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SEMANA 7
Yo, estudiante estratégico
en la educación a distancia
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ÍNDICE
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YO, ESTUDIANTE ESTRATÉGICO EN LA EDUCACIÓN A
DISTANCIA
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Comprender la importancia del desarrollo de habilidades del pensamiento como
transversales para su desempeño académico y laboral.
Utilizar variadas funciones de las herramientas de ofimática Word, Excel y PPT como parte
del proceso de aprendizaje.
INTRODUCCIÓN
La educación a distancia se ha ido posicionando paulatinamente como una alternativa de
formación en el contexto de la sociedad del conocimiento y la información. En este contexto, el rol
del estudiante ha ido integrando nuevas características, que le permitirán responder a las nuevas
demandas de la educación a distancia.
Estas características guardan una estrecha relación con el pensamiento y aprendizaje estratégico,
donde las habilidades del pensamiento juegan un importante rol para facilitar el desarrollo de los
procesos formativos.
Esto posibilitará comprender el importante rol que juega el desarrollo de las habilidades de
pensamiento, como transversales para su desempeño académico y laboral.
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1. EL ESTUDIANTE ESTRATÉGICO
Y si bien, esto resulta sumamente crucial en el éxito de un proceso formativo, se ha hecho cada
vez más importante el desarrollo de nuevas habilidades, que permitan orientar el trabajo de
estudio y el aprendizaje de manera más completa y global. Aquí es cuando las características del
estudiante del siglo XXI, se entrelazan con los nuevos aportes derivados del uso de las TIC y que
van moldeando un perfil de nuevas características que integran el pensamiento estratégico sobre
el propio proceso de aprendizaje.
Fuente: http://goo.gl/Ufu6Mr
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Nociones como “el aprender a aprender” o la metacognición se van haciendo cada vez más
necesarias y toman forma en el estudiante estratégico, el cual se levanta como protagonista de su
propio proceso de aprendizaje, en consonancia con las exigencias y metas de la sociedad actual.
En este sentido, el estudiante estratégico es aquel sujeto activo que construye su propio
conocimiento, dándole sentido y significado a partir del uso de estrategias de aprendizaje
intencionadas por él mismo, de manera autónoma (Garza, 2011). A continuación, se revisarán las
características del estudiante estratégico y su importante rol en el proceso de formación.
Para ello, es muy importante contar con un propósito y objetivos bien determinados, sin dejar al azar
las técnicas y actividades a realizar en el curso de un proceso de aprendizaje (Monereo, 2001, en
Huerta, 2007).
Fuente: http://goo.gl/yb7aZ3
Esto conlleva, al mismo tiempo, estar en contacto con el estilo de aprendizaje preferente, para
vincular las estrategias con aquellas experiencias que posibiliten el aprendizaje significativo y no se
convierta el mismo en un proceso mecánico, sin un verdadero sentido para el estudiante.
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Complementariamente, para el desarrollo de un aprendizaje estratégico, del cual se desprenderá
la utilización de determinadas técnicas y estrategias, es importante que la elección de las mismas
responda a los objetivos propuestos por el estudiante. Para ello, se debiera realizar una
planificación realista, de acuerdo al manejo del tiempo, el espacio y los recursos necesarios para
llevar adelante un proceso formativo.
Para que el desarrollo de un proceso de aprendizaje sea estratégico y, por lo tanto, le posibilite saber
qué estrategias utilizar para cumplir determinados objetivos, se requiere del desarrollo de un tipo de
pensamiento que integre el uso de estrategias de aprendizaje de manera central.
Fuente: http://goo.gl/KmspNJ
En este sentido, el pensamiento estratégico es aquel que permite reflexionar sobre las distintas
opciones que se tienen para llevar a cabo un proceso de aprendizaje o estudio, a partir de la
evaluación de las estrategias más apropiadas (Huerta, 2007).
El pensamiento estratégico se considera un hecho mental, que posibilita la acción estratégica que
concretiza el uso de ciertas técnicas por sobre otras. Por ejemplo, cuando se requiere realizar una
tarea que trate sobre un análisis de caso, existen varias opciones de estrategias a utilizar: desde un
mapa conceptual que permita relacionar los conceptos o ideas centrales que están presentes en el
caso, un diagrama de flujo que dé cuenta de los pasos a seguir para abordar la resolución del
problema que se plantea, hasta la estrategia QQQ, para comprender el caso y sus posibles
resoluciones.
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El pensamiento estratégico dentro del aprendizaje estratégico
Es importante tener presente que el pensamiento estratégico, lejos de ser una cualidad rígida, es
una habilidad intelectual que requiere ser aprendida y formada, generalmente, a partir de la toma
de decisiones, la planificación del proceso de aprendizaje y la autoevaluación del desempeño
personal en el mismo (López, 2011). Para ello, resulta primordial el desarrollo de habilidades del
pensamiento que le posibiliten organizar sus propias actividades de estudio y aprendizaje.
Desarrollar sus habilidades para el aprendizaje resulta crucial para poder llevar a cabo las distintas
acciones que el pensamiento estratégico logra visualizar para enfrentar un determinado proceso
formativo. Si bien cada vez que se desarrollan actividades académicas (como los controles y
tareas), existen distintas habilidades del pensamiento actuando con el fin de responder a las
exigencias, para que el pensamiento estratégico logre posicionarse será necesario que estas
habilidades sean intencionadas de manera consciente por el estudiante.
En otras palabras, es importante conocer las distintas habilidades de pensamiento que activan los
procesos de aprendizaje, para así saber cuándo y cómo utilizarlas para las distintas tareas
propuestas en un proceso formativo.
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En términos generales, las habilidades de pensamiento se definen como aquel grupo de acciones
interiorizadas, organizadas y coordinadas orientadas a un correcto procesamiento de la información
(Lipman, 1991, en Parga, 2004).
Fuente: http://goo.gl/r85M8i
Existen distintos tipos de clasificación de las habilidades de pensamiento las que, en términos
generales, concuerdan en distribuirlas de acuerdo a su grado de complejidad. En este sentido, se
encontrarán habilidades de pensamiento básicas y fundamentales, que pasan a integrarse en
habilidades cada vez más complejas.
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Aplicar: cuando la información conocida y comprendida es utilizada
por el estudiante para completar una tarea, aplicando sus
conocimientos (conceptos, teorías, etc.), en nuevos escenarios. Es el
tipo de habilidad presentada en la resolución de un problema, a
partir de la articulación entre los conocimientos previos y nuevos.
http://goo.gl/dDSc1d
http://goo.gl/AFgrd4
http://goo.gl/WhLF2V
http://goo.gl/o6SfMj
Esta clasificación plantea que en la medida que se avanza hacia habilidades de pensamiento más
complejas, las habilidades más simples van siendo integradas en estas. Por ejemplo, la habilidad
de sintetizar, integra la habilidad de conocer, comprender, aplicar y analizar, del mismo modo que
la habilidad de comprensión integra la de reconocer. En otras palabras, un estudiante que es capaz
de desgranar un problema en sus distintos aspectos y componentes (analizar) estará utilizando
además las habilidades de conocer, comprender y aplicar.
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Habilidades del pensamiento de acuerdo al grado de complejidad
Otras clasificaciones dan un rol importante al tipo de relaciones que las habilidades del
pensamiento realizan con la información y el conocimiento. Es así como Marzano y otros (1992, en
Valenzuela, 2007), propone las siguientes ocho habilidades de pensamiento:
Por desarrollo de las habilidades del pensamiento se entiende como un proceso evolutivo, para el
cual es necesario reforzar las habilidades más básicas, haciendo más consciente su accionar. Para
ello, es sumamente útil la evaluación constante de las actividades realizadas, tanto por el
estudiante como por algún mediador (por ejemplo, un docente que maneje un saber experto
sobre el ámbito de conocimientos a evaluar) que permita desenvolver las habilidades superiores,
con constancia y dedicación.
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1.1.4. DESARROLLO DE HABILIDADES TRANSVERSALES
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INTELIGENCIA Desde la propuesta de Salovey y Mayer (1990, en Extremera y
EMOCIONAL Fernández-Berrocal, 2003), la inteligencia emocional ha ido cobrando una
mayor notoriedad en el ámbito del aprendizaje, debido a sus
repercusiones en el mundo social y personal de las personas. Cabe
precisar que la regulación de las propias emociones y la valoración del
modo en que afectan a los demás inciden de manera significativa en el
modo de orientar la conducta personal. En este sentido, desarrollar la
inteligencia emocional puede contribuir a vincularse de manera activa con
http://goo.gl/grKmVy
los demás participantes de un proceso formativo, visualizando nuevas
oportunidades para el aprendizaje colaborativo y significativo.
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Por otra parte, la educación a distancia
posibilita superar los desplazamientos y
barreras geográficas para el desarrollo de
procesos de formación, lo que permite, a su
vez, que estudiantes que no cuentan con
instituciones educativas cercanas
geográficamente, relativas al ámbito
profesional de su interés, puedan acceder a
los mismos.
Fuente: http://goo.gl/m0PMd0
Junto con esto, la educación a distancia permite un uso y distribución de los tiempos destinados al
estudio y la formación, más cercanos a las posibilidades y contextos particulares de los estudiantes
(que, en muchos casos, presentan compromisos laborales y familiares que les impedirían llevar a
cabo un proceso presencial).
Dentro de las principales exigencias y demandas que implica la educación a distancia, se destacan
las siguientes (Garza, 2011; Huerta, 2007; López, 2011; Patiño, 2006):
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Uso y manejo de las TIC: para un aprendizaje autodirigido, el/la estudiante debiera estar
en constante actualización de sus conocimientos sobre el uso de las TIC, descubriendo
nuevas posibilidades y formatos para expresar y desarrollar su aprendizaje.
Organización del tiempo y espacio para el aprendizaje: como parte del aprendizaje
estratégico y con el objetivo de promover el aprendizaje significativo, los estudiantes
requerirán organizar los tiempos destinados al estudio. En este sentido, la planificación de
las actividades a realizar resulta crucial. Lo mismo para el espacio de estudio, el cual
deberá cuidar de aquellos aspectos ambientales que puedan interferir el proceso de
formación.
Fuente: http://goo.gl/rrGtA1
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Distintas características del rol del estudiante estratégico en la educación a distancia
Activo Constructor
Eficaz de su propio
conocimiento
Autónomo
Eficiente
Propositivo
Participativo
Organizado
Responsable con su
tiempo Autocrítico
Dentro de las principales cualidades del rol del estudiante estratégico, es importante señalar que
tanto la responsabilidad como la autonomía son aspectos medulares del mismo, ya que a partir de
estas cualidades será posible desprender las demás características.
La responsabilidad implica organizar el tiempo de estudio de manera realista, para cumplir con la
planificación de las actividades propuestas. Así también, permitiría responder de manera eficiente
y eficaz a los objetivos de aprendizaje propuestos. Por otra parte, el desarrollo de la autonomía en
el proceso de aprendizaje debiera orientar al estudiante como constructor de su propio
conocimiento, en constante autoevaluación (autocrítica) de su desempeño.
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Juntas, la responsabilidad y la autonomía, permitirán realizar de manera activa y propositiva el
proceso de aprendizaje, en constante búsqueda de nuevas opciones y estrategias para responder
a las exigencias de la formación a distancia.
Fuente: http://goo.gl/0BCibo
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2.4.1. LA PARTICIPACIÓN EN EL ROL DEL DOCENTE EN EL MODELO DE
EDUCACIÓN A DISTANCIA
Junto con esto, el rol del docente implica, en alta medida, motivar y apoyar a los estudiantes de
manera significativa, visibilizando continuamente sus fortalezas y potencialidades para enfrentar
el proceso formativo. Como guía del mismo, el docente debe comunicar de manera asertiva
aquellos aspectos que se requieren de una mayor dedicación por parte de los estudiantes,
respetando la autonomía de los mismos para ir definiendo sus objetivos y metas de aprendizaje.
Su participación, en este sentido, es permanente, pero sin asumir el control de los desafíos de
aprendizaje. Estos están entrelazados a las experiencias y a los objetivos de los estudiantes y es
labor del docente contribuir a que estos puedan visualizarlos de manera consciente e intencionar
la autonomía en el cumplimiento de los mismos.
COMENTARIO FINAL
El desarrollo de las habilidades de pensamiento y habilidades transversales resultan esenciales
para los estudiantes que encaran un proceso de formación a distancia. Además de posibilitar el
desarrollo de sus potencialidades, el uso estratégico de los recursos personales guarda una
importante consonancia con las características de la sociedad actual.
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REFERENCIAS
Boneu, J. (2007). Plataformas abiertas de e-learning para el soporte de contenidos educativos
1.
http://www.sav.us.es/pixelbit/pixelbit/articulos/n35/6.pdf
Garza, D. (2011). El papel del aprendizaje estratégico en la educación a distancia. Disponible en:
http://ece.edu.mx/ecedigital/files/ArticuloDoraArmida.pdf
Huerta, M. (2007). Aprendizaje estratégico, una necesidad del siglo XX [versión electrónica].
http://www.rieoei.org/deloslectores/1541Huerta.pdf
López, B. (2011). Un aprendiz estratégico para una nueva sociedad. XII Congreso Internacional de
http://www.redalyc.org/pdf/567/56724395024.pdf
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Parga, M. (2004). La metacognición como requisito para la realización de proyectos de
https://www.icesi.edu.co/disenohoy/memorias/Parga_pon.pdf
Pastor, M. (2005). Educación a distancia en el siglo XXI [versión electrónica]. Apertura, vol. 5, n° 2.
Patiño, M. (2006). Modelo Sociocognitivo: Teoría Educativa y de Diseño Curricular. Med. Interna
http://www.svmi.web.ve/documentos/doc_files/Modelo%20SC%20Teoria%20Educ.pdf
Rosenberg, M. (2000). E-learning: Strategies for delivering knowledge in the digital edge. EE. UU.:
McGraw-Hill.
IACC (2014). Yo, estudiante estratégico en la educación a distancia. Desarrollo de Habilidades para
el Aprendizaje. Semana 7.
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