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En Colombia, la contaminación ambiental genera gastos por 35,2 billones de pesos, que
equivalen al 4,1 por ciento del PIB (en 2015). En otras palabras, esta cifra corresponde al
presupuesto que este año se le destinó al sector de la educación y a 1,5 veces al de salud y
protección social.
De acuerdo con el documento de ‘The Lancet’, las pérdidas mundiales por este factor se
acercan a los 4,6 billones de dólares cada año, cifra que corresponde al 6,2 por ciento de
la producción económica del planeta.
Si esa proporción se aplica a Colombia, más de 32.000 personas habrían muerto en el 2015
Esto significa que los muertos y enfermos podrían ser muchos más que los que registra el
DNP, y se acercarían más a los que se infieren a partir del informe ‘The Lancet’. La revista
concluye que el 16 por ciento de todas las muertes en el mundo son responsabilidad de
la contaminación. Si esa proporción se aplica a Colombia, más de 32.000 personas habrían
muerto en el 2015 por esta causa.
Estas inconsistencias justifican, por ejemplo, que el último informe disponible (2012) del
Environmental Performance Index (EPI) para el país sea de 55,5 (después de evaluar
algunos elementos principales), lo que significa que el desempeño en salud ambiental no es
óptimo y lo ubica en el puesto 86 entre 132 países.
Para la muestra está que el último informe del Instituto de Hidrología, Meteorología y
Estudios Ambientales (Ideam) que monitoreó la calidad del aire en Colombia, entre el 2011
y el 2015, encontró que en las áreas más pobladas, como el Valle de Aburrá, Bogotá y
Bucaramanga, así como en la zona minera del Cesar, las concentraciones de PM10
(partículas menores de 10 micrómetros) en el aire excedían de manera significativa los
límites que se consideran seguros.
De acuerdo con Óscar Julián Guerrero, experto del Ideam, esta situación convierte el aire
en un verdadero riesgo para la salud de grupos sensibles, como niños, adultos mayores y
personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
La publicación también reveló que cerca de nueve de cada diez de estos fallecimientos se
producen en los países más pobres, en especial en niños (desde la vida intrauterina) y en las
personas mayores de 65 años. Lo anterior con respecto a las muertes, porque el impacto en
la salud también se extiende a la génesis de enfermedades. El 70 por ciento caen dentro del
grupo de las llamadas no transmisibles, las mismas que, a pesar de desequilibrar la balanza
de la Carga Mundial de la Enfermedad, jamás se mencionan en los planes de acciones
mundiales para la prevención y control de este tipo de patologías, salvo algunas
excepciones.
la contaminación tiene consecuencias adversas no solo para la salud humana sino también
La investigación fue hecha por unos 40 científicos de todo el mundo y utilizó datos e
información del estudio ‘Carga global de enfermedades’, del Instituto de Métricas de Salud
y Evaluación de la Universidad de Washington, entre otros. Sus resultados fueron
divulgados esta semana en la publicación especializada ‘The Lancet’.
¿Cómo lograr que los gobiernos centren sus esfuerzos en atacar la contaminación
cuando enfrentan problemas como la corrupción o las guerras?
A pesar de los problemas que afrontan muchos países, somos capaces de trabajar en
muchas cosas a la vez. Estos esfuerzos no son mutuamente excluyentes. La contaminación,
con sus profundos impactos económicos y de salud, a menudo ha llevado a un detrimento
de nuestras sociedades. Lidiar con la contaminación ahora podría conducir a un círculo
virtuoso de crecimiento y desarrollo económico.
¿Tiene mayor impacto hablar de los problemas de salud que genera la contaminación
o de sus costos económicos?
¿Cuál es el principal desafío para América Latina, teniendo en cuenta que en países
como Colombia se siguen usando minerales como el mercurio y el asbesto?
América Latina tiene una gran cantidad de problemas de salud ambiental, incluidos el
mercurio y el asbesto. Los esmaltes cerámicos a base de plomo todavía se usan
ampliamente. Sería difícil identificar un único problema para el continente como tal, por lo
que los esfuerzos de los gobiernos deben coordinarse para identificar y priorizar las
amenazas. Una forma en que Pure Earth y la Alianza Global sobre Salud y Contaminación
lo hacen es a través del programa Plan de Acción de Salud y Contaminación, en el que
trabajamos con los gobiernos para reunir agencias dispares y alinear recursos y prioridades.
Estamos trabajando en Colombia con este programa que está diseñado para ayudar a los
gobiernos de los países de ingresos bajos y medios a desarrollar e implementar soluciones a
los problemas de salud relacionados con la contaminación.
¿Qué acciones se deben tomar para crear conciencia en la sociedad sobre la necesidad
de evitar cualquier tipo de contaminación?
Nos enfocamos en los niños porque corren mayor riesgo, ya que absorben más
contaminación que los adultos. Lo más importante es sensibilizar y educar. Si la
comunidad, especialmente las madres, entienden que existe un peligro para sus hijos, es
probable que estén más dispuestos a tomar medidas para mantener seguros a sus pequeños.
“Aunque la calidad del aire en Colombia es mejor que la de países con ingresos similares, la
población percibe que el problema va en aumento. A nivel internacional hay evidencia que, al
adoptar mejores tecnologías en sectores como el transporte y la industria, la calidad del aire
mejora. Los países con mayor PIB per cápita tienen la mejor calidad del aire a nivel global”,
manifestó Luis Fernando Mejía, director del DNP.
En el mundo, el 87% de la población vive en lugares donde los niveles de calidad del aire son
perjudiciales para la salud. De acuerdo con Mejía, la realidad en Colombia no es ajena, pues
en el 76 % de los municipios que realizan vigilancia de la calidad del aire se registran niveles
de contaminación por encima a los recomendados por la Organización Mundial de la Salud y
que serían perjudiciales para su población.
Lea también: Video: el llamado de urgencia de la OMS para reducir la contaminación en el aire
"En los últimos cinco años aumentó el número de estaciones de monitoreo de la calidad del
aire y hoy el país cuenta con 159 estaciones para medir los diferentes contaminantes, 21%
más que en 2011. Se evidencia un esfuerzo por aumentar el monitoreo de partículas de 2,5
micras, que son las más perjudiciales para la salud. En 2016, existían 47 estaciones, 3 veces
más que en 2011", explicó Mejía.
De acuerdo con el DNP otro de los aspectos en los que se mejoró fue en la calidad de los
combustibles que tuvo un efecto importante en la disminución de contaminantes del aire. Por
ejemplo, en Cali se presentó una reducción del 30,5 % en las emisiones de material
particulado, por la disminución del contenido de azufre en el diésel.
Asimismo, entre 2010 y 2015 en las tres principales ciudades del país aumentó el número de
personas movilizadas en transporte masivo e integrado. El mayor aumento se dio en Medellín
con un incremento del 128 %, seguido por Bogotá con 119 % y Cali con 117 %.
En materia de industrias, el funcionario explicó que entre 2010 y 2015 se aumentó la cobertura
de los sistemas de control en estas compañías de 21 % a 22 % para partículas y de 3 % a 7 %
para gases.
Finalmente, el estudio resalta que existen retos ambientales que deben ser abordados con
esfuerzos de los sectores de transporte, industria, energía, ambiente y salud, entre otros, y
con una mayor articulación entre la Nación y los territorios.