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Ensayo: Odebrecht

“La mayor red de sobornos extranjeros de la historia”

Odebrecht es una firma constructora de Brasil, que tenía contratos de obras civiles en casi 20
países del continente americano como también en países del continente africano.

Norberto Odebrecht es el dueño de la firma que abrió operaciones en toda américa latina y
estados unidos, pero gracias a una investigación del departamento de estado de los Estados
Unidos, junto con la Procuraduría de Brasil y la Procuraduría General de Suiza, estallo el escandalo
más grande de sobornos a nivel internacional.

El escándalo desato todo tipo de reacciones al interior de los casi veinte países donde la
constructora Odebrecht tenía operaciones. Esta firma constructora entrego a gobernantes dinero
y propiedades durante 15 años para quedarse con concesiones en toda Latinoamérica y el mundo
donde estos tenían operaciones.

El escándalo más sonado de la historia ha tenido repercusión en todo tipo de esferas sociales al
interior de cada país, la estructura delictiva de esta poderosa organización evolucionaba con el
pasar de los años, cada vez era más sofisticada su forma de entablar relaciones con los gobiernos
de turno de cada país, por medio de una división que ellos llamaron “división de operaciones
estructuradas”

Países latinoamericanos que tienen el lastre de la corrupción casi que desde su misma fundación e
independencia, tienen que hacer frente al yugo feroz que se acaba de descubrir gracias a los
gobiernos de Estados Unidos, Brasil y Suiza.

Nadie puede quedar por fuera, todos están salpicados y debe hacerle frente a la responsabilidad
gubernamental en cada país que trabajo con estos delincuentes, genios del soborno a gran escala,
por todo el mundo.

El señor Norberto Odebrecht fue condenado en su país Brasil a 19 años de prisión, sin embargo es
una cadena que apenas estamos empezando a conocer, al caer la cabeza tambalea el mundo
corrupto de cada uno de los países involucrados, siendo estos desafortunadamente los países en
vía de desarrollo, como los países latinoamericanos, con índices de pobreza que superan las cifras
esperadas según determina la ONU, y donde la corrupción es el mayor problema de estos mismos
países.

Tendríamos que hablar de concentración de riqueza o de índices de mortalidad infantil, o acceso a


la educación desde primaria hasta educación superior de calidad, pero este es un tema que va
ligado a la corrupción que azota todas estas estadísticas.

En Latinoamérica somos países con economías emergentes, y un país por extensión e impulso
económico como Brasil era el ejemplo de los demás países de la región y similares, también países
con economías emergentes que veían como se levantaba a hacer frente Brasil ante las grandes
potencias.

Brasil tuvo un crecimiento económico sostenido durante varios años lo que le dio la capacidad de
entrar a ser vista de otra forma por todo el mundo, su auge fue tan grande que fueron capaces de
albergar eventos de talla mundial.

Desde el ámbito deportivo, como fueron el mundial de futbol en el año 2014 y los juegos
olímpicos de Rio de Janeiro en 2016, gracias a estos eventos Brasil ya era visto con otros ojos por
el mundo entero y su economía era un ejemplo.

De esta misma forma sus empresas contratistas salían al mundo a licitar en el mundo entero,
porque eran capaces de ejecutar grandes obras, como las que hablamos anteriormente, y donde
por supuesto fueron un éxito total, tan solo por hablar de la infraestructura de los mismos.

De esta manera la constructora Odebrecht sale a casi veinte países en américa latina, Estados
Unidos y otros países del continente africano, a hacerse dueña de los contratos más jugosos de
obras civiles y concesiones que representaban miles de millones en su ejecución.

Nadie podría cuestionar que una empresa Brasilera, exitosa en su país con el respaldo
gubernamental, estuviera metida en el plan de sobornos más grande de la historia, con una
estrategia política económica que aplicaba y replicaba en cada país y que se perfeccionaba con el
pasar del tiempo.

Esta estrategia consistía en pagar jugosos sobornos a los gobernantes de turno, para que les
fueran adjudicadas las concesiones que el estado sacara a licitación pública. En algunos casos más
bochornosos les fueran adjudicadas a dedo, sin siquiera hacer un concurso de oferentes, donde se
escogiera la mejor propuesta y se evaluara la experiencia y seriedad de la firma asignada y de los
demás posibles oferentes que también podían cumplir con el pliego de la licitación en curso.

De esta forma llegamos a Colombia, donde apenas se está levantando el telón para el show que
esta apenas empezando. El señor Norberto Odebrecht llega a Colombia desde hace más de 20
años, en el gobierno de Andrés Pastrana, pero fue en el primer periodo de gobierno de Álvaro
Uribe Vélez que esta empresa se hizo a las concesiones más grandes ofertadas hasta ese entonces
por el estado colombiano.

En el informe revelado por el departamento de estado de Estados Unidos, Procuraduría de Brasil y


Procuraduría General de Suiza el 21 de diciembre de 2016, se conoció que para Colombia los
sobornos sumaban 11 millones de dólares.

La firma Odebrecht y sus socios en Colombia (Grupo AVAL) se quedaron con uno de los mega
proyectos del país por aquel entonces, la famosa “Ruta del Sol, sector dos” por un valor de 2,4
billones de pesos, contrato que se suscribió el 14 de enero del año 2010, año del saliente gobierno
del señor Álvaro Uribe Vélez, donde llamo la atención que fueron momentos apremiantes y se
aceleraron los tiempos para la adjudicación de esta licitación, como otras adjudicaciones que
parecían un poco a las carreras por parte del gobierno del saliente Álvaro Uribe Vélez, un
personaje que hoy aún se mantiene vigente en la política nacional, y ataca de frente con nombres
propios, como a Gina Parody por mencionar que ella se vio beneficiada por el otro si otorgado a la
firma Odebrecht al beneficiar el puerto cercano de Gamarra. Pero como muchas declaraciones del
señor Álvaro Uribe Vélez no pasan a ser especulaciones sin sustento, y no dejan de ser una cortina
de humo para el entramado principal que arranca desde su gobierno.

En el año 2009 el ex vice ministro de transporte Gabriel García Morales, ejercía como director del
extinto instituto nacional de concesiones (INCO), recibió 6,5 millones de dólares como soborno
para la adjudicación del contrato de adjudicación de la “Ruta del Sol, sector dos” según informo el
departamento de estado de los estados unidos.

Años más tarde el presidente de Odebrecht Colombia, Antonio Martorelli aseguro que pago al
senador Otto Bula otro soborno, según este porque el senador de la republica podía manipular
todas las esferas del poder hasta lograr la adjudicación de las concesiones que estos necesitaban,
este personaje Bula y su socio Ñoño Alias otro funesto senador de la republica tenían la
maquinaria ante la ANI (Agencia Nacional de Infraestructura) para poder adjudicar a placer según
las necesidades de sus clientes, en este caso el grupo Odebrecht.

Volviendo al ex vice ministro de transporte García Morales, un Cartagenero distinguido por el


aquel entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, como uno de los personajes jóvenes más
importantes de Colombia, está hoy recluido en la cárcel de la picota en Bogotá, y es testigo
fundamental para empezar a aclarar todo este entramado criminal que se empezó a tejer desde
Brasil y fue volviendo más y más corrupta las entrañas de un país como Colombia que hace parte
de la vergüenza mundial.

Vergüenza mundial porque al ser países en vía de desarrollo, donde se tiene un compromiso de
atacar la pobreza extrema, con programas de educación, alimentación, salud, donde se garantice
el acceso mínimo a cada colombiano, nos damos cuenta que el dinero de los colombianos que
debería ser motor de desarrollo económico para todo el país, se queda a dedo en las manos de los
dueños del poder y estos tratan de perpetuarse en el mismo para no poder ser juzgados, o peor
aún, salen a buscar culpables con nombre propio para desviar la atención y quedar como el
salvador que es capaz de denunciar sin miedo y sin mascaras a los corruptos.

Odebrecht es un tema que dará de que hablar en todas las esferas sociales, políticas y económicas
del país, porque apenas está empezando a descubrirse el velo de corrupción que hay sobre esta
empresa. Particularmente en Colombia es vergonzoso que algunos colombianos digan que
Odebrecht si trabajaba bien y pagaba bien a sus trabajadores, que no es tan malo lo que hacían, lo
he escuchado en varias personas. No los culpo el colombiano esta tan acostumbrado a la
corrupción que los niveles de tolerancia con este flagelo no sé qué límites tiene o pueda alcanzar
en la sociedad. Ya van tres asesinatos por este caso y la corrupción parece no tener escrúpulos,
hay presidentes como el de Perú que renuncio a su cargo, para ser investigado, cosa que en
Colombia no va a suceder porque en este país no tenemos presidente.

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