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Artículo Científico

1. TITULO:

LA FALTA DE COBERTURA DE PENSIONES HACIA EL ADULTO MAYOR,

COYUNTURA Y SOLUCIONES EN EL SISTEMA PENSIONARIO PERU 2018

2. AUTOR (ES):

3. RESÚMEN:

La falencia del sistema pensionario en el Perú, transforma la realidad de muchos

pensionarios en incierta, pues llegada la fecha para hacer efectiva su pensión muchos de

ellos se queda en una larga e interminable espera, la “ONP” (oficina nacional previsional)

no se da abasto con el presupuesto anual designado del gobierno por intermedio del MEF

(ministerio de economía y finanzas).

Los requisitos para acceder una pensión descrita en la tan ineficiente ley 1990 que deja

muchas problemáticas sin respuestas, el fenómeno efecto de esas falencias, es el olvido del

adulto mayor en la sociedad, el trabajo casi forzado de persona de tercera edad en la

sociedad y la falta de atención medica al no gozar con una pensión con decorosa para una

digna calidad de vida.

No podemos dejar de lado el “SPP” (sistema de pensiones privado) que gracias al

resultado de nuestra investigación y estudio del mismo, nos dio a conocer varios falencias

de este sistema, uno de los más resaltantes, es el abuso de este sector privado, de incluso

trabajar con el capital de la recopilación, de los fondos para generarse dividendos y activos

que solo benefician a estas entidades y no a los asegurados, en este caso, futuros

pensionistas de su sistema.
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4. PALABRAS CLAVE

5. ABSTRACT

6. KEYWORDS

7. INTRODUCCIÓN:

Antecedentes internacionales

Hace 120 años, y con el propósito de promover el bienestar de los trabajadores y evitar un

levantamiento social que pudiera llevar al socialismo, la Alemania de Otto von Bismarck

se convirtió en el primer país del mundo en tener un sistema de pensiones para el adulto

mayor.

Al culmino de la Primera Guerra Mundial, los sistemas que velaban por la seguridad social

para los trabajadores y adultos mayores se desarrollaron de manera muy rápida en varias

regiones, y la protección social se empezó a incluir en los programas de los organismos

mundiales recientemente creadas, como la “Organización internacional del

Trabajo” (OIT).

En 1944, la histórica Declaración de Filadelfia de la OIT realizó, entre otras cosas, un

llamamiento en favor de la aplicación de las medidas de seguridad social y al estudio de

los problemas comunes relativos a la administración de los sistemas de pensiones. Al año


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siguiente, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración Universal

de los Derechos Humanos, cuyo artículo 22 reconoce que “Toda persona, como

Miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social”.

Los sistemas estructurados que, en base a fundamentos controlables, pueden aspirar a ser

eficaces y a asegurar una cobertura universal, parten de reconocer requerimientos o

derechos de los afectados por la edad, la discapacitación o la muerte prematura y, tal vez

por eso, son relativamente recientes. Más aún, son recientes en países subdesarrollados

donde la dinámica de población, la generación y la estructura del empleo, las condiciones

de trabajo, así como la supervivencia de sistemas socio-culturales distintos, han retardado

iniciativas y crean hoy la urgencia de soluciones imaginativas.

Después de las declaraciones de organismos internacionales, la OIT en 1944 y las

Naciones Unidas en 1948, que se han establecido sistemas de protección a la vejez, la

incapacitación o la muerte.

Antecedentes nacionales:

En el Perú, en 1850 se había establecido un sistema de pensiones para el personal de las

Fuerzas Armadas y para los trabajadores del sector público, es decir, un sistema parcial o

focalizado en categorías específicas. Más adelante se fue ampliando la cobertura y se

produjo alguna diversificación de sistemas, dentro del patrón de reparto. Por otro lado, al

apoyarse todos en una aportación tripartita y que en cualquier caso involucraba la

aportación del empleador, estos sistemas resultaron privilegiando (ya que no excluían

formalmente a los independientes) a los trabajadores dependientes. Había pues una cierta

diversidad de sistemas que planteaba distintos problemas y, había también, un problema de


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cobertura, ya que la población económicamente activa con empleo dependiente,

históricamente, solo ha bordeado el 20% de la P.E.A. (Población Económica Activa) total.

Esta accidentada pluralidad dentro del sistema de pensiones público nacional que

básicamente concernía en el reparto al principio fue solucionado, en el año 1973 con la

creación del Sistema Nacional de Pensiones ( D.L. N° 19990), que básicamente trataba de

un ”sistema Público “ de contribución forzosa para los trabajadores dependientes y de

reparto; A esta contribución forzosa incluía a los trabajadores activos de empresa privada y

entidades del estado , estas entidades públicas y privadas se veían en la obligación de

realizar un aportación económica periódicamente, esta aportación económica estaba

designada para cubrir pensiones suficientes y adecuadas para los trabajadores que

generaban sus derecho a esta pensión debido a sus aportaciones continuas a lo largo o de

fruto a sus años de jornadas laborales transformándose en pensionistas.

Por esto, aparece el posible problema de una no necesaria correspondencia entre la

recaudación y el fondo requerido para otorgar pensiones suficientes y adecuadas para todo

el conjunto de trabajadores que accedieron a este derecho con las aportaciones periódicas

que fueron realizando. Anotemos que si en condiciones normales y de una población

estable (tasa de crecimiento moderada y constante) y con estructura de edades (proporción

de inactivos) invariante, existía ese riesgo de insuficiencia de fondos, eran además

previsibles, y se dieron, diversas problemáticas, como son la evasión o no pago y mora en

el pago periódico de sus contribuciones, exceso de gastos administrativos y mal uso de

fondos capitalizables.

Por otro lado desde 1993, se ha creado además, un Sistema Privado de Pensiones (SPP)

que es típicamente un sistema de capitalización individual en el que las pensiones que

percibe un afiliado corresponden al tiempo y al monto de las propias aportaciones, pero es

en función del fondo capitalizado y acumulado a lo largo del período activo que se deberá fijar la
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pensión o la renta a percibir en el período no activo, de vejez o incapacidad.

En el SPP, las contribuciones son también proporcionales al ingreso, aunque algo mayores, y en

cuanto a la expectativa de ingresos para la edad no activa, una probabilidad de ingresos que

pueden ser bajos o altos, condicionada a una serie de factores, aunque domina la expectativa por

una pensión superior a los que asegura el “Sistema Nacional de Pensiones” (SNP).

Problema general:

La gran interrogante de cómo llegar a perfeccionar este sistema de pensión en el Perú para

que logre tener mayor cobertura y alcance sin que deje a ninguna persona fuera de su

efecto que es el derecho a una pensión

Problemas específicos:

Hipótesis general y específica: No aplica

Objetivo general:

Objetivos específicos:

8. METODOLOGÍA

9. RESULTADOS
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10. DISCUSIÓN

11. CONCLUSIONES

12. RECOMENDACIONES

13. REFERENCIAS

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