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Claves para un liderazgo eficaz

Desde sus inicios, la civilización humana se ha caracterizado por organizarse en


grupos con el objetivo de facilitar la realización del trabajo y sobrevivir en el mundo
salvaje que la rodea, sin embargo, ningún grupo es capaz de sobrevivir sin un líder
que lo guie por el mejor camino. Hoy en día, aunque ya muy alejadas de un
mundo salvaje, se sigue dividiendo a las personas en distintos grupos con distintos
objetivos, pero con dos cosas en común, un líder que los dirija y el propósito de
mejorar y facilitar las formas de conseguir dicho objetivo. Por lo tanto, algo que ha
cambiado incontablemente es la forma de liderar y las actitudes que toma la
persona que lo hace con respecto a su grupo. Esto se puede explicar gracias a los
constantes cambios que va sufriendo la sociedad con el paso del tiempo. Sin
embargo, hay ciertas actitudes que se han mantenido a través de la historia y que
han llevado a los líderes que hacen uso de ellas a lograr grandes cosas. Las
principales son el carisma, el trabajo en equipo, la organización y la adaptación, y
pueden ser consideradas como claves para conseguir un liderazgo eficaz.
Si se quieren identificar las claves para tener un liderazgo eficaz, lo primero que se
debe hacer es conocer y tener claro el concepto de liderazgo. El conferencista
John maxwell (1998) define el liderazgo como:
“La facultad de mejorar a las personas de un área, a través de la guía u
orientación de un líder, que define como aquel que tiene esa capacidad de
influencia a través de la cual sus subordinados mejoran sus aptitudes y
capacidades”
Por lo tanto, el liderazgo se podría definir como el correcto ejercicio de varias
actitudes que le permitan a un individuo motivar positivamente a un grupo de
personas para alcanzar cierto objetivo con entusiasmo. Así, pues, el liderazgo
busca hacer que las personas se muevan prácticamente por sí mismas, pero
siendo ligeramente influenciadas por alguien que las anime a hacerlo y que sea
capaz de mostrarles el camino o forma para llegar a la meta, es decir un líder. De
hecho, Nelson Mandela afirma que “Es sabio persuadir a la gente para que actúe y
hacerle creer que fue su propia idea”.
Pero conseguir que un grupo de personas lleven a cabo una serie de acciones
dando lo mejor de sí mismas es bastante complicado, de forma que se necesitan
tener en cuenta ciertas claves para conseguirlo.
La primera clave es el carisma, es decir, el atraer y agradar a los demás. Un líder
debe tener la capacidad de generar cierta influencia y empatía en sus
interlocutores para que, de esta forma, no se genere ningún problema a la hora
guiar al grupo hacia un objetivo. El carisma genera influencia, un líder que se
comunica, que escucha, que apoya, que motiva, un líder que agrada será un líder
que influya, que será escuchado, que será seguido naturalmente.
Respecto a esto, el consultor internacional en Management, Juan Javier Álvarez
(2010), afirma:
“Sociable, buen comunicador y carismático, el líder se compenetra
emocionalmente con los demás, adaptándose a sus interlocutores en el
modo y forma en que prefieren ser tratados. Valora y respeta las opiniones
y sentimientos ajenos, a la par de promover un diálogo abierto y sincero.”
Por consiguiente, un líder carismático que se comunica con su equipo y lo tiene en
cuenta es un líder respetado, admirado, escuchado y seguido. Esto nos lleva a la
segunda clave, el trabajo en equipo.
El trabajo en equipo es el esfuerzo realizado en coordinación por un grupo de
personas, cada una aportando una parte, pero todas con el mismo objetivo.
Cuando se trabaja en equipo, se unen las aptitudes de los miembros y se
potencian sus esfuerzos, se disminuye el tiempo invertido en el trabajo y aumenta
la eficacia de los resultados. Por esta razón, el trabajo en equipo es una de las
mejores estrategias a poner en practica a la hora de buscar llegar a una meta. Sin
embargo, conseguir que los miembros de un grupo se entiendan entre si no es
nada fácil, por lo que se necesita un buen líder que se encargue de imponer la
organización, el respeto y la armonía, un líder que escuche lo que cada quien
tiene que decir y que favorezca la comunicación entre los miembros, un líder que
genere equilibrio.
El trabajo en equipo es imperativo en cualquier grupo, pero, para que este sea
efectivo, todos los miembros (incluso el líder) deben dejar de lado cualquier actitud
individualista y dar prioridad a la confianza y apoyo. Por lo tanto, el líder debe
disminuir su enfoque en el objetivo y concentrarse en darle a su equipo el apoyo
que necesita, incentivarlos a confiar en sí mismos y en sus capacidades, debe ser
tolerante a los errores de los demás, así como a los propios y debe reconocer el
sacrificio de cada una de las personas que lo siguen y recompensarlos por sus
esfuerzos.
También se debe tener en cuenta que ningún trabajo en equipo funciona sin una
correcta organización, la cual es la siguiente clave para un buen liderazgo.
Organizar es planear algo teniendo en cuenta un objetivo claro y enfocándose en
cada detalle con el fin lograr el mismo. Para organizar se necesita distribuir, es
decir, repartir funciones, herramientas, personas y materiales, aprovechando sus
capacidades al máximo. La falta de una planificación evitará que se logren las
metas propuestas y en el equipo aparecerá la preocupación de cuál será el
camino a seguir.
Un verdadero líder debe tener la capacidad de organizar a su grupo de manera
eficiente, debe conocer las capacidades de cada miembro y tener confianza en
ellos a la hora de delegar las tareas. Álvarez (2010) nos da a entender que un
buen líder establece objetivos claros y mecanismos de control, además analiza
junto con su grupo las metas y los resultados, alentando a sus miembros a aportar
soluciones e ideas que hagan crecer el proyecto.
El líder debe establecer un proceso y exponérselo claramente a su equipo. Pero,
como afirma Kenji hdsfkhlsd en su conferencia sobre liderazgo, tiene que
mantener un equilibrio entre el proceso y el final, es decir, debe tener disciplina.
Un buen líder nunca se enfocará principalmente en los resultados, porque puede
perderse en el camino a llegar a ellos. Tampoco se atascará en el proceso, porque
no tendrá un objetivo al cual llegar. Un líder ordenado debe tener un comienzo, un
anteproyecto, un proceso que defina el camino a seguir y un final, una meta a la
cual llegar.
Pero el líder también debe tener en cuenta que puede que haya turbulencias en el
camino y las cosas no salgan como se han planeado. Por eso, la última clave para
un buen liderazgo es la adaptación y la flexibilidad.
Adaptarse es acomodarse a las alteraciones, es buscar una salida a un problema,
es modificar un plan para alcanzar la meta. Adaptarse es sinónimo de cambio, y el
cambio es una de las cosas que más temor producen a las personas. Un buen
líder debe dejar de lado sus miedos y tomar riesgos confiando en su capacidad de
trabajo y la de su equipo. En palabras del gran Nelson Mandela: "Un verdadero
líder usa cualquier problema, no importa qué tan serio o sensible sea, para
asegurar que al final emerjamos más fuertes y más unidos que antes".

Por lo tanto, un líder no teme cuestionar sus planes, ni a cambiarlos si es


necesario, está dispuesto a aprender, de sí mismo y de los demás, a desarrollar
nuevas habilidades y tiene claro que desde que se dedique a sus metas con fervor
su equipo lo seguirá con gusto, siempre apoyándolo.

En conclusión, un buen líder será aquel que tenga en cuenta a su equipo, que lo
apoye, que sea admirado, respetado y escuchado por él; un verdadero líder será
capaz de sacar adelante sus proyectos, de planearlos de comienzo a fin teniendo
en cuenta las mejores condiciones para desarrollarlo, pero así mismo no temerá
realizar cambios; Un verdadero lider será aquel que se sobrepone a las
circunstancias, aquel que lucha por sus objetivos e imparte su entusiasmo a los
demás, aquel que sabe que con su esfuerzo es capaz de crear el futuro si trabaja
con pasión y dedicación; un verdadero líder es carismático, trabaja en equipo, se
organiza y se adapta sin problemas.
REFERENCIAS

Maxwell, J.C. (1994). Liderazgo 101: Lo que necesita saber. Nashville, Estados
Unidos: Thomas Nelson.

Alvarez, J. J. (2010, 21 de julio). Claves para un liderazgo efectivo.


RRHHMagazine. Reuperado de http://www.rrhhmagazine.com/articulos.asp?
id=698

Arrazola, L. ( Lidia Arrazola). (2017, 12 de noviembre). YOKOI KENJI Liderazgo


Latino vs Liderazgo Japonés. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?
v=9kTI28pVbrE

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