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EL ENGAÑO DE LA PRENSA NEGRA:

Autor: Santiago Gómez Duarte

Una de las muchas cosas de las que creo yo debemos comenzar a dar la batalla para liberarnos
de ella -si es que nos consideramos ciudadanos de bien- y a propósito de las elecciones de
orden político que se avecinan, es este flagelo cruel de la prensa negra; esa forma indecente y
sucia de hacer política, cuando por otro lado, esa no es su función; esta
manera perversa como algunos opositores políticos y detractores los unos de los otros, echan a
rodar en los medios masivos una amenaza, un comentario infame de esos que llamamos
"malaleche", o una bien calculada estrategia que emplea mentiras obscenas, difundiéndolas con
unos propósitos muy claros para ellos a través de los medios de comunicación -particularmente
a través de esa red donde salen gratis y donde se abarca más población que con ninguno otro,
las redes sociales y los pasquines que reparten a la entrada del sistema público de transporte-,
y cuyas nefastas consecuencias contra el honor de alguien todos conocemos: es más fácil lograr
que un río recorra en reversa su cauce, que restituirle la honra y el buen nombre a quien se le
han quitado perversamente, utilizando esta desafortunada herramienta de oposición.

Siendo más específico, me refiero a la situación que atraviesa actualmente el candidato


presidencial por el Partido Verde, Antanas Mockus, hombre probo en todo sentido, honrado y
pulcro con el manejo de los recursos públicos, y quien ha tenido ya la oportunidad de
demostrarle al mundo entero (no solo a Bogotá, ciudad de la que ha sido alcalde mayor en dos
ocasiones), su forma honesta, sencilla y simple de hacer política; mejor dicho, no tanto de
hacer política porque gracias a Dios, político no es en el sentido estricto de la palabra, como sí
de ejecutar sus propuestas sociales a través de hechos concretos y provechosos para todos;
cosa que nadie, ni sus más acérrimos detractores podrán negar, pues en su momento el propio
presidente Uribe (aún él, para quien todos los que no lo adoramos –y Mockus no lo adora-
somos terroristas), se vio forzado a condecorarlo por sus logros en pro de la cultura, la
seguridad y la educación de este país de energúmenos y en muchos casos agresivos
ciudadanos que, desde la época de la conquista, heredamos esa forma salvaje y violenta de
resolver nuestros conflictos matándonos entre sí, y cuyas expresiones se han exacerbado hasta
límites insospechados con el actual gobierno de 8 años (el de Uribe), que polarizó al país en
dos bandos opuestos, como solo en la época de la patria boba y de la guerra civil pudimos
apreciar, si son ciertas las enseñanzas de nuestra historia patria.

Durante el transcurso de la presente campaña política, se han enfilado toda suerte de baterías
innobles contra este aspirante (y contra otros también, justo es reconocerlo: Petro -que no roba
ni deja robar-, Pardo, y no hace mucho, Vargas Lleras cuando “alguien” observó que hacia el
futuro inmediato sería un peso pesado para las presidenciales y pretendió eliminarlo de un
bombazo primero, y luego con una “carta bomba” que le suprimió una de sus falanges). A
Mockus se le ha atacado con otra clase de bombas. Primero, la burla de que ha sido víctima por
el asunto de su enfermedad de párkinson, por ejemplo, acerca de cuya existencia el mismo
candidato advirtió públicamente, previendo que pudieran utilizarla posteriormente como recurso
para desprestigiarlo por "esconderla", como si todos nosotros no enfermáramos de alguna cosa,
alguna vez. Un periodista de la Cadena Caracol preguntaba, con cierta dosis de sorna a un
médico especialista durante una entrevista a propósito del tema...

-"Doctor, ¿usted sí encomendaría el cuidado de sus hijos a una persona con el mal de
párkinson? a lo cual el galeno contestó sabiamente: "¡pues claro que sí!! ¿Por qué no?”
Periodista avivato... y ni siquiera es periodista de opinión: es de deportes; así que además de
avivato, ¡metiche y con perversos propósitos!

Yo comenté posteriormente en un foro de opinión de la prestigiosa revista Semana, algo así


como que... si han podido gobernarnos personas mentalmente enfermas, deshonestas, hasta
psicópatas atraídas por la ambición del poder, la gloria y el dinero sucio, aduciendo siempre que
lo que hacen es... "prestar sus servicios a la patria y sacrificarse por ella durante toda una
vida", como si los millonarios sueldos, los viáticos y las pensiones que devengan, los privilegios
que ostentan y los honores que se les rinden a cada rato, no fueran excesiva paga por el
flaco favor que en la mayoría de las veces le hacen realmente al país, con sus conciencias
cauterizadas como lo advirtiera el apóstol Pablo hace dos mil años.

En dicho foro además argumentaba yo: si esos han podido gobernarnos durante tantos y tantos
años de vida republicana y de dudosa democracia, ¿por qué no iba a poder un hombre sano en
todos los sentidos como lo es el profesor Mockus? Y digo que, "sano en todos los sentidos",
porque una enfermedad como la que él reconoce tener y en estado tan incipiente es, en
la práctica, lo mismo que no tener ninguna: comenzará a hacerse notoria dentro de 12 años, y
el período presidencial al que aspira es apenas de 4 años. Eso es ser sano, y con una
característica adicional, la de que emocional y psicológicamente también lo es, y en este caso
más que muchos de nosotros. Ahora le aparecen hasta amenazas de muerte y por si fuera
poco, comentarios que están reproduciendo algunos “buenos cristianos” que han resuelto ver la
paja en el ojo ajeno, desconociendo aquella sentencia del Maestro... "haz a los demás como
quieras que ellos hagan contigo".

Bien. Después de este breve marco teórico y de los antecedentes que he presentado,
avancemos en el conocimiento del problema. Circula actualmente un correo donde se
afirma que el señor Mockus es... "de miedo", "es terrible", es “para tenerse de atrás" y no votar
por él, dejando de reconocerle todo lo bueno que ha hecho y todo lo honesto que ha sido,
hechos que constituyen su mejor dialéctica; simplemente porque algunos "fantasmas
encubiertos”, sin rostro humano para mostrar, quisieron afirmar en las redes sociales, que él se
burla de la religión (bueno, como no se burle de Dios...) y que por eso se casó como lo hizo, en
un circo, (otros se casaron bajo el agua, con traje de buzo y todo; un señor se casó con su gata
cuando le dijeron que esta tiene una enfermedad incurable; otros lo han hecho lanzándose al
vacío desde un avión para, luego de la rápida y corta ceremonia en el aire, abrir sus paracaídas
y caer ya casados; en fin, otros se comen sus mocos, y...?); y que además, "reconocerá" a los
homosexuales, y... "les hará colegios", y que "legalizará el aborto"; en fin, una cantidad de
sandeces escritas para quien no tiene uso de razón, para ver si nos ponen a dudar no solo
acerca de nuestra intención de voto, sino de nuestra propia misericordia cristiana cuando
esos... sabios comentaristas afirman además que esas cosas son la antítesis, lo opuesto a las
“buenas costumbres que los cristianos practicamos” (¿estamos seguros de estar practicando de
verdad el cristianismo? Porque según la Palabra de Dios -católica o protestante-, "el único que
fue tentado en todo más no pecó, fue Cristo" ¿Será que somos cristianos por conveniencia?)

Bueno, si solamente se trata de esas cosas, podemos argumentar y defenderlo, de manera


sencilla y rápida, no solo por el ejercicio de hacerlo, sino porque se peca por acción, pero
también por omisión cuando no hacemos algo que constituya nuestro deber hacer. Los
cristianos no tenemos por qué preocuparnos de que alguien vaya a legalizar el
homosexualismo: dicha condición humana ya es, per sé, existe con un gobernante o con el
otro, desde siempre; veamos el caso de Sodoma y Gomorra, historia bíblica de demonios,
íncubos y súcubos -masculinos y femeninos- que se apoderaban de las personas llenándolas de
lascivia; y existe por muchas razones que a nosotros no nos corresponde juzgar; en unos casos,
porque quien la vive haya sido víctima de experiencias tempranas en su vida, que produjeron
esta situación; en otros, porque quien padece esa condición alega que se hizo una prueba de
hormonas y que prevalecieron en él las del sexo contrario al que posee; y en últimas, porque
Dios nos dotó del libre albedrío, un gran regalo suyo.

Todos conocemos casos de sacerdotes homosexuales, o de pastores casados y con hijos, que
predican la fe en el púlpito mientras en su vida privada ostentan esta condición; ¿qué hacemos
entonces? La lucha no es contra carne y sangre, nuevamente dice la Biblia: es contra
potestades y principados; y se lleva a cabo con las armas de la fe: la oración, el ayuno, etc.; no
con la criticadera y el escándalo; y lo digo para los creyentes quienes saben que así es.
Y cuando se atemorizan porque... "él les hará colegios..." me pregunto: ¿es potestativo de
algún mandatario, así sea de otro partido diferente al Verde, dejar de hacer colegios para uno u
otro sector de la población? ¿Sería posible este tipo de discriminación? ¡NOOO! ¿Y dónde
quedan la tan cacareada tolerancia y la sana convivencia? Y la rama judicial que es la
encargada de hacer cumplir las leyes, ¿puede acaso desconocerle sus derechos a uno u
otro sector de la población en razón de sus creencias, o de sus preferencias o de lo que sea?
Porque en ninguna democracia las leyes se hacen teniendo en cuenta aspectos religiosos: se
hacen ateniéndonos a la civilidad y a los derechos humanos y civiles. En cuanto al aborto,
¿acaso la ley colombiana no lo legalizó ya en tres casos? ¿Y eso no ocurrió durante el actual
gobierno? ¿Y acaso no hubo de ocurrir esto por la misma presión de su práctica en la ilegalidad
donde produce más muertes? Bueno, claramente puede advertirse una falta de pedagogía, de
educación, de cultura, de sensibilidad en nosotros, que está causando tantos estragos; y eso
es, precisamente, lo que tenemos en el señor Mockus: un pedagogo de los mejores porque,
insisto, eso ya lo ha demostrado desde hace mucho tiempo y con muchos hechos.

Para terminar, quiero proponer un ejercicio de pedagogía, pues yo también soy pedagogo.
Puedes cerrar tus ojos, allí donde estás, e imaginarte un país tuyo, donde los pupitres, los
tableros, los salones de mega colegios con comedores y amplias zonas de recreación para los
estudiantes, -tus hijos si los tienes-, le han ganado por fin la batalla a las trincheras de la
guerra, a los soldados muertos o sin piernas por causas que ni ellos mismos pueden identificar;
un país tuyo que por fin comprenda, a fuerza de pedagogía, que no era posible su refundación
sobre unos cimientos hechos a base de huesos, fosas comunes, familiares, amigos y seres
queridos desaparecidos, torturados, eliminados y lanzados a dichas fosas comunes, como
ocurría durante la segunda guerra mundial, y esperar que esos cimientos fuesen la base de un
renacer, de un nuevo país: eso no era posible y resiste toda lógica, hasta la más elemental.

Un país tuyo donde haya lugar para el arte, la expresión de lo bello, de lo sublime, del amor a
ti, a tus seres queridos, a tu prójimo; un país tuyo donde gradualmente desaparezcan no las
personas, sino la discriminación y el odio, porque una nueva forma de pensar y de ver las cosas
diferente al guerrerismo y al saqueo, se imponen; un país tuyo en libertad, donde se respeten
los valores, la ética -en particular la ética del trabajo-, la honestidad -en particular con los
recursos públicos, tuyos y míos-; en fin, un país tuyo donde sus habitantes lleguemos a la
conclusión elemental de que 60 años de guerra fratricida no produjeron nada diferente a la
muerte, la desolación, el atraso económico, el fracaso; un país que no presente los índices de
pobreza actuales -más de 22 millones de pobres absolutos-, o del desempleo rampante cuyos
guarismos nos dicen que es el índice más alto en los últimos 20 años, y donde la guerra
continúa después de los últimos 8 a pesar de habérsenos prometido que en tan solo seis meses
terminaría, en virtud del modelo político-económico que se nos impone, el neoliberalismo, el
que a todas luces y según lo expuesto, ha fracasado porque proviene de otro fracaso histórico,
el liberalismo clásico de Manchester, donde nació esta idea de una economía salvaje sin rostro
humano.

En fin, reflexiona, abre tu mente, abre tu corazón, dale la oportunidad a esos vientos de cambio
que parecen indicar, como van las cosas, que una luz al final del túnel se deja ver con gran
algarabía y colorido. Será que por fin... ¿comenzará a cesar la horrible noche? De nosotros, de
ti y de mí, de todos, depende porque... "la unión hace la fuerza", como dice este candidato, que
no era el mío, la verdad sea dicha, pero que por fuerza de la coyuntura actual deberíamos
elegir. En este tipo de procesos nada es inmediato, simplemente porque se cumple la ley de
compensación que habla de que… el fruto es inversamente proporcional a la raíz, a lo que la
Biblia, el libro de la sabiduría, agrega que… “donde abundó el mal ahora sobreabundará la
gracia”. ¡¡Animo!!!

(Marzo 13 de 2010)

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