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QUE SON LAS SEMILLAS

HIBRIDAS F1

¿QUE SON LAS


SEMILLAS HÍBRIDAS Y COMO SE
FORMAN?
Un híbrido F1 es la primera generación resultante
del cruce entre dos variedades diferentes, que
poseen alguna característica especial que se quiere
transmitir a la descendencia. La diferencia con el
proceso tradicional de hibridación entre variedades es
que, para producir el híbrido F1, las plantas madres
deben descender de líneas puras para así poder
transmitir las cualidades deseadas.
Para conseguir estas líneas puras, las plantas son
autofecundadas (a veces a mano) durante varias
generaciones; los científicos pueden tardar hasta 8
años en conseguir una línea pura. Una vez
conseguidas, las cruzan, resultando en el híbrido F1,
una variedad con alto rendimiento inicial (vigor
híbrido) y dependiente de productos químicos. Al
cultivar el híbrido F1, si se guarda semilla de éste se
obtiene semilla F2, de segunda generación, y que
presentaría características diferentes al F1 (con
muchas plantas malformadas, enanas o poco
productivas), por lo que se debe comprar la semilla
cada año.
Introducidas a partir de 1940, con la “Revolución
Verde”: el proceso de conversión de un sistema
agrícola tradicional a uno moderno e industrializado, a
través de la introducción de semillas modernas,
agroquímicos y maquinaria.
La selección de las semillas pasó de realizarse en
los campos a manos de agricultores/as –que
buscaban cualidades como el sabor, resistencia a
plagas o enfermedades, adaptación al clima local,
etc. – a realizarse por científicos en laboratorios,
buscando cualidades más adecuadas para la
industrialización, como la uniformidad, resistencia
a largos transportes (p.e. tomates con la piel más
dura), adaptación a la cosecha mecanizada (como
p.e. guisantes que maduren todos a la vez, lo cual
no le interesa al pequeño agricultor)…

Otro motivo más oscuro es el intento de las grandes


compañías de semillas de obtener el poder sobre el
mercado de la alimentación, una necesidad básica de
la Humanidad. A éstas no les interesa producir semillas
de polinización abierta(las tradicionales) ya que el
campesino/a puede guardar la semilla y entonces se
les acaba el negocio. En un intento de controlar la
base de la cadena alimentaria, crearon estas
semillas, que deben comprarse cada año. Debido al
largo proceso de creación de un híbrido, estas semillas
son más caras que las tradicionales.
Los híbridos F1 son parte de un modelo agrícola
dependiente de grandes cantidades de productos
químicos, como fertilizantes, pesticidas, y plaguicidas,
resultando también en un provechoso negocio para las
compañías que los producen (que en muchos casos
son las mismas que producen las semillas). Las
compañías petroleras también resultaron beneficiadas,
al tratarse de un modelo industrializado dependiente
de petróleo, con la introducción de grande maquinaria
agrícola.

¿CUAL ES EL PROBLEMA DE LAS


SEMILLAS HÍBRIDAS?
Aunque inicialmente los híbridos produzcan un mejor
rendimiento de las cosechas, el alto coste social,
económico y ambiental que provocan no compensa
este incremento de cosechas. A inicio de los años 80,
los campesinos/as ya empezaron a encontrar
problemas. Los híbridos estaban diseñados para
producir bien en condiciones de laboratorio.
Mientras que antes los campesinos/as seleccionaban
las semillas que mejor se adaptaran a su granja, ahora
debían adaptar sus granjas a estas semillas,
añadiendo químicos, sistemas de irrigación y un gran
surtido de maquinaria agrícola. Como resultado, el uso
de grandes cantidades de agua y agroquímicos
contaminó altamente los suelos y el agua y
empobreció la tierra, dejando suelos menos
fértiles (desde la II Guerra Mundial, se ha erosionado
suelo cultivable equivalente a la superficie de China e
India juntas por la acción humana, debido, entre otras
causas, al abuso de agroquímicos). La contaminación
de suelos y agua tiene y tendrá
grandes consecuencias para nuestra salud.

El hecho de que agricultor/a debe comprar la semilla


cada año, así como el coste más elevado de éstas y su
pack de agroquímicos, genera una gran dependencia
del campesinado respecto de las grandes
compañías.
La sustitución de las variedades tradicionales por estas
más modernas ha provocado una gran pérdida de
biodiversidad agrícola. Miles de variedades se
sustituyeron por unas pocas variedades comerciales
(p.e. los tomates tradicionales son sabrosos y de
múltiples formas y colores; las variedades modernas se
limitan a tomates rojos, redondos y sin sabor). No sólo
estamos perdiendo diversidad en sabores, formas y
colores, o plantas con ciertas resistencias naturales,
sino que también perdemos cualidades interesantes
para los pequeños agricultores.
Las grandes compañías centran básicamente su
investigación y desarrollo en estas semillas (y
transgénicas), ya que no quieren destinar recursos
económicos a desarrollar variedades tradicionales que
se pueden autoreproducir. Salvaguardar las semillas
tradicionales y la diversidad genetica queda en manos
de los pequeños bancos de semillas, campesinos/as,
pero sobre todo de nosotros mismos a la hora de
cultivar nuestros alimentos.
Semillas híbridas, transgénicas y
ecológicas.
porÁngela Rodríguez Gálvez
05/04/2013

Son muchas las dudas que nos surgen cuando queremos saber de
donde provienen nuestras semillas ¿Son perjudiciales los cultivos
transgénicos? ¿Qué significa semillas híbridas? ¿Cómo saber si mis
semillas son ecológicas? Con este artículo vamos a intentar aclarar estas
y algunas otras dudas, exponiendo bien las diferencias entre cada uno de
estos tipos de semillas.

Semillas híbridas
Estas provienen de una planta híbrida, lo que quiere decir que es el
resultado del cruce de dos plantas de distinta especie, no muy diferentes
para que pueda producirse el cruce.

Este es un método que el hombre ha realizado durante años para


mejorar la calidad de sus cultivos, es un proceso natural sin efectos
nocivos. También es un proceso que se puede dar de forma espontánea
en la naturaleza, sin la intervención del hombre, por medio de
polinizadores.

El problema de estas semillas es que no pueden dar plantas de segunda


generación, esto quiere decir, que las siguiente generación de semillas
que obtenemos de la planta no es fértil o tiene características no
deseadas.

Semillas transgénicas
Estas semillas han sido manipuladas genéticamente, ya sea
introduciendo nuevos genes de otras especies, la extracción de otros en
la semilla original o ambas acciones. Estas semillas son creadas
artificialmente por el hombre mediante ingeniería genética para mejorar
las propiedades de las plantas, aumentando la fortaleza ante las plagas,
consiguiendo que necesiten menos agua o fertilizantes, por ejemplo.

Al igual que las híbridas se deben volver a comprar para cada nueva
siembra ya que las semillas de nueva generación son estériles.

El debate sobre si las semillas transgénicas suponen un peligro para la


salud o no ha conllevado mucha polémica durante los últimos años pero
lo cierto es que los estudios realizados no son concluyentes y sobre todo
en nuestro país no se ha investigado a fondo. Aún así, sí que es cierto
que en los estudios realizados, los transgénicos se relacionan con
enfermedades graves de hígado, riñones y páncreas, cáncer o
problemas de fertilidad.

Además se abren otros debates como la erradicación de especies al


querer reducir la mayoría de especies a unas pocas “super especies” o la
soberanía alimenticia al dejar el control de los cultivos a unas pocas
empresas de las que depende su producción.

Semillas ecológicas
Por semilla ecológica se entiende aquella que proviene de una planta
ecológica. Esto quiere decir que la planta no ha sido tratada con
fertilizantes ni abonos químicos. La semilla tampoco ha sido tratada con
productos químicos para su conservación.

Además la estructura molecular de la semilla no ha sufrido modificación


genética por parte del hombre. Se presentan tal cual estarían en la
naturaleza. De estas semillas saldrán plantas, de las que saldrán
semillas viables y reproducibles.

Hay que señalar, que por mucho que se plante semillas ecológicas, si
luego empleamos productos químicos, como fertilizantes o abonos
químicos en nuestros cultivos, le estamos quitando nosotros mismos las
característica de ecológica a nuestra planta.

Uno de los principales principios de la agricultura ecológica es el uso de


semillas autóctonas, ya que son las adaptadas al territorio y esto las hace
más resistentes. Al fin y al cabo, la naturaleza es sabia, cada especie
tiene su clima ideal y por selección natural las especies cada vez son
más fuertes.

Las semillas ecológicas se pueden distinguir porque al comprarlas deben


llevar en el paquete el sello del organismo de control que certifique que
esas semillas provienen de agricultura ecológica. Además si es un
producto ha sido elaborado o envasado en la Unión Europea llevará
también el logotipo europeo de Agricultura Ecológica.

Agricultura industrial vs Agricultura ecológica

La agricultura industrial, también llamada extensiva o convencional, es


aquella que añade herbicidas, pesticidas y fertilizantes químicos en los
cultivos. Con esto, lo que se consigue a la larga es alterar el medio
natural, debilitarlo. El cultivo se acostumbra a esos aportes químicos y
cada vez necesita más de estos aportes, se hace dependiente.

Además la agricultura industrial se centra en unos pocos cultivos, “los


fáciles de producir” por así decirlo. Es de destacar que el 90% de los
alimentos provienen de 15 especies distintas, aunque existen 270.000
especies distintas catalogadas.

La agricultura ecológica opta por un control biológico de los cultivos y no


usa productos químicos de síntesis. Apuesta por la biodiversidad, no
centrándose en los típicas variedades de frutas y vegetales que se
suelen comercializar. Además, un ecosistema diverso es un ecosistema
estable. Ampliando el número de especies cultivadas y sus variedades se
fomenta la presencia de fauna auxiliar (lo que conlleva más
polinizadores), se mejora el suelo y se protege su fertilidad natural.
Complementando con especies florales y aromáticas se consigue ese
aumento de biodiversidad.

Por último, señalar que en Planeta Huerto disponemos entre nuestro


gran catálogo de semillas, de semillas ecológicas y no ecológicas, pero
que en este segundo caso no son híbridas ni transgénicas.

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