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Para explicar este peliagudo tema compartimos con ustedes un instructivo vídeo del
microprograma Al derecho y al revés, producido por la Pontificia Universidad Católica
del Perú. La profesora de derecho penal de la PUCP, Romy Chang, explica en qué casos
se puede imponer pena privativa de la libertad por el incumplimiento del pago de una
deuda alimentaria (artículo 149 del Código Penal, delito de omisión a la asistencia
familiar) y qué hacer para evitarla.
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Antes de darles paso a la explicación, les dejamos el texto del artículo 149 del Código
Penal:
El que omite cumplir su obligación de prestar los alimentos que establece una resolución
judicial será reprimido con pena privativa de libertad no mayor de tres años, o con
prestación de servicio comunitario de veinte a cincuenta y dos jornadas, sin perjuicio de
cumplir el mandato judicial.
Si resulta lesión grave o muerte y estas pudieron ser previstas, la pena será no menor de
dos ni mayor de cuatro años en caso de lesión grave, y no menor de tres ni mayor de seis
años en caso de muerte.
La libertad es uno de los derechos fundamentales para nuestro desarrollo, por lo que solo
se la puede limitar en casos sumamente excepcionales. Por esta razón, nuestra
Constitución Política establece que no es posible imponer una sanción de cárcel por el
incumplimiento del pago de una deuda.
Es decir, en el Perú no existe prisión por deudas; pero, ¿qué sucede si la deuda que se
incumple consiste en una pensión de alimentos dispuesta por un juez? En estos casos, ¿es
posible que el incumplimiento de la deuda de alimentos, termine haciéndome cumplir
una sanción de cárcel efectiva?; no cumplir con el pago de la pensión alimenticia fijada
por el juez de familia, ¿es un delito?
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En el Perú, la única excepción para el principio de no prisión por deudas, es el caso de las
deudas por pensión de alimentos. Nuestra legislación penal sanciona con una pena de
hasta tres años de cárcel, a quien, a propósito y contando con los medios para hacerlo,
omita cumplir con la obligación de prestar los alimentos, que establece una resolución
judicial; incurriendo en el delito de omisión de asistencia familiar.
La regulación de este delito surgió como respuesta inmediata del Estado para sancionar a
quienes, teniendo la obligación de asistir económicamente a sus hijos, cónyuges o
familiares dependientes más cercanos, se negasen a hacerlo; incumpliendo con pagar la
pensión que haya sido fijada por un juez de familia, en función a los ingresos económicos
personales, de quien se encuentra en la obligación de pasar dicha pensión.
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En estos casos, a pesar en que la pena máxima es menor a los 4 años de prisión, lo que
normalmente no genera el internamiento del condenado en una cárcel, los jueces suelen
disponer que la sanción impuesta se cumpla de manera efectiva, ordenando el ingreso del
deudor, que se niega a cumplir con la pensión, en un centro penitenciario.
De esta manera, una vez fijada la pensión por el juez de familia y transcurrido un plazo
razonable, sin que se cumpla con el pago; la persona perjudicada, es decir, la esposa o los
hijos del deudor menores de edad (representados por su madre), podrán solicitar al juez
de familia, una liquidación del monto adeudado hasta la fecha; y, frente a la persistencia
en el cumplimiento del pago, que se envíen copias del expediente a la fiscalía penal, para
que se inicien las investigaciones por el delito de omisión de asistencia familiar.
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proceso de alimentos
Una vez que el fiscal penal, verifique que el deudor de alimentos no haya cumplido con
pagar lo señalado por el juez de familia, formulará la denuncia penal correspondiente al
juez penal, quien abrirá un proceso, y luego de constatar el no pago de la deuda,
condenará al deudor, pudiendo imponerle una sanción de cárcel efectiva; lo que implicará
su internamiento inmediato en un centro penitenciario.
Ello, con la finalidad de evitar que luego, frente al incumplimiento, que el caso pase del
juez de familia al ámbito penal, y que posteriormente tenga que afrontar un proceso por el
delito de omisión de asistencia familiar.