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Enunciación

http://revistas.udistrital.edu.co/ojs/index.php/enunc
DOI: http://dx.doi.org/10.14483/udistrital.jour.enunc.2016.1.a01

Control Interno

Artículo de investigación

Constitución de sujeto maestro en prácticas de resistencia en Colombia


Teacher subject constitution in resistance practices in Colombia

Pilar Méndez Rivera1

Para citar este artículo: Méndez, P. (2016). Constitución de sujeto maestro en prácticas de resistencia en Colombia. Enunciación,
21(1), 15-30.

Recibido: 29-enero-2016 /Aprobado: 25-abril-2016

Resumen prácticas de resistencia y del sujeto que se consti-


Este artículo comparte los resultados de una in- tuye en ellas: el primero ligado a la lucha gremial
vestigación que analizó la constitución de sujeto reivindicativa, el segundo referido a las luchas de
maestro en las prácticas de resistencia en Colom- sí y un tercer trayecto de disputas por la distinción
bia en el periodo comprendido entre 1930 y 2013 de sí mismo en la función docente.
para dar cuenta de los cambios en sus prácticas
frente al reclamo de un estatus profesional de la Palabras clave: sujeto, maestro, resistencia, lucha,
docencia. Se identifican y describen los modos discurso, poder.
como las prácticas de resistencia han contribuido
a la constitución de sujeto maestro en Colombia, Abstract
con el propósito de situar la participación del mo- This article shares the results of a research work
vimiento magisterial en las distintas formas que focused on the constitution of teacher subject in
han definido o connotado la condición de maes- resistance practices in Colombia during the period
tro en Colombia. En cuanto estudio arqueológico 1930 and 2013 to show the changes in the teachers'
(Foucault, 1969), la mirada al pasado para com- claim practices of a teaching professionalization
prender el presente permitió entender los modos Book. It identifies and describes the ways how
en que la forma maestro ha sido intervenida por the practices of resistance have contributed to
distintas fuerzas. El archivo de la resistencia que the constitution of teacher subject in Colombia
se construyó en esta investigación organizó temá- for the purpose of placing the participation of
ticamente enunciados provenientes de distintas teachers' movements in the various forms that
fuentes documentales (revistas sindicales, revistas have been defined or connoting their teacher
académicas, prensa, leyes, decretos, etc.) y los so- status. As an archaeological study, look to the past
metió a los procesos de eventualización, líneas to understand the present allowed to comprehend
de fuerza, condiciones de posibilidad, desmulti- the ways in which the teacher form has been
plicación causal, polimorfismo creciente y puntos taken over by various forces. The resistance
en suspenso. Los resultados de esta investiga- file, built in this research, organized statements
ción identifican tres trayectos importantes de las thematically from various documentary sources

1 Profesora asociada Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Doctora en Educación y directora del grupo de investigación Intertexto.
Correo electrónico: pmendez@udistrital.edu.co

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ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol 21, No 1 (enero-junio 2016). pp. 15-30.
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Pilar Méndez Rivera

(teachers' labor union magazines, journals, protest union struggle, the second referred to
newspapers, laws, decrees , etc.) and subjected the struggles of themselves and the third one by
to the processes of casualization, lines of force, distinguishing himself from the teaching defined
conditions of possibility, causal multiplication, as function.
growing polymorphism and suspended points.
The results of this research reveal three important Keywords: Subject, teacher, resistance, struggle,
paths in the practices of resistance and of the discourse, power.
subject that is in them. The first linked to the

Introducción complejas en un juego combinado de poder/sa-


ber, donde solicitudes y respuestas son sometidas
La búsqueda de comprensión con lo que sucede al azar de sus transformaciones.
hoy con las luchas y las prácticas de resistencia En muchos de los trabajos sobre los maestros
de los maestros en Colombia es una tarea com- y sus luchas en América Latina (Street, 1998a,
pleja y problemática. Aun en los discursos actua- 1998b, 1997; Tiramonti, 2001; Tenti, 2005, 2006),
les del magisterio sindicalizado se advierte un los procesos que se destacan aparecen mezcla-
inconformismo, un malestar frente a la desunión, dos con exigencias de tipo económico y político,
la falta de solidaridad y la pasividad de los do- revelando la colonización de otros discursos en
centes en torno a las luchas que deberían librarse la educación, pero sobre todo, predeterminando
por un nuevo estatuto de profesionalización de quién debe ser el maestro. Ante este escenario, la
la docencia. De hecho, puede colegirse la sen- resistencia como práctica de libertad2 (Fornet-Be-
sación de una pérdida que reclama la fuerza y tancourt, Becker y Gómez-Muller, 1984; Sábato,
el carácter de las luchas de ayer. Pareciera que 2000; Giroux, 2003) ha desempeñado un papel
algo anda mal con la resistencia: las viejas for- importante que le ha permitido al maestro, en
mas de lucha e incluso la misma sindicalización, ese juego de exigencias y respuestas, oponerse
proclamadas como vencedoras en determinados a formas que lo predeterminan y, a su vez, recla-
periodos de tiempo, que ya no movilizan a los mar la mejora de sus condiciones de trabajo en
docentes. ¿Será acaso que el docente ya no lu- procura de un estatuto de profesión de la docen-
cha? O, quizás, ¿que las prácticas de resistencia cia. Sin embargo, la resistencia como práctica
de hoy no son las mismas de ayer? ¿Qué ha pasa- no obedece a un proceso lineal, evolutivo, da-
do con el maestro y su resistencia? ¿Se puede de- do, exento en sí mismo de conflicto; ella misma
cir que se ha operado un cambio de la resistencia se transforma para insertarse en nuevas tácticas y
del maestro a la actual resistencia del docente? estrategias de lucha. Aquí operan distintas fuer-
No hay duda de que cualquier intento por zas, donde el maestro es también una fuerza que
comprender quién es el maestro contemporáneo afecta y es afectada por otras. En este trabajo se
no puede eludir el papel de su resistencia y lucha analizaron las luchas y las transformaciones de
en el estado actual de su condición. No obstan-
te, habría que precisar que la resistencia como
práctica es un acontecimiento histórico difícil 2 Para explicar el concepto de gubernamentalidad, Fornet-Betan-
court, Becker y Gómez-Muller (1984) precisa que los individuos
de capturar y retratar. Historiar dichas prácticas en su libertad pueden establecer un conjunto de prácticas a tra-
remite insoslayablemente al análisis de distintas vés de las cuales pueden constituir, instrumentalizar, organizar
estrategias en relación con los otros. Lo que pone de relieve la
líneas de fuerza (gremiales, económicas, políti- resistencia como una práctica organizada, planeada para hacerle
cas, sociales y jurídicas) que revelan relaciones frente al poder como dominación.

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la resistencia de los maestros para acceder a sus quién debe ser el maestro, cómo debe enseñar.
transformaciones y a los procesos de subjetividad Es decir, se exige que el maestro se adapte a for-
que configuran las relaciones consigo mismos, y mas de ser y actuar, constituyendo prácticas de
su articulación y relaciones con los otros actores subjetivación y normalización que ameritan ser
(Estado, escuela, sindicato, estudiante, padre de visibilizadas. En este escenario, el maestro resis-
familia, sociedad). te y también define su subjetividad, se afirma o
En esta investigación se propone un giro pa- rechaza y lucha por defender unas condiciones
ra rastrear las luchas de los maestros e identifi- particulares de existencia donde cabe analizar
car las fuerzas que direccionan su resistencia; en ¿qué papel ha cumplido la resistencia en las lu-
lugar de abordarlas como conflicto entre Estado chas de los maestros y en el estado actual de su
y gobierno, las ubica en un escenario que reco- condición? Por tanto, se planteó como objetivo
noce la resistencia como una relación de poder general: analizar y describir los modos en que
(Foucault, 2000) atravesada por muchas otras las prácticas de resistencia magisterial han con-
relaciones de fuerza. Para ello, el archivo de la tribuido a la constitución del sujeto maestro en
resistencia magisterial que se construyó en este Colombia entre 1930 y 2013 para entender las
trabajo desde la opción teórica y metodológica transformaciones que hicieron posibles nuevos
de la arqueología, organizó y tematizó los enun- enfoques y conceptos en la condición de maes-
ciados maestro, poder y lucha en clave con otros tro en Colombia. La investigación da cuenta de
enunciados, como, Estado, sociedad y ley, dis- cómo formas y prácticas de resistencia han co-
persos en distintas fuentes documentales (revis- locado al maestro en una condición social que
tas sindicales, revistas académicas, prensa, leyes, constituye una manera de pensarse a sí mismo. El
decretos, etc.). Este análisis sirvió para mostrar análisis no se centra en el poder como domina-
las estrategias y tácticas de lucha de los maestros ción, sino que lo entiende como una relación que
y la emergencia de unos enunciados (su prefe- permite identificar fuerzas de poder/saber que le
rencia sobre otros, su coexistencia, su abando- exigen al maestro desde discursos del deber ser a
no), la institucionalización de un saber sobre la adaptarse a formas de educador ya prescritas, que
docencia, las relaciones de fuerza (activas y pasi- le dicen cómo tiene que ser, cómo debe enseñar,
vas) en la lucha por el dominio o gobierno de sí cómo debe evaluar constituyendo así prácticas de
mismo. En esta línea de descripción, se da cuen- normalización y subjetivación que ameritan ser
ta de la transformación de sus luchas, de resis- visibilizadas.
tencias verticales a resistencias más horizontales Desde esta perspectiva analítica, uno de los
que condujeron a preguntarse por el trabajo de objetivos específicos de la investigación fue iden-
sí, es decir a prácticas de afirmación de su iden- tificar y analizar las formas de constitución de
tidad, pero también de los supuestos subsumidos sujeto en las luchas por el estatuto de profesiona-
en los discursos que han tocado al maestro en lización de la docencia en las últimas décadas en
Colombia para dar cuenta de las transformacio- Colombia, con el fin de rastrear las regulaciones
nes que ha sufrido históricamente el sujeto maes- estatales y su contrapunto con los reclamos de los
tro en Colombia y del papel de la resistencia en maestros acerca de su oficio e identidad. Se trata
dicho proceso. de entender cómo la profesionalización de la do-
A partir delo anterior, el problema se formuló cencia fue introducida en los discursos de resis-
de la siguiente manera: la forma maestro ha sido tencia, y analizar qué diferencias mantiene con la
configurada por distintas fuerzas (Estado, socie- profesionalización que los discursos oficiales sos-
dad, política, economía) que buscan prescribir tienen a través de la vía de los estatutos docentes.

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Marco teórico y dependencia y sujeto como constreñido a su


propia identidad, a la conciencia y a su propio
La pregunta por la constitución de sujeto en autoconocimiento. Ambos significados sugieren
las relaciones poder/resistencia una forma de poder que sojuzga y constituye
al sujeto” (p. 5). Los dos últimos libros de Fou-
La pregunta por la constitución de sujeto maestro cault sobre la sexualidad, El uso de los placeres
en las prácticas de resistencia, conmina el análi- (1986a) y La inquietud de sí (1986b) destacan el
sis de los distintos campos de actuación en el que problema de qué entender por el sujeto en distin-
sujeto participa, se declara, se autorreconoce y tas sociedades, que él llama diagramas de poder,
lucha por ser identificado como sujeto. Su parti- ya sea, por ejemplo, en el diagrama griego, cris-
cipación en la vida pública, en estrecha relación tiano, monárquico, en la disciplina o en el diagra-
con otros sujetos, lo obliga a posicionarse en la ma de la actual sociedad de control.
compleja red de relaciones de poder que se tejen En los diagramas de poder, el maestro, sus
alrededor de la confluencia de los campos polí- organizaciones, sus luchas, su resistencia activa
tico, educativo y social, no solo para constituir- (acción) o pasiva (no acción) conforman un pun-
se como tal, sino también para resistir las formas to de apoyo, revés, ancla, mina de otros poderes
instauradas por otros sujetos, en especial los que que buscan gobernarlo. Como sujeto público al
detentan el poder institucionalizado para sujetar- docente se le exigen muchas tareas y de él se es-
lo y regularlo. No obstante, tal como lo afirma peran muchos comportamientos. De las socieda-
Foucault (2007, pp. 54-55), “hay que construir des disciplinarias a las sociedades de control se
una analítica de poder que ya no tome al dere- han sucedido una serie de prácticas que lo han
cho como modelo y como código para caracteri- hecho objeto de múltiples grillas de observación,
zar las relaciones entre poder y resistencia” y se evaluación y control. Unas del orden de lo técni-
adentre en el análisis de la situación estratégica co (formatos, fichas, exámenes); otras del orden
compleja instaurada por un sujeto que lucha por de la sutileza referidas por ejemplo al cumpli-
liberarse de fuerzas que lo constriñen, pero a su miento de su misión, el reto de formar a los niños
vez, atravesado por esta, se piensa a sí mismo3. y jóvenes del mañana, el desafío de mantener al
Las prácticas de resistencia se validan como día su desarrollo profesional o del orden jurídico
escenario para analizar las formas en que los pro- referidas a las funciones y obligaciones que los
pios maestros luchan por unas condiciones de maestros tienen que cumplir para validar su per-
posibilidad, al tiempo que afectan y son afecta- fil y competencias. Es decir, variados y múltiples
dos por otras relaciones. En El sujeto y el poder, mecanismos de poder/resistencia se advierten en
Foucault (1982) explica cómo el sujeto ha sido estas relaciones donde el maestro también ejerce
objeto de varios tipos de objetivaciones, para poder, resiste, se organiza y define su subjetivi-
mostrar los modos en los que los seres humanos dad, se afirma como sujeto de saber o rechaza,
se transforman a sí mismos en sujetos en dos pla- por ejemplo, la denominación de instructor para
nos de actuación: “[…] sujeto a otro por control luchar por defender unas condiciones particula-
res de existencia.
Desde esta perspectiva, Touraine (2000) ex-
3 En las relaciones de poder/resistencia, algunas imágenes de identi- plica que el sujeto no significa reflexión sobre
dad son utilizadas para negociar o recomponer valoraciones este-
reotipadas de sí mismo. Un trabajo interesante en esta línea es el de sí mismo ni sobre la experiencia vivida. En un
Mona (2007) que muestra cómo la imagen de identidad es utilizada mundo donde el ser humano está transformado
por las mujeres, políticas camboyanas, como una estrategia de re-
sistencia que parte del reconocimiento de pertenencia a un grupo en objeto, el sujeto se opone a los que se ha in-
marginalizado, para movilizar mayores niveles de participación. tentado llamar primero papeles sociales, es decir

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a la “construcción de la vida social y personal prácticas de dominación, sino que tienen la li-
por obra de los centros de poder que crean con- bertad de modificar, rechazar o aceptar las reglas
sumidores, electores y un público, al menos en o las lógicas que se les quieren imponer” (Gi-
la medida en que ofrecen respuestas a demandas roux, 2003). Desde esta perspectiva, una noción
sociales y culturales” (p. 231). Por eso, aclara que de poder que no toma al derecho, la ley, ni la do-
el sujeto no es de ninguna manera un individuo minación4 como su centro, sino que reconoce la
encerrado en sí mismo, incapaz de intervenir en libertad y la posibilidad de actos libres (Sábato,
su situación social, es decir no es simplemente 2000), permite advertir en el antagonismo de es-
un individuo pasivo que consume normas e ins- trategias, la resistencia del sujeto que se niega a
tituciones sino también productor de esa vida ser controlado, vigilado, modelado e intervenido
social y sus cambios. Esto explica el poder pro- por una fuerza que no provenga de sí mismo5.
ductivo de la resistencia, lo cual evidencia que
las relaciones poder/resistencia son siempre de Pero hay varias resistencias que constituyen ex-
fuerza contra fuerza. Como corolario de este hilo cepciones, casos especiales: posibles, necesarias,
conductor, la resistencia aquí se entiende como improbables, espontáneas, salvajes, solitarias, con-
certadas, rastreras, violentas, irreconciliables, rápi-
una práctica en la que el maestro lucha por libe- das para la transacción, interesadas o sacrificiales;
rarse de conceptualizaciones impuestas y prede- por definición, no pueden existir sino en el campo
terminadas desde el deber ser; en este sentido, estratégico de las relaciones de poder. Pero ello no
la resistencia conduce a procesos de transforma- significa que solo sean su contrapartida, la marca
ción de la propia subjetividad mostrando a su vez en hueco de un vaciado del poder, formando res-
pecto de la esencial dominación un revés finalmen-
las contrariedades que refuerzan el sistema que te siempre pasivo, destinado a la indefinida derrota.
combaten. Las resistencias no dependen de algunos principios
heterogéneos; mas no por eso son engaño o pro-
Lucha como campo para rastrear la mesa necesariamente frustrada. Constituyen el otro
resistencia término en las relaciones de poder; en ellas se ins-
criben como el irreducible elemento enfrentador.
(Foucault, 2005, p.116).
El reconocimiento de los distintos escenarios en
los que el maestro lucha por mejorar sus condi- Ahora bien, cuando muchos historiadores hacen
ciones de existencia implica adentrarse en el te- referencia a las luchas de los maestros (gremiales,
ma del poder y en el análisis del tipo de luchas
que organiza. De hecho, cuando se analiza la 4 Para Foucault (2000) no hay relaciones de poder que triunfen por
bibliografía relacionada con la resistencia como completo y cuya dominación sea imposible de eludir, pues estas
abren la posibilidad de una resistencia. En sus palabras, las relacio-
categoría (Sábato, 2000, Foucault, 2000; Giroux; nes de poder “no pueden existir más que en función de una multipli-
2003; Touraine; 2000) nociones como poder, li- cidad de puntos de resistencia: estos desempeñan, en las relaciones
de poder, el papel de adversario, de blanco, de apoyo, de saliente
bertad y lucha emergen y permiten establecer las para una aprehensión” (p. 57).
condiciones de posibilidad de una variedad de 5 A pesar de que Giroux y Foucault analizan el problema del poder
desde lógicas distintas, ambos coinciden en que la noción de poder
relaciones, respuestas, reacciones, resultados en- no puede ser subsumida bajo la categoría de dominación (Giroux,
tre sujetos, objetos e instituciones. En El sujeto 2003), pues visto de esta manera, desconoce cómo los mecanismos
de dominación son reproducidos (aceptados) o rechazados por el
y poder, Foucault (1982) refiere que el poder se sujeto. Aunque Giroux apela a Foucault para caracterizar al poder
ejerce sobre sujetos libres, es decir sobre sujetos como una fuerza productiva y a la vez restrictiva, su mirada inscrita
en la lógica dialéctica entra en un plano de consideración distinto
con capacidad de conducir acciones en virtud a la mirada foucaultina. Para Lazzarato (2007) la lógica dialéctica
de su propia acción (p. 253), de su posibilidad valora términos contradictorios en un elemento homogéneo que
promete resolverlos en una reconciliación, mientras la lógica estra-
de resistencia. Lo que quiere decir que “los seres tégica tiene la función de establecer posibles conexiones entre tér-
humanos no están totalmente determinados por minos dispares que siguen siendo dispares.

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reivindicativas, oposición a normas, entre otras), otros poderes locales, transitorios, móviles que
las analizan en una lógica de poder como domi- atraviesan la vida, las instituciones y los aparatos.
nación entre Estado y magisterio inmanente, en la Por ejemplo, cuando un maestro enfrenta situacio-
que la resistencia magisterial se mira como simple nes que lo obligan a tomar decisiones que afectan
oposición ligada al contenido de una lucha inmu- su persona, trabajo, familia, vida, relaciones amo-
table (Meler, 2010). Esto da la impresión de que la rosas, etc., aunque está sujeto a una serie de cons-
lucha ha sido siempre contra el Estado y de que no treñimientos, tiene opciones para decidir un curso
ha sido influenciada por los cambios históricos y de acción que no está exento de juicios sobre sa-
por el poder de distintas fuerzas (económicas, so- ber, deber ser, lo que puede aceptarse o rechazarse
ciales, políticas, gremiales, académicas), en la que y que en definitiva será determinante para reple-
el maestro mismo y su resistencia, intervienen y garse o afirmarse, es decir, él también interviene
resultan afectados y afectando su historia. como una fuerza activa o pasiva (no acción), afec-
El archivo de la resistencia que se construyó en tando el curso de su historia.
esta investigación, permite cartografiar el carácter En esta vía, reflexionar sobre lo que se necesita
de las luchas de los maestros, e identificar distintos afirmar o rechazar de su propia historia abre cami-
tipos y niveles de luchas. Aquí se enfatiza cada una no a “un proceso de lucha por condiciones que le
de ellas como una forma que, dependiendo de la darán a ese individuo oportunidades para tener una
fuerza con la que se dota, adquiere un sentido, una existencia autodirigida” (Giroux, 2003, p. 62). No
orientación, una funcionalidad, produce discursos obstante, este proceso no puede limitarse a un pro-
y sujetos. En este plano de análisis, es necesario blema de llegada o de búsqueda de la redención;
advertir cómo el sujeto responde (resiste) a una de- pues la idea de sujeto no escapa de esas mismas
terminada relación de poder, y señala las prácticas relaciones de fuerza que se pretenden combatir.
“de resistencia violenta, de huida, de engaño, de Esta doble dimensión del sujeto, alude a la teoría
estrategias que inviertan la solución” y da paso a foucaultiana (1982) que explica los modos por los
una nueva relación de poder (Foucault 1994a, p. cuales los seres humanos son constituidos en su-
405). Se alude a luchas por mejoras, luchas por: jetos, ya sea por la acción que ejercen otros sobre
la reivindicación, los derechos, la existencia, la estos (prácticas de sujeción) o se constituyen a sí
diferencia, luchas de sí, que por su singularidad mismos en sujetos por autoconocimiento (prácti-
pueden localizarse en tiempo y espacio, combi- cas de liberación), es decir por prácticas meditadas
narse con otras prácticas y luchas (políticas, eco- y voluntarias mediante las cuales “los hombres no
nómicas, en contra de la sujeción). Se trata de una solo se fijan reglas de conducta, sino que procuran
historia que analiza las prácticas a través de las transformarse a sí mismos, modificarse en su ser
cuales irrumpen, la superficie en que emergen, se singular y hacer de su vida una obra” (ver Fou-
forman y se desarrollan los discursos, las reglas y cault, 1994b). Para Foucault estas prácticas están
condiciones que permiten su formación. atravesadas por relaciones de poder que implican
Este trabajo, al analizar las luchas de los maes- esencialmente a la libertad y, consecuentemente,
tros, no centra solo su atención en la resistencia estrategias de lucha.
al poder autoritario (Touraine, 2000)6, pues el ar-
chivo aquí construido permite advertir que no so- Metodología
lo ese tipo de poder convoca resistencia, existen
Esta investigación utilizó algunas categorías del
6 Touraine (2000) considera que “el hombre moderno se ve llevado análisis histórico propuesto por la genealogía y
más directamente que los anteriores a reconocer la idea de sujeto
como principio central de resistencia al poder autoritario” (p. 214).
la arqueología (Foucault, 1969), en la línea de
Sin negar su existencia, este trabajo desborda esa orientación. trabajo del grupo de Historia de las Prácticas

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Pedagógicas en Colombia (Zuluaga, 1998; Martí- sujeto maestro desde los años 1930 en Colombia
nez, 1990, 2010) al entender que estas herramien- (fecha en la que irrumpe la preocupación por la
tas constituyen una utilería conceptual para la formación profesional del maestro y las primeras
comprensión de unas prácticas específicas. La mi- organizaciones para defender sus derechos) y así
rada al pasado para comprender el presente permi- tratar de comprender las luchas magisteriales ac-
te entender los modos en que la forma maestro ha tuales, sus triunfos y derrotas. Se trata de poner
sido intervenida por distintas fuerzas, entre ellas, en suspenso una serie de premisas que se han te-
la reforma educativa estatal, el discurso de los or- nido sobre el poder y las prácticas de resistencia
ganismos internacionales, el discurso sindical, el a partir de un dominio nuevo para el análisis: el
saber experto, para analizar cómo los maestros re- funcionamiento de las relaciones de poder y los
accionan ante ellas, estableciendo unas formas de modos de configuración del sujeto maestro en su
organización y lucha que ameritan ser analizadas. apuesta de resistencia (Foucault, 1982).
Por tanto, los conceptos de eventualización, líneas La investigación ha descrito los discursos como
de fuerza, condiciones de posibilidad, desmulti- prácticas materializadas en discursos concretos
plicación causal, polimorfismo creciente y puntos (político, pedagógico, gremial, social). En estos,
en suspenso, son las categorías teóricas y proce- se reconocen las líneas de fuerza como vectores
dimentales que permiten la construcción de un de poder que reconfiguran prácticas e institucio-
nuevo recurso metodológico: el poliedro de inte- nes, y las condiciones de posibilidad, que permi-
ligibilidad (Martínez, 2010). Este recurso permite ten analizar las situaciones que desencadenan la
que el objeto sea abordado desde distintos puntos emergencia de un determinado acontecimiento;
de mira, lo cual posibilita el ingreso de nuevos son herramientas metodológicas clave en el con-
elementos, al tiempo que permite reconocer en junto de precauciones propias de cómo se proce-
él distintos planos, velocidades y ritmos. Consiste de en la arqueología. Como hipótesis de trabajo
en la construcción de un objeto volumétrico en el puede decirse que el proceso de sindicalización
que las líneas de fuerzas y las condiciones de po- por la lucha de un estatuto de profesionalización
sibilidad entrecruzados construyen un número in- de la docencia se constituyó como la única forma
determinado pero siempre creciente de caras que posible de alcanzar derechos políticos, sociales
actúan como múltiples puntos de vista de la com- y laborales. Prácticas de poder/saber/resistencia
plejidad del fenómeno. vincularon estos problemas, los resignificaron;
La eventualización sirvió para advertir algo así construyeron nuevos discursos y nuevas prác-
singular y entender lo discontinuo de estos pro- ticas en todos los órdenes de la sociedad que
cesos y su contingencia, así como lo estratégico agotaron la sindicalización, mas no la anularon.
de su emergencia. Eventualizar consiste entonces En efecto, como vector de análisis, este estudio
en mirar de otra manera la historia de las prácti- se centra en las circunstancias históricas que ro-
cas de resistencia de los maestros (lo decible y lo dearon las luchas de los maestros, en especial
visible para Deuleze, 2003) a través de sus orga- por el logro de un estatuto de profesionalización
nizaciones y luchas por mejorar sus condiciones de la docencia. Sin embargo, no se dejan de la-
y reclamar un estatuto de profesionalización. Se do las relaciones contingentes que determinan y
trató entonces, de intentar identificar cómo los ubican un dispositivo discursivo, unas prácticas
maestros se piensan a sí mismos sujetos de una reguladas y entrecruzadas en una compleja red
práctica, a la vez que se interrogan las prácti- que compromete poderes, instituciones, sujetos
cas de su regulación mediante discursos legis- y discursos. En esta complejidad se intenta anali-
lativos y especializados, con el ánimo de hallar zar cómo los maestros asumen la docencia, qué
algo singular en las prácticas de constitución de estatuto le confieren, cómo reaccionaban ante

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las reformas y qué luchas emprendieron, con el formación, educación y pedagogía, que se en-
propósito de hacer visibles las relaciones de po- trecruzan para hacer aparecer lo visible y lo de-
der/resistencia que contribuyeron a su situación cible en el periodo 1930-2013. Se consideraron
actual, lo que obligó la reclamación, por ejem- diferentes tipos de documentos (informes, bole-
plo, de la unificación del estatuto docente. tines, circulares, comunicados, revistas, folletos,
Para analizar las luchas y las prácticas de re- periódicos, testimonios en páginas web, blogs,
sistencia de los maestros fue necesaria una des- demandas, planes, leyes, decretos, libros, nove-
multiplicación causal7, que para Foucault (1994a) las autobiográficas, etc.) que fueron distribuidos
trata de un análisis de los acontecimientos según en campos documentales y clasificados a partir-
los procesos múltiples que los constituyen. En de su aparente regularidad temática.
este caso particular, se plantea que los procesos Entre estas unidades de análisis y fuentes
de constitución de sujeto maestro en las prácti- documentales se destacan las publicaciones
cas de resistencia pueden ser descompuestos en de maestros8 en revistas especializadas, publi-
una multiplicidad de aristas que quitaron todo el caciones electrónicas en blogs, redes sociales,
peso causal a factores como las luchas contra el correos, que sirvieron para rastrear la voz del
Estado y la norma que históricamente han predo- magisterio, sus reclamaciones, inconformismo
minado en el corpus explicativo, para dar cuen- y malestar, sus propuestas, contradicciones, su
ta de la resistencia magisterial. Esto evidenciaría forma de concebir la educación y su quehacer
luchas más horizontales que verticales, es decir como profesión.
prácticas de resistencia no solo contra el Estado También se revisó la prensa sindical magiste-
sino también en las relaciones de los maestros rial9. En estos materiales se rescataron boletines,
consigo mismo, la sociedad y la escuela. comunicados, cartas, informes, folletos, circula-
A tal fin la investigación construyó un archivo res e historias particulares de algunos sindicatos
de tipo arqueológico sobre las prácticas de resis- y organizaciones de maestros y, en especial, de
tencia de los maestros, para advertir los enuncia- la Federación Nacional de Educadores, con el
dos y sus transformaciones. El archivo es el que fin de mostrar los reclamos de los maestros en
determina que los enunciados no se acumulen términos de derechos y exigencias al gobierno
en una multitud amorfa o se inscriban simple- y a sus propias organizaciones, pero también de
mente en una linealidad sin ruptura. A través de advertir la influencia de otras líneas de fuerza
él se definen reglas y límites que advierten un provenientes de discursos del comunismo, de
dominio discursivo, la conservación de enun- la revolución social, del populismo educativo,
ciados, su validez o invalidez. En otras palabras, de la liberación nacional y finalmente su interés
este hace posible recoger discursos efectivamen- por la participación política.
te pronunciados y señalar sus transformaciones. Otra pieza importante del archivo correspon-
En consecuencia, el archivo de este trabajo se de a los documentos legislativos y oficiales10,
ha constituido de diversos documentos sobre los que constituyen los instrumentos por los cuales
maestros, sus luchas, resistencias, oposiciones,
formas de organización, movilización, gobierno, 8 La Revista Educación (1930-1940), Revista Alma Nacional (1933-
1936), Revista Educación y Cultura (1982-2010), Revista Idearium
(1937), Revista Nodos y Nudos (1980-1990), novelas, libros, investi-
gaciones entre otras.
7 La desmultiplicación causal del objeto a estudiar genera un 9 Periódicos como el Educador Colombiano (1977-2010), El Esfuer-
creciente polimorfismo del objeto de estudio: por ejemplo, po- zo (Huila 1930-1934), La Luz (Tolima, 1934-1936). Acción Escolar
limorfismo de los elementos que se ponen en relación: sujeto, (1930), Tribuna Magisterial (2012).
discurso, subjetividad, etc.; polimorfismo de las relaciones des- 10 Las Memorias de Ministro (1930-2010), leyes y decretos, principal-
critas: fuerzas, resistencias, incitaciones, posibilitamientos, fre- mente los Estatutos de Profesionalización Docente de los años 1979
nos, dinamizaciones, etc. y 2002, y sentencias.

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se formaliza la relación Estado/maestro. Estos son Para finalizar, se identificaron formaciones dis-
la primera superficie a la que se acude para so- cursivas como efecto de la tematización y de los
meter al sujeto maestro controlarlo y determinar- tres tipos de lectura realizados: relacional, estra-
lo, asignándole unas condiciones, características y tégica y crítica (Zuluaga, 1998) lo que condujo a
funciones específicas. romper la aparente unidad del documento, texto
También, constituyen este archivo, las publica- u obra (Foucault, 1969) y a leer la dispersión de
ciones de saber experto, en su mayoría de orga- saberes sometidos (Foucault, 2008) que precisan
nismos internacionales11 y nacionales12 que han prácticas concretas en las que el funcionamiento
referido el tema de la profesión docente en Amé- de las relaciones de poder/resistencia devela el
rica, diagnosticándola, sugiriendo reformas, seña- sujeto que se constituye en ellas. En definitiva,
lando caminos y exigencias. Por último, no puede el análisis de este archivo reveló cortes analíticos
faltar en este archivo de la resistencia magisterial, la para construir un poliedro de inteligibilidad en el
prensa nacional13, que trata aspectos como reforma/ que se destaca la resistencia que los maestros en
cambio, maestro/estudiante, maestro/escuela, maes- su lucha imprimen a la pregunta “¿Quién soy?”, y
tro/calidad de la educación, maestro/atraso escolar, al cambio en la dirección de las mismas.
entre otros; los cuales afectan las formas que tiene
la sociedad colombiana de ver y pensar al maestro.

Figura 1. Construcción del archivo de la resistencia.


Fuente: elaboración propia.

11 La Organización de los Estados Americanos (OEA), Organización


de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cul-
tura (Unesco), Programa de Promoción de la Reforma Educativa
(PREAL), Banco Mundial (BM), Fondo Monetario Internacional
(FMI).
12 Fundación Compartir, Instituto para la Investigación Educativa y
el Desarrollo Pedagógico (IDEP), entre otras.
13 Particularmente los discursos publicados en periódicos como El
Tiempo, El Espectador, El Colombiano y La República.
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Análisis y discusión de los acciones de brazos caídos, que afectaron las for-
resultados mas de pensar al maestro y sus luchas. Normas
como la promulgación unilateral de los decretos
El archivo permitió identificar tres trayectos im- 223/1972 y128/1977 hicieron posibles prácticas
portantes (o en palabras de Foucault, puntos de como huelgas, marchas y protestas que como cau-
emergencia) de las prácticas de resistencia de los sa de la lucha organizada, obligaron la negocia-
maestros. Un primer trayecto de las prácticas de ción del Decreto 2277 de 1979 entre el Estado y el
resistencia (1930-1970), ligado a la lucha gremial magisterio. En dicha negociación, los maestros ce-
reivindicativa, en la que los maestros defendie- dieron su aspiración de ser considerados emplea-
ron su derecho de asociación y sindicalización, dos oficiales en sentido estricto, a cambio de un
reclamaron una mejor preparación y remunera- régimen especial de regulación que les otorgaba
ción, la mejora en las condiciones de trabajo y unas condiciones de ingreso, permanencia y reti-
posibilidades de ascenso en el escalafón. En este ro que hacían accesibles para los maestros “unos
trayecto, la imagen del maestro virtuoso y apóstol instrumentos de defensa contra la arbitrariedad y
que la sociedad y el Estado legitimaban, conde- el abuso de las autoridades” (Fecode,1979, p. 1).
naba al maestro a la resignada aceptación de su El Estatuto Docente (Decreto 2277 de 1979)14 fijó
inestabilidad en el cargo, a la baja remuneración las condiciones generales para ejercer la docencia
en incluso a recibir su salario en especies. Mien- y estipuló que a partir de la fecha “solo podrán
tras que a la vez se le exigía mejor preparación, ser nombrados para ejercer la docencia en plan-
decoro y pulcritud al vestir. teles oficiales de educación quienes posean título
El paso siguiente opera de la imagen del maestro docente o acrediten estar inscritos en el escalafón
virtuoso a la del maestro sindicalizado, a través de nacional docente”. De esta manera, se cerraba el
una serie de prácticas como las arengas, protestas, paso a los nombramientos considerados ilegales

Tabla 1. Discursos primer trayecto.


“El maestro debe ser un sacerdote, un apóstol, su- “Si en el estado actual del mundo, se reconoce al albañil y al za-
ficientemente preparado y bien pagado para que patero, al bracero y al deshollinador, el derecho de sindicalizar-
pueda hacer su labor noble y patriótica” (Marro- se, de constituirse en cuerpo corporativo con los demás colegas
quín, 1943, El Esfuerzo, p.1). de su oficio para defender sus intereses gremiales y trabajar por
su propio perfeccionamiento, ¿por qué ha de sorprender que
el instructor […] se vincule también para formar una colectivi-
dad?” (Bernal, 1934, p. 324).
“Al maestro, le hemos pedido ante todo pulcritud, “En los precisos momentos en que presencia el país el más gran-
en su vida, en su persona, en el ambiente de su de movimiento que registra su historia a favor de los intereses
escuela y de su hogar” (Nieto, 1935). de los empleados, como este despertar, que por tardío nada des-
merece, de quienes buscan de la unión una fuerza social de que
siempre han carecido para defender sus derechos, los derechos
del gremio más sufrido y olvidado de cuantos pertenecen a la
clase media” (Rev. Idearium, 1937, p. 282).
“El maestro debe ser un apóstol que quiere y sabe “El estímulo para nosotros no existe. Solidarizándonos, impon-
ser modelo de virtud, patriotismo y de abnegación dremos nuestros propios valores, cerraremos las puertas a los
heroica” (Medrano, L. 1949. En MEN p. 48). que sorpresivamente pretendan apoderarse de los que nos per-
tenece por títulos de preparación y labor” (ACPES, 1943, p. 1).

Fuente: elaboración propia.

14 Primer Estatuto Docente, negociado con el magisterio en Colombia.

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por el magisterio (art. 7), y se ligaba la docencia El movimiento pedagógico como corriente de
a la especificidad de la formación y la experiencia pensamiento que busca recuperar el rol cultural del
en el cargo. maestro en un horizonte liberador no se arriesgará
con romanticismos pedagógicos. Sus perspectivas
En 1980 se identifica el inicio de un segundo son a largo plazo […].No se trata pues de que en
trayecto de las prácticas de resistencia en la que aras de la pedagogía el educador olvide su carácter
se registra el siguiente giro: de luchas verticales a de asalariado y de ciudadano y descuide las luchas
luchas más horizontales. Esto ocurre como conse- que como tal debe seguir librando. (Martínez y Ro-
cuencia de la organización del Movimiento Peda- jas, 1984, pp. 5).
gógico Colombiano que emerge como suplemento
acontecimental (Badiou, 2003) para reclamar el En los orígenes del Movimiento Pedagógico se
derecho a orientar su trabajo, así como otras for- confrontaron dos corrientes contradictorias: por
mas de organización y trabajo (redes, expedición un lado, el movimiento político que subordinaba
pedagógica, anillos) en torno a la pedagogía. La la pedagogía a lucha magisterial, y, por otro, el de
creación de estas nuevas formas de organización: los investigadores16 que reclamaban la recupera-
redes, anillos y movimientos, evidencia la búsque- ción de la pedagogía como alternativa para redi-
da de la unión para ejercitar formas de resistencia mir el papel del maestro en la sociedad (Gantiva,
distintas a las de trinchera de la sindicalización. 1984, p. 13). Para los primeros, la pedagogía era
Las relaciones pretendidas buscan eliminar la li- un instrumento del cual echar mano para abande-
nealidad de relaciones verticales por relaciones rar sus consignas, mientras para los segundos, era
más complejas en curvas, círculos, tejidos. El ca- el medio y la potencia productiva.
rácter que se imprime a la resistencia desde dichas Esto pone de manifiesto la existencia de una
organizaciones no solo pone a circular el saber resistencia instalada en la definición de la iden-
sino relaciones de poder que validan o invalidan tidad del maestro como trabajador de la cultura y
saberes, prácticas, sujetos. poseedor de un saber, animando luchas más ho-
El análisis permite identificar cómo el Mo- rizontales en el seno del movimiento magisterial
vimiento Pedagógico Colombiano instaura una que actuaron como una fuerza que reclamaba el
forma de lucha diferente que irrumpe como acon- derecho a la orientación de su trabajo, la auto-
tecimiento en las luchas reivindicativas que habían nomía y el reconocimiento de sí mismo como un
caracterizado la acción colectiva magisterial des- sujeto de saber, que no se contenta simplemente
de la década de 1930, imprimiéndole un nuevo con reivindicar mejores condiciones de trabajo y
carácter al magisterio que comienza a pensarse empleo, sino que rechaza formas de sujeción im-
como un actor propositivo en torno a su queha- puestas que lo obligan por ejemplo a ser adminis-
cer y a recuperar su identidad como trabajador de trador de un currículo diseñado por otros que le
la cultura15. Sin embargo, conviene precisar que dice qué enseñar y cómo enseñar. El archivo revela
este discurso no estuvo exento de señalamientos que la resistencia a las reformas de la época (Re-
que advertían con recelo que este nuevo énfasis forma Curricular y Mapa Educativo, MEN,1980-
e interés por la investigación pedagógica no po- 1986) adquiere mayor fuerza y actividad en torno
día desarticularse de las luchas reivindicativas del a luchas más afirmativas que de oposición, luchas
magisterio: que reclaman el derecho del maestro a orientar su
propio trabajo.

15 Habría que preguntarse cómo tales discursos sobre la docencia 16 Entre estos se destacan: “El proyecto de investigación (interuni-
como profesión, la investigación, los trabajos académicos, los versitario) acerca de la historia de la práctica pedagógica colom-
movimientos sociales, etc., configuraron la necesidad de una biana”; el Grupo de Investigación Educativa, dirigido por Carlo
búsqueda, que el Movimiento Pedagógico asume como rescate. Federici; la Expedición Pedagógica de Caldas.

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Organismos internacionales expertos

Reforma educativa
Leyes, decretos, planes
Discursos
sindicales

Prácticas de resistencia
Estatuto de profesionalización
Movimiento pedagógico

Expedición pedagógica

Capacitación
Formación
La inquietud de sí

Figura 2. Poliedro, segundo trayecto de las prácticas de resistencia.


Fuente: elaboración propia.

A partir del año 2000 se identifica un tercer de la docencia como función docente, pues con
trayecto en las luchas de los maestros, cuya ca- ella se crean unas condiciones de profesionaliza-
racterística es el inconformismo y el malestar de ción de la docencia que habilitan a otros profesio-
los maestros por la intervención de la reforma nales para su ejercicio, se asimilan y redistribuyen
sancionada en el Nuevo Estatuto Docente (De- saberes, prácticas y tareas que han sido reclama-
creto 1278 de 2002) y la lucha por legitimar al das como propias de un campo profesional con
maestro como sujeto de saber y trabajador de la formación y titulación específica (la pedagogía).
cultura expresada en la defensa de la pedagogía En este escenario, algunos colectivos de maes-
como saber fundante de la profesión docente. tros continúan con las luchas reivindicativas
Los discursos de los maestros de esta época de- (pues aún los maestros son los profesionales peor
nuncian la despedagogización y desprofesiona- remunerados), mientras otros, menos reconoci-
lización de la docencia, al tiempo combaten los dos, lo hacen desde la academia, la investigación
efectos de esa norma (v.g. la división del gremio y el aula, en luchas más afirmativas. Un conjunto
en antiguos y nuevos maestros, las pérdidas de de prácticas y estrategias muestran que hoy son
un régimen a otro de vinculación, la evaluación otras las condiciones, discursos y evidencias en
de sus competencias y desempeño, etc.). las que el maestro debe encontrar formas de re-
Frente a la organización magisterial, de nuevo sistir el embate de las fuerzas que lo han inter-
se apela a la unión, la validación de un Proyecto venido (v.g. los discursos que lo responsabilizan
Educativo Pedagógico Alternativo (PEPA), la reden- del fracaso escolar, la validación social de las
ción del estatuto del maestro y la elevación social, TIC, el Nuevo Estatuto Docente (Decreto 1278
económica y laboral de la docencia. Las prácticas de 2002), los bajos resultados de aprendizaje en
discursivas de los maestros rechazan la definición pruebas estandarizadas).

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Varios estudios arrojan pistas importantes pa- de un campo de saber, la mejora de unas condi-
ra pensar cómo se han transformado el trabajo ciones, el establecimiento de unas orientaciones
y la identidad del maestro. Por ejemplo, los que jurídicas sobre otras, etc. El segundo trae a la su-
se han ocupado de la práctica pedagógica y su perficie la comprensión de cómo el discurso es
identidad: Zuluaga (1988), que plantea una dis- un espacio de lucha por el poder en el que las
tinción entre los sujetos de la enseñanza, maestro estrategias planteadas retoman el discurso esta-
y docente para precisar la relación del primero blecido por otros, para apoyarse y proponer en
con el método y del segundo con el saber que giros en la manera de ver y pensar el maestro,
transmite y la norma; Martínez (2010), cuyo tra- su lucha y su inconformidad. Por ejemplo, en las
bajo refiere la dilución del maestro y su desper- luchas por la organización magisterial, observa-
sonificación en la función docente. También los mos cómo los discursos en pro de la unión y la
que se han ocupado de la relación docencia/re- militancia sindical se apoyaron en los discursos
forma y sus efectos al señalar por ejemplo, la in- de la clase media y sus dificultades para legitimar
ternalización de su rol de funcionario del Estado, la sindicalización como práctica. También en las
la cosificación de la profesión de enseñar, la frus- luchas por el primer estatuto de la profesión, se
tración docente (Díaz, 2010), la desautorización observó cómo el discurso en torno a las profesio-
de los docentes (Vezub, 2005). nes en general decantó un escenario para pensar
Por su parte los que han trabajado la relación do- la norma alrededor de este esquema, que poste-
cencia/sociedad han puesto en evidencia las exi- riormente fue aprovechado por el discurso oficial
gencias y sobrecarga de responsabilidades de los para insertar la profesionalización y la función
docentes (Esteve, 2006), el desprestigio social de docente. Tercero, el giro hacia luchas más afir-
la docencia (Vaillant, 2005), entre muchos otros mativas de los maestros, que podrían leerse en el
que también refieren distintos fenómenos a raíz nivel de la resistencia y no de la llana oposición,
de su malestar, su lugar en la encrucijada (Tira- permite advertir la resistencia como una fuerza
monti, 2005), su insatisfacción (Braslavsky et al., productiva que negocia con el poder/saber pero
1994), sus sentimientos de culpabilidad (Hargre- también lo fortalece. Por ejemplo, la distinción
aves, 2005). Es decir, unos discursos de resisten- entre oposición y resistencia mediada por la in-
cia que advierten que algo anda mal en la forma quietud de sí, implicó en un momento determina-
en la que se piensa la pedagogía, la educación y do de las luchas de los maestros, una conciencia
al maestro. La aparente sinonimia con la que se crítica frente a cómo resistir la reforma y cómo
abordan enunciados distintos (maestro y docen- organizar la lucha. De Movimiento Pedagógico a
te) despoja el discurso de resistencia de los maes- la consolidación de expresiones distintas del mis-
tros de su contenido constituyente que lo liga a mo en otras formas de organización (redes, ani-
una práctica y a unas maneras de ser y pensarse llos, círculos, expedición), emerge la resistencia
a sí mismo. a la institucionalización y la búsqueda de formas
de establecerse y afirmarse en relación con sus
A manera de colofón pares, los intelectuales, la investigación. No obs-
tante, no puede dejar de anotarse cómo en la ac-
Al revisar las prácticas de resistencia de los maes- tualidad las redes se han desarrollado bajos dos
tros deseamos recuperar tres sentidos. El primero direcciones: una dirección en la que hay un des-
hace visible las múltiples e inesperadas formas de plazamiento de la estructura organizativa centra-
la resistencia que funcionan en la cotidianidad y, da, y la otra, cuando la idea de red es adoptada y
especialmente, cuando se insertan en un campo utilizada por el centro y se vuelve una exigencia
estratégico de luchas, por ejemplo: el dominio discriminadora y excluyente.

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Cuando se pregunta por las prácticas de resisten- Referencias


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enunciación
ISSN 0122-6339 • ISSNe 2248-6798 • Vol 21, No 1 (enero-junio 2016). pp. 15-30.

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