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LA CRISIS DE LA CAJITA FELIZ POR LA LEY DE ETIQUETADO DE

ALIMENTOS

INTRODUCCIÓN

En Chile, la obesidad y el sobrepeso son uno de los problemas de salud más relevantes
actualmente, considerando entre otros antecedentes, que más del 60% de la población tiene
exceso de peso. Uno de los principales factores determinantes de esta condición, es la mala
calidad de la dieta, ya que incorpora alimentos con exceso de calorías, sodio, azúcares y
grasas saturadas. El etiquetado nutricional de los alimentos, junto con la publicidad de los
mismos, son unos de los factores más influyen en la elección de los alimentos, por parte de
los consumidores. En este contexto, Chile desarrolló una Ley que se encarga de mejorar el
etiquetado y la publicidad de los alimentos que se producen y comercializan, para ayudar a
los consumidores a comprender mejor la información nutricional de los alimentos y proteger
a los niños de la sobreexposición de publicidad.

Esta Ley y su reglamento, comenzaron a regir el 27 de junio del año 2016 para las Medianas
y Grandes empresas, y les otorgó 3 años de plazo a los Micro y Pequeños Productores de
alimentos (MIPE), es decir, los MIPE deberán cumplir con la regulación en junio del año
2019. Durante este tiempo, los MIPE podrán prepararse para en su implementación,
principalmente, cambiando la rotulación de sus productos, en caso de ser necesario (Salud,
2007).

Para llevar a cabo este cumplimiento de la ley, es necesario lograr una comunicación entre
corporaciones que permita lograr el objetivo del etiquetado de los alimentos. Asimismo, las
corporaciones deberán lograr que sus consumidores se familiaricen con el nuevo sistema que
adoptó el Ministerio de Salud Pública para concienciar a consumidores con la información
nutricional de cada alimento que adquieren (Winner, 1993).

McDonald’s es una de las corporaciones más grandes de cadena comida rápida a nivel
mundial. En Chile, existen aproximadamente 82 locales de McDonald´s en los que, a pesar
de la crisis presentada en el caso práctico, su imagen no sufrió ningún deterioro ante sus
consumidores, debido a que la comunicación corporativa que manejan desde sus inicios le
permite mantener a lo largo de la historia (Santander, 2015).

Es por ello que resulta de vital importancia lograr el convencimiento para lograr una
implementación exitosa de las políticas públicas sobre alimentación y nutrición a través de
una buena comunicación, siendo necesario realizar acciones mancomunadas entre todos los
participantes que influyen en el proceso de alimentación de nuestra población, de modo de
lograr una coordinación eficaz, para sumarse a la iniciativa de disponer de una oferta de
alimentos saludables para toda la comunidad, aún más, cuando se trata de la protección de la
salud de nuestros niños y niñas.

DESARROLLO:

El presente análisis, tiene como objetivo el entender el caso de McDonald con respecto a la
crisis que se presentó con la cajita feliz y como la empresa pudo superar la crisis, producto
de una ley de etiquetado de alimentos en Chile.

Se debe mencionar que, la cajita feliz como hoy en día es conocida, no llegó a formar parte
del menú de McDonald sino a partir de finales de los años 70, como estrategia para que las
madres puedan conseguir que los niños terminaran de comer.

Eldiarioderonal.com, hace referencia a la creación de la cajita feliz por parte del publicista
Bob Bernstein, quien tomó la idea a partir de la creación del menú Ronald en uno de los
restaurantes de la cadena en Guatemala a cargo de Yolanda Fernández de Cofiño, quien
implemento dicho menú con el objetivo de que los niños se interesen en comer. Este contenía
raciones más pequeñas que lo que normalmente solían ser, acompañadas de papas fritas y
helado.

Bob Bernstein, tomó la idea del menú y decidió crearlo en un producto más de los
restaurantes, creando una caja en forma de lonchera con agarraderas en forma de “m” y
colocando un juguete, implementado así la cajita feliz como parte del menú en todos los
restaurantes de a nivel mundial.
Asimismo, McDonald en Chile inicia sus operaciones en 1990 con su primer local en avenida
Kennedy, constituyéndose como la primera cadena de comida rápida en instalarse,
consiguiendo así una acogida importante, misma que le permitió su expansión a lo largo del
país.

Por otro lado, Chile es un país que busca generar políticas de alimentación son el objetivo de
eliminar el sobrepeso y la obesidad, considerados como los problemas de salud más
importantes de combatir en la actualidad.

Según el Manual de Etiquetado Nutricional de Alimentos del Ministerio de Salud, más del
60% de la población tiene sobrepeso, determinando como principal factor, la mala calidad
alimenticia, incorporando en las dietas exceso de calorías, socio, azucares, grasas saturadas,
como principales componentes de este malestar.

Según la ley vigente en Chile, se exige la advertencia a través de etiquetas negras


octogonales, si algún producto posee contenido alto en azúcar, grasas saturadas, sodio o
calorías. De igual manera, se prohibió la entrega de juguetes junto a los productos
considerados no saludables, esto para hacer frente a las prácticas habituales que grandes
cadenas de comida rápida ofrecen en su menú.

Partiendo de lo antes mencionado, se evidencia una clara reacción por parte de McDonald
frente a las nuevas disposiciones que empezarán a regir a partir del año 2016, buscando dejar
en claro que tanto los productos ofrecidos en la caja sí como los juguetes que forman parte
del mismo, cumplen con la norma establecida por el Ministerio de Salud.
CONCLUSIÓN:

La falta de comunicación desato una crisis comunicación entre los gerentes de McDonald´s
Chile y el INTA. Independientemente de la entrada en vigencia de la ley de etiquetado y
todas las fiscalizaciones que realizó el Ministerio de Salud a McDonald’s, el caos mediático
hubiese sido mucho menor para la compañía si desde un comienzo se hubiera coordinado de
mejor manera tanto la solicitud del estudio como su difusión.

Sin embargo, en un contexto tan crucial para la industria alimentaria, era fundamental
asegurarse de que la estrategia que eligieron (encargar un estudio nutricional al organismo
más respetado del país) tuviera todos los “frentes blindados”. La crisis se solucionó
correctamente y con una estrategia que vuelve a los inicios: el gerente general de McDonald’s
se reunió con la directora del INTA para aclarar todas las dudas y corregir los errores. Por
otro lado, “silenciar” de manera temporal la comunicación de la Cajita Feliz hasta la entrega
de resultados de fiscalización sanitaria fue una decisión acertada, ya que para el área de
comunicaciones resultó fundamental saber identificar en qué situaciones fue necesario dejar
pasar tiempo y no comunicar nada.

Por lo tanto, la ley de etiquetado era una crisis que no se podía evitar. Sí aminorar, pero no
impedir. En ese sentido, la estrategia de McDonald’s fue la correcta: no provocar y volver a
lanzar la Cajita Feliz con actividades que pusieran la atención en el vínculo emocional con
sus clientes. De aquí en adelante, lo más probable es que la ley se haga aún más estricta, por
lo que, a las empresas alimenticias, incluyendo a McDonald’s, se les seguirá fiscalizando y,
en el peor de los casos, se les impondrán prohibiciones. De ser así, será la propia compañía
a nivel corporativo la que tendrá que tomar decisiones estratégicas.

Es así que, toda empresa está inmersa en un ambiente de competencia, apertura y


complejidad, por lo que la modernidad comunicacional es un imperativo de sobrevivencia.
La comunicación es uno de los factores importantes para que una empresa logre sus metas,
ya que mejora la coordinación en el trabajo, logra que los trabajadores se comprometan con
sus objetivos, incrementa las relaciones con sus diversos públicos, lo que contribuye a
aumentar las oportunidades de negocios, entre otros elementos, por lo que utilizar la
comunicación de manera inteligente, es un gran reto.
Es fundamental que los gerentes de las organizaciones adquieran conciencia de la
importancia de proyectar y comunicar al mercado sus actividades, las prácticas que favorecen
a la sociedad, como se involucran con las comunidades; es así como se observa el incremento
de la confianza que estos públicos externos e internos depositan en las organizaciones. Las
empresas se convierten en ciudadanos corporativos cuando al trascender su misión comercial
aceptan las mismas obligaciones y derechos de cualquier ciudadano, profundizando en su
misión social.

Las organizaciones ejercen su responsabilidad social cuando satisfacen las expectativas que,
sobre su comportamiento, tienen los diferentes grupos de interés (empleados, socios, clientes,
comunidades locales, medio ambiente, accionistas, proveedores), contribuyendo a un
desarrollo social y ambientalmente sostenible, y económicamente viable.

En tal sentido, las organizaciones que comunican adecuadamente sus acciones, proyectos y
decisiones, adquieren un mayor grado de confianza en sus públicos, lo que trae como
consecuencia mayores inversiones y mejora el bienestar y la calidad de vida de quienes
estamos en su entorno. Por lo que las organizaciones socialmente responsables son
recompensadas con una reputación más favorable que se refleja en la lealtad de los clientes,
la pertenencia y orgullo de sus empleados, la confianza de los mercados financieros y de la
misma administración pública.
REFERENCIAS:

Salud, M. d. (2007). Manual de etiquetado de alimentos de Chile. Primera Edicion.


Santander, A. (26 de 03 de 2015). Reputación corporativa. Obtenido de La comunicación
interna de Mcdonald’s.
Winner, P. (1993). Todo sobre comunicación. Obtenido de Effective Public Relations
Management: https://todosobrecomunicacion.com/tipos/campos/comunicacion-
organizacional/comunicacion-corporativa/
Arcos Dorados Chile S.A. (2017). McDonland's Chile - Quiénes Somos:
https://www.mcdonalds.cl/compania/sobre-mcdonalds

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