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Física II
Cartagena-01/05/2017
INTRODUCCION
Las líneas de transmisión y los aparatos eléctricos que emiten campos electromagnéticos
(CEM) no ionizantes están presentes en todas partes en la casa y en el lugar de trabajo. Por
ejemplo, las redes locales inalámbricas están casi siempre encendidas y en forma creciente
están en las casas, las escuelas y en muchos lugares públicos.
No se ha identificado ningún mecanismo por el que los CEM de FEB podrían causar
cáncer. Al contrario de la radiación (ionizante) de alta energía, los CEM de la parte no
ionizante del espectro electromagnético no pueden dañar al ADN o a las células
directamente. Algunos científicos han especulado que los CEM de FEB podrían causar
cáncer por otros mecanismos, como al reducir las concentraciones de la
hormona melatonina. Existe cierta evidencia de que la melatonina podría suprimir la
formación de algunos tumores.
En primer lugar, diremos que los efectos de las ondas electromagnéticas dependen
en gran medida de su frecuencia. Los primitivos móviles analógicos (el servicio
Moviline de Telefónica) trabajaban en la banda de 450 MHz. Los primeros móviles
GSM trabajaban en la banda de 900 MHz, y en la actualidad se ha habilitado una
banda más en 1.800 MHz. La telefonía móvil de tercera generación (UMTS)
funcionará inicialmente en la banda de 2.100 MHz.
La profundidad a la que penetran las ondas en el cuerpo humano depende de la
frecuencia. Las señales de frecuencia más baja (del orden de kilohercios) atraviesan
el cuerpo humano como si éste fuera transparente, de forma que no hay energía que
se disipe en el cuerpo y los efectos de la radiación son despreciables.
A frecuencias más altas, la radiación comienza a ser absorbida por los tejidos, y a la
frecuencia de trabajo de los móviles, casi la totalidad de la energía es absorbida en
unos pocos centímetros de profundidad a partir de la piel. La energía absorbida se
convierte en calor, produciendo el calentamiento de los tejidos expuestos. Cuanta
mayor sea la potencia de la señal incidente, tanto mayor será el calentamiento de los
tejidos.
Hay que tener en cuenta que los tejidos son extremadamente sensibles a los
incrementos de temperatura, y las células comienzan a morir a partir de los 42ºC, y
se produce un gran índice de mortandad a partir de los 45ºC. Sin embargo, es
conocida la enorme capacidad reguladora del cuerpo humano, y es muy difícil
conseguir un calentamiento de los tejidos a estas temperaturas. Si se calienta un
cuerpo humano por entero, la sudoración y otros fenómenos fisiológicos se
encargarán de mantener la temperatura dentro de los límites tolerables. Si se calienta
una zona concreta del cuerpo, el riego sanguíneo funciona como un refrigerante
efectivo, que extrae el calor de la zona afectada para distribuirlo sobre todo el
cuerpo, que a su vez tiene la temperatura regulada por los procesos fisiológicos
antes citados.
En la actualidad, los límites de radiación recomendados por distintos organismos
oficiales han sido establecidos teniendo en cuenta únicamente los efectos térmicos
de las radiaciones electromagnéticas, que son los únicos que han sido demostrados
con evidencia en la actualidad.
Por debajo de los límites de radiación establecidos, los efectos térmicos de la
radiación electromagnética son contrarrestados sobradamente por los mecanismos
de regulación de la temperatura del cuerpo humano.
Sin embargo, hoy en día la controversia está centrada en posibles efectos no
térmicos de los campos electromagnéticos. A menudo se considera que, dado que la
telefonía móvil tiene escasos años de existencia, los efectos médicos de los campos
electromagnéticos no han sido estudiados hasta hace poco tiempo.
Nada más lejos de la realidad. La primera aplicación de un campo eléctrico para el
tratamiento del cáncer se produjo tan solo cuatro décadas después de que Volta, en
el año 1.800, describiera la pila eléctrica.
Quizás sea destacable el hecho de que, al contrario de los pioneros de la
radioactividad y las radiaciones ionizantes, que vieron su salud y su vida seriamente
afectadas por los experimentos, d´Arsonval (1851-1940), Tesal (1856-1943) y otros
pioneros de la radiofrecuencia, como Eli Thomson (1853-1937), vivieron todos más
de ochenta años. Estos pioneros realizaron muchas experiencias sobre sí mismos en
busca de efectos médicos de los campos electromagnéticos.
Desde entonces, han sido muy numerosos los estudios científicos que se han llevado
a cabo en busca de efectos no térmicos de los campos electromagnéticos,
pero ninguno de ellos ha podido establecer una relación causa-efecto.
En la década de los años cincuenta, se generó alrededor de la utilización de los
hornos microondas una polémica bastante similar a la que se ha suscitado en la
actualidad con las antenas de telefonía móvil. En realidad, la radiación que existe en
el interior de un microondas es muy similar a la generada por las antenas de
telefonía celular, salvo que la potencia en el interior del horno es muy superior.
En 1953, Schwan recomendó que se adoptara una radiación de 10mW/cm2 como
límite de las dosis electromagnéticas tolerables. Sin embargo, cinco años más tarde,
la Unión Soviética promulgó un límite estándar de tan solo 10mW/cm2. Pasado
algún tiempo, tras revisar todos los datos experimentales sobre animales de que se
disponía entonces, varios investigadores norteamericanos llegaron a la conclusión
de que eran necesarios más de 100 mW/cm2 para producir algún efecto biológico de
relevancia. Sobre esta base, adoptando un factor de seguridad de 10, el United
States of America Standards Institute (USASI, ANSI en la actualidad) recomendó
un nivel máximo de seguridad de 10mW/cm2.
Llegados a este punto, la polémica se desató, e incluso desde el Gobierno de los
Estados Unidos se temió por la posibilidad de que a largo plazo pudiesen aparecer
problemas de salud pública que afectaran a millones de ciudadanos. Sin embargo,
estos problemas jamás aparecieron y en la actualidad, el horno microondas es
aceptado en la mayoría de los hogares como un electrodoméstico más.
En la actualidad, los límites generalmente aceptados para la exposición a los campos
electromagnéticos son del orden 900 mW/cm2 para GSM 1800 y la mitad para
GSM 900.
Estos límites están algo por encima de los límites conservadores impuestos por las
autoridades Soviéticas, pero están bien por debajo del umbral recomendado por el
ANSI en su día. En 1992 David Reynard disparó la alarma al anunciar en la
televisión de Estados Unidos que el uso del teléfono móvil había causado el tumor
cerebral de su esposa. En 1995 la demanda interpuesta contra las compañías de
telefonía móvil fue desestimada por falta de evidencia, pero desde entonces, se han
realizado numerosos estudios a lo largo de todo el mundo, con la intención de
demostrar o refutar los efectos de los campos electromagnéticos sobre la salud
humana. Estos estudios han puesto un mayor énfasis en determinar la relación entre
el cáncer y la exposición a las radiaciones electromagnéticas.
Hacer un estudio epidemiológico completo no es una tarea sencilla, cuando lo que
se busca no es una relación causa-efecto directa. Al igual que en el caso del tabaco,
no hay una relación directa entre el consumo de tabaco y, por ejemplo, el cáncer de
pulmón. Existe gente que contrae cáncer de pulmón y no ha fumado jamás, y por el
contrario, existen grandes consumidores de tabaco que conservan su salud hasta
edades muy avanzadas. Sin embargo, el efecto del tabaco se hace manifiesto cuando
se analizan los datos de forma estadística.
Es decir, el efecto del tabaco se puede medir como el incremento de la probabilidad
de contraer cáncer de pulmón en la población fumadora, respecto de la que no lo es.
Este tipo de respuestas es el que se ha buscado en los estudios epidemiológicos
realizados para analizar los efectos de las radiaciones electromagnéticas.
BIBLIOGRAFIA
https://www.mintic.gov.co/portal/604/articles-3707_documento.pdf
http://www.fucsia.co/salud-nutricion-dietas/articulo/el-impacto-ondas-
electromagneticas-sobre-salud/8458
http://www.mintic.gov.co/portal/604/w3-propertyvalue-594.html
https://www.researchgate.net/publication/239528942_POSIBLES_EFECTOS_DE_
LAS_ONDAS_ELECTROMAGNETICAS_UTILIZADAS_EN_LA_TELEFONIA
_INALAMBRICA_SOBRE_LOS_SERES_VIVOS