Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
¿Qué debe hacer un abogado en sala? ¿Qué no debe hacer nunca en un escrito? Este informe da respuesta
a estas cuestiones a través de la visión de los magistrados obtenida a partir de 149 entrevistas con jueces de
diferentes provincias de España.
Desde Economist & Jurist queremos trasmitir nuestro más profundo agradecimiento a todos los jueces y ma-
gistrados que han participado en este estudio con el objetivo de fortalecer la actuación de nuestros letrados.
Este informe recoge algunas de las muchas opiniones manifestadas por multitud de jueces de toda España,
muchos de los cuales han preferido mantener su anonimato pero que no han querido perder la oportunidad de
manifestar su opinión a Economist & Jurist.
–– La claridad y la brevedad en la exposición debe ser la norma y nunca la excepción. Contribuirá de manera sólida a un
mejor entendimiento de lo pedido.
–– Deberá tanto el abogado como la parte abstenerse de perturbar la vista durante el proceso, causa u otro acto judicial,
dando señales ostensibles de aprobación o desaprobación, faltando al respeto y consideraciones debidas a los jueces,
tribunales, Ministerio Fiscal, los restantes abogados, procuradores, secretarios judiciales, médicos forenses o resto del
personal al servicio de la Administración de Justicia.
–– Los abogados, cuando sean llamados al orden en sus alegaciones, deberán obedecer a lo ordenado por el presidente
del tribunal o juez.
–– La proposición de los medios probatorios debe encaminarse exclusivamente, a la búsqueda de la verdad material y las
conclusiones deberán estar relacionadas exclusivamente con la valoración de las pruebas practicadas.
–– El abogado deberá poner especial celo en el cumplimiento de los plazos procesales que, no sólo son improrrogables,
sino fatales.
–– El abogado debe renunciar al ejercicio de peticiones, incidentes y excepciones formuladas con finalidad dilatoria, así
como a cualquier actuación que entrañe abuso de derecho o fraude de ley.
–– El abogado deberá huir de los escritos farragosos, poco o deficientemente estructurados.
–– En las demandas y demás peticiones resulta trascendental en orden a dictar una sentencia adecuada en derecho, fijar
con precisión los hechos, la acción ejercitada y lo pedido.
–– Hacer exposición detallada de los Hechos y Fundamentos de Derecho con precisión y rigor.
–– Comprobar la debida correspondencia entre lo solicitado en el cuerpo de la demanda y el suplico.
–– Las solicitudes a través de OTROSI deben estar debidamente fundamentadas y realizarse con la debida precisión y
claridad.
–– En las audiencias previas debe examinarse las cuestiones enumeradas en el art. 414 de la Ley de Enjuiciamiento
Civil, y en el orden previsto en los arts. ss.
–– En la contestación a la demanda debe seguirse, en lo posible, el orden correlativo de la demanda.
–– Identificación del Letrado.
–– Cuidar la redacción y las faltas de ortografía.
de modo general
–– Quebrantar las exigencias propias de la dignidad de su función en los ámbitos esenciales de la misma: asesoramiento,
consejo jurídico, dirección causídica y defensa.
–– Actuar contradictoriamente con las exigencias de la buena fe procesal.
–– Promover peticiones, incidentes, excepciones formuladas con manifiesto abuso de derecho, o que entrañen fraude de
ley o procesal.
en las audiencias
–– No observar la debida compostura, comenzando por los requerimientos elementales, en cuanto a la presentación
ante el Tribunal, no sólo por el respeto debido a la solemnidad de la actuación, sino para visibilizar el carácter sim-
bólico del ejercicio de su esencial función, para la realización práctica del derecho a la tutela judicial efectiva, en su
vertiente del derecho de defensa.
–– Comportarse sin observar una coherente actuación, exigida por los requerimientos propios de la dignidad de su fun-
ción, de modo que pueda trascender la sensación de la actuación con desdén, desinterés, desapego, con alejamiento
a la actitud de presteza y atención que requiere el compromiso con el ejercicio de su actividad en el ámbito señalado,
trasladando una actitud de desaire.
–– Exteriorizar una actitud de descortesía, arrogancia, altivez, altanería con el tribunal, o cualquier persona que inter-
venga o se relaciona con el proceso.
–– Recurrir a la vulgaridad, la ordinariez, la desconsideración, la rudeza, la indelicadeza, la ramplonería y la tosquedad
en sus intervenciones, de cualquier naturaleza que éstas sean.
–– Actuar con descaro, descomedimiento o insolencia ante los requerimientos del Tribunal, o para dirigirse a las otras
partes en la audiencia, o a quienes sin serlo intervienen en cualquier modo en la misma.
–– Además de las expresadas precedentemente en relación con las audiencias, en cuanto sean de aplicación a las
actuaciones por escrito; el descomedimiento, la exageración, el exceso, la desproporción, en definitiva la demasía, en
la formulación de escritos, alegaciones, recursos, etc.… Especialmente, si se repara en que la actuación meramente
mecanicista de las herramientas informáticas facilitan la desmesura.
VII.D. Alejandro Galán. Juez magistrado del juzgado de violencia sobre la mujer nº1 de
Madrid
–– Ahora con los delitos económicos e informáticos es necesario que se expliquen muy bien a los jueces, ya que estos los
desconocen.
–– El abogado debe evitar mostrarse agresivo o iracundo con la parte contraria o su Letrado o con el resto de los miem-
bros del tribunal.
–– El abogado debe evitar informes o intervenciones farragosas, difusas, confusas y oscuras. Por el contrario, debe ser
breve, claro y preciso.
–– Evitar escritos extensos ya que pueden invitar al lector a escoger la alternativa de leer una buena novela. Todo lo que
no sea breve, claro y preciso debe podarse sin contemplaciones por superfluo (yo de hecho iba a poner “innecesario y
superfluo”, sin embargo si superfluo ya significa innecesario puedo ahorrarme un adjetivo).
–– Deben evitarse a toda costa los excesos verbales, propios de los escritos hechos en caliente, que signifiquen ataques
personales a la parte contraria y a su Letrado o al juez.
IX. Jose Enrique Sánchez- Paulete. Magistrado Juez de Primera Instancia nº2 Alcalá de
Henares
–– No debe presentar escritos sin la debida identificación del procedimiento al que van dirigidos.
–– No debe presentarse escritos que vayan acompañados de documentos, sin que estén debidamente numerados y sean
correlativos.
–– No debe presentarse cualquier tipo de escrito sin un suplico claro y concreto.
–– No debe presentarse un escrito sin las correspondientes copias para las demás partes.
–– No debe presentarse alegaciones con una extensión exagerada.
XII. Iván Marcos García-Diego Ruíz. Juez sustituto adscrito al Juzgado de Primera
Instancia seis de Alcalá de Henares.
–– El acto del juicio debe ser la culminación de una tarea conjunta entre el Juzgador y las partes.
–– Los letrados han de acudir con los informes bien estudiados, para moverse bien en su exposición dejando un mínimo
margen a la improvisación.
–– La documentación que deseen aportar deberá estar bien ordenada, clasificada y numerada, con copias a las demás partes.
–– Las preguntas que hagan a las partes y testigos deben ser precisas, directas y centradas en el objeto de pleito.
–– Deben estar atentos a las formuladas por la otra parte o el juzgador para evitar reiteraciones.
–– Cuando soliciten la prueba deben tener en cuenta la naturaleza del proceso para no interesar diligencias que retrasen la
solución del pleito, especialmente cuando se trate de medidas provisionales o provisionalísimas que precisan de rapidez.
–– Se deben evitar la solicitud de diligencias que guarden solo una relación indirecta con el objeto del pleito.
–– Se trata de conseguir la mayor diligencia en el proceso judicial por todos, incluidos los letrados, pieza esencial.