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INTRODUCCION
La relación médico paciente, esencia del ejercicio de la Medicina, se produce cada vez que
un profesional a quien la estructura social y jurídica de un país ha catalogado como idóneo
para ejercer la Medicina, acepta la petición de otro miembro de la sociedad que acude en
búsqueda de su opinión, consejo y posible tratamiento.
4-Por haber adquirido el compromiso de atender a personas que están a cargo de una
entidad privada o publica"
Objetivo General
Acto Médico. Según el Código de Ética y Deontología del Colegio Médico del Perú , "Acto
Médico es toda acción o disposición que realiza el médico en el ejercicio de su profesión,
han de entenderse por tal, los actos de diagnóstico, terapéutica y pronóstico que realiza el
médico en la atención integral de sus pacientes, así como los que se deriven directamente
de éstos. Los actos mencionados son de exclusivo ejercicio del profesional médico". El
Acto Médico es un acto complejo que implica no sólo conocimiento científico sino saber el
fin que se quiere lograr y las posibles consecuencias de una determinada acción diagnóstica
y terapéutica
Según nuestro Código "La medicina tradicionalmente se rige por los principios de
beneficencia, que consiste en la búsqueda del bien para el paciente y la no maleficencia,
que consiste en evitar cualquier forma de daño o lesión", este principio se identifica con el
primum non nocere hipocrático, fundamento y raíz de todos los otros principios, obliga
como deber perfecto, con carácter de universalidad y de forma coactiva absoluta.
Concurren con ellos los principios de autonomía o respeto por las decisiones del paciente
competente y de justicia por el cual todas las personas deben ser tratadas por igual .
-Asistencial, pues sus notas permiten que el paciente pueda continuar su tratamiento aun si
falta el médico que lo inició
-Docente
-Investigativo
-Social
-Control de calidad
-Administrativo
La historia clínica pertenece a la esfera de información íntima del paciente y del secreto
profesional del médico. Debe, por tal razón, ceñirse a la más alta calidad ética-científica
"Teniendo en cuenta los consejos que dicte la prudencia, la revelación del secreto
profesional se podrá hacer:
C)A los responsables del paciente cuando se trate de menores de edad o de personas
mentalmente incapaces;
D)A las autoridades judiciales o de higiene y salud, en los casos previstos por la Ley;
E)A los interesados, cuando por defectos físicos irremediables o enfermedades graves
infectocontagiosas o hereditarias, se ponga en peligro la vida del cónyuge o de su
descendencia"
Cuando el médico actúa como tal, manipula técnicas y conocimientos con miras a un
resultado concreto. Este fin buscado por el ejercicio de la medicina tiene implicaciones
ante la ley.
Es pues, el acto médico (cualquiera que él sea) una fuente de la que emanan consecuencias
jurídicas para el profesional que lo realiza y para el paciente que ha sido objeto de esta
actividad. Aunque no la única fuente, como se verá.
Desde la óptica que nos interesa en este escrito, los actos médicos se efectúan sobre una
persona llamada paciente (sujeto pasivo) que como ser humano tiene derechos; el médico
tendrá que preservar estos derechos y se comprometerá a defenderlos y a tratar de
recuperarlos. Los principales son la vida, la salud, las buenas condiciones físicas o mentales
y la integridad corporal.
Esos derechos han sido reconocidos previamente por la ley como derechos subjetivos (es
obvio que las personas solamente podemos alegar en nuestro favor aquellos derechos que el
ordenamiento legal previamente nos haya concedido). Jurídicamente deben considerarse
por separado dos momentos cuando se habla de alegar o invocar un derecho subjetivo: el
primero, de consagración abstracta e impersonal; el segundo, de aplicación de esa norma
abstracta al caso concreto. Por ejemplo, del consagrado constitucionalmente "toda
persona tiene derecho a la vida" puede pasarse, en un evento determinado, al reclamo
judicial por parte del médico que ha ganado sus honorarios, o contra el médico por cuya
culpa alguien falleció.
Como dicen Marty y Raynaud, el problema de las fuentes de las obligaciones no es sino un
aspecto del problema de los derechos subjetivos. Y como el derecho subjetivo encuentra su
fuerza en la norma de derecho objetivo, hay que concluir que el derecho subjetivo tiene su
fuente en la ley. Solo que el nacimiento de ese derecho subjetivo supone un elemento
concreto que en determinado momento desencadene la aplicación de la norma objetiva. En
consecuencia y a pesar de su infinita variedad, esas circunstancias generadoras de derechos
pueden ser reducidas a dos categorías: el acto jurídico y el hecho jurídico.
Es una clasificación estrecha que deja por fuera otras fuentes de las obligaciones, pero sirve
muy bien para resaltar de que manera el acto médico puede ser ese "elemento concreto que
en un determinado momento desencadena la aplicación de la norma objetiva". Las
obligaciones del médico, frente al derecho, provienen de su actividad consciente y, por lo
tanto, son la contrapartida de los derechos del enfermo que ha acudido en busca de ayuda o
atención; derechos y obligaciones que están establecidos en la ley.
Sin embargo, hay que dejar constancia de que esta teoría puede ser un poco rígida, pues el
ordenamiento jurídico no solo incluye las normas positivas, sino también las normas de
conducta que la moral y las buenas costumbres nos transmiten generacionalmente.
Todo acto médico desde esta perspectiva, es un acto jurídico o un hecho jurídico; lo que
equivale a decir que de todo acto médico se derivan consecuencias en el ámbito del
Derecho.
Los actos jurídicos, por otra parte, se distinguen de los hechos jurídicos: mientras aquellos
buscan un resultado concreto en el derecho (por ejemplo un contrato de prestación de
servicios profesionales busca la recuperación de la salud del paciente a cambio de los
honorarios médicos), éstos no encuentran sus implicaciones jurídicas en la voluntad o
intención con que se realizan (por ejemplo, en un accidente de transito, la lesión -hecho
producido por el hombre- no ha sido querida sino, antes por el contrario, ha procurado ser
evitada).
Del acto médico, por lo que se ha visto hasta ahora, pueden desprenderse dos tipos de
consecuencias en Derecho: las que resultan del acto jurídico (“responsabilidad” por el acto)
y las que resultan del hecho jurídico (“perjuicios” indemnizables por el hecho antijurídico
capaz de generar implicaciones en el Derecho - el delito, por ejemplo-).
Ambos tipos de consecuencias están contemplados en la ley ( en los códigos civil o penal) y
tienen que ver con los derechos subjetivos de las partes que intervienen en el acto médico:
profesional de la medicina y paciente (por sí o por sus allegados).
El "acto médico" es un hecho del hombre específicamente capacitado en esta ciencia, que
acarrea consecuencias porque se realiza voluntariamente y tiene como "objeto" la vida o la
salud de otro hombre (paciente), de manera que el resultado del actuar del médico siempre
tendrá que ver con la ley, por incidir sobre un "sujeto de derechos"; por afectar los derechos
de otro hombre que se ha puesto en sus manos.
Y esto nos lleva a establecer qué cosa es acto médico, lo podemos entender en dos sentidos.
El acto médico puro es aquél que realiza el galeno, es aquél que realiza el médico, y hay un
acto médico impuro o un acto médico impropio, que es el que se produce por la prestación
de determinado servicio, entonces el acto médico puede generar un determinado daño si es
éste puro o propio, cometido por el médico en sí, pero también a través de los servicios que
presta el médico se pueden producir daños.
El hecho está en valorar cuál de estos dos tiene más valor que otros, en qué casos hay una
indemnización por el actuar de la persona y en qué casos hay una indemnización por la
mala conservación de los instrumentos que se utilizan para poder brindar una atención al
paciente.
Entonces, imaginemos nosotros que la máquina que sirve para tomar los rayos X esté mal
calibrada y esto cause determinada afección de salud en la persona. De quién es la culpa, la
culpa es del radiólogo, del técnico que tuvo que saber del mantenimiento de la máquina o
en todo caso la culpa recae en el médico quien fue que prescribió que se debía tomar una
placa en ese lugar.
Entonces, vamos a ver nosotros que cuando hablamos de acto médico no tenemos que
responsabilizar al médico en sí, sino que vamos a verificar si el daño se ha producido por su
actuar o por el servicio prestado o por alguna consecuencia que el paciente dejó de informar
al médico.
La Universidad
Las universidades tienen una serie de objetivos en la formación del médico. Vamos a
revisar algunos de ellos, que tienen mucha importancia en la actividad del acto
médico.
Un primer punto es que el médico no debe olvidarse que la medicina es una profesión
de servicio y para esto debe tener una actitud de servicio y tener también aptitudes
para realizar este servicio. Por más nivel académico que pueda tener este médico, no
debe sentirse un ser superior sino realmente debe tener una actitud de servicio y darse
al paciente.
El otro punto es que el médico debe atender con eficacia, eficiencia y con un enfoque
integral los problemas de salud más frecuente del individuo, la familia y la sociedad.
Debe tener el criterio necesario para conocer sus capacidades y limitaciones.
La medicina
El Estudiante de Medicina
Otra condición que debe aprender el alumno de medicina que va a terminar siendo
médico es que debe evaluar su desempeño, ya sea en su actividad personal como
también el desempeño de la institución donde participa, para poder promover y sugerir
las mejoras necesarias que faciliten una mejor atención y mejoren la atención de los
pacientes.
Hay una relación médico-paciente donde puede haber una actividad autoritaria del
médico, donde el médico tiene el conocimiento y trata de imponer un tratamiento,
muchas veces, sin dar explicaciones lo cual no es lo que uno fomenta en el médico.
Hay otra actitud que es más bien paternalista donde también se impone una condición,
pero que realmente no es la mejor manera de tratar a los pacientes. La mejor relación
médico-paciente es la relación de igualdad. Eso no quiere decir que el médico por sus
conocimientos, en lo que es la parte de medicina evidentemente sabe mucho más que
el paciente, pero eso no quiere decir que el paciente sea inferior. Por otro lado, si el
paciente es una persona muy importante, tampoco es superior al médico porque su
cargo es de suma importancia. Esta relación de igualdad es primordial para que se
realice un acto médico adecuado.
Para poder tener realmente una actividad educadora, el médico debe ser un
comunicador de salud que sepa llegar al paciente y comunicar todos los conocimientos
que éste necesita para entender su enfermedad y su tratamiento.
Cuando uno habla de ética hay varios niveles en los cuales actuar. Uno es tener valores
éticos o conocer sobre valores éticos, lo cual es muy fácil, o sea, es muy fácil saber lo
que está bien o está mal. Uno debe tener además una actitud ética, lo cual quiere decir
que uno quiere actuar éticamente, tiene el deseo de actuar éticamente; y lo más difícil
es tener la conducta ética, donde realmente la conducta que realiza el médico es
realmente ética, es lo que al final se debe conseguir en los profesionales.
La otra opción es que el Estado pretenda subsidiarlo todo. Pero en este momento para
todos los Estados, esto es prácticamente inalcanzable y tiene que fijar sus
compromisos en poblaciones específicas y en este caso se señala las de menores
recursos.
Derechos de las personas
Y aquí, ciertamente, hay que entender que las nuevas realidades serán siempre más
fáciles de asimilar para los jóvenes que para las personas que tienen esquemas que
están muy enraizados dentro de toda su estructura mental.
La LGS nos obliga a emplear términos que sean comprensibles por el paciente,
emplear formatos para dejar evidencia que en efecto se han cumplido con las
formalidades y no dar la impresión que se está coaccionado, porque si se coacciona no
se dan las condiciones para formar debidamente una voluntad y una decisión.
Este artículo cuarto sigue con la idea de quien puede dar consentimiento y las personas
que están llamadas a darlas de acuerdo al código civil.
Aquí queda muy claro que para la aplicación de cualquier método anticonceptivo se
requiere del consentimiento previo del paciente. La idea es consentimiento informado
y que, en caso de métodos definitivos, la declaración del consentimiento debe constar
en un documento escrito. Los métodos definitivos son métodos quirúrgicos y la
medicina ya venía, en la mayoría de hospitales, en todos diría yo, llevando adelante la
práctica de formalizar las "autorizaciones" para el procedimiento quirúrgico.
Insistimos que, en realidad, no se trata de autorizaciones, el médico no está autorizado
por el paciente, porque el paciente no tiene autoridad sobre el médico. Ambos
construyen una relación distinta, una relación de igualdad en donde el médico explica
y da información, y sobre esa base de una buena información real, sin exageraciones y
sin omitir información sustantiva, el paciente decide.
Los derechos de los ciudadanos en una sociedad moderna, tienen que estar
adecuadamente vigilados. Hay derechos individuales que se pueden exigir como
usuarios de servicios de salud, y aquí recalcamos el respeto a su personalidad,
dignidad e intimidad, los cuales, traducidos en los reglamentos significan una serie de
prácticas concretas que deberán incorporarse al manejo corriente de los
establecimientos.
Esto quiere decir, por ejemplo, que no hay derecho para tratar anónimamente al
usuario, ni desde la identificación como un número de historia clínica o rebautizando
al paciente con el nombre de su enfermedad. Por la misma razón, tampoco podemos
tratarlo desde el anonimato del proveedor.
Por eso es que, en todos los servicios del mundo moderno, lleva identificación el que
provee el servicio y esto de por sí genera una atmósfera de respeto y de buen trato que
eleva naturalmente el manejo de las instituciones.
Otro de los puntos que se pone en este artículo es a que se le comunique todo lo
necesario para que pueda dar su consentimiento informado. O sea, no se trata de que
firme una autorización o un formulario mecánicamente o se va, no, hay que informarle
para que tome su decisión.
Esto cambia la posibilidad de acción de los colegios profesionales, les permite abordar
no sólo la ética sino todo el ejercicio de la profesión. A la larga esto significa una serie
de cambios que van a generar nuevos espacios para la disciplina, para las buenas
prácticas médicas y para la adecuación tecnológica.
Toda información relativa al acto médico tiene carácter de reservado, pero aquí el
asunto es que se penaliza la difusión de esta información. Esto es muy importante.
Cuando se muestra a un paciente con su diagnóstico en la televisión, si uno no tiene
autorización, dado que aquí si se requiere autorización porque el paciente sí tiene
autoridad sobre la información que concierne a su persona, se corre el riesgo de ser
enjuiciado por haber vulnerado una serie de disposiciones legales.
Sólo los médicos pueden prescribir medicamentos. Los cirujanos dentistas y las
obstetrices, que en la OIT también se consideran como profesiones médicas, pueden
hacerlo dentro del ámbito de su profesión, los demás no pueden hacerlo.
La ley señala que los profesionales están obligados a sus pacientes. El médico tratante, así
como el cirujano dentista y la obstetriz están obligados a informar al paciente sobre el
diagnóstico, pronóstico, tratamiento y manejo de su problema de salud.
LA HISTORIA CLÍNICA
La historia clínica
Desde el inicio en el servicio de auditoria médica pasamos por una problemática que
es común en los centros hospitalarios. Esto es la disponibilidad de la historia en los
archivos y su provisión cuando es necesaria. También existe asimetría en cuanto a los
formatos en diferentes servicios y en diferentes hospitales. Su elaboración es tarea al
parecer sencilla, pero sin embargo se tarda en constituir un modelo único nacional.
Hay quien sostiene que es propiedad del médico en cuanto propiedad intelectual y
científica, refiriéndose a tribunales norteamericanos que niegan al paciente el derecho
de la historia clínica. Sin embargo, esta concepción pierde validez cuando el
tratamiento se produce en centros hospitalarios en los que hay una dependencia laboral
o de funcionario por parte del médico.
El completar los datos señalados nos permitirá una visión objetiva de la actuación
profesional, en lo que se refiere a si la admisión fue pertinente o no, si los tiempos de
hospitalización fueron los necesarios, los exámenes auxiliares, el tratamiento y las
complicaciones, si éstos se enmarcan en los estándares.
Un aspecto crítico es respecto a la evolución, que debe ser diaria, legible, completa,
precisando todas las indicaciones, análisis e interacciones.
En el Hospital Almenara se ha establecido como rutina, que todos los médicos tengan
un sello autoportable de modo tal que no existan actos anónimos, e insistimos
permanentemente en incorporar, como parte de la rutina, la suscripción de la fecha y
hora del acto médico, no sólo en las unidades de alta complejidad sino en todos los
ámbitos del hospital.
De más está señalar, que la redacción debe ser cuidadosa tanto en su ortografía como
en la escritura, con buena caligrafía o mecanografiada. No voy a insistir sobre las
partes de la historia clínica y su secuencia, pues sería materia de un ciclo de reuniones.
Enfatizo sí en la epicrisis, que debe ser un resumen claro y preciso y no una repetición
de la historia clínica, teniendo la necesidad de incorporar rutinariamente un plan post
alta para los pacientes hospitalizados.
Se asocia la frase auditoria médica con gran recelo, como si se tratara de una amenaza
de inspección o crítica, cuando implica simplemente comparación mediante un
proceso de evaluación del grado de atención dados a los pacientes contra protocolos y
estándares, conociéndose ello como calidad de la atención médica.
Por ello, la auditoría médica, originalmente establecida como un método para detectar
problemas ha evolucionado hacia un sistema dinámico y efectivo de educación
continuada del cuerpo médico. Además, se ha desarrollado una metodología, por
medio de la cual, un cuerpo médico puede vigilar convenientemente toda la atención y
todo el proceso de auditoría puede ser satisfactorio.
Se han postulado muchos conceptos alrededor del término auditoría, el mejor referente
es uno del Servicio Nacional de Salud británico que la define como el análisis crítico y
sistemático de la calidad de la asistencia médica, incluyendo procedimientos y
diagnósticos terapéuticos. El uso de recursos y los resultados de los mismos, en cuanto
a desenlaces clínicos y calidad de vida del paciente.
Coincido con Ortega Benito cuando dice que elegir la auditoría es elegir un marco que
no amedrente a los neófitos, que excite a los expertos y que incite a los recalcitrantes,
recalcando que para mantener una correcta distensión, para limar asperezas o disipar
amenazas el procedimiento debe ser confidencial.
A través del acto médico se intenta promover la salud, curar y prevenir la enfermedad y
rehabilitar al paciente.
El Acto Médico es un conjunto de acciones que recibe el usuario o paciente en los servicios
de salud, las cuales tienen como objeto la recuperación del paciente y son realizadas por un
profesional de la salud.
El acto médico es expresamente mencionado en los artículo 15, 25, 29, 40 y 42 de la LGS,
pero tiene que ver con toda la LGS y con todo el cuerpo legal del Estado peruano.
La responsabilidad del acto médico no es sólo del profesional de la salud, vemos que el
paciente mismo tiene una responsabilidad, así como la institución donde se desarrolla el
acto médico.
RECOMENDACIONES
Tratar a nuestro pacientes como si fuera una de nuestros familiares, con cariño y respeto .
Tener siempre presente en nuestro actuar los principios del acto medico que consiste
en la búsqueda del bien para el paciente y la no maleficencia, que consiste en evitar
cualquier forma de daño o lesión", este principio se identifica con el primum non nocere y
también los principios de autonomía o respeto por las decisiones del paciente competente y
de justicia por el cual todas las personas deben ser tratadas por igual .
Tener siempre presente que el acto médico tiene, como base fundamental, el amor del
médico por la vida humana, por el enfermo y por la misma profesión con la cual se ha
comprometido.
-http://www.medspain.con/ant/n10_marod/actomed.htm
_http://www.minsa.gog.pe/publicaciones/pubs//actoMedico/
http://www.scielo.org.pe//scielo.php?
pid=s1018130x200100030000s&script=sc_arttext&ting=es(revista herediana).
INDICE
1_ CARATULA..........................................................................................................PAG 1.
2_INTRODUCCIÓN...................................................................................................PAG 2.
3_OBJETIVO GENERAL............................................................................................PAG 3.
4_JUSTIFICACIÓN DE ESTUDIO............................................................................PAG 4.
13_RECOMENDACIONES...................................................................................PAG 28.
14_FUENTES DE INFORMACIÓN......................................................................PAG 30
15_INDICE..............................................................................................................PAG 31.