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“Por Una Nueva Generación De Ministros”

¿Para qué sirve el estudio de la Teología Sistemática?


Es imposible presentar la verdad a la gente si nuestro propio entendimiento es débil. La Teología
Sistemática nos ayuda a percibir las verdades bíblicas con más claridad. Además nos permite
presentarlas más convincentemente. Nos ayuda también a ver la proporción relativa de estas
doctrinas, para que demos un énfasis mayor a las doctrinas más importantes.
La fe y la conducta están interrelacionadas. Lo que realmente creemos de Dios se refleja en como
vivimos y como nos tratamos los unos con los otros.
La causa mayor de las divisiones dentro del cristianismo ha sido las diferencias doctrinales. Por lo
tanto es imposible entender adecuadamente a la iglesia a través de la historia, tan bien como en su
forma presente, sin comprender la teología sistemática.
¿Cuáles son las presuposiciones necesarias para el estudio de la Teología Sistemática?
Se presupone que la lógica es un criterio válido para la evaluación de la verdad. Se asume que la
inconsistencia lógica indica que el sistema es falso por completo o en parte.
Se presupone que la Biblia contiene un sistema lógico de teología que puede ser descubierto a través
de la aplicación de las reglas ordinarias de la hermenéutica y de la lógica.
¿Por qué desvalorizan algunos cristianos la teología sistemática?
Algunos piensan que la teología es una materia ambigua, y que es imposible de determinar con
certeza cuál es el sistema correcto. Ellos asumen que la amplia diversidad de sistemas
teológicos apoyan esta actitud.
Si esto fuera verdad, entonces tendríamos que decir que la Biblia no es la luz del cielo, sino la
obscuridad del cielo; que Dios, a través de una pizca de malicia, le dio al hombre una
revelación confusa para prevenirlo de descubrir la verdad; o que Dios fue incapaz de comunicarse
propiamente. O peor, que Dios creó al hombre con una capacidad para la lógica, entonces le dio
una revelación ilógica , que le condena al hombre por no creer lo que es ilógico.
De hecho, es un error de lógica suponer que la diversidad de sistemas teológicos indican que la
teología es ambigua. Permita una ilustración:
Supongamos que un profesor de matemática da a un grupo de estudiantes un problema para
resolver, y todos salen con respuestas diferentes. ¿Qué se prueba por la divergencia de las
respuestas? ¿Prueba eso necesariamente que no existe una respuesta correcta o que la materia es
ambigua? Es una posibilidad, pero no necesariamente. Podría ser que uno de los estudiantes haya
resuelto correctamente el problema y que los otros estén errados. O que ninguno tenga la respuesta
correcta. O que el problema no se puede resolver. Cualquiera de estas explicaciones podrían ser
correctas, o ninguna. ¿Qué se comprueba por la divergencia de respuestas? ¡Nada!
Tampoco se comprueba nada acerca de los estudiantes. Podría ser que el problema es sencillo, sino
que los estudiantes son malos. O que el profesor es incompetente. O que su método está errado.
Ellos pueden imaginar que la forma apropiada de resolver los problemas es adivinando, o que las
respuestas son relativas al individuo. Tales nociones necias pueden ser la causa de la divergencia.
Ninguna divergencia de respuestas comprueba algo ni sobre la naturaleza del problema, ni sobre
los estudiantes.
Lo mismo es verdadero con cualquier materia, incluyendo la teología. La mera existencia de
sistemas diferentes de teología no prueba nada acerca de la Teología Sistemática; ni que la materia es
difícil, ni que sistemas diferentes son igualmente válidos.
“Por Una Nueva Generación De Ministros”

Es una de las intenciones de este curso mostrar que la existencia de sistemas diferentes de teología
tiene sus raíces en métodos erróneos de investigación y en errores de lógica comunes. Es la
convicción de este escritor que una hermenéutica correcta, combinada con una aplicación
cuidadosa de las leyes de la lógica revelará que existe un solo sistema correcto de teología, y que
este es el Reformado.
Algunos son indiferentes hacia la teología y la consideran sin importancia, porque no perciben las
consecuencias prácticas de ella.
El Dr. Benjamín Warfield expuso la ignorancia de tal actitud con este comentario cortante: “Nos
engañamos a nosotros mismos si imaginamos que nos escapamos al enseñar un sistema de creencias,
por adoptar una actitud de indiferencia hacia la doctrina. La idea misma de indiferencia hacia
las preguntas doctrinales, en sí misma, es una doctrina.”
Unos suponen que cada cual tiene el derecho inherente de creer lo que le da la gana. Proviene
eso por la influencia de los conceptos modernos de la democracia y de los derechos personales.
Esta actitud confunde un derecho social con un derecho inherente. Dios no nos concede el
derecho de creer lo que nos da la gana. Dios responsabiliza a los cristianos de creer lo que Él ha
revelado en su palabra, no lo que les conviene. Derechos sociales y responsabilidades cristianas son
dos cosas distintas.
Para otros, la teología sistemática les parece como un intelectualismo frió, desprovisto del Espíritu.
Esta actitud es producto de un anti-intelectualismo místico traído a la iglesia por ciertos
movimientos fundamentalistas. Es cierto que un espíritu celoso por las cosas de Dios es preferible al
intelectualismo seco. Pero: ¿Por qué escoger entre estos dos? El Apóstol Pablo era muy
sistemático en su teología, sin que le falte el Espíritu.
Otros llevan una actitud de misticismo. Para ellos, la base de la verdad es alguna experiencia
interna, no el análisis de datos objetivos. Aunque esta actitud les parece muy espiritual, en
realidad se basa en el orgullo espiritual y consiste en una forma de suicidio intelectual. Es una
creencia anti-cristiana.
¿Es posible que exista más de un sistema de teología sistemática?
No, porque los cristianos creen que existe solamente un Dios, y un solo plan de salvación. La
teología es el estudio de estos. Por lo tanto, existe una sola teología correcta. Esto, por supuesto, no
implica que se conozca todo acerca de Dios. Solamente aquellas cosas reveladas acerca de Dios no se
contradicen mutuamente en ningún punto. No es posible por lo tanto, que sean válidas dos teologías
mutuamente exclusivas acerca de Dios.
Lo mismo es cierto acerca de la salvación. Dios no ha provisto una variedad de salvadores, ni
distintas formas de salvación, según el antojo de los hombres.
(Copiado del Manual De Estudios: TEOLOGIA SISTEMATICA. Basado en el libro “Teología
Sistemática” Por Luis Berkhof. Un curso creado por Roger L. Smalling Maestro en Teología.
Propiedad del Presbiterio de Quito).

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