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El mundo cotidiano:

Hay un día feliz


(Nicanor Parra)

A recorrer me dediqué esta tarde Como era ya la hora del silencio


las solitarias calles de mi aldea, cuando emprendí mi singular empresa,
acompañado por el buen crepúsculo una tras otra en oleaje mudo
que es el único amigo que me queda. al establo volvían las ovejas.
Todo está como entonces, el otoño Las saludé personalmente a todas
y su difusa lámpara de niebla y cuando estuve frente a la arboleda,
sólo que el tiempo lo ha invadido todo que alimenta el oído del viajero
con su pálido manto de tristeza. con su inefable música secreta.
Nunca pensé, creédmelo un instante, Recordé el mar y enumeré las hojas
volver a ver esta querida tierra en homenaje a mis hermanas muertas.
pero ahora que he vuelto no comprendo Perfectamente bien, seguí mi viaje
cómo pude alejarme de su puerta. como quien de la vida nada espera.
Nada ha cambiado, ni sus casas blancas Pasé frente a la rueda del molino,
ni sus viejos portones de madera. me detuve delante de una tienda:
Todo está en su lugar: las golondrinas El olor del café siempre es el mismo,
en la torre más alta de la iglesia siempre la misma luna en mi cabeza.
El caracol en el jardín y el musgo Entre el río de entonces y el de ahora
en las húmedas manos de las piedras. no distingo ninguna diferencia.
No se puede dudar, este es el reinoLo reconozco bien, este es el árbol,
del cielo azul y d las hojas secas que mi padre plantó frente a la puerta.
en donde todo y cada cosa tiene (ilustre padre que en sus buenos tiempos
su singular y plácida leyenda. fuera mejor que una ventana abierta)
Hasta en la propia sombra reconozco Yo me atrevo a afirmar que su conducta
la mirada celeste de la abuela. era un trasunto fiel de la Edad Media,
Estos fueron los hechos memorables cuando el perro dormía dulcemente
que presenció mi juventud primera. bajo el ángulo recto de una estrella.
El correo en la esquina de la plaza A estas alturas siento que me envuelve
y la humedad en las murallas viejas. el delicado olor a las violetas,
¡Buena cosa, Dios mío!, nunca sabe que mi amorosa madre cultivaba
uno apreciar la dicha verdadera, para curar la tos y la tristeza.
cuando la imaginamos más lejana Cuánto tiempo ha pasado desde entonces,
es justamente cuando está más cerca. no podría decirlo con certeza:
Ay de mí, ay de mí, algo me dice Todo está igual, el vino
que la vida n es más que una quimera, y el ruiseñor encima de la mesa.
una ilusión, un sueño sin orillas, Mis hermanos menores a esta hora
una pequeña nube pasajera. deben venir de vuelta de la escuela:
Vamos por partes, no sé bien qué digo, ¡Sólo que el tiempo lo ha borrado todo
la emoción se me sube a la cabeza. Como una blanca tempestad de arena.

GUIA DE TRABAJO

Lee atentamente el texto y responde las siguientes preguntas:


1. Investiga sobre el autor de este poema, Nicanor Parra y su importancia dentro de la lírica nacional

2. ¿A qué género literario corresponde este texto? ¿Qué situación vive el hablante lírico?
3. ¿Qué sentimientos se expresan? Subraya las partes que ejemplifiquen estos sentimientos o
estados anímicos.

4. Determina cuál es el tema

5. ¿Qué elementos del mundo cotidiano del hablante se mencionan en el texto?


¿Qué procedimientos se utilizan para hacer más “creíble” este mundo?

6. Transforma este texto en una narración en primera persona, donde tú seas el protagonista

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