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EL CUESTIONARIO DESIDERATIVO Técnicas Proyectivas de

Evaluación Psicológica- 2017


EL CUESTIONARIO DESIDERATIVO
Prueba de estimulación y producción verbal con fines psicodiagnósticos.

El objetivo de esta técnica proyectiva ha sido clásicamente definida como la exploración del
grado de organización yóica de un sujeto, la capacidad para elaborar las pérdidas y la
posibilidad de detectar a nivel pronóstico la capacidad de cambio psíquico. La misma nos da
cuenta de las características y rasgos de la personalidad de un sujeto, del repertorio de
defensas con que el cuenta y de si éstas son eficaces o no. También informa acerca de los
conflictos básicos y puntos de fijación predominantes.

La consigna apunta a que el sujeto se desidentifique de su identidad humana, a la vez que se


le ofrece la posibilidad de re-identificarse parcialmente con la elección de símbolos no
humanos. El símbolo elegido y su justificación es representativo de los deseos del sujeto.
Se le considera una prueba más compleja que las demás pues no se le proporciona al
sujeto ningún concepto o palabra de soporte, el esfuerzo al que es sometido el Yo es mayor
que en las otras técnicas.

El cuestionario desiderativo se puede aplicar desde el momento en que el niño usa la


palabra como símbolo, o sea, como representante de otra cosa. En la práctica, se
considera que la aplicación generalmente se da desde los 4 a 5 años en adelante.

Sin embargo, se considera que no es conveniente aplicar el cuestionario a sujetos que sufran
de amenaza real y concreta de su integridad física.
Bernstein realiza una serie de modificaciones técnicas al cuestionario, siendo las más
importantes la ampliación de las preguntas a seis, en este caso, tres elecciones y tres
rechazos.

La consigna original “¿Qué desearía ser usted si tuviera que volver a este mundo no
pudiendo ser persona?, fue sustituida por:
Si no pudiera ser persona ¿qué es lo que más le gustaría ser? (+)
Si no pudiera ser persona ¿qué es lo que menos le gustaría ser? (-)

Se ha consignado que hasta ahora se espera que se expresen tanto en catexias


positivas como negativas una respuesta perteneciente a cada uno de los tres reinos:
ANIMAL, VEGETAL E INANIMADO.
Después de la primera respuesta a la primera consigna, se le da la absoluta libertad de
elección de reino al sujeto, sin mencionar qué debe elegir. A partir de este momento el
orden de la producción sigue un trayecto determinado por el propio sujeto y no por el
entrevistador, quien, por el contrario, debe asumir una participación activa eliminando
sucesivamente los reinos que el examinado ya eligió.

Una vez que el sujeto entrega su respuesta preguntamos ¿por qué?, en este caso, ¿por
qué le gustaría ser X? A la primera respuesta le designaremos +1, a la segunda positiva
+2, +3. A las negativas -1, -2, -3.
OJO POR REINO: POR EJEMPLO FRUTILLA, NI PERSONA NI VEGETAL. LIEBRE, NI
PERSONA NI ANIMAL.

Luego, Si usted no pudiera ser persona ni +1 ¿qué es lo que más le gustaría ser?

En la tercera pregunta, Si usted no pudiera ser persona, ni +1, ni +2 ¿qué es lo que más
le gustaría ser?
Ya habiendo investigado lo que le gustaría ser, pasamos a averiguar aquello que no
le gustaría ser, introduciendo así la primera consigna de las elecciones negativas:

A) Si usted no pudiera ser persona ¿qué es lo que menos le gustaría ser? La


respuesta entregada a esta pregunta y al ¿por qué? Se denominan -1.

B) Si usted no pudiera ser persona ni -1, ¿qué es lo que menos le gustaría ser? -2.

C) Si usted no pudiera ser persona, ni -1, ni -2 ¿qué es lo que menos le gustaría ser?
-3.
En cada elección o rechazo, se pregunta el porqué. La racionalización, es decir, la
explicación con que el sujeto fundamenta su respuesta, es un elemento de gran
importancia en el test, pues da cuenta del significado personal que el signo tiene
para el evaluado. La racionalización que utiliza el sujeto, sumado al símbolo que
escoge nos transmite cómo simboliza y significa la realidad. El análisis del
símbolo escogido se interpreta desde la lógica que el sujeto estructura en su
explicación.
La sustitución permitió atenuar el impacto de la expresión “si tuviera que volver a este
mundo”, la que alude directamente a fantasear la muerte del sujeto. La consigna de
Bernstein mediatiza bastante lo anterior, lo hace más implícito. Sin embargo, para que la
consigna desencadene el juego de identificaciones proyectivas, es necesario UNA PRE-
CONDICIÓN; que el evaluado esté psicológicamente capacitado para interpretar el
contenido metafórico o simbólico de la consigna, el “como sí”.

Si el evaluado ha logrado el suficiente grado de integración, que lo capacite para


diferenciar fantasía de realidad y utilizar el lenguaje y el pensamiento de un modo
simbólico, podrá tomar la consigna como un “como sí”, fantaseando las sucesivas
personificaciones sin sentirlas como un riesgo para su identidad.

De ocurrir que el sujeto se imagine realmente muerto en forma literal y concreta, perdiendo
la capacidad del “como sí”, esto implicaría un severo trastorno del juicio de realidad y de
la función de discriminación. Lo anterior generalmente se encuentra asociado a una
grave alteración de la personalidad.
Frente a sujetos que no puedan dar respuesta alguna, se recomienda insistir, “Piénselo,
tómese su tiempo, trate de imaginar algo”. Si el sujeto sigue sin responder y el fallo es
total, es factible inducir puntualizando las posibilidades de la elección. En este caso, “Si no
pudiera ser persona ¿qué eligiría entre animales, vegetales u objetos?, ¿por qué?

Luego de haber obtenido la respuesta, seleccionando un reino, se puede volver a tomar el


uso convencional de la consigna. Si el sujeto es capaz de seguir trabajando con la consigna
“normal” se sigue el proceso hasta terminar el cuestionario. En caso contrario, se continúan
mencionando los tipos de reinos. Lo anterior se puede realizar en las respuestas
positivas y negativas.

Si el sujeto continúa con la negativa al comienzo de las catexias negativas se termina


la aplicación del test. En el caso que el sujeto fracase en las positivas y responda bien en
las negativas, una vez terminada esta parte se intenta nuevamente obtener respuestas a las
positivas.
Existen a veces ciertas problemáticas en sujetos que tienen grandes dificultades para
desprenderse de lo humano, dando respuestas antropomórficas. Se anota la respuesta, pero
luego se le aclara al sujeto inmediatamente la condición de su elección “Yo le pedía que
usted eligiera algo distinto de persona, distinta de la condición humana.

Otra de las problemáticas se generan es cuando los sujetos dan respuestas genéricas. Frente
a esto se le pide que especifique su elección.

Casos en que el sujeto responde dando dos elecciones simultáneas. Ambas se anotan pero
luego se le pide que elija una ¿cuál de las dos le gustaría ser más?

Respuestas abstractas, justicia, bondad, libertad, etc. Se anota, se pregunta, pero luego: Si
no pudiera ser persona ni algo abstracto ¿qué es lo que más le gustaría ser?
Personas que confunden ser ser, o el hacer con alguno de los reinos, con problemas
para desidentificarse con el reino de “lo humano”. “ser linda, inteligente”, “ser
policía”, etc. Le preguntaba si no fuera persona, y en este caso policía es una
persona, entonces, SI NO PUDIERA SER PERSONA NI ALGO QUE ES LA PERSONA
¿QUÉ ES LO QUE MÁS LE GUSTARÍA SER?
En referencia a la capacidad de elaboración de las pérdidas, esta técnica tiene la
particularidad de ir proponiéndole al sujeto con las diferentes consignas, sucesivas
situaciones de pérdida, micro-duelo y regresión, así como también la posibilidad de
sobreponerse de acuerdo a sus recursos, dando lugar así a la observación de las
defensas que pone en juego y al grado de organización del Yo (recordar la escala
“evolutiva” planteada a partir del estudio de las defensas).

Consideramos que este test permite conocer cuáles son aquellas defensas a las
cuales el sujeto recurre antes situaciones de temor y amenaza, como así también
el grado de eficacia de las mismas.

En las catexias positivas la persona despliega en forma secuencial el repertorio


defensivo con que cuenta, yendo de los más adaptativo a lo más regresivo. En
cambio en las catexias negativas aparece proyectado el temor de aquello que le
ocurriría al sujeto si fracasaran dichas defensas más adaptativas.
Existen casos en el que a partir del análisis de las respuestas, es posible observar
que el sujeto no tiene mayores problemas al elegir las tres respuestas positivas, pero
al momento de las negativas fracasa. Lo anterior se interpreta como la capacidad
del sujeto para defenderse pero que no existe claridad con respecto a qué
defenderse; no tiene claro a qué le teme.

En el caso contrario, se piensa en una persona que si bien no sabe cómo defenderse
sí conoce los peligros que teme, el Yo no sabe a qué recursos apelar para
defenderse.
Lo que decide un tipo de estructura clínica u organización psicopatológica es la
defensa y, por lo tanto, es fundamental poder determinar cuál es aquella
dominante que organiza el psiquismo de un sujeto y cuáles son aquellas que
acompañan de manera secundaria.

Se considera que las conductas defensivas no sólo aparecen en los procesos


psicopatológicos, sino que intervienen normalmente y en forma adaptativa en
todo el desarrollo de la organización psíquica.

De esta forma, el cuestionario Desiderativo permite inferir el grado de regresión que


puede alcanzar un sujeto, así como también, el estado yoico en cuanto a su grado de
cohesión o desintegración.
Al finalizar la administración siempre se le solicita al sujeto que relate un sueño o un
recuerdo que tuvo durante la administración, a fin de darle un espacio para
reorganizarse. Si el sujeto se encuentra muy bloqueado se le puede también pedir
que realice un dibujo libre.
INTERPRETACIÓN
1) Evaluación del funcionamiento yoico:
Un aspecto a considerar para evaluar el grado de integración yoica es la
capacidad que tenga el sujeto para responder a la consigna, poder instrumentar
defensas en función de la consigna. Lo anterior, si es que se puede realizar sin
mayores problemas, implica la capacidad del sujeto de jugar al “cómo sí”, elemento
que por sí mismo se sostiene en el funcionamiento de la represión, de la identificación
proyectiva y la racionalización. Implica capacidad de adaptación, poder diferenciar
entre la fantasía y la realidad.

Fallas en el mecanismo de identificación proyectiva se refleja en la elección de un


símbolo el que, de igual forma, refleja aspectos rechazados o aceptados de sí
mismo. Por ejemplo, No me gustaría ser el obelisco, porque todo el mundo me vería
desnudo.
A) Fracaso de la identificación en un símbolo único: Se elige en una catexia más de un
símbolo. Expresa la necesidad de tener o de abarcarlo todo, necesidad neurótica de
abarcarlo todo, ningún objeto es suficientemente valioso como para quedarse sólo con él.

B) Fracaso por la elección de símbolos disgregados, que no tienen estructura ni


consistencia (arena, polvo, lluvia). Siempre tienen una connotación patológica, mayor
cuando se da en las positivas, aluden a la falta de una línea que demarque el sí mismo del
exterior.

C) Fracaso por la elección de símbolos estructurados pero de débil consistencia, tiza,


florero, cristal: Personalidades que mantienen preservado su funcionamiento y adecuación a
la realidad de manera precaria, de existir un evento que los “mueva un poco” tienden a
perder el equilibrio.

D) Fracaso por perseveración del reino: Rigidez en la utilización de cierto mecanismo


defensivo.
FALLAS EN LA RACIONALIZACIÓN
A) Fallas en la justificación de la elección: “vaca porque son alegres”, “flores porque son
plásticas”. Falla en la lógica del pensamiento, fragilidad en el criterio de realidad.

B) Sobredimensionamiento de la justificación: Se agregan motivos pero éstos no enriquecen


la elección. El sujeto evidencia la necesidad del sujeto de reforzar la coherencia de sus
procesos lógicos, debilidad yoica, se sobrecompensa la pérdida de coherencia lógica.

C) Ausencia: El sujeto es incapaz de justificar los motivos de su elección: Incapacidad para


reflexionar sobre su propia conducta. Fallas la lógica del pensamiento, personas con
dificultades para articular argumentos y razones en situaciones de cierto estrés.
SECUENCIA DE ANSIEDAD
La capacidad que tenga el sujeto de dominar o no la ansiedad que le generan las
situaciones de peligro (presentes en la consigna del test) constituye uno de los
indicadores de funcionamiento e integración del Yo.

Lo esperable secuencialmente en un protocolo neurótico o normal, es que la ansiedad


tienda a disminuir a lo largo de la producción, que le permita al sujeto responder de
forma adecuada a los estímulos. Se espera un monto de ansiedad “adecuado” al
comienzo de la tarea. Si esta ansiedad no perturba los procesos de pensamiento, se
observa que el sujeto es capaz de instrumentalizar defensas, que no perturban en
demasía los procesos secundarios.
Montos altos de ansiedad inciden significativamente en la producción de los aspectos
formales y, generalmente traen aparejado mecanismos de defensa bastantes
primitivos, propios de una personalidad menos integrada.
TIEMPOS DE RESPUESTA
Se espera tiempos de respuesta entre 10 y 30 segundos.

Tiempos de respuesta alargados indican dificultades para el sujeto para


reorganizarse frente a la consigna del test. A veces lo anterior guarda relación con
ciertos desórdenes de pensamiento, dificultad en la organización yoica.
ELECCIÓN DE LOS REINOS
Se considera deseable que los reinos escogidos sigan el orden de animales,
vegetales y objetos.

Los animales, excluyendo al ser humano, son los que en relación a los otros reinos
conservan más los impulsos vitales ligados a la autoconservación, al instinto gregario,
a los vínculos.

Los vegetales le siguen en orden, cumplen con un ciclo vital.

Por último los objetos inanimados, carecen de vida.


ÍNDICES DIAGNÓSTICOS A TRAVÉS DEL
ESTUDIO DE LAS DEFENSAS
Personalidad esquizoide:
Se tiende a utilizar la disociación como modalidad defensiva, donde los objetos que
se escogen generalmente son objetos o vegetales. Objetos alejados espacialmente
de la tierra, con la capacidad para mirar, observar y conocer, no hay inclusión
de otros en la respuesta y falta de participación emocional.
Las características de estos símbolos es que son alejados, fríos, inalcanzables,
ubicados en posición de “observador”, desde arriba (estrellas, sol, luna, satélites).
Ideas abstractas, máquinas electrónicas, computadoras, etc. Además, se observa la
exclusión de las funciones olfativas y táctiles, reflejo de la disociación dominante
entre el intelecto y la vida emocional (y corporal).
A medida que la disociación y el aislamiento se acentúan los símbolos adquieren
menos corporeidad, se escogen objetos abstractos, “la bondad”, “la pureza”, o
bien elecciones cuya cualidad es no sentir, por ejemplo: “Algo fuerte, una piedra
granítica, porque está incólume, no sufre como los hombres o animales.
Negativas:
Se evidencia que la evitación del ligamen afectivo con seres vivos tiene como
objetivo evitar cierta responsabilidad emocional.
Cuando las defensas fallan lo que aparece es ser invadido, manejado, privado de
autonomía. Normalmente se rechazan objetos que son inmóviles y que han perdido
la distancia con los demás. Objetos manoseados, impotentes, expuestos, aislados y
secos (pasto, arena).
Personalidad depresiva:

Existe la presencia de otras personas en la verbalización, se eligen objetos que


están en contacto directo con personas.
El tipo de vínculo que se establece con los demás es de entregar tranquilidad,
apaciguar, mostrar un yo de amor y bondad. Se eligen objetos receptivos. Ser
cuidado, ser protegido, cuidar, proteger a otros. Se aleja de lo dañino, de lo
agresivo.
A diferencia del esquizoide, aparece en la verbalización la sensibilidad propio-
perceptiva, destacándose el contacto suave, la calidez, la caricia, cualidades de
tersura del pelaje.
El interés está situado en ser aceptados por el objeto y premiados con el afecto;
en cambio, no privilegian la búsqueda de tipos de vida satisfactorios para el yo.
En las respuestas negativas se observa objetos que pinchan, muerden, destruyen,
hacen daño, envenenan, el acento está puesto en objetos que hacen daño a los
demás.
Lo temido es la privación de contacto cercano con el objeto, el rechazo emocional
como castigo por la agresión (porque no me querrían, porque me tendrían miedo) y
la caída en estados de desvalorización y disminución de la autoestima, por la
intensidad de los sentimientos de culpa (ser basura, cerdo, algo sin valor, que no
sirviera para nada).
Personalidad obsesiva:

Está enfatizada la capacidad del objeto para mantener una línea de


comportamiento única, sin alteraciones ni cambios. Interesa que el objeto presente
una estructura estable, clara, sin dobleces, ordenada.
Presencia de otros en la respuesta, se escoge lo útil, ordenado, lo limpio,
honesto, sin agresión.
Objetos que sirven como instrumentos para que los use otros a los fines de
reparación, objetos sin movimiento, baja proporción de los afectos.
A través de estos rasgos se evidencia la valoración de la capacidad intelectual,
circunscripta a rendimiento racional adecuado, desde un punto de vista lógico-
formal. Se rechaza toda implicación emocional, la que es vivida como descontrol.
Se omiten las necesidades corporales y afectivas de los objetos. No entra en
consideración, en la racionalización desiderativa, la búsqueda de objetos que
permitan la satisfacción de necesidades afectivas o el libre desarrollo de
gratificaciones corporales. Solo interesa determinar si los objetos desarrollan
funciones útiles desde un punto de vista cultural, independientemente de la
satisfacción o de la frustración.
Los otros están presentes como jueces exigentes que aprueban el rendimiento útil o
desaprueban y abandonan efectivamente si l sujeto tiene descargas agresivas o un
rendimiento de baja utilidad.
Los objetos rechazados refieren en su aspecto simbólico y en la racionalización al
descontrol, la suciedad, la desorganización y la pérdida de funcionamiento lógico-
formal en que quedaría inmerso el yo si tal descontrol se produjera.
Al mismo tiempo, la rigidez de la defensa obsesiva, que ataca la capacidad de
pensamiento creativo, produce temor a quedar encerrado en un tipo de
funcionamiento mental pobre, rutinario y estereotipado. Este temor se expresa en
las negativas por rechazo de objetos con movimiento mecánico, con cualidades
estereotipadas y rutinaria, en elecciones tales como máquinas sin función, carentes
de valor, piedras, monolitos, objetos que hacen lo mismo.
Si fallan las defensas se teme el desorden, la confusión interna, la suciedad, lo inútil.
Son generalmente objetos sucios, viscosos, agresivos, que tienen una vida pobre,
rutinaria, que hacen siempre lo mismo, que no sienten, instrumentos de otros.
Es decir:
1) Objetos sucios, viscosos, desordenados, agresivos.
2) Objetos que tienen una vida pobre, rutinaria, que hacen siempre lo mismo.
Aislamiento: Calidad en la producción, bloqueo afectivo y capacidad de fantasear.
Elecciones de objeto de bajo nivel simbólico, máquinas objetos alejados pero no encerrados
ni inmóviles, no predomina el mirar esquizoide.

Anulación: Los símbolos dados en las positivas son rechazados en las negativas, en una
misma catexia positiva se observa la duda “ser esto o lo otro”.

Formación reactiva: Animales, vegetales, domésticos, quietos, que brindan utilidad al otro,
siendo usados como instrumentos. Son buenos, suaves, no dañan.
Personalidad fóbica:

El interés está centrado en objetos vivos, generalmente animales. Se enfatiza la


capacidad de movimiento autónomo, lo que permite regular el acercamiento-
alejamiento, y con esto la distancia, problema central en las fobias.
El modelo deseado es el de un objeto poco agresivo, agudo, vivaz y ágil, que logre
una buena sincronización entre percepciones distales, angustia-señal y movimientos de
alejamiento.
También se valorizan objetos-símbolos que desarrollan una vida tranquila, sin altibajos
o peligros, como expresión del deseo de liberarse de los dolorosos y permanentes
estados de ansiedad.
Objetos en movimiento de alejamiento de otro, generalmente se prefieren los objetos
y animales, no los vegetales pues son estáticos y arraigados en la tierra. Los motivos
son porque se mueven, porque se alejan, porque están en libertad, vida tranquila sin
problemas.
Se rechazan centralmente la inmovilidad física, que es vivido como “estar a merced”
del perseguidor, sin ninguna defensa y, en otro orden, la agresión, vividas como
desorganizantes y ajenas al yo.
Si fallan las defensas aparece el quedar inmovilizado, privados de movimiento
corporal. Objetos que de forma autónoma no se pueden mover, dependen de otros.
La necesidad de mantener la depositación proyectiva de los aspectos agresivos en el
objeto y evitar reintroyectarlos como propios se manifiesta en expresiones emocionales
intensas de rechazo verbal, como por ejemplo: ¡que asco!, ¡no puedo ni nombrarlos!
Estas verbalizaciones indican la necesidad de reforzar la diferenciación entre el yo y
ese aspecto rechazado. Los elementos agresivos son simbolizados por signos tales
como el fuego, tempestades, tormentas, etc.
Personalidad psicopática:

Las racionalizaciones enfatizan los rasgos de poderío, dominio y capacidad para


subordinar el objeto. Interesan los animales u objetos a los que se les puedan
adscribir cualidades dominantes e indestructibles y capacidad para despertar
temor en otros.
Los otros están presentes, pero como objetos expectantes, paralizados, sometidos,
colocan a los otros en pánico y posición de sumisión. Predomina en el vínculo
someter a los demás:
“León, porque todos los animales se aterrorizan frente a sus rugidos”.
“Ser una enredadera, se extienden, se meten y lo atrapan todo, dominan, me gusta
la facilidad de crecer que tienen”.
La necesidad de apelar a la acción, como modo de mantener el equilibrio psíquico
hace que resistan mucho la elección de vegetales en las elecciones. Cuando éstos son
elegidos de modo espontáneo o inducido, se trata de vegetales a los que se les
puede adscribir cierta capacidad de movimiento intencional o de adhesión
parasitaria (plantas selváticas, enredaderas, plantas parásitas).
Estos rasgos están sobrevalorados a raíz del incremento paranoide, que hace
necesario mantener el control sobre el objeto y desarrollar una acción rápida y
eficaz.
Se caracteriza la conducta y producción psicopática por:
- Dificultades de ajuste a la consigna e invasión con preguntas al entrevistador.
- Omnipotencia manifiesta.
- Incapacidad para hacer síntesis.
- Elección de objetos donde se observa la fuerza, la invasión.
Características de los objetos rechazados:

- Objetos con capacidad para establecer ligazón afectiva, con capacidad empática
y dependencia.
- Objetos valiosos dentro del consenso cultural y social, poniendo en evidencia la
necesidad de oponerse a toda ley o norma, vivida como opresión.
- Objetos evidentemente vilipendiados y perseguidos en el consenso general, son
objetos abiertamente negativos que muestran, de forma obvia, su maldad, no logran
ocultarla a través de otra identidad impostada.
El rechazo a ciertas características en objetos, que giran en torno a la necesidad, al
cuidado y la protección que necesitan para sobrevivir, refleja en realidad el pánico
que les genera la dependencia, concebida como situación de sumisión frente a
objetos despóticos y tiránicos.
La verbalización en general es impactante en un primer contacto, puede impresionar
como rica y coherente desde un punto de vista formal. En muchas producciones
psicopáticas, de buen nivel intelectual, sucede que la patología no se descubre hasta
la lectura del material, porque la buena utilización del lenguaje y los elementos
gestuales impactantes pueden dar una engañosa impresión de simbolización
lograda.

Llama la atención la pseudo-interpretación que hace de la consigna, la aparente


impermeabilidad y falta de participación emocional, conductas excesivamente
seguras, preguntas al entrevistador y la necesidad de convertir la toma del test en
una charla íntima de dos.
Personalidad histérica:

Se enfatizan las cualidades de forma, color, movimiento expresivo, que por sus
relaciones armónicas tienen la capacidad de provocar una impresión de belleza, de
impacto estético en el otro, objetos agradables de ser vistos. El otro está presente
como un espectador deslumbrado.
Se enfatizan los canales de percepción distal, especialmente el canal visual. El mirar
y el escuchar tienen un papel explícitamente importante, tanto el ser mirado o
escuchado por otro, impactado estéticamente, como la satisfacción estética de mirar
o escuchar algo armónico. Se expresa la gran necesidad de fascinar.
Se rechaza lo feo, poco armonioso, desagradable, grotesco, desde un punto de vista
visual. Aparecen claras expresiones emocionales y sensaciones de repulsa y asco
frente a la posibilidad de imaginar contactos cercanos.

Además se tienden a rechazar los animales por lo instintivo, a través de expresiones


de repulsión y asco.

Lo frío, lo que no siente, lo impenetrable.

Cuando se escogen objetos generalmente se aluden a la estructura externa, así por


ejemplo, un reloj puede ser elegido por un buen diseño o por su sonería, pero no por
la precisión de su funcionamiento mecánico interno, como se podría encontrar en
casos de neurosis obsesiva.
Estilo comunicativo con alta dramaticidad. Por momentos en la producción o a veces
en toda la producción, el lenguaje puede ser escueto y la racionalización
desiderativa muy bloqueada, del tipo “me gusta o no me gusta”, “porque es linda,
porque es fea”. Lo anterior responde a los bloqueos propios del proceso represivo.

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