Docentes: Alarcón Amalia Noemi, Capuano Andrea Miriam, Albrecht Federico Ruben.
Para el desarrollo del Trabajo de Evaluación Grupal, seleccionamos la temática de los
Centros de Actividades Juveniles (CAJ). La elección conjunta de dicho programa se basó, por un lado, en el interés de profundizar conocimientos de la fundamentación y propósitos de los mismos y, por el otro por haber sido docente del nivel donde funcionaba un CAJ (Deporte y Arte). El programa está destinado a jóvenes. Tiene como objetivo crear nuevas formas de estar y de aprender en la escuela a través de la participación de éstos en diferentes acciones organizadas en tiempos y espacios complementarios a la jornada escolar. A través de los CAJ los estudiantes desarrollan actividades educativas y recreativas vinculadas con el cuidado del ambiente y el disfrute de la naturaleza; la ciencia; el conocimiento y el uso de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías; el deporte y la recreación; el arte y la literatura. Pueden participar jóvenes de la escuela sede, de otras escuelas y aquellos que no forman parte del sistema educativo. Además, el Programa se implementa bajo la Modalidad de Educación en Contextos de Encierro. Esto implica el trabajo con jóvenes involucrados en procesos judiciales pendientes de resolución o resueltos y se encuentran alojados en instituciones de encierro. Para que el derecho a la educación sea realmente efectivo y no quede solo inscripto en una ley (derecho jurídico), es necesario promover otras alternativas que nos ayuden a superar los obstáculos de acceso y permanencia, para que todos y todas logren alcanzar los aprendizajes a los que tienen derecho. Por otra parte, intenta fortalecer el sentido de pertenencia a la institución, promoviendo vínculos solidarios entre los jóvenes, y entre ellos y la escuela. Afirma Terigi (2007), que las trayectorias escolares definidas por el sistema educativo, son teóricas, y distan mucho de las trayectorias escolares reales, ya que no todos los sujetos pueden transitarlas de la misma manera y cumplirlas, sumado al hecho que en contextos de mayor vulnerabilidad social, la brecha entre ambas es aún más significativa. Pensar en trayectorias escolares reales y en contexto, que promuevan mayor acceso, permanencia y egreso de los estudiantes. La simple ubicación en la escuela de “todos” con los otros, no es sinónimo de participación activa y mucho menos de educación inclusiva y de calidad. En términos de Kessler, (2004), son procesos de escolaridad de baja intensidad. Para todos los especialistas mencionados, la calidad pasa por transformar los entornos de aprendizajes para responder, desde una mirada ética, a la demanda del otro, es decir hacernos responsable de ese otro, garantizando que ningún origen debe suponer una condena. La trayectoria escolar de los alumnos, depende también de la relación que existe entre el diseño de un sistema educativo y el grado de flexibilidad de éste para con la diversidad de realidades particulares de los alumnos. En muchas oportunidades, los recorridos fracasados devienen de ese contraste entre el ser y deber ser. Formar en y para los derechos exige que se conozcan y descubran estrategias pedagógicas que permitan el saber hacer y conseguir adaptar e individualizar los procesos de enseñanza- aprendizaje. No se trata de formar ciudadanos con una sola mirada, sino generalistas, reflexivos, capaces de aprender desde su propia práctica, flexibles, creativos, innovadores y que puedan compartir sus dudas, saberes y dificultades, conocer sus derechos y conocer los del otro. Ofrecerles herramientas que les permitan procesar el mundo que les es dado. Esto implica tanto valorar la singularidad de cada uno como reconocer un territorio común que nos une en términos colectivos. En los últimos años, en las instituciones educativas han recurrido a la implementación de espacios culturales como una estrategia institucional para abordar diferentes propuestas a los alumnos en el tránsito de su trayectoria escolar y su etapa adolescente. Este proyecto es una de las respuestas espontáneas por parte de nuestra institución escolar para acompañar y orientar a nuestros jóvenes en sus aprendizajes escolares, que logren competencias además de saberes, conocer sus aptitudes, habilidades, intereses, recursos y limitaciones. Se los hace protagonistas de su propio aprendizaje. Se trabaja en equipo. Se coordinan actividades multidisciplinares e interdisciplinares para exponer sus saberes, dar 2
lugar a su palabra, sus expectativas y conocer su historia de vida. La participación constituye
uno de los valores centrales en nuestra Constitución, y en nuestra educación. Considerando estos espacios de inserción que dan la posibilidad de atender la diversidad de los intereses y capacidades de los chicos, en general se revierten en un mejoramiento de su desempeño en la escuela. La articulación de las prácticas docentes, conociendo qué cosas les interesan, es más fácil proponerles e impulsar proyectos, que se convertirán en gratificaciones no sólo para el docente como los estudiantes sino también para los padres, ya que el trabajo escolar adquiere una gran significación no solamente en las horas que el alumno está en el aula. La escuela es el ámbito ideal para que aprendan a asumir responsabilidades, compromisos y participación en acciones que tienen que ver con la escuela y la comunidad. Es muy importante el compromiso que asume la escuela elaborando una propuesta que permita mejorar las trayectorias educativas de nuestros estudiantes. Su construcción es un proceso progresivo y complejo ya que se trata de recrear nuestra institución. Es por ello que la organización institucional debió generar estructuras más flexibles y dinámicas a los fines de atender la integralidad y la especialización que la nueva formación y ejercicio docente exige. Esta iniciativa es un recurso indudable de necesidad de intervención orientativa en educación secundaria, requiere de instancias formativas y de aquello que compete, definiendo sus alcances y límites. Son ellos los protagonistas de nuestra institución educativa y debemos fortalecer y seguir profundizando tanto en la comunicación, el respeto y la inclusión.