Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Los niños pequeños (bebés) aprenden acerca del mundo a través del tacto. Cuando exploran
su entorno, y toman cosas y se las llevan a la boca, están utilizando su sentido del tacto para
conocer acerca de las texturas, tamaños y formas. Esto es cuando comenzamos a aprender
por primera vez acerca de las diferencias entre los objetos.
Si el sentido del tacto no está entregando información clara y consistente, será más difícil
comprender estas diferencias visualmente o cognitivamente.
Las áreas del cuerpo más sensibles al tacto son manos, pies y cara (boca).
Además, nos proporciona información sobre el medio ambiente, sobre el propio cuerpo, y
nos facilita crear un adecuado esquema corporal. Interviene, también, en el correcto
funcionamiento del desarrollo de la motricidad fina, de la coordinación de los movimientos del
cuerpo y del planeamiento motor.
¿Qué signos pueden indicarnos que estamos ante un problema en el sistema táctil?
Puede tener necesidad de irlo tocando todo, tanto objetos como personas.
Parece no notar que le toquen, a no ser que sea con determinada presión o intensidad.
La estimulación temprana táctil, aparte de beneficiar al desarrollo intelectual del bebé, ayuda
a que vaya reconociendo su mundo. Por ejemplo, la diferencia entre duro y blando le servirá
cuando empiece a gatear y caminar y reconocer que superficies son más seguras o no.
Por otro lado, es muy importante la estimulación táctil a través del contacto con la piel de sus
progenitores, sea por medio de masajes, caricias o juegos. La ciencia y el estudio del
contacto humano demuestran su eficacia terapéutica en un estudio realizado por Moore ER,
Anderson GC, Bergman N para la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De tal forma que, incluso los niños prematuros que tenían una estimulación temprana con el
contacto directo de su madre, evolucionaban más rápidamente a todos los niveles que los
niños que no tenían este contacto a menudo.
Los padres deben desarrollar la memoria táctil mediante todo tipo de manipulaciones de
objetos mediante el tacto y que van a favorecer la percepción táctil, ya que en su exploración
se ponen de manifiesto las características o cualidades de los objetos, tales como, palpar
materiales suaves como pieles, terciopelos; describir sensaciones, caminar descalzo sobre
serrín, arena, hojas; describir sensaciones, identificar personas, objetos y dibujos (siluetas),
explorándolos con el tacto sin verlos y después describirlos con detalles. Todo esto
consolidará la memoria táctil de forma progresiva.
ACTIVIDADES:
Esconde objetos en arena o arroz para que el niño los encuentre: Escoge
algunos objetos con los que el niño está familiarizado y ve si puede
identificarlos por el tacto.
Colocar al niño en distintos tipos de suelo: Así podrá diferenciar distintas
texturas, como liso, acolchado, áspero, rugoso, etc.
Elaborar un panel de texturas: Son pequeñas obras realizadas a mano
para que el niño toque y experimente. Y del mismo modo podemos
realizar paneles para que pisen las diferentes texturas. Ten disponibles
para jugar objetos con diferentes texturas para poder jugar y que el niño
discrimine entre blando y duro, áspero y estridente, rugoso y liso, etc.
Hablar acerca de las diferencias y observar si puede distinguirlas a través
del tacto. Permite que los niños toquen cada material y hablen sobre
cómo se siente. Se pueden utilizar elementos de diversas texturas como
algodón, piel sintética (imitación de cuero), papel aluminio, gamuza, goma
espuma, malla, papel lija y más. Nosotros decidimos hacer platos
sensoriales,
Crear una caja de texturas, tanto para niños con hipo o hiper respuesta, e
ir exponiéndolos poco a poco a los estímulos, sin forzar, jugar a guardar
las texturas en la caja, etc.
Hacer cajas con legumbres, arroz, fideos, esconder juguetes pequeños
dentro de la caja a los que hay que rescatar.
En una tapa de caja de zapatos crear un arenero, con una fina capa de
arena y jugar a dibujar letras u objetos sencillos
En un mantel impermeable jugar a dibujar letras en una fina capa de
espuma de afeitar.
Para los niños hiporresponsivos, con una pelota grande tumbarlos en el
suelo y ejercer presión profunda sobre todo el cuerpo antes de hacer una
actividad que requiera cierto nivel de atención.
Ejercer masajes con masajeadores con vibración por todo el cuerpo.