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TEOLOGÍA
Mas tarde Ellor trabajo en los ferrocarriles, y en 1843 emigro a los Estados
Unidos de América, donde trabajo de sombrerero nuevamente.
Quedo ciego, y estuvo así varios años, viviendo con uno de sus hijos.
Ho amor de Dios
Con excepción de las Sagradas Escrituras, el esfuerzo que tuvo mayor éxito,
quizá, que cualquier otro en describir la magnitud del amor de Dios, se
encuentra en las líneas de la segunda estrofa de este himno que empieza
como sigue: "Si fuera tinta todo el mar..."
Las líneas de esta estrofa fueron descubiertas hace más de medio siglo en la
pared de la celda de un manicomio, después de la muerte de uno de los
internados.
Hasta el año 1944, se dio el crédito a la pluma del demente muerto, para esta
profunda descripción del amor de Dios. Pero dos famosos cantantes del
evangelio, los hermanos Palermo, descubrieron al autor real. Después de
escuchar el poema, un señor judío recordó las líneas. Las había visto escritas
en un libro intitulado "Libro del Pensamiento Judío". La poesía era una
traducción de una obra escrita en arameo por un rabbí judío, Meir ben Isaac
Nehorai, posiblemente en el año 1050.
"El amor de Dios" ha llegado a ser uno de nuestros himnos favoritos. Ha sido
traducido en varios idiomas y cantado en todas partes del mundo, para la
alabanza de nuestro Dios.
Joseph Scriven nació en 1820 en Dublin, Irlanda. Este Joven era para Irlanda la
promesa de un gran ciudadano de ideales muy altos y grandes aspiraciones.
Estaba comprometido con una dulce muchacha que había hecho votos de
compartir con él sus más caros sueños. Lastimosamente, la noche antes de la
boda, extrajeron su cuerpo de una laguna en la que se había ahogado al caer
accidentalmente. El joven Scriven nunca pudo recuperarse de tal pérdida.
Aunque se había graduado de Trinity College y estaba listo para emprender
una brillante carrera, comenzó a recorrer diferentes lugares, tratando de
olvidar. Uno de sus viajes lo llevó al Canadá, donde pasó 41 de sus 66 años de
vida. Allí consolidó sus creencias cristianas y éstas fueron las que lo guiaron a
hacer obras de servicio en favor de la gente enferma y las viudas pobres, sin
esperar pago alguno.
No se supo que el señor Scriven tuviera algún talento poético sino hasta un
poco antes de su muerte. En cierta ocasión cayó enfermo y un amigo que lo
visitaba descubrió el poema que había escrito a su madre en un tiempo de
aflicción, sin pretender que alguien más lo fuese a leer.
Al poco tiempo, su cuerpo, al igual que el de su novia, fue sacado de un
pequeño lago ubicado cerca de su solitaria casa.
Fue mucho después que se le puso la melodía que ahora tiene. Este poema se
ha convertido en uno de los himnos más amados de todos los cantos
evangélicos jamás escritos. Se dice que el primer himno que muchos
misioneros enseñan a sus convertidos es "Oh, qué amigo nos es Cristo." En
todas las encuestas tomadas para determinar la popularidad de los himnos y
cantos evangélicos "Oh, qué amigo nos es Cristo" se encuentra siempre en
los primeros lugares.
BELLAS PALABRAS
DE VIDA
El autor de este famoso himno tiene una corta pero condensada historia. El
nombre del autor es Philip P. Bliss. Nacido en 1838 en Roma, Pennsylvania.
Aún siendo niño mostró mucho interés por cualquier cosa de la que se pudiese
sacar algún sonido. Incluso hacia sus propios rudimentarios instrumentos con
los que hacer sonidos.
Pertenecía a una familia muy pobre. Cuando tenía unos diez años de edad oyó
por primera vez el sonido de un piano. Pasando por una calle, al pasar,
escuchó las notas de un piano saliendo de una casa. Tanto le atrajo la música
que, sin pensarlo dos veces, entró en la casa y enseguida se encontró junto a
la señora que lo estaba tocando. La señora después de asustarse, y viéndole
tan sucio y descalzo, le despidió con urgencia. Pero aquel sonido quedaría en
la mente del pequeño Philip.
Cuando ya era un jovencito, escribió un himno y l envió a George F. Root,
entonces uno de los más famosos compositores de América. Al enviárselo le
escribió un nota pidiéndole una flauta si es que el himno le parecía
suficientemente bueno. Con toda amabilidad el Sr. Root le envió una flauta.
Este contacto resultó luego en la formación de un equipo evangelístico
compuesto por él como músico evangelista, y el Sr. Root y el famoso Ira D.
Sankey.
Su corta vida acabó en 1876, cuando apenas tenía treinta y ocho años de
edad. El tren en que viajaba con su esposa descarriló cerca de Ashtabula,
Ohio. Como resultado su esposa murió, y él, habiendo salido ileso, murió
momentos después tras intentar rescatar el cuerpo de su esposa.
Para aquellos entonces su popularidad había llegado a ser tan notoria, que en
la ciudad donde se crió; Roma, Pennsylvania, se erigió un monumento en su
honor.
En las palabras de este precioso himno puede notarse el gran amor que Bliss
tenía por la Palabra de Dios.