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Universidad Autónoma Chapingo

Ingeniería agroindustria
JKK

PRACTICA EVALUACION DE MATERIA SECA EN EL CAMPO


SAN IGNACIO

Alumnos
CARRILLO MARTINEZ FERNANDO
CHAVARRIA ALDANA MARIA YARITZA
FLORES CARVAJAL RIGOBERTO
PEREZ ALVAREZ YAIR ALEJANDRO
QUIROZ CARDOSO JOSEFINA

GRADO: 6° GRUPO: 1

18 DE NOVIEMBRE DE 2018
INTRODUCCIÓN
La determinación del contenido en agua de los alimentos es esencial para los
nutricionistas y el ganadero. El agua diluye el valor nutritivo por unidad de peso
y aumenta el coste neto de los nutrientes.
Los alimentos contienen agua en diversas formas. Las partículas coloidales en
las paredes y constituyentes celulares, tales como proteínas, almidones y
celulosa, pueden absorber agua y retener agua fuertemente. Otras veces, se
encuentra como agua de hidratación en combinación con carbohidratos,
polisacáridos y diversas sales.
El método más utilizado para determinar la materia seca es el de la eliminación
del agua libre por medio del calor, seguida por la determinación del peso del
residuo, siendo necesario someter las muestras a temperaturas que aseguren
un secado rápido para eliminar pérdidas por acción enzimática y respiración
celular (Batteman, 1970).
MARCO TEÓRICO
Las necesidades nutritivas de los animales se satisfacen a partir de dos
grandes grupos de alimentos: concentrados y alimentos bastos, en particular
los forrajeros. Para éstos últimos, en los pastos y forrajes verdes, aún no existe
un acuerdo general sobre cómo determinar el porcentaje de materia seca (MS)
en muestras originales, previo a su análisis. El INRA (Dulphy y Demarquilly,
1981), recomienda un secado a 80°C en estufa de aire forzado, el ADAS (1978)
a 102°C y la AOAC (1990) a 105°C, en las mismas condiciones.
En cuanto a la temperatura de secado de muestras destinadas a ser
posteriormente molidas para su análisis en el laboratorio, la situación es aún
más confusa (Van Es y Van der Meer, 1978). Durante mucho tiempo, se aceptó
el secado a 100°C, tras lo cual se potenció el uso de diferentes métodos y
temperaturas, en función del analito a determinar (Maestro et al, 1984).
Frecuentemente, se recomiendan 70°C en estufa de aire forzado, para evitar
pérdidas sensibles de carbohidratos solubles y formación de complejos
indigestibles proteína-carbohidratos. La formación de proteínas insolubles y
productos de Maillard incrementa con la temperatura (Van Soest, 1994)
En el caso de los ensilados, el problema se agrava debido a que como
consecuencia de los procesos fermentativos se producen materiales volátiles,
tales como alcoholes, amoniaco, ácidos grasos volátiles y ácido láctico. Pueden
evaporarse junto con el agua en el proceso de desecación en estufa, con lo
cual la materia seca sería infravalorada de forma sistemática. Por tanto, en vez
de la desecación, el método tradicionalmente aceptado para este tipo de
forrajes conservados es la destilación con tolueno (AOAC, 1960). Los
laboratorios de rutina aplican correcciones a los valores obtenidos por
desecación en estufa, de tipos estadísticos o basados en los coeficientes de
volatilidad.
Los métodos de muestreo de pasturas se han desarrollado con el objetivo de
estimar la oferta y el rechazo, su composición botánica y su valor nutritivo.
A) Destructivo
Este se basa en el corte y el pesado de la muestra de forraje. La altura de corte
será diferente según el tipo de pastura a evaluar: • Leguminosas rastreras (tipo
trébol blanco) y gramíneas de bajo porte = corte al ras del suelo (1 cm),
utilizando tijeras manuales, eléctricas o segadoras. • Leguminosas erectas (tipo
alfalfa) = corte a 4-5 cm del suelo, usando tijeras o segadoras. Para ambos
tipos de pasturas, cuando se utilizan tijeras para el corte, la unidad de muestreo
puede ser un cuadro o aro de 1; 0,5; 0,25 o 0,10 m2. Una vez que la unidad ha
sido ubicada en la pastura, se procede a delimitar correctamente la superficie a
cortar (eliminando las parles de plantas externas al muestreo e incorporando
las que pertenecen al mismo).
La confiabilidad del método destructivo depende de: la distribución, el número
y el tamaño y forma de las muestras.
B) No destructivo
Se basa en la estimación visual de la cantidad de forraje disponible en una
pastura o en la determinación de algún atributo de la misma (por ejemplo
altura, densidad, etc.) que se encuentre altamente relacionado con la
disponibilidad de forraje, aunque éstos requieren del método de corte para ser
calibrados. Se ha desarrollado principalmente para pasturas de gramíneas.
Este método no es objeto de desarrollo en esta publicación.
C) Mixto (método visual ajustado por doble muestreo).
En este caso, se combinan los dos métodos de muestreo anteriormente
descriptos para obtener una ecuación de regresión que permita corregir las
apreciaciones visuales disminuyendo de este modo la subjetividad en la
estimación. La técnica consiste en efectuar un cierto número de apreciaciones
visuales de la disponibilidad y a algunas de ellas se les realiza además el corte.
Con los datos obtenidos a través de ambos métodos se construye una
ecuación de regresión (donde «y» = kg MS/ha medidos y «x» = kg MS/ha
estimados visualmente) y se corrigen el resto de las observaciones (siempre y
cuando el r2 sea mayor a 0,70). La disponibilidad promedio se calcula como la
sumatoria de los datos corregidos dividido el número de estimaciones visuales.
OBJETIVOS
● Determinar el rendimiento de la materia seca en una pradera a través de
distintos métodos.
● Conocer los utensilios necesarios para realizar dichos métodos
Materiales (método destructivo)
• Marco metálico (50 cm x 50 cm)
• Cuchillo
• Regla
• Bolsas de plástico y papel
• Bascula
• Estufa
METODOLOGÍA
1. Dirigirse a la pradera para muestrear (EVITAR EFECTO ORILLA).
2. Seleccionar el método de muestreo, este caso será en zigzag.
3. Dejar caer el marco en los diferentes puntos de muestreo.
4. Todo lo que nace dentro del marco será cortado, lo que nace fuera
queda expulsado de la muestra.
5. Cortar plantas, dejando una altura de 5 cm.
6. Colocar las muestras en bolsas de plástico y pesar.
7. Tomar parte de las muestras, meterlas a bolsas de papel tratando que
las muestra obtenidas tengan un peso de (100 – 150 g).
8. Meter a la estufa por 72 horas.
9. Pesar la muestra seca y hacer los cálculos de MS/Ha.

RESULTADOS
En esta unidad se tenían los siguientes animales

ANIMALES
CRÍAS ADULTOS
DORPER 8 14
TEXEL 2 12
XPRISIAN 13
CHAROL 1
TOTAL 10 40
Los cuales se consideraron para el siguiente cálculo.

333.3333333 100%
110 33%
Tenemos 110 g de PESOS
materia BASE BASE
seca en 0.25 m2 HUMEDA SECA %
M1 120 30 25
en 1 m2 son 440 g
M2 105 20 19.04761905
M3 200 75 37.5
y de materia húmeda
M4 200 40 20
1333.333333 g M5 600 249 41.5

PROMEDIO
(g) Área de muestra
333.3333333 Base Húmeda (m2) 0.25
121.3333333 Base Seca Área del
33 % terreno(m2) 1412.15

Base Base
m2 humeda Seca
1 HA 10000 1 13.33333333 4.4
A deterreno 0.141215 1412.15 0.141215 1.882866667 0.621346

m2 por animal
LACTANCIA 5.681818182
EN MANTENIMIENTO 3.409090909

Carga animal de la pradera


CONSUMO POR CONSUMO
ANIMALES ANIMAL TOTAL
LACTANCIA 10 0.0025 0.025
EN
MANTENIMIENTO 30 0.0015 0.045
CONSUMO
TOTAL/DÍA 0.07

DÍAS EN PRADERA 8.87637143


ANÁLISIS DE RESULTADOS
En el muestreo se encontraron variaciones en cuanto a la cantidad de materia,
por lo cual para los cálculos se hizo un promedio, y con dicho cálculos se estimó
su capacidad de carga.
Con los animales que se cuenta y considerando sus necesidades de consumo,
se tuvo que el consumo por día es de 0.07 toneladas para que todos los animales
consumieran lo necesario, y con ese consumo, la pradera solamente podría
sostenerlos ocho días completos.
Cabe señalar que el muestreo hay zonas que tenían una mayor cantidad de
materia que si se mantuviera homogénea su capacidad de carga sería mayor,
pues hay variaciones muy altas en los distintos puntos de muestreo.
CONCLUSIONES
La pradera con los animales que tiene y sus necesidades solamente puede ser
utilizada por ocho días, tomando en cuenta que existe variaciones en los
diferentes puntos de la pradera en cuanto al contenido de materia.
BIBLIOGRAFÍA
BATTEMAN, J. V., 1970. Nutrición Animal. Manual de métodos analíticos.
Herrero Hermanos, S. A., 468 pp. México
DULPHY, J. R; DEMARQUILLY, C, 1981. Problémes particuliers aux silages.
En: Previsión de la valeur nutritive des aliments des ruminants, 81-104. INRA
Publi.
SAS, 1990. SAS/STAT User's Guide. Ver. 6. 4th. SAS Institute Inc., North
Carolyne (USA).
VAN ES, A. J. H.; VAN DER MEER, J. M., 1980. Methods of analysis for
predicting the energy and protein valué offeeds for farm animáis. Institute for
Livestoock Feeding and Nutrition Research Lelystad, 74 pp. Netherlands
Bruno, O.A.; Castro, H.; Comerón, E.A.;Diaz, M.C,1995. TECNICAS DE
MUESTREO Y PARAMETROS DE CALIDAD DE LOS RECURSOS
FORRAJEROS.

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