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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

EN SU NOMBRE
JUZGADO SUPERIOR ACCIDENTAL EN LO CIVIL, MERCANTIL Y DEL
TRÁNSITO DE LA CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO ESPARTA.
203° y 155º

Identificación de las partes

PARTE ACTORA: ADMINISTRADORA e INMOBILIARIA SU CASA, C.A.,


sociedad Mercantil inscrita en el Registro Mercantil de la Circunscripción Judicial
del Estado Nueva Esparta en fecha 2-10-1974, bajo el Nº 408, folios 122 al 129 y
sus vtos., representada por sus administradores Régulo E. Vásquez López y Diana
Irausquin de Vásquez, venezolanos, mayores de edad, titulares de las cédulas de
identidad N° V-2.166.633 y V-4.154.966, respectivamente y de este domicilio.
APODERADOS JUDICIALES DE LA PARTE ACTORA: GREGORIO JOSE
VASQUEZ LOPEZ, LEONARDO ALBERTO MARQUEZ BALBAS, MARIA
LUISA FINOL SANCHEZ y GABRIEL VASQUEZ IRAUSQUIN, inscritos en el
Inpreabogado bajo los Nros. 2.056, 45.168, 40.919 y 100.948, respectivamente.
PARTES CO-DEMANDADAS: ANTOINETTE MACHAALANI VDA. DE
YOUNES, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad N°
11.535.503, CLAUDIA JOSEPH Y WALID JOSEPH YOUNES MACHAALANI y
TANIA JOSEPH YOUNES MACHAALANI, titular de la cédula de identidad N°
15.202.724, sucesores de Joseph Saad Younes y MARIANNY DEL VALLE
ROSAS ROSAS, venezolana, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V-
9.303.759 y de este domicilio.
APODERADOS JUDICIALES DE LAS PARTES CODEMANDADAS: de
Antoinette Machaalani, vda. de Younes, Salid Joseph y Claudia Joseph Younes
Machaalani, abogado MATILDE RAFAEL ROSAS, inscrito en el Inpreabogado
bajo el Nº 23.231, de Tania Joseph Younes Machaalani, abogados MATILDE
ROSAS y ERNESTO ROSAS GUERRA, inscritos en el inpreabogado bajo los Nos.
23.231 y 70.661, respectivamente y de Marianny del Valle Rosas, abogados
REINALDO JOSE CORONADO, PEDRO ELIAS FERNANDEZ LEON y ZENDA
ROSAS ÁVILA, inscritos en el Inpreabogado bajo los Nos. 56.567, 41.342 y
58.669, respectivamente.
RESEÑA DE LAS ACTAS PROCESALES
Mediante oficio Nº 13355-05 de fecha 18-04-2005 (f. 230 de la 3ª pieza) el Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y Agrario de la
Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta, remite a este juzgado superior,
constante de 03 piezas, la primera constante de 256 folios útiles, la segunda
constante de 351 folios útiles, la tercera constante de 230 folios útiles y anexo
cuaderno de medidas constante de 24 folios útiles, expediente Nº 5975-00
contentivo del juicio por Acción Mero Declarativa interpuesto por la sociedad
mercantil Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. contra los ciudadanos
Antoinette Machaalani viuda de Younes y otros, a los fines que esta alzada conozca
el recurso ordinario de apelación ejercido por la parte actora contra la sentencia
dictada por el tribunal de la causa en fecha 07-03-2005.
Por auto de fecha 28-04-2005 (f. 231 de la 3ª pieza) este tribunal le da entrada al
asunto, ordena formar expediente y de conformidad con el artículo 517 del Código
de Procedimiento Civil, advierte a las partes que el acto de informes tendrá lugar al
vigésimo (20) día de despacho siguiente a la fecha del auto.
Mediante diligencia de fecha 13-06-2005 (f. 232 de la 3ª pieza) el abogado Gregorio
Vásquez López, en su carácter de apoderado de la parte actora consigna escrito de
informes en la causa que están agregados a los folios 233 al 262.
Mediante diligencia de fecha 30-06-2005 (f. 263 de la 3ª pieza) la juez titular de este
despacho se inhibe de seguir conociendo de la causa de conformidad con el numeral
20 del artículo 82 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con el artículo
84 ejusdem y que dicha inhibición obra contra el abogado Matilde Rosas. Se ordenó
librar convocatoria.
Mediante nota de Secretaría de fecha 30-06-2005 (f. 263 vto. de la 3ª pieza) se dejó
constancia de librarse convocatoria. Mediante auto de fecha 07-07-2005 (f. 264 de la
3ª pieza) se ordena convocar a la Dra. Jiam Salmen de Contreras, única suplente de
este tribunal, por cuanto se encuentra vencido el lapso de allanamiento de
conformidad con el artículo 86 del Código de Procedimiento Civil. Se libró la
respectiva boleta. Por diligencia de fecha 13-06-2005 (f. 266 de la 3ª pieza) el
alguacil de este juzgado consigna boleta de convocatoria debidamente firmada la
cual corre inserta al folio 267.
Por oficio N° 13878-05 de fecha 13-07-2005 (f. 268 de la 3ª pieza) la juez suplente
convocada se excusa de aceptar la convocatoria por cuanto la decisión objeto de la
presente causa fue conocida por ella en primera Instancia, el cual fue agregado a los
autos mediante nota de secretaría de fecha 20-07-2005.
Mediante auto de fecha 21-07-2005 (f. 269 de la 3ª pieza) se ordena oficiar a la
Rectoría de este estado a los fines de solicitar por su intermedio ante la Comisión
Judicial del Tribunal Supremo de Justicia la designación de un Juez Accidental en la
presente causa.
En fecha 27-07-2005 (f. 271 de la 3ª pieza) se recibió copia del oficio N° 459
remitido por la Rectoría de este estado al Presidente de la Comisión Judicial del
Tribunal Supremo de Justicia donde se solicita se nombre juez accidental en la
presente causa.
En fecha 21-12-2005 (f. 272 de la 3ª pieza) se recibió copia del oficio N° 650
remitido por la Rectoría de este estado con anexos que corren a los folios 273 al 276
donde se designa al abogado Martín Díaz Coll como juez accidental en la presente
causa.
Mediante auto de fecha 08-03-2006 (f. 277 de la 3ª pieza) se abocó al conocimiento
de la causa el juez accidental de esta causa y ordenó notificar a las partes, de
acuerdo con lo establecido en el artículo 14 del Código de Procedimiento Civil en
concordancia con el artículo 233 ejusdem. Se libraron las respectivas boletas.
Por diligencia de fecha 10-03-2006 (f. 283 de la 3ª pieza) el alguacil consignó boleta
de notificación debidamente firmada por la codemandada Antoinette Machaalani,
agregada al folio 284.
Por diligencia de fecha 13-03-2006 (f. 285 de la 3ª pieza) el alguacil consignó boleta
de notificación debidamente firmada por el apoderado de la parte actora, agregada al
folio 286. En esa misma fecha se consignó boleta de notificación debidamente
firmada por el abogado Matilde Rosas en su carácter de apoderado judicial de
Claudia y Walid Younes Machaalani, agregada al folio 290.
Por diligencia de fecha 14-03-2006 (f. 291 de la 3ª pieza) el alguacil consignó boleta
de notificación debidamente firmada por la codemandada Marianny Rosas, agregada
al folio 292.
Mediante decisión de fecha 24-04-2006 (f. 293 al 295 de la 3ª pieza) se declara con
lugar la inhibición planteada por la Dra. Ana Longart Guerra y se dispone que la
menciona juez no siga en conocimiento de la causa, de manera que debe continuar
conociendo la presente causa el Juez Superior Accidental designado al efecto.
Mediante nota de secretaría de fecha 28-06-2007 (f. 296 vto. de la 3ª pieza) se
agregó a los autos copia del oficio N° 255-07 de fecha 25-06-2007 remitido a este
despacho por la Rectoría de este estado con copia de hoja de denuncia realizada por
ante esa oficina por el abogado Gabriel Vásquez Irausquin.
Mediante nota de secretaría de fecha 28-04-2008 (f. 298 vto. de la 3ª pieza) se
agregó los autos oficio N° 176-08 emanado de la Rectoría de este estado donde se le
insta al juez temporal del tribunal a considerar la sustanciación de la causa por
cuanto se dejó sin efecto de la designación como juez accidental del abogado Martín
Díaz Coll.
Mediante auto de fecha 05-05-2008 (f. 300 de la 3ª pieza) se abocó al conocimiento
de la causa el juez temporal de este juzgado. Se ordenó notificar a las partes.
Por diligencia de fecha 07-05-2008 (f. 308 de la 3ª pieza) el alguacil consignó boleta
de notificación debidamente firmada por el apoderado de la parte actora
Mediante auto de fecha 08-05-2008 (f. 310 de la 3ª pieza) se ordenó corregir la
foliatura de la tercera pieza.
Por diligencia de fecha 09-05-2008 (f. 311 de la 3ª pieza), el alguacil consignó
boleta de notificación debidamente firmada el apoderado judicial de la codemandada
Marianny Rosas agregada al folio 312. Por diligencias de fecha 26-05-2008 (f. 313,
315 y 317 de la 3ª pieza), el alguacil consignó boletas de notificación debidamente
firmadas por el abogado Matilde Rosas en su carácter de apoderado judicial de
Antoinette Machaalani, Claudia, Tania y Walid Younes Machaalani, agregadas a los
folios 314, 316, 318 y 320, respectivamente.
Mediante auto de fecha 18-06-2008 (f. 321 de la 3ª pieza) se aclara a las partes que
la causa entro en etapa de sentencia a partir de esa misma fecha.
Por auto de fecha 18-09-2008 (f. 322 de la 3ª pieza) por cuanto el lapso para dictar
sentencia venció el 17-09-2008, se difiere la oportunidad para dictar sentencia de
conformidad con lo establecido en el artículo 251 del Código de Procedimiento
Civil.
Mediante diligencia de fecha 21-09-2009 (f. 323 de la 3ª pieza) los ciudadanos
Regulo Vásquez López y Diana Irausquin de Vásquez, debidamente asistidos de
abogado, revocan el poder conferido a los abogados María Luisa Finol y Leonardo
Márquez Balbas en fecha 04-11-1999 autenticado por ante la Notaría Pública
Segunda de Porlamar bajo el N° 03, tomo 55 de los libros de autenticaciones
llevados por esa Notaría, dejando constancia que dicha revocatoria no opera para el
abogado Gregorio Vásquez López.
Mediante diligencia de fecha 21-09-2009 (f. 324 de la 3ª pieza) el abogado Gabriel
Vásquez Irausquin sustituye el poder que le fuere conferido por la empresa
Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. en la persona del abogado Regulo
Vásquez Irausquin.
Mediante diligencia de fecha 23-09-2009 (f. 326 de la 3ª pieza) el abogado Matilde
Rosas solicita a este tribunal proceda a dictar sentencia en la presente causa.
Mediante diligencia de fecha 08-10-2009 (f. 327 de la 3ª pieza) la ciudadana
Antoinette Machaalani y el abogado Matilde Rosas solicitan a este tribunal proceda
dictar sentencia en la presente causa.
Comienza el presente juicio por demanda intentada por el abogado Gregorio José
Vásquez López, en su carácter de apoderado de la sociedad mercantil
Administradora e Inmobiliaria Su casa, C.A., el cual fundamenta en los siguientes
hechos:

(…) Que su presentada es propietaria de una porción de terreno, ubicado en la calle


Guaquerí del sector Genovés de la ciudad de Porlamar, Municipio Mariño del estado
Nueva Esparta, con una superficie de cinco mil seiscientos (5.600) metros cuadrados
cuyas medidas y linderos son los siguientes: Norte: en doce (12) metros con calle
Guaiquerí; Sur: cuarenta y cuatro (44) metros con cerca del aeropuerto viejo; este:
doscientos once (211) metros con sesenta y ocho (68) centímetros con calle en
observación y oeste: en doscientos doce (212) metros con cincuenta (50) centímetros
con terrenos de supercable Alk Internacional, C.A. y Diana Irausquin de Vásquez.
Que esa porción de terreno era parte de mayor extensión de terreno, que comprendía
una superficie de doce mil novecientos sesenta y tres (12.963) metros cuadrados y
cuyas medidas y linderos eran los siguientes: Norte: en sesenta (60) metros con calle
Guaiquerí; Sur: en sesenta (60) metros con cerca del aeropuerto viejo; este: en
doscientos once (211) metros con sesenta y ocho (68) centímetros; con calle en
observación y oeste: en doscientos dieciséis (216) metros con noventa y cinco (95)
centímetros, le pertenece a su representada Administradora e Inmobiliaria Su Casa,
C.A. por adquirirla mediante cesión que le hace Gregorio Vásquez Alfonso, según
documento protocolizado en la Oficina Subalterna de Registro Público del
Municipio Mariño de este Estado el día 30 de septiembre de 1975, bajo el N° 182,
folios 127 al 128, protocolo I, Tomo 1, tercer trimestre de 1975 (…) y que luego son
rectificados sus linderos sus medidas según documento registrado en la citada
oficina de Registro el día 6-diciembre-1996 (sic), bajo el Nº 7, folios 88 al 92,
protocolo primero, tomo 19, cuarto trimestre de 1996.
Que dicha porción de terreno es lo que le queda de la mayor extensión a su
representada Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. después de venderle a
Diana Irausquin de Vásquez una parte de dicha extensión de tierra, cuyos linderos y
medidas son las siguientes: Norte: en cuarenta y ocho (48) metros, con la calle
Guaiquerí; Sur: en dieciséis (16) metros, cerca del aeropuerto viejo; este: en
doscientos doce (212) metros, con cincuenta (50) centímetros (sic) con terreno que
le queda a Administradora e Inmobiliaria Su casa, C.A. y oeste: doscientos dieciséis
(216) metros con noventa y cinco (95) centímetros (sic) con terrenos de Héctor Díaz,
con una superficie de siete mil trescientos sesenta y tres (7.363) metros cuadrados,
según documento protocolizado en la citada Oficina de Registro en fecha 6-
diciembre-1996 (sic), que es el mismo donde se hace la referida rectificación de
medidas (…) quedándole, por tanto, a su representada Administradora e Inmobiliaria
Su Casa, C.A. de los doce mil novecientos setenta y tres (12.963) metros cuadrados
la porción de terreno de cinco mil seiscientos (5.600) metros.
Que los referidos doce mil novecientos sesenta y tres (12.963) metros cuadrados los
adquiere el citado Gregorio Vásquez Alfonso de Carmen Leticia Urbano, según
documento protocolizado en la citada Oficina de Registro Público en fecha 3-
febrero-1969 (sic), bajo el N° 35, folios 45 al 46, protocolo primero, tomo 2, primer
trimestre de 1969 (…), habiéndolo adquirido, a su vez la referida Carmen Leticia
Urbano de Héctor Díaz, según documento protocolizado en la citada Oficina de
Registro Público en fecha 31-Enero-1969 (sic), bajo el N° 41, tomo I, folios 68 al
70, protocolo primero, primer trimestre de 1969, habiéndolo adquirido Héctor Díaz
de la Comunidad Indígena “Francisco Fajardo”, según documento protocolizado en
la citado Oficina de Registro Público en fecha 23-Marzo-1964 (sic), bajo el Nº 54,
folios vto. 94 al 97, tomo primero, protocolo primero, tercer trimestre de 1969.
Que desde el 14 de marzo de 1987 el ciudadano Joseph Saad Younes, quien falleció,
y luego sus sucesores Antoinette Machaalani (sic), viuda de Younes y sus menores
hijos Claudia Joseph y Walid Joseph y Tania Joseph Younes Machaalani, han
venido detentando ilegalmente la referida porción de terreno antes descrita,
indicando que les pertenece según documento registrado en la Oficina Subalterna de
Registro Público del Municipio Mariño en fecha 17 de julio de 1984, bajo el N° 09,
folios 30 al 33, protocolo primero, tomo II, tercer trimestre de 1984. Dicho inmueble
a que se refiere este documento, por así indicarlo, es el mismo que la Comunidad de
Indígenas “Francisco Fajardo” vende a José Emilio Gutiérrez por documento
registrado en la citada Oficina de Registro en fecha 23 de marzo de 1964, bajo el N°
253, folios 158 al 159, protocolo primero, tomo adicional, primer trimestre de 1964,
el cual fue anulado por sentencia ejecutoriada dictada por el Juzgado de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y Penal de la Circunscripción Judicial del estado
Nueva Esparta que aparece registrada en la citada Oficina de Registro en fecha 25-
Octubre 1965 (sic), bajo el N° 1, folios 1 al 16, protocolo primero, tomo 2, cuarto
trimestre de 1965.
Que en fecha 23-marzo-1964 (sic) por documento protocolizado en la citada Oficina
de Registro Público bajo el N° 253, folios 158 al 159, protocolo primero, tomo
adicional, primer trimestre de 1964, la Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo,
representada por Tomás José Vásquez y Francisco Carreño Reyes, le dio en venta al
ciudadano José Emilio Gutiérrez, un terreno ubicado en el Sector Genovés de
Porlamar, de noventa (90) metros de ancho por cuatrocientos veinte (420) metros de
largo (90 x 420) con una superficie de treinta y siete mil ochocientos (37.800)
metros cuadrados, alinderado así: Norte: terrenos indígenas, Sur: con la cerca del
aeropuerto, este: terreno de Celinda Vásquez de Suárez y oeste: terrenos propiedad
de Héctor Díaz.
Que posteriormente en fecha 27-agosto-1964 (sic) por documento protocolizado en
la citada Oficina de Registro bajo el N° 159, folios 51 al 52, protocolo primero,
tomo 1, tercer trimestre de 1964, el ciudadano José Emilio Gutiérrez dio en venta al
ciudadano Francisco Velásquez parte del terreno antes descrito con las medidas
siguientes: cuarenta y cinco (45) metros de ancho por cuatrocientos veinte (420)
metros de largo (45 x 420) con una superficie de dieciocho mil novecientos (18.900)
metros cuadrados, alinderados así: Norte: terrenos indígenas, Sur: con la cerca del
aeropuerto, este: terreno de Celinda Vásquez de Suárez y oeste: terrenos de José
Emilio Gutiérrez, con esta venta el inmueble adquirido por José Emilio Gutiérrez a
la Comunidad Indígena Francisco Fajardo queda reducido a cuarenta y cinco (45)
metros de ancho por cuatrocientos veinte (420) metros de largo (45 x 420) con una
superficie de dieciocho mil novecientos metros cuadrados alinderado así: Norte:
terrenos indígenas, sur: con la cerca del aeropuerto, este: terreno de Francisco
Velásquez y Oeste: terrenos propiedad de Héctor Ramón Díaz.
Que en virtud de juicio de reivindicación intentado por la Comunidad de Indígenas
Francisco Fajardo contra José Emilio Gutiérrez el Juzgado de Primera Instancia en
lo Civil, Mercantil y Penal de la Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta
en fecha 21-octubre de 1965 (sic), según oficio N° 0970-664 expresa “…se decretó
medida preventiva de prohibición de enajenar y gravar sobre (…) B) Un lote de
terreno que mide cuarenta y cinco (45 mts.) de ancho, por cuatrocientos veinte
metros (420 mts.) de largo, con una superficie total de dieciocho mil novecientos
metros cuadrados (18.900 mts2) ubicado en Porlamar, Distrito Mariño del estado
Nueva Esparta, Sector Genovés, comprendido dentro de los siguientes linderos:
Norte: terrenos indígenas, Sur: con la cerca del aeropuerto, este: terreno de
Francisco Velásquez y Oeste: terrenos propiedad de Héctor Ramón Díaz…”.
Que posteriormente el Juzgado de Primera Instancia Accidental en lo Civil,
Mercantil y Penal de la Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta por
sentencia de fecha 30-junio-1965 (sic) declara nula la venta del terreno que la
Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo representada por Tomás José Vásquez,
le hizo a José Emilio Gutiérrez por documento protocolizado en la Oficina
Subalterna de Registro Público de este estado en fecha 23 marzo-1964 (sic), bajo el
N° 253, folios 158 al 159, protocolo primero, tomo adicional, primer trimestre de
1964, cuyo terreno se halla ubicado en el Sector Genovés de Porlamar, de noventa
(90) metros de ancho por cuatrocientos veinte (420) metros de largo (90x420)
metros cuadrados, alinderados así: Norte: terrenos indígenas; sur: con la cerca del
aeropuerto; este: terreno de Celinda Vásquez de Suárez y oeste: terreno propiedad de
Héctor Díaz.
Que sin embargo y no obstante existir sobre el documento medida de prohibición de
enajenar y gravar, la Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo, representada por
Patricio Fernández y Antonio Rafael Fuentes vende a José Emilio Gutiérrez un
terreno, ubicado en el Sector Genovés de Porlamar, que mide cuarenta y cinco (45)
metros de ancho por doscientos diez (210) metros de largo, con una superficie de
nueve mil cuatrocientos cincuenta metros cuadrados (9.450 m2), alinderado así:
Norte: terreno de Antonio Rafael Patiño; Sur: cerca del aeropuerto de Porlamar;
este: terreno que es o fue de la comunidad y oeste: terreno que es o fue de la
comunidad, el cual fue registrado en la Oficina Subalterna de Registro Público del
Distrito Mariño de este estado en fecha 21-enero-1969 (sic), bajo el N° 20, folios 35
al 37, protocolo primero, tomo 1, primer trimestre de 1969.
Que no obstante, existir sentencia anulando el documento registrado bajo el N° 253
y nota marginal en el asiento respectivo en fecha 30-Diciembre-1974, José Emilio
Gutiérrez valiéndose de dicho documento anulado da en venta a Antonia María
Gutiérrez, un terreno de una mayor extensión que mide ciento diez metros (110 mts)
de largo por cuarenta y cinco (45) metros de ancho, ubicado en el Caserío Genovés
de Porlamar, protocolizado en la Oficina Subalterna de Registro Público del Distrito
Mariño de este estado bajo el N° 156, folios 196 al 197, protocolo primero, tomo 3,
cuarto trimestre de 1974.
Que ya en fecha 17-julio-1984 (sic) por documento protocolizado en la citada
Oficina de Registro Público bajo el N° 9, folios 30 al 33, protocolo primero, tomo 2,
tercer trimestre de 1984, José Emilio Gutiérrez y su cónyuge Blanca Margarita
González de Gutiérrez dan en venta a Joseph Saad Younes un lote de terreno
ubicado en el Sector Genovés de Porlamar, en el sitio o Urbanización Sabana Mar,
que mide cuarenta y cinco metros (45 mts.) de frente, por doscientos diez metros
(210 mts.) de fondo, con un área de nueve mil cuatrocientos cincuenta (9.450 mts.)
con los siguientes linderos y medidas, Norte: su frente en cuarenta y cinco metros
(45 mts.), con la calle Guaíqueri, anteriormente terrenos que eran de Antonio Rafael
Patiño; Sur: en 45 mts., con la cerca del aeropuerto viejo, este: en 210 mts., con
terrenos que son o fueron de Pedro Ramón Castillo, anteriormente de la Comunidad
de Indígenas Francisco Fajardo y oeste: doscientos diez (210 mts) metros con
terreno que son o fueron de Héctor Díaz.
(…) Que siendo “inexistente” y “no tenerse como registrado” el documento donde la
Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo le vende a José Emilio Gutiérrez en
fecha 21 de enero-1969 (sic), inscrito bajo el N° 20 y hallándose “anulado” por
sentencia ejecutoriada el documento donde la Comunidad Indígenas Francisco
Fajardo le vende a José Emilio Gutiérrez en fecha 23 marzo 1964 (sic), inscrito bajo
el N° 253, no podrán generar derecho, ni ser documentos válidos para transmitir
propiedad a través del documento donde José Emilio Gutiérrez vende a Joseph Saad
Younes, inscrito bajo el N° 9, cuya inscripción efectuada en la Oficina Subalterna de
Registro del Municipio Mariño de este estado, contraria (sic) las reglas jurídicas de
que “nadie puede transferir más derecho del que tiene”, (nemo plus juris transfere
potest qua mipsehabet) como aquella que asienta: “Resuelto el derecho del que da,
se resuelve el derecho de quien recibe” (resoluto jure dantis resolvi tur jus
accipientes) e infringe los supuestos de los artículos 1922 y 1924 del Código Civil y
el artículo 52, ordinal 9 de la Ley de Registro Público, lesionando el derecho de su
representada, haciendo procedente la impugnación del documento marcado “I” de
conformidad con el artículo 53 de la Ley de Registro Público.
Que en el artículo 548 del Código Civil establece: …omissis…
Que reúne este artículo los extremos de la acción reivindicatoria, que la doctrina y la
jurisprudencia (sic) han precisado cuales son las condiciones requeridas para que la
acción reivindicatoria sea procedente en Derecho, tales circunstancias son: 1) el
carácter de propietario de la parte actora; 2) la condición de tenedor o poseedor por
parte del demandado; y 3) la identificación de la cosa que reivindica.
Que aplicando las indicadas condiciones al presente caso observa que su
representada Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A., cumple con el primer
requisito al demostrar el carácter de propietaria de una porción de terreno, que se
haya ubicada en la calle Guaiquerí del Sector Genovés de la ciudad de Porlamar,
Municipio Mariño de este estado, con una superficie de cinco mil seiscientos (5.600)
metros cuadrados.
Que al segundo requisito la parte demandada ha detentado ilegalmente la referida
porción de terreno, propiedad de su representada, fijando avisos y pilotines.
Que el tercer requisito aparece plenamente demostrado con la descripción que de la
porción de terreno a reivindicar.
Que en nombre de Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. demanda a
Antoniette Machaalani, viuda de Younes para que reconozca o en su defecto lo
declare el Tribunal que la inscripción del documento asentado en la Oficina
Subalterna de Registro Público del Municipio Mariño de este estado en fecha 17-
julio-1984 (sic), N° 9, folios 30 al 33, protocolo primero, tomo II, tercer trimestre de
1984, es inexistente y se tenga como no registrado por haberse efectuado
contraviniendo lo establecido en el artículo 374 del C.P.C. (sic) del 1916, 1924 de
Código Civil y el artículo 52, ordinal 9 de la Ley de Registro Público; que de
acuerdo con el artículo 546 del Código Civil en reconocer a su representada como
única y exclusiva propietaria de la referida porción de terreno y que detentan
ilegítimamente los demandados, que desocupen totalmente la porción de terreno
antes referida y sea entregada a su representada y que paguen las costas costos (sic).
Que solicita se decrete medida de prohibición de enajenar y gravar el documento
(sic) que aparece registrado en la Oficina Subalterna de Registro Público del
Municipio Mariño de este estado en fecha 17-Julio-1984 (sic), bajo el N° 09, folios
30 al 33, protocolo primero, tomo II, tercer trimestre de 1984.
Que estima la presente demanda en la cantidad de diez millones de bolívares (Bs.
10.000.000, 00).
Que de conformidad con el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil, señala
como domicilio procesal de su representada: Edificio Centro Empresarial Esquina El
Cañón, piso 1, calle la Marina con Boulevard Guevara de Porlamar.
Mediante sorteo de fecha 2-6-2000 (f. 8 de la 1ª pieza) la causa fue asignada al
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil del Tránsito y Agrario
de la Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta.
Mediante diligencia de fecha 5-6-2000 (f. 9 de la 1ª pieza) el abogado Gregorio José
Vásquez López en su carácter de apoderado de la parte actora, consigna los
documentos en que fundamenta la acción los cuales están insertos a los folios 10 al
101 de la 1ª pieza de este expediente.
Por auto de fecha 8-06-2000 (f. 102 de la 1ª pieza) el tribunal de la causa admite la
demanda por considerar que la misma no es contraria al orden público, a las buenas
costumbres o alguna disposición expresa de la ley; y se emplaza a la parte
demandada para que comparezca dentro de los veintes (20) días de despacho
siguientes a que conste en autos su notificación a dar contestación la demanda. En
cuanto a la medida solicitada el Tribunal acordó proveer por auto separado en
cuaderno de medidas que se ordenó abrir.
Mediante nota de secretaría de fecha 14-6-2000 (f. 102 vto. de la 1ª pieza) se
libraron compulsas.
Mediante nota de secretaría de fecha 21-06-2000 (f. 102 vto. de la 1ª pieza) se abrió
cuaderno de medidas.
Mediante escrito de fecha 03-07-2000 (f. 103 al 109 de la 1ª pieza) el abogado
Gregorio José Vásquez López, en su carácter de apoderado de la parte actora,
presenta reforma del libelo de la demanda con sus anexos que corre a los folios 111
al 117.
Por auto de fecha 7-07-2000 (f. 118 de la 1ª pieza) el tribunal de la causa admite la
reforma de la demanda por considerar que la misma no es contraria al orden público,
a las buenas costumbres o alguna disposición expresa de la ley; y se emplaza a la
parte demandada para que comparezca dentro de los veintes (20) días de despacho
siguientes a que conste en autos su notificación a dar contestación la demanda. En
cuanto a la medida solicitada el Tribunal acordó proveer por auto separado en
cuaderno de medidas que se ordenó abrir.
Mediante diligencia de fecha 10-07-2000 (f. 119 120 de la 1ª pieza) la ciudadana
Antoinette Jamil Machaalani confiere poder Apud Acta al abogado Matilde Rafael
Rosas, inscrito en el inpreabogado bajo el N° 23.231.
Mediante nota de secretaría de fecha 02-8-2000 (f. 120 vto. de la 1ª pieza) se
libraron compulsas.
Mediante diligencia de fecha 25-10-2000 (f. 121 de la 1ª pieza) el alguacil del
tribunal de la causa consigna la compulsa de la citación que le fue entregada para
citar a la parte demandada por cuanto la misma se negó a firmar y recibir dicha
compulsa, las cuales fueron agregadas a los folios 122 al 145.
Mediante auto de fecha 30-10-2000 (f. 146 de la 1ª pieza) el tribunal de la causa se
declara incompetente para conocer de la causa de acuerdo con lo establecido en el
artículo 177 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente y
declina su competencia en el Juzgado de Protección del Niño y del Adolescente de
este estado.
Mediante diligencia de fecha 01-11-2000 (f 147 de la 1ª pieza) el abogado Matilde
Rafael Rosas, en su carácter de apoderado judicial de la parte demandada apela del
auto dictado en fecha 30-10-2000 por el tribunal a quo.
Mediante auto de fecha 13-11-2000 (f. 148 de la 1ª pieza) el tribunal de la causa no
escucha la apelación interpuesta por la parte demandada por cuanto se debió solicitar
la regulación de competencia, de acuerdo con lo establecido en el artículo 69 del
Código de Procedimiento Civil..
Mediante nota de secretaría de fecha 17-11-2000 (f. 148 vto. de la 1ª pieza) se libró
oficio remitiendo las actuaciones.
Mediante sorteo de fecha 17-01-2001 (f. 151 de la 1ª pieza) la causa fue asignada a
la Juez Unipersonal N° 02 del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de
este Estado.
Mediante auto de fecha 17-01-2001 (f. 152 de la 1ª pieza) se le dio entrada al
expediente y la Juez de la causa se abocó al conocimiento de la misma.
Mediante auto de fecha 17-01-2001 (f. 152 de la 1ª pieza) el tribunal de la causa
plantea el conflicto negativo de competencia en razón de la materia. Se libró oficio
que corre al folio 155.
Por auto de fecha 20-02-2001 (f. 156 de la 1ª pieza) este tribunal le da entrada al
asunto, ordena anotarse en los libros y tramitarse de conformidad con el artículo 73
del Código de Procedimiento Civil.
En fecha 05-06-2001 (f. 158 al 160 de la 1ª pieza) este Tribunal declara competente
para conocer del presente asunto a la Sala de Juicio del Tribunal de Protección del
Niño y del Adolescente, de conformidad con lo establecido en el literal “c” del
Parágrafo Segundo del artículo 177 de la Ley Orgánica de Protección del Niño y del
Adolescente y se ordena remitir el expediente al Juzgado declarado competente. Se
libraron oficio que corre a los folios 161 y 162.
Mediante auto de fecha 15-06-2001 (f. 163 vto. de la 1ª pieza) la Juez Unipersonal
N° 02 del Tribunal de Protección del Niño y del Adolescente de este estado le da
entrada al expediente.
Mediante auto de fecha 26-06-2001 (f. 164 de la 1ª pieza) el tribunal de la causa
ordena notificar a las partes de la reanudación del juicio y notificar a la parte
demandada de acuerdo con el artículo 218 del Código de Procedimiento Civil. Se
libraron las respectivas boletas.
Mediante diligencia de fecha 16-07-2001 (f. 168 vto. de la 1ª pieza) el alguacil del
tribunal consigna boleta de notificación del apoderado judicial de la parte
demandante debidamente firmada.
Mediante diligencia de fecha 21-09-2001, (f. 170 de la 1ª pieza) la secretaria
accidental del tribunal de la causa consigna cartel de notificación debidamente
firmado por la parte demandada, de acuerdo con lo establecido en el artículo 218 del
Código de Procedimiento Civil.
Mediante diligencia de fecha 27-09-2001 (f. 172 de la 1ª pieza) la ciudadana
Marianny del Valle Rosas de Contreras en su carácter de demandada, otorga poder
apud acta a los abogados Reinaldo José Coronado y Pedro Elías Fernández León,
abogados en ejerció inscritos en el Inpreabogado bajo los Nos. 56.567 y 41.342,
respectivamente.
Mediante escrito de fecha 15-10-2001 (f. 173 al 175 de la 1ª pieza) los apoderados
judiciales de la parte demandada solicitan al tribunal de la causa revoque el auto de
fecha 21-09-2001 y como consiguiente el cartel de notificación librado a su
representada.
Mediante auto de fecha 23-10-2001 (f. 176 de la 1ª pieza) la Juez temporal del
tribunal de la causa se aboca al conocimiento de la misma.
Mediante auto de fecha 23-10-2001 (f. 177 al 178 de la 1ª pieza) la Juez temporal de
la causa la repone al estado de nueva admisión de la demanda y la reforma de la
misma, declarándose nulos todos y cada uno de los autos y actos hasta la presente
fecha, de conformidad con lo establecido en los artículos 15. 206 y 310 del Código
de Procedimiento Civil.
Mediante auto de fecha 12-11-2001 (f. 179 de la 1ª pieza.) el Juez temporal del
tribunal de la causa se aboca al conocimiento de la misma.
Mediante auto de fecha 12-11-2001 (f. 180 de la 1ª pieza.) el tribunal de la causa
ordena la corrección de la demanda de acuerdo con lo establecido en el artículo 455
de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, acordándose
notificar a las partes. Se libraron las respectivas boletas.
En fecha 07-12-2001 (f. 184 de la 1ª pieza) el alguacil del tribunal de la causa
consigna las boletas de notificación debidamente firmados, las cuales están
agregados a los folios 185 al 187.
Mediante escrito de fecha 13-12-2001 (f. 188 al 202 de la 1ª pieza.) el abogado
Gregorio Vásquez López, en su carácter de apoderado judicial de la parte actora,
presenta libelo de demanda corregido de acuerdo con lo establecido en el artículo
455 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente.
Mediante auto de fecha 18-12-2001 (f. 203 y 204 de la 1ª pieza) el tribunal de la
causa admite la reforma de la demanda por considerar que la misma no es contraria
al orden público, a las buenas costumbres o alguna disposición expresa de la ley; y
se emplaza a la parte demandada para que comparezca dentro de los cinco (05) días
de despacho siguientes a su citación a los fines de dar contestación a la demanda. En
cuanto a la medida solicitada el Tribunal acordó proveer por auto separado. Se
ordenó notificar al Fiscal del Ministerio Público. Se libraron las correspondientes
boletas.
En fecha 16-01-2002 (f. 210 vto. de la 1ª pieza) el alguacil del tribunal de la causa
consigna la boleta de notificación librada a la ciudadana Tania Younes en fecha 26-
06-2001 sin firmar por cuanto en fecha 23-10-2001 se repuso la causa.
En fecha 21-01-2002 (f. 211 vto. de la 1ª pieza) el alguacil del tribunal de la causa
consigna la boleta de notificación debidamente firmada por el Fiscal del Ministerio
Público.
En fecha 05-02-2002 (f. 212 vto. de la 1ª pieza) el alguacil del tribunal de la causa
consigna la boleta de notificación librada a la ciudadana Antoniette Machaalani en
fecha 26-06-2001 sin firmar por cuanto en fecha 23-10-2001 se repuso la causa, que
corren a los folios 212 al 231.
En fecha 05-02-2002 (f. 232 vto. de la 1ª pieza) el alguacil del tribunal de la causa
consigna boleta de citación de la parte demandada sin firmar por cuanto la misma se
negó a firmarla, las cuales se encuentran agregadas a los folios 232 al 251.
Mediante auto de fecha 08-02-2002 (f. 252 de la 1ª pieza) el tribunal de la causa
ordenó notificar a la parte demandada de acuerdo con el artículo 218 del Código de
Procedimiento Civil. Se libró el respectivo cartel.
En fecha 05-03-2002 (f. 254 de la 1ª pieza) por diligencia la secretaria accidental del
tribunal de la causa consigna cartel de notificación debidamente firmado por la parte
demandada, de acuerdo con lo establecido en el artículo 218 del Código de
Procedimiento Civil.
Mediante auto de fecha 07-03-2002 (f. 256 de la 1ª pieza) el tribunal de la causa
ordena cerrar la presente pieza y aperturar una nueva pieza.
En fecha 07-03-2002 (f. 01 de la 2ª pieza) mediante auto el tribunal de la causa,
ordena la apertura de la segunda pieza.
En fecha 25-03-2002 (f. 2 de la 2ª pieza) el alguacil del tribunal de la causa consigna
boletas de citación de las ciudadanas Antoniette Machaalani, Claudia Younes
Machaalani y Tania Younes Machaalani, como parte demandada, sin firmar por
cuanto éstas no residen en la dirección señalada, las cuales se encuentran agregadas
a los folios a los folios 3 al 62.
Mediante auto de fecha 01-04-2002 (f. 63 de la 2ª pieza.) el tribunal de la causa
ordena a la parte actora consignar las partidas de nacimiento de los supuestos
menores de edad intervinientes en el proceso.
En fecha 11-04-2002 (f. 64 de la 2ª pieza) mediante diligencia el abogado Gregorio
Vásquez López, en su carácter de apoderado judicial de la parte actora, consigna en
copia simple partidas de nacimiento de los ciudadanos Tania Joseph, Walid Joseph y
Claudia Younes Machaalani, las cuales están agregadas a los folios 65 al 67.
Mediante auto de fecha 16-04-2002 (f. 68 y 69 de la 2a pieza) el tribunal de la causa
decreta la reposición de la causa al estado de nueva citación de los codemandados
Walid Joseph y Claudia Younes Machaalani, al primero como mayor de edad y a la
segunda como menor de edad. En esa misma fecha se libraron las respectivas
boletas.
En fecha 09-05-2002 (f. 72 de la 2ª pieza) mediante diligencia el apoderado judicial
de la parte actora solicita que se agote la citación personal de la codemandada Tania
Younes.
Mediante auto de fecha 14-05-2002 (f. 73 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda librar boleta de citación a la ciudadana Tania Younes. En esa misma fecha
se libró la respectiva boleta.
En fecha 16-09-2002 (f. 75 de la 2ª pieza) mediante diligencia el apoderado judicial
de la parte actora solicita copia certificada de actuaciones que cursan en el
expediente.
Mediante auto de fecha 19-09-2002 (f. 76 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias certificadas solicitadas por la parte actora.
En fecha 07-10-2002 (f. 77 de la 2ª pieza) el alguacil del tribunal de la causa
consigna boletas de citación de las ciudadanas Antoniette Machaalani, Walid
Younes Machaalani y Tania Younes Machaalani, como parte demandadas, sin
firmar por cuanto éstas no se encontraban en la dirección señalada, las cuales se
encuentran agregadas a los folios a los folios a los folios 78 al 80.
En fecha 08-10-2002 (f. 81 de la 2ª pieza) mediante diligencia el apoderado judicial
de la parte actora solicita se ordene la citación por carteles de los codemandados de
acuerdo con lo establecido en el artículo 223 del Código de Procedimiento Civil.
Mediante auto de fecha 15-10-2002 (f. 82 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
ordena librar cartel de citación a los codemandadas de acuerdo con lo establecido en
el artículo 223 del Código de Procedimiento Civil. En esta misma fecha se libró el
referido cartel de citación.
En fecha 22-10-2002 (f. 84 de la 2ª Pieza) mediante diligencia el apoderado judicial
de la parte actora recibe cartel de citación para su publicación.
En fecha 24-10-2002 (f. 85 de la 2ª pieza) mediante diligencia el apoderado judicial
de la parte actora consigna cartel de citación publicado en el diario La Hora para ser
agregado a los autos.
Mediante nota de secretaría de fecha 28-10-2002 (f. 87 de la 2ª pieza) se dejó
constancia de haberse fijado uno de los carteles en la puerta del tribunal de acuerdo
con lo establecido en el artículo 223 del Código de Procedimiento Civil.
En fecha 06-11-2002 (f. 88 de la 2ª pieza) mediante diligencia el apoderado judicial
de la parte actora solicita se le nombre defensor judicial a los codemandados.
Mediante auto de fecha 18-11-2002 (f. 89 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
ordena designar como defensor judicial de los codemandados al abogado Antonio
Rodríguez, inscrito en el Inpreabogado bajo el Nº 57.483. Se libró boleta de
notificación.
En fecha 20-11-2002 (f. 91 de la 2ª pieza.) mediante diligencia el apoderado judicial
de la parte actora solicita se ordene el desglose del poder inserto en los folios 10 y
11 de la primera pieza y le sea devuelto previa certificación autos.
Mediante auto de fecha 25-11-2002 (f. 92 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
ordena el desglose del poder y su devolución previa certificación en autos.
Por diligencia de fecha 25-11-2002 (f. 93 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora declara recibir el poder original desglosado.
Mediante diligencia de fecha 14-01-2003 (f. 94 de la 2ª pieza) el alguacil del
tribunal de la causa consigna boleta de notificación del defensor judicial
debidamente firmada, la cual está agregada al folio 95.
En fecha 16-01-2003 (f. 96 de la 2ª pieza) mediante diligencia presentada por ante la
secretaria el defensor judicial acepta el cargo y jura cumplir fielmente los deberes
inherentes al cargo.
Mediante auto de fecha 23-01-2003 (f. 97 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
ordena la citación del defensor judicial de los codemandados. En esa misma fecha se
libró la respectiva boleta de citación.
Mediante diligencia de fecha 04-02-2003 (f. 99 de la 2ª pieza) el alguacil del
tribunal de la causa consigna boleta de citación del defensor judicial debidamente
firmada, la cual está agregada al folio 100.
Contestación de la demanda
En fecha 11-02-2003 (f. 101 al 103 de la 2ª pieza), el abogado Antonio Rodríguez,
en su carácter de defensor judicial de los ciudadanos Walid Joseph, Tania Joseph y
Claudia Younes Machaalani, consigna escrito de contestación a la demanda. En su
escrito expresa lo siguiente:
(…) Que niega, rechaza y contradice en todas y cada una de sus partes, tanto en los
hechos como en el derecho la presente demanda que por nulidad de documento
incoara la sociedad mercantil Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A., por no
ser ciertos los hechos explanados en la misma, ni procedente el derecho invocado en
esta, que reconoce y acepta que sus representados hayan dado en venta a la
ciudadana Marianny del Valle Rosas Rosas, la porción de terreno que aparece
descrita e identificada en la documental acompañada al presente proceso por la
demandante de autos.
Que niega, rechaza y desconoce que el documento que le confirió al causante de sus
representados, la propiedad sobre el cuestionado lote de terreno, carezca de valor o
efecto alguno que lo anule y que por lo tanto el mismo no produzca derecho alguno,
puesto que la tradición del mismo nunca ha sido interrumpida ni cuestionada con
anterioridad.
Que niega, rechaza y contradice que el inmueble vendido por sus representados sea
el mismo a que se refiere el documento Nº 253, protocolo 1° adicional, primer
trimestre de 1964 de la Oficina Subalterna del citado registro, el cual fuera anulado
según sentencia judicial protocolizada por esa Oficina de Registro Público, bajo el
Nº 1, Tomo 2, protocolo 1°, primer trimestre de 1965.
Que niega, rechaza y desconoce todos y cada uno de los medios probatorios
ofrecidos por el demandante de autos en su libelo de demanda y con los cuales
pretende demostrar sus pretensiones.
Que ofrece como medio probatorio a favor de sus representados el mérito favorable
que se desprende de los autos en todo cuanto le favorezcan a los mismos.
En fecha 12-02-2003 (f. 104 de la 2ª pieza) mediante diligencia el abogado Matilde
Rosas, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 23.231, consigna poder otorgado a su
persona por la ciudadana Tania Younes Machaalani debidamente autenticado y
copia de la demanda de simulación intentada por la sociedad mercantil Inmobiliaria
y Administradora Su Casa, C.A. contra su representada, los cuales corren a los folios
105 al 111.
Mediante diligencia de fecha 13-02-2003 (f. 112 de la 2ª pieza) el apoderado judicial
de la parte actora solicita se le expidan copias certificadas de actuaciones llevadas en
el expediente.
Mediante auto de fecha 13-02-2003 (f. 113 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa fija
la oportunidad para el acto oral de evacuación de pruebas el día 25-02-2003 a las
11:00 de la mañana.
Por diligencia de fecha 17-02-2003 (f. 114 de la 2ª pieza) la ciudadana Antoinette
Jamil Machaalani, en su carácter de codemandada confiere poder apud acta al
abogado Matilde Rafael Rosas, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 23.231.
Por escrito de fecha 17-02-2003 (f. 116 al 121 de la 2ª pieza) el apoderado judicial
de la codemandada Antoinette Machaalani, solicita se decrete la nulidad de la
citación efectuada a su representada por contravención de los artículos 213 y 223 del
Código de Procedimiento Civil y los artículos 15 y 206 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.
Mediante auto de fecha 17-02-2003 (f. 122 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora.
En fecha 17-02-2003 (f. 123 de la 2ª pieza) mediante diligencia el apoderado judicial
de la codemandada Antoinette Machaalani, solicita la reposición de la causa al
estado de notificación del defensor ad litem nombrado en la causa, por cuanto el
mismo prestó el juramento de ley ante la secretaría y no por ante el Juez tal como lo
exige la ley.
En fecha 18-02-2003 (f. 124 de la 2ª pieza) mediante diligencia el apoderado judicial
de la parte actora declara recibir las copias simples solicitadas.
Mediante escrito de fecha 19-02-2003 (f. 125 al 131 de la 2ª pieza) el abogado
Matilde Rosas en su carácter de apoderado judicial de los codemandados para alegar
hechos nuevos o sobrevenidos, de acuerdo con lo establecido en el artículo 469 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente en concordancia con el
artículo 607 del Código de Procedimiento Civil y consigna copias simples de los
documentos donde constan las ventas realizadas a la ciudadana Marianny Rosas
Rosas y a la Ciudadana Antoinette Machaalani viuda de Younes, los cuales se
encuentran agregados a los folios 132 al 143.
Mediante auto de fecha 25-02-2003 (f. 144 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
anula todas las actuaciones realizadas desde el 16-01-2003 y repone la causa al
estado en que el defensor ad litem preste el juramento de ley ante el Juez. En esta
misma fecha se libró la boleta de notificación.
Mediante diligencia de fecha 27-02-2003 (f. 146 de la 2a. pieza) el alguacil del
tribunal de la causa consigna boleta de citación del defensor judicial debidamente
firmada, la cual está agregada al folio 147.
En fecha 10-03-2003 (f. 148 de la 2ª pieza) mediante diligencia presentada por ante
el Juez el defensor judicial acepta el cargo y jura cumplir fielmente los deberes
inherentes al cargo.
Mediante auto de fecha 12-03-2003 (f. 149 de la 2ª pieza) el Juez temporal del
tribunal de la causa se aboca al conocimiento de la misma.
Por diligencia de fecha 11-03-2003 (f. 150 y 151 de la 2ª pieza) la ciudadana
Antoinette Machaalani viuda de Younes otorga poder apud acta al abogado Matilde
Rosas, inscrito en el Inpreabogado bajo el N° 23.231.
Mediante diligencia de fecha 11-03-2003 (f. 152 de la 2ª pieza) el apoderado judicial
de los codemandados solicita a la parte accionante se sirva exhibir el Registro
Mercantil original o su certificación de la persona jurídica que representa.
Mediante auto de fecha 12-03-2003 (f. 153 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
ordena la citación del defensor ad litem de la codemandada. En esta misma fecha se
libró la respectiva boleta.
Mediante diligencia de fecha 17-03-2003 (f. 155 y 156 de la 2ª pieza) los ciudadanos
Marianny Rosas Rosas y Javier Contreras Velásquez, en su carácter de
codemandados, otorgan poder apud acta a la abogada Zenda Rosas Ávila, inscrita en
el Inpreabogado bajo el N° 58.669.
Mediante diligencia de fecha 17-03-2003 (f. 157 de la 2ª pieza) el apoderado judicial
de la parte actora solicita que se declare intespectivo el pedimento del apoderado
judicial de los codemandados en cuanto a los vicios que pudiese tener el poder
otorgado a su persona.
Mediante auto de fecha 20-03-2003 (f. 158 de la 2ª pieza) el Juez temporal del
tribunal de la causa se aboca al conocimiento de la misma.
Mediante diligencia de fecha 20-03-2003 (f. 159 de la 2ª Pieza) el alguacil del
tribunal de la causa consigna boleta de citación del defensor judicial debidamente
firmada, la cual está agregada al folio 160.
En fecha 26-03-2003 (f. 161 al 163 de la 2ª pieza), la abogada Zenda Rosas Ávila,
en su carácter de apoderado judicial de los codemandados Marianny Rosas Rosas y
Javier Contreras Velásquez, consigna escrito de contestación a la demanda con
anexos que corren a los folios 164 al 175. En su escrito expresa lo siguiente:
(…) Que en cuanto a los hechos, admite por ser cierto, que sus mandantes
adquirieron un bien inmueble de manos de los sucesores de Joseph Saad Younes, el
cual quedó debidamente registrado en la Oficina Subalterna de Registro Público del
Municipio Mariño de este estado, bajo el N° 2, tomo 23, protocolo primero, tercer
trimestre de 1998. Que dicho inmueble es el mismo que identifica la actora y sobre
el que dice tener determinado derecho.
(…) Que niega, rechaza y contradice esa afirmación hecha por la actora por ser falsa
e infundada, pues la condición de propietario no es casual, sino que se demuestra
con la inscripción del título de propiedad en el Registro Civil jurisdiccional y para el
momento previo a esa adquisición por sus mandantes, dicho inmueble pertenecía en
su totalidad al causante Joseph SaadYounes,quien lo adquirió el 17 de julio de 1984.
Que niega, rechaza y contradice la condición de sujetos de demanda reivindicatoria,
de sus mandantes sobre el inmueble a que se refiere la actora, porque tal condición
en ellos es inexistente, en atención a la legítima razón de no ser éstos detentadores,
poseedores ni mucho menos propietarios del referido bien inmueble a que se contrae
la demanda, si no fuese así, obviamente se estaría violando flagrantemente el
artículo 548 de nuestro Código Civil, que como bien lo señala en su libelo la propia
actora, da el derecho a quien se reputa propietario, para reivindicar de cualquier
poseedor o detentador la cosa que dice le pertenece.
(…) Que es obvio que si no existen razones de hecho, en la petición formulada,
mucho menos pueden haber razones de derecho donde se sustente lo no existente, es
decir, al efectuarse la venta del inmueble en cuestión, sus poderdantes pusieron al
nuevo propietario (comprador) en legal posesión del mismo.
Que queda negada, rechazada y contradicha las condiciones que la actora ha
indicado en el libelo de demanda, cuando le atribuye falsamente a sus mandantes:
1°.- El carácter de propietarios, sin serlos; 2.- La condición de tenedor o poseedor
que no tienen y 3°.- El carácter de poseer el bien inmueble objeto de la demanda, de
manera ilegítima, porque no lo poseen legítima o ilegítimamente.
Que solicita se declare sin lugar la acción propuesta con todos los pronunciamientos
de ley.
En fecha 26-03-2003 (f. 176 al 179 de la 2ª pieza), el abogado Matilde Rosas, en su
carácter de apoderado judicial de los codemandados Antoinette Machaalani y Tania
Younes Machaalani, consigna escrito de contestación a la demanda. En su escrito
expresa lo siguiente:
(…) Que opone la cuestión previa contenida en el ordinal 6° del artículo 346 del
Código de Procedimiento Civil. Que en relación a lo señalado en el artículo 346,
ord. (sic) 6° del Código de Procedimiento Civil, podrá este Tribunal observar que,
con buen acierto, por auto de fecha 16 de abril de 2002, ordenó la reposición de la
causa, por la única razón de legal, de aparecer en el libelo de demanda un
codemandado como mayor de edad (Claudia), cuando efectivamente era menor y
otro que es adolescente como menor (Walid); tal situación se mantiene incólume si
observa el libelo cuestionado.
Que opone a la demandante el defecto de forma, preceptuado en el mismo ordinal 6°
del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, es decir, la inepta acumulación
de acciones; en efecto, en el libelo de la demanda su relator acciona contra sus
representadas y textualmente dice: “…para que convengan o en su defecto sean
declarados por el Tribunal con fundamento en el artículo 53 de la Ley de Registro
Público vigente, que la inscripción del documento asentado en la Oficina de
Registro Subalterno de Registro del Municipio Mariño de este Estado (sic) de fecha
17-julio-1984, folios 30 al 33, protocolo primero, tomo II, tercer Trimestre de 1984,
es inexistente y se tenga como no registrado por haberse efectuado contraviniendo lo
establecido en el artículo 374 del C.P.C. (sic): del 1916, artículo 1924 del Código
Civil y el artículo 52, ordinal 9 de la Ley de Registro Público.”. Quiere decir
entonces, que si esta acción prospera, cuestión negada, el bien inmueble que fue
comprado, hace más de 18 años, por el causante Joseph Saad Younes, esposo y
padre de sus representados, se devuelve a su vendedor José Emilio Gutiérrez, quien
no forma parte de la relación procesal; luego, la parte demandante, en el mismo
libelo demanda, acciona contra dos personas distintas a sus mandantes; es decir, los
ciudadanos Marianny Rosas de Contreras y su cónyuge Javier Orlando Contreras, en
Reivindicación sobre el bien inmueble, sin ser estos: propietarios, detentadores o
poseedores y sobre el que dice la actora, tener una parte de él; acción que se propone
como subsidiaria sin serlo, puesto como ya se ha dicho, el bien no lo poseen, no lo
detentan ni son propietarios, requisitos fundamentales de cualquier acción
reivindicatoria.
Que solicita al tribunal se pronuncie conforme a derecho y declare con lugar la
cuestión previa propuesta de conformidad con el ordinal 6° del artículo 346 del
Código de Procedimiento Civil.
En fecha 26-03-2003 (f. 180 al 182 de la 2ª pieza), el abogado Antonio Rodríguez,
en su carácter de defensor judicial de los codemandados Walid Joseph y Claudia
Younes Machaalani, consigna escrito de contestación a la demanda. En su escrito
expresa lo siguiente:
Que reconoce y acepto que sus representados hayan dado en venta a la ciudadana
Marianny del Valle Rosas Rosas, la porción de terreno que aparece descrita e
identificada en la documental acompañada al presente proceso por la demandante de
autos.
Que niega, rechaza y desconoce que el documento que le confirió al causante de sus
representados, la propiedad sobre el cuestionado lote de terreno, carezca de valor o
efecto alguno que lo anule y que por lo tanto el mismo no produzca derecho alguno,
puesto que la tradición del mismo nunca ha sido interrumpida ni cuestionada con
anterioridad.
Que niega, rechaza y contradice que el inmueble vendido por sus representados sea
el mismo a que se refiere el documento Nº 253, protocolo 1° adicional, primer
trimestre de 1964 de la Oficina Subalterna del citado registro, el cual fuera anulado
según sentencia judicial protocolizada por esa Oficina de Registro Público, bajo el
Nº 1, Tomo 2, protocolo 1°, primer trimestre de 1965.
Que niega, rechaza y desconoce todos y cada uno de los medios probatorios
ofrecidos por el demandante de autos en su libelo de demanda y con los cuales
pretende demostrar sus pretensiones.
Que ofrece como medio probatorio a favor de sus representados el mérito favorable
que se desprende de los autos en todo cuanto le favorezcan a los mismos.
Por diligencia de fecha 27-03-2003 (f. 183 al 185 de la 2ª pieza) el apoderado
judicial de la parte actora contesta las cuestiones previas opuestas por las
codemandadas Antoinette Machaalani y Tania Younes, procede a subsanar la
referida al defecto de forma en cuanto al petitorio y en cuanto a la inepta
acumulación señala que es improcedente y así solicita se declare.
Mediante auto de fecha 27-03-2003 (f. 186 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
difiere la decisión con relación a las cuestiones previas planteadas.
Mediante auto de fecha 28-03-2003 (f. 187 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
difiere la decisión con relación a las cuestiones previas planteadas para el primer día
de despacho siguiente.
Mediante decisión de fecha 31-03-2003 (f. 188 al 189 de la 2ª pieza) el tribunal de la
causa declara: “…1° En cuanto a la primera parte de la Cuestión Previa prevista en
el ordinal 6° del artículo 346 del Código de Procedimiento Civil, el cual
expresa:”…”, alegado por el apoderado de las codemandadas, esta Instancia no tiene
materia que decidir por cuanto, la parte actora ya la había subsanado. 2° En cuanto
al segundo punto de dicha norma, referente a “…o por haberse hecho la
acumulación prohibida en el artículo 78…”, se declara SIN LUGAR, por cuanto el
punto controvertido debe decidirse al fondo de la demanda, ya que se trata de una
acción reivindicatoria, que se ejerce contra todo poseedor actual que carezca de
título de propiedad, en el caso de autos, se pretende que se declare la inexistencia de
un asiento de un documento registral del derecho reclamado…”.
Por diligencia de fecha 31-03-2003 (f. 190 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de
las codemandadas Antoniette Machaalani y Tania Younes denuncia como violación
de normas de orden público y menoscabo del derecho a la defensa en contra no solo
de sus representadas sino del adolescente de autos la relajación por parte del tribunal
del lapso para el pronunciamiento sobre las cuestiones previas opuestas por el en el
acto de contestación de la demanda.
En fecha 01-04-2003 (f. 191 al 201 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de las
codemandadas Antoinette Machaalani y Tania Younes consigna escrito de
contestación a la demanda. En su escrito expresa lo siguiente:
(…) Que opone a la accionante, como defensa de fondo, la prescripción de la acción
interpuesta por ante este Tribunal, de nulidad de asiento registral, contra sus
representadas en este juicio…; oposición que se hace, en razón de haber transcurrido
suficientemente el tiempo que ofrece el Código Civil, en su artículo 1979 para
proponerla.
Que la parte accionante solicita ante este Tribunal, de manera muy pintoresca, que
sus mandantes admitan que la compra realizada en referencia por su causante se
tenga: A.- Como inexistente y B.- como no registrada.
Que las normas invocadas son impertinentes, en razón de pretender la accionante
hacer descansar su absurda petición, en normas derogadas, como en el caso del
artículo 374, que dice corresponde al C.P.C. (sic) del año 1916.
Que en cuanto al artículo 1924 del Código Civil, que invoca, no guarda relación con
la Nulidad de Asiento Registral que desordenadamente evoca, en virtud de expresar
lo contrario, es decir, está referido a aquellos actos y documentos que deben ser
registrados y que por no haberse hecho, carecen de efectos contra terceros,
obviamente (es privado); en el presente caso, el documento de marras, tiene al día de
hoy, más de 18 años de Registro (17/07/1984), como quedó demostrado. La misma
consideración, es aplicable al artículo 53 de la Ley de Registro Público y al ordinal
9° del artículo 52 “Ejusdem” (sic), invocado por la actora, por cuanto, para la fecha
del otorgamiento al causante, no existía, como igualmente no existe, medida de
prohibición legal de sus mandantes ni nota marginal en el documento por el cual se
adquirió, capaz de demostrarlo, signo evidente de la buena fe del adquiriente.
Que queda ratificado, visto el libelo de la demanda, que sus mandantes fueron
demandadas por la Administradora e Inmobiliaria Su Casa, sociedad mercantil,
inactiva e insolvente con el SENIAT, desde hace más de 14 años, por nulidad de
asiento Registral, del documento por el cual, su causante Joseph SaadYounes,
adquirió un bien inmueble el 17 de julio de 1984, que quedó registrado: N° 09,
folios 3° (sic) al 33, protocolo primero, tomo 2, tercer trimestre-1984.
Que por ser la acción propuesta de nulidad registral, no debemos confundirla con la
acción reivindicatoria que amerita un tratamiento especial que involucra un orden de
documentos consecutivos, que promovido por quienes se saben propietarios,
permiten al sentenciador declarar la pertenencia del bien.
Que lo que si es pertinente, para el debido conocimiento del tribunal, es el hecho
falso que asienta en su escrito libelar la parte actora, (pág.259), cuando, al expresar
el tracto de donde dice que la Administradora e Inmobiliaria Su Casa, adquirió el
bien inmueble, señalando como fuente original, al ciudadano Héctor Díaz, quien a
su vez lo adquirió de la Comunidad de Indígena “Francisco Fajardo”, según
documento protocolizado en la Oficina Subalterna del Registro Público del
Municipio Mariño, donde quedó asentado bajo: N° 252, tomo único, Adc., primer
trimestre de 1.964, documento éste que había sido anulado por sentencia y registro
judicial..
Que es verdaderamente cierto que la venta que realizó la Comunidad de Indígena
Francisco Fajardo, a José Emilio Gutiérrez, que está registrada bajo el N° 253,
protocolo primero, adc. Primer trimestre de 1964, fue objeto de nulidad por la
misma Sentencia Judicial que ya se señaló, sentencia esta que anuló igualmente la
venta N° 252 realizada a Héctor Díaz, como ya se dijo y que forman parte de más de
cien ventas que sufrieron la nulidad judicial, que fueron realizadas por la señalada
Comunidad de Indígenas, correspondientes a los trimestres siguientes: 3er trimestre
del año 1963; 1ero y 2do trimestre de 1964; con la salvedad, de que la venta anulada
por la sentencia judicial, realizada a favor de José Emilio Gutiérrez, le fue
nuevamente realizada por la Junta Directiva que asumió, luego de la sentencia que
así lo declaró, ya mencionada; obteniendo el ciudadano José Emilio Gutiérrez,
mediante documento debidamente registrado, bajo el N° 20, tomo 1°, protocolo
1ero, primer trimestre de fecha 21 de febero (sic) de 1969, el bien inmueble que el
17 de julio da en venta a Joseph SaadYounes y que pasó a propiedad de su esposa e
hijos, hoy injusta y abusivamente demandados.
Que debe la representación de la accionante detenerse a pensar, que anulable es la
cesión que hace Gregorio Vásquez Alfonso a esa sociedad mercantil, por que
anulable fue la que le hizo a él, la Sra (sic) Carmen Leticia Urbano, quien adquirió
de Héctor Díaz quien, habiendo comprado a la Comunidad de Indígenas,
(Documento N° 252), dicha venta fue anulada judicialmente, vendiendo a su saber y
entender lo que no tenía.
Que solicita se declare sin lugar la acción propuesta, por interposición
extemporánea, habiendo operado el tiempo prescriptito, a que se contrae el artículo
1979 del Código Civil y se condene a la parte demandante al pago de las costas
procesales y que cancele los daños y perjuicios ocasionados.
Por diligencia de fecha 01-04-2003 (f. 203 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora solicita se le expidan copias certificadas de actuaciones llevadas en ese
expediente.
Mediante auto de fecha 08-04-2003 (f. 204 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora.
Por diligencia de fecha 10-04-2003 (f. 205 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora declara recibir las copias certificadas acordadas.
Mediante auto de fecha 22-04-2003 (f. 206 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
declina la competencia del mismo al Tribunal de Primera Instancia en lo Civil y
Mercantil (sic) de la Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta por cuanto
observa esa Instancia que la codemandada Claudia Younes Machaalani pasó a ser
mayor de edad. Se libró el respectivo oficio.
Mediante auto de fecha 28-04-2003 (f. 208 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
revoca por contrario imperio el oficio librado en fecha 22-04-2003, para dejar
transcurrir el lapso establecido en el artículo 69 del Código de Procedimiento Civil,
asimismo se ordenó corregir la foliatura de la primera pieza a partir del folio 209.
En fecha 30-04-2003 (f. 209 al 212 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de las
codemandadas Antoinette Machaalani y Tania Younes consigna escrito donde
solicita se declare la revocatoria del auto declinante de competencia.
Mediante auto de fecha 05-05-2003 (f. 213 al 215 de la 2ª pieza) el tribunal de la
causa ordena remitir el presente expediente al Tribunal Distribuidor de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de esta Circunscripción Judicial a los
fines de que siga conociendo la presente causa, por cuanto en el lapso establecido las
partes no plantearon la regulación de competencia. Se libró el respectivo oficio.
Mediante sorteo de fecha 08-05-2003 (f. 217 de la 2ª pieza) la causa fue asignada al
Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil del Tránsito y Agrario
de la Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta.
Mediante nota de secretaría de fecha 12-05-2003 (f. 217 vto. de la 2ª pieza) se le dio
el respectivo reingreso al expediente.
Mediante auto de fecha 13-05-2003 (f. 218 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa le
dio entrada y ordenó proseguir el curso legal del mismo.
Mediante auto de fecha 14-05-2003 (f. 219 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acepta la declinatoria planteada por el Tribunal de protección del Niño y del
Adolescente de este estado y ordena que la presente causa continúe su curso legal y
se aclara a las partes que de conformidad con el artículo 358 del Código de
procedimiento Civil el lapso de contestación de la demanda se iniciará a partir del
14-05-2003, exclusive.
Mediante diligencia de fecha 21-05-2003 (f. 220 de la 2ª pieza) el apoderado judicial
de las codemandadas Antoinette Machaalani y Tania Younes Machaalani ratifica el
contenido del escrito de contestación que cursa a los folios 191 al 202, consignando
copia simple del mismo que corre agregados los folios 221 al 232.
Mediante diligencia de fecha 21-05-2003 (f. 233 de la 2ª pieza) la apoderada judicial
de los codemandadas Marianny Rosas Rosas y Javier Contreras Velásquez ratifica el
contenido del escrito de contestación que cursa a los folios 161 al 163, consignando
copia simple del mismo que corre agregados los folios 234 al 236.
En fecha 27-05-2003 (f. 273 de la 2ª pieza) mediante auto el tribunal de la causa
aclara a las partes que el lapso probatorio comenzó a transcurrir partir del 21-05-
2003 exclusive, de conformidad con el artículo 388 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil.
Mediante diligencia de fecha 02-06-2003 (f. 238 de la 2ª pieza) el apoderado judicial
de la parte acto solicita que de acuerdo con lo establecido en el artículo 206 del
C.P.C. (sic) se declaren nulas las contestaciones de demandas efectuadas en ese
tribunal por las codemandadas en fecha 21-05-2003.
Mediante diligencia de fecha 04-06-2003 (f. 239 de la 2ª pieza) la apoderada judicial
de la codemandada Marianny Rosas Rosas, solicita se le expida copia certificada del
documento que corre agregado a los autos a los folios 111 al 117 de la primera
pieza.
Mediante auto de fecha 17-06-2003 (f. 240 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
aclara que a objeto de garantizar el derecho a la defensa y a la igualdad procesal, el
lapso de promoción de pruebas se inició en la oportunidad que expresamente fue
señalada en el auto de fecha 27-05-2003.
Mediante auto de fecha 17-06-2003 (f. 241 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas de acuerdo con lo establecido en los artículos 111 y
112 del Código de Procedimiento Civil.
Mediante nota de secretaria de fecha 18-06-2003 (f. 242 de la 2ª pieza) se deja
constancia que el escrito de prueba presentado por la abogada Zenda Rosas Ávila,
apoderada de la codemandada, fue reservado y guardado para ser agregado en su
oportunidad legal.
Mediante nota de secretaria de fecha 18-06-2003 (f. 243 de la 2ª pieza) se deja
constancia que el escrito de prueba presentado por el abogado Matilde Rosas, en su
carácter de apoderado judicial de las codemandadas, fue reservado y guardado para
ser agregado en su oportunidad legal.
Por diligencia de fecha 19-06-2003 (f. 244 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora apela de la decisión dictada por el tribunal en fecha 17-06-2003.
Mediante nota de secretaria de fecha 19-06-2003 (f. 245 de la 2ª pieza) se deja
constancia que el escrito de prueba presentado por el apoderado judicial de la parte
actora, fue reservado y guardado para ser agregado en su oportunidad legal.
En fecha 20-06-2003 (f. 246 de la 2a pieza) mediante nota de secretaria se deja
constancia que el escrito de prueba y anexos presentado por la abogada Zenda Rosas
Ávila, apoderada de la codemandada fue agregados a los autos que corre a los folios
247 al 263 de la 2ª pieza. En esa misma fecha (f. 264 de la 2ª pieza) fueron
agregadas a los autos el escrito de pruebas y anexos promovidas por el abogado
Matilde Rosas, en su carácter de apoderado judicial de las codemandadas que corre a
los folios 265 al 284 de la 2ª pieza. En esa misma fecha (f. 285 de la 2ª pieza) fueron
agregadas a los autos el escrito de pruebas promovidas por el apoderado judicial de
la parte actora, que corre al folio 286 de la 2ª pieza.
Por diligencia de fecha 20-06-2003 (f. 287 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora solicita copia certificada de actuaciones llevadas en el expediente.
Mediante auto de fecha 01-07-2003 (f. 288 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
admite las pruebas promovidas por la abogada Zenda Rosas Ávila, en su carácter de
apoderada judicial de los codemandados Marianny Rosas Rosas y Javier Contreras
Velásquez. En esa misma fecha (f. 289 de la 2ª pieza) fueron admitidas las pruebas
promovidas por el abogado Matilde Rosas en su carácter de apoderado judicial de
las codemandadas Antoinette Machaalani y Tania Younes Machaalani.
Mediante auto de fecha 01-07-2003 (f. 290 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
admite las pruebas promovidas por el apoderado judicial de la parte actora y en
cuanto a la prueba de experticia solicitada en el Capítulo II, las admite y fija el sexto
día de despacho siguiente a las 11:00 a.m. para que tenga lugar el acto de
nombramiento de expertos.
Mediante auto de fecha 03-07-2003 (f. 291 y 292 de la 2ª pieza) en tribunal de la
causa niega la apelación interpuesta en fecha 19-06-03 por el abogado Gregorio José
Vásquez López, en su carácter de apoderado judicial de la parte actora en contra del
auto de fecha 17-06-03 por considerar que el mismo es un auto de mera
sustanciación o mero trámite que pertenecen al impulso del proceso.
Mediante auto de fecha 03-07-2003 (f. 293 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora de acuerdo
con lo establecido en los artículos 111 y 112 del Código de Procedimiento Civil.
Por diligencia de fecha 07-07-2003 (f. 294 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora solicita copia certificada de actuaciones llevadas en el expediente.
Mediante nota de secretaría de fecha 08-07-2003 (f. 294 vto. de la 2ª pieza) se dejó
constancia de haberse certificado las copias acordadas por auto de fecha 03-07-03.
Por diligencia de fecha 08-07-2003 (f. 295 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora declara recibir las copia certificadas acordadas por el tribunal.
Mediante acta de fecha 09-07-2003 (f. 296 al 298 de la 2ª pieza) el tribunal de la
causa dejó constancia de la realización del acto de designación de expertos, estando
presente solo la parte actora, postulando éste al ciudadano Esau Morillo Cárdenas,
consignando en ese acto aceptación de dicho postulado, por cuanto las partes
codemandadas no comparecieron el tribunal les designó como experto a la
ciudadana Nury Salazar Serra y por lo que corresponde al tribunal designa a la
ciudadana Adriana Quintero López. Se libraron las respectivas boletas de
notificación.
Mediante auto de fecha 14-07-2003 (f. 302 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora de
conformidad con los artículos 111 y 112 del Código de Procedimiento Civil.
Mediante nota de secretaría de fecha 16-07-2003 (f. 302 vto. de la 2ª pieza) se dejó
constancia de haberse certificado las copias acordadas por auto de fecha 14-07-03.
Por diligencia de fecha 16-07-2003 (f. 303 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora declara recibir las copia certificadas acordadas por el tribunal.
Por diligencia de fecha 16-07-2003 (f. 304 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora solicita copia certificada de actuaciones llevadas en el expediente.
Por diligencia de fecha 17-07-2003 (f. 305 de la 2ª pieza) el ciudadano Esaú Murillo
Cárdenas jura cumplir con las obligaciones inherentes al cargo de perito evaluador
designado por el tribunal.
Mediante auto de fecha 21-07-2003 (f. 306 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora de
conformidad con los artículos 111 y 112 del Código de Procedimiento Civil.
Por diligencia de fecha 25-07-2003 (f. 307 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora declara recibir las copia certificadas acordadas por el tribunal.
Por diligencia de fecha 28-07-2003 (f. 308 de la 2ª pieza) el alguacil del tribunal de
la causa consigna las boletas de notificación libradas a los peritos nombrados sin
firmar por cuanto no fueron ubicados, las cuales corren agregadas a los folios 309 al
312.
Por diligencia de fecha 29-07-2003 (f. 313 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora solicita copia certificada de actuaciones llevadas en el expediente.
Por diligencia de fecha 29-07-2003 (f. 314 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora solicita se designen a los peritos que ordena el artículo 457 C.P.C. (sic).
Por diligencia de fecha 30-07-2003 (f. 315 de la 2ª pieza) el ciudadano Régulo
Vásquez López en su carácter de Director de Administradora e Inmobiliaria Su
Casa, C.A., otorga poder apud acta al abogado Gabriel Vásquez Irausquin, inscrito
en el Inpreabogado bajo el N° 100.948, sin que constituya revocatoria del poder que
le había conferido a los abogados Gregorio Vásquez López, Leonardo Márquez y
María Luisa Finol.
Mediante auto de fecha 04-08-2003 (f. 317 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora de
conformidad con los artículos 111 y 112 del Código de Procedimiento Civil.
Mediante auto de fecha 04-08-2003 (f. 318 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
ordena dejar sin efecto la designación de los ingenieros Adriana Quintero López y
Nury Salazar Serra y se designa en su lugar a los ciudadanos Alfonso Padilla Carrera
y Yazmila Sanabria Marcano., acordándose notificarlos para la aceptación del cargo.
Se libraron las respectivas boletas.
Mediante oficio N° 3172-03, de fecha 25-07-2003 (f. 321 al 326 de la 2ª pieza) este
juzgado remite al juzgado de la causa, copia certificada de la sentencia dictada en el
expediente N° 6228-03, constante de 05 folios, mediante la cual declaro con lugar el
recurso de hecho ejercido por la parte actora contra el auto de fecha 03-07-2003 que
niega oír la apelación formulada contra dictado por el tribunal de la causa el día 17-
06-2003, ordenándose oír la apelación interpuesta en un solo efecto de conformidad
con lo previsto en el artículo 289 del Código de Procedimiento Civil.
Mediante nota de secretaría de fecha 08-08-2003 (f. 327 de la 2ª pieza) se dejó
constancia de haberse certificado las copias acordadas por auto de fecha 04-08-03.
Por diligencia de fecha 08-08-2003 (f. 328 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora solicita se admita la apelación conforme lo ordenado por este juzgado
en sentencia recaída en recurso de hecho declarado con lugar.
Por diligencia de fecha 12-08-2003 (f. 329 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora declara recibir las copia certificadas acordadas por el tribunal.
Por diligencia de fecha 13-08-2003 (f. 330 de la 2ª pieza) el alguacil del tribunal de
la causa consigna las boletas de notificación libradas a los peritos nombrados
debidamente firmados, las cuales corren agregadas a los folios 331 al 332.
Mediante auto de fecha 14-08-2003 (f. 333 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa oye
la apelación interpuesta por el apoderado judicial de la parte actora contra el auto de
fecha 17-06-03 y se ordena remitir copias certificadas a este juzgado.
Por diligencia de fecha 19-08-2003 (f. 334 de la 2ª pieza) los expertos designados al
efecto aceptan el cargo para el cual fueron designados, jurando fielmente cumplir
sus obligaciones y solicitan 15 días hábiles para consignar el informe
correspondiente y que se le consigne la cantidad de Bs. 600.000,00 para cada uno de
ellos.
Por diligencia de fecha 19-08-2003 (f. 335 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora solicita copia certificada de actuaciones llevadas en el expediente, para
ser anexadas a la apelación interpuesta.
Mediante auto de fecha 14-08-2003 (f. 336 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa les
concede el lapso de 15 días solicitados por los expertos para consignar el informe
correspondiente y por considerar que los honorarios estimados son exagerados los
fija en Bs. 300.000,00 para cada uno, la cual deberá ser consignada por la parte
promovente dentro del tercer día siguiente.
Mediante auto de fecha 25-08-2003 (f. 337 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora de
conformidad con los artículos 111 y 112 del Código de Procedimiento Civil.
Por diligencia de fecha 26-08-2003 (f. 338 de la 2ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora consigna cheque de gerencia N° 06090289 contra el Banco Sofitasa por
la cantidad de Bs. 900.000,00 a los fines de dar cumplimiento al auto de fecha 20-
08-03.
Mediante nota de secretaría de fecha 28-08-2003 (f. 339 vto. de la 2ª pieza) se dejó
constancia de haberse certificado las copias y librarse oficio a este tribunal que corre
al folio 340.
Mediante auto de fecha 02-09-2003 (f. 341 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
ordena abrir cuenta de ahorros en el banco Industrial de Venezuela a nombre de los
expertos nombrados por el tribunal. Se libró el respectivo oficio.
Mediante oficio N° 9700-073 7474, de fecha 22-08-2003 (f. 343 de la 2ª pieza) el
Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas suscrito por el
T.S.U. Evelio Lanza Golindano en su carácter de Sub delegado estadal, solicita al
tribunal de la causa informe sobre el estado actual de la causa en virtud de instruirse
por ante ese despacho expediente N° G-463.940 por uno de los delitos contra la
propiedad. En fecha 01-09-2003 fue agregado a los autos.
Mediante auto de fecha 01-09-2003 (f. 344 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
ordena suministrar la información requerida por el Cuerpo de Investigaciones
Científicas, Penales y Criminalísticas. Se ordenó librar oficio respectivo que corre al
folio 345.
Mediante auto de fecha 05-09-2003 (f. 346 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa deja
sin efecto la respuesta dada al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas ya que la misma se hizo en base al expediente Nº 7401, ordenándose
dar respuesta en base a las actuaciones del presente expediente. Se libró el
respectivo oficio.
Por diligencia de fecha 10-09-2003 (f. 348 de la 2ª pieza) los expertos designados al
efecto solicitan una prórroga de 10 días de despacho para la elaboración del informe
respectivo.
Mediante auto de fecha 17-09-2003 (f. 349 de la 2ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda la prórroga solicitada por los expertos. KOLEN fecha 29-09-2003 (f. 01 de
la 3ª pieza) mediante auto el tribunal de la causa, ordena la apertura de la tercera
pieza.
Mediante auto de fecha 29-09-2003 (f. 02 de la 3ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda la prórroga solicitada por los expertos, concediéndosele 10 días
consecutivos.
Por diligencia de fecha 06-10-2003 (f. 03 de la 3ª pieza) los expertos designados al
efecto consignan el informe constante de 11 folios útiles y un plano anexo que corre
agregado a los autos a los folios 4 al 15.
Por diligencia de fecha 06-05-2003 (f. 16 de la 3ª pieza) los expertos designados al
efecto solicitan se ordene la cancelación de los honorarios respectivos.
Mediante auto de fecha 08-10-2003 (f. 17 de la 3ª pieza) el tribunal de la causa le
aclara a los peritos que el oficio para la cancelación de los honorarios se hará una
vez conste en autos el recibo de la libreta que se ordenó aperturar en fecha 2-9-2003.
En fecha 08-10-2003 (f. 18 de la 3ª pieza) mediante auto el tribunal de la causa
aclara a las partes que a partir de esa misma fecha comienza a transcurrir el lapso
para presentar sus respectivos informes.
Mediante auto de fecha 27-10-2003 (f. 19 de la 3ª pieza) el tribunal de la causa
ordenó agregar a los autos copia de la libreta de la cuenta de ahorros N° 0003-0032-
21-0100220721 del Banco Industrial de Venezuela.
Mediante auto de fecha 27-20-2003 (f. 21 y 22 de la 3ª pieza) el tribunal de la causa
ordenó oficiar al Banco Industrial de Venezuela a los fines de que se entregue a los
expertos designados al efecto la cantidad de Bs. 900.000,00. Se libró el oficio
respectivo.
Mediante auto de fecha 29-10-2003 (f. 24 de la 3ª pieza) el tribunal a quo aclara a
las partes que la causa entro en etapa de sentencia a partir de esa misma fecha
inclusive de conformidad con el artículo 515 del Código de Procedimiento Civil.
En fecha 31-10-2003 (f. 25 al 38 de la 3ª pieza) el abogado Matilde Rosas, en su
carácter de apoderado judicial de la parte codemandada, consigna escrito y anexos
que corren agregados a los folios 39 al 53.
Por diligencia de fecha 3-11-2003 (f. 54 de la 3ª pieza) los apoderados judiciales de
la parte actora, consigna escrito que corre agregado a los folios 55 al 61.
Por diligencia de fecha 24-11-2003 (f. 62 de la 3ª pieza) la apoderada judicial de la
parte codemandada solicita copia certificada de actuaciones llevadas en el
expediente.
Mediante auto de fecha 28-11-2003 (f. 63 de la 3ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora de
conformidad con los artículos 111 y 112 del Código de Procedimiento Civil.
Por diligencia de fecha 08-12-2003 (f. 64 de la 3ª pieza) la apoderada judicial de la
parte codemandada declara recibir las copias certificadas acordadas por el tribunal.
Mediante oficio N° 3849-04, de fecha 08-06-2004 (f. 65 al 148 de la 3ª pieza) este
juzgado remite al juzgado de la causa, expediente N° 6319-03, constante de 74
folios, mediante la cual declaro con lugar la apelación interpuesta por la parte actora
contra el auto dictado por el tribunal de la causa el día 17-06-2003, revocándose en
todas sus partes el auto apelado y por tanto, inexistentes e ineficaces las
contestaciones de demandas efectuadas por la abogada Zenda Rosas en
representación de Marianny Rosas y Javier Contreras Velásquez y el abogado
Matilde Rosas en representación de Antoinette Machaalani de Younes y Tania
Younes Machaalani ante el juzgado de la causa en fecha 21-03-2003.
En fecha 07-03-2005 (f. 149 al 211 de la 3ª pieza) el tribunal a quo dicta la sentencia
definitiva declarando procedente la defensa de mérito relacionada con la falta de
cualidad de la codemandada Marianny Rosas Rosas, la prescripción de la acción de
nulidad de asiento registral relacionada con el documento protocolizado por ante la
Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio Autónomo Mariño del estado
Nueva Esparta en fecha 17-07-1984 y sin lugar la acción reivindicatoria intentada
por la sociedad mercantil Administradora e Inmobiliaria C.A. contra las ciudadanas
Antoinette Machaalani, Claudia Joseph, Walid Joseph, Tania Joseph Younes
Machaalani y Marianny Rosas Rosas.
Por diligencia de fecha 14-03-2005 (f. 212 de la 3ª pieza) la ciudadana Antoinette
Machaalani, asistida por el abogado Matilde Rosas, inscrito en el Inpreabogado bajo
el N° 23.231, quien también actúa como apoderado judicial de los ciudadanos Tania
Joseph y Walid Joseph Younes Machaalani se dan por notificados de la decisión
dictada por el tribunal de la causa.
Por diligencia de fecha 16-03-2005 (f. 213 de la 3ª pieza) el abogado Matilde Rosas
en su carácter de apoderado judicial de las codemandadas solicita que se libren las
respectivas boletas de notificación a la parte actora y al defensor ad litem por la
extemporaneidad del fallo.
Mediante diligencia de fecha 21-03-2005 (f. 214 de la 3ª pieza) la ciudadana
Marianny Rosas Rosas, asistida de abogado se da por notificada de la decisión
dictada por el tribunal de la causa.
Mediante auto de fecha 22-03-2005 (f. 215 de la 3ª pieza) el tribunal de la causa
ordena notificar a la parte actora y a los codemandados Claudia Joseph y Walid
Joseph Younes Machaalani. Se libraron las respectivas notificaciones.
Por diligencia de fecha 06-04-2005 (f. 219 de la 3ª pieza) el abogado Matilde Rosas
en su carácter de apoderado judicial de los codemandados consigna sendos poderes
otorgados por los codemandados Walid Joseph y Claudia Joseph Younes
Machaalani debidamente autenticados los cuales están agregados a los folios 220 al
223, quedando notificado en sus nombres de la decisión dictada.
Por diligencia de fecha 06-04-2005 (f. 224 de la 3ª pieza) el abogado Matilde Rosas
en su carácter de apoderado judicial de los codemandados solicita copia certificada
de la sentencia dictada en la presente causa.
Por diligencia de fecha 07-04-2005 (f. 225 de la 3ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora se da por notificado de la sentencia dictada en fecha 07-03-2005.
Por diligencia de fecha 11-04-2005 (f. 226 de la 3ª pieza) el apoderado judicial de la
parte actora apela de la decisión dictada en fecha 07-03-2005.
Mediante auto de fecha 12-04-2005 (f. 227 de la 3ª pieza) el tribunal de la causa
acuerda las copias solicitadas por el apoderado judicial de la parte actora de
conformidad con los artículos 111 y 112 del Código de Procedimiento Civil.
Por diligencia de fecha 18-04-2005 (f. 228 de la 3ª pieza) el abogado Matilde Rosas
en su carácter de autos recibe las copias certificadas solicitadas.
Mediante auto de fecha 12-04-2005 (f. 229 de la 3ª pieza) el juzgado de Instancia
oye en ambos efectos la apelación formulada por la parte actora contra la sentencia
definitiva proferida por ese tribunal en fecha 07-03-2005 y ordenó la remisión de las
actuaciones a este juzgado superior.
Cuaderno de Medidas.
Mediante auto de fecha 21-06-2000 (f. 1) el tribunal de la causa apertura el cuaderno
de medidas y ordena con fundamento en el artículo 601 del Código de
Procedimiento Civil, que proceda a ampliar la prueba con relación al peligro de que
quede ilusoria la ejecución del fallo, con la advertencia de que una vez cumplida
esta exigencia se proveerá sobre su decreto.
Mediante escrito de fecha 26-06-2000 (f. 2 al 5) el abogado Gregorio José Vásquez
López, en su carácter de apoderado de la parte demandante alega que a los fines de
ampliar la prueba para el decreto de la medida de prohibición de enajenar y gravar
solicitada consigna justificativo de testigos evacuada por ante la Notaría Pública
Segunda de Porlamar del estado Nueva Esparta en fecha 26-06-2000 que se
encuentra agregado a los folios 6 y 7.
Mediante auto de fecha 28-06-2000 (f. 8) el tribunal de la causa de conformidad con
el artículo 585 del Código de Procedimiento Civil y llenos los extremos de ley,
decreta medida de enajenar y gravar sobre un lote de terreno ubicado en el sector
Genovés de Porlamar, en el sitio o Urbanización Sabanamar, que se encuentra
debidamente registrado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del
Municipio Mariño de este estado en fecha 17-07-1984, bajo el N° 09, folios 30 al
33, protocolo primero, tomo II, tercer trimestre del referido año y ordena librar
oficio al Registro Subalterno del Municipio Mariño del estado Nueva Esparta que
corre a los folios 9 y 10.
Mediante diligencia de fecha 03-07-2000 (f. 11) el abogado Gregorio Vásquez
López, en su carácter de apoderado judicial de la parte actora consigna inspección
judicial que corre agregado a los folios 12 al 18 a los fines de demostrar el fumus
periculum in mora de la medida preventiva de prohibición de enajenar y gravar
solicitada en la demanda.
Por auto de fecha 17-07-2000 (f. 19) el tribunal de la causa a los efectos de decretar
la medida solicitada ordena constituir caución o garantía de conformidad con el
artículo 590 del Código de procedimiento Civil hasta cubrir la cantidad de veintitrés
millones de bolívares (Bs. 23.000.000,00).
Mediante diligencia de fecha 19-07-2000 (f. 20) el abogado Gregorio Vásquez
López, en su condición de apoderado de la parte actora, apela del auto dictado por el
tribunal de la causa en fecha 17-07-2000.
Mediante auto de fecha 26-07-2000 (f. 21) el tribunal de la causa oye la apelación
interpuesta por la parte actora en un solo efecto y ordena remitir las actuaciones al
Juzgado Superior.
Mediante nota de secretaria de fecha 04-08-2000 (f. 21 vto.) se dejó constancia de
haberse librado oficio al juzgado Superior.
En fecha 19-09-2000 (f. 23) el abogado Gregorio Vásquez López en su carácter de
apoderado de la parte actora solicita copias certificadas de actuaciones llevadas en
ese expediente.
Mediante auto de fecha 20-09-2000 (f. 24) el tribunal de la causa acuerda de
conformidad las copias solicitadas de conformidad con los artículos 111 y 112 del
Código de Procedimiento Civil.
Mediante nota de secretaria de fecha 21-09-2000 (f. 24 vto.) se dejó constancia de
haberse librado oficio al Juzgado Superior.
En fecha 07 de marzo de 2005, el Juzgado Segundo de Primera instancia en lo Civil,
mercantil, del Tránsito y Agrario de la Circunscripción Judicial del estado Nueva
Esparta, dicto sentencia, estableciendo:
PUNTOS PREVIO.-
FALTA DE CUALIDAD.-
“(…) Como punto previo que debe analizarse en este caso en especie, está el
concerniente a la falta de cualidad argumentada por la parte co-demandada
ciudadana MARIANNY DEL VALLE ROSAS ROSAS por medio de su apoderada
judicial al momento de dar contestación a la demanda, quien argumentó su falta de
cualidad pasiva en la presente acción reivindicatoria al sostener que no es
propietaria, ni detenta el bien que se aspira a reivindicar, toda vez que a partir del día
21.02.2002 mediante documento protocolizado por ante la Oficina Subalterna de
Registro Público del Municipio Mariño del Estado (sic) Nueva Esparta, bajo el Nro.
50, folios 372 al 378, Protocolo Primero, Tomo 7, Primer Trimestre del 2002 el
mismo fue enajenado a la codemandada ANTOINETTE MACHAALANI.
En este sentido se extrae que ciertamente consta que la ciudadana ANTOINETTE
MACHAALANI le vendió a la ciudadana MARIANNY DEL VALLE ROSAS
ROSAS y que luego, la mencionada ciudadana conjuntamente con el ciudadano
JAVIER ORLANDO CONTRERAS VELÁSQUEZ le vendieron a la ciudadana
ANTOINETTE MACHAALANI mediante documento protocolizado en fecha 21-
02-02, bajo el Nro. 50, folios 372 al 378, Protocolo Primero de 2002, el mismo bien
inmueble lo que evidentemente conduce a establecer que al haber salido de la esfera
patrimonial de la ciudadana MARIANNY DEL VALLE ROSAS ROSAS dicho
bien, y no existir prueba de que ésta lo detenta o detentó la presente acción no debió
ser incoada en contra de la mencionada ciudadana. Y así se decide.
En suma de lo anterior, se concluye que la ciudadana MARIANNY DEL VALLE
ROSAS ROSAS a partir de 2002 carece de cualidad pasiva para sostener éste (sic)
proceso y así se decide.
PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN.-
(…) Sobre este punto, conviene puntualizar que a falta de estipulación expresa el
lapso de prescripción aplicable a esta clase de acciones, es el señalado en el artículo
1979 del Código Civil el cual señala:
…omissis…
En este sentido se debe aseverar que ciertamente como lo argumentó la
representación judicial de las ciudadanas Antoinette Machaalani de Younes y Tania
Younes Machaalani en su escrito de contestación a la demanda, en lo que atañe a la
acción de nulidad de asiento registral operó la prescripción alegada, al haberse
propuesto la acción cuando había transcurrido en exceso los diez (10) años, contados
a partir del momento de la protocolización de la venta efectuada por José Emilio
Gutiérrez y Blanca Gonzáles de Gutiérrez a Joseph Saad Younes ocurrida en el año
1984. Y así se decide.
Con respecto a la prescripción de la acción de reivindicación también demandada
por vía principal de conformidad con el artículo 548 del Código Civil, se observa
que dicho planteamiento carece de legalidad toda vez que la acción de
reivindicación cuando la misma versa sobre bienes inmuebles es imprescriptible, tal
como lo reseña el maestro Jorge Aguilar Gorrondona en su texto Derecho Civil,
Cosas, Bienes y Derechos Reales al señalar:
“…1° La acción reivindicatoria es una acción real.
2° La acción reivindicatoria es una acción petitoria, de modo que el actor tiene la
carga de alegar y probar su carácter de titular del derecho real invocado (en
concreto, de la propiedad))
3° En principio, es una acción imprescripctible (sic), lo que se debe al carácter
perpetuo del derecho de propiedad: En nada contradice lo expuesto el hecho de que
la acción reivindicatoria no proceda contra el tercero que haya operado la
prescripción extintiva de la acción reivindicatoria sino que el actor ya no es
propietario de la cosa en virtud de la prescripción adquisitiva operada a favor del
demandado.
Sin embargo, prescribe por dos (2) años la acción del propietario para reivindicar las
cosas muebles sustraídas o perdidas de conformidad con los artículos 794 y 795 del
Código Civil (C.C. art. 1986)…”
Como se desprende del extracto transcrito, solo en caso de que la demanda de
reivindicación verse sobre bienes muebles perdidos o sustraídos, opera o resulta
aplicable la prescripción breve de 2 años, tal como lo establecen los artículos 794 y
795 del Código Civil.
En tal sentido, se declara improcedente el argumento relacionado con la prescripción
de la acción de reivindicación y por lo tanto, en el caso bajo análisis la decisión
estará centrada en aspectos directamente relacionados con la procedencia de la
acción de reivindicación incoada por el accionante y así se decide.
PROCEDENCIA DE LA ACCIÓN.-
(…) La acción reivindicatoria es una acción real, petitoria, de naturaleza
esencialmente civil y se ejerce erga omnes, es decir, contra cualquiera que sea el
detentador y contra todo poseedor actual que carezca de título de propiedad.
En este sentido, la Sala de Casación Civil de fecha 27-04-2004, estableció:
La acción reivindicatoria, se encuentra condicionada a la concurrencia de los
siguientes requisitos: a) Derecho de propiedad o dominio del actor (reivindicante);
b) Encontrarse el demandado en posesión de la cosa que se trata de reivindicar; c)
La falta de derecho a poseer del demandado; d) Identidad de la cosa, es decir que sea
la misma reclamada y sobre la cual el actor reclama derechos como propietario…
…En consecuencia, el demandante está obligado a probar por lo menos dos
requisitos: a) Que el demandante es realmente legítimo propietario de la cosa que
pretende reivindicar y b) Que la cosa de que se dice propietario es la misma cuya
detentación ilegal le atribuye a la demanda. La falta de uno o cualquiera de estos dos
requisitos, es suficiente para que se declare sin lugar la acción (Resaltado del
Tribunal)…”
(…) Como se desprende los documentos consignados en ambos casos en su mayoría
cumplen con la formalidad del registro exigida en el artículo 1.924 Código Civil,
mencionan el título anterior de adquisición del derecho, guardan la debida secuencia
que permite asegurar la continuidad registral, es decir que el derecho transferido o
gravado en el nuevo documento, es el mismo derecho adquirido mediante el
documento anterior, se refieren al mismo objeto, poseen una estrecha correlación
entre los sujetos que aparecen mencionados como transferente y el adquirente del
documento anterior, con excepción de los documentos que inician en ambos casos el
tracto documental, estos son los protocolizados bajo los Nros. 252 y 253, en los
cuales se hace mención que la COMUNIDAD DE INDIGENAS FRANCISCO
FAJARDO los adquirió por haberlos poseído en tiempos inmemoriables.
Más concretamente en el caso de la parte actora se evidencia que el documento a
través del cual la COMUNIDAD DE INDÍGENAS FRANCISCO FAJARDO le
vende a HECTOR RAMÓN DÍAZ, anotado bajo el Nro. 252, no cumple con el
tracto sucesivo, pues la Comunidad vendedora se atribuye el carácter de propietaria
por haberlo poseído por tiempos inmemoriables, además de que se observa que el
mismo fue anulado mediante fallo judicial pero que luego, a través de un documento
también protocolizado se ratificó su validez, al expresar tanto la COMUNIDAD DE
INDÍGENAS FRANCISCO FAJARDO vendedora que reconocían y ratificaban la
venta efectuada al mencionado ciudadano HECTOR DÍAZ.
Con respecto a la parte accionada la situación es similar, por cuanto se extrae que
igualmente el documento que da inicio a la cadena documental no indica el título
anterior de adquisición, sin embargo el resto de los documentos aportados si
cumplen con esta especificación.
Además se extrae que el ciudadano JOSÉ EMILIO GUTIÉRREZ adquirió de manos
de la COMUNIDAD DE INDÍGENAS FRANCISCO FAJARDO en el año 1964
mediante documento anotado con el Nro. 253, el cual también – como en el caso
anterior – fue anulado mediante fallo judicial, evidenciándose que dentro del marco
de ese proceso seguido por la COMUNIDAD DE INDÍGENAS FRANCISCO
FAJARDO en contra de JOSÉ EMILIO GUTIÉRREZ se decretó medida de
prohibición de enajenar y gravar tal como se evidencia del folio 91, sin embargo,
aún estando vigente dicha medida cautelar consta que en fecha 21.01.1969 la misma
COMUNIDAD DE INDÍGENAS FRANCISCO FAJARDO pero en esa oportunidad
representada no por TOMÁS JOSÉ VÁSQUEZ y FRANCISCO CARREÑO
REYES, sino por PATRICIO FERNÁNDEZ y ANTONIO RAFAEL FUENTES le
vendió de nuevo a JOSÉ EMILIO GUTIÉRREZ el mismo bien, venta ésta que a
pesar de la vigencia de la medida fue ilegalmente autorizada por el funcionario
registral.
Es decir, que el registrador de la época en lugar de cumplir con la medida preventiva
de paralizar toda venta o negociación que versara sobre este terreno, contrariamente,
y sin haber sido suspendida la misma, autorizó la venta protocolizándola.
De ahí, que bajo la anterior circunstancia al considerar que a consecuencia del
decreto de la medida de prohibición de enajenar y gravar la oficina de Registro
Subalterno al protocolizar la venta a pesar de la vigencia de la medida se extralimitó
en sus funciones, pues con ello infringió la orden emanada del tribunal la cual
expresamente le impedía asentar, autorizar venta o gravámenes que versaran sobre el
inmueble descrito en el documento protocolizado en el año 1969, bajo el Nro. 253,
se concluye que el mejor derecho de propiedad lo demostró la parte actora. Y así se
decide.
Con relación al segundo requisito relacionado con “b) Encontrarse el demandado en
posesión de la cosa que se trata de reivindicar” se extrae que a pesar de que la actora
promovió una prueba de experticia con el objeto de demostrar que el terreno poseído
por la parte accionada es el mismo que se aspira reivindicar, la misma no cumplió
con las exigencias consagradas en los artículos 466, 467 del Código de
Procedimiento Civil y 1.425 del Código Civil, toda vez que según expresó al
momento de emitir juicio sobre su valoración, la misma fue desechada por dos
circunstancias, la primera, que deviene como se dijo de su falta de motivación, pues
no se conoce a ciencia cierta los basamentos tomados en cuenta y los expertos para
arribar a sus conclusiones, esto es que el bien que se aspira a reivindicar es el mismo
poseído o deslindado por la parte accionada y el segundo, que deriva del
incumplimiento del artículo 466 del Código de Procedimiento Civil.
Luego, de acuerdo a lo antes reseñado al no haberse cumplido con el segundo
requisito cuya concurrencia resulta necesario para que la acción incoada sea
procedente, se concluye que la presente acción debe ser desestimada en sintonía con
la sentencia emanada de la Sala de casación Civil de fecha 27-04-2004 antes
transcrita, la cual señaló entre otros aspectos que el demandante tiene la obligación
de probar por lo menos dos (2) requisitos necesarios para que proceda esta acción
como lo son, el relacionado con la propiedad del bien y que la cosa que aspira se le
reivindique sea la misma que posee o detenta ilegalmente el demandado.
Luego, resulta innecesario analizar la concurrencia del tercer requisito necesario
para la procedencia de la acción, así como el resto de los argumentos y defensas. Y
así se decide.
(…) PRIMERO: Se declara procedente la defensa de mérito relacionada con la falta
de cualidad de la co-demandada Marianny del Valle Rosas Rosas.
SEGUNDO: Se declara la prescripción de la acción de nulidad de asiento registral
relacionado con el documento protocolizado por ante la Oficina Subalterna de
Registro Público del Municipio Autónomo Mariño del Estado (sic) Nueva Esparta,
en fecha 17.07.1984, bajo el Nro. 09, folios 30 al 33, Protocolo Primero, Tomo 2, a
través del cual los ciudadanos José Emilio Gutiérrez y Blanca Margarita de
Gutiérrez vendieron al ciudadano Joseph Saad Younes, el inmueble situado en el
sector Genovés de la Ciudad de Porlamar, en el sitio o Urbanización Sabanamar,
Municipio Mariño del Estado nueva Esparta, interpuesta por la Sociedad (sic)
Mercantil (sic) Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. en contra de las
ciudadanas Antoinette Machaalani de Younes, Tania Younes Machaalani, Walid
Younes Machaalani y Claudia Machaalani.
TERCERO: SIN LUGAR la acción reivindicatoria intentada por la Sociedad
Mercantil Administradora e Inmobiliaria, C.A. (Sic), contra las ciudadanas
Antoinette Machaalani viuda de Younes, Claudia Joseph, Walid Joseph, Tania
Joseph Younes Machaalani y Marianny del Valle Rosas Rosas, ya identificados.
CUARTO: Se condena en costas a la parte actora de conformidad con el artículo 274
del Código de Procedimiento Civil, por haber resultado totalmente vencida en el
presente procedimiento.
En fecha 11 de abril de 2005 el abogado GABRIEL VASQUEZ IRAUSQUIN con
el carácter acreditado en autos APELO de la decisión dictada en fecha 7 de marzo de
2005 contenida en el expediente 5975-00.
En fecha 18 de abril de 2005, el tribunal oye en ambos efectos la apelación
interpuesta contra la decisión dictada en fecha 7 de marzo de 2005 y ordena remitir
las actuaciones al juzgado superior competente.
Mediante oficio Nº 13355-05 de fecha 18-04-2005 (f. 230 de la 3ª pieza) el Juzgado
Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y Agrario de la
Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta, remite al juzgado superior,
constante de 03 piezas, la primera constante de 256 folios útiles, la segunda
constante de 351 folios útiles, la tercera constante de 230 folios útiles y anexo
cuaderno de medidas constante de 24 folios útiles, expediente Nº 5975-00
contentivo del juicio por Acción Mero Declarativa interpuesto por la sociedad
mercantil Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. contra los ciudadanos
Antoinette Machaalani viuda de Younes y otros, a los fines que esta alzada conozca
el recurso ordinario de apelación ejercido por la parte actora contra la sentencia
dictada por el tribunal de la causa en fecha 07-03-2005.
Por auto de fecha 28-04-2005 (f. 231 de la 3ª pieza) este tribunal le da entrada al
asunto, ordena formar expediente y de conformidad con el artículo 517 del Código
de Procedimiento Civil, advierte a las partes que el acto de informes tendrá lugar al
vigésimo (20) día de despacho siguiente a la fecha del auto.
Mediante diligencia de fecha 13-06-2005 (f. 232 de la 3ª pieza) el abogado Gregorio
Vásquez López, en su carácter de apoderado de la parte actora consigna escrito de
informes en la causa que están agregados a los folios 233 al 262.
Mediante diligencia de fecha 30-06-2005 (f. 263 de la 3ª pieza) la juez titular de este
despacho se inhibe de seguir conociendo de la causa de conformidad con el numeral
20 del artículo 82 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con el artículo
84 ejusdem y que dicha inhibición obra contra el abogado Matilde Rosas. Se ordenó
librar convocatoria.
Mediante nota de Secretaría de fecha 30-06-2005 (f. 263 vto. de la 3ª pieza) se dejó
constancia de librarse convocatoria. Mediante auto de fecha 07-07-2005 (f. 264 de la
3ª pieza) se ordena convocar a la Dra. Jiam Salmen de Contreras, única suplente de
este tribunal, por cuanto se encuentra vencido el lapso de allanamiento de
conformidad con el artículo 86 del Código de Procedimiento Civil. Se libró la
respectiva boleta. Por diligencia de fecha 13-06-2005 (f. 266 de la 3ª pieza) el
alguacil de este juzgado consigna boleta de convocatoria debidamente firmada la
cual corre inserta al folio 267.
Por oficio N° 13878-05 de fecha 13-07-2005 (f. 268 de la 3ª pieza) la juez suplente
convocada se excusa de aceptar la convocatoria por cuanto la decisión objeto de la
presente causa fue conocida por ella en primera Instancia, el cual fue agregado a los
autos mediante nota de secretaría de fecha 20-07-2005.
Mediante auto de fecha 21-07-2005 (f. 269 de la 3ª pieza) se ordena oficiar a la
Rectoría de este estado a los fines de solicitar por su intermedio ante la Comisión
Judicial del Tribunal Supremo de Justicia la designación de un Juez Accidental en la
presente causa.
En fecha 27-07-2005 (f. 271 de la 3ª pieza) se recibió copia del oficio N° 459
remitido por la Rectoría de este estado al Presidente de la Comisión Judicial del
Tribunal Supremo de Justicia donde se solicita se nombre juez accidental en la
presente causa.
En fecha 21-12-2005 (f. 272 de la 3ª pieza) se recibió copia del oficio N° 650
remitido por la Rectoría de este estado con anexos que corren a los folios 273 al 276
donde se designa al abogado Martín Díaz Coll como juez accidental en la presente
causa.
Mediante auto de fecha 08-03-2006 (f. 277 de la 3ª pieza) se abocó al conocimiento
de la causa el juez accidental de esta causa y ordenó notificar a las partes, de
acuerdo con lo establecido en el artículo 14 del Código de Procedimiento Civil en
concordancia con el artículo 233 ejusdem. Se libraron las respectivas boletas.
Por diligencia de fecha 10-03-2006 (f. 283 de la 3ª pieza) el alguacil consignó boleta
de notificación debidamente firmada por la codemandada Antoinette Machaalani,
agregada al folio 284.
Por diligencia de fecha 13-03-2006 (f. 285 de la 3ª pieza) el alguacil consignó boleta
de notificación debidamente firmada por el apoderado de la parte actora, agregada al
folio 286. En esa misma fecha se consignó boleta de notificación debidamente
firmada por el abogado Matilde Rosas en su carácter de apoderado judicial de
Claudia y Walid Younes Machaalani, agregada al folio 290.
Por diligencia de fecha 14-03-2006 (f. 291 de la 3ª pieza) el alguacil consignó boleta
de notificación debidamente firmada por la codemandada Marianny Rosas, agregada
al folio 292.
Mediante decisión de fecha 24-04-2006 (f. 293 al 295 de la 3ª pieza) se declara con
lugar la inhibición planteada por la Dra. Ana Longart Guerra y se dispone que la
menciona juez no siga en conocimiento de la causa, de manera que debe continuar
conociendo la presente causa el Juez Superior Accidental designado al efecto.
Mediante nota de secretaría de fecha 28-06-2007 (f. 296 vto. de la 3ª pieza) se
agregó a los autos copia del oficio N° 255-07 de fecha 25-06-2007 remitido a este
despacho por la Rectoría de este estado con copia de hoja de denuncia realizada por
ante esa oficina por el abogado Gabriel Vásquez Irausquin.
Mediante nota de secretaría de fecha 28-04-2008 (f. 298 vto. de la 3ª pieza) se
agregó los autos oficio N° 176-08 emanado de la Rectoría de este estado donde se le
insta al juez temporal del tribunal a considerar la sustanciación de la causa por
cuanto se dejó sin efecto de la designación como juez accidental del abogado Martín
Díaz Coll.
Mediante auto de fecha 05-05-2008 (f. 300 de la 3ª pieza) se abocó al conocimiento
de la causa el juez temporal de este juzgado. Se ordenó notificar a las partes.
Por diligencia de fecha 07-05-2008 (f. 308 de la 3ª pieza) el alguacil consignó boleta
de notificación debidamente firmada por el apoderado de la parte actora.
Mediante auto de fecha 08-05-2008 (f. 310 de la 3ª pieza) se ordenó corregir la
foliatura de la tercera pieza.
Por diligencia de fecha 09-05-2008 (f. 311 de la 3ª pieza), el alguacil consignó
boleta de notificación debidamente firmada el apoderado judicial de la codemandada
Marianny Rosas agregada al folio 312. Por diligencias de fecha 26-05-2008 (f. 313,
315 y 317 de la 3ª pieza), el alguacil consignó boletas de notificación debidamente
firmadas por el abogado Matilde Rosas en su carácter de apoderado judicial de
Antoinette Machaalani, Claudia, Tania y Walid Younes Machaalani, agregadas a los
folios 314, 316, 318 y 320, respectivamente.
Mediante auto de fecha 18-06-2008 (f. 321 de la 3ª pieza) se aclara a las partes que
la causa entro en etapa de sentencia a partir de esa misma fecha.
Por auto de fecha 18-09-2008 (f. 322 de la 3ª pieza) por cuanto el lapso para dictar
sentencia venció el 17-09-2008, se difiere la oportunidad para dictar sentencia de
conformidad con lo establecido en el artículo 251 del Código de Procedimiento
Civil.
Mediante diligencia de fecha 21-09-2009 (f. 323 de la 3ª pieza) los ciudadanos
Regulo Vásquez López y Diana Irausquin de Vásquez, debidamente asistidos de
abogado, revocan el poder conferido a los abogados María Luisa Finol y Leonardo
Márquez Balbas en fecha 04-11-1999 autenticado por ante la Notaría Pública
Segunda de Porlamar bajo el N° 03, tomo 55 de los libros de autenticaciones
llevados por esa Notaría, dejando constancia que dicha revocatoria no opera para el
abogado Gregorio Vásquez López.
Mediante diligencia de fecha 21-09-2009 (f. 324 de la 3ª pieza) el abogado Gabriel
Vásquez Irausquin sustituye el poder que le fuere conferido por la empresa
Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. en la persona del abogado Regulo
Vásquez Irausquin.
Mediante diligencia de fecha 23-09-2009 (f. 326 de la 3ª pieza) el abogado Matilde
Rosas solicita a este tribunal proceda a dictar sentencia en la presente causa.
Mediante diligencia de fecha 08-10-2009 (f. 327 de la 3ª pieza) la ciudadana
Antoinette Machaalani y el abogado Matilde Rosas solicitan a este tribunal proceda
dictar sentencia en la presente causa.
En fecha 10 de diciembre de 2009 el Tribunal Superior en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva Esparta, dicto sentencia en
la cual declaro:
PRIMERO: Sin lugar la apelación ejercida por el abogado Gabriel Vásquez
Irausquin, en su condición de apoderado judicial de la sociedad mercantil
Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A, parte actora contra la sentencia de
fecha 07-03-2005, dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito y Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva
Esparta.
SEGUNDO: Inadmisible la acción interpuesta por el abogado Gregorio Vásquez
López en su carácter de apoderado judicial de la sociedad mercantil Administradora
e Inmobiliaria Su Casa, C.A, contra los ciudadanos Antoinette Machaalani viuda de
Younes, Claudia Younes Machaalani, Salid Younes Machaalani, Tania Younes
Machaalani y Marianny del Valle Rosas Rosas.
TERCERO: Se revoca en todas sus partes la sentencia dictada en fecha 07-03-2005,
por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y
Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva Esparta.
CUARTO: Se condena en costas del recurso al apelante, de conformidad con el
artículo 281 del Código de Procedimiento Civil.
QUINTO: Notificar a las partes de conformidad con el artículo 251 del Código de
procedimiento Civil por haberse dictado el presente fallo fuera del lapso legal.
En fecha dos de marzo de 2010, la parte actora en la persona de su apoderado
Anuncio Recurso de Casación.
En fecha 8 de marzo de 2010 en la persona de su apoderado ratifica el anuncio del
Recurso de Casación realizado en fecha 2 de marzo de 2010.
En fecha 23 de marzo de 2010 el Tribunal Superior admite el Recurso de Casación
anunciado.
En fecha 23 de marzo de 2010 el Tribunal Superior remite al Tribunal Supremo de
Justicia- Sala de Casación Civil el expediente respectivo.
En fecha 12 de abril de 2010 recibe el expediente la Sala Social del Tribunal
Supremo de Justicia y se ordena dar cuenta a la sala.
En fecha 3 de mayo de 2010, el apoderado de la parte actora presentó escrito
formalizando el Recurso de Casación interpuesto. Se dio cuenta a la sala.
En fecha 14 de mayo, se dio cuenta a la sala y se asignó la ponencia al Magistrado
Dr. ANTONIO RAMIREZ JIMENEZ.
En fecha 7 de junio de 2010, se declaró concluida la sustanciación del recurso
ejercido.
En fecha 30 de noviembre de 2010 fue dictada sentencia, CASANDO DE OFICIO
el fallo recurrido, proferido por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil y del
Tránsito del Estado Nueva Esparta en fecha 10 de diciembre de 2019, decretando su
nulidad y ordenando al Tribunal que resulte competente dictar nueva decisión
corrigiendo el vicio referido.
En fecha 10 de Abril de 2013, la Comisión Judicial, en ejercicio de sus atribuciones,
acordó designación del Juez Accidental del Juzgado Superior Civil Mercantil y del
Tránsito de este Estado, para conocer de esta y otras causas que cursan ante este
Tribunal.
En fecha 3 de Mayo de 2013 se constituye el Juzgado Superior Accidental en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva
Esparta avocándose al conocimiento de la presente causa signada con el N°
08305/12, ratificando en sus cargos a la Secretaria y al Alguacil del Juzgado
Superior en lo Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del
Estado Nueva Esparta y acogiéndose a los días de Despacho del Juzgado Superior
Natural.
En fecha tres (03) de mayo de dos mil trece (2013), se ordenó la notificación de las
partes a los fines de la continuación del juicio, pasados como sean los diez (10) días
de despacho siguientes a que conste en autos la última de las notificaciones
ordenadas todo de conformidad con los artículos 14, 90 y 233 del código de
Procedimiento Civil, disponiéndose que el lapso de reanudación esta sucedido por
un lapso de tres (03) días, para garantizar a las partes el derecho a la defensa que le
asiste en todo grado y estado del proceso. Se libraron las correspondientes boletas.
Notificadas las partes y siendo la oportunidad para dictar sentencia, este Tribunal la
dicta previa las siguientes consideraciones:
Entra en conocimiento este Tribunal Superior Accidental, con motivo de la
apelación interpuesta por el ciudadano Gabriel Vásquez Irausquin, apoderado
judicial de Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C. A, contra la decisión
definitiva de fecha 07-03-2005 dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia
en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y Agrario de la Circunscripción Judicial del
Estado Nueva Esparta.
INFORMES DE LA PARTE ACTORA.
El apoderado judicial de la parte actora, Dr. Gregorio José Vásquez López, en su
escrito de informes presentado por ante esta alzada alegó lo siguiente: “…En la
oportunidad de presentar escrito (f. 55 al 61, 3ª pieza) ante el Tribunal a-quo le
indicamos, que nuestra representada ADMINISTRADORA E INMOBILIARIA SU
CASA, C.A., en la presente causa ha intentado demanda:
Primero: Contra Antoinette Machaalani, Claudia Younes, Salid Younes y Tania
Younes por impugnación de asiento registral del documento protocolizado en la
Oficina Subalterno (sic) de Registro Público del Municipio Mariño del este Estado,
en fecha 17 – julio -1984, Nº 9, folios 30 al 33, Protocolo Primero, Tomo II, Tercer
Trimestre de 1984 (folio 44 al 49, 1ª pieza), por ser inexistente y tenerse como no
registrado, al haberse protocolizado, no obstante, existir una medida de prohibición
de enajenar y gravar, decretada por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil y Penal de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva Esparta el 21-
octubre-1965, oficio Nº 0970-664, como consta de copia certificada expedida por la
Oficina de Registro Público, antes citada, de fecha 10-noviembre-1996, Nº 26, folio
44, cuaderno respectivo de prohibiciones (folio 90 al 92, 1ª pieza), contra el título
inmediato de adquisición, esto es, el documento protocolizado en la referida Oficina
de Registro en fecha 23-marzo-1964, Nº 253, folios 158 al 159 y sus vtos., Protocolo
Primero Adicional, Primer Trimestre de 1964 (folio 50 al 53, 1ª pieza) por infringir
el artículo 374 del Código de Procedimiento Civil de 1916 y el artículo 53 de la Ley
de Registro Público y el art. (sic) 1924 del Código Civil. Es decir, contra los
codemandados Antoinette Machaalani, Claudia Younes, Salid Younes y Tania
Younes se ha intentado acción de nulidad absoluta de asiento registral,
fundamentada en los artículos citados.
Segundo: 1) como consecuencia de la inexistencia del documento anterior, acción de
nulidad absoluta contra Marianny Rosas Rosas por impugnación de asiento registral
del documento protocolizado en la citada Oficina de registro el 29-septiembre-1998,
Nº 2, folios 8 al 13, Tomo 23, Protocolo Primero, tercer Trimestre 1998, para que
reconozca que es inexistente y se tenga radicalmente nulo y sin efecto por violar lo
establecido en el artículo 394 del C.P.C. (sic) de 1916, en concordancia con el
artículo 600 del C.P.C. (sic) vigente; 2) Conforme el artículo 548 del Código Civil,
ha intentado demanda de reivindicación contra Marianny Rosas Rosas de la porción
de terreno que detenta ilegítimamente, ubicado en la calle Guaiquerí del sector
Genovés de Porlamar, con superficie de cinco mil seiscientos (5.600) metros
cuadrados, con las medidas y linderos siguientes: Norte: en doce (12) metros con
calle Guiaquerí (sic) ; sur: Con cuarenta y cuatro (44) metros con cerca del
aeropuerto viejo; Este: doscientos once (211) metros con sesenta y ocho (68)
centímetros con calle en observación y Oeste: En doscientos doce (212) metros con
cincuenta (50) centímetros con terrenos de supercable Alk Internacional, C.A., y
Diana Irausquin de Vásquez, para que reconozca a nuestra representada como única
y exclusiva propietaria de la referida porción de terreno y, a su vez, la desocupe
totalmente y le sea entregada a nuestra representada. En resumen, contra la
codemandada Marianny Rosas Rosas se han intentado dos acciones, la acción de
nulidad absoluta de asiento registral y la acción de reivindicación. (…)
En escrito presentado (f. 55 al 61) en el Tribunal de la causa le indicamos el
fundamento probatorio de lo alegado por nuestra representada, el cual, por ser válido
en esta instancia Superior, lo reproducimos en estos informes a continuación:
Primero: La impugnación del asiento registral intentada contra Antoinette
Machaalani, Tania Younes, Salid Younes y Claudia Younes correspondiente al
documento protocolizado en la Oficina de Registro Público del Distrito Mariño de
éste Estado el 17-julio 1984, Nº 9, folios 30 al 33, Protocolo Primero, Tomo II,
Tercer Trimestre de 1984 (f. 44 al 49, 1ª pieza), fundamentado en ser inexistente y,
por tanto, no generador de efectos jurídicos, es consecuencia de que el título
inmediato anterior, correspondiente al documento protocolizado en la citada Oficina
de Registro Público 23-marzo-1964, Nº 253, folios 158 al 159, Protocolo Primero,
Tomo Adicional, Primer Trimestre 1964 (f. 50 al 53, 1ª pieza) como se lee en el
citado documento que se impugna: “Hacemos constar que el inmueble aquí vendido
es el mismo a que se refiere el documento Nº 253, protocolo 1 adicional, 1er
trimestre de 1964 de la Oficina Subalterna de Registro citado, el cual fue anulado
según sentencia judicial protocolizada en esa Oficina de Registro, bajo el Nº 1, tomo
2, protocolo 1, 4to. Trimestre de 1965..”, además, aparece afectado de una medida
de prohibición de enajenar y gravar, como se demuestra según oficio Nº 0970-664
del 21-octubre-1965 (f. 90 al 92, 1ª pieza), decretada por el Juzgado de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y Penal de la Circunscripción Judicial Estado Nueva
Esparta, que de conformidad con lo previsto en el art (sic) 374 del C.P.C. (sic) del
1916 vigente para la fecha 17-julio-1984, cuando se realizó el documento, cuyo
asiento registral se impugna, establecía: “…se considerarán inexistente la
enajenación o el gravamen que se hubieren protocolizado después de decretada y
comunicada al Registrador la prohibición de enajenar y gravar”. Con la prueba
documental producida queda probado plenamente lo alegado en la impugnación de
la inscripción registral, haciéndola procedente.
Segundo: La impugnación del asiento registral intentada contra Marianny Rosas
Rosas, correspondiente al documento protocolizado en la Oficina de Registro
Público el 29-septiembre-1998, Nº 2, folios 8 al 13, tomo 23, Protocolo Primero,
enajenación en el contenida, ya que el documento inmediato anterior, esto es, el
documento registrado el 17-julio-1984, bajo el Nº 9, folios 30 al 33, Protocolo
Primero, Tomo II, Tercer Trimestre de 1984 (f. 44 al 49, 1ª pieza) indicado
anteriormente, por ser inexistente, como se ha demostrado, hace inexistente a éste
asiento registral o se considera radicalmente nulo y sin efecto la enajenación en el
contenida; sabiendo que la inexistencia es la nada y de la nada no nace derecho,
como fundamentada, también, en las reglas jurídicas de que “nadie puede transferir
más derecho del que tiene” ó (sic) “resuelto el derecho del que da, se resuelva el
derecho de quien recibe”. Por tanto, lo alegado en ésta impugnación del asiento
registral queda demostrado como consecuencia de la inexistencia del documento
registrado el 17-julio-1984, es decir, que siendo inexistente éste documento
registrado, lógicamente, no puede transmitir efectos jurídicos al documento
registrado posteriormente de fecha 29-septiembre-1998, objeto de la presente
impugnación registral. De tal manera, que existiendo plena prueba de lo alegado es
procedente la referida impugnación registral.
Tercero: A la acción reivindicatoria intentada contra Marianny Rosas Rosas prevista
en el artículo 548 del Código civil que para su procedencia se requiere cumplir con
las condiciones siguientes: 1) el carácter de propietario de la parte actora; 2) la
condición de tenedor o poseedor por parte del demandado; y 3) la identificación de
la cosa que reivindica, es decir, que esta sea la misma que posee el demandado.
A la primera condición, que se refiere al carácter de propietario de la parte actora,
nuestra representada, en su condición de actor, trae a los autos las distintas ventas
sucesivas, desde el propietario originario hasta su título adquisitivo que lo hace
propietario del bien a reivindicar, haciendo la prueba diabólica sobre su titularidad.
En efecto, consta en los autos del presente expediente: 1) Copia certificada de los
documentos donde la comunidad de Indígenas “Francisco Fajardo” le transfiere la
propiedad del bien inmueble a Héctor Díaz, protocolizados en al (sic) Oficina de
Registro Público del Distrito Mariño de este Estado el 23-marzo-1964, Nº 252,
Protocolo primero, Tomo único dic, Primer Trimestre de 1964 (f. 32 al 35, 1ª pieza),
en fecha 29-marzo-1969, Nº 54, folios vt. 94 al 97, protocolo primero, tomo (sic),
tercer trimestre 1969 (f. 36 al 43, 1ª pieza); 2) Copia certificada del documento de
venta de Héctor Díaz a Carmen Leticia Urbano protocolizado en la citada Oficina de
registro el 31-enero-1969, Nº 41, tomo 1, folios 68 al 70, protocolo primero, primer
trimestre de 1969 (f. 26 al 31, 1ª pieza); 3) Copia certificada del documento de venta
de Carmen Leticia Urbano a Gregorio Vásquez Alfonzo, protocolizado en la citada
Oficina de Registro el 3-febrero-1969 (f. 22 al 25, 1ª pieza); y 4) Copia certificada
del documento de cesión que le hace Gregorio Vásquez Alfonzo a Administradora e
Inmobiliaria Su Casa, C.A., inscrito en la citada Oficina de registro el 30-
septiembre-1975, Nº 182, folios 127 al 128, protocolo I, Tomo I, tercer trimestre de
1975 (f. 14 al 15, 1ª pieza). Dichas pruebas documentales ó (sic) instrumentos
públicos demuestran la condición de propietario de la demandante, nuestra
representada.
A la segunda condición, referente al carácter de tenedor o poseedor de la
demandada. En efecto, la demandad Marianny Rosas Rosas al dar contestación a la
demanda por ante la Jueza Unipersonal Nº 2 de la Sala de Juicio Única del Tribunal
de Protección del Niño y del Adolescente de la Circunscripción Judicial del Estado
(sic) Nueva Esparta, expreso: “…Esta venta fue realizada por mis mandantes con el
carácter de propietarios-poseedores, pues ellos lo habían adquirido, como consta del
documento asentado en la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño, donde está inscrito bajo el Nº 2, tomo 23, protocolo primero, tercer
trimestre, de fecha veintinueve (29) de septiembre de 1998 y, claro esta que
mediante la venta efectuada, mis mandantes, obviamente, hicieron entrega del bien y
el tracto adecuado de lo vendido al comprador”. (f. 161 al 163, 2ª pieza). Con dicha
exposición la demandada admite, a tenor del artículo 461 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, que era poseedora del bien que se reivindica
desde el 29-septiembre-1998 hasta el 21-febrero-2002, cuando es enajenado,
después de la demanda judicial, mediante documento protocolizado en el Registro
de Mariño de este Estado, hallándose a derecho conforme el art. (sic) 26 C.P.C. (sic)
y notificada legalmente conforme el artículo 416 de la Ley Orgánica para la
Protección del Niño y del Adolescente, dada la resolución de notificación dictada
por el Tribunal y mediante boleta firmada el 7-12-2001, y que corre a los folios 187
de la primera pieza. De esta forma se demuestra la segunda condición de la acción
reivindicatoria.
Y la tercera condición, la identidad del bien a reivindicar, aparece de los autos
demostrada, mediante la experticia evacuada, que corre a los folios 4 al 15, 3ª pieza,
señalándose en las conclusiones del informe: “Del trabajo realizado se puede
determinar que la porción de terreno que en demanda reivindicatoria reclama la
parte actora, se encuentra dentro del área de terreno que Marianny del Valle Rosas”.
Como se observa de los autos, mediante la demostración plena, existe la
concurrencia de los requisitos exigidos por el art. (sic) 584 del Código Civil, que
hace precedente la acción reivindicatoria.
También, se observa de los autos, la evidencia que la demandada Marianny Rosas
Rosas ha enajenado por hecho propio, después de haberse intentado la presente
demanda, el bien objeto de reivindicación, al dar contestación a la demanda y
manifestar: “mis mandantes dieron legítimamente en venta, el bien inmueble que
señala la parte actora como objeto de reivindicación y el documento contentivo de
éste acto jurídico quedo debidamente protocolizado por ante la Oficina Subalterna
del registro Público del Municipio Mariño del Estado (sic) Nueva Esparta en fecha
veintiuno (21) de febrero de 2002, bajo el Nº 50, folios 372 al 378, protocolo
primero, tomo 7, el cual anexo signado con la letra “B” (f. 161, 2ª pieza). Adoptando
con ello la normativa sancionatoria prevista en el artículo 548 del Código Civil que
reza: (omissis) (…)
Primero: Por haber emitido el Tribunal de la causa pronunciamiento sobre la acción
de nulidad absoluta de asiento registral intentado contra Marianny Rosas Rosas, por
inexistente e ineficaz el documento protocolizado en la citada Oficina de Registro
Público el 29-septiembre-1998, Nº2, folios 8 al 13, tomo 23, Protocolo Primero,
tercer trimestre 1998, solicitamos a este Tribunal de Alzada, de conformidad con el
ordinal 5, artículo 243 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con el
artículo 244 ejusdem, declare la nulidad de la presente sentencia; a la vez, con base a
lo alegado y probado en los autos declare con lugar la referida acción de nulidad de
asiento registral intentada contra Marianny Rosas Rosas, quien ha quedado confesa,
por no haber dado contestación a la demanda en su oportunidad procesal, con lo cual
admitió como ciertos los hechos señalados en el libelo de demanda, a tenor del art.
(sic) 461 de la Lopna, en concordancia con el art. (sic) 362 C.P.C. (sic), por
remisión del art. (sic) 452 de la Lopna.
Segundo: Con base en los razonamientos antes expuestos que demuestran la falta de
fundamentación legal del Tribunal de la causa para declarar nula la experticia
promovida por nuestra representada, solicitamos a este Tribunal de Alzada declare
evacuada conforme a derecho la referida experticia y, por consiguiente, la aprecie en
todo su valor probatorio.
Tercero: En razón a lo anteriormente expuesto, solicitamos a este tribunal Superior
declare contrario al derecho la decisión dictada por el Tribunal a-quo referente a la
falta de cualidad pasiva de la demandada Marianny del Valle Rosas Rosas en este
proceso, por falta de aplicación de lo preceptuado en el artículo 548 del Código
Civil, y, consecuencialmente, improcedente la defensa de falta de cualidad de la
referida codemandada.
Cuarto: Con base a lo alegado y probado en autos, solicitamos a este Tribunal de
Alzada declare no ajustado al derecho la decisión dictada por el Tribunal a-quo
referente a la defensa de usucapión o prescripción adquisitiva decenal opuesta por
Antoniette Machaalani y Tania Younes Machaalani a la acción de nulidad absoluta
de asiento registral intentada por nuestra representada en este proceso y,
consecuencialmente, improcedente la defensa de usucapión o prescripción
adquisitiva decenal opuesta por las referidas codemandadas a la acción de nulidad
absoluta de asiento registral intentada por nuestra representada en este proceso.
Quinto: Como se observa de los autos, mediante la demostración plena, existe la
concurrencia de los requisitos exigidos por el art. (sic) 584 del Código Civil, que
hace procedente la acción reivindicatoria, solicitamos a este Tribunal Superior la
declare con lugar. Así mismo, como aparece evidenciado de los autos, que la
demandada Marianny Rosas Rosas ha probado dejar de poseer el bien a reivindicar
por hecho propio, cuya conducta obedece a la intención de eludir su responsabilidad
en el juicio, es por ello, que conforme el (sic) art. (sic) 548 del Código Civil,
solicitamos a éste Tribunal Superior, al momento de dictar sentencia, obligue a la
demandada Marianny Rosas Rosas recobre a su costa la porción de terreno objeto
del presente juicio de reivindicación y, si así no lo hiciere, a pagar su valor.
Sexto: Con base a lo alegado y probado en los autos, solicitamos a este Tribunal
Superior declare con lugar la acción de nulidad absoluta de asiento registral
intentado contra Antoniette Machaalani, Tania Younes, Salid Younes y Claudia
Younes, por ser inexistente e ineficaz el documento protocolizado en la Oficina de
Registro Público del Distrito Mariño del Estado (sic) Nueva Esparta el 17-julio-
1984, Nº 9, folios 30 al 33, Protocolo Primero, Tomo II, tercer Trimestre de 1984, se
halla plenamente demostrado por provenir, según confesión de los propios
otorgantes, del documento protocolizado en la citada Oficina el 23-marzo-1964, Nº
253, folios 158 al 159, protocolo primero, Tomo adicional, primer Trimestre de
1964, afectado el bien inmueble en el contenido, de medida de prohibición de
enajenar y gravar, como se evidencia por la copia certificada, antes citada y
existente en los autos (f. 90 al 92, 1ª pieza), expedida por la citada Oficina de
Registro Público del oficio Nº 0970-664, remitida por el Juzgado de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil y Penal de la Circunscripción Judicial de éste Estado
en fecha 21-octubre-1965, por lo que resulta ser objeto de la sanción establecida en
el artículo 374 del Código de Procedimiento Civil derogado, vigente para el 17-
julio-1984, y norma aplicable para ese momento en que se realiza dicho documento
de venta, que establece “se considerarán inexistentes la enajenación o el gravamen
que se hubieren protocolizado después de decretada y comunicada al registrador la
prohibición de enajenar y gravar”. Norma aplicable de conformidad con el principio
general “el tiempo rige al acto” (tempos regitactum), según el cual los actos y
relaciones de la vida real se regulan por la ley vigente al tiempo de su realización,
principio que se aplica en el derecho venezolano en virtud del principio
constitucional de la irretroactividad de la ley. De igual manera, dicho documento
protocolizado el 17-julio-1974, que se impugna por ser inexistente, no genera
efectos contra terceros, conforme lo establece el art. (sic) 1924 del Código Civil, ya
que el documento protocolizado el 23-marzo-1964, Nº 253, título inmediato, por
hallarse afectado por decreto de medida de prohibición de enajenar y gravar
protocolizada en el citado Registro de Mariño el 21-octubre-1965, no podía, por
cualquier título, conceder o transmitir derechos a terceros. Por consiguiente, es
inexistente e ineficaz el documento protocolizado en la citada Oficina de registro el
17-julio-1984, Nº 9, folios 30 al 33, Protocolo Primero, Tomo II, Tercer Trimestre
de 1984, que corre a los folios 44 al 49, 1ª pieza, por lo que solicitamos así sea
declarado. (….)”.
PUNTOS PREVIOS.
En primer lugar pasa este Tribunal a emitir pronunciamiento sobre la falta de
cualidad e interés de la parte demandada para sostener el presente juicio, opuesta por
la representación judicial de la ciudadana MARIANNY DEL VALLE ROSA, quien
entre otras cosas señala que su condición de sujetos de demanda reivindicatoria es
inexistente en atención a la legitima razón de no ser detentadores, poseedores ni
mucho menos propietarios del referido bien y si no fuere así se estaría violando el
artículo 548 del Código Civil.
Debemos señalar, lo que dispone el artículo 361 del Código de Procedimiento Civil,
en relación a las defensas que puede invocar el demandado en la contestación de la
demanda en cuanto a la falta de cualidad activa o pasiva:
“En la contestación de la demanda el demandado deberá expresar con claridad si la
contradice en todo o en parte, o si conviene en ella absolutamente o con alguna
limitación, y las razones, defensas o excepciones perentorias que creyere
conveniente alegar.
Junto con las defensas invocadas por el demandado en la contestación podrá éste
hacer valer la falta de cualidad o la falta de interés en el actor o en el demandado
para intentar o sostener el juicio, y las cuestiones a que se refieren los ordinales 9°,
10° y 11° del artículo 346, cuando estas últimas no las hubiese propuesto como
cuestiones previas.
Si el demandado quisiese proponer la reconvención o mutua petición o llamar a un
tercero a la causa, deberá hacerlo en la misma contestación.”
En este sentido, la norma establecida en el artículo 361 del Código de procedimiento
civil, descrita anteriormente, se refiere a diversas actitudes del demandado frente a la
demanda del actor, en la cual puede contradecir, convenir, señalar las razones,
defensas o excepciones perentorias, así como la falta de cualidad del actor o del
demandado para sostener el juicio, en razón de que la legitimación es la cualidad
necesaria de las partes para instaurar y mantener un proceso.
Igualmente, podemos definir a la cualidad, como el derecho o potestad para ejercitar
determinada acción, teniendo a su vez interés legítimo y actual.
Luís Loreto, en su texto Ensayos Jurídicos, (1987) quien destacó, en lo relativo a las
Teorías de las faltas de Cualidad, lo siguiente:
Teoría sobre la cualidad: Tiene por contenido y finalidad resolver el problema
fundamental que consiste en saber quienes son, en un proceso las partes legítimas
(…) la cualidad, en sentido amplísimo, es sinónima de legitimación, en esta
acepción, la cualidad no es una noción específica o peculiar al derecho procesal,
sino que se encuentra a cada paso en el vastísimo campo del derecho, tanto público
como privado. Es donde se discute acerca de la vinculación de un sujeto a un deber
jurídico, planteándose un problema de cualidad o de legitimación (…) vinculación
de un sujeto a un deber jurídico (…)”.
El problema de la cualidad: Entendido de esta manera, se resuelve en la
demostración de la identidad entre la persona que se presenta ejercitando
concretamente un derecho o poder jurídico, o la persona contra quien se ejercita, y el
sujeto que es su verdadero titular u obligado concreto (…) identidad lógica entre la
persona a quien la ley concede el derecho o poder jurídico o la persona contra quien
se otorga, y la persona que lo hace valer y se presenta ejercitándolo como titular
efectivo o contra quien se ejercita de tal manera (…)”.
La Doctrina Moderna del Proceso: Ha tomado del derecho común la expresión de
legitimación a la causa: legitimatio ad causam, para designar este sentido procesal
de la noción de cualidad, y distinguirla bien de la llamada legitimación al proceso:
legitimatio ad procesum y según aquella se refiere al actor o al demandado, la llama
legitimación a la causa activa o pasiva: legitimatio ad causam activa y pasiva (…)
fácil es comprender como dentro de esa concepción de la acción, basta en principio,
para tener cualidad el afirmarse titular de un interés jurídico sustancial que se hace
valer en nombre propio.
En materia de cualidad, el criterio general se puede formular en los siguientes
términos: toda persona que se afirme titular de un interés jurídico propio, tiene
cualidad para hacerlo valer en juicio (cualidad activa), y toda persona contra quien
se afirme la existencia de ese interés, en nombre propio, tiene a su vez cualidad para
sostener el juicio (cualidad pasiva) (…) la falta de correspondencia lógica entre el
titular de la relación jurídico sustancial y el titular de la acción, considerada desde el
punto de vista concreto, es lo que constituye la falta de cualidad en sentido amplio.
Por lo que, la cualidad o legitimatio ad causam, se reitera que la misma es un juicio
de relación y no de contenido, donde existe esa relación jurídica entre el demandante
concreto y aquel a quien la ley da la acción, es decir, la posibilidad de pretender la
satisfacción de su pretensión (demandante abstracto), y la posibilidad de sostener el
juicio como demandado.
Quiere decir, que en un proceso no debe instaurarse entre cualesquiera sujetos, sino
precisamente entre aquellos que se encuentran frente a la relación material o interés
jurídico controvertido en la posición subjetiva de legítimos contradictor, por
afirmarse titulares activos y pasivos de dicha relación.
En este sentido, debemos señalar lo que la doctrina clásica ha considerado a la
legitimación como un requisito constitutivo de la acción, en tal forma que el defecto
de legitimación provoca una sentencia de mérito, desestimatoria de la demanda,
porque la acción no puede nacer sin la legitimación.
La legitimación es un requisito o cualidad de las partes, porque estas son el sujeto
activo y el sujeto pasivo de la pretensión que se hace valer en la demanda, y por lo
tanto, como sujetos de la pretensión, es necesario que tengan legitimación, esto es,
que se afirmen titulares activos y pasivos de la relación controvertida,
independientemente de que la pretensión resulte fundada o infundada.
Así para ostentar de legitimidad debe tenerse igualmente capacidad, la cual la define
Calamandrei de la siguiente manera: “Que pueden ser parte, esto es, sujetos de una
relación jurídica procesal, todas las personas, físicas y jurídicas, que pueden ser
sujetos de relaciones jurídicas en general, esto es, todos aquellos (hombres o entes)
que tienen la capacidad jurídica”.
Ahora bien, distinta a la capacidad de ser parte es la capacidad procesal, pues la
capacidad de ser parte como señalamos con anterioridad pertenece a toda persona
física o moral que tiene capacidad jurídica o de goce, mientras que la capacidad
procesal pertenece solamente a las personas que tienen el libre ejercicio de sus
derechos, esto es, la capacidad de obrar o de ejercicio del derecho civil.
En este sentido, cuando en algunas de las partes intervinientes en el proceso, se
observa el defecto de legitimación activa o pasiva, ésta puede plantearse como
excepción de inadmisibilidad de la demanda, bien como cuestión previa (in
liminelitis), o junto con las demás defensas perentorias o de fondo, para que sea
resuelta en capítulo previo en la sentencia definitiva, y en este caso, declarada con
lugar el defecto de legitimación, el Juez no entra a examinar el mérito de la causa y
simplemente desecha la demanda y no le da entrada al juicio, quiere decir, que si las
partes son realmente titulares activos o pasivos de la relación, sólo podrá saberse al
final de proceso, en la sentencia de mérito.
En consecuencia, no hay que confundir la legitimación con la titularidad del derecho
controvertido. La titularidad del derecho o interés jurídico controvertido, es una
cuestión de mérito, cuya existencia o inexistencia dará lugar, en la sentencia
definitiva, a la declaratoria con lugar o sin lugar de la demanda; mientras que el
defecto de legitimación da lugar a una sentencia de rechazo de la demanda por falta
de legitimación, de alguna de las partes por no ostentar esa cualidad de instaurar o
soportar un juicio, por lo que el Juez no conocerá del fondo de la causa tal y como
fue señalado anteriormente.
Sobre este mismo particular, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de
Justicia, en sentencia de fecha 14 de Julio de 2003, caso P. Musso, señalo lo
siguiente:
“…Anteriormente se confundían, los conceptos de legitimación de las partes, con la
titularidad del derecho solicitado y con el interés personal necesario para accionar.
La cualidad o legitimación ad causam, es un problema de afirmación del derecho, es
decir, está supeditada a la actitud que tome el actor en relación a la titularidad del
derecho. Si la parte actora se afirma titular del derecho entonces está legitimada
activamente, si no entonces carece de cualidad activa.
Incluso la legitimación pasiva está sometida a la afirmación del actor, porque es éste
quien debe señalar que efectivamente el demandado es aquél contra el cual se quiere
hacer valer la titularidad del derecho.
El Juez, para constatar la legitimación de las partes no revisa la efectiva titularidad
del derecho porque esto es materia de fondo del litigio, simplemente observa si el
demandante se afirma titular del derecho para que se dé la legitimación activa, y si el
demandado es la persona contra la cual es concedida la pretensión para la
legitimación o cualidad pasiva…”
La legitimidad se encuentra establecida en el Ordenamiento Jurídico Venezolano en
virtud de los principios de economía procesal y seguridad jurídica, debido a que ella,
le permite al estado controlar que el aparato jurisdiccional sea activado sólo cuando
sea necesario y que no se produzca la contención entre cualesquiera de los
intervinientes, sino entre aquellas en las cuales ciertamente existe un interés jurídico
susceptible de tutela judicial.
Así pues, tal principio encuentra su excepción en la doctrina patria, establecida en la
obra Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo II Teoría General del
Proceso, del insigne procesalista Dr. Arístides RengelRomberg, en el cual, y entre
otras consideraciones el autor analiza la falta de cualidad o legitimación ad causam,
estableciendo:
“… (Omissis)…La legitimación es la cualidad necesaria de las partes. El proceso no
debe instaurarse indiferentemente entre cualesquiera sujetos, sino precisamente entre
aquellos que se encuentran frente a la relación material o interés jurídico
controvertido en la posición subjetiva de legítimos contradictores, por afirmarse
titulares activos y pasivos de dicha relación…”
“…(omissis)…En algunos casos la legitimación está atribuida conjuntamente a
varias personas, como ocurre en el litis consorcio necesario en el cual la decisión no
puede pronunciarse, aunque el derecho exista, sino frente a varias partes, que deben
contradecir en el mismo proceso…(omissis)…de tal manera que la omisión de uno
de tales sujetos en la demanda, origina el defecto de legitimación, toda vez que ésta
corresponde en conjunto a los sujetos mencionados y no a cada uno de ellos
aisladamente considerados, defecto que puede alegarse en la contestación de la
demanda…(omissis)…”.
Alega la representación judicial de la ciudadana MARIANNY DEL VALLE
ROSAS, que el inmueble objeto de la operación de compraventa cuya nulidad se
demanda no le pertenece en la actualidad, ni es poseedora ni detentadora del bien,
por lo que carece de legitimación pasiva para atender el presente juicio. A este
respecto el Tribunal le observa a la representación judicial dela demandada que,
siendo su representada la vendedora en una de las operaciones de compraventa cuya
nulidad de asiento registral y reivindicación se demanda, le otorga legitimación
pasiva para atender el presente juicio, ya que, eventualmente, la sentencia que
recaiga en el presente proceso pudiera afectar sus intereses patrimoniales; amén de
que se está en presencia de un litis consorcio necesario en el cual la decisión debe
pronunciarse frente a todas las partes intervinientes. Así se declara.
PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN
En su escrito de contestación de la demanda el apoderado Judicial de las co-
demandadas ANTOINTTE MACHALAANI y TANIA YOUNES, opone como
defensa e fondo la prescripción de la acción interpuesta contra sus representadas de
nulidad de asiento registral de conformidad con el artículo 1979 del Código Civil, al
haberse propuesto la acción cuando había transcurrido catorce años, dos meses y
doce días, después de la adquisición por el causante de sus mandantes, la cual tuvo
lugar el 17 de julo de 1984 y luego 14 años, dos meses y 12 dias fue vendido por
mis representados como sus causahabientes, (29-09-98), por lo que habían
transcurrido diez años de posesión legítima ininterrumpida, por lo que si alguien
tenía supuestos derechos sobre el inmueble, debió ejercer la correspondiente acción,
dentro del lapso prescriptivo que señala el artículo 1979 del Código Civil.
Ahora bien, la norma del artículo 1979 del Código Civil está referida a la nulidad
absoluta de una convención; el Tribunal observa que la solicitud del demandante es
que sea declarado nulo de nulidad absoluta el asiento registral de fecha 17 de julio
de 1984 y del asiento registral de fecha 29 de septiembre de 1998, lo cual conlleva a
la nulidad absoluta del contrato de compraventa contenido en dicho acto; por lo que,
por aplicación del principio IURA NOVIT CURIA esta juzgadora pasa a examinar
la procedencia o improcedencia de la nulidad absoluta del asiento registral de fecha
17 de julio de 1984 y del asiento registral de fecha 29 de septiembre de 1998.
Para el momento de interposición de la presente demanda (18/12/2001) habían
transcurrido más de diecisiete (17) años, desde la fecha de protocolización del
documento cuyo asiento registral se demanda (17/07/1984) y tres años (03) años
desde la fecha de protocolización del otro documento cuyo asiento registral se
demanda, por los mismos adquirieron los EFECTOS ERGA OMNES que le
atribuye la normativa legal, siendo que el registro de dicha operación la hace
oponible a terceros, aun cuando éstos no hayan participado en dicho acto, por cuanto
el hecho de la protocolización de los actos de compraventa les otorga valor de plena
prueba, desde la fecha misma de la protocolización.
Ahora bien, no sólo que los actos regístrales cuya nulidad se demanda tenían, para el
momento de presentación de la presente demanda, más de diecisiete (17) años, lo
que hace que para el momento de interposición de la presente demanda se hubiese
verificado no sólo la prescripción de cinco años para demandar la nulidad relativa
establecida en el artículo 1.346 del Código Civil, sino también las prescripciones
decenales establecidas en los artículos 1.977 y 1.979 del Código Civil para
demandar la nulidad absoluta. Establecen los mencionados artículos de la norma
sustantiva:
Artículo 1977: “Todas las acciones reales se prescriben por veinte años y las
personales por diez, sin que pueda oponerse a la prescripción la falta de título ni de
buena fe, y salvo disposición contraria de la Ley…”
Artículo 1.979: “Quien adquiere de buena fe un inmueble o un derecho real sobre un
inmueble, en virtud de un título debidamente registrado y que no sea nulo por
defecto de forma, prescribe la propiedad o el derecho real por diez años, a contar de
la fecha del registro del título”.
Dado que desde el 17 de julio de 1984, fecha de la protocolización del acto cuya
nulidad se demanda y la fecha de interposición de la presente acción de nulidad
intentada por Inmobiliaria SU CASA C. A., contra ANTOINETTE MACHAALANI
VDA. DE YOUNES, CLAUDIA JOSEPH Y WALID JOSEPH YOUNES
MACHAALANI y TANIA JOSEPH YOUNES MACHAALANI, sucesores de
Joseph Saad Younes y MARIANNY DEL VALLE ROSAS ROSAS, transcurrieron
más de diescisiete (17) años; es que se ha producido el hecho que sirve de
fundamento para la procedencia en derecho de la prescripción de la acción de
nulidad absoluta del acto registral, prevista, a criterio de un sector de la doctrina, en
los artículos 1.977 y 1.979 del Código Civil. Así se decide.
DE LA ACCION REIVINDICATORIA.
Así, es claro que la acción propuesta es la prevista en el artículo 548 del Código
Civil, que establece…
“el propietario de una cosa tiene el derecho de reivindicarla de cualquier poseedor o
detentador, salvo las excepciones establecidas por las leyes. Si el poseedor o
detentador, después de la demanda judicial ha dejado de poseer la cosa por hecho
propio, está obligado a recobrarla a su costa por cuenta del demandante, y así lo
hiciera, a pagar su valor, sin perjuicio de la opción que tiene el demandante para
intentar su acción contra el nuevo detentador o poseedor”. (Negrillas añadidas).
En tal sentido, corresponde señalar que la Sala de Casación Civil del Tribunal
Supremo de Justicia, en sentencia No. 01201 de fecha 06 de agosto de 2009,
determinó que la acción reivindicatoria es aquella que puede ejercer el propietario
que no posee contra el poseedor que no puede alegar un título jurídico como
fundamento de su posesión, y su finalidad no es otra que recuperar la posesión sobre
la cosa de la que el actor se vio despojado y obtener la declaratoria del derecho de
propiedad discutido por el poseedor legítimo.
En cuanto a los requisitos de procedencia tenemos: a) que quien invoque el derecho
demuestre la propiedad que le asiste sobre la cosa cuya restitución pretende y de la
cual deriva el dominio que ha ejercido él y sus causantes sobre dicha cosa b) la
existencia real de la cosa que se aspira a reivindicar y c) que efectivamente dicha
cosa esté detentada por el demandado, es decir, que para que pueda prosperar la
acción reivindicatoria, el actor debe probar en primer lugar, que esta investido de la
propiedad de la cosa; en segundo lugar, que el demandado la posee indebidamente y
que la cosa de la que se dice propietario es la misma cuya detentación ilegal imputa
a la parte demandada.
La falta de cualquiera de estos requisitos, esto es, de no existir prueba fehaciente de
que el actor sea el propietario del inmueble del cual solicita su reivindicación o de
haber alguna duda en lo relativo a la coincidencia de este bien con el detentado o
poseído por la persona a quien se le exige su devolución, el sentenciador
inevitablemente tendría que declarar sin lugar la demanda, y en el caso de bienes
inmuebles tocará al actor aportar no sólo la sustentación de su título como
propietario sino todos los instrumentos que permitan determinar sus linderos,
superficie, ubicación geográfica y demás características del inmueble, para luego
demostrar la coincidencia parcial o total con el inmueble poseído o detentado por el
demandado, dado que -se reitera- uno de los aspectos fundamentales de este tipo de
acciones es la determinación de la identidad del bien cuya reivindicación se pretende
con el que supone está en posesión del demandado sin cuya verificación como
requisito de procedencia la pretensión reivindicatoria sucumbe y respecto a la
identidad de un bien inmueble se requiere la prueba de experticia con el objeto de
establecer con certeza que el bien supuestamente ocupado por el demandado es el
mismo que se pretende reivindicar en función de su extensión, ubicación y linderos;
ya que no existiendo un objeto individualizado mal podría determinarse sobre qué
recae el derecho real cuyo reconocimiento se pretende.
Siendo así, al demandante le corresponde la carga de probar el fundamento de su
demanda, sin que el demandado esté obligado a aducir prueba alguna para la
conservación de su posesión. De allí, que la prueba del actor debe producirse en
forma acumulativa y concurrente. Esto es, que el actor con los medios legales de que
dispone tiene la carga procesal de llevar al Juez el convencimiento pleno y seguro de
que la cosa poseída por el adversario le pertenece, su identificación y además que el
demandado la posee ilegalmente, de acuerdo a los artículos 1.354 del Código Civil,
en concordancia con el artículo 506 del Código Civil.
Por su parte la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nº
1325 de fecha 26 de julio de 2007 precisó:
“Respecto a la acción reivindicatoria, recientemente esta Sala ha señalado lo
siguiente:
“(…) Partiendo del contenido del precepto transcrito, dicha acción se ha definido
como aquella que puede ejercer el propietario que no posee contra el poseedor que
no puede alegar un título jurídico como fundamento de su posesión, y su finalidad
no es otra que recuperar la posesión sobre la cosa de la que el actor se vio despojado
y obtener la declaratoria del derecho de propiedad discutido por el poseedor
ilegítimo. De modo que corresponde al actor la carga de probar su derecho de
propiedad así como la posesión por parte del demandado sobre el bien inmueble
objeto de su pretensión; faltando lo primero el demandante sucumbirá en el juicio
aun cuando el accionado no demuestre su derecho sobre la cosa. Asimismo, debe
resaltarse que si la adquisición del inmueble es derivada, el interesado deberá
exhibir el título por el cual adquirió dicho bien y justificar, igualmente, el derecho
del transferente, dado el principio conforme al cual nadie puede transferir más
derechos de los que realmente tiene.
La procedencia de la acción vendrá determinada, entonces, por la comprobación de
las circunstancias siguientes:
a. El derecho de propiedad o dominio del actor (reivindicante).
b. El hecho de encontrarse el demandado en posesión de la cosa que pretende
reivindicarse.
c. Que se trate de una cosa singular reivindicable.
d. .Que exista una identidad entre el bien cuyo dominio se pretende y el que detenta
el demandado (…)”. (Resaltado de la Sala) (Vid. Sentencia N° 01558, de fecha 20
de junio de 2006).
Atendiendo a los referidos requisitos, la acción reivindicatoria corresponde
exclusivamente al propietario contra el poseedor; por tal razón recae sobre el actor la
carga de probar su derecho de propiedad, demostrando que la cosa a reivindicar es
idéntica a la poseída por el demandado.” (Negrillas propias, subrayado añadido).
De igual modo, en sentencia Nº 731, de fecha 26 de abril de 2007, dictada por la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia reiteró lo antes expuesto.
Más recientemente la Sala de Casación Civil, de manera exhaustiva analizó
detalladamente los requisitos mediante sentencia Nº 10-427, de fecha 17 de marzo
de 2011, señalando en parte:
“Asimismo, estima la Sala que si el juez de alzada al verificar los presupuestos
concurrentes a los cuales se encuentra condicionada la acción de reivindicación
considera que se han demostrado: El derecho de propiedad del reivindicante; la
posesión del demandado de la cosa reivindicada y la identidad de la cosa
reivindicada, debería declarar con lugar la acción de reivindicación si el demandado
no logra demostrar el derecho de posesión del bien que se demanda en
reivindicación al asumir una conducta activa y alega ser el propietario del bien,
pues, su posesión seria ilegal, ya que posee, usa y disfruta el inmueble sin ser el
propietario del bien.
No obstante, si el demandado consigue demostrar su derecho a poseer el bien que
ocupa, debería el juez de alzada declarar sin lugar la acción de reivindicación, ya
que el demandado puede alegar y comprobar que su posesión es legal, pues, es
factible que entre el demandante y el demandado exista una relación contractual
sobre el bien objeto del litigio, como sería un arrendamiento, comodato o un
depósito, así como también puede demostrar mediante instrumento público que
posee o detenta el bien de manera legal y legítima, caso en el cual, pese a demostrar
el demandante que es el propietario del bien que pretende reivindicar, sin embargo,
faltaría uno de los presupuestos concurrentes como sería el hecho de la falta de
poseer del demandado”.
Siendo así, al demandante le corresponde la carga de probar el fundamento de su
demanda, sin que el demandado esté obligado a aducir prueba alguna para la
conservación de su posesión. De allí, que la prueba del actor debe producirse en
forma acumulativa y concurrente. Esto es, que el actor con los medios legales de que
dispone tiene la carga procesal de llevar al juez el convencimiento pleno y seguro de
que la cosa poseída por el adversario le pertenece, su identificación y además que el
demandado la posee ilegalmente, de acuerdo a los artículos 1.354 del Código Civil,
en concordancia con el artículo 506 del Código Civil.
Ello así, a los fines de demostrar la propiedad y que su presentada es propietaria de
una porción de terreno, ubicado en la calle Guaiquerí del sector Genovés de la
ciudad de Porlamar, Municipio Mariño del estado Nueva Esparta, con una superficie
de cinco mil seiscientos (5.600) metros cuadrados cuyas medidas y linderos son los
siguientes: Norte: en doce (12) metros con calle Guaiquerí; Sur: cuarenta y cuatro
(44) metros con cerca del aeropuerto viejo; este: doscientos once (211) metros con
sesenta y ocho (68) centímetros con calle en observación y oeste: en doscientos doce
(212) metros con cincuenta (50) centímetros con terrenos de supercable Alk
Internacional, C.A. y Diana Irausquín de Vásquez y que esa porción de terreno era
parte de mayor extensión de terreno, que comprendía una superficie de doce mil
novecientos sesenta y tres (12.963) metros cuadrados y cuyas medidas y linderos
eran los siguientes: Norte: en sesenta (60) metros con calle Guaiquerí; Sur: en
sesenta (60) metros con cerca del aeropuerto viejo; este: en doscientos once (211)
metros con sesenta y ocho (68) centímetros; con calle en observación y oeste: en
doscientos dieciséis (216) metros con noventa y cinco (95) centímetros, le pertenece
a su representada Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. por adquirirla
mediante cesión que le hace Gregorio Vásquez Alfonso, según documento
protocolizado en la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio Mariño de
este Estado el día 30 de septiembre de 1975, bajo el N° 182, folios 127 al 128,
protocolo I, Tomo 1, tercer trimestre de 1975 (…) y que luego son rectificados sus
linderos sus medidas según documento registrado en la citada oficina de Registro el
día 6-diciembre-1996 (sic), bajo el Nº 7, folios 88 al 92, protocolo primero, tomo 19,
cuarto trimestre de 1996.
Que dicha porción de terreno es lo que le queda de la mayor extensión a su
representada Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. después de venderle a
Diana Irausquín de Vásquez una parte de dicha extensión de tierra, cuyos linderos y
medidas son las siguientes: Norte: en cuarenta y ocho (48) metros, con la calle
Guaiquerí; Sur: en dieciséis (16) metros, cerca del aeropuerto viejo; este: en
doscientos doce (212) metros, con cincuenta (50) centímetros (sic) con terreno que
le queda a Administradora e Inmobiliaria Su casa, C.A. y oeste: doscientos dieciséis
(216) metros con noventa y cinco (95) centímetros (sic) con terrenos de Héctor Díaz,
con una superficie de siete mil trescientos sesenta y tres (7.363) metros cuadrados,
según documento protocolizado en la citada Oficina de Registro en fecha 6-
diciembre-1996 (sic), que es el mismo donde se hace la referida rectificación de
medidas (…) quedándole, por tanto, a su representada Administradora e Inmobiliaria
Su Casa, C.A. de los doce mil novecientos setenta y tres (12.963) metros cuadrados
la porción de terreno de cinco mil seiscientos (5.600) metros; la parte actora
presentó los siguientes elementos probatorios:
1.- Al folio 12 de la 1ª pieza, copia fotostática de levantamiento topográfico
relacionado con el área de partición del lote ubicado en la Avenida Francisco
Esteban Gómez con calle Guaiquerí, Municipio Mariño del estado Nueva Esparta.
El anterior documento fue consignado por el actor junto con la demanda pero el
mismo no fue ratificado por el suscriptor del mismo, por lo que de acuerdo con lo
establecido en el artículo 431 del Código de Procedimiento Civil no se otorga
ningún valor probatorio. Así se establece.
2.- Al folio 13 al 15 de la 1ª pieza, copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 30-09-1975, bajo el N° 182, folios 127 al
128, Protocolo primero, Tomo Primero, Adicional 1, tercer trimestre del año 1975,
del cual se evidencia que Gregorio Vásquez declara que para pagar parte de su
aporte al capital social de la sociedad mercantil Administradora e Inmobiliaria Su
Casa, S.A., cede y traspaso a la referida empresa todos los derechos y acciones que
le pertenecen en un terreno identificado ubicado en el sector Genovés de Porlamar,
que mide sesenta (60) metros de frente por doscientos (200) metros de fondo, con
una superficie de doce mil (12.000) metros cuadrados, alinderado así: Norte: su
frente, calle Guaiquerí; Sur: su fondo y terrenos que son o fueron indígenas (cerca
del Aeropuerto de Porlamar); Este, calle en observación, sin nombre y Oeste: terreno
que es o fue de Héctor Ramón Díaz, que el precio de la venta fue sesenta mil
bolívares (Bs. 60.000,00). El anterior documento fue presentado por la parte actora
con su libelo de la demanda y al no haber sido impugnados de conformidad con el
artículo 429 del Código de Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se les
imparte valor probatorio de conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384
del Código Civil para demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se
establece.
3.- Al folio 16 al 21 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 06-12-1996, bajo el N° 7, folios 88 al 92,
Protocolo primero, Tomo 19, cuarto trimestre del año 1996, del cual se evidencia
que Régulo Emilio Vásquez López y Diana de Vásquez actuando como directores de
la Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A. rectifican los linderos de un
inmueble de su propiedad ubicado en la calle Guaiquerí con Av. Francisco Esteban
Gómez, Municipio Mariño del estado Nueva Esparta, estableciéndose que la
totalidad de dicho inmueble tiene una superficie de doce mil novecientos sesenta y
tres metros cuadrados (12.963 m2) y alinderado de la siguiente manera: Norte: del
Punto A2 al Punto A7 en sesenta metros (60 mts) con calle Guaiquerí; Sur: del
punto A8 al punto A9 en sesenta metros (60 mts) con cerca del aeropuerto viejo;
Este: del punto A9 al punto A2, en doscientos once metros con sesenta y ocho
centímetros (211,68 mts) con calle en observación; Oeste; del punto A8 al punto A7,
en doscientos dieciséis metros con noventa y cinco centímetros (216,95 mts); con
terreno de Héctor Díaz y dicha rectificación de la cabida del referido lote no altera
en absoluto sus linderos, ya que el aumento del área de dicho terreno se debe a que
la remesura fue practicada por medios técnicos de ingeniería que producen mayor
exactitud numérica y que se dio en venta a la ciudadana Diana de Vásquez un
terreno que forma parte de mayor extensión, ubicado en el sector Genovés de
Porlamar, Municipio Mariño de este Estado que mide cuarenta y ocho metros (48
mts) por el lado Norte, calle Guaiquerí; por el lado Sur: dieciséis metros (16 mts)
cerca del aeropuerto viejo de Porlamar; por el lado Este: doscientos doce metros con
cincuenta centímetros (212,50 mts) con terreno propiedad de Administradora e
Inmobiliaria Su Casa, C.A. y, por el lado Oeste: doscientos dieciséis metros con
noventa y cinco centímetros (216,95 mts) con terreno propiedad de Héctor Díaz con
una superficie de siete mil trescientos sesenta y tres metros cuadrados (7.363 mts2),
que el precio de dicha venta fue de un millón de bolívares (Bs. 1.000.000,00) y que
el referido inmueble le pertenece a la referida empresa según documento registrado
por ante la Oficina Subalterna del Registro Público del Distrito Mariño del estado
Nueva Esparta de fecha 30-09-1975, bajo el Nº 37, folios vto. al 25, protocolo
tercero, tomo primero adic., tercer trimestre del año 1975. El anterior documento fue
presentado por la parte actora con su libelo de la demanda y al no haber sido
impugnados de conformidad con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil
se tiene como fidedigno y se les imparte valor probatorio de conformidad con los
artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para demostrar que hubo una
rectificación de los linderos del inmueble propiedad de la demandante la cual no
altera en absoluto sus linderos, ya que el aumento del área de dicho terreno se debe a
que la remesura fue practicada por medios técnicos de ingeniería que producen
mayor exactitud numérica y de igual manera que se le dio en venta una porción de
dicho terreno a la ciudadana Diana Vásquez. Y así se establece.
4.- Al folio 22 al 25 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 03-02-1969, bajo el N° 35, folios 45 al
46, Protocolo primero, Tomo 2, primer trimestre del año 1996, del cual se evidencia
que la ciudadana Carmen Leticia Urbano vende al ciudadano Gregorio Vásquez
Alfonso un lote de terreno de su propiedad situado en el sector Genovés, Porlamar,
Distrito Mariño del estado Nueva Esparta que mide sesenta metros (60 mts) de
frente por doscientos metros (200 mts) de fondo, o sea constante de doce mil metros
cuadrados (12.000 mts2) de superficie, alinderado así: Norte, su frente, calle
Guaiquerí; Sur: su fondo, terrenos indígenas (cerca del Aeropuerto de Porlamar);
Este, calle sin nombre; y Oeste, terreno propiedad de Héctor Ramón Díaz, que el
precio de la venta fue sesenta mil bolívares (Bs. 60.000,00) y que les pertenece
conforme a documento autenticado por ante el Juzgado del Distrito Arismendi de la
Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta en fecha 31-01-1969, bajo el Nº
17, folios del 19 al 20 de los Libros de autenticaciones llevados por el referido
juzgado y posteriormente protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro
Público del Distrito Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 31-01-1969, bajo el
Nº 41, folios del 68 al 70, protocolo primero, tomo I, primer trimestre del año 1969.
El anterior documento fue presentado por la parte actora con su libelo de la demanda
y al no haber sido impugnados de conformidad con el artículo 429 del Código de
Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se les imparte valor probatorio de
conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para
demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se establece.
5.- Al folio 26 al 31 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Distrito Mariño
del estado Nueva Esparta en fecha 31-01-1969, bajo el N° 41, folios 68 al 70,
Protocolo primero, Tomo primero, primer trimestre del año 1969, del cual se
evidencia que el ciudadano Héctor Ramón Díaz vende a la ciudadana Carmen
Leticia Urbano un lote de terreno de su propiedad que forma parte de una mayor
extensión que mide sesenta metros (60 mts) de frente por doscientos metros (200
mts) de fondo, o sea, constante de doce mil metros cuadrados (12.000 mts2) de
superficie alinderado así: Norte: su frente, calle Guaiquerí; Sur, su fondo, terrenos
indígenas, Este: calle sin nombre y Oeste: terreno propiedad de Héctor Ramón Díaz
ubicado en el sector Genovés de Porlamar, Distrito Mariño del estado Nueva
Esparta, que el precio de la venta fue la cantidad de veinticuatro mil bolívares (Bs.
24.000,00), que le pertenece conforme a documento protocolizado en la Oficina
Subalterna de Registro del Distrito Mariño del estado Nueva Esparta bajo el Nº 252,
folios del 157 al 158, protocolo primero adicional, primer trimestre de 1964 y se
hace aclaratoria sobre los linderos que fueron modificados en el momento de la
apertura de las calles Guaiquerí y sin nombre por parte de la Comunidad de
Indígenas Francisco Fajardo. El anterior documento fue presentado por la parte
actora con su libelo de la demanda y al no haber sido impugnados de conformidad
con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se
les imparte valor probatorio de conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y
1.384 del Código Civil para demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se
establece.
6.- Al folio 32 al 35 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 23-03-1964, bajo el N° 252, folios 157 al
158, Protocolo primero adicional, Tomo único adic., primer trimestre del año 1964,
del cual se evidencia que los ciudadanos Tomás José Vásquez y Francisco Carreño
Reyes en su carácter de Presidente y Secretario, respectivamente, de la Comunidad
de Indígenas Francisco Fajardo dieron en venta al ciudadano Héctor Ramón Díaz un
terreno que mide noventa metros (90 mts.) de ancho por cuatrocientos veinte metros
(420 mts) de largo con una superficie de treinta y siete mil ochocientos metros
cuadrados (7.800 mts2), ubicado en Porlamar, Sector Genovés, con los siguientes
linderos: Norte: terrenos indígenas; Sur: con la cerca del aeropuerto de Porlamar;
Este: terreno de José Emilio Gutiérrez y Oeste: con terrenos propiedad de José
Mercedes Fernández, que el precio de la venta fue de tres mil bolívares (Bs.
3.000,00) y que le pertenece dicho inmueble desde tiempos inmemoriales y poseerlo
en forma continua, no interrumpida, pacífica, pública, sin ninguna perturbación. El
anterior documento fue presentado por la parte actora con su libelo de la demanda y
al no haber sido impugnados de conformidad con el artículo 429 del Código de
Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se les imparte valor probatorio de
conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para
demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se establece.
7.- Al folio 36 al 43 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Distrito Mariño
(hoy Municipio Mariño) del estado Nueva Esparta en fecha 29-03-1969, bajo el N°
54, folios vto. 94 al 97, Protocolo primero, tomo primero, primer trimestre del año
1969, del cual se evidencia que la Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo,
representada por su apoderado, abogado Teodoro Quijada Wettel, y el ciudadano
Héctor Ramón Díaz convinieron en: que el señor Héctor Ramón Díaz nada tiene que
reclamar a la Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo en razón del juicio de
reivindicación intentado por ella por ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil
y Mercantil de la Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta sobre tres lotes
de terrenos situados en el sector Genovés de Porlamar y que le había sido vendida
por la referida comunidad; que el ciudadano Héctor Ramón Díaz renuncia
expresamente a todas las acciones tanto civiles como penales pudieran corresponder
en contra de la Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo en razón del referido
juicio de reivindicación; que el señor Héctor Ramón Díaz renuncia a favor de la
Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo todos los derechos de propiedad que le
corresponden en los dos lotes de terrenos a que se refieren los instrumentos
siguientes: documento Nº 247, folios 151 al 152 vto., protocolo primero adicional,
primer trimestre de 1964 el cual ampara un lote de terreno ubicado en el sector
Genovés de Porlamar de un área de quince mil doscientos metros cuadrados (15.200
mts2), alinderado así: Norte: terrenos indígenas; Sur: casa del Aeropuerto de
Porlamar; Este: terreno de José Mercedes Fernández y Oeste: terrenos de que so
fueron de Consuelo Alfonso y documento Nº 228, folios 126 vto. al 127 y su vto.,
Protocolo Primero adicional, primer trimestre de 1964, el cual ampara un lote de
terreno ubicado en el sector Genovés de Porlamar constante de ocho mil
cuatrocientos metros cuadrados (8.400 mts2), alinderado así: Norte, terrenos de la
Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo; Sur: la cerca del aeropuerto de
Porlamar; Este: terrenos de la Comunidad de Indígenas y Oeste: su frente, carretera
que conduce del aeropuerto a Los Robles, ambos protocolizados por ante la Oficina
Subalterna de Registro del Distrito Mariño del estado Nueva Esparta; que las
renuncias realizadas por Héctor Ramón Díaz obedece al desistimiento realizado por
la Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo al juicio de reivindicación
anteriormente señalado y que dichos terrenos fueron utilizados para la apertura de
las calles Guaiquerí y sin nombre, respectivamente; que Héctor Ramón Díaz
renuncia expresamente a todas las acciones tanto civiles como penales que pudieran
corresponderle por el juicio de reivindicación intentado en su contra; que la
Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo reconoce la plena propiedad a favor del
ciudadano Héctor Ramón Díaz del lote de terreno que quedó reducido a la cantidad
de diez y ocho mil metros cuadrados (18.000 mts2) de superficie, esto es que dicho
lote queda reducido a medir noventa metros (90 mts) de frente por doscientos metros
(20 mts) de fondo de manera definitiva; que ambas partes hacen constar que los
anteriores linderos del referido lote reducido eran los siguientes: Norte: terrenos
indígenas; Sur: con la cerca del aeropuerto de Porlamar; Este: terreno de José Emilio
Gutiérrez y Oeste: terreno de José Mercedes Fernández y actualmente esos linderos
han variado por lo que los linderos actuales son: Norte: su frente, calle Guaiquerí;
Sur: su fondo, terrenos indígenas; Este: calle sin nombre y oeste: terreno de la
propiedad de Héctor Ramón Díaz. El anterior documento fue presentado por la parte
actora con su libelo de la demanda y al no haber sido impugnados de conformidad
con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se
les imparte valor probatorio de conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y
1.384 del Código Civil para demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se
establece.
8.- Al folio 44 al 49 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 17-07-1984, bajo el N° 09, folios 30 al
33, Protocolo primero, Tomo 2, tercer trimestre del año 1984, del cual se evidencia
que los ciudadanos José Emilio Gutiérrez y Blanca Margarita González dieron en
venta al señor Joseph SaadYounes un lote de terreno ubicado en el sector Genovés
de Porlamar, Urbanización Sabana Mar, Distrito Mariño del estado Nueva Esparta
que mide cuarenta y cinco metros (45 mts) de frente por doscientos diez metros (210
mts) de fondo, es decir, un área total de nueve mil cuatrocientos cincuenta metros
cuadrados (9.450 mts2) y alinderada así: Norte: su frente, en 454 mts, con la calle
Guaiquerí, anteriormente terrenos que eran de Antonio Rafael Patiño; Sur: con la
cerca del aeropuerto viejo de Porlamar; Este: con terrenos que son o fueron de la
Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo y Oeste: con terrenos que son o fueron
de Héctor Díaz, que dicho inmueble fue adquirido a la Comunidad de Indígenas
Francisco Fajardo mediante documento protocolizado en la Oficina Subalterna de
Registro del Distrito Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 21-01-1969, bajo el
Nº 20, tomo 1, protocolo 1°, primer trimestre de 1969. El anterior documento fue
presentado por la parte actora con su libelo de la demanda y al no haber sido
impugnados de conformidad con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil
se tiene como fidedigno y se les imparte valor probatorio de conformidad con los
artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para demostrar las
circunstancias en ellos señalados. Y así se establece.
9.- Al folio 50 al 53 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 23-03-1964, bajo el N° 253, folios 158 al
159 vto., Protocolo primero, tomo adicional, primer trimestre del año 1964, del cual
se evidencia que los ciudadanos Tomás José Vásquez y Francisco Carreño Reyes en
su carácter de Presidente y secretario, respectivamente de la Comunidad de
Indígenas Francisco Fajardo dieron en venta al ciudadano José Emilio Gutiérrez un
terreno que mide noventa metros (90 mts) de ancho por cuatrocientos veinte metros
(420 mts) de largo con una superficie de treinta y siete mil ochocientos metros
cuadrados (37.800 mts2) ubicado el Porlamar, sector Genovés dentro de los
siguientes linderos: Norte: terrenos indígenas; Sur: con la cerca del aeropuerto; Este:
terreno de Celinda Vásquez de Suárez y Oeste: terreno propiedad de Héctor Ramón
Díaz y que el precio de la venta fue de tres mil bolívares (Bs. 3.000,00). El anterior
documento fue presentado por la parte actora con su libelo de la demanda y al no
haber sido impugnados de conformidad con el artículo 429 del Código de
Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se les imparte valor probatorio de
conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para
demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se establece.
10.- Al folio 54 al 85 de la 1ª pieza copia fotostática de sentencia dictada en fecha
30-06-1965 por el Juzgado Accidental de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y
Penal de la Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta y debidamente
protocolizada en fecha 25-10-1965 por ante el Registro Subalterno del Distrito
Mariño del estado Nueva Esparta bajo el Nº 1, de la cual se extrae que se declaró
nula la asamblea general extraordinaria de la Comunidad de Indígenas Francisco
Fajardo de fecha 9 de junio de 1963 y en consecuencia se declaran nulos los actos
cumplidos en ejecución de los acuerdos de la Asamblea del 9-06-1963 ocurridos el
11-08-1963 así como todos los actos realizados por el ciudadano Tomás José
Vásquez como presidente de la Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo
cumplidos por él a partir del 13-08-1963 hasta la fecha, declarándose nulas las
operaciones de compraventa de terrenos propiedad de la Comunidad de Indígenas
Francisco fajardo efectuadas por el referido ciudadano diciéndose presidente de
dicha comunidad desde el 15-08-1963, las cuales serían: tercer trimestre de 1963,
bajo el Nº 132, cuarto trimestre de 1963, bajo los Nos. 21, 22, 23, 24, 25, 27, 47, 60,
61, 62, 63, 70, 71, 77, 83, 87, 95, 98, 99, 102, 103, 104, 115, 116, 120, 123, 132,
135, 136, 144, 145, 146, 147, 148, 151, 152, 155, 156, 157, 158, 170, 171, 180, 181,
184, 185, 186, 189, 190, 191, 195, 196, 202, 205, 206 y 207; tercer trimestre de
1964, bajo los Nos. 3, 4, 5, 8, 9, 13, 14, 20, 21, 22, 23, 36, 43, 44, 45, 46, 47, 49, 50,
51, 52, 53, 54, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 67, 69, 72, 75, 87, 88, 89, 96, 97,98, 99,
100, 101, 107, 108, 109, 110, 111, 113, 114, 115, 116, 117, 120, 121, 122, 123, 125,
126, 131, 138, 141, 143, 144, 146, 147, 148, 153, 154, 155, 156, 161, 162, 163, 164,
165, 200, 201, 202, 203, 204, 205, 206, 207, 208, 209, 210, 211, 218, 225, 226, 227,
228, 229, 230, 233, 234, 235, 236, 237, 238, 239, 240, 241, 242, 243, 244, 245, 246,
247, 251, 252, 253, 254, 255, 256, 257, 258, 259, 261, 262, 263, 264, 265, 266, 267,
268, 269; segundo trimestre de 1964 bajo los números 12, 13, 16, 17, 18, 22, 24, 27,
28, 34, 35, 38, 40, 41, 42, 43, 44, 46, 47, 52, 103, 120, todos estos documentos de
ventas registrados en el protocolo primero de la Oficina Subalterna de Registro del
Distrito Mariño del estado Nueva Esparta. El anterior documento fue presentado por
la parte actora con su libelo de la demanda y al no haber sido impugnados de
conformidad con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil se tiene como
fidedigno y se les imparte valor probatorio de conformidad con los artículos 1357,
1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para demostrar las circunstancias en ellos
señalados. Y así se establece.
11.- Al folio 86 al 89 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 27-08-1964, bajo el N° 159, folios 51 al
52, Protocolo primero, tomo 1 adicional, tercer trimestre del año 1964, del cual se
evidencia que el ciudadano José Emilio Gutiérrez dio en venta al ciudadano
Francisco Velásquez un terreno ubicado en el sector Genovés de Porlamar que mide
cuarenta y cinco metros de frente por cuatrocientos veinte metros de fondo (mts. 45
x 420) y delimitado así: Norte: terrenos indígenas; Sur: con la cerca del aeropuerto;
Este: terreno de Celinda Vásquez de Suárez y Oeste: terreno de José Emilio
Gutiérrez y le pertenece según documento registrado en la Oficina Subalterna de
Registro del Distrito Mariño en fecha 23-03-1964, bajo el Nº 255, folios 158 al 159,
protocolo primero, primer trimestre año 1964. El anterior documento fue presentado
por la parte actora con su libelo de la demanda y al no haber sido impugnados de
conformidad con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil se tiene como
fidedigno y se les imparte valor probatorio de conformidad con los artículos 1357,
1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para demostrar las circunstancias en ellos
señalados. Y así se establece.
12.- Al folio 90 al 92 de la 1ª pieza copia certificada de oficio Nº 0970-664 emitido
por el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y Penal de la
Circunscripción Judicial del estado Nueva Esparta en fecha 21-10-1965 dirigido al
Registrador Subalterno del Distrito Mariño del estado Nueva Esparta y recibido en
dicha oficina en fecha 22-10-1965 del cual se extrae que se le participa que por auto
de fecha 21-10-1965 y de conformidad con el artículo 372 del Código de
Procedimiento Civil se decretó medida preventiva de prohibición de enajenar y
gravar sobre los siguientes inmuebles: un lote de terreno que mide cien metros (100
mts.) de ancho por cien metros (100 mts) de largo, el cual abarca una superficie total
de diez mil metros cuadrados (10.000 mts2) ubicado en Porlamar, Distrito Mariño
del estado Nueva Esparta, en el Sector Genovés, dentro de los siguientes linderos:
Norte: terrenos propiedad de Luisa Guevara de González; Sur: terreno de la
Comunidad de Indígenas; Este: terreno de la Comunidad de Indígenas y Oeste:
terreno propiedad de Francisco Velásquez y un lote de terreno que mide cuarenta y
cinco metros (45 mts) de ancho por cuatrocientos veinte metros (420 mts) de largo,
con una superficie total de dieciocho mil novecientos metros cuadrados (18.900
mts2) ubicado en Porlamar, Distrito Mariño del estado Nueva Esparta, sector
Genovés, comprendido dentro de los siguientes linderos: Norte: terrenos indígenas;
Sur: con la cerca del aeropuerto; Este: terreno de Francisco Velásquez y Oeste,
terreno de Héctor Ramón Díaz y que se solicitó se estampara nota marginal en los
documentos protocolizados en dicha oficina bajo los números 22, folios del 32 vto.
al 33 y su vto. y 34, protocolo primero, duplicado, primer trimestre de 1964 y el Nº
253, folios 58 al 59 y sus vueltos, protocolo primero adicional, duplicado, primer
trimestre de 1964. El anterior documento fue presentado por la parte actora con su
libelo de la demanda y al no haber sido impugnados de conformidad con el artículo
429 del Código de Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se les imparte
valor probatorio de conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384 del
Código Civil para demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se establece.
13.- Al folio 93 al 96 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 21-01-1969, bajo el N° 20, folios 35 al
37, Protocolo primero, tomo primero, primer trimestre del año 1969, del cual se
evidencia que los ciudadanos Patricio Fernández y Antonio Rafael Fuentes en su
carácter de Vicepresidente, encargado de la Presidencia y subsecretario,
respectivamente, dieron en venta al ciudadano José Emilio Gutiérrez un terreno que
mide cuarenta y cinco metros (45 mts) de ancho por doscientos diez metros (210
mts) de largo con una superficie de nueve mil cuatrocientos cincuenta metros
cuadrados ( 9.450 mts2) ubicado en Porlamar, Distrito Mariño del estado Nueva
Esparta, sector Genovés, dentro de los siguientes linderos: Norte, terreno de Antonio
Rafael Patiño; Sur, cerca del aeropuerto de Porlamar; Este, terreno que es o fue de la
comunidad y Oeste, terreno que es o fue de la Comunidad. El anterior documento
fue presentado por la parte actora con su libelo de la demanda y al no haber sido
impugnados de conformidad con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil
se tiene como fidedigno y se les imparte valor probatorio de conformidad con los
artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para demostrar las
circunstancias en ellos señalados. Y así se establece.
14.- Al folio 97 al 101 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 30-12-1974, bajo el N° 156, folios 196 al
197, Protocolo primero, tomo 3, cuarto trimestre del año 1974, del cual se evidencia
que el ciudadano José Emilio Gutiérrez dio en venta a la ciudadana Antonia María
Gutiérrez viuda de Fernández un terreno de una mayor extensión que mide ciento
diez metros de largo (110 mts) por cuarenta y cinco metros (45 mts) de ancho
ubicado en el Caserío Genovés, Porlamar y comprendido dentro de los siguientes
linderos: Norte, con terreno en negociación con Gregorio Alfonso; Sur, con cerca
del aeropuerto de Porlamar; Este, con terreno propiedad de Francisco Velásquez y
Oeste, terreno que es o fue de Héctor Ramón Díaz y que dicho inmueble le
pertenece al vendedor por compra realizada a la Comunidad de Indígenas Francisco
Fajardo el 23-03-1964, bajo el Nº 253, folios 158 al 159 y sus vueltos, protocolo
primero, primer trimestre 1964. El anterior documento fue presentado por la parte
actora con su libelo de la demanda y al no haber sido impugnados de conformidad
con el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se
les imparte valor probatorio de conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y
1.384 del Código Civil para demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se
establece.
15.- Al folio 111 al 117 de la 1ª pieza copia certificada de documento debidamente
protocolizado por ante la Oficina Subalterna de Registro Público del Municipio
Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 29-09-1998, bajo el N° 2, folios 8 al 13,
Protocolo primero, tomo 23, tercer trimestre del año 1998, del cual se evidencia que
la ciudadana Antoinette Machaalani viuda de Younes actuando en su propio nombre
y en representación de sus hijos Walid Younes Machaalani, Tania Younes
Machaalani y Claudia Younes Machaalani dio en venta a la ciudadana Marianny del
Valle Rosas Rosas un lote de terreno ubicado en el Sector Genovés, Urbanización
Sabana mar de Porlamar, Municipio Mariño del estado Nueva Esparta con una
superficie de cuarenta y cinco metros (45 mts) de frente por doscientos diez metros
(210 mts) de fondo, para un área total de nueve mil cuatrocientos cincuenta metros
cuadrados (9.450 mts2) y con los linderos siguientes: Norte, con la calle Guaiquerí,
anteriormente terrenos que eran de Antonio Rafael Patiño; Sur, con la cerca del
aeropuerto viejo de Porlamar; Este, con terrenos que son o fueron de Pedro Ramón
Castillo, anteriormente de la Comunidad de Indígenas Francisco Fajardo y Oeste,
con terrenos que son o fueron de Héctor Díaz, anteriormente de la Comunidad de
Indígenas Francisco Fajardo, indicándose que a mayor abundamiento se señala que
la intersección de los linderos norte y este da hacia el empalme de la calle Guaiquerí
con la carretera que va de Sabana mar a Moreno y que les perteneció de la siguiente
manera: a) un 50% de sus derechos a Antoinette Machaalani en exclusividad por
haber sido adquirido dentro de la comunidad de bienes conyugales que existió con el
difunto Joseph Younes y B) el otro 50% de sus derechos a Antoinette Machaalani y
a sus hijos por haberlos heredado de su referido causante Joseph Younes, quien lo
había adquirido según documento inscrito por ante la Oficina Subalterna del
Municipio Mariño del estado Nueva Esparta en fecha 17-07-1984, bajo el Nº 09,
folios 30 al 33, protocolo primero, tomo 2, tercer trimestre del año 1984. El anterior
documento fue presentado por la parte actora con su libelo de la demanda y al no
haber sido impugnados de conformidad con el artículo 429 del Código de
Procedimiento Civil se tiene como fidedigno y se les imparte valor probatorio de
conformidad con los artículos 1357, 1359, 1360 y 1.384 del Código Civil para
demostrar las circunstancias en ellos señalados. Y así se establece.
Ahora bien del análisis de la documentación presentada a los fines de demostrar la
propiedad del bien a reivindicar, esta Juzgadora observa lo siguiente:
HECTOR DIAZ COMPRO A LA COMUNIDAD INDIGENA UN LOTE DE
TERRENO DE 90 METROS DE FRENTE POR 420 METROS DE FONDO
(37.800 MTS 2) SEGÚN DOCUMENTO NUMERO 252 DE FECHA 23-03-64.
37.800 M2.CUYOS LINDEROS SON: NORTE: TERRENOS INDÍGENAS; SUR:
CON LA CERCA DEL AEROPUERTO DE PORLAMAR; ESTE: TERRENO DE
JOSÉ EMILIO GUTIÉRREZ Y OESTE: CON TERRENOS PROPIEDAD DE
JOSÉ MERCEDES FERNÁNDEZ.
ESTA VENTA FUE ANULADA SEGÚN SENTENCIA DE FECHA 30-06-65,
PROTOCOLIZADA BAJO EL NÚMERO 1 DE FECHA 25-10-65.
MEDIANTE UN ACUERDO CON LA COMUNIDAD INDIGENA HECTOR
DIAZ ADQUIERE DE LA MISMA UN LOTE DE TERRENO DE 90 METROS
DE FRENTE POR 200 METROS DE FONDO, SEGÚN DOCUMENTO
PROTOCOLIZADO EN FECHA 29-03-69 BAJO EL NUMERO 54 FOLIOS 94
AL 97 PROTOCOLO PRIMERO 1ER TRIMESTRE DE 1969. CUYOS
LINDEROS DEL REFERIDO LOTE REDUCIDO ERAN LOS SIGUIENTES:
NORTE: TERRENOS INDÍGENAS; SUR: CON LA CERCA DEL
AEROPUERTO DE PORLAMAR; ESTE: TERRENO DE JOSÉ EMILIO
GUTIÉRREZ Y OESTE: TERRENO DE JOSÉ MERCEDES FERNÁNDEZ Y
ACTUALMENTE ESOS LINDEROS HAN VARIADO POR LO QUE LOS
LINDEROS ACTUALES SON: NORTE: SU FRENTE, CALLE GUAIQUERÍ;
SUR: SU FONDO, TERRENOS INDÍGENAS; ESTE: CALLE SIN NOMBRE Y
OESTE: TERRENO DE LA PROPIEDAD DE HÉCTOR RAMÓN DÍAZ.
SIN EMBARGO HECTOR DIAZ VENDE UN LOTE DE TERRENO DE 60
METROS DE FRENTE POR 200 DE FONDO A LETICIA URBANO SEGÚN
DOC NUMERO 41 DE FECHA 30-06-69 Y LE PERTENECE SEGÚN
DOCUMENTO 252 DE FECHA 23-03-64. VENTA QUE HABIA SIDO
ANULADO SEGUN DOCUMENTO DE FECHA 25-10-65. ALINDERADO ASÍ:
NORTE: SU FRENTE, CALLE GUAIQUERÍ; SUR, SU FONDO, TERRENOS
INDÍGENAS, ESTE: CALLE SIN NOMBRE Y OESTE: TERRENO PROPIEDAD
DE HÉCTOR RAMÓN DÍAZ.
LETICIA URBANO LE VENDE A GREGORIO VAZQUEZ LOTE DE
TERRENO DE 60 METROS DE FRENTE POR 200 DE FONDO SEGÚN
DOCUMENTO NUMERO 35, FOLIOS 45 AL 46 PROTOCOLO PRIMERO
TOMO 2 AÑO 1996. ALINDERADO ASÍ: NORTE, SU FRENTE, CALLE
GUAIQUERÍ; SUR: SU FONDO, TERRENOS INDÍGENAS (CERCA DEL
AEROPUERTO DE PORLAMAR); ESTE, CALLE SIN NOMBRE; Y OESTE,
TERRENO PROPIEDAD DE HÉCTOR RAMÓN DÍAZ.
GREGORIO VAZQUEZ CEDE Y TRASPASA EL TERRENO DE 60 METROS
DE FRENTE POR 200 DE FONDO QUE COMPRO A LETICIA URBANO A LA
EMPRESA INMOBILIARIA SU CASA SEGÚN DOCUMENTO NUMERO 182
DE FECHA 30-09-75 FOLIOS 127 AL 128 TERCER TRIMESTER DEL AÑO 75.
ALINDERADO ASÍ: NORTE: SU FRENTE, CALLE GUAIQUERÍ; SUR: SU
FONDO Y TERRENOS QUE SON O FUERON INDÍGENAS (CERCA DEL
AEROPUERTO DE PORLAMAR); ESTE, CALLE EN OBSERVACIÓN, SIN
NOMBRE Y OESTE: TERRENO QUE ES O FUE DE HÉCTOR RAMÓN DÍAZ.
En esta documentación que representa la tradición de los terrenos del demandante,
se observa un error en la venta que le hizo Héctor Díaz a Leticia Urbano al señalar
que dicho bien le pertenece según documento número 252 de fecha 23-03 -64, venta
que había sido anulada, lo que se desprende de una simple operación aritmética es
que Héctor Díaz solo era propietario de 18.000 metros cuadrados por haberlos
obtenido de la comunidad indígena por un acuerdo suscrito con la misma según
documento protocolizado en fecha 29-03-69 bajo el numero 54 folios 94 al 97
protocolo primero 1er trimestre de 1969 y vende a Leticia Urbano 12.000 metros
cuadrados de esos 18.000 metros cuadrados, quedándole un lote de terreno de 6.000
metros cuadrados, por lo que solo en este documento no se guardó la debida
secuencia que permitía asegurar la continuidad registral, es decir que el derecho
transferido o gravado en el nuevo documento, es el mismo derecho adquirido en el
documento anterior. Así se decide.
Por otro lado de la documentación aportada por la demandante para demostrar que
los terrenos ocupados o adquiridos por los demandados son los mismos que trata de
reivindicar, se observa lo siguiente:
JOSE EMILIO GUTIERREZ COMPRA A LA COMUNIDAD INDIGENA UN
LOTE DE TERRENO DE 90 METROS DE FRENTE POR 420 METROS DE
FONDO (37.800 mts2), SEGÚN DOCUMENTO NUMERO 253 PROTOCOLO
PRIMERO ADICIONAL PRIMER TRIMESTRE DE 1964. CUYOS LINDEROS
SON: NORTE, TERRENO DE ANTONIO RAFAEL PATIÑO; SUR, CERCA DEL
AEROPUERTO DE PORLAMAR; ESTE, TERRENO QUE ES O FUE DE LA
COMUNIDAD Y OESTE, TERRENO QUE ES O FUE DE LA COMUNIDAD.
EL 22 DE OCTUBRE DE 1965 SE DICTO PROHIBICION DE ENAJENAR Y
GRAVAR SOBRE EL MENCIONADO LOTE DE TERRENO ADQUIRIDO POR
JOSE EMILIO GUTIRREZ REGISTRADO BAJO EL NUMERO 26 FOLIO 64.
LA VENTA HECHA A JOSE EMILIO GUTIERREZ FUE ANULADA SEGÚN
SENTENCIA DE FECHA 30-05-65 ANOTADA BAJO EL NUMERO 1 TOMO 2
PROTOCOLO PRIMERO 4TO TRIMESTRE DEL AÑO 1965 DE FECHA 25-10-
65.
JOSE EMILIO GUTIEREZ COMPRA A LA COMUNIDAD INDIGENA UN
LOTE DE TERRENO DE 45 METROS DE FRENTE POR 200 DE FONDO,
SEGÚN DOCUMENTO NUMERO 20, TOMO 1 PROTOCOLO PRIMERO
PRIMER TRIMESTRE DE FECHA 21 DE SEPTIEMBRE DE 1969. CUYOS
LINDEROS SON: NORTE: TERRENOS INDÍGENAS; SUR: CON LA CERCA
DEL AEROPUERTO; ESTE: TERRENO DE CELINDA VÁSQUEZ DE SUÁREZ
Y OESTE: TERRENO PROPIEDAD DE HÉCTOR RAMÓN DÍAZ.
JOSE EMILIO GUTIERREZ VENDE A JOSEPH YOUNES UN LOTE DE
TERRENO DE 45 METROS DE FRENTE POR 200 METROS DE FONDO
SEGÚN DOCUMENTO NUMERO 9 FOLIOS 30 AL 34 PROTOCOLO
PRIMERO TOMO 2 TERCER TRIMESTRE DE 1984. CUYOS LINDEROS SON:
NORTE SU FRENTE EN 45 METROS CON CALLE GUAIQUERI
ANTERIORMENTE TERRENOS QUE ERAN DE ANTONIO RAFAEL PATIÑO.
SUR EN 45 METROS CON LA CERCA DEL AEROPUERTO VIEJO DE
PORLAMAR. ESTE EN 210 METROS CON TERRENO QUE SON O FUERON
DE LA COMUNIDAD INDÍGENA FRANCISCO FAJARDO Y OESTE EN 210
METROS CON TERRENOS QUE SON O FUERON DE HÉCTOR DÍAZ.
FALLECE JOSEPH YOUNES Y HEREDAN ANTOINETTE, CLAUDIA, WALID
Y TANIA YOUNES Y ESTOS LE VENDEN A MARIANNY DEL VALLE
ROSAS EL LOTE DE TERRENO DE 45 METROS DE FRENTE POR 200 DE
FONDO SEGÚN DOCUMENTO NUMERO 2 FOLIOS 8 AL 13 TOMO 23 DEL
29-09-98. CUYOS LINDEROS SON: NORTE, CON LA CALLE GUAIQUERÍ,
ANTERIORMENTE TERRENOS QUE ERAN DE ANTONIO RAFAEL PATIÑO;
SUR, CON LA CERCA DEL AEROPUERTO VIEJO DE PORLAMAR; ESTE,
CON TERRENOS QUE SON O FUERON DE PEDRO RAMÓN CASTILLO,
ANTERIORMENTE DE LA COMUNIDAD DE INDÍGENA FRANCISCO
FAJARDO Y OESTE, CON TERRENOS QUE SON O FUERON DE HÉCTOR
DÍAZ.
MARIANNY DEL VALLE ROSAS VENDE A ANTOINETTE YOUNES EL
LOTE DE TERRENO 45 METROS DE FRENTE POR 200 METROS DE FONDO
SEGUN DOCUMENTO NUMERO 50 DE FECHA 21-02-02 FOLIOS 372 AL 378
DEL AÑO 2002. CUYOS LINDEROS SON: NORTE, CON LA CALLE
GUAIQUERÍ, ANTERIORMENTE TERRENOS QUE ERAN DE ANTONIO
RAFAEL PATIÑO; SUR, CON LA CERCA DEL AEROPUERTO VIEJO DE
PORLAMAR; ESTE, CON TERRENOS QUE SON O FUERON DE PEDRO
RAMÓN CASTILLO, ANTERIORMENTE DE LA COMUNIDAD DE
INDÍGENA FRANCISCO FAJARDO Y OESTE, CON TERRENOS QUE SON O
FUERON DE HÉCTOR DÍAZ.
De la anterior documentación se desprende la tradición legal del bien poseído por
los demandados sucesores de Joseph Younes, y de una simple observación de los
mismos se advierte que la comunidad indígena vendió a JOSE EMILIO
GUTIERREZ un lote de terreno cuyos linderos no coinciden con los linderos del
terreno reclamado por el demandante y solo hay coincidencia en la cantidad de
terreno vendido.
Ahora bien, las pruebas por él promovidas, consistentes todas de documentales,
están dirigidas a probar las tradiciones de los inmuebles propiedad tanto del
demandante como de los demandados, y solo se puede deducir que el demandante es
dueño o propietario de un lote de terreno que adquirió según la documentación
aportada cuya restitución pretende y que según él es el mismo lote de terreno que
tiene y poseen los demandados , por lo que la propiedad invocada sobre la cosa cuya
restitución pretende no ha quedado demostrada fehacientemente. Así se decide.

Con relación al segundo requisito para que pueda prosperar la Acción


Reivindicatoria, relacionado con “encontrarse el demandado en posesión de la
cosa que se trata de reivindicar”, esta Juzgadora observa que el demandante
promovió prueba de experticia con el objeto de demostrar que el terreno poseído por
la parte accionada es el mismo que solicita en reivindicación, señalando que la
misma era para que los expertos determinaran la ubicación medidas y linderos de la
porción de terreno propiedad de la demandante que demanda en reivindicación; así
como la ubicación medidas y linderos de la referida extensión de terreno adquirida
por MARIANNY DEL VALLE ROSAS, porción de terreno de cinco mil seiscientos
(5.600mts2), ubicado en la Urbanización Sabana Mar, calle Guaíqueri, Porlamar,
Municipio Autónomo Mariño del Estado Nueva Esparta.
En este sentido y a los efectos del análisis de la misma, esta Juzgadora Accidental,
acoge en todos sus términos los argumentos esgrimidos por la Juez de Primera
Instancia al momento de dictar sentencia con respecto a la prueba de experticia
evacuada en la presente causa y a tal efecto lo transcribe a continuación:
“A este respecto nuestro tratadista Arístides Rengel Romberg en su obra “Tratado de
Derecho Procesal Civil Venezolano”, tomo IV, señala; “(…) Nuestra ley, siguiendo
la concepción tradicional, contempla la experticia en el Código Civil, entre los
medios de prueba de las obligaciones; y en el Código de Procedimiento Civil al
tratar de la instrucción de la causa, en el Capítulo IV de los medios de prueba, de su
promoción y evacuación. Y si bien la colocación sistemática del instituto en la ley
positiva no determina su naturaleza propia, es evidente que por su función, tendiente
a la formación de la convicción del juez sobre hechos de la causa, se da en ella la
finalidad genérica de la prueba, y está sometida, como los demás medios de prueba,
al control del contradictorio, el cual se manifiesta en diversas formas; así, los
expertos están obligados a hacer constar en los autos, con veinticuatro horas de
anticipación, por lo menos, el día, hora y lugar en que se dará comienzo a las
diligencias (art. 466 CPC); las partes pueden concurrir al acto personalmente o por
delegados que designarán por escrito dirigido a los expertos y hacerles las
observaciones que crean convenientes, pero deberán retirarse para que los expertos
deliberen solos (Art. 463 CPC); los expertos están obligados a considerar en el
dictamen las observaciones escritas que las partes o sus delegados les formulen, las
cuales acompañarán originales al dictamen (Art. 464 CPC); el dictamen de los
expertos deben rendirse por escrito ante el juez de la causa y deberá contener por lo
menos: descripción detallada de lo que fue objeto de la experticia; métodos o
sistemas utilizados en el examen y las conclusiones a que han llegado los expertos
(Art. 467 CPC); las partes pueden solicitar del juez que ordene a los expertos aclarar
o ampliar el dictamen en los puntos que señalarán con brevedad y precisión (Art.
468 CPC), etc. (…) Los jueces no están obligados a seguir el dictamen de los
expertos si su convicción se opone a ello (Art. 1427 CC). Ésta es una de las
características de la experticia como medio de prueba y una manifestación del
principio racional de la valoración de las pruebas por el juez conforme a las reglas
de la sana crítica (Art. 507 CPC). Sin embargo, no obstante esta facultad
discrecional concedida a los jueces, éstos no pueden rechazar el informe pericial sin
haberlo considerado debidamente, pues ello significaría falta de apreciación de una
prueba existente en autos; y el ejercicio de esta soberana facultad no involucra
indefensión para la parte que se considere adversamente afectada con la apreciación
de la prueba; ni tampoco es obligatorio para los jueces al hacer la apreciación de la
experticia, hacer transcripción total o parcial del texto que contiene el dictamen…”.
Se desprende de autos que no consta en los mismos que los expertos designados al
efecto hayan dado cumplimiento a uno de los requisitos establecidos expresamente
en el artículo 466 del Código de Procedimiento Civil, cual es la obligatoriedad de
hacer constar en los autos, con veinticuatro horas de anticipación, por lo menos, el
día, hora y lugar en que se dará comienzo a las diligencias, lo que a todas luces viola
el derecho a la defensa de las partes ya que ellos no tendrían el control de la prueba,
el control del contradictorio.
De igual manera se observa que dentro de los requisitos que debe cumplir el informe
presentado por los peritos es que debe contener los métodos o sistemas utilizados en
el examen así como la descripción detallada del inmueble o inmuebles sobre los
cuales va a versar la experticia, todo ello de acuerdo con lo indicado en el artículo
467 del Código de Procedimiento Civil y en el caso de marras se desprende del
informe presentado que no hay indicación alguna sobre los métodos o sistemas
implementados para lograr cumplir a cabalidad con el objetivo final y no se detalla
tampoco las coordenadas específicas donde supuestamente concurren los linderos
tanto del demandante y del demandado.
En virtud de ello, por no cumplir con los requisitos establecidos en los artículos 466
y 467 del Código de Procedimiento Civil y el artículo 1425 del Código Civil este
Tribunal no le imparte ningún valor a la prueba de experticia. Y así se establece”.
Razones por las cuales esta Juzgadora da por no demostrado el segundo requisito
para que la acción reivindicatoria pueda prosperar es decir encontrarse el
demandado en posesión de la cosa que se trata de reivindicar y así se decide.
Ahora bien, de los argumentos esbozados en los parágrafos anteriores ha quedado
demostrado que el demandante no ha aportado prueba fehaciente, de que sea el
propietario del inmueble del cual solicita su reivindicación y no ha demostrado que
la cosa objeto de reivindicación coincide con el detentado o poseído por los
demandados, por lo que esta sentenciadora inevitablemente tiene que declarar sin
lugar la presente acción reivindicatoria ya que era obligación del demandante probar
por lo menos dos requisitos necesarios para que proceda esta acción; tal como lo
tiene establecido la Sala de Casación Civil en innumerables sentencias proferidas al
respecto; por lo que resulta inoficioso analizar la concurrencia del tercer requisito
para que proceda la acción reivindicatoria, así como el resto de los argumentos y
defensas esgrimidos. ASÍ SE DECIDE.
Por las razones precedentemente expuestas este Juzgado Superior Accidental en lo
Civil, Mercantil y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva
Esparta, Administrando Justicia en Nombre de la República y por Autoridad de la
Ley, declara:
PRIMERO: Sin lugar la apelación ejercida por el abogado Gabriel Vásquez
Irausquín, en su condición de apoderado judicial de la sociedad mercantil
Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A, parte actora contra la sentencia de
fecha 07-03-2005, dictada por el Juzgado Segundo de Primera Instancia en lo Civil,
Mercantil, del Tránsito y Agrario de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva
Esparta.
SEGUNDO: Sin lugar la acción de Nulidad de Asiento Registral interpuesta por el
abogado Gregorio Vásquez López en su carácter de apoderado judicial de la
sociedad mercantil Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A, contra los
ciudadanos Antoinette Machaalani viuda de Younes, Claudia Younes Machaalani,
Salid Younes Machaalani, Tania Younes Machaalani y Marianny del Valle Rosas
Rosas.
TERCERO: Sin lugar la acción de Reivindicación interpuesta por el abogado
Gregorio Vásquez López en su carácter de apoderado judicial de la sociedad
mercantil Administradora e Inmobiliaria Su Casa, C.A, contra los ciudadanos
Antoinette Machaalani viuda de Younes, Claudia Younes Machaalani, Salid Younes
Machaalani, Tania Younes Machaalani y Marianny del Valle Rosas Rosas.
CUARTO: Se confirma la sentencia dictada por el Juzgado Segundo de Primera
Instancia en lo Civil, Mercantil, Del Tránsito y Agrario de la Circunscripción
Judicial del Estado Nueva Esparta en fecha siete (7) de marzo de dos mil cinco
(2005); con diferentes argumentaciones.
QUINTO: Se condena en costas del recurso al apelante, de conformidad con el
artículo 281 del Código de Procedimiento Civil.
Publíquese, Regístrese, Diarícese y Déjese copia. Dada, firmada y sellada en la Sala
de Despacho del Juzgado Superior Accidental en lo Civil, Mercantil y del Tránsito
de la Circunscripción Judicial del Estado Nueva Esparta. La Asunción, a los treinta
y un (31) días del mes de marzo de dos mil catorce (2014). Años: 253° de la
Independencia y 155° de la Federación.
LA JUEZA ACCIDENTAL,

Abg. YOLY GUZMAN RIVAS

LA SECRETARIA TEMPORAL,

ABG. IRMA SALAZAR SALAZAR

EXP: N° 06813/05
YGR/iss
Sentencia definitiva.-

En esta misma fecha (31-03-2014), siendo las dos horas treinta minutos de la tarde
(2:30 p.m.), se dictó y publicó la anterior decisión, previas las formalidades de ley.
Conste,

LA SECRETARIA TEMPORAL,

ABG. IRMA SALAZAR SALAZAR

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