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Núcleo Bolívar
Departamento de Ciencias Fisiológicas
Laboratorio de Bioquímica
Medicina
Semestre II-2018
Grupo A- Jueves.
Integrantes:
Profesora:
Ascanio, Carla CI: 29.689.508
Castillo, Zulay.
Brito, María CI: 26.753.225
Para calcular la cantidad de glucosa en cada tubo patrón, que se utilizará para
realizar la gráfica de tendencia, se calcula el valor mediante la siguiente relación:
Si en 1 ml de St ------------------ 2 mg de Glucosa
Tubo 1.
Tubo 4.
1 ml 2mg
1 ml 2mg
0,1ml X X= 0,2 mg
0,4ml X X= 0,8 mg
Tubo 2.
Tubo 5.
1 ml 2mg 1 ml 2mg
0,2ml X X= 0,4mg 0,5ml X X= 1 mg
Tubo 3.
1 ml 2mg
0,3ml X X= 0,6 mg
Al extrapolar los valores de absorbancia obtenidos correspondientes al tejido
hepático ayunado (Dx1H), tejido hepático alimentado (Dx2H), tejido muscular ayunado
(Dx3M) y tejido muscular alimentado (Dx4M), se determinaron los valores de glucosa de
las muestras de estudio:
Animales ayunados.
Animales alimentados.
El texto Bases moleculares de la vida de Mckee y Mckee (2016) establece que: “El
glucógeno es el carbohidrato de almacenamiento de energía de los vertebrados. Se
encuentra con mayor abundancia en las células hepáticas y en las musculares. (El
glucógeno puede constituir hasta del 8 a 10% del peso húmedo de las células hepáticas y
del 2 al 3% del de las células musculares.)”. La misión del glucógeno en el músculo es
proveer de la fuente necesaria para producir ATP durante la contracción muscular. Por el
contrario el glucógeno hepático se utiliza para mantener los niveles de glucosa sanguínea
en los eventos tempranos del ayuno.
Con ayuda de la curva de calibración se pudo extrapolar con la absorbancia del tejido
experimental, su cantidad en referencia a los miligramos de glucosa; este método permite
dar el primer paso para la determinación del glucógeno, y como ya es sabido el glucógeno
es el principal polisacárido de reserva de glucosa en nuestro organismo. Es un polímero de
elevado, pero variable, peso molecular, y está compuesto por moléculas de D-glucosa
unidas mediante enlaces O-glucosídicos alfa (1-4) con numerosas ramificaciones alfa (1-6),
aproximadamente cada 8-14 residuos de glucosa. (Herrera, Ramos, Roca, & Viana, 2014)
Seguidamente se multiplico por el factor 0,9 para obtener los miligramos de glucógeno a
partir de los miligramos de glucosa obtenidos en la extrapolación y ese factor fue obtenido
de la relación del peso molecular de la glucosa menos el peso molecular del agua entre el
peso molecular de la glucosa, y esto es porque al romperse el enlace glucosidico del
glucógeno hay perdida de agua. (Basanta, et al., 2017)
Seguidamente se procede a multiplicar por el factor de dilución total, porque cuando se
hacían los procedimientos de cuantificación del glucógeno proveniente del animal
experimental se diluyo de distinta forma dependiendo de la condición del animal de
experimentación, ya sea ayunado o alimentado. El factor de dilución permite determinar
qué tan diluido se encuentra la solución, por cada vez que se diluyo y tener en proporción la
concentración de la muestra. (Bolívar)
Y con esos valores obtenidos, se paso a determinar el glucógeno en 100 gramos de tejido,
ya sea hepático o muscular. Los valores normales de glucógeno en un hombre adulto de 70
kg en estado de postabsorción, es de:
Una vez obtenido los resultados de la práctica de laboratorio por medio de los
procedimientos ya mencionados, se pueden comparar con valores normales de glucógeno
en los diferentes estados, ya sea alimentado o ayunado.
Para el tejido muscular, los datos de absorbancia de los tejidos fueron proporcionados
por el laboratorio para poder realizar los cálculos siendo de 0,39 g de glucógeno en 100 g
de tejido muscular ayunado y de 1,64 g de glucógeno en 100 g de tejido muscular
alimentado; el glucógeno muscular esta solo rara vez elevado por encima de 1% inducidas
por medio de la ingestión de dietas ricas en carbohidratos, y se abate luego de un ejercicio
vigoroso prolongado. (Mayes P. A., 1982)
El glucógeno muscular se ve afectado tanto por la dieta como por el ejercicio, a
diferencia del hígado, las células musculares carecen de la actividad glucosa 6-fosfatasa, lo
cual les impide liberar glucosa a la circulación y ejercer un papel en el mantenimiento de la
glucemia. Pese a eso, el estar en un estado de ayuno indica de que no hay agregación de
glucógeno al musculo de manera suficiente por la falta de carbohidratos, y si el individuo
hace algún ejercicio prolongado es el estado de ayuno, el glucógeno muscular se abatirá de
manera significativa y muy difícil volverá a sus niveles normales sin la ingesta de
carbohidratos. El glucógeno muscular, tiene como función principal ser una fuente
fácilmente disponible de almacenaje de unidades de hexosas para la glucolisis dentro del
propio musculo (para su propio consumo), en el proceso de contracción muscular. (Miró y
Palacios, 2017).
Mientras mas prolongado se el ayuno, la glucosa será destinada a otros tejidos que no
sean el riñón o el músculo esquelético o cardíaco ya que estos utilizan ácidos grasos en
preferencia a la glucosa. El piruvato formado en otros tejidos por la glucólisis puede ser
absorbido por el músculo y se libera en forma de alanina. El musculo también libera al
hígado α-cetoácidos de cadena ramificada. En ayuno la concentración en sangre es
mantenida por glucogenolisis y gluconeogénesis; el musculo esta involucrado con el ciclo
de cori y el ciclo de glucosa-alanina, para proveer alanina y lactato para la formación de
glucosa (Gonzalez, 2018). La principal prioridad en el ayuno es que no falte glucosa al
cerebro y eritrocitos que son dependientes de la glucosa. El músculo tras agotar
rápidamente las reservas de glucógeno propio, usará sus grandes reservas de triglicéridos y
ácidos grasos obtenidos de ellos, incluso los cuerpos cetónicos. (Herrera, Ramos, Roca, &
Viana, 2014)
Para el tejido hepático, se realizo la experiencia con 0,52 g de tejido animal; dando
como resultado 0,65 g de glucógeno en 100 g de tejido hepático ayunado y 2,49 g de
glucógeno en 100 g de tejido hepático alimentado, se debe entender de que el tejido
analizado es animal y no humano y de que la muestra de tejido no fue extraída
inmediatamente luego de hacer el sacrificio del animal, sino días después, lo cual influye en
el decaimiento de los valores del glucógeno, sin embargo los resultados obtenidos son
consistentes con los valores normales. El hombre, el hígado puede contener tanto como 6%
de su peso húmedo como glucógeno cuando se analiza poco después de una comida rica en
carbohidratos. Después de 12 a 18 horas de ayuno el hígado llega a sufrir depleción casi
completa de glucógeno. (Rodwell, Bender, Botham, & Kennelly, 2016)
En las células hepáticas, el glucagón, liberado por el páncreas en respuesta a unos bajos
niveles de glucosa circulantes (como por ejemplo en ayuno), se une a su receptor
produciendo la activación de la adenilato ciclasa y la generación de AMPc. Éste, a través
de la activación de la PKA, provoca la movilización del glucógeno hepático liberando
glucosa, que pasa al torrente circulatorio. El segundo mensajero, cAMP, amplifica la señal
original del glucagón e inicia una cascada de fosforilación que conduce a la activación de
la glucógeno fosforilasa, junto con varias otras proteínas. En segundos, la glucogenólisis
provoca la liberación de glucosa en el torrente sanguíneo. El glucagón, por tanto, es crítico
para la función del hígado de abastecer a los tejidos de glucosa, especialmente a aquellos
que dependen de ella como principal sustrato energético. (Herrera, Ramos, Roca, & Viana,
2014)
Esto también está sustentado por el texto Bioquimica de Harper (2017) el cual
explica que: “Conforme se agotan las reservas de glucógeno, se usan para gluconeogénesis
aminoácidos que surgen a partir del recambio de proteína”. Esto es sumamente importante
ya que a la hora de acabar con las reservas de glucógeno otros compuestos pueden ser
usados para sintetizar glucosa. La gluconeogenesis está regulada, según el texto Bases
Moleculares de la vida de Mckee y Mckee (2016) “Las cuatro enzimas clave de la
gluconeogénesis (la piruvato carboxilasa, la PEP carboxicinasa, la fructosa-1,6-
difosfatasa y la glucosa-6-fosfatasa) son afectadas en grados variables por los
moduladores alostéricos”. Estos reguladores permiten que este proceso dependiendo de el
momento fisiologico cambie y pueda ser detenido o puesto en marcha.
Los controles del metabolismo del glucógeno son tan precisos que no es de extrañar
que las deficiencias enzimáticas de origen genético provoquen graves enfermedades. Las
que afectan al almacenamiento del glucógeno se denominan glucogenósis habiéndose
descubierto la primera por Edvard von Gierke en 1929 (Lozano, 2005).
CONCLUSION
Para el análisis del glucógeno se tomaron muestras de tejido hepático y muscular de
animales ayunados y alimentados, encontrando luego de diversos métodos para la
diferenciación del glucógeno que:
Basanta, M., Cedeño J., Castillo Z., González R., Salazar I., Bermúdez D., Becerra C., et al.
2017. Manual de laboratorio de bioquímica para medicina.
Lozano J. Galindo J., García-Borrón J., Martínez-Liarte J., Peñafiel R y Solano F. 2005.
Bioquímica y Biología Molecular para ciencias de la salud. 3era Edición. Ed.
McGraw-Hill.
McKee, T., McKee, J. 2013. Bioquímica. Las bases moleculares de la vida. 5ta Ed.
McGraw-Hill.
Murray, R. K., Bender, D. A., Botham, K. M., Kennelly, P. K., Rodwell. V. W.,Weil, P. A.,
2017. Bioquímica de Harper Ilustrada. 29 Ed. México D.F., México. McGraw-Hill
Interamericana editores, S. A. de C. V.
Herrera, E., Ramos, M. d., Roca, P., & Viana, M. (2014). Bioquimica Basica. Barcelona:
Elsevier.
Rodwell, V., Bender, D., Botham, K., & Kennelly, P. (2016). Harper Bioquimica Ilustrada.
Mexico D. F.: McGRAW-HILL INTERAMERICANA EDITORES, S.A. de C. V.