Ibáñez realiza la introducción de la “tensión esencial” de la psicología social. Tenía
una postura diversa a la de los autores, discrepancias epistemológicas, aunque elogiaba algunas cosas. Si hubiera escrito este libro, no hubiera utilizado ese enfoque, él se hubiera centrado en los problemas generales del conocimiento científico. ¿Por qué? Porque para él la tensión principal que marca la psicología social no es fundamentalmente distinta de la que desgarra actualmente el conocimiento científico como tal. En esta introducción hablara de una limitación genérica presente en los capítulos.
1) FETICHIZACIÓN: La preocupación por el método no debe transformarse en lo
mas importante, debe ser una cuestión secundaria. Se puede producir fetichización o hipostasia del método. Es el problema que se quiere resolver el que debe orientar la elección del método. Abandonar la creencia de que el método garantiza la validez del conocimiento, libertad y tolerancia metodológica. La naturaleza del conocimiento producida por un investigador no depende tanto del método utilizado sino de la metateoría que haya sustentado su actividad investigada. Los datos están “sobredeterminados” por las teorías que se usan para producirlos e interpretarlos, si, pero los conocimientos científicos están a su vez sobre determinados por elementos metateóricos. Metateoría teoría que se dedica al estudia de otra teoría o conjunto de teorías. 2) HERMENÉUTICA, REFLEXIVIDAD, HISTORICIDAD: Los datos nunca son “puros” , usan elementos teóricos y conceptuales que los hacen “visibles”, no ”hablan” por solos, siempre lo que dicen depende de teorías a las que se recurren para interpretarlos. Se necesitan conceptos para pensar los datos y los conceptos son producciones teóricas. Conceptos y teorías se expresan siempre, en última instancia en lenguaje natural. TODA interpretación (atraviesa todas las ciencias) opera con conceptos que requieren de lenguaje natural para poder ser pensados, transmitidos y entendidos y comprender las implicaciones de los resultados alcanzados. La dimensión “HERMENÉUTICA” atraviesa las operaciones de las ciencias sociales y de todas las ciencias. Para que las ciencias sociales ayuden al desarrollo de las naturales deben aceptar que 1 )el conocimiento científico es un fenómeno plenamente social, marcado por la historicidad y por la contingencia (Una contingencia es por lo tanto un suceso posible con mayores o menores probabilidades de ocurrir. Por esta razón, se dice que las contingencias como acontecimientos que pueden ser tanto espontáneos como provocados, ya que no están previstos) propia de todas las practicas humanas esto implica que aunque sea de suma importancia debe tomarse como una práctica social más. 2) Aceptar que las propias ciencias sociales y en especial la psicología social deben proceder a una constante DECONSTRUCCIÓN de todos los supuestos acríticamente asumidos que infiltran de forma oculta a sus conceptualizaciones, sus teorías y sus procedimientos. Historicidad del evento que estamos analizando, volver hacia nuestros pasos, contextualizar. Dado que quien investiga tiene un punto de vista dado por su contexto uno hace un recorte indirectamente (notas). Los conocimientos elaborados por la psicología social incorporan necesariamente los supuestos inscritos en las convenciones lingüísticas de la época en que se formulan, el carácter REFLEXIVO de las ciencias sociales debe ser asumido con todas sus consecuencias si se quiere investigar seriamente , la psicología social debe hacerlo sobre ella misma.
HISTORICIDAD : todo aquello que es histórico es necesariamente contingente,
concreto, particular, e inseparable de sus condiciones de producción, este hecho imprime características particulares de la ciencia sociales o no, no dejan de ser producciones sociales y por lo tanto históricas. Y a los objetos sociales solo a ellos los objetos naturales son temporales pero NO históricos.
Implicaciones que resultad de la historicidad de lo social:
1) las propiedades de los objetos sociales, en tanto que son objetos históricos, no son desligables del proceso que los ha constituidos y no pueden ser explicados sin hacer referencia a ese proceso. La memoria de su genealogía está inscrita en las propiedades actuales de los objetos sociales. La PS debe autodefinirse como una ciencia histórica y adecuar en consecuencia sus procedimientos de investigación. 2) Cada objeto sociales es siempre particular y concreto, producto de unas prácticas y de unos contextos que siempre son específicos (no significa que no pueda haber multiplicidad de reproducciones. Ej: el casamiento católico es reproducido por millones de personas, pero el casamiento católico es un objeto particular, comprensible tan solo como en tanto que producto de unas prácticas sociales y de unos contextos sociales específicos que lo hicieron posible y que lo mantienen. Por sus características no se pueden trascender sus contenidos específicos, la investigación no puede pretender eso. Los contenidos son formativos de los procesos sociales. Los fenómenos sociales son dependientes de sus contenido.
3) EL CARACETER PRODUCTIVO DE LOS CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS.
AGENTE POLÍTICO. Los conocimientos de las ciencias sociales son intrínsecamente productivos. No es posible construir conocimientos científicos sobre lo social sin que estos produzcan a su vez efectos sociales. Cualquier modificación de nuestra forma de ver la realidad social es susceptible de modificarla. Cualquier científico social que produzca conocimientos ampliamente reconocidos y que aporte efectivamente algo a su campo de especialidad, está actuando como agente político. El conocimiento construido por los psicólogos sociales no se puede considerar ni aséptico ni neutral ni objetivo. ¿Por qué? 1) Los supuestos socioculturales inscritos en nuestro entramado conceptual y en nuestro lenguaje intervienen necesariamente en la construcción de dichos conocimientos (incorpora prejuicios de época) 2) El conocimiento o es en vano o es trascendente, tiene un carácter politizado en el doble sentido de que induce modificaciones sociales y que incorpora (y por lo tanto reproduce) creencias socialmente instituidas.
Constituye plena responsabilidad del investigador elegir sus objetos de
estudio, sus procedimientos de investigación, el tipo de conocimiento que quiere construir e incluso los resultados que finalmente divulgara, recurriendo para ello a los criterios políticos que considere legítimos, los cuales puede elegir los que le parezcan más convincentes o lo que sea pero en otras palabras se tiene que hacer cargo, no se puede limitar a investigar “las cosas tal y como son y presentar los resultados que encontró” porque nadie puede interrogar asépticamente la realidad y transmitir de manera neutra lo que encontró. Esto no quiere decir que en función de nuestras opciones políticas podamos elegir la realidad que queremos pero la racionalidad de la cual participan los demás limita drásticamente la arbitrariedad de nuestras elecciones.
El carácter productivo de los conocimientos construidos exitosamente por los científicos
sociales nos conduce nuevamente a la necesidad (epistemológica y política) de cuestionar sistemáticamente los conceptos y los métodos que utilizamos para su elaboración, y la exigencia de deconstruir permanentemente esos conocimientos para evidenciar los supuestos que los infiltran inadvertidamente, así como los efectos sociales que se desprenden de dichos supuestos. El eje principal de la postura que impulsa este análisis tiene como eje principal combatir los efectos del poder que han instituido a la razón científica como el nuevo principio trascendente al que los seres humanos deben plena sumisión, en definitiva se pretende minar los fundamentos de los principios de autoridad (especialmente del más potente de estos principios en la actualidad: la autoridad de la razón científica) y contribuir a ensanchar de esa forma el uso de la libertad