Sie sind auf Seite 1von 39

I N F O R M A C I Ó N

I N F O R M A C I Ó N

I N F O R M A C I Ó N

MEDICINA 
 ANTIAGING
 ANTIAGING
Dra. Cristina Zemba Vieytes
Dermatóloga.
Diplomada en Medicina Antiaging 

1. Introducción
2. Teorías del envejecimiento
3. Mecanismos del envejecimiento
3.1. Papel de la inamación
3.2. Senescencia celular y apoptosis
3.3. Restricción calórica 
con nutrición adecuada 
3.4. Los centenarios
4. Tratamientos
4.1. Dieta 
4.2. Suplementación nutricional
4.3. Ácidos grasos
4.4. Hormonas
5. Conclusiones
6. Bibliograía 

17
1. Introducción
Hace apenas 100 años atrás, la esperanza de vida era muy dierente a nuestros días. A medida que el
sistema sanitario y la nutrición han ido avanzando este panorama ha presentado cambios importan-
tes. En 1900 el porcentaje de personas mayores de 65 años era un 1 % de la población. Las ciras de
supervivencia han ido aumentando, tanto en niños como en adultos, y hacia el añoa ño 2000 los mayo-
res de 60 años habían pasado a ser un 10 %. De acuerdo a Naciones Unidas, hacia el 2050 se calcula 
que las personas de ese grupo pasarán a ser la quinta parte de la población mundial. El segmento que
crece más rápidamente son los llamados “ancianos más ancianos” (the oldest old ),), aquéllos con 80 o
más años. En 2000, había 69 millones de personas en esa categoría y en el 2050 su número podrá 
alcanzar los 377 millones. 1

Pero no se trata simplemente de vivir más si esto se acompaña de enermedad y dependencia. La 
meta es ahora vivir mejor a medida que aumenta la longevidad. Los esuerzos cientícos
cientícos se centran
en comprender los mecanismos del envejecimiento.
envejecimiento. Se están investigando métodos para ralentizar el
reloj biológico, así como también la degradación que el tiempo impone en el cuerpo y la mente. Se
está buscando combatir las enermedades que acompañan el envejecimiento, incluyendo las ener-
medades cardíacas y el cáncer.

En este contexto surge la Medicina Antiaging, término acuñado por Ronald Klatz en 1992, como
una rama de la medicina basada en la aplicación de tecnologías médicas y cientícas para la detec-
ción precoz, prevención, tratamiento e inversión de los trastornos y enermedades relacionados con
la edad.2

La geriatría trata los síntomas y enermedades propios de la vejez. La gerontología se ocupa del estu-
dio del proceso de envejecimiento. La medicina antiaging se centra en la longevidad. 3

Según los últimos estudios, el material genético del homo sapiens tiene su límite natural de vida en
los 120-125 años aproximadamente. Pero no sólo intervienen los genes, sino también el modo en
que éstos interaccionan con nuestro medio ambiente. 4

Laboratorios Tea publica íntegramente los manuscritos recibidos de sus legítimos autores,
sin introducir modifcaciones en los mismos, y por ello no se hace responsable de las opiniones 
e inormaciones contenidas en los artículos.

Edita: Domènec Pujades. © Artículo: Cristina Zemba Vieytes. © Revista Laboratorios Thea.

 Todos
 Todos los derechos reservados.
reservados. No se permite reproducir
reproducir,, almacenar en sistemas
sistemas de recuperación de la información ni
transmitir alguna parte de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado (electrónico, mecánico, fotocopia,
grabación, etc.), sin el permiso previo del titular de los derechos de la propiedad intelectual.

Impresión: Eurogràfca Sant Vicenç - B-20237/2007. ISSN: 1887-679 X 

3
La Medicina Antiaging no propone una píldora milagrosa ni “el elixir de la eterna juventud”, sim-
plemente porque no existen. La orma de prevenir el envejecimiento sólo puede llevarse a cabo si se
comprenden e investigan los actores que aceleran ese proceso y producen enermedad.

La búsqueda de una solución que nazca de nosotros y que suponga asumir la responsabilidad de
nuestro cuerpo parece una solución muy incómoda pero es la única realmente viable. La clave del
 Antiaging está en la toma
toma de conciencia del
del individuo de la responsabilidad
responsabilidad para consigo mismo.
mismo. 3

Principios de la Medicina Antiaging 


1. Cientícos: las prácticas diagnósticas y terapéuticas
terapéuticas están avaladas por evidencia cientíca.
2. Basada en la evidencia: todos los datos sirven para elaborar valoraciones objetivas
objetivas y cientícas, a 
resultas de las cuales se instauran tratamientos ecaces.
3. Holística: utiliza
utiliza un marco adecuado para la exploración
exploración y valoración de la cabeza a los pies, con
el consiguiente cuadro terapéutico.
4. Sinergística: muchas veces se utilizan enoques multimodales y multiterapéuticos para obtener
mejores resultados (por ejemplo, se puede recurrir tanto a nutracéuticos, como a hormonas y 
medicamentos).
5. Bien documentada.

MEDICINA ANIAGING
2. Teorías del envejecimiento 5
Hay dos grandes grupos de teorías sobre el envejecimiento. Un grupo de teorías lo abordan como el re-
sultado de eventos programados. El otro, como el resultado de alteraciones impredecibles causadas por
el medioambiente o los procesos metabólicos diarios. Cada grupo tiene sus deensores y detractores.

Muchas de estas teorías no son concluyentes, porque probablemente el envejecimiento sea debido a 
más de un mecanismo o explicado por más de una teoría.

Teorías del envejecimiento genéticamente programado


1. Teoría de Hayick 

El Dr. Leonard Hayick sugirió que las células se dividen un número limitado de veces que varía en
unción de las diversas especies. Los broblastos humanos tendrían un número limitado de divisio-
nes (más o menos 50), posteriormente dejan de dividirse y por lo tanto mueren.

Observó que la nutrición tiene un eecto en las células, ya que las sobrealimentadas se dividen mu-
cho más rápido que las subalimentadas. La teoría de Hayick implica la necesidad de enlentecer la 
división celular para aumentar el tiempo de vida. 6

 2. Teoría de la telomerasa 

Es una de las teorías más recientes y 


prometedoras del envejecimiento. Esta 
teoría nació al amparo de la genética y 
la ingeniería genética. Descubiertos por
un grupo de cientícos en la Corpora-
ción Geron de Caliornia, los telómeros
son secuencias de ácidos nucleicos que
se extienden al nal de los cromosomas.
Cada vez que la célula se divide, los te-
lómeros se acortan, lo que a la larga lle-
va a daño y muerte celular.
Figura 1. Un cromosoma (izquierda) y un telómero
La clave para detener el acortamiento (derecha).
de los telómeros es una enzima llamada 
telomerasa que sólo se encuentra en las células germinales y en las cancerosas. La telomerasa parece
reemplazar y reparar los telómeros, manipulando el mecanismo que controla la duración de la vida 

5
de las células, por lo que se espera llegar alguna vez a preservar la juventud de ciertos tejidos por
alguna modalidad de terapia génica que induzca la expresión de telomerasa en las células somáticas.
Por otra parte, el desarrollo de un inhibidor de la telomerasa podría ayudar, en un uturo, a suprimir
la división de las células cancerosas. 7, 8, 9

 3. Teoría del reloj biológico

Nacemos con un código genético determinado, con una propensión singular para determinado
uncionamiento psicológico o ísico. Cada uno de nosotros tendría un reloj biológico, latiendo a un
ritmo peculiar. Cuando se apaga, nuestros cuerpos envejecen y mueren. Sin embargo, como con to-
dos los aspectos de la herencia, el cronometraje de este reloj biológico está sujeto a enorme variación,
dependiendo de muchos actores. Por ejemplo, el ADN puede ser oxidado ácilmente, a través de la 
dieta, el estilo de vida, toxinas, contaminación, radiaciones y otras inuencias externas. 5

Teorías del envejecimiento basadas en acontecimientos al azar


4. Teoría del desgaste y desgarro (  wear and tear  )

Postulada por August Weisman en 1882, quien pensaba que el cuerpo y las células son dañados por
el desgaste a que se ven sometidos.

El daño comienza a nivel celular: las agresiones repetidas al ADN en orma de toxinas, radiaciones y 
luz ultravioleta ponen en marcha los mecanismos de reparación. Pero ésta no siempre es completa,
por lo que las alteraciones se van acumulando progresivamente, sobre todo a nivel del ADN mito-
condrial, que es muy sensible y tiene una escasa capacidad de reparación.

Durante la juventud el cuerpo conserva los sistemas de mantenimiento y reparación, pero con la 
edad estos sistemas se van deteriorando y son cada vez menos ecaces10.

Las evidencias que avalan esta teoría provienen de la observación de los insectos. Una mosca de la 
ruta de una semana de vida puede volar 110 minutos sin aterrizar, mientras que una mosca vieja 
debe aterrizar a los 19 minutos.

Sin embargo, algunos investigadores postulan que el desgaste y desgarro pueden ser observados más
como resultado del envejecimiento que como causa. 6

MEDICINA ANIAGING
5. Teoría de la velocidad de la vida 

Fue el siólogo alemán Max Rubner quien en 1908 descubrió la relación entre la velocidad del
metabolismo, el tamaño corporal y la longevidad. Simplemente señala que cada individuo nace con
una determinada cantidad de energía. Si ésta se usa lentamente, entonces la velocidad del envejeci-
miento disminuye, si se consume rápido, se acelera.

Esta teoría recuerda la antigua creencia de que poseemos una cantidad determinada de una “sus-
tancia vital”, que cuando se consume, envejecemos y morimos. Se basa en la observación de que los
animales con metabolismos más rápidos tienen vidas más cortas. 11, 12

Sin embargo, podemos argumentar que los centenarios han tenido en general vidas activas, con
mayor cantidad de respiraciones y latidos que los animales de más larga vida. Las aves tienen vidas
largas y un metabolismo rápido. El trasplante cardíaco de un corazón joven a un anciano no retrasa 
la senescencia. Esta teoría es quizá la que tiene menos evidencias cientícas a avor.

6. Teoría de la acumulación de desechos 

La célula produce mayor cantidad de desechos de los que puede eliminar. Estos desechos incluyen
toxinas que, al acumularse, intereren la unción celular y a la larga, ocasionan su muerte.

Las evidencias que sostienen esta teoría es, por ejemplo, la presencia de lipoucsina en células ner-
viosas y cardíacas. La lipoucsina se orma por una reacción compleja que une lípidos y proteínas
en la célula. Se acumula como pequeños gránulos intracelulares que aumentan de tamaño a medida 
que la persona envejece.5, 12

7. Teoría de los radicales libres 

Los radicales libres son moléculas muy inestables, con gran poder reactivo, producto del metabolis-
mo celular normal. Se producen en contacto con el oxígeno y atacan las membranas celulares y el
 ADN. Las situaciones con más generación de radicales libres son:
– Dietas hipercalóricas e hipergrasas.
– Ejercicio ísico extenuante.
– Contaminación ambiental.
– Radiación ultravioleta.
– abaquismo.

7
El concepto ue introducido inicialmente por Gerschman 13 pero desarrollado posteriormente por
Denham Harman de la Universidad de Nebraska.14

Los antioxidantes celulares son un conjunto de distintas sustancias (vitaminas, minerales y enzimas)


cuya unción es neutralizar el eecto nocivo de los radicales libres. Pero el proceso no siempre es
completo, por lo que termina ocurriendo daño en el ADN, las proteínas y las mitocondrias, que se
acumula con el paso del tiempo.

Como las mitocondrias tienen muy poca capacidad de reparación, los radicales libres causan daños
irreversibles. 15,16

El oxígeno singlet, proveniente de la luz ultravioleta, sería uno de los máximos responsables del o-
toenvejecimiento.17

Las moléculas de oxígeno reactivo (ROS) atacan las bases de los ácidos nucleicos, las cadenas laterales
de aminoácidos de las proteínas y las dobles uniones de los ácidos grasos. Las moléculas reactivas de
nitrógeno (RNS) también causan radicales libres. 19 El desequilibrio entre los ROS y las sustancias antio-
xidantes conduce a una situación de estrés oxidativo.

La peroxidación lipídica de las membranas hace que éstas pierdan su permeabilidad y se vuelvan más
rígidas, reactivas y poco uncionales. 19

Se ha observado que la administración de antioxidantes a animales de laboratorio enlentece ciertos


procesos de envejecimiento. 18, 20

8. Teoría de las uniones cruzadas ( cross-linking  )

Está basada en la observación de que, con la edad, las proteínas, ADN y otras estructuras moleculares
desarrollan entre sí uniones inapropiadas. Estas ligaduras innecesarias disminuyen la movilidad y elas-
ticidad de las proteínas y otras moléculas. Normalmente, las proteínas dañadas son desdobladas por
proteasas, pero la presencia de las uniones cruzadas inhibe la actividad de las mismas, por lo que estas
proteínas dañadas e innecesarias no son descompuestas y pueden producir alteraciones importantes. 5

 Algunas investigaciones apoyan esta teoría. Se ha observado que las uniones cruzadas del colágeno
son responsables en parte de las arrugas y de otros cambios cutáneos asociados con la edad. ambién
se piensa que la unión cruzada de las proteínas del cristalino cumple una unción en el desarrollo
de las cataratas.21 En otro estudio, trataron tejido de animales jóvenes con compuestos inductores
de uniones cruzadas: el tejido cerebral pronto mostró similitudes con un cerebro más viejo. 22

MEDICINA ANIAGING
9. Teoría sobre defciencias del sistema inmune 

De acuerdo a esta teoría muchos de los eectos del envejecimiento son debidos a una merma en la 
capacidad del sistema inmune para dierenciar “lo propio” de “lo ajeno”. No es sólo que el sistema 
inmune sea menos capaz de resistir las inecciones y el cáncer, sino que también genere enermedades
autoinmunes.

El peso del timo disminuye desde los 12-15 g al nacer hasta los 3 g rondando los 60 años. Los estu-
dios intentan desvelar si la desaparición del timo contribuye al proceso de envejecimiento. Ciertos
actores tímicos son capaces de restaurar la unción inmune en niños nacidos sin ellos y de rejuvene-
cer la deciente unción inmune de los ancianos. Las hormonas tímicas pueden tener un papel en la 
producción de neurotransmisores.5, 12

10. Teoría de error y reparación

Fue propuesta por Leslie Orgel en 1963 y ue una teoría muy popular en su momento porque tenía 
mucho sentido común. Aunque hoy en día la teoría  per se  ha sido descartada debido a la alta de
soporte cientíco, algunos elementos de la teoría siguen siendo investigados como posibles actores
del envejecimiento.

Cuando la célula se divide, la ADN polimerasa hace una nueva copia del ADN. Las secuencias del
 ADN son entonces transcriptas, vía la ARN polimerasa, al ARN mensajero, que contiene las instruc-
ciones para la síntesis de proteínas individuales, con la secuencia de aminoácidos correcta.

La teoría postula que, durante la síntesis proteica, ocurren errores leves, en orma de deectuosa 
incorporación de aminoácidos. Cuando estos errores suceden en las enzimas y otras proteínas res-
ponsables de la síntesis de ADN y ARN, esto puede llevar a una cascada de errores reeridos como
“error catastróco”. Esta escalada de errores puede acentuarse en los ancianos. 23, 24

11. Teoría del Orden-Desorden

Desde la concepción hasta la madurez sexual, el cuerpo sigue un programa ordenado. Luego de la 
madurez sexual comienzan a producirse cambios caóticos en las células, tejidos y órganos, lo que
conduce al envejecimiento.

El grado de desorden varía entre los individuos, por eso los tejidos y órganos se deterioran a dieren-
tes velocidades.5

9
12. Teoría del envejecimiento del sistema neuroendocrino

Propuesta inicialmente por Vladimir Dilman. 25

El sistema neuroendocrino se reere a las complejas conexiones entre el cerebro y los sistemas ner-
vioso y endocrino. El hipotálamo estimula e inhibe la pituitaria, “glándula maestra”, que a su vez re-
gula las otras glándulas del cuerpo. A medida que envejecemos el sistema se vuelve menos uncional,
y entonces puede aparecer hipertensión, alteraciones en el metabolismo glucídico y otras anomalías.
El ejemplo más obvio de cambios hormonales y el envejecimiento como resultado de esos cambios
es la menopausia.

La tesis central de esta visión es que el envejecimiento está causado por una pérdida de la sensibilidad
de los receptores hormonales centrales (hipotalámicos) y periéricos, sobre todo como consecuencia 
de la edad.

La pérdida de sensibilidad hipotalámica trae aparejada un cambio progresivo de la homeostasis y una 


alteración de los niveles de hormonas y neurotransmisores, causando envejecimiento y enermeda-
des asociadas al mismo.25, 26

Dilman denió al eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal como “homeostasis adaptativa”. Los perío-


dos prolongados de exposición a niveles más elevados de cortisol, tal como ocurre durante el estrés
crónico, causan una serie de eectos adversos en el cuerpo, tales como hiperglucemia, retención de
sodio, inmunosupresión, úlceras gástricas, cealeas y pérdida de densidad ósea, entre otros. Dilman
postuló que, con el paso de los años, el hipotálamo se vuelve menos sensible a los eectos inhibitorios
del cortisol. De este modo, se requieren niveles más altos de cortisol para inhibir la p roducción del
mismo y restaurar la homeostasis. Dilman demostró los eectos adversos del envejecimiento sobre la 
homeostasis adaptativa al medir niveles de cortisol en pacientes de diversas edades antes y después
de una cirugía.27

Estos estudios conrman que la respuesta al estrés es más intensa y de mayor duración cuanto más
avanzada la edad. Estos cambios están generalmente acompañados por una relativa pérdida de tejido
adiposo y músculos en brazos y piernas. Cuando son severos, estos cambios producen una semejanza 
con el síndrome de Cushing. Dilman acuñó el término “hiperadaptosis” para reerir este estado.

Dilman propuso que una técnica ecaz para retardar y aun revertir los eectos del envejecimiento era: 26
– Restaurar la sensibilidad de los receptores hipotalámicos y periéricos.
– Restaurar los niveles hormonales mediante el reemplazo hormonal.
– Restaurar la bioenergética celular.

MEDICINA ANIAGING
Desde estos primeros trabajos, muchos otros han seguido estudiando la relación entre declive hor-
monal y envejecimiento, incluyendo hormona de crecimiento, tiroides y hormonas sexuales. 28, 29

Cara de luna llena

Mejillas rojas

Infltración adiposa

Fragilidad capilar
con equimosis

Piel fna

Estrías

 Abdomen péndulo

Pobre desarrollo
muscular

Mala cicatrización Figura 2. Apariencia típica y signos


de heridas
clínicos de síndrome de Cushing e
“hiperadaptosis” (Dilman y Dean,
1992).

13. Teoría de la glicación

La glicación, conocida tradicionalmente como “reacción de Maillard” o glicosilación no enzimática,


es la unión cruzada de proteínas (colágeno, hemoglobina, albúmina) con azúcares reductores, sin
asistencia enzimática.

Este proceso se conoce desde hace unos 100 años, pero inicialmente ue utilizado por la industria 
alimentaria para mejorar el aspecto y el sabor de los alimentos. Su importancia siológica se puso de
maniesto a partir del descubrimiento de que parte de la hemoglobina de sujetos sanos está glicosi-
lada, y que el nivel de glicación es mayor en diabéticos. 30

11
El proceso tiene lugar en etapas sucesivas: las iniciales son rápidas y reversibles –glicación y produc-
tos de Amadori– mientras que las nales son lentas e irreversibles: ormación de AGE’s o productos
terminales de glicación avanzada, que se orman por oxidación de los productos de Amadori.

En clínica, si la proteína es
hemoglobina, la conocemos
como hemoglobina glicosilada
o Hb A1C

O H2N proteína N proteína N proteína


C C C
C OH C OH C O
HO C HO C HO C
C OH C OH C OH
C OH C OH C OH
C C C
OH OH OH En clínica,
se conoce con
 ��  el nombre de
� fructosamina
Fe2+ O2
N H proteína
N N
+ N C
N N proteína
O C C
proteína NH2 O C
HO HO O
HO C
HO C
O
C
HO CML

N

N
GLICACIÓN O GLICOSILACIÓN
NO-ENZIMÁTICA 
COMPUESTOS DE GLICACIÓN AVANZADA (AGE)

Figura 3. Glicación o glicosilación no-enzimática.

En los tejidos, los AGE’s son captados por receptores especícos, presentes en numerosas células de
distintos tejidos. Entre otras acciones, los compuestos AGE’s: 31
– Aumentan la producción de radicales libres más de 50 veces.
– Aceleran la oxidación del colesterol LDL avoreciendo la aterosclerosis.
– Producen espesamiento de la membrana basal.
– Producen inamación.
– Producen trastornos de la vasodilatación.

MEDICINA ANIAGING
LOS COMPUESTOS AGE EN LA PATOLOGÍA VASCULAR

 Albúmina LDL IgG


 AGE

vaso sanguíneo

endotelio
Fibras colágenas NO sub-endotelio

 Acumulación proteica,  Atrapamiento  Atrapamiento de Inactivación


espesamiento de de LDL, IgG, activación de del NO, trastorno de
las membranas basales oxidación complemento, inamación la vasodilatación

Figura 4 . Productos de glicación avanzada en patología vascular. Papel de los productos AGE en la 
micro y macroangiopatía.

Los AGE’s pueden ormarse por glicación o ser ingeridos directamente a través de los alimentos o
del humo del tabaco. 32

Son muy dañinos para la piel, pulmones, riñón, músculos y vasos sanguíneos.

13
3. Mecanismos del envejecimiento
3.1. Papel de la infamación
La inamación crónica está implicada en la aterosclerosis, artritis, enermedad de Alzheimer, cáncer,
síndrome metabólico, y muchas más aecciones relacionadas con el envejecimiento.

Probablemente la inamación no sea la causa mayor de la degeneración, pero contribuye a ella, junto
con los radicales libres y los productos avanzados de glicación (AGE’s).

Mecanismos de infamación en el envejecimiento:


– Con la edad, aumentan las cantidades de citoquinas pro-inamatorias, tales como NF- a, IL-1
e IL-6.
– El aumento de las células de memoria resulta en un incremento de IL-4 e IL-10. 33
– Los radicales libres avorecen la actividad del actor proinamatorio de transcripción NF- k B34,
que además de inducir inamación crónica inhibe la apoptosis, con el riesgo potencial de inducir
cáncer.35
– La obesidad se asocia con una mayor producción de NF- a.
– La IL-6 induce la producción de proteína C reactiva y es un actor de riesgo cardiovascular: en
un estudio de 4 años se observó que las mujeres con valores de proteína C reactiva más altos
tenían un riesgo mucho mayor de desarrollar diabetes de tipo 2 que aquellas con los valores más
bajos.36
El ejercicio ísico puede ser muy antiinamatorio al aumentar la producción de IL-6 de origen
muscular (que es independiente de NF-a) y disminuyendo la proteína C reactiva. 37
– La actividad de la ciclo-oxigenasa (COX) aumenta con la edad, incrementándose así la produc-
ción de prostaglandinas. La vitamina E atenúa la actividad de la COX y restaura la producción de
células .38

Dormir suciente puede disminuir la secreción de NF- a e IL-6 (ambos producen atiga y som-
nolencia).

Los productos avanzados de glicación (AGE’s) no sólo se originan del metabolismo sino que pueden
ser ingeridos a través de la dieta o del humo del tabaco y contribuyen a la inamación. 32

ambién es muy importante considerar la inamación crónica derivada del consumo excesivo o
desequilibrado de ciertos alimentos, y que tiene un papel importante en numerosas enermedades
degenerativas y ciertos cánceres. 39

MEDICINA ANIAGING
 ALIMENTOS E INFLAMACIÓN

Consumo de alimentos ricos en ácido araquidónico Consumo de alimentos precursores/estimuladores


tales como yema de huevo, carnes rojas, pollo (pata) de ácido araquidónico tales como grasas omega
y productos lácteos. 6 y carbohidratos de alto índice glucémico.

EXCESO DE ÁCIDO ARAQUIDÓNICO

VÍA LIPOOXIGENASA (LOX) VÍA CICLOOXIGENASA (COX)


HPETE prostaglandina G2
8-HETE prostaglandina H2
12-HETE
15-HETE prostaglandinas
(PGD2, PGE2, PGF2, PGI2)
leucotrieno A4 tromboxanos
(TXA2, TXB2)
leucotrienos prostaciclina
(LTB4, LTC4, LTD4, LTE4) PCI2
lipoxinas

Figura 5. Inuencia de la alimentación en los procesos inamatorios.

15
Esto no es sorprendente si se tiene en cuenta la enorme dierencia entre la alimentación actual in-
dustrializada y la alimentación ancestral: el consumo de ácidos grasos poliinsaturados en el hombre
paleolítico era casi el doble con respecto a la dieta actual, donde predominan las grasas saturadas. La 
relación omega 6/omega 3, indispensable para el equilibrio de la producción de citoquinas, se calcula 
2-1/1 en tiempos paleolíticos, mientras que en la actualidad ronda el 10-15/1. 40

3.2. Senescencia celular y apoptosis


La apoptosis es el suicidio celular programado (muerte celular controlada) que hace que la célula sea 
eliminada sin la inamación que acompaña a la muerte celular no controlada (necrosis). Durante la 
apoptosis, los núcleos se encogen y se ragmentan y así pueden ser agocitados por macróagos.

Hay distintas patologías que se asocian con la apoptosis:


– Enermedades con inhibición de la apoptosis: cáncer, enermedades autoinmunes.
– Enermedades con aumento de la apoptosis: enermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Par-
kinson, esclerosis lateral amiotróca), SIDA, daño isquémico y aterosclerosis.

Por lo tanto, la apoptosis puede ser un mecanismo benecioso para eliminar células deectuosas y 
proteger así contra el cáncer, o asociarse a condiciones perjudiciales, tal como ocurre en la ateros-
clerosis o en las enermedades neurodegenerativas. Durante el proceso intervienen unas enzimas
proteolíticas llamadas caspasas.41

La senescencia celular (detención permanente del ciclo celular) puede beneciar al organismo redu-
ciendo la vulnerabilidad al cáncer pero también contribuir al deterioro tisular asociado con la edad. 42
Las células senescentes pueden uncionar como las normales pero con una serie de características:
aumento de la producción de radicales libres, aumento del daño oxidativo, aumento del daño por
glicación y disminución de la expresión de las proteínas de shock. 43

Las células senescentes son resistentes a la apoptosis, en oposición a las neuronas postmitóticas que
contribuyen a la neurodegeneración. 44 Los broblastos senescentes secretan metaloproteinasas
que degradan el colágeno y también secretan citoquinas proinamatorias como IL-1.

La restricción calórica aumenta la apoptosis hepática en las ratas, particularmente la de células pre-
cancerosas.45

Se puede imaginar ácilmente que la acumulación de un número creciente de células senescentes en


los tejidos contribuya al envejecimiento de los tejidos y órganos.

MEDICINA ANIAGING
Célula enerma
Célula sana (si se produce suicidio)

2
La célula empieza
a transormarse: el
núcleo, primero se
condensa (picnosis)
y luego se ragmenta
(cariorrexis). La célula
se encoge.

3
Los ragmentos
celulares son
agocitados
por macróagos.

4
Finalmente, la célula
se elimina.

Figura 6. Apoptosis: muerte celular programada sin inamación. La célula en proceso apoptótico en
lugar de “explotar” y derramar su contenido, posiblemente dañino al espacio intercelular, se “encoge”
y ragmenta, con lo que puede ser después agocitada por los macróagos.

17
En los seres humanos, el acortamiento de los telómeros gobierna el comienzo de la senescencia 
celular, y está uertemente modulado por la relación entre estrés oxidativo y deensa antioxidante.
Las especies de oxígeno activas (ROS) dañan las proteínas, los telómeros y el ADN 46 y preceden a la 
neurodegeneración.47

La relación entre el envejecimiento celular y el del organismo es compleja. La “inmortalidad” celular


es esencial en las células madre, pero una célula somática “inmortal” es cancerosa.

3.3. Restricción calórica con nutrición adecuada 


La restricción calórica con nutrición adecuada ue investigada inicialmente por Roy Walord. Luego
de años de experimentación en animales de investigación sobre longevidad propuso una dieta alta en
nutrientes pero baja en calorías.48

Hasta la echa, la restricción calórica con nutrición adecuada es el método más able y estudiado para 
extender el lapso de vida. En numerosos estudios, la restricción calórica en animales de laboratorio
ha mostrado que puede prolongar el lapso de vida hasta en un 60 %.49,50

 Aunque en seres humanos aún no se haya demostrado cientícamente que la restricción calórica 
aumente el lapso de vida, la evidencia preliminar es muy prometedora. Las personas que siguen una 
dieta nutricionalmente correcta pero baja en calorías presentan varios posibles marcadores de lon-
gevidad, tales como menores niveles de insulina y temperaturas corporales reducidas, además de un
menor daño cromosómico.51

Los anoréxicos malnutridos en micronutrientes no son un ejemplo de restricción calórica con nutri-
ción adecuada.

 Aunque la restricción calórica parezca ser muy ecaz para promover la longevidad, el problema es
que la mayoría de las personas lo encuentra impracticable: mantenerla durante años parece una em-
presa poco apetecible y muy dura. Como resultado de este hecho, las investigaciones avanzan para 
tratar de descubrir los mecanismos exactos que promueven la longevidad para intentar encontrar
nutrientes o medicamentos que mimeticen la restricción calórica, para gozar así de sus benecios sin
surir sus inconvenientes.

Los últimos hallazgos apuntan hacia el resveratrol, que parece utilizar las mismas vías y mecanismos
que la restricción calórica.

MEDICINA ANIAGING
COMO ACTÚA LA RESTRICCIÓN CALÓRICA 







 ��
 H+ H+ H+

�
�����
�� e–
e– H++O2+e–  
FADH2
H2O
H+ 
Enzima 1 Enzima 2 Enzima 3 NADH
 � 

reacciones 
adicionales
 

Glucosa Glucosa Metabolitos


intermedios
de la glucosa

H+ H+ H+

� 
Entra menos glucosa,
e– e–
Glucosa por eso se procesa menos H++O2+e–
 
FADH2
H2O +
H

NADH
 � 

reacciones 
adicionales
 

Figura 7. Cómo actúa la restricción calórica. Explicación en la página siguiente.

19
Figura 7. La célula utiliza glucosa de los alimentos para generar AP (secuencia superior). Más
especícamente, después que la glucosa entra en la célula (echa azul) en el citoplasma ocurre una 
serie de reacciones enzimáticas y la mitocondria celular altera la glucosa poco a poco, produciendo
nalmente sustancias que convierten los electrones (e-) en la maquinaria ormadora de AP. La 
transerencia de electrones de un componente de la maquinaria a otro, y nalmente al oxígeno,
origina que los protones (H+) uyan a través de un complejo llamado AP sintetasa, que responde
generando AP (echa roja).
La restricción calórica, al limitar la ingesta de alimentos (secuencia inerior), minimiza la cantidad
de glucosa que entra en las células (echa azul delgada) y disminuye la generación de AP.
Los investigadores han propuesto diversas explicaciones de por qué la interrupción del proceso
de la glucosa y la producción de AP puede retardar el envejecimiento. Una posibilidad
relaciona la maquinaria de producción de AP con la emisión de radicales libres (echa 
amarilla), que se considera que contribuyen al envejecimiento y a las enermedades relacionadas
con la edad como el cáncer. La operación reducida de la maquinaria debería limitar su
producción y, por lo tanto, minimizar el daño. Otra hipótesis sugiere que la disminución del
procesamiento de la glucosa podría indicar a las células que la comida es escasa (aunque no lo
sea) e inducirlas a actuar en un modelo antienvejecimiento que enatiza la conservación del
organismo. (Adaptado de Sc Am 14:38,2004).

 Aunque aún quedan por esclarecer las razones últimas de por qué la restricción calórica prolonga la 
vida, se ha observado que ésta se asocia con la activación a largo plazo de la AMP- quinasa (AMPK),
una enzima metabólica que promueve la sensibilidad a la insulina y la oxidación de los ácidos gra-
sos.51 El resveratrol estimula la actividad de la AMP-quinasa.53

 Además, también tendría un eecto sobre los genes sirtuinos. 52

Presentes en todas las ormas de vida, los genes sirtuinos están asociados con el envejecimiento y la 
longevidad. El resveratrol inuencia al gen sirtuino SIR2 y contrarresta los cambios en la expresión
de SIR2 inducido por una dieta con elevadas calorías. 52,54,55,56

3.4. Los centenarios


El estudio de los centenarios es una parte undamental de la Medicina Antiaging, ya que representan
un modelo de resistencia relativa a las enermedades relacionadas con la edad y un envejecimiento
más lento.57

La capacidad de sobrevivir en edades extremas parece implicar una compleja combinación de ac to-
res genéticos, medioambientales, de estilo de vida y una buena dosis de suerte. El estudio de la ge-
nética de los más longevos y la identicación de las vías moleculares de la longevidad es un enoque

MEDICINA ANIAGING
potencialmente poderoso para descubrir las vías que median el envejecimiento y la susceptibilidad
a enermedades.58

Por ejemplo, un polimorsmo del gen que codica la apolipoproteína E ha sido asociado a un ma-
yor riesgo de padecer Alzheimer. Las tres variantes más comunes son E2, E3 y E4. Las personas que
hereden dos genes E4 (uno de cada uno de sus progenitores) tienen 8 veces más posibilidades que
la población general de desarrollar la enermedad y a una edad más temprana (68 años). 59 Los
que tienen dos genes E3 lo desarrollan más tardíamente (75 años). El gen E2 parece relacionarse con
una menor probabilidad de desarrollarlo. 60

Con respecto a las actitudes psicológicas de los centenarios se han encontrado ciertas características
comunes:61,62,63
– Adaptabilidad a las circunstancias.
– Actitud positiva ante la vida.
– Auto determinación.
– Fe y espiritualidad.
– Actividad.
– Productividad y sentido de propósito.
– No dejarse llevar por la ansiedad.
– Buena actitud ante el estrés.
– Contactos sociales.

Okinawa es una población de Japón caracterizada por un elevado número de centenarios, y se cree
que uno de los actores importantes es la dieta. 64

La persona más longeva del mundo conrmada hasta el momento es Jean Calment, que murió en
Francia a los 122 años.65

21
4. Tratamientos
Dado que aún no se dispone de tecnologías de reparación molecular especícas, los tratamientos se
basan en las distintas teorías y estudios cientícos sobre el envejecimiento, intentando corregir de-
ciencias y prevenir enermedades mediante la dieta, el ejercicio ísico, los suplementos nutricionales
y nutracéuticos y las hormonas.

4.1. Dieta 
La dieta “antiaging” aplica los más recientes y novedosos conocimientos cientícos en el área de
nutrición. Se trata de una orma de alimentarse para conservar la salud, evitando los productos tóxi-
cos y potenciando los nutrientes adecuados. Se preere el consumo de rutas, vegetales, pescados y 
carnes magras, con eliminación del azúcar, el alcohol, el tabaco y las harinas y a lmidones.

odas las dietas siempre tienen en cuenta los macronutrientes: lípidos, carbohidratos y proteínas.
Pero la gran dierencia es considerar QUÉ tipo de lípido, carbohidrato o proteína es potenciado o
restringido en esa dieta.

Los lípidos: en 1961 el estudio Framingham señaló la relación entre el colesterol plasmático y la 
enermedad cardíaca.66 A partir de ese momento se impusieron las dietas bajas en lípidos, ya que las
grasas saturadas aumentan el colesterol LDL. Mucha gente, entonces, dejó de comer mantequilla 
(rica en grasas saturadas) y pasó a comer margarina, rica en grasas trans que reducen el benecioso
colesterol HDL e incrementan el ratio LDL/HDL dos veces más que una grasa saturada. 67 anto las
grasas trans como las grasas saturadas elevan los niveles de insulina y de los triglicéridos, sugiriendo
que ambos tipos de lípidos promueven la resistencia a la insulina. 68

Sin embargo, una dieta que restrinja ODAS las grasas puede ser nociva, ya que hay algunas suma-
mente necesarias para la salud, tal como los ácidos grasos omega 3. Equilibrar y regular la ingesta de
lípidos es una de las importantes acciones de la dieta antiaging.

Los carbohidratos: que los carbohidratos eleven la glucemia y la insulina depende, en gran medida,
de la cantidad de bra y del índice glucémico del carbohidrato. La distinción entre carbohidratos
simples o complejos es menos importante: el pan y las patatas son carbohidratos complejos pero
tienen un índice glucémico más elevado que la ructosa, que es un azúcar simple.

El consumo elevado de carbohidratos produce un aumento de la glucemia y daña las células Beta del
páncreas, sobre todo cuando la ingesta se acompaña a la vez de altos niveles de lípidos 69.

Las dietas con bajo índice glucémico pueden promover la pérdida de peso y mantener la sensibilidad
a la insulina, mientras que las dietas con un alto índice glucémico tienen el eecto contrario. 70,71

MEDICINA ANIAGING
El concepto de la ingestión de bra simultáneamente con el carbohidrato es muy importante: por
ejemplo, las rutas enteras se preerirán a los zumos, ya que los zumos se absorben mucho más rápi-
damente que la ruta entera y tienen un menor poder saciante. 72

En décadas recientes ha habido un gran incremento en la utilización de jarabes con alto contenido
de ructosa en los alimentos procesados e industrializados, tales como bollería, helados, cereales para 
el desayuno y rerescos. Cuando la ructosa se ingiere en grandes cantidades estimula la producción
hepática de triglicéridos, promueve la glicación de proteínas y puede inducir resistencia a la insulina,
lo que se ha asociado al aumento de obesidad y diabetes de tipo 2. 73,74,75

Los hidratos de carbono recomendables son las rutas y los vegetales.

Las proteínas: de modo general, las proteínas satisacen el apetito con menores calorías que los
carbohidratos o las grasas, a la vez que reducen los triglicéridos y el colesterol LDL. 76 Si bien se ha 
dicho tradicionalmente que el consumo elevado de proteínas avorece la enermedad cardiovascular,
y que la dieta debe ser alta en carbohidratos y menor en proteínas, estudios recientes han sugerido
que reemplazar cierta cantidad de carbohidratos por proteínas se asocia con un menor riesgo de en-
ermedad isquémica. No hay que olvidar que la ingesta alta en proteínas a menudo se acompaña por
un aumento de grasas saturadas, y esto sí que agrava las alteraciones cardiovasculares.77

Por eso el énasis debe ponerse en el consumo de proteínas magras y de alta calidad.

El concepto de que la ingesta alta en proteínas promueve la resorción ósea no ha podido ser demos-
trado en estudios controlados.78,79

Ingestión de productos terminales de glicación avanzada (AGE’s): los productos terminales de


glicación avanzada (AGE’s) son moléculas tóxicas ormadas por el calentamiento simultáneo de proteí-
nas, azúcares y grasas. La ormación de estos productos se acelera con el calor. La utilización de acei-
tes o grasas durante el proceso de cocción permite alcanzar temperaturas más elevadas y contribuir a 
la oxidación que transorma las proteínas en AGE’s. Utilizar altas temperaturas para cocinar carne y 
grasa, por ejemplo reír la carne, produce los niveles más elevados de AGE’s. 80

Los AGE’s ingeridos del humo del tabaco y de los alimentos contribuyen a la aparición de síndrome
metabólico y diabetes. 81

 Ácidos grasos trans: los alimentos que los contienen en mayor proporción son la margarina, paste-
lería y bollería. 82

23
FUENTES ALIMENTARIAS DE LOS ÁCIDOS GRASOS TRANS

> Chips > Caramelos


> Patatas fritas > Golosinas
> Croquetas > Buñuelos
> Fritos > Pasteles
> Mahonesas > Galletas
> Margarina > Snacks
> Palomitas de maiz > Fast food
> Salsas

 Aceites vegetales parcialmente hidrogenados: PELIGRO


Figura 8. Fuentes alimentarias de los ácidos grasos RANS. Gráco del Dr. George Mouton.

 Aproximadamente del 3 al 8 % de los ácidos grasos de la mantequilla, queso, leche, ternera y cordero
son grasas trans, y se relacionan con enermedad coronaria.83

Las grasas trans no sólo elevan el colesterol LDL sino que a la vez disminuyen el HDL. 67 ambién
se ha encontrado un aumento en la producción de proteína C reactiva en las personas con alto con-
sumo de ácidos grasos trans. 84

Los ácidos grasos trans se producen por las altas temperaturas –por ejemplo al reír– y la hidrogena-
ción. El cambio de la conguración cis natural a la trans comporta cambios dramáticos en cuanto
a sus propiedades, su acción en el cuerpo y sus eectos sobre la salud. Entre otras, alteran la per-
meabilidad de las membranas celulares e intereren con las enzimas encargadas de transormar los
ácidos grasos en ácidos grasos poliinsaturados. ienen un papel en el desarrollo de la aterosclerosis
y algunos cánceres.85

En la gráca puede observarse cómo su aspecto semeja más un ácido graso saturado que a uno insa-
turado, aun siendo de origen vegetal.

ambién es importante para la salud el modo en que se renan y se comercializan los aceites, ya que
muchas veces se los somete a altas temperaturas en el proceso de abricación. 85

MEDICINA ANIAGING
18:0 c-18:1w9 t -18:1w9 c,c-18:2w6 c,c,c-18:3w3
extremo
ácido
Disposición
extremo
graso

insaturado insaturado poliinsaturado superinsaturado


Saturación saturado 1 doble enlace 1 doble enlace 2 dobles enlaces 3 dobles enlaces
configuración cis configuración trans cis, cis cis,cis,cis

Punto de fusión 70 ºC 13 ºC 44 ºC -5 ºC -12 ºC

Dobles enlaces ninguno uno cis uno trans dos: cis, cis tres: cis, cis, cis

Propiedades pegajoso ligeramente ligeramente antipegajoso muy


no pegajoso pegajoso antipegajoso

Figura 9. Propiedades químicas de los dierentes tipos de ácidos grasos.

 Alcohol: el consumo de 10 gramos de etanol (10 mililitros) por día se asocian con un 9 % de riesgo
aumentado para el cáncer de mama; si son 60 gramos, el riesgo asciende a un 54 %. 86,87 Las mujeres
postmenopáusicas sometidas a terapia hormonal sustitutiva que consuman más de 20 g de alcohol al
día tienen el doble de incidencia de cáncer de mama que aquellas que no beben. 88

Un estudio muy extenso con casi 60.000 mujeres encontró que tanto las umadoras como las no
umadoras aumentan su riesgo de cáncer de mama en un 7 % por cada 10 g diarios de etanol consu-
midos, concluyendo que el 4 % del cáncer de mama de los países desarrollados puede ser atribuido
al alcohol.89

El consumo de 60 gramos de etanol al día se asocia con un 21 % de aumento del riesgo de padecer
cáncer de próstata.90

anto el consumo agudo como el crónico de etanol aumenta los estrógenos y disminuye los andróge-
nos, tanto en hombres como en mujeres. Dado que el exceso de estrógenos y andrógenos está asocia-
do a un mayor riesgo de cáncer, el eecto del etanol sobre las hormonas sexuales explica el aumento
del cáncer de mama, pero el aumento del cáncer de próstata con el etanol debe explicarse por otros
mecanismos. El etanol puede contribuir a la osteoporosis, por lo menos parcialmente, a través de la 
disminución de testosterona. 91

25
El etanol en sí mismo no causa cáncer, sino el acetaldehído, primer metabolito del etanol, ya que es
tóxico, mutagénico y carcinogénico. El acetaldehído interere con la reparación del ADN. Casi la 
mitad de los cánceres de la cavidad oral, aringe, laringe y esóago han sido atribuidos al alcohol. 92

La combinación de alcohol y cigarrillo tiene un eecto sinérgico en la producción de cáncer oroa-


ríngeo. El riesgo para estos cánceres aumenta 38 veces cuando se consumen más de 30 cigarrillos y 
60 gramos de alcohol.93

Por otro lado, el alcohol disminuye las células , lo que trae un aumento en la incidencia de cáncer
y disminución de la resistencia a las inecciones. 94

Caé y caeína: a dierencia del alcohol y la nicotina, hay escasas evidencias implicando a la caeína 
en el cáncer o la enermedad cardiovascular, aunque puede producir perturbaciones cardíacas en
individuos sensibles. Sin embargo, el exceso de caé puede agravar las arritmias cardíacas. 95

La caeína puede aumentar la prevalencia y la severidad del síndrome premenstrual. 96,97

Pescado y mercurio: el mercurio orgánico se encuentra generalmente en el medio ambiente en


orma de metil-mercurio, que se absorbe en el tracto digestivo y se acumula ácilmente en el cere-
bro. El metil-mercurio puede causar daño neurológico a la vez que aumenta el riesgo de inarto de
miocardio. 98

Los peces con mayor contenido en metil-mercurio son el pez espada, la caballa y el atún. Los peces
grandes y de vida más larga tienen más tiempo de acumular más metil-mercurio y por lo tanto son
los más tóxicos. Mucho más seguros son el salmón, los langostinos y los mariscos.

En 2004 un anuncio conjunto de la FDA y la EPA advirtieron sobre la conveniencia de evitar el


consumo de peces grandes en mujeres embarazadas o puérperas. 99

Restricción calórica con nutrición adecuada: como ya se comentó con anterioridad, la explicación
más plausible de su orma de prolongar la vida y conservar la salud es que el bajo nivel de utilización
de calorías y de producción de energía permite niveles más bajos de glucemia (menor glicación) y 
menor producción de radicales libres. Esta dieta potencia el consumo de rutas, vegetales y carnes
magras y elimina el azúcar, los dulces y las comidas procesadas. 100

Sin embargo, no todo el mundo está dispuesto a mantenerse toda la vida con una dieta de tan bajas
calorías. Por eso la investigación está dirigida a la búsqueda de ármacos que puedan imitar la res-
tricción calórica.

MEDICINA ANIAGING
En este sentido, el resveratrol, una sustancia encontrada en las uvas negras y otras plantas, muestra 
resultados alentadores. En un estudio de la Universidad de Harvard se demostró que el resveratrol
podría prolongar la supervivencia regulando un gen asociado al envejecimiento que está presente
en todas las ormas de vida. Mientras que ratones de edad media alimentados con una dieta alta 
en calorías surían obesidad y cambios metabólicos semejantes a la diabetes, otro grupo de ratones
alimentados también con una dieta de altas calorías recibían al mismo tiempo resveratrol. Estos úl-
timos experimentaron cambios beneciosos, asemejándose a los ratones alimentados con una dieta 
estándar.101 Los eectos beneciosos del resveratrol demostrados en este estudio ueron:
– Aumento de la sensibilidad a la insulina.
– Menores niveles de glucemia.
– Aumento en la producción de energía mitocondrial.
– Mejora de la unción motora.

 Además, el resveratrol muestra una poderosa actividad antioxidante: inhibe la oxidación del LDL,
secuestra los radicales hidroxilo y ayuda a preservar los niveles de glutation. 102

4.2. Suplementación nutricional


 A modo de reseña, se señalan por su importancia ciertos grupos de suplementos nutricionales útiles
en los tratamientos de medicina antiaging.

No pretende ser una lista completa, sólo ejemplos para mostrar cómo se trabaja.

Para ver una clasicación más exhaustiva de los toquímicos ver ABLA I.

 Antioxidantes
Cumplen un papel undamental en la protección contra los radicales libres y también contra el cán-
cer debido a su capacidad de proteger el ADN.

 Algunos de ellos son:

 Vitamina C: neutraliza los radicales hidroxilo (OH), alcoxilo (OL) y peroxilo (LOO) y también neutra-
liza la orma radical de otros antioxidantes, tales como glutation y vitamina E. Puede ser un potente an-
tioxidante siempre y cuando no haya iones metálicos presentes, ya que pequeñas cantidades de vitamina 
C en presencia de los mismos puede hacer de la vitamina C un potente pro-oxidante. 103 Normalmente,
el hierro y el cobre están unidos a proteínas transportadoras (erritina, transerrina y ceruloplasmina),
pero los iones metálicos del tabaco y otros contaminantes pueden irrumpir en el torrente sanguíneo.

27
 Vitamina E (tocoeroles y tocotrienoles): principal antioxidante liposoluble del organismo. Aun-
que sólo es moderadamente eectiva contra el oxígeno singlet, es el antioxidante más ecaz para 
terminar las reacciones en cadena de la peroxidación lipídica de las membranas.

Los tocotrienoles son antioxidantes más potentes que los tocoeroles pero se absorben mal por vía 
digestiva. Sin embargo, se absorben bien por la piel y pueden usarse en orma de cremas. 104

Los tocoeroles tienen muchas unciones biológicas y las dierentes ormas no tienen las mismas
actividades para cada unción. Por ejemplo, una revisión de la prevención del cáncer por la vitamina 
E señala que el gamma tocoerol es la orma más potente para prevenir el cáncer de mama. 105

Carotenoides: son toquímicos que producen las plantas para protegerse del oxígeno singlet de la 
radiación UV, por lo tanto son los neutralizadores más importantes del oxígeno singlet. Una sola 
molécula de beta caroteno puede atrapar de 250 a 1.000 moléculas de oxígeno singlet y el licopeno
puede atrapar casi el doble en el mismo lapso. 106

Como los estudios epidemiológicos habían mostrado que el consumo de beta caroteno estaba rela-
cionado con un riesgo disminuido para el cáncer de pulmón, parecía razonable la suplementación
con beta caroteno. Sin embargo, en estudios más amplios se observaron ciras mayores de cáncer de
pulmón en umadores que recibían suplementación con dosis altas de beta caroteno, siendo mayor
el aumento en aquellos que eran umadores y bebían grandes cantidades de alcohol. 107 Estudios en
animales han sugerido que los productos anormales carotenoides ormados en el hígado, posible-
mente empeorado por el alcohol, pueden haber llevado a la destrucción de la vitamina A y a una 
exacerbación de la prolieración celular pulmonar.108

Otros carotenoides son la luteína y su metabolito, la zeaxantina. Ambos cumplen la unción de pro-
teger la retina contra los eectos ototóxicos de la luz azul.

Flavonoides: los avonoides son sustancias enólicas aisladas en una amplia variedad de rutas, vege-
tales y bebidas, tal como el vino y el té. En las plantas actúan como antioxidantes, antimicrobianos
y otorreceptores. Se les han atribuido propiedades antiinamatorias, cardioprotectoras, anticance-
rosas y antioxidantes.109 La actividad antioxidante in vitro ha sido ampliamente estudiada; in vivo los
mecanismos se conocen menos. 110

En el grupo de los avonoides están la quercetina, las epicatequinas (presentes en el té verde), las
proantocianidinas oligoméricas (presentes en la vid), la silimarina y las isoavonas.

MEDICINA ANIAGING
 Ácido lipoico: contiene azure y ostenta capacidades anti-glicación y quelantes de metales pesados.
Es activo tanto en ase lipídica como acuosa, lo que lo hace particularmente valioso. Se está emple-
ando en el síndrome metabólico, diabetes tipo 2, enermedades neurodegenerativas e intoxicación
por metales pesados.111, 112, 113

Coenzima Q 10: también llamada ubiquinona por su ubicua presencia en los organismos vivos. Es
un componente liposoluble de prácticamente todas las membranas celulares. Es un poderoso antio-
xidante que neutraliza los eectos adversos de los radicales libres producidos durante la osorilación
oxidativa de la membrana interna mitocondrial. La CoQ10 puede proteger contra el daño neuronal
producido por la isquemia y la aterosclerosis.114

La disunción mitocondrial está presente en aecciones cardiovasculares, en la migraña y en la dege-


neración macular, que pueden mejorar por el tratamiento con CoQ10.115, 116

Selenio: actúa como un potente antioxidante, anticarcinogénico y estimulador del sistema inmune.

• Antioxidante: ciertos antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E y la coenzima Q10 neutra-


lizan los radicales libres, a su vez convirtiéndose en ese proceso en nuevos radicales libres, aunque
menos dañinos que los originales. La orma radical libre de los antioxidantes debe ser regenerada 
para que puedan seguir actuando como antioxidantes. El glutation y la tioredoxina uncionan
para regenerar a los antioxidantes. La glutation peroxidasa y la tioredoxina reductasa son dos en-
zimas que contienen selenio y que dependen de la actividad del selenio para ser uncionales. 117

• Anticarcinogénico: en 1996 el JAMA publicó un estudio multicéntrico, a doble ciego y randomi-


zado que mostró que la suplementación con selenio avorecía una disminución general del total
de cánceres de un 50 %, un 63 % de reducción en el cáncer de próstata, una disminución de un
58 % en el cáncer colorrectal y de un 48 % para el de pulmón. Sin embargo no protegió contra 
los carcinomas basocelulares o escamosos de la piel. 118 Incluso estudios más recientes también
muestran una disminución de la mortalidad por cáncer de un 51 %. 119

• Estimulador inmunológico: con respecto a su capacidad de estimular el sistema inmune, hay 


trabajos que señalan que los pacientes con SIDA decientes en selenio tienen más posibilidades
de morir por enermedades relacionadas con el VIH que aquellos que no lo son. 120 La deciencia 
de selenio aumenta la virulencia de la inección viral mediante una respuesta proinamatoria. 121

29
TABLA 1. Clasifcación de los ftoquímicos

I. TERPENOIDES (ISOPRENOIDES) III. GLUCOSINOLATOS


 A. TERPENOIDES CAROTENOIDES   A. ISOTIOCIANATOS 
1. Licopeno 4. Luteína  1. Fenetil-isotiocianato
2. Beta-caroteno 5. Zeaxantina  2. Bencil-isotiocianato
3. Ala-caroteno 6. Astaxantina  3. Suloraano

B. INDOLES 
B. TERPENOIDES NO CAROTENOIDES  1. Indol-3-carbinol
1. Alcohol perilílico 3. erpeneol
2. Saponinas 4. Limonoides terpénicos IV. TIOSULFONATOS

II. POLIFENOLES  V. FITOSTEROLES


 A. FLAVONOIDES POLIFENÓLICOS   A. BETA-SITOSTEROL 
1. Antocianinas 7. Quercetina 
2. Catequinas 8. Silimarina   VI. ANTRAQUINONAS
3. Isoavonas 9. angeretina   A. SENNA
4. Hesperidina 10. aninos B. BARBALOÍNA
5. Naringina 11. Punicalagina  C. HIPERICINA
6. Rutina 
 VII. CAPSAICINA 
B. ÁCIDOS FENÓLICOS 
1. Ácido elágico 5. Ácido erúlico  VIII. PIPERINA 
2. Ácido clorogénico 6. Vainilla 
3. Ácido p-cumárico 7. Ácido cinámico IX. CLOROFILA 
4. Ácido ítico 8. Ácidos hidroxi-cinámicos
 X. BETAÍNA 
C. OTROS POLIFENOLES NO FLAVONOIDES 
1. Curcumina   XI. PECTINA 
2. Resveratrol
3. Lignanos  XII. ÁCIDO OXÁLICO

4.3. Ácidos grasos


Mantener el correcto equilibrio entre los ácidos grasos orma parte de la prevención y el manteni-
miento de la salud.

La dieta antiaging debe incluir una disminución del consumo de grasas saturadas y grasas trans y un co-
rrecto equilibrio de la relación omega 6/omega 3, ya que las acciones de estas dos amilias son opuestas.

MEDICINA ANIAGING
Los ácidos grasos pueden ser utilizados como:

– Inmunomoduladores: por ejemplo, los omega 3 inhiben la secreción de tumor necrosis actor
ala.122
– Prevención del cáncer: el ácido linoleico es un omega 6 muy recuentemente ligado al cáncer,
mientras que los omega 3 inhiben su ormación. 123
Se piensa que la orma de avorecer el cáncer del ácido linoleico es mediante la sobreproducción
de ácido araquidónico e eicosanoides inamatorios, que estimulan la prolieración de mutaciones
celulares.124
Como en la alimentación actual occidental hay un exceso de ácido linoleico y ácido araquidónico,
se puede entender la perspectiva de la gran cantidad de cánceres.
– Hígado graso y neuropatía etílica: se pueden beneciar de una combinación de aceite de prímula 
y aceite de pescado. 125
– Los omega 3 y omega 6 son necesarios para el desarrollo cerebral. En un estudio se añadió DHA 
(en orma de aceite de pescado) a la papilla de un grupo de pacientes. El otro ue tratado con pa-
pilla sin aditivo. A las 16 y 30 semanas se evaluaron resultados: los niños que habían consumido
DHA mostraron mejor agudeza visual que los alimentados con placebo. 126
Parece razonable plantearse si las grasas de la alimentación o de los suplementos alimentarios aec-
tan la unción mental en adultos. Un estudio en ancianos mostró mayores alteraciones cognitivas
en aquéllos con antecedentes de ingesta de grandes cantidades de ácido linoleico comparados con
los controles, mientras que aquéllos con alto consumo de pescado mostraban un declive cognitivo
menor.127
– Protección cardiovascular: el bajo índice de muerte coronaria en los esquimales de Groenlandia 
hizo sospechar que el elevado consumo de pescado tenía una acción cardioprotectora. Un estudio
de 20 años realizado en 852 varones alemanes mostró que la enermedad coronaria era un 50%
menor en aquellos que habían consumido al menos 30 g de pescado por semana, comparado con
aquellos que no lo consumían. 128
El aceite de pescado disminuye el colesterol LDL un 13 %, 129 la tensión arterial130 y disminuye
de orma importante el nivel de triglicéridos. 131

Debido a la contaminación de los peces por el mercurio, muchas veces la suplementación se hace necesa-
ria, porque ingerir la cantidad necesaria de omega 3 traería aparejado un aumento del mercurio corporal.

Los aceites de pescado deben elegirse ltrados y depurados de residuos tóxicos como mercurio,
PCB’s, etc.

Hasta hace 200 años atrás la dieta humana contenía niveles mucho más altos de omega 3. La carne de
los animales salvajes es rica en omega 3, mientras que el ganado doméstico es engordado con piensos

31
y granos ricos en omega 6. Los altos niveles de omega 6 son, pues, un enómeno moderno. Algunos
cientícos piensan que el modo más natural de prevenir las enermedades crónicas (incluyendo la 
enermedad cardiovascular) es volver a un ratio más primitivo e histórico donde la relación omega 
6/omega 3 sea 1:1. 132

EFECTO DE LAS GRASAS EN LA SALUD

Hipertrigliceridemia
Hipercolesterolemia  Aterosclerosis
Hipertensión

Estreñimiento
Obesidad  Alergias
 Adicciones Cáncer

GRASAS INADECUADAS

USO INCORRECTO

Diabetes
 Artritis
 Asma Fatiga crónica
 Afecciones cutáneas
Infección por levaduras

Esclerosis múltiple
Enfermedades autoinmunes Envejecimiento
 Afecciones ginecológicas

Figura 10. Esquema sobre la relación entre el consumo inadecuado de grasas


y ciertas patologías comunes.

MEDICINA ANIAGING
4.2. Hormonas
Los tratamientos hormonales sólo serán administrados cuando se constate una deciencia mediante
la clínica y el laboratorio. Los chequeos se practican antes, durante y después del tratamiento, para 
valorar la respuesta.

Sería muy extenso hablar de todas las hormonas, así que nos limitaremos a mencionar un par de ellas
que si bien no están aprobadas aún en España, no se pueden obviar por su importancia:

– Melatonina: es una hormona sintetizada en los mamíeros a partir de la serotonina, principal-


mente (pero no exclusivamente) en la glándula pineal.
La melatonina es un inductor natural del sueño. El hecho de que su producción disminuya dra-
máticamente con la edad puede explicar muchas de las alteraciones del sueño padecidas por los
ancianos.
La melatonina es un poderoso antioxidante, activo tanto en ase lipídica como acuosa. La con-
centración de melatonina es particularmente alta en la mitocondria y el núcleo celular y puede
atravesar la barrera hematoenceálica.133
En células cancerosas la melatonina disminuye su prolieración y capacidad metastizante. 134
Otras acciones son su potencial antihipertensivo,135 su utilidad para tratar el “jet lag”, 136 su em-
pleo en quemados137 y en el glaucoma y la degeneración macular,138 entre muchas otras.

– Dehidroepiandrosterona (DHEA): es una hormona secretada por las glándulas suprarrenales.


Con la edad, los niveles caen de modo que hacia los 70 años los niveles hormonales son el 10-
20 % que los de la juventud.
Este declive hormonal se ha llamado “adrenopausia”, y dado que muchas perturbaciones asocia-
das al envejecimiento comienzan cuando bajan los niveles de DHEA, se ha propuesto la utiliza-
ción de DHEA como terapia de sustitución. 139
Estudios en animales han indicado los eectos beneciosos de la DHEA contra la diabetes, ate-
rosclerosis, osteoporosis, cáncer y disminución de la unción inmune. 140
La administración de DHEA en mujeres con bajos niveles plasmáticos disminuyó signicativa-
mente la ansiedad y la depresión en un estudio a doble ciego con mujeres. 141
ambién ha mostrado un eecto positivo en los brotes de lupus eritematoso. 142

33
5. Conclusiones
La Medicina Antiaging es una revolucionaria orma de entender la medicina. Es cientíca, basada en
la evidencia, bien documentada, holística y con capacidad de enoques multiterapéuticos. Se apoya 
en estudios y analíticas avanzados que permiten diagnosticar y corregir alteraciones mucho antes de
que den sintomatología, y si la enermedad ya se hubiera producido, permiten tratar ampliando el
espectro más allá de lo armacológico.

Como hemos visto, la nutrición es un tema que merece toda la atención, porque al comer no sólo es-
tamos disrutando: se ponen en marcha una serie de reacciones químicas que conducen al equilibrio
y la salud o al desequilibrio y la enermedad. Las vitaminas, minerales y oligoelementos son elemen-
tos indispensables para que los sistemas enzimáticos uncionen correctamente. Los antioxidantes
cumplen un papel undamental en la lucha contra los radicales libres, involucrados en numerosas
patologías. La adecuada proporción de ácidos grasos es undamental para el uncionamiento de las
membranas celulares y para evitar numerosas enermedades. Y el ejercicio ísico orma parte de un
plan integral de salud.

MEDICINA ANIAGING
6. Bibliografía
1. Mariette di Christina.Te challenges o longevity. Sci Am 14: 3, 2004.
2. Klatz Ronald and Goldman Robert. Te New Antiaging Revolution. Basic health publications, 1996.
3. Javier Güell. Antiaging. Editorial La Esera de los libros, 2005.
4. Aragon Roman MJ, Katibi Bitar G y Amaya Fernández A. Anti-Aging en la consulta diaria. Medicina 
 Antienvejecimiento. Revista de la Semal 2: 1-5, 2004.
5. Klatz Ronald and Goldman Robert. Stopping the clock. Keats publishing, 1997.
6. Hayick Leonard. How and why we age. Ballantine Books, 1994.
7. Weng N, Granger L y Hodes R J. elomere lenghtening and telomerase activation during human B
lymphocyte dierentiation. Proc. Natl. Acad. Sci USA 94: 10827-10832, 1997.
8. Weng N, Palmer LD, Levine BL, Lane HC, June CH y Hodes RJ. ales o tails: regulation o telomere
lenght and telomerase activity during lymphocyte development, dierentiation, activation and aging.
Immunol. Review 160: 43-54, 1997.
9. Ning Y, Xu JF, Li Y, Chavez L, Riethman HC, Lansdorp PM, Weng NP. elomere lenght and the ex-
pression o natural telomeric genes in human broblasts. Hum. Mol. Genet. 12: 1329-1336, 2003.
10. Arnot Bob. Wear and ear. Simon & Schuster, 2003.
11. Greenberg JA. Organ metabolic rates and aging: two hypotheses. Med Hypotheses. 52: 15-22, 1999.
12. Butnaru A y Sister D. La Médecine Antiaging. Editions Granger, 2002.
13. Gerschman R, Gilbert DL, Nye SW, Wo F. Sutudies on oxygen-poisoning and X-irradiation - a mecha -
nism in common. Science 119: 623-626, 1954.
14. Harman D. Free radical theory o aging: history. EXS 62: 1-10, 1992.
15. de Grey AD. A proposed renement o mitochondrial ree radical theory o aging. Bioessays 19: 161-
166, 1997.
16. Wei YH Oxidative stress and mitochondrial DNA mutations in human aging. Proc Exp Biol Med 217:
53-63, 1998.
17. Berneburg M, Grether-Beck S, Kürten V, Ruzicka , Briviba K, Sies H y Krutman J. Singlet Oxygen
mediates the UVA-induced generation o the photoaging -associated mitochondrial common deletion.
 J Biol Chem 274: 15345-15349, 1999.
18. Yu BP. Free radicals in aging. Edited by Byung Pal Yu, 1993.
19. Sastre J, Pallardo FV, García de la Asunción J, Viña J. Mitochondria, oxidative stress and aging. Free
Radic Res 32: 189-198, 2000.
20. Cadenas E y Packer Lester. Understanding the process o aging. Te roles o mitochondria, ree radicals
and antioxidants. Edited by Enrique Cadenas y Lestar Packer, 1999.
21. Abrams WB, Beers MH, Berkow R. Te Merck Manual o Geriatrics. Merck Research Laboratories,
1995.
22. Bjorksten J, enhu H. Te crosslinking theory o aging-added evidence. Exp Geront 25: 91-95, 1990.
23. Orgel LE. Te maintenance o the accuracy o protein synthesis and its relevance to aging. Proc Natl
 Acad Sci USA 49: 517-521, 1963.
24. Rothstein M. Evidences or and against the error catastrophe hypothesis. Modern Biological theories o 
aging. Edited by Huber R Warner. 1987.
25. Dilman V. Te law o deviation o homeostasis and diseases in aging. John Wright, 1981.
26. Dilman V, Ward D. Te neuroendocrine theory o aging. Te center or Bio-Gerontology, 1992.
27. Dilman V. Pathogenic approaches to prevention o age associated increase o cancer incidence. Ann NY 
 Acad Sci 621: 385-400, 1991.
28. rubo R. Hormone changes in adult probed. JAMA 294: 663-667, 2005.

35
29. Blackman MR, Sorkin JD, Munzer , Bellantoni MF et al. Growth hormone and sex steroid administra-
tion in healthy aged women and men: a randomized controlled trial. JAMA 288: 2282-2292, 2002.
30. González Flecha FL. La glicación de las proteínas y su participación en las enermedades humanas. Re-
vista Ciencia Hoy 10: 123-127, 2000.
31. Gugliucci A. Glicación de proteínas: rol protagónico de la hiperglucemia en las complicaciones crónicas
de la diabetes mellitus. Rev Med Uruguay 16: 58-75, 2000.
32. Koschinsky , Ci-Jiang He, Mitsuhashi , Bucala R et al. Orally absorbed reactive glycation products
(glycotoxins): an environmental risk actor in diabetic nephropaty. Proc. Natl. Acad. Sci USA 94: 6474-
6479, 1997.
33. Finch CE y Crimmins EM. Inammatory exposure and historical changes in human lie- spans. Science
305: 1736-1739, 2004.
34. Helenius M, Hänninen M, Lehtinen SK y Salminen A. Changes associated with aging and replicative
senescence in the regulation o transcription actor nuclear actor- k B. Biochem J 318: 603-608, 1996.
35. Karin M y Lin A. NF- k B at the crossroads o lie and death. Nat Immunol 3: 221-227, 2002.
36. Pradhan AD, Manson JE, Riai N, Buring JE y Ridker PM. C-Reactive protein, interleukin 6 and risk o 
developing type 2 diabetes mellitus. JAMA 286: 327-334, 2001.
37. Petersen AM y Kladun Pedersen B. Te anti-inammatory eect o exercise. J. Appl. Physiol. 98: 1154-
1162, 2005.
38. Wu D, Mura C, Beharka A et al. Age-associated increase in PGE2 synthesis and COX activity in murine
macrophages is reversed by vitamin E. Am J Physiol Cell Physiol 275: 661-668, 1998.
39. Faloon W. Eating your way to prostate cancer. LEF Magazine, ebrero 33-41, 2007.
40. Eaton SB, Cordain L y Sebastian A. Te ancestral biomedical environment. Endothelial biomedicine.
Cambrige University Press, 2007.
41. Hetts SW. o die or not to die: an overview o apoptosis and its role in disease. JAMA 279: 300-307,
1998.
42. Vaisrub S. Cellular senescence. JAMA 221: 913-914, 1972.
43. Carlisle R, Rhoads CA, Aw K y Harrison L. Endothelial cells maintain a reduced redox environment
even as mithocondrial unction declines. Am J Physiol Cell Physiol 283: 1675- 1686, 2002.
44. Suh Y, Lee KA, Kim WH, Han BG , Vijg J y Park S. Aging alters the apoptotic response to genotoxic
stress. Nat Med 8: 3-4, 2002.
45. Grasl-Kraupp B, Bursch W, Ruttkay-Nedecky B, Wagner A, Lauer B y Schulte-Hermann R. Food res-
triction eliminates preneoplasic cells through apoptosis and antagonizes carcinogenesis in rat liver. Proc
Natl Acad Sci USA 91: 9995-9999, 1994.
46. von Zglinicki . Oxidative stress shortens telomeres. rends Biochem Sci 27: 339-344, 2002.
47. Pidder Jansen-Dürr & Heinz D Osiewacs. Healthy ageing: a question o stress, damage and repair.
EMBO reports 3: 1127-1132, 2002.
48. Walord R y Walord L. Te anti-aging plan. Marlowe & Company, 2005.
49. Ingram DK, Anson RM, de CAbo R et al. Development o calorie restriction mimetics as a prolongevity 
strategy. Ann NYAcad Sci 1019: 421-423, 2004.
50. Sinclair DA. oward a unied theory o caloric restriction and longevity regulation. Mech. Ageing Dev.
126: 987-1002, 2005.
51. Heillbronn Lk, de Jonge L, Frisard MI et al. Eect o 6-month calorie restriction on biomarkers o longe-
vity, metabolic adaptation, and oxidative stress in overweight individuals: a randomized controlled trial.
 JAMA 295: 1539-1548, 2006.
52. Baur JA, Pearson KJ, Price NL et al. Resveratrol improves health and survival o mice on a high calorie
diet. Nature 444: 337-342, 2006.

MEDICINA ANIAGING
53. Dasgupta B y Milbrandt J. Resveratrol stimulates AMP kinasa activity in neurons. Proc. Natl Acad Sci
USA 104: 7217-7222, 2007.
54. Kaeberlein M, Mc Donagh , Heltweg B et al. Substrate-specic activation o sirtuins by resveratrol, J
Biol Chem: 280: 17038-17045, 2005.
55. Borra Mt, Smith BC, Denu JM Mechanism o human SIR1 activation by resveratrol. J Biol Chem
280: 17187-17195, 2005.
56. Guarente L y Picard F. Calorie restriction- the SIR2 connection. Cell 120: 473-482, 2005.
57. Friedrich MJ. Biological secrets o exceptional old age. JAMA 288: 2247-2253, 2002.
58. Perls . Te dierent paths to 100. Am J Clin Nutr 83: 484S-487S, 2006.
59. Schachter F., Faure-Delane L, Guenot F. Genetic associations with human longevity at the APOE and
 ACE loci. Nat Genet 1004, 6: 29-32, 1994.
60. Rebeck GW, Cheung BS, Growdon WB. Lack o independent associations o apolipoprotein E promo-
ter and intron 1 polymorphisms with Alzheimer’s disease. Neurosci Lett 272: 155-158, 1999.
61. Dello Buono M, Urciuoli O, De Leo D. Quality o lie and longevity: a study o centenarians. Age
 Ageing 27: 207-216, 1998.
62. Jopp D y Rott C. Adaptation in very old age: exploring the rol or resources, belies, and attitudes or
centenarians’ happiness. Psychol Aging 21: 266-280, 2006.
63. Adler LP. Centenarians: the bonus years. Ed Health Press- Santa Fe New Mexico, 1995.
64. Heilbronn LK y Ravussin E. Calorie restriction and aging: review o the literature and implications or
studies in humans. Am J Clin Nutr 78: 361-369, 2003.
65. Perls . Te science o staying young. Te oldest old. Sci Am 14: 6-11, 2004.
66. Kannel WB, Dawber R, Kagan A et al. Factors o risk in the development o coronary heart disease- a 
six year ollow-up experience. Te Frammingham study. Ann Intern Med 55: 33-50, 1961.
67. Ascherio A, Katan MB, Zock PL et al. rans atty acids and coronary hearth disease. N Engl J Med 340:
1994-1998, 1999.
68. Ibrahim A, Natrajan S, Ghaoorunissa R. Dietary trans-atty acids alter adipocyte plasma membrane
atty acid composition and insulin sensitivity in rats. Metabolism 54: 240-246, 2005.
69. Robertson RP, Harmon J, Phuong Oanh  y Poitout V. B-cell glucose toxicity, lipotoxicity and chronic
oxidative stress in type 2 diabetes. Diabetes 53: S119-S124, 2004.
70. Brand-Miller JC, Holt SHA, Pawlak DB y McMillan J. Glycemic index and obesity. Am J Clin Nutr 76:
281S-285S, 2002.
71. Lara-Castro C y Garvey W. Diet, insulin resistance and obesity: zoning in on data or Atkins dieters
living in South Beach. J Clin Endocrinol Metab 89: 4197-4205, 2004.
72. Stubbs RJ, Mazlan N y Whybrow S. Carbohydrates, appetite and eeding behavior in humans. J Nutr
131: 2775S-2781S, 2001.
73. Faeh D, Minehira K, Schwarz JM et al. Eect o ructose overeeding and sh oil administration on hepati c
de novo lipogenesis and insulin sensitivity in healthy men. Diabetes 54: 1907-1913, 2005.
74. Elliot SS, Keim NL, Stern JS et al. Fructose, weight gain and the insulin resistance syndrome. Am J Clin
Nutr 76: 911-922, 2002.
75. Schulze MB, Manson JE, Ludwig DS et al. Sugar-sweetened beverages, weight gain and incidence o 
type 2 diabetes in young and middle-aged women. JAMA 292: 927-934, 2004.
76. Skov AR, oubro S, Ronn B et al. Randomized trial on protein vs carbohydrate in ad libitum at reduced
diet or the treatment o obesity. Int J Obes Relat Metab Disord 23: 528-536, 1999.
77. Parker B, Noakes M, Luscombe N y Cliton P. Eect o high protein, high-monounsaturated at weight
loss diet on glycemic control and lipid levels in type 2 diabetes. Diabetes Care 25: 425-430, 2002.

37
78. Hu FB, Stamper MJ, Manson JE et al. Dietary protein and risk o ischemic hearth disease in
women. Am J Clin Nutr 70: 221-227, 1999.
79. Farnsworth E, Luscombe ND, Noakes M et al. Eect o a high-protein, energy restricted diet on
body composition, glycemic control and lipid concentrations in overweight and obese hyperin-
sulinemic men and women. Am J Clin Nutr 78: 31-39, 2003.
80. Luscombe N, Noakes M , Wittert GA et al. Carbohydrate-restricted diets high in either monoun-
saturated at or protein are equally eective at promoting at loss and improving blood lipids. Am
 J Clin Nutr 81: 762-772, 2005.
81. Uribarri J, Cai W, Sandu O et al. Diet-derived advanced glycation end products are major contri-
butors to the body’s AGE pool and induce inammation in healthy subjects. Ann N Y Acad Sci
1043: 461-466, 2005.
82 . Peppa M, Uribarri J y Vlassara H. Glucose, advanced glycation end products and diabetes com-
plications: what is new and what works. Clinical Diabetes 21:186-187, 2003.
83. Garland M, Sacks FM, Colditz GA et al. Te relation between dietary intake and adipose tissue
composition o selected atty acids in US women. Am J Clin Nutr 67: 25-30, 1998.
84. Allison DB, Denke MA, Dietschy JM et al. rans atty acids and coronary heart disease risk.
Report o the expert panel on trans atty acids and coronary heart disease. Am J Clin Nutr 62:
655-508, 1995.
85. Erasmus U. Fats that heal, ats that kill. Alive Books, 16ª edición, 2005.
86. Lopez-García E, Schulze MB, Meigs JB et al. Consumption o trans atty acids i s related to plasma 
biomarkers o inammation and endothelial disunction. J Nutr 135: 562-566, 2005.
87. Fentiman IS. Future prospects or the prevention and cure o breast cancer. Eur J Cancer 36:
1085-1088, 2000.
88. Smith-Warner SA, Spiegelman D, Yaun SS et al. Alcohol and breast cancer in women: a pooled
analysis o cohort studies. JAMA 279: 535-540, 1998.
89. Chen WY, Colditz GA, Rosner B et al. Use o postmenopausal hormones, alcohol and risk o 
invasive breast cancer. Ann Intern Med 137: 798-804, 2002.
90. Hamajima N, Hirose K, ajima K et al. Alcohol, tobacco and breast cancer- collaborative rea-
nalysis o individual data rom 53 epidemiological studies, including 58.515 women with breast
cancer and 95.067 women without the disease. Br J Cancer 18: 1234- 1245, 2002.
91. Dennis LK y Hayes RB. Alcohol and prostate cancer. Epidemiol Rev 23: 110-114, 2001.
92. Diamond , Stiel D, Lunzer M et al. Ethanol reduces bone ormation and may cause osteoporosis.
 Am J Med 86: 282-288, 1989.
93. Pöschl G y Seitz HK. Alcohol and cancer. Alcohol Alcohol. 39: 155-165, 2004.
94. Blot Wj. Alcohol and cancer. Cancer Res 52 (7 suppl): 2119s-2123s, 1992.
95. Muti SI, Prabhala R, Moriguchi S et al. Functional and numerical alterations induced by ethanol
in the cellular immune system. Immunopharmacology 15: 85-93, 1988.
96. Myers MG. Caein and cardiac arrhytmias. Ann Intern Med 114: 145-150, 1991.
97. Rossignol AM y Bonnlander H. Caeine-containing beverages, total uid consumption and pre-
menstrual syndrome. Am J Public Health 81: 1673-1675, 1991.
98. Harris HH, Pickering IJ y George GN. Te chemical orm o mercury in sh. Science 301: 1203,
2003.
99. FDA and EPA announce the revised consumer advisory on methylmercury in sh. US Depar tment
o Health and Human Services and US Environmental Protection Agency, Marzo de 2004.
100. Walord R. Beyond the 120 year diet. Four Walls Eight Windows, 2000.

MEDICINA ANIAGING
101. Baur JA, Pearson KJ, Price NL et al. Resveratrol improves health and sur vival o mice on a high-calorie
diet. Nature 444: 337-342, 2006.
102. Bhat KPL, Kosmeder JW y Pezzuto JM. Biological eects o resveratrol. Antiox Redox Signal 3: 1041-
1064, 2001.
103. Buettner G y Jurkiewics BA. Catalytic metals, ascorbate and ree radicals: combinations to avoid. Radia-
tion Research 145: 532-541, 1996.
104. Packer L, Weber SU y Rimbach G. Molecular aspects o alpha-tocotrienol antioxidant action and cell
signalling. J Nutr 131: 369S-373S, 2001.
105. Kline K, Yu W y Sanders BG. Vitamin E and breast cancer. J Nutr 134: 3458S-3462S, 2004.
106. Di Mascio P , Kaiser S y Sies H. Lycopene as the most ecient biological carotenoid singlet oxygen
quencher. Arch Biochem Biophys 274: 532-538, 1989.
107. Albanes D, Heinonen OP, aylor PR et al. Alpha-tocopherol and beta-carotene supplements and lung 
cancer incidence in the alpha-tocopherol, beta-carotene cancer prevention study: eects o base-line
characteristics and study compliance. J Natl Cancer Inst 88: 1560-1570, 1996.
108. Russell RM. Te enigma o beta-carotene in carcinogenesis: what can be learned rom animal studies. J
Nutr 134: 262S-268S, 2004.
109. Amic D, Davidovic-Amic D, Beslo D et al. SAR and QSAR o the antioxidant activity o avonoids.
Curr Med Chem 14: 827-845, 2007.
110. Pietta PG. Flavonoids as antioxidants. J Nat Prod 63: 1035-1042, 2000.
111. Bilska A y Wlodek L. Lipoic acid- the drug o the uture? Pharmacol Rep 50: 570-577, 2005.
112. Holmquist L, Stuchbury G, Berbaum K et al. Lipoic acid as a novel treatement or Alzheimer’s disease
and related dementias. Pharmacol Ter 113: 154-164, 2006.
113. Pershadsingh HA. Alpha-lipoic acid: physiologic mechanisms and indications or the treatment o me-
tabolic syndrome. Expert Opin Investig Drugs 16: 291-302, 2007.
114. Young AJ, Johnson S, Steens DC y Doraiswami PM. Coenzyme Q10: a review o its promise as neu-
roprotectant. CNS Spectr 12: 62-68, 2007.
115. Litarru GP y iano L. Clinical aspects o Coenzyme Q10: an update. Curr Opin Clin Nutr Metab Care
8: 641-646, 2005.
116. Weant KA y Smith KM. Te role o conzyme Q10 in heart ailure. Ann Pharmacother 39: 1522-1526,
2005.
117. Bansal MP y Kaur P. Selenium: a versatile trace element: current research implications. Indian J Exp Biol
43: 1119-1129, 2005.
118. Clark LC, Combs GF, urnbull BW et al. Eects o selenium supplementation or cancer prevention in
patients o carcinoma o the skin. A randomized controlled trial. Nutritional prevention o cancer study 
group. JAMA 276: 1957-1963, 1996.
119. Dueld-Lillico AJ, Reid M, urnbull BW et al. Baseline characteristics and the eect o selenium sup-
plementation on cancer incidence in a randomized clinical trial. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 11:
630-639, 2002.
120. Braum MK, Shor-Posner G, Lai S et al. High risk o HIV-related mortality is associated with selenium
deciency. J Acquir Immune Dec Syndr Hum Retrovirol 15: 370-374, 1997.
121. Beck MA, Levander OA y Handy J. Selenium deciency and viral inection. J Nutr 133 (5 Suppl 1):
1463S-1467S, 2003.
122. Grimm H, ibell A, Norrlind B et al. Immunoregulation by parental lipids: impact o the n-3 to n-6
atty acid ratio. J Parenter Enteral Nutr 18: 417-421, 1994.

39

Das könnte Ihnen auch gefallen