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Reflexión a la Luz del Pan de Formación de nuestra Provincia “Etapa Ministerial”

En el marco del discernimiento sobre mi opción ministerial, he leído con espíritu de oración y de
vocación el texto que comprende la “Etapa Ministerial” consignado en el Pan de Formación de
nuestra Provincia. El mismo texto a su inicio sintetiza en sí lo que debe ser esta reflexión que se da
en este momento histórico del proceso vocacional del hermano, cito: “el ministerio es un don de
Dios, descubierto ya cogido en la fe, orientado al servicio de la comunidad, apoyado y sostenido
por la fuerza del Espíritu Santo y en vistas a la construcción del Reino de Dios”.1

La Provincia desde los orígenes primitivos de sus creación y a lo largo de nuestra misma historia
provincial, ha querido y buscando por todos los medios posibles que la riqueza y la fuerza
carismática de “Ser Hermano Menor” se constituya y encuentre su verdadera importancia y centro
dentro de la vida religiosa y la misma manera de servicio que cada hermano busca proyectar y
realizar dentro de la Orden, la Provincia y el santo pueblo de Dios.

Es decir cuando el Hermano en su momento hace el respectivo discernimiento hacia su opción


ministerial, debe tener la madurez necesaria frente a su vocación y la naturaleza, motivaciones y
proyecciones que esta misma encierra. Esta opción ministerial encuentra su marco o punto de
reflexión en el proyecto personal del hermano, las necesidades de la Iglesia de los pobres, la vida
religiosa franciscana y el proyecto de la Provincia.2 Es decir la opción a la luz del Espíritu y del
contexto histórico que vive la Iglesia, la orden y la provincia, no nace de una mera intuición
personal, sino que es algo que brota del mismo seguimiento de Jesucristo y el proceso que se va
viviendo dentro de la vida Religiosa Franciscana.

Opción que nace y se hace como respuesta viva al seguimiento de Jesucristo y que encuentra su
objetivo o su finalidad en el servicio al pueblo pobre, a la construcción de la iglesia de los pobres y
la edificación del Reino de Dios. Las CCGG nos presenta claramente cuál es la manera y el ser de la
Orden: “Dondequiera que se hallen los hermanos y cualquiera que sea la actividad que realicen,
dedíquense a la tarea de la evangelización: bien sea en la comunión fraterna, mediante la vida
contemplativa y penitente, y por los diversos trabajos realizados en servicio de la misma; bien sea
en la sociedad humana, por medio de las actividades intelectuales y materiales, por el ejercicio del
ministerio pastoral en parroquias y otras instituciones eclesiásticas; y, finalmente, anunciando el
advenimiento del Reino de Dios con el testimonio de la simple presencia franciscana3.

El objetivo de este discernimiento es uno solo que el hermano menor, en un clima de espíritu de
oración y devoción apoyado por su fraternidad y del pueblo, opte por un ministerio determinado.

Fray Duban Sánchez S, OFM

1
Cf. Plan de Formación – Etapa Ministerial “Naturaleza y Finalidad” pagina 115
2
Ibíd.
3
Cf. CCGG - Articulo 84

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