogotá- Colombia.


maltrato infligido a los niños y niñas como la consecuencia de interacciones que van más
allá de las caracteristicas individuales y consideran los factores contenidos en el
ambiente más amplio en que se manifiesta el maltrato. Para analizar el modelo ecológico
se tiene en cuenta los planteamientos de Belsky, 1.980, Cicchetti y Carlson (1.989),
Garbarino (1.977), Trepper y Barrett (1.989), Vander Mey y Neff (1.986) y Wofe (1.991).

Bajo esta perspectiva se consideran tres contextos básicos en la comprensión del


problema: el primero se refiere a los aspectos individuales (aspecto ontogénico) de
padres o cuidadores y de los niños y niñas. El segundo se refiere al contexto
interaccional inmediato (microsistema) relacionado con el contexto inmediato en el que se
manifiesta el abuso, las actividades parentales de cuidado y crianza y los procesos de
interacción de adultos y ninos y niñas y el tercero al contexto más amplio que se refiere a
la comunidad y la cultura (exosistema) como sistemas de apoyo que pueden afectar el
riesgo de abuso a la infancia.

10. Ejes temáticos del lineamiento


En los ejes temáticos del lineamiento se enuncian los siguientes componentes: comprensión
inicial del Abuso Sexual, generalidades del abuso sexual, atención inicial y activación de las
distintas rutas de Atención, factores de riesgo del Abuso Sexual y prevención integral del Abuso
Sexual Infantil.

10.1 Componente Operativo.


A continuación se describen algunos elementos operativos del proceso de formación como son:
duración, criterios de idoneidad de la institución, certificación y material. Finalmente se ofrecen
las temáticas por modulo.
5 Duración mínima del curso.
El curso debe tener una duración mínima de veinte (20) horas presenciales.
6 Criterios de idoneidad de la institución, organizaciones que ofrecen el curso y del
formador
La institución, Organización o Entidad Competente, que oferte los Cursos de Prevención y
Detección del Abuso Sexual Infantil con énfasis en Primera Infancia deberá estar legalmente
constituida y demostrar que, dentro de sus actividades económicas esté incluida como mínimo
la educación informal en Prevención y Detección del Abuso Sexual Infantil. Se deben tener en
cuenta los siguientes criterios:
 Demostrar mínimo tres (3) años de experiencia en actividades relacionadas con la
atención integral y la prevención del Abuso Sexual Infantil.
 Haber elaborado y publicado material sobre prevención del abuso sexual infantil.
El formador asignado por la Institución, Organización o Entidad Competente, debe cumplir
mínimo con alguno de los siguientes perfiles:
 Las personas facilitadoras, deberán ser profesionales de las áreas de las ciencias
humanas y sociales.
 Los y las profesionales, deberán demostrar mínimo 2 (dos) años de experiencia laboral
como formador de adultos relacionados con programas y actividades de atención y
prevención del abuso sexual infantil.
 Los y las profesionales, deberán ser idóneos en el área clínica y/o social.
 Los formadores y las formadoras, deben demostrar actualización y no haber dejado de
laborar en éste tema por más de 1 (uno) año.
7 Certificación del curso.
La Institución expedirá una certificación en “PREVENCIÓN Y DETECCIÓN DEL ABUSO
SEXUAL INFANTIL”, a los asistentes que aprueben el curso realizado conforme al presente
lineamiento. El certificado deberá ser firmado como mínimo por un representante de la
Institución y un formador.
a. Material.
La institución, Organización o Entidad Competente, deberá entregar una cartilla o material que
contenga las memorias de cada uno de los módulos trabajados durante la capacitación.
10.2 Desarrollo Temático.
El desarrollo temático se encuentra constituido por los contenidos mínimos de cada uno de los
temas que debe abordar el curso, teniendo en cuenta los perfiles del talento humano de los
jardines infantiles; ( maestras y maestros, profesionales de apoyo: psicólogos y psicólogas,
nutricionistas, enfermeras y enfermeros , educadores y educadoras especiales ) los cuales se
mencionan a continuación:
Módulo 1. Comprensión inicial del Abuso Sexual Infantil
 Definición de violencia sexual, tipos de violencia sexual
 Definición de Abuso Sexual Infantil
 Estadísticas generales
 Características de la conducta sexual abusiva
 Síndrome de Acomodación y negación
Módulo 2. Generalidades del Abuso Sexual Infantil.
 Sentimientos de las víctimas
 Dinámica del Abuso Sexual Intrafamiliar y Características y dinámicas de las familias
 Abuso Sexual extrafamiliar
 Signos y Síntomas físicos
 Indicadores comportamentales
 Efectos del ASI a mediano y largo plazo
 ASI en niños y niñas con discapacidad.
 Comprensión y manejo de conductas sexualizadas en los niñas y niñas de Primera
Infancia
Módulo 3. Atención Inicial y activación de las distintas rutas de Atención.
 Objetivos de la atención inicial
 Aspectos de la denuncia: dónde y cómo denunciar
 Qué hacer si un niño o niña le cuenta que está siendo abusado sexualmente
 Competencias Institucionales
Módulo 4. Factores de riesgo del Abuso Sexual
 Elementos que favorecen que el Abuso sexual infantil se presente en nuestra sociedad.
 Descripción de Factores Socio-culturales, Factores Familiares y Factores Individuales.
 Factores de riesgo para niños y niñas con discapacidad.
Módulo 5. Prevención integral del Abuso Sexual Infantil.
 Conceptos sobre prevención integral.
 Consideraciones básicas con niños de primera infancia y la responsabilidad de los
adultos como objetivo prioritario.
 Fortalecimiento de factores protectores a través del rol de los adultos en la garantía
de los derechos de los niños y niñas.
 Conocimiento de los padres, madres y cuidadores acerca de la sexualidad esperada
de los niños y niñas, de acuerdo con su edad.
 Los aspectos a tener en cuenta para hacer prevención del abuso sexual dirigida a
padres, madres y cuidadores
 Enseñanza de acciones de autocuidado a niños y niñas

7.1 Metodología.

Para el desarrollo de los contenidos sugeridos en el presente lineamiento se debe utilizar una
metodología presencial teórico-práctica activa y participativa que incluye los siguientes
aspectos:
 Integrar diferentes medios sensoriales en el proceso de
capacitación como videos, música, ejercicios vivenciales de corta duración que
estimulen mayor participación y motivación frente al tema.
 Analizar los casos que los participantes expongan, tomados de su labor docente o
de su experiencia personal, en los que se presenten sospechas de abuso sexual e
inquietudes sobre el manejo de conductas sexualizadas de los niños y niñas.
 Que los facilitadores y facilitadoras, expongan casos tomados de la experiencia, que
ilustren la teoría y ejemplifiquen los contenidos.
 Tener en cuenta que el tiempo transcurrido entre un módulo y otro no debe ser
mayor a 30 días con el fin de favorecer la continuidad de los contenidos y los
procesos de formación.

7.2 Evaluación y Seguimiento al Curso de Formación.

Para la evaluación se deberán tener en cuenta los siguientes elementos: evaluación del
participante, criterios para demostrar la aprobación del curso y vigencia del curso.
a. Evaluación del participante.
El proceso de evaluación debería ser constante, y totalmente personalizado. Cada individuo
adquiere el conocimiento de formas diferentes, así que es necesario aplicar técnicas de
evaluación mixtas, que le permitan al formador, tener una visión espectral del participante en
todas las etapas del curso.
Se recomienda realizar una evaluación pre-test y post-test dado que es una manera de recoger
el conocimiento del participante al ingreso del curso, y simultáneamente se deben evaluar de
forma práctica las técnicas que han sido descritas en el contenido.
Es importante que la Institución, Organización o Entidad Competente que realiza el curso
disponga de un archivo de soporte de evaluaciones realizadas a los participantes, por si las
entidades de inspección y vigilancia de la Secretaría de Integración Social lo requieren.
Por tal razón, se deben aplicar estrategias mixtas de evaluación aplicando técnicas cualitativas
y cuantitativas que le permitirán obtener al formador tener una visión general de la apropiación
de los temas por parte de los participantes en todas las etapas del curso.
Dentro de los diseños metodológicos, es importante reconocer en los casos en que la población
se enfrente a un nuevo tema, la realización de una evaluación pre y post. En primer lugar,
porque se reconoce el conocimiento con el que llega el participante frente al tema que para
cada caso en particular tendrá diferentes niveles y una evaluación post, para ponderar los
conocimientos previos frente a los conocimientos adquiridos o el grado de reflexión frente a los
mismos. En este sentido, se evaluará el proceso, por medio de un cuestionario pre y post,
haciendo énfasis en la evaluación en situaciones prácticas (por ejemplo, estudios de caso), y
haciendo evaluaciones periódicas que permitan hacer un seguimiento frente a la apropiación de
los contenidos.
b. Criterios para demostrar la aprobación del curso.
El participante deberá asistir al 80 % del curso y aprobar las evaluaciones teóricas que se
realicen según la institución y organización.

7.3 Vigencia del curso.

La certificación del curso no tiene vigencia de caducidad; sin embargo se


sugiere que las entidades oferten anualmente un curso de actualización, para aquellas
personas que deseen obtener una mayor profundización la comprensión, identificación y
prevención del Abuso Sexual Infantil.

10.3 Seguimiento y evaluación del curso

Compete a las instituciones que tienen que ver con el presente lineamiento, las siguientes
responsabilidades:
 Planeación de las actividades relacionadas con el objetivo del curso a certificar
“Prevención y detección del Abuso Sexual Infantil”. Esto incluye la estrategia de
inscripción de participantes, la ubicación de espacios y la consecución del material de
apoyo para las jornadas de formación, así como de los recursos para su
implementación.
 Ejecutar los procesos de formación en cada uno de los módulos planteados,
proporcionando el recurso humano para la realización de las jornadas. Recurso humano
que será idóneo y que deberá tener experiencia certificada en
procesos de formación en el tema específico de ASI, de acuerdo a lo estipulado en este
lineamiento.
 Hacer seguimiento, acompañamiento y evaluación a los procesos de formación llevados
a cabo y a las acciones del mismo, para garantizar el cumplimiento de los objetivos del
mismo. Esto incluye acciones concretas como las reuniones para seguimiento que
deberán ser de carácter interinstitucional, aplicación de instrumentos para medir
apropiación del proceso y evaluación del mismo.
 Si se requiere el reporte por parte de La Subdirección para la Infancia en el sistema
Sirbe, el reporte de la formación se deberá realizar en el aplicativo correspondiente,
una vez se termine la formación de los grupos. Los procesos por grupo deberán
soportarse en listados de asistencia correctamente diligenciados y entregados en nivel
central para su consulta, en los formatos que disponga la Subdirección para la Infancia.

11. Evaluación del lineamiento o política interna.


Se encuentra referido a la revisión periódica de las acciones, procesos, planes y productos
relacionados con la implementación del lineamiento. Esta revisión será por lo menos una vez al
año; en relación con la evaluación del proceso, este debe ser constante y se considera
pertinente que sea personalizada, de tal manera que se garantice que la información recibida y
la reflexión generada frente a la problemática sean claras y profundas. Se parte de la
consideración de que cada uno de los individuos participantes, adquiere el conocimiento y se
apropia de él, de manera distinta.
Es importante que la institución que realiza el curso disponga de un archivo de soporte de
evaluaciones realizadas a los participantes, en el caso de ser requeridas por las entidades de
inspección y vigilancia lo requieren.

La evaluación tiene que ver con el análisis de los impactos de la aplicación del presente
lineamiento a través del tiempo. Su evaluación implica definir cuantas personas se beneficiarán
del proceso de formación y lo que eso desde el punto de vista social implica. En ese sentido, se
considera que se presenten los siguientes impactos a nivel social:
 Mejoramiento de la calidad de vida de las familias del Distrito, a través de su
empoderamiento en el tema de prevención y manejo de situaciones de Abuso Sexual
Infantil de los agentes educativos.
 Disminución de las tasas de Abuso Sexual Infantil, en términos de ocurrencia y de
recurrencia.
 Mejoramiento de la oferta institucional en programas presenciales y a distancia
mediante la implementación de ambientes virtuales de aprendizaje con herramientas
tecnológicas enfocadas a la inclusión de personas con discapacidad visual y auditiva
en algunas asignaturas.
 Mejoramiento del talento humano, en términos del reconocimiento de los signos que
puedan evidenciar un presunto Abuso Sexual en niños y niñas, que estén y no estén
en los servicios que presta el Distrito a la Primera Infancia.

Para la implementación y evaluación del lineamiento técnico se considera que se deben hacer
acciones relacionadas con: divulgación, socialización y posicionamiento,
acciones que estarán a cargo del equipo de Fortalecimiento Técnico en Ámbito Institucional –
Componente Corresponsabilidad e Agentes Educativos, de la subdirección para la Infancia de la
Secretaría Distrital de Integración Social.

Divulgación: Hace referencia a la elaboración y puesta en marcha de estrategias


comunicativas, que permitan dar a conocer a nivel Distrital el Lineamiento, suministrando
aspectos conceptuales y los componentes, en el marco del enfoque de garantía de derechos y
la política pública de Infancia y Adolescencia.
Se efectuará mediante estrategias comunicativas intrainstitucional e intersectorial: presentación
oficial, asistencia técnica a través del Equipo de Fortalecimiento Técnico de Ámbito Institucional,
en los servicios de primera infancia del Distrito tanto privados como públicos.
Socialización: Permitirá dar a conocer las apuestas de política pública sobre las condiciones
técnicas y los desarrollos conceptuales en el marco del lineamiento, tales como, mesas de
trabajo, talleres, grupos de discusión, que vinculen maestras, equipos intersectoriales, equipos
interinstitucionales.
Posicionamiento: Es indispensable contemplar el trabajo del componente de
corresponsabilidad de agentes educativos, su articulación intersectorial e interinstitucional e
involucran a los agentes corresponsables de los diferentes ámbitos en que transcurre la
cotidianidad de las niñas y los niños. Se realizará durante todo el año, a través de las acciones
de acompañamiento, asistencia técnica y asesoría.

12. Responsabilidades y Competencias.


La actualización, revisión y administración del presente lineamiento será responsabilidad de la
Subdirección para la Infancia a través del Equipo de Fortalecimiento Técnico en Ámbitos
Institucionales – Componente Corresponsabilidad de Agentes Educativos, será el encargado
de la aplicación y actualización del presente lineamiento.

13. Administración del lineamiento.


La actualización, revisión y administración del presente lineamiento será responsabilidad del
Equipo de Fortalecimiento Técnico- Componente Corresponsabilidad de Agentes Educativos de
la Subdirección para la Infancia.

14. Referencias
-Alcaldía Mayor de Bogotá, Política Pública por la Calidad de Vida de niños, niña y adolescente.
2004.
-Alcaldía Mayor de Bogotá, Política pública de Discapacidad para el Distrito Capital. 2004.
-Alcaldía Mayor de Bogotá, Política pública por la garantía de los derechos, el reconocimiento
de la diversidad y la democracia en las familias. 2004.
-Alcaldía Mayor de Bogotá, Decreto 057 de 2009.
-Alcaldía Mayor de Bogotá, Resolución 325 de 2009
-Colombia por la primera infancia, Política Pública Nacional por la Primera Infancia. CONPES
109, diciembre de 2007.
-Convenio Secretaría Distrital de Salud- Fondo de Población de Naciones Unidas, UNFPA.
Protocolo para el abordaje integral de la violencia sexual desde el Sector Salud. Bogotá. 2.008.
-Concejo de Bogotá, Acuerdo 138 de 2004.
-Constitución Política de Colombia de 1991, Artículo 44.
-Corte Constitucional. Sentencia 972-90 y 2665-94.
http://www.iom.int/jahia/webdav/shared/shared/mainsite/policy_and_research/un/63/es/A_63_41
_ES.pdf
-DiLillo, D., Tremblay, G.C., y Peterson, L. (2000). Linking childhood sexual abuse and abusive
parenting: The mediating role of maternal anger Child Abuse and Neglect, 24, 767-779.
-Di Margetts, Unwritten Rules of Society, Protective Behaviors Program. Folleto. Australia. 2002.
-Escartín, Maggie (2003). Abuso Sexual hacia los niños y las niñas: preguntas y respuestas.
Una guía para acercarse al tema. Asociación Afecto contra el maltrato infantil. Bogotá-
Colombia.
-Fernández, R., Lameiras, M. y Failde, J.M. (2008). Estrés postraumático y nivel de bienestar
vital en víctimas no recientes de abusos sexuales infantiles. Sexología integral, 5(2), 62-69.
-Gil, Eliana. (1997) Tratamiento Sistémico de la Familia que abusa. Ed. Granica. Argentina.
-Glase, Danya y Frosh, Stephen (1997). Abuso Sexual en niños. Paidos, Argentina.
-Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses – IMLCF (2009).
Forensis. Bogotá. Colombia.
-Informe 2014 Sistema de Monitoreo der las condiciones de vida de la Infancia y Adolescencia
de Bogotá. D.C. Comité Distrital de Infancia y Adolescencia. En:
http://old.integracionsocial.gov.co/anexos/documentos/2014_informes_gestion/
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-Intebi, Irene. (1998). El Abuso Sexual en las Mejores Familias. Buenos Aires. Ed. Granica.
-Irwin, L.G. et al. (2007). Human Early learning Partnership. Documento entregado a la
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-Ley 1098 de 2006: “Código de la Infancia y la Adolescencia”.
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Componente de desarrollo de capacidades para agentes comunitarios y educativos. Dic 2007.
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 Cartilla 1:Lo que todos y todas debemos saber sobre el abuso sexual
Infantil. Autoras: Grupo Opciones.
 Cartilla 2:Causas del abuso sexual infantil y herramientas para su
Detección y para la respuesta inicial. Autoras: Grupo Opciones.
 Cartilla 3:Herramientas para la prevención integral del abuso sexual
Infantil. Autoras: Grupo Opciones.
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-Plan de desarrollo Distrital “Bogotá positiva: para vivir mejor 2008-2012”.
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-Secretaría de Planeación. Secretaría de Hacienda. Atención a la Infancia y adolescencia en
Bogotá positiva. Informe de cumplimiento. Consolidado 2.009.
-Secretaría Distrital de Integración Social. Lineamientos y estándares técnicos de Educación
Inicial. Sección Guías técnicas: Promoción del Buen trato hacia los niños y las niñas en los
Jardines Infantiles en el Distrito Capital SDIS. 2.009.
-SEN, Amartya. El desarrollo como libertad. Editorial Planeta, 1999.
-Unicef. Código de la Infancia y la Adolescencia. Versión comentada. Bogotá. 2007.
ELABORO REVISO APROBO
*Susana García Fajardo
NOMBRE María Antonia Velasco
Henry Daniel Vera Ramírez Astrid Eliana Cáceres
*Líder Componente Corresponsabilidad
Agentes Educativos- Fortalecimiento Directora Territorial
Técnico Ámbito Institucional. Subdirectora para la Lideresa del proceso de
CARGO Profesional Componente Prestación de los Servicios
Infancia
Corresponsabilidad Agentes Educativos- Sociales
Fortalecimiento Técnico Ámbito
Institucional.

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