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2002] BORDALÍ y FERRADA: LAS FACULTADES JUZGADORAS… 187

LAS FACULTADES JUZGADORAS DE LA ADMINISTRACIÓN:


UNA INVOLUCIÓN EN RELACIÓN AL PRINCIPIO CLÁSICO DE
LA DIVISIÓN DE PODERES

Andrés Bordalí Salamanca 1


Juan Carlos Ferrada Bórquez 2

R ESUMEN

Los autores analizan las facultades juzgadoras que, tanto en la experiencia del derecho chile-
no como de derecho comparado, se le atribuyen a la Administración del Estado, sea en su
vertiente tradicional o a los denominados entes administrativos independientes, para que
puedan resolver determinados conflictos que se producen en algunos sectores económicos
relevantes, o ya sobre específicos ámbitos objeto de regulación jurídica, como ocurre con la
defensa del medio ambiente. Luego de analizar el significado de la potestad jurisdiccional a
la luz de la Constitución de 1980, los autores concluyen que esos órganos administrativos
facultados para resolver determinados conflictos en modo alguno desarrollan funciones ju-
risdiccionales, sino que desarrollan funciones administrativas, las que, en virtud del derecho
a la tutela judicial, serán siempre controlables ante la potestad jurisdiccional.

“Los príncipes que se proponen hacerse déspotas


comienzan siempre por reunir en sus personas todas
las magistraturas”. Montesquieu, El espíritu de las
leyes, Biblioteca auxiliar del jurisconsulto y
publicista, Madrid, 1845, pág. 189.

INTRODUCCIÓN cíficos ámbitos de regulación jurídica como


el medio ambiente, que son tutelados por ór-

E
s común en la experiencia jurídica com- ganos de la Administración del Estado, pero
parada y también en algunos casos en la con la particularidad de que en muchos casos
chilena encontrar determinados sectores éstos aparecen facultados también para resol-
económicos –como la libre competencia, las ver o componer los conflictos que en relación
telecomunicaciones, entre otros– o ya espe- a tales materias se produzcan entre los ciu-

1 Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas 2 Abogado. Licenciado en Ciencias Jurídicas


y Sociales, U. de Chile. Doctor en Derecho, Uni- y Sociales, U. de Chile. Doctor en Derecho, Uni-
versidad de Valladolid. Profesor de Derecho Pro- versidad Carlos III de Madrid. Profesor de Dere-
cesal, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, U. cho Administrativo, Facultad de Ciencias Jurídicas
Austral de Chile. y Sociales, U. Austral de Chile.
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dadanos y los diversos actores económicos y embargo, más dudoso se hace este camino
sociales. En algunos casos, esos órganos ad- cuando se trata de distinguir la potestad ju-
ministrativos realizan una función que es muy risdiccional de la administrativa, puesto que
similar a la jurisdiccional, ya que resuelven si bien se puede describir –superficialmente–
conflictos entre partes, lo que lleva a un sector como función que realiza la potestad jurisdic-
de la doctrina a afirmar que estos órganos rea- cional la aplicación de las normas jurídicas
lizan funciones jurisdiccionales o “cuasijuris- que crea el Poder Legislativo a los casos con-
diccionales”. En este sentido, estas funciones cretos, lo cierto es que la Administración tam-
que hoy en día desarrolla la Administración del bién realiza el derecho objetivo –aplica las
Estado vienen a modificar sustancialmente la normas jurídicas– en el desarrollo de su fun-
organización y separación de los poderes del ción de servicio al interés general4. No obs-
Estado, tal como la conocemos desde Mon- tante, la diferencia entre aquella y ésta es que
tesquieu en adelante. la Administración estatal no sólo agota su ac-
En las páginas que siguen queremos de- tividad en la simple aplicación normativa, sino
tenernos unos instantes en esa aparente fun- que además es un agente creador de normas
ción juzgadora de la Administración, analizan- del propio ordenamiento (potestad reglamen-
do: I. La naturaleza de las funciones que taria) y, aún, en su aplicación práctica utiliza
desarrollan los órganos administrativos juz- criterios políticos o administrativos discrecio-
gadores, con referencia a: 1) la actividad juzga- nales, en conformidad a las directrices defi-
dora de la Administración, y particularmente, nidas por el Gobierno5.
2) actividad juzgadora de los entes adminis- Sin perjuicio de lo anterior, la doctrina
trativos independientes. II. La potestad juris- ha buscado otros mecanismos adicionales que
diccional en el ordenamiento jurídico chileno,
permitirían distinguir con mayor nitidez en-
abarcando dentro de éste 1) la jurisdicción en
tre la función administrativa y la jurisdiccio-
la Constitución de 1980 y 2) potestad jurisdic-
nal. Así, para algunos6, las diferencias entre
cional y actividad administrativa. Finalizada
la Administración y la Jurisdicción habría que
esa parte de la investigación, esbozaremos III.
buscarlas con base a tres aspectos: 1) la ac-
Las eventuales ventajas en la atribución de es-
tuación del derecho objetivo sólo se realiza-
tas funciones juzgadoras a los órganos admi-
nistrativos, y IV. terminaremos con algunas
conclusiones. sar las diferencias entre la actividad legislativa y la
jurisdiccional. Recordemos que el primero negaba
que tal órgano fuese realmente un tribunal. Su fun-
I. NATURALEZA DE LAS FUNCIONES QUE ción, decía, era más bien político-legislativa que
DESARROLLAN LOS ÓRGANOS jurisdiccional. Para Kelsen, en cambio, la función
ADMINISTRATIVOS JUZGADORES
que desarrollaba tal órgano era claramente juris-
diccional. En tal debate hubo un intento de expli-
cación de la función que desarrollaría la potestad
1) Actividad juzgadora de la
legislativa y la jurisdiccional. Para más detalles
Administración sobre tal polémica, vid. Schmitt, C. La Defensa de
la Constitución, Tecnos, Madrid, 1983, y Kelsen,
Habría que decir que, en principio, es H. ¿Quién debe ser el Defensor de la Constitución?,
relativamente simple distinguir entre los di- Tecnos, Madrid, 1995.
versos poderes jurídicos según la función que 4 Cfr. Bellido, R. La Tutela Frente a la Com-

desempeñan, particularmente, diferenciar la petencia Desleal en el Proceso Civil, Comares,


potestad legislativa de la jurisdiccional3. Sin Granada, 1998, pág. 15 y sgtes.
5 Parejo, L. Crisis y renovación en el Dere-
cho Público, Centro de Estudios Constitucionales,
3 Conviene tener presente la polémica que Madrid, 1991, pág. 19 y sgtes.
surgió alrededor de los años treinta entre Carl 6 Cfr. Montero Aroca, J. et al. Derecho Juris-
Schmitt y Hans Kelsen, sobre el Tribunal Constitu- diccional, I, Parte General, Tirant lo Blanch, no-
cional Federal alemán, en la cual se intentó preci- vena edición, Valencia, 1999 pág. 130 y sgtes.
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ría por la Jurisdicción ante el ejercicio de pre- y después de ella no hay nada más, puesto que
tensiones y resistencias; 2) la Jurisdicción la Jurisdicción aplica el derecho objetivo de
actuaría el derecho objetivo de modo irrevo- manera irrevocable. Surge así el efecto de cosa
cable y 3) la Jurisdicción operaría siempre con juzgada predicable de sus resoluciones.
desinterés objetivo. Estas especiales caracte- Pero falta un elemento más para poder
rísticas, evidentemente no serían predicables diferenciar con cierta claridad la potestad ju-
de la actividad que desarrolla la Administra- risdiccional de la administrativa. La Adminis-
ción Pública, al menos en los mismos térmi- tración también juzga, pero lo hace sobre su
nos en que se perfilan para la jurisdicción. propia actividad. Por el contrario, la Jurisdic-
Así, la actividad jurisdiccional precisa ción juzga una actividad ajena. Surge así la
que alguien comparezca ante ella y pida algo “alienidad”, “tercieridad” o desinterés obje-
concreto frente a otra persona (deduzca una tivo 8. Lo que se quiere indicar con esto no es
pretensión), situación sobre la que se debe sino la distinción entre autotutela declarativa
aplicar el derecho objetivo. La actividad ju- y heterotutela. La Administración se sirve de
risdiccional no puede, por regla general, ini- la autotutela declarativa que supone aplicar
ciarse de oficio (nemo iudex sine actore) y se el derecho en asuntos propios, mientras que
desarrolla siempre frente a dos partes; en cam- la Jurisdicción se sirve de la heterotutela, esto
bio, la Administración sí puede actuar de ofi- es, aplica el derecho objetivo en asuntos aje-
cio, como también a petición de parte, pero nos. Cuando la Administración aplica el de-
en este último caso la petición no es una ver- recho objetivo, es juez y parte.
dadera pretensión –en términos procesales–, Sin embargo, respecto de esto último, el
ya que aquí el derecho objetivo no se actua- problema se presenta respecto de los casos en
ría, siempre, frente a dos partes. que la Administración tutela ciertas activida-
En segundo lugar, hay que tener presen- des, desarrollando un papel de árbitro o com-
te que si bien la Administración, en ciertos ponedor de relaciones jurídicas entre ciuda-
supuestos, aplica el derecho para la consecu- danos o entre éstos y empresas que prestan
ción de los intereses generales o públicos, la un servicio o interés público. Así, esto adquie-
Jurisdicción lo hace sólo respecto de las pre- re mayor relevancia en los casos de tutela es-
tensiones y resistencias que se le someten a tatal de intereses públicos de gestión privada,
su consideración. Esta distinta manera de ac- como la libre competencia, las telecomunica-
tuar el derecho objetivo hace que el ejercicio ciones, el medio ambiente, etc., donde habría
de la potestad administrativa sea controlable, que preguntarse si en ello hay una autotutela
y el control consiste en determinar si los inte- o heterotutela de la actividad. En principio,
reses generales se han servido ejecutando el pareciera ser que habría heterotutela, porque
derecho de manera correcta, lo que supone
fundamentalmente comprobar si se han res-
8 En relación a este punto, Calamandrei se-
petado los derechos e intereses de los admi-
nistrados y el ordenamiento jurídico en su ñalaba que la diferencia esencial entre el juez y el
conjunto. De este modo, la actividad admi- administrador concernería principalmente a la po-
sición del juez y a la del administrador frente al
nistrativa, consecuencia lógica de la existen-
derecho. Mientras la finalidad del juez es la de ha-
cia de un Estado democrático de Derecho, es cer observar el derecho a los otros y, por lo tanto,
esencialmente controlable, lo que correspon- la propia observancia del derecho vendría a ser la
de hacer a la Jurisdicción7. La potestad juris- finalidad del acto jurisdiccional, el administrador
diccional, por su parte, se ejerce exclusiva- considera el derecho como un límite puesto a su
mente para la aplicación del derecho objetivo propia conducta y la observancia del derecho ven-
dría a ser para él sólo un medio de conseguir sus
fines de carácter social. Cfr. Calamandrei, P. Dere-
7 Aragón, M. Constitución y control del po- cho Procesal Civil, Editorial Pedagógica Iberoame-
der, Ediciones Ciudad Argentina, Buenos Aires, ricana, México, 1996, Figueroa, E. (compilador y
1995, pág. 69 y sgtes. traductor), pág. 27.
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no se vería una previa situación jurídica de la éstas acumularían y entrelazarían dentro de


Administración necesitada de tutela. Sin em- su rol regulador las tres funciones ya tradi-
bargo, hoy prevalecería también una interpre- cionales a las que estábamos habituados. De
tación más amplia de lo que vendría a ser la este modo, estos organismos –según la expe-
autotutela. En efecto, aun cuando la Adminis- riencia desarrollada en varios Estados– desa-
tración pueda resolver sobre conflictos entre rrollan funciones normativas, administrativas
particulares, no habría alienidad en tal situa- y jurisdiccionales o “cuasijurisdiccionales”10.
ción, porque sigue habiendo un interés pro- Hoy en día somos testigos de una irrup-
pio, como lo es la consecución del interés ción galopante en la experiencia comparada
general. En definitiva, si la Administración de este tipo de agencias –influjo de la expe-
determina que en la solución de un conflicto riencia inglesa y estadounidense– que regu-
ambiental, de libre competencia o de otro tipo, lan diversos sectores de la sociedad y de la
existe, como “telón de fondo”, un interés pro- economía. A los ya tradicionales organismos
pio en la consecución del interés público, en reguladores de la estabilidad de la moneda y
esos casos habría una situación de autotutela de la libre competencia, se ha pasado también
declarativa y ya no de heterotutela9. a la regulación y tutela la actividad bancaria,
De acuerdo con lo señalado, para deter- los seguros, las comunicaciones, la energía,
minar si en esta tutela que haría este organis- la publicidad, el medio ambiente, etcétera.
mo administrativo habría una actividad admi- ¿Cómo explicar esta irrupción de las
nistrativa o jurisdiccional, sería muy importante autoridades autónomas de las que hoy somos
determinar –entre otras cosas– si lo que se tu- testigos? Se dice en ocasiones que estas auto-
tela es el interés público a la preservación de ridades serían fruto de los procesos de trans-
la libre competencia económica, del medio formación de la realidad económico-social e
ambiente, etcétera, o bien específicos dere- institucional, y como tal, serían concordantes
chos e intereses legítimos de determinadas con lo que se suele denominar proceso de
personas. Si se sostiene lo primero, en la apli- “desregulación” y “privatización”. Del Esta-
cación de la legislación por un órgano públi- do gestor se habría transitado al Estado regu-
co a petición de alguna persona o entidad, lador, en el que para desarrollar este nuevo
podría sostenerse que esa actividad es admi- rol en los sectores económicos asignados ha-
nistrativa. Por el contrario, en el segundo caso, bría necesidad de un lugar y de un modo de
podríamos decir que esa actividad es jurisdic- producción de reglas, pero ya de un modo di-
cional. verso de lo que ocurría con la Administración
tradicional11. Sin embargo, habría que agre-
2) Actividad juzgadora de los entes gar que no todas las autoridades autónomas
administrativos independientes pueden insertarse en este proceso de “privati-
zación” y de “aligeración del Estado”, puesto
En las experiencias del derecho compa- que, por ejemplo, las instituciones que velan
rado, en algunos casos la tutela de la libre por la libre competencia y por la estabilidad
competencia, de la integridad del medio am- de la moneda surgen de una lógica diversa y,
biente, etcétera, no se encomienda a la tradi- por cierto, en otras circunstancias históricas
cional Administración, sino a una agencia o y políticas.
autoridad independiente. Hay que considerar Por otra parte, si bien es compartible este
que estas comisiones o agencias independien- contexto global donde se pueden insertar la
tes vienen a romper la tradicional tripartición mayoría de estas autoridades, lo cierto es que
de poderes u funciones del Estado moderno
(Legislativo, Ejecutivo y Judicial), puesto que 10 Cfr. Roppo, V. “Sulla Posizione e sul Ruolo
Istituzionali delle Nuove Autorità Indipendenti”, en
Politica del Diritto, año XXXI, Nº 1, marzo 2000,
9 Cfr. Montero Aroca, J. et al., op. cit., pág. 159 y sgtes.
pág. 137. 11 Cfr. Ibid., pág. 160.
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podría complementarse con un análisis de los rencias políticas17-18. Se trataría de satisfa-


nuevos intereses y valoraciones que nacen cer una exigencia de regulación de los secto-
dentro de una determinada sociedad. Frente a res sensibles de la vida social y económica de
éstos, institucionalmente se habría optado en la comunidad, no según criterios de inspira-
algunos países por la creación de modelos ción política prevalentes del Ejecutivo, sino
organizativos y procedimentales capaces de siguiendo cánones que, además de estar mar-
afrontar tutelas diferenciadas y mayormente cados por criterios técnicos y de especializa-
idóneas a esas nuevas exigencias12. Es decir, ción19, adhieran a los principios de garantía
y entrelazando ambos argumentos, se puede y neutralidad20.
sostener que las autoridades autónomas sur- De acuerdo con lo expuesto, parece ser
gen de acuerdo a unas nuevas exigencias y que estas autoridades independientes ya no
necesidades sociales, frente a las cuales el buscarían simplemente la obtención del inte-
poder político responde no ya encargando su rés público, puesto que ellas suponen una evo-
tutela a la Administración tradicional, sino a lución misma de la Administración del Esta-
organismos reguladores que se insertan den- do y, sobre todo, de la división y relación entre
tro de un Estado más regulador y menos ges- los distintos poderes del Estado. No se puede
tor, que intenta ser administrado menos polí- decir simplemente respecto de ellas que
ticamente y más técnicamente13. tutelen el interés público o los derechos e in-
En este sentido, García de Enterría14 sos- tereses de los individuos. Antes que eso, con-
tiene que hoy en día se puede apreciar una trolan, garantizan y, en algunos casos, resuel-
tendencia común en todos los Estados occi- ven que las reglas objetivas de ciertos sectores
dentales en el sentido de separar entre Gobier- de la sociedad funcionen adecuadamente (el
mercado, el medio ambiente, las telecomuni-
no y Administración, “o al menos a la neutra-
caciones, la publicidad, etcétera.). Esto hace
lización política de ésta”15. Esta tendencia en
que el criterio para determinar su naturaleza
el establecimiento de autoridades indepen-
se torne algo más complejo: no aparece del todo
dientes –presente ya en los EE.UU. desde fi-
claro el criterio para una determinación de una
nes del siglo XIX 16 – intentaría excluir del
función de heterotutela o autotutela, y en al-
poder político determinados asuntos, para que
gunos casos, cuando conocen y resuelven ca-
sean regulados con criterios estrictamente téc-
nicos y objetivos por un personal independien-
te y permanente. Estas autoridades autónomas 17 Cfr. Cerulli, V. “Premesse Problematiche
se establecen sobre todo en aquellos sectores allo Studio delle “Amministrazioni Independenti”,
de alto valor técnico y “sensibles” a las inje- en Mercati e Amministrazioni Independenti, Bassi,
F./Merusi, F. (editores.), Giuffrè, Milán, 1996,
pág. 25.
12 Cfr. Longo, F. “Ragioni e Modalità 18 Destaca Cerulli que el sector bancario, un
dell’Istituzione delle Autorità Indipendenti”, en I clásico ejemplo de un sector sensible a injerencias
Garanti delle Regole. Le Autorità Indipendenti, políticas, estaría más disponible a aceptar y a reco-
Cassese, S./Franchini, C. (eds.), Il Mulino, Bolonia,
nocer como “legítimas” las medidas tomadas por
1993, pág. 13.
13 Cfr. Betancor, A. Las administraciones in- el Governatore con plena responsabilidad propia,
antes que del Ministro del Tesoro o de otra autori-
dependientes, Tecnos, Madrid, 1994, pág. 28-30.
14 Cfr. García de Enterría, E. Democracia, dad de gobierno. Cfr. Cerulli, V. op. cit., pág. 25.
19 Como lo destaca Bin, en la experiencia
Jueces y Control de la Administración, Civitas,
Quinta Edición, Madrid, 2000, pág. 121 y sgtes. estadounidense de las autoridades independientes,
15 Ibid., pág. 121. de lo que se trató fue de sustituir al poder de la
16 García de Enterría expresa que el modelo política, el “poder de los técnicos”, el “poder de
inicial de autoridad independiente fue la Interstate los expertos”. Cfr. Bin, M. “Autorità Indipendenti?
Commerce Commission, creada en el año 1887, que Il Caso dell‘ISVAP”, en Rivista Trimestrale di
luego se perfeccionó con la Federal Trade Diritto e Procedura Civile, junio 1997, año LI-n.2,
Commission del año 1914. Cfr. García de Enterría, pág. 331.
20 Cfr. Longo, F., op. cit., pág. 15.
E., op. cit., pág. 177.
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sos concretos que afectan a los ciudadanos, autónomas es suficiente para garantizar la
aparecen resolviendo conflictos intersubjetivos satisfacción del interés público, independien-
de relevancia jurídica. temente de los resultados concreta y efectiva-
Ahora bien, ¿en qué se diferenciarían es- mente producidos, con lo que el interés públi-
tas autoridades independientes de la Adminis- co aparece como un “reflejo” de intereses
tración tradicional? Se ha dicho en algunas colectivos –en el sentido de imputables a una
ocasiones que dichas autoridades indepen- colectividad de individuos más o menos am-
dientes no tutelarían directamente el interés plia– y, por otro lado, como un interés media-
público, como tradicionalmente se ha entendi- to, en cuanto resultante de una relación jurídi-
do que corresponde hacer a la Administración, ca trilateral, entre el particular sujeto a control
sino que estos nuevos entes encontrarían su (por ejemplo, las empresas), la Administración
fundamento en la necesidad de garantizar y encargada del control y el o los particulares
tutelar situaciones subjetivas privadas, de beneficiarios del control. Es evidente, en esta
modo tal que sobre dicha labor se configura- nueva manera de apreciar la actuación de es-
ría un interés público reflejo y mediato. Es tos organismos independientes, que ellos ca-
decir, afirma este sector de la doctrina –parti- recen de una apreciación arbitraria de los in-
cularmente italiana– que las normas legales tereses en juego, puesto que es la ley la que,
en materias como las que se mencionan aquí con carácter previo, los ha determinado. De
definen simplemente un equilibrio entre de- acuerdo con esto, es indispensable que estas
terminadas situaciones subjetivas, y las auto- autoridades estén consagradas como entes
ridades autónomas controlarían que ese equi- neutrales, sujetos únicamente a la autoridad
librio sea alcanzado y mantenido; equilibrio de la ley.
que se daría entre las distintas relaciones ju- Sin perjuicio de lo señalado anteriormen-
rídicas interprivadas de los sujetos tenidos en te, la posibilidad de conferirles a estos orga-
consideración respecto de los criterios de nismos funciones resolutorias depende de
comportamiento y los sujetos a favor de los cómo se regulen en definitiva sus facultades.
cuales tales criterios son dictados21. En efecto, se puede atribuir al organismo po-
De este modo, siguiendo este razona- deres decisionales propios, o bien sólo se les
miento propuesto por un sector de la doctrina puede reconocer una legitimación activa para
comparada, las agencias administrativas no que puedan proponer al tribunal competente
estarían llamadas a escoger entre los intere- el ejercicio de determinadas pretensiones des-
ses privados, ni a ponderarlos o componerlos, tinadas a verificar las infracciones y la apli-
ni menos a satisfacerlos: las situaciones sub- cación de las medidas restablecedoras de la
jetivas privadas se verían satisfechas median- actividad regulada 22 . Si se opta por la pri-
te el respeto de determinadas reglas de parte mera opción, estos órganos ejercerían fun-
de otros sujetos privados. La relación entre ciones bastante semejantes a las jurisdic-
las diversas situaciones subjetivas privadas cionales, aunque formalmente tengan una
comprometidas no se resuelve, por tanto, naturaleza administrativa; en cambio, en el se-
configurando algunas de ellas como elemen- gundo caso, conservarían éstos una naturaleza
tos constitutivos o como graduaciones del in- netamente administrativa. Pero lo anterior
terés público, sino a través de una relación tampoco es suficiente. Importa precisar tam-
mediata. De consecuencia entonces, el respe- bién, fundamentalmente, si sus resoluciones
to de los criterios de comportamiento dicta- son irrevocables, en el sentido de que pro-
dos por la ley y especificados por autoridades duzcan cosa juzgada, por lo que no podrían

21 Cfr. Torchia, L. “Gli Interessi Affidati alla 22 Cfr. Clarich, M. “Per uno Studio sui Poteri
Cura delle Autorità Indipendenti”, en I Garanti dell‘Autorità Garante della Concorrenza y del
delle Regole. Le Autorità Indipendenti, op. cit., pág. Mercato”, en Mercati e Amministrazioi Indipen-
58 y sgtes. denti, op. cit., pág. 126 y sgtes.
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posteriormente ser controlables por un órga- cias o autoridades independientes, y su re-


no jurisdiccional 23. lación con la actividad que en el derecho chi-
En nuestro país, los órganos administra- leno desarrolla la Jurisdicción, se hace ya in-
tivos reguladores dotados de cierta autonomía, dispensable analizar qué se entiende por
por regla general, participan de la primera de órgano jurisdiccional, para lo cual se requie-
las opciones mencionadas, es decir, se le atri- re de un breve análisis de cómo regula la Cons-
buyen al organismo potestades decisorias en titución chilena la potestad jurisdiccional.
materias o asuntos determinados. Así, es
frecuente que las superintendencias sectoria-
les, direcciones regionales o nacionales de ser- II. LA POTESTAD JURISDICCIONAL EN EL
vicios públicos o comisiones administrativas ORDENAMIENTO JURÍDICO CHILENO
–por nombrar sólo algunos casos– tengan
asignadas potestades resolutivas en el ámbito 1) La jurisdicción en la Constitución
material de competencia que les es propio, es- Política de 1980
tableciendo la misma ley –aunque no en todos
los casos– una vía especial de impugnación de ¿Cómo distinguir claramente las distin-
la decisión administrativa ante el juez de le- tas potestades estatales?, y en definitiva, ¿cómo
tras o la Corte de Apelaciones respectiva. distinguir lo que es potestad jurisdiccional?
De acuerdo con todo lo expresado, para Frente a este tema, se han propuesto por un
pronunciarse sobre esta rara avis de las agen- sector de la doctrina tres posibles criterios para
comprender la potestad jurisdiccional: 1) or-
gánico; 2) formal y 3) sustancial24.
23 La posibilidad de recurrir al juez ordinario
Con el primer criterio –orgánico–, se dis-
ha determinado que la jurisprudencia estadouniden- tinguirían las distintas potestades estatales
se considere a las agencies administrativas de di- analizando cada uno de los órganos que se han
cho país como órganos “cuasijudiciales”. En efec-
creado para desarrollarlas. Adoptar el crite-
to, frente a la impugnación por algunos sobre la
inconstitucionalidad de estas agencies, basada en rio orgánico, querría decir distinguir la potes-
una vulneración, además de los principios del due tad según el órgano que la ejerce: se llamaría,
process of law y de trial by jury, sobre todo en la por ejemplo, actividad legislativa a toda aque-
violación del principio de separación de poderes, lla proveniente de órganos legislativos, acti-
la jurisprudencia, en un primer momento, negó vidad jurisdiccional a toda aquella proveniente
completamente el carácter jurisdiccional a tales de los órganos jurisdiccionales y así sucesi-
organismos. Sin embargo, luego reconoció que sus vamente. Pero, se puede decir con Calaman-
funciones eran jurisdiccionales, pero no eran del
drei, “este modo de distinción no sería otra
todo “judiciales”, sino que serían “cuasijudiciales”,
porque el que perdía en el procedimiento conser- cosa que un giro de palabras”25. Y tiene ra-
vaba la posibilidad de impugnar la decisión admi- zón el referido autor, porque de seguir este
nistrativa frente al juez ordinario, y éste, no pu- criterio, deberíamos llegar a la conclusión de
diendo reexaminar los hechos ya indagados, podía que es Jurisdicción la ejercida por jueces y
efectuar un control de legitimidad, reexaminar, de tribunales. A su vez, son jueces y tribunales
este modo, la solución dada previamente a las cues- aquellos que ejercen Jurisdicción, evidencian-
tiones de derecho. De este modo, la jurisprudencia do así claramente el carácter tautológico del
en los EE.UU. llegó a afirmar que no era inconsti-
argumento.
tucional atribuir a los órganos administrativos es-
peciales el poder de decidir controversias entre la Pero además de rechazable este criterio
Administración y los ciudadanos, o ya entre los ciu- orgánico –o funcional– por tautológico, debe
dadanos mismos, siempre que sea consentido al juez serlo por cuanto puede implicar atribuir la
verificar la violación o la falsa aplicación de las indispensable función de aplicar el derecho
normas de derecho. Por ese motivo, considera a
tales agencies como órganos “cuasijudiciales”. Cfr.
Vigoriti, V. “Costituzione e Giustizia Amministra- 24 Cfr. Calamandrei, P. Derecho Procesal Ci-
tiva negli Stati Uniti D‘America”, en Rivista Trimes- vil, op. cit., pp. 24 y sgtes.
trale di Diritto Publico, Milán, 1970, pág. 1205. 25 Ibid., pág. 25.
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objetivo, en términos de irrevocabilidad y con entendiendo por sustancia o contenido del


total independencia e imparcialidad, a órga- acto, los efectos jurídicos que el mismo típi-
nos que, definidos formalmente como “tribu- camente produce, independientemente del ór-
nales” por el legislador, carezcan de aquella gano que lo lleve a cabo y de la forma en la
necesaria independencia e imparcialidad que cual es realizado. En este sentido, el poder
implica la función de juzgar y aplicar el dere- legislativo se distinguiría por su función de
cho 26. establecer nuevas normas jurídicas y la po-
El segundo criterio, es decir formal, tam- testad jurisdiccional por su función de hacer
poco sería por sí solo el más adecuado. Este observar en concreto y definitivamente las
criterio distinguiría entre las potestades esta- normas ya establecidas. Sin embargo, este
tales de acuerdo a la distinta forma que exte- criterio, para que sea realmente útil en la de-
riormente revisten los actos de las tres fun- terminación de lo que es la potestad jurisdic-
ciones estatales. De acuerdo con este criterio, cional, presupone una total precisión de qué
la actividad jurisdiccional se reconocería por es lo sustancial de dicha actividad. Para ello,
su forma de expresión externa, esto es, por la se debe recurrir a las normas constitucionales
sentencia. Sin embargo, este criterio no es y legales que se refieren a la actividad juris-
exhaustivo, ya sea porque se detiene en las diccional. Por lo tanto, hay que acudir, en el
apariencias sin tocar el fondo de la distinción, caso chileno, a la Constitución de 1980, para
o porque es también puramente aproxima- ver qué se puede entender por potestad juris-
tivo, en cuanto puede ocurrir que, en casos diccional.
excepcionales, la forma que normalmente De acuerdo con los artículos 19 Nº 3 y
distingue los actos de una cierta función haya 73 y sgtes. de la Constitución chilena de 1980,
sido adoptada para revestir un acto pertene- se podría hipotetizar que los requisitos exigi-
ciente por su sustancia a una función diver- dos por la Constitución para que un órgano
sa 27 . sea considerado jurisdiccional serían los si-
Por ello, el criterio más seguro de dis- guientes: 1. que haya sido establecido por una
tinción es el sustancial, material o absoluto, ley orgánica constitucional (si es que ha sido
establecido con posterioridad a la vigencia de
la Constitución, de acuerdo al art. 74 CPR y
26 Como lo expresa Pedraz, si se determina que art. 5º transitorio); 2. que tenga el órgano ca-
es Jurisdicción toda la actividad desarrollada por los rácter permanente (“nadie puede ser juzgado
tribunales (lo que en algunos casos es discutible, por comisiones especiales, sino por el tribu-
como sucede con la denominada “jurisdicción vo- nal que le señale la ley y que se halle estable-
luntaria”), sería fácil que, a través de la determina-
cido con anterioridad por ésta”. Art. 19 Nº 3º
ción de las diferentes atribuciones constitutivas de
la esfera jurisdiccional, el legislador pudiera arbi- inc. 3º CPR. En la doctrina comparada, esto
trariamente modificar dicho ámbito. Cfr. Pedraz, es lo que se conoce como “derecho al juez
E. “De la Jurisdicción como Competencia a la Ju- “natural”28 o, como se lo denomina más re-
risdicción como Organo”, en Constitución, Juris-
dicción y Proceso, Akal, Madrid, 1990, pág. 174.
A su vez, como expresaba Ignacio de Otto, el mo- 28 De acuerdo con Calamandrei, el juez “na-
derno concepto de Jurisdicción aparece necesaria- tural” se opone al juez extraordinario. Juez extraor-
mente unido a la pretensión de que sea ejercida en dinario –al menos en la terminología del Derecho
exclusiva por jueces y magistrados independientes, Constitucional italiano– es el juez creado expresa-
por lo que se hace indispensable un concepto abso- mente para juzgar una causa singular ya surgida.
luto o material de Jurisdicción, un concepto –de- Dicho juez no debe ser confundido con el juez es-
cía– en el que ésta se identifique a partir de un de- pecial, es decir, aquél instituido al margen de la
terminado contenido material de la función misma, jerarquía judicial ordinaria, pero establecido para
con abstracción de quien sea su titular. Cfr. De Otto, juzgar todas las causas pertenecientes a una cate-
I. Estudios sobre el Poder Judicial, Ministerio de goría especial que puedan presentarse en el futuro.
Justicia, Centro de Publicaciones, Madrid, 1989, Por ello, concluye Calamandrei, también los jue-
pág. 18. ces especiales son jueces “naturales”. Cfr. Cala-
27 De Otto, I. Op. cit., pág. 26. mandrei, P., op. cit., pág. 104. Con respecto al juez
2002] BORDALÍ y FERRADA: LAS FACULTADES JUZGADORAS… 195

cientemente, derecho al juez ordinario prede- nuestro país una difundida opinión y amplia-
terminado por la ley29) ; 3. independiente, lo mente acogida de considerar como órgano
que se determinará fundamentalmente por el jurisdiccional a cualquier ente público –aun-
mecanismo de nombramiento de los jueces, que, como veremos, también se considera a
la prohibición constitucional respecto del Pre- los árbitros privados como órganos jurisdic-
sidente de la República y el Congreso de in- cionales, además de otros entes privados–
tervenir en sus funciones y su inamovilidad creado por ley para resolver las causas crimi-
(artículos 73 y 77 CPR); 4. responsable (art. nales y civiles, lo que incluiría, además de los
76 CPR); 5. que actúe rogadamente (en vir- tribunales ordinarios y especiales que integran
tud del derecho a la tutela judicial regulado el Poder Judicial, a entes públicos y privados
en el art. 19 Nº 3 inc. 1º CPR); 6. por medio con actividad resolutiva, tales como el Direc-
de un proceso legalmente tramitado (art. 19 tor de Impuestos Internos30, clubes deporti-
Nº 3 inc. 5 CPR); 7. que aplique el derecho al vos, corporaciones, fundaciones, entre otros.
caso concreto (“la facultad de conocer de las Así, no sólo nuestros tribunales ordinarios de
causas civiles y criminales, de resolverlas y justicia han acogido esta posición doctrinal,
de hacer ejecutar lo juzgado [...]”. art. 73 sino aún el propio Tribunal Constitucional ha
CPR); 8. por medio de resoluciones funda- seguido tal criterio, afirmando el carácter ju-
mentadas (arts. 19 Nº 3 inc. 5º y 73 CPR); 9. risdiccional de las potestades resolutivas asig-
con efectos irrevocables y con desinterés ob- nadas a un órgano o funcionario público en
jetivo (“Ni el Presidente de la República ni el las materias propias de su competencia31.
Congreso pueden, en caso alguno, ejercer fun- En este contexto, algunos sostienen que
ciones judiciales, avocarse causas pendientes, en el derecho chileno habría que distinguir
revisar los fundamentos o contenido de sus entre la función judicial y la función jurisdic-
resoluciones o hacer revivir procesos feneci- cional. La primera es la que ejercerían los jue-
dos”; “Los jueces son personalmente respon- ces dentro de un proceso racional y justo para
sables por los delitos de cohecho, falta de ob- resolver un pleito entre las partes litigantes,
servancia en materia sustancial de las leyes mediante la sentencia respectiva y con recur-
que regulan el procedimiento, denegación y so a la coacción si fuese necesario. La segun-
torcida administración de justicia y, en gene- da –jurisdiccional– es más amplia que la pri-
ral, de toda prevaricación en que incurran en mera, y es ejercida no sólo por jueces, sino
el desempeño de sus funciones”. Arts. 73 y por otras autoridades o individuos, ya dentro
76 CPR). o fuera de un proceso, y para declarar, pro-
Esta caracterización de la potestad ju- nunciar o definir, en casos concretos, cuál es
risdiccional chilena se opone a algunas con- el derecho aplicable a un asunto de su com-
cepciones que existen en Chile en el tema y petencia, haciéndolo a través de un acto de
que han sido acogidas por una buena parte de autoridad, llámese sentencia, fallo, acuerdo,
nuestra jurisprudencia. En efecto, existe en decreto, resolución o de cualquier otra ma-
nera 32 .
Sostenemos por nuestra parte que tal
“natural”, Pizzorusso destaca que dicha garantía no distinción entre función judicial y función ju-
es un fin en sí mismo, sino que representa un me- risdiccional es artificiosa, contraria al texto
dio para asegurar el respeto de otros valores, lógi-
camente prejudiciales, como la independencia, la
idoneidad, la imparcialidad y la especialización del 30 Cfr. Colombo, J. La Jurisdicción en el
juez; la garantía de los derechos de defensa, la jus- Derecho Chileno, Editorial Jurídica de Chile, pri-
ticia de la ley, etcétera. Cfr. Pizzorusso, A. “Il Prin- mera edición, Santiago, 1991, pág. 41.
cipio del Giudice Naturale nel suo Aspetto di Nor- 31 Entre otras, STC 176/1993, 247 y 248/
ma Sostanziale”, en Rivista Trimestrale di Diritto 1996.
Procesuale Civile, año XXIX (1975), pág. 6. 32 Cfr. Cea, J.L. Teoría del Gobierno. Dere-
29 Vid. Pedraz, E. Derecho Procesal Penal, cho Chileno y Comparado, Ediciones U. Católica
Tomo I, Principios de Derecho Procesal Penal, de Chile, primera edición, Santiago de Chile, 2000,
Colex, Madrid, pp. 190 a 207. pág. 171 y sgtes.
196 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIII

constitucional chileno33 y a las concepciones diccional es desarrollada tanto por tribunales


democráticas más contemporáneas. De acuer- que integran el Poder Judicial 34 como por
do con el artículo 73 CPR (y su desarrollo le- otros tribunales especiales situados fuera del
gal contenido en el art. 5º COT), la función Poder Judicial. La función jurisdiccional es
jurisdiccional es la que ejercen los tribunales sinónima de la función judicial, y no es pro-
y jueces establecidos de conformidad a la cedente diferenciarla; ella es ejercida tanto por
Constitución y las leyes. Dicha función juris- los tribunales que integran el Poder Judicial

33 Quizás la confusión entre función jurisdic- doctrinal, por “órgano que ejerce jurisdicción” debe
cional y función judicial puede provenir del hecho entenderse, por ejemplo, tanto a la Corte Suprema,
que la Constitución chilena regula como potestad como a una universidad privada cuando resuelve
estatal, además del Gobierno (Capítulo IV) y Con- alguna cuestión atingente a sus socios, trabajado-
greso Nacional (Capítulo V), al Poder Judicial (Ca- res o alumnos. El problema se presenta, a nuestro
pítulo VI). Si embargo, lo que hizo el constituyen- entender, en la utilización imprecisa que hizo el
te chileno en ese Capítulo VI fue reglamentar la constituyente del término “órgano que ejerza juris-
potestad jurisdiccional, que pertenece “exclusiva- dicción”. Lo que se entiende quiso expresar el cons-
mente a los tribunales establecidos por la ley” (art. tituyente de 1980, según nuestra opinión, fue que
73 inc. 1º CPR). A esa conclusión se debe llegar todo órgano que aplicara el derecho o resolviera
por medio de la interpretación del propio artículo un conflicto, sea que dicha actividad la hiciera la
73 CPR. En efecto, en el inciso tercero de la referi- jurisdicción u otra potestad o persona, debía dictar
da disposición se da a entender que los tribunales una sentencia fundada en un proceso previo legal-
–miembros por lo tanto de este “Poder Judicial” mente tramitado, con un procedimiento y una in-
que regula el Capítulo VI CPR–, pueden pertene- vestigación racionales y justos, misión que le co-
cer al Poder Judicial como no pertenecer (“los de- rresponde al legislador procurar. Es decir, lo que
más tribunales –que no integran el Poder Judicial– garantiza la Constitución en este punto (art. 19 Nº 3
lo harán [la ejecución de sus resoluciones, y la prác- inc. 5º CPR), es que todo órgano, entidad o perso-
tica de los actos de instrucción que determine la na, que tiene que aplicar el derecho a un caso con-
ley]) en la forma que la ley determine”. Por lo tan- creto, o ya resolver un conflicto intersubjetivo de
to, para no arribar a una intelección absurda, la carácter temporal, debe juzgar con base en un pro-
potestad que regula el capítulo VI CPR es la juris- cedimiento racional y justo. En este sentido, si
diccional, la que es desarrollada tanto por los tri- la Universidad Austral de Chile o ya la Agrupación
bunales, ordinarios y especiales, que integran el de Amigos de la Flora y Fauna Chilena, por ejem-
Poder Judicial, como por los tribunales que no in- plo, van a juzgar a alguno de sus miembros o depen-
tegran el Poder Judicial. Por otra parte, hay que dientes, tienen que hacerlo mediante un procedimien-
señalar además que la expresión que utiliza el inc. to e investigación racionales y justos (lo que debe
5º del art. 19 Nº 3 CPR:“Toda sentencia de un ór- involucrar la posibilidad de audiencia, defensa, etc).
gano que ejerza jurisdicción [...]”, ha sido entendi- Sin embargo, el hecho que esas entidades privadas
da por un sector de la doctrina chilena, en el senti- puedan juzgar a sus miembros por un procedimien-
do que cualquier entidad o persona –pública o to e investigación racionales y justos, no debe llevar
privada– que resuelve un conflicto, ejerce jurisdic- a entender que esas entidades ejerzan jurisdicción.
ción. Por ello, se llega a la conclusión que la fun- Por de pronto, la sentencia, resolución o decreto que
ción jurisdiccional es más amplia que la función puedan dictar esas entidades privadas contra alguno
judicial. Así, CEA, J.L. (Tratado de la Constitu- de sus miembros, asociados o trabajadores, será pre-
ción de 1980. Características Generales. Garan- cisamente controlable ante la jurisdicción.
34 El artículo 5º COT señala que integran el
tías Constitucionales, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago, 1988, pág. 274 y sgtes.), señala que en la Poder Judicial como tribunales ordinarios de justi-
expresión “órgano que ejerza jurisdicción” se debe cia: la Corte Suprema, las Cortes de Apelaciones,
incluir no sólo a los tribunales ordinarios y espe- los Presidentes y Ministros de Corte, los Tribuna-
ciales, sino también a las autoridades políticas, gu- les de Juicio Oral en lo Penal, los Juzgados de Le-
bernamentales y administrativas, así como también, tras y los Juzgados de Garantía. Como tribunales
de acuerdo con sus estatutos, a los representantes especiales que integran el Poder Judicial: los Juz-
de las corporaciones, fundaciones y asociaciones gados de Letras de Menores, los Juzgados de Le-
privadas que gozan de personalidad jurídica, con tras del Trabajo y los Tribunales Militares en tiem-
facultad para decidir sobre la conducta o la suerte po de paz. Luego están los tribunales especiales que
de los bienes de terceros. Según esta interpretación no forman parte del Poder Judicial.
2002] BORDALÍ y FERRADA: LAS FACULTADES JUZGADORAS… 197

como por aquellos que se ubican fuera de éste. titucionales para atribuir la actividad jurisdic-
La función que puedan desarrollar entes que cional a los entes que crea necesario crear para
no son jueces –órganos administrativos, clu- cumplir esta función. No bastaría que esta-
bes deportivos, corporaciones, fundaciones, blezca la creación de un ente denominado “tri-
empresas, etcétera–, fuera de un proceso, me- bunal”, sino que constitucionalmente tiene
diante actos administrativos específicos, no que serlo, de acuerdo con su estructura orgá-
puede ser definida, a nuestro entender, como nica y la función que desarrolla.
función jurisdiccional. Podrá ser considerada Por de pronto, ese ente creado legislati-
actividad administrativa o simplemente priva- vamente debe tener el carácter permanente,
da, pero jamás jurisdiccional35. por lo que no puede atribuir la actividad ju-
En este punto, hay que decir que si bien risdiccional a comisiones especiales ad hoc o
la Constitución entrega al legislador (ley orgá- transitorias (art. 19 Nº 3 inc. 4º CPR). Por otra
nica constitucional) la determinación de la or- parte, dicho ente debe cumplir con uno de los
ganización y atribuciones que fueren necesa- requisitos más básicos de la potestad jurisdic-
rias para la pronta y cumplida administración cional: su independencia36. El inc. 1º del art.
de justicia en todo el territorio de la República
(art. 74 CPR), es decir, confía al legislador 36 La independencia es una de las notas que
cualificado la creación de todos los tribuna- caracterizan a la potestad jurisdiccional –dice
les, del tipo y cantidad que dicho poder del Pedraz–, la que debe entenderse en un doble as-
Estado estime necesarios, la propia Constitu- pecto: en cuanto que, delimitado constitucional-
ción impondría algunos requisitos para que mente su ámbito de actuación, no pueden ni deben
tales entes creados por el legislador puedan intervenir en él ni legislativo ni ejecutivo del mis-
ser considerados “verdaderos tribunales”. Esto mo modo que, inversamente, tampoco los órganos
significa que el legislador tiene límites cons- jurisdiccionales han de entrometerse en las esferas
legislativa ni ejecutiva y, también, en cuanto que la
potestad jurisdiccional, en el ejercicio de su activi-
dad –función jurisdiccional– no ha de estar some-
35 En este sentido, estamos de acuerdo con tida a criterios particulares ni discriminatorios, sino
Ignacio de Otto cuando expresa que el hecho de solamente a la ley. Asimismo, la independencia ju-
que el Estado se reserve el monopolio de la Juris- dicial supone la prohibición de manipular las ma-
dicción, ello no significa en absoluto que prive a terias normativamente atribuidas con carácter ex-
los particulares de la posibilidad de sustituir la ac- clusivo y excluyente al conocimiento jurisdiccional,
tividad jurisdiccional pública, mediante procedi- pero, también implica prohibición de hacerlo, tan-
mientos privados de composición de litigios. En to con la constitución y funcionamiento de los tri-
este sentido, no es contrario al monopolio estatal bunales, como respecto de los jueces y tribunales,
la existencia del arbitraje, en el que voluntariamente llevar a cabo su destitución, traslado o jubilación,
un ente privado resuelve un litigio con un laudo esto es, inamovilidad judicial. Cfr. Pedraz, E. “So-
impugnable ante la Jurisdicción y cuya ejecución bre el “Poder” Judicial y la Ley Orgánica del Poder
forzosa requiere en cualquier caso el concurso de Judicial”, en Constitución, Jurisdicción y Proceso,
ésta. Asimismo, agrega, tampoco viola el monopo- op. cit., pág. 173 y ss. Vescovi, a su vez, destaca que
lio estatal de la Jurisdicción la posibilidad de que la independencia no es un valor en sí, sino medio
en el seno de organizaciones privadas existan ór- para asegurar el mejor desempeño de la función,
ganos facultados para imponer “sanciones” por el especialmente la realización de la “imparcialidad”,
incumplimiento de obligaciones estatutarias, siem- que sí viene a ser el valor esencial de la función
pre que se trate simplemente de reacciones de jurisdiccional, en cuanto la posición del juez sobre
naturaleza jurídico privada –por ejemplo en la las partes resulta un elemento indispensable para
separación de una sociedad deportiva por incum- el ejercicio de dicha función. En este sentido, afir-
plimiento de las obligaciones de esa índole. En ta- ma, el requerimiento de una magistratura indepen-
les supuestos –agrega el referido autor–, no hay ni diente no responde tanto a la sistemática y a la es-
asomo de actividad jurisdiccional, puesto que se tructura funcional del Estado, sino al fin mucho más
trata exclusivamente de un acto de naturaleza pri- concreto de asegurar la imparcialidad del juez, el
vada susceptible de ser llevado a los tribunales me- que resulta un valor indispensable y esencial a la
diante el ejercicio del derecho de acción. Cfr. De propia actividad jurisdiccional. Cfr. Vescovi, E. “La
Otto, I. op. cit., pág. 87. Independencia de la Magistratura”, en XII Jorna-
198 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIII

73 CPR señala que “ni el Presidente de la Si bien podría sostenerse que este requi-
República ni el Congreso pueden, en caso al- sito se exigiría sólo para los jueces pertene-
guno, ejercer funciones judiciales, avocarse cientes a la Corte Suprema, Cortes de Apela-
causas pendientes, revisar los fundamentos o ciones, Tribunales de Letras, Tribunales de
contenido de sus resoluciones o hacer revivir Juicio Oral en lo Penal y Juzgados de Garan-
procesos fenecidos”, consagrándose así la in- tía39, creo que tal criterio fijado en la Consti-
dependencia de los órganos jurisdiccionales. tución debería aplicarse a todo juez de la Re-
Uno de los mecanismos que prevé la Consti- pública, cualquiera fuese su rango o jerarquía,
tución chilena para asegurar dicha indepen- salvo los casos expresamente previstos por el
dencia judicial es a través del mecanismo del constituyente. De lo contrario, el legislador
nombramiento de los jueces37 y de la inamovi- podría crear tribunales cuyos integrantes po-
lidad judicial. En relación al nombramiento drían ser designados, por ejemplo, sólo por el
de los jueces, según lo prescrito por los ar- Presidente de la República, con lo cual per-
tículos 74 y 75 CPR –que son complementa- derían toda independencia del poder político
dos por los artículos 248 y siguientes COT–, que ostenta el poder. El nombramiento de los
se podría afirmar que en concepto del “cons- jueces compartido por dos o más poderes del
tituyente” de 1980, jamás se puede proveer Estado definiría, a nuestro entender, una de
un cargo de juez nombrado en exclusiva por las características propias de los órganos ju-
el Presidente de la República, o por otra po- risdiccionales en el orden constitucional chi-
testad pública también en exclusiva, salvo los leno.
casos de excepción que expresamente prevea Amén de independientes, los órganos
la Constitución38. Para velar por la indepen- que han de desarrollar imparcialmente la fun-
dencia de los jueces, éstos –por mandato cons- ción jurisdiccional deben actuar rogadamente,
titucional y según los distintos casos– deben es decir, previa excitación de un tercero, sin
ser consensuados en su designación al menos que puedan jamás actuar de oficio. Esto se
por dos poderes del Estado. desprende del derecho fundamental a la tute-
la judicial que reconoce el texto constitucio-
das Iberoamericanas de Derecho Procesal, Mérida, nal chileno en su artículo 19 Nº 3 inc. 1º CPR,
5 a 11 de mayo de 1990, I Volumen, Ministerio de lo que además es reafirmado por el artículo
Justicia, Centro de Publicaciones, Madrid, 1990, 73 inc. 2º CPR, en el momento que expresa
pág. 441 y sgtes. Asimismo, Ignacio de Otto desta- que “reclamada su intervención [a los tribu-
caba que la independencia del juez no es tan sólo nales establecidos por la ley] en forma legal
una garantía para los ciudadanos sujetos a su po- y en negocios de su competencia, no podrán
testad, ni una garantía de imparcialidad en el pro-
ceso, sino que además viene exigida por la necesi-
excusarse de ejercer su autoridad, ni aun por
dad de legitimar la decisión jurisdiccional, falta de ley que resuelva la contienda o asun-
necesidad que exige la independencia del juez cuan- to sometido a su decisión”. Al aludir a la im-
do falla una determinada cuestión sometida a su de- parcialidad me estoy refiriendo a su exclusi-
cisión. Cfr. De Otto, I,. op. cit., pág. 34. vo sometimiento a la ley. Se requiere por ende
37 Según expresa Sagües, el mecanismo de
que estos órganos que aplican definitivamen-
selección de los jueces es vital a la hora de evaluar te el derecho no tengan ningún interés com-
el grado de independencia de éstos, pero, hay que prometido en relación al objeto litigioso del
destacar asimismo, tampoco lo es todo, ni viene a
ser la garantía mágica para asegurar esa autonomía
proceso (por eso el art. 76 CPR establece que
judicial. En este sentido –expresa el autor–, la los jueces son personalmente responsables por
inamovilidad de los jueces hace tanto en pro de su
independencia, como los caminos objetivos de se-
lección. Cfr. Sagües, N.P. Reforma Judicial. Los 39 Aunque la Constitución no diga nada al
Sistemas de Designación de Magistrados y la Es- respecto, en virtud del artículo 248 COT, habría que
cuela Judicial en el Derecho Argentino y Compa- homologar los requisitos exigidos para ser juez de
rado, Astrea, Buenos Aires, 1978, pág. 27. letras con los de los jueces de los Tribunales de
38 Por ejemplo, el Tribunal Calificador de Juicio Oral en lo Penal y de los Juzgados de Ga-
Elecciones y los Tribunales Electorales Regionales. rantía.
2002] BORDALÍ y FERRADA: LAS FACULTADES JUZGADORAS… 199

los delitos de cohecho y en general de toda Nº 3 inc. 5º CPR), lo que implica el juego y
prevaricación en que incurran en el desempe- la confrontación de la pretensión y la resis-
ño de sus funciones)40. tencia, es decir, de dos posiciones parciales
Otra de las características esenciales de enfrentadas frente al juez, en el trabajo con-
un órgano jurisdiccional es que actúen el de- junto del conocimiento de los hechos a los que
recho objetivo irrevocablemente. Lo propio de se haya de aplicar el derecho objetivo. Ello
un tribunal es que dice la última palabra den- viene a significar que la actividad que se de-
tro de la organización del Estado, haciendo sarrolle ante una sola parte y un sentencia-
valer definitivamente el derecho vigente, con dor, o ante una parte y un sentenciador que a
base a una sentencia dotada de fuerza de cosa su vez es parte, no es propiamente actividad
juzgada. La cosa juzgada constituye, por tan- jurisdiccional.
to, un requisito propio de toda actividad ju- Finalmente, la actividad jurisdiccional se
risdiccional. Así lo ha reconocido la Corte expresaría por medio de resoluciones judicia-
Suprema41, la que ha definido la jurisdicción les debidamente motivadas (art. 19 Nº 3 inc.
como el “poder que tienen los tribunales de 5º CPR, 73 inc. 1º CPR), y siempre atingentes
justicia para resolver, por medio del proceso a un caso concreto al cual aplicar el derecho
y con efectos de cosa juzgada [...]”. (art. 73 inc. 1º CPR), por lo que el ente que
Hay que agregar además que la potestad crea o declara el derecho general y
jurisdiccional, de acuerdo con el texto cons- abstractamente no cumpliría una función pro-
titucional chileno, se desarrolla por medio de piamente jurisdiccional.
un proceso legalmente tramitado 42 (art. 19
2) Potestad jurisdiccional y actividad
administrativa
40 Esto tiene mucha importancia tratándose
de algunos supuestos tribunales que ha creado el De acuerdo con lo antes expuesto, en
legislador chileno, los que no actúan con desinte-
nuestro país, el organismo que tutelara los
rés objetivo. Como lo expresa Pereira, la existen-
cia de tribunales tributarios al interior de la Admi- derechos e intereses de los ciudadanos y que
nistración no sólo es contrario al tenor y sentido reuniera los requisitos preseñalados sería un
del texto constitucional chileno (art. 73 inc. 1º tribunal que ejercería plena Jurisdicción. Hay
CPR), sino que configura una burda ruptura del que tener presente que, de acuerdo con lo ex-
principio esencial de que el juez, para ser califica- presado anteriormente, en el texto constitu-
do como tal, es y debe ser ajeno a los intereses en cional chileno no se prohíben los tribunales
conflicto. Por otra parte, agrega el mismo autor, si especiales43 –sólo están prohibidos los tribu-
bien el acto administrativo que dictan estos entes
nales extraordinarios o ad hoc–. Dicho de otro
administrativos, adquiere definitividad por el ago-
tamiento de los recursos administrativos, ello no modo, el texto constitucional chileno no de-
puede confundirse con el efecto de cosa juzgada termina taxativamente cuáles son los tribuna-
que adquieren las sentencias judiciales. Precisa- les que van a desarrollar la potestad jurisdic-
mente la actividad administrativa puede ser impug-
nada delante del órgano jurisdiccional, por lo que
mediando esa posibilidad de impugnación ante un de Derecho Universidad de Concepción, 1981,
órgano que decidirá el asunto definitiva e irrevoca- pág. 19; Alarcón, P. “El Poder Judicial: Pilar Fun-
blemente, dicha actividad no puede ser considera- damental del Estado de Derecho”, en Gaceta Jurí-
da en ningún caso como jurisdiccional. Cfr. Pereira, dica, 2000, Nº 236, pág. 131.
H. Curso de Derecho Procesal. Derecho Procesal 43 El art. 73 inc. 3 CPR expresa que “para
Orgánico, Conosur, edición actualizada, Santiago, hacer ejecutar sus resoluciones y practicar o hacer
1996, pág. 102 y sgtes. practicar los actos de instrucción que decreten, los
41 Sentencia de fecha 6 de marzo de 1989, tribunales ordinarios de justicia y los especiales que
publicada en Gaceta Jurídica, 1989, Nº 105, pp. 28 integran el poder judicial, podrán impartir órdenes
y sgtes. directas a la fuerza pública o ejercer los medios
42 Cfr. Salas, J. “Algunas Consideraciones de acción conducentes de que dispusieren. Los
sobre la Administración de Justicia en la Nueva demás tribunales lo harán en la forma que la ley
Constitución Política de la República”, en Revista determine”.
200 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIII

cional, sino que deja abierta al legislador la les organismos respecto del Poder Ejecutivo,
determinación de los órganos –tribunales– que dicho organismo podría resolver algunos con-
la desarrollarán. De acuerdo con esto, habría flictos referentes al cumplimiento de la nor-
que concluir que si el legislador cualificado mativa sectorial en términos, al menos, “cuasi-
concibiera a estos organismos en los térmi- jurisdiccionales”.
nos constitucionalmente exigidos para el ejer- En todo caso, decir que un organismo
cicio de la potestad jurisdiccional, no se po- cumple funciones “cuasijurisdiccionales” es
dría negar que la actividad que desarrollarían lo mismo que decir que no cumple funciones
tales órganos sería jurisdiccional, y como tal, jurisdiccionales. No puede haber, a nuestro
esos órganos serían verdaderos tribunales44. entender, dentro de la organización institucio-
Si no se cumple con esos requisitos, habría nal estatal, una categoría intermedia entre el
que concluir que tales organismos desarrollan “ser” y el “no ser”. Por ello, sostenemos que la
funciones administrativas o legislativas y, hipotética actividad que pudiera desarrollar el
como tal, siempre controlables por la Juris- organismo como autoridad tuteladora de los
dicción, en el ámbito que le es propio45. derechos e intereses legítimos de los habitan-
Sin embargo, no se puede negar que, pre- tes del Estado chileno sería siempre controla-
cisamente, las denominadas agencias o auto- ble ante la Jurisdicción, como última autori-
ridades administrativas independientes se dad garante de los derechos e intereses de las
colocan en un camino intermedio entre la Ju- personas. Esa actividad del organismo, por lo
risdicción y la actividad administrativa, pues- tanto, al ser controlable, sería más asimilable
to que, generalmente, son concebidas como or- a una actividad administrativa que a una juris-
ganismos independientes del poder político, diccional. Y es que el juez constituye el órga-
por lo que es común la opinión en la doctrina no terminal de la Constitución, quien cumple
comparada de considerarlos como organismos el objetivo de garantizar los derechos funda-
“cuasijurisdiccionales” o “parajurisdiccio- mentales, así como de cualquier otro derecho
nales”46. Es decir, si se garantizara una ade- o interés legítimo ya sea individual o colecti-
cuada independencia47 a las autoridades de ta- vo, y esa garantía de tales situaciones subjeti-
vas materiales es ejercitada aún frente a la
44 Que de conformidad con el artículo 5º COT,
Administración, a la que, como tal, controla48.
Ese organismo administrativo “cuasiju-
sería un tribunal especial que no formaría parte del
Poder Judicial. risdiccional” no podría pretender una tutela
45 Así, por ejemplo, el Tribunal de Defensa exclusiva ni “última” de los derechos e inte-
de la Competencia español ha sido concebido, en reses legítimos de los ciudadanos y, de este
la vigente ley que lo regula, como un organismo modo, la competencia de este organismo ad-
administrativo que no actúa el derecho irrevocable- ministrativo no debería privar a la Jurisdic-
mente, puesto que sus resoluciones son suscepti-
ción de sus labores propias49. Es que si en un
bles de posterior control jurisdiccional a través del
recurso contencioso-administrativo. Sus resolucio-
nes vienen consideradas como actos administrati-
vos. Cfr. Bellido, R., op. cit., pág. 22 y sgtes. estudio de la independencia de los jueces como
46 Cfr. Verde, G. “Giustizia e Garanzie nella garantía para el ejercicio correcto de la función
Giurisdizione Civile”, en Rivista di Diritto Pro- jurisdiccional si por otro lado se debe reconocer
cessuale, año LV (II Serie)-n. 2, abril-junio 2000, que esa función aparece dispersa en el Estado e in-
pág. 309; Buttazi, B.”Il Procedimento Davanti clusive es realizada activamente por Agencias
all’Autorità Garante per la Concorrenza e il Mer- (Agencies) de la Administración, esto es, del Poder
cato”, en Rivista Trimestrale di Diritto e Procedura Ejecutivo, que, lógicamente, carecen de dicha in-
Civile, año LIV-n.2, junio 2000, pág. 600; Clarich, dependencia. Cfr. Vescovi, E., op. cit., pág. 451.
M., op. cit., pág. 148; Roppo, V., op. cit., pág. 160. 48 Cfr. Pedraz, E. “Sobre la Crisis de la Justi-
47 Para ello, es indispensable que la designa- cia”, en Constitución, Jurisdicción y Proceso, op.
ción de estas autoridades, obedeciendo a criterios cit., pág. 275.
objetivos, y aunque competa al Poder Ejecutivo, 49 Lozano-Higuero Pinto señala que una pro-
asegure su independencia y subsiguiente inamovi- puesta a considerar en la tutela de los intereses di-
lidad. Como lo expresa Vescovi, de poco sirve el fusos –que podrían existir en áreas como la libre
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problema de libre competencia, ambiental, un derecho a la actividad jurisdiccional52 y,


tributario, etcétera –por muy público o colec- ésta, sólo puede actuar a través del proceso,
tivo que pueda ser– se encuentra afectado un por lo que toda persona tiene derecho a que,
derecho fundamental o un interés legítimo de por medio del proceso legalmente estableci-
una persona o grupo, esas personas o grupo do, la Jurisdicción otorgue tutela definitiva a
de personas tendrían siempre abierta la vía los derechos subjetivos e intereses legítimos
jurisdiccional a través del derecho fundamen- deducidos y afirmados como propios.
tal a la tutela judicial; y más aún, tienen dere- De acuerdo con lo expuesto, la posibili-
cho a que su derecho fundamental o interés dad de un organismo administrativo que tuvie-
legítimo afirmados como propios sean cono- ra funciones de tutela de los derechos e intere-
cidos y juzgados por el tribunal que le señale ses de los individuos, podría contemplarse
la ley y que se halle establecido con anterio- como camino previo a la Jurisdicción, salvo que
ridad por ésta (art. 19 Nº 3º CPR). Precisa- cumpla con todos los requisitos necesarios para
mente, ese derecho a la tutela judicial y al juez ser considerado un órgano jurisdiccional. Aho-
ordinario predeterminado por la ley son, como ra bien, si el legislador chileno estableciera un
lo expresan, derechos a la Jurisdicción, no a organismo administrativo con competencia
la actividad administrativa. De ahí que el Tri- para conocer, con anterioridad a la Jurisdic-
bunal Supremo español sostenga con acerta- ción, de los conflictos en que aparecieren
da firmeza que “la tutela judicial no puede involucrados los derechos o intereses legíti-
otorgarla un órgano administrativo aunque mos de alguna persona o grupo, esa opción
reciba el nombre de Tribunal”50. podría ser contraproducente, ya que podría-
En nuestro ordenamiento constitucional mos estar ante una dilación en la obtención
toda persona puede conminar al Estado a fin de una tutela judicial efectiva, lo que redun-
de que se vean jurisdiccionalmente reconoci- daría, finalmente, sólo en un mayor costo eco-
dos sus derechos e intereses legítimos en la nómico para el Estado.
forma jurídicamente regulada, lo que signifi- Como da cuenta un sector de la doctri-
ca que sólo a través del proceso la Jurisdic- na italiana, los organismos administrativos
ción puede dispensar tal tutela, actuando la introducidos en dicho país han significado
ley51. La acción se articula en definitiva como un elevado costo para el Estado, pero ade-
más estarían dando vida a microsistemas pa-
rajurisdiccionales que responden a lógicas
competencia, el medio ambiente, etcétera– es la de particulares, que se colocan fuera del orden
introducir medios preliminares de integración de judicial, pero que terminan nuevamente de-
la controversia, y en ese sentido sustitutivos del
lante de la Jurisdicción53.
proceso, al modo de las “Comisiones de Recla-
maciones” del derecho sueco, las que a su juicio, y Ahora bien, la conclusión anterior no
de lege ferenda, serían aceptables obviando los in- pugna con la autotutela que se acostumbra a
convenientes anejos a todas las jurisdicciones de reconocer, en la mayoría de los ordenamientos
equidad, y siempre que además de no otorgárseles jurídicos, a la Administración, ni con la po-
funciones “para” o “seudojurisdiccionales”, no testad sancionadora que la ley generalmente
supusieren un obstáculo al libre acceso, un filtro le reconoce y, de hecho, se le reconoce ac-
previo, de carácter dilatorio, a la obtención de un tualmente en Chile a la Administración en
pronunciamiento jurisdiccional inmediato, en rela-
ción con la pretensión a deducir, lo que sería, a su
juicio, claramente inconstitucional en la situación ción, Conciliación”, Pedraz, E. (director), XXVII,
del derecho español. Cfr. Lozano-Higuero Pinto, Madrid, 1995, pág. 12 y sgtes.
M. La Tutela Procesal de los Intereses Difusos, Ma- 52 Sobre la acción concebida como derecho
drid, 1983, pp. 265 y 266. fundamental en el derecho chileno, véase Bordalí,
50 Sentencia de fecha 16 de febrero de 1990, A. “El derecho fundamental de acción: un intento
Sala de la Contencioso-Administrativo, Sección 9ª. de configuración en el orden constitucional chile-
51 Cfr. Pedraz, E. “El Proceso y sus Alterna- no”, en Revista de Derecho y Jurisprudencia, tomo
tivas”, en Cuadernos de Derecho Judicial, Conse- XLVIII, Nº 3, sept.-dic. 2000, passim.
jo General del Poder Judicial: “Arbitraje, Media- 53 Cfr. Verde, G., op. cit., pág. 309.
202 REVISTA DE DERECHO [VOLUMEN XIII

diversas materias. Sin embargo, en el primer apunta a que tanto la Administración como la
caso –autotutela de la Administración–, ésta Justicia “tradicionales” no serían ya capaces
se reconoce para conseguir una mejor gestión de resolver aquellos casos técnicos en que la
de los intereses públicos. Dicho de otra ma- comunidad científica se encuentra dividida o,
nera, lo que busca la Administración con tal dicho de otro modo, en la que existen diver-
atribución es la conservación o tutela del in- gencias de opiniones, lo que en los EE.UU.
terés público. Dicha actividad administrativa se denomina como science policy issues57. Es
no tiene nada de jurisdiccional, ni “cuasijuris- decir, la crítica apunta a que tanto administra-
diccional”, sino que es una clara actividad dores como jueces “tradicionales” se encon-
administrativa que es controlable posterior- trarían con notorias dificultades para funda-
mente por la Jurisdicción. Si bien se está en mentar decisiones sobre certezas científicas,
estos casos en el campo de la acción directa sobre las que precisamente la comunidad cien-
ejercida por el interesado, esto es, y en lo que tífica no ha logrado tal certeza o respecto de
nos interesa, un caso de autotutela de la Ad- las cuales existen divergencias de opiniones.
ministración, se tolera la acción directa con Por otra parte, la necesidad de resolver
fundamento en su expeditividad y eficacia en controversias en las que la apreciación del
la gestión de los intereses públicos54. hecho está estrechamente ligada a juicios de
La Administración puede y debe actuar valor, provocaría a menudo propias y verda-
directamente en aquellos casos en que se en- deras confusiones entre los dos niveles ponde-
cuentren en peligro o perturbados determina- rativos: la misma elección de los hechos rele-
dos bienes, o ya los derechos e intereses legí- vantes a los fines de una valoración científica
timos de las personas, en cuanto manifestación es a menudo –se dice– el producto de un jui-
de un interés público –pienso en intereses di- cio de valor. Por otra parte, la decisión sobre
fusos como los relativos a la libre competen- la cualidad de la investigación científica soli-
cia, el medio ambiente, etcétera–. Dicha ac- citada a los fines de la mensuración política
tuación la estimamos como procedente y se haría partiendo de una elección de valores;
conveniente, por cuanto, en muchos casos, la por lo que en este contexto, los órganos en-
tutela del bien y de los derechos e intereses cargados de resolver cuestiones en cuya base
legítimos requiere de una actuación inmedia- están cuestiones científicas –en una sociedad
ta y expedita, que los órganos jurisdicciona- como la nuestra caracterizada por una con-
les, por la propia exigencia y estructura del tinua evolución y descubrimientos científi-
proceso, no están en muchos casos capacita- cos–, tendrían profundas dificultades para jus-
dos de otorgar. Dicha actividad será controla- tificar ciertas decisiones que inciden sobre los
ble, naturalmente, ante la Jurisdicción. intereses enfrentados.

III. VENTAJAS EN LA ATRIBUCIÓN DE LAS legitimidad constitucional de las agencies adminis-


trativas ha caminado sobre teorías poco convincen-
FUNCIONES JUZGADORAS A LOS
tes, pero se ha fundado principalmente sobre bases
ÓRGANOS ADMINISTRATIVOS prácticas, que dicen relación con el desarrollo y
complejidad de la economía, el fenómeno de la in-
De acuerdo con la vasta experiencia en dustrialización, con los problemas técnicos y so-
los EE.UU. en el establecimiento de agencias ciales que de ello derivan, además de la naturaleza
o autoridades autónomas, generalmente se particular de muchas controversias, pero, y sobre
destaca el argumento técnico para su instau- todo, debido a la estructura, el costo y la lentitud
ración 55-56 . Existe una crítica común que del proceso ordinario. Cfr. Vigoriti, V. “Costituzione
e Giustizia Amministrativa negli Stati Uniti D’Ame-
rica”, op. cit., pág. 1206.
54 Cfr. Montero Aroca, J. et al., op. cit., 57 Cfr. Salanitro, U. “L’Environmental Me-
pág. 137. diation negli USA: Uno Strumento Alternativo per
55 Cfr. Clarich, M., op. cit., pp. 125 y 126. la Risoluzione dei Conflitti Ambientali?”, en Rivista
56 Como lo destaca Vigoriti, la relativa de- Giuridica dell’ Ambiente, 2, año VI, junio 1991,
fensa de la jurisprudencia estadounidense sobre la pág. 240 y sgtes.
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El conflicto ambiental, por ejemplo, se- do que el tribunal “revisor” no tendrá que eva-
ría un paradigma de este problema de science luar esas consideraciones técnicas, puesto que
policy issues. Por ello, en la experiencia de su función se limitaría a un control de la co-
los EE.UU., se opta por individualizar un su- rrecta aplicación del derecho sin entrar nue-
jeto –una agency58– que ofrezca garantías de vamente sobre los hechos. Sin embargo, en
experiencia en materia ambiental. una propuesta de este tipo, estimamos que se
Sin embargo, el argumento técnico que, vulnerarían el derecho constitucional a la tu-
a nuestro modo de ver, vendría a ser determi- tela judicial y al debido proceso, que impor-
nante en la atribución de tutela de determina- tan que un tribunal independiente conozca
dos derechos e intereses legítimos de los ciu- imparcialmente determinados hechos a los
dadanos a una administración autónoma, cuales habrá de aplicarse el derecho objetivo
pierde toda utilidad desde el momento en que vigente.
su actividad será controlada por la justicia or- De acuerdo con lo anteriormente dicho,
dinaria. En efecto, si lo que resuelve una au- para que un pronunciamiento de “expertos”
toridad técnica “experta”, después será revi- tuviera verdadera utilidad podría pensarse en
sado, o podrá ser sometido íntegramente al un modelo semejante al japonés ideado en los
conocimiento y fallo por un órgano “no ex- años setenta61. La ley japonesa para la Reso-
perto”59, entonces habría que preguntarse cuál lución de Disputas por Contaminación Am-
sería el beneficio de encomendar previamen- biental de 1970 impuso una Comisión para la
te tal tutela a ese organismo administrativo. resolución de disputas ambientales de carác-
Prácticamente toda la utilidad que podría com- ter central y local, a las cuales cualquier ciu-
portar el juicio de los técnicos terminaría por dadano podría llevar su queja, con un muy
desvanecerse y, peor aún, haría más compli- bajo costo. Esta Comisión puede realizar in-
cada la tutela de los derechos e intereses legí- vestigaciones técnicas expertas, sin cargo eco-
timos, con un complicado juego de dobles nómico para los interesados, pudiendo poste-
grados, cuando no de dobles vías, todo lo cual riormente conciliar a las partes hacer de
retrasaría en mayor medida el iter hacia la árbitro o, inclusive, fallar. Sin embargo, el ver-
completa y efectiva tutela jurisdiccional60. dadero aporte que presenta esta Comisión, a
Ahora bien, en relación al punto ante- nuestro entender, consiste en el hecho de que
rior, se podría defender la necesidad de la res- sus investigaciones pueden ser invocadas pos-
puesta técnica de la agencia si se está pensan- teriormente ante el tribunal que conociere de
una efectiva pretensión de tutela de los inte-
58 Se debe destacar que en el sistema de las
reses ambientales de los interesados. Habría
que destacar que la disponibilidad de este pro-
agencias estadounidenses, la instrucción y la deci-
sión de los casos sometidos a su conocimiento, se cedimiento podría alterar el curso de la dispu-
encarga a dos órganos diferentes. En efecto, la ins- ta ambiental: primero, la parte demandante se
trucción la desarrolla a un órgano que se le conoce vería aliviada de los altos costos de presentar
como hearing examiner, y la decisión se le encarga pruebas científicas y, segundo, el poder y la
a otro órgano denominado administrative law judge. capacidad investigadora de la Comisión se po-
Estos últimos funcionarios vendrían a ser jueces drían utilizar en forma plena, aportando así el
administrativos, que tienen un estatuto cuasi-judi- poder y las instalaciones que normalmente fal-
cial de independencia e imparcialidad. Estos jue-
tan del lado de la víctima62.
ces, si bien no resuelven el asunto en definitiva, sí
pueden proponer y en algunos casos dictan una Un camino similar al japonés aquí des-
initial decision, que puede ser controlada por la crito podría presentar bastante utilidad en la
propia Agencia. cfr. Clarich, M., op. cit., pág. 149; tutela de los derechos e intereses legítimos de
García de Enterría, E., op. cit., pág. 182. Toda la
actividad de la agencia, posteriormente puede ser
revisada por la justicia ordinaria. 61 Cfr. Cappelletti, M./ Garth, B. El Acceso a
59 Cfr. Bin, M., op. cit., pág. 334. la Justicia, Fondo de Cultura Económica, México,
60 Cfr. Verde, G. “Giustizia e Garanzie nella 1996, pág. 83.
Giurisdizione Civile”, op. cit., pp. 309 y 310. 62 Ibid., pág. 84.
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los ciudadanos que inciden en materias como deseaba el legislador español era que el en-
la defensa del mercado, la tutela del medio juiciamiento de los ilícitos concurrenciales
ambiente, etcétera. Si se quiere contar con la correspondiera a órganos especializados, más
experiencia y los conocimientos técnicos de acorde con la Constitución española hubiera
personas no juristas, para ello no es necesa- sido que tales órganos especializados hubie-
rio hacerlos “jueces”, sino que basta con que ran sido derechamente jurisdiccionales64.
se los considere como lo que son: “expertos”.
Sus aportes a la solución de un conflicto pue-
den venir de las investigaciones y conclusio- IV. CONCLUSIONES
nes que realicen, y dichos informes podrían
ser presentados en un proceso como informe Podemos concluir de la presente inves-
de peritos. Con base en tales dictámenes tigación que los “tribunales” que existen ac-
periciales, un juez “no experto” podría resol- tualmente en Chile al interior de la Adminis-
ver más adecuadamente el conflicto y ya sin tración (caso paradigmático es el del Director
recurrir a dobles vías jurisdiccionales –o una Regional del Servicio de Impuestos Internos)
administrativa y la otra jurisdiccional–, que en ningún caso son órganos jurisdiccionales.
complican y retardan la tutela definitiva de los Tanto su estructura orgánica y funcional no
derechos e intereses legítimos63. se adecuan al mandato constitucional para
De este modo, concuerdo con el razona- considerarlos como tales. Son órganos admi-
miento que se ha hecho en España a propósi- nistrativos.
to del Tribunal de Defensa de la Libre Com- Sostenemos que la participación de la
petencia, que correspondería a un órgano Administración como ente público interesa-
administrativo y, como tal, sus resoluciones do en la consecución del interés público –y
–que son actos administrativos– son contro- más allá de sus necesarias actuaciones de
lables por la jurisdicción contenciosa-admi- autotutela– se podría concretar, a lo más, por
nistrativa. Pero entonces es lícito formularse medio de la eventual posibilidad de atribuirle
la pregunta sobre la utilidad que previó el le- legitimación activa en aquellos procesos de
gislador español al establecer un órgano como tutela del interés público, o en aquellos de
éste. Si lo que se perseguía asegurar era que proyección colectiva, pero no habría necesi-
la persecución de conductas con aptitud para dad de hacer a esa Administración una espe-
afectar el interés público económico no se cie de órgano “cuasijurisdiccional”.
abandonara a la iniciativa de los particulares, Por otro lado, si se quiere optar por el
hubiera sido suficiente con atribuir legitima- camino de una especialización de los juzga-
ción para iniciar el proceso civil a los órga- dores, dicha especialización sería mejor, en
nos administrativos encargados de velar por todo caso, acometerla en el propio órgano ju-
la Defensa de la Competencia. Pero si lo que risdiccional, para así evitar el complicado jue-
go de los dobles grados o de las dobles vías
en la obtención de tutela jurisdiccional, aun-
63 No se olvide que el perito puede contribuir
que antes que especialización de los órganos
a auxiliar al juez: a) suministrándole sus máximas judiciales aparece más afortunada la capaci-
de experiencia para que el juez haga uso de ellas; tación de los jueces y funcionarios judiciales
b) valorando el propio experto el dato u objeto que
ordinarios. Con ello queremos expresar la in-
se somete a su conocimiento especializado, y
c) haciendo posible el “descubrimiento” de un dato conveniencia –institucional y financiera– de
perceptible sólo para sujetos con saberes singula- complejizar el sistema judicial con más tri-
res. Sobrepasa este estudio el tema de la pericia. bunales especiales, optando así por la propia
Sobre su naturaleza, ámbito, etcétera, vid. Pedraz, Jurisdicción ordinaria civil como entidad a
E. “Apuntes sobre la Prueba Pericial en el Proceso tutelar los derechos e intereses que confluyen
Penal. Particular Consideración de la Pericia Psi-
quiátrica”, en Revista de Derecho Procesal dirigi-
da a Iberoamerica, Nº 2, Madrid, 1994, pp. 329 a
411. 64 Cfr. Bellido, R., op. cit., pág. 27 y sgtes.
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en áreas como la defensa de la libre competen- tales conflictos se vieran enfrentados los ciu-
cia, las telecomunicaciones, el medio ambien- dadanos contra la Administración pudiese
te, los tributos, etcétera, debiendo capacitarse encomendarse su resolución a tribunales “con-
adecuadamente a los jueces y funcionarios para tencioso-administrativos”, cuestión que debe-
afrontar tal tarea, sin perjuicio de que si en ría valorar nuestro legislador.

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