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Se dice que Jesús simplemente estuvo muerto, pues el muerto nada sabe. Se dice que fue
al infierno a predicar. Se dice que fue al seno de Abraham. Se dice también que Jesús fue
al paraíso (cielo).
Para dar inicio con esto, primeramente veo necesario repasar los conceptos básicos e
históricos relacionados con este tema, con el fin de que el nos resulte más evidente la
respuesta que buscamos.
Para esto haré uso, principalmente del libro de Louis Berkhof (1949) "Teología
Sistemática".
¿Qué es la muerte?
A grandes rasgos es la separación del cuerpo y del alma/espíritu. La muerte pone fin a
nuestra vida presente y a nuestro cuerpo natural. Sin embargo, ¿qué pasa con el alma?
La fe de la iglesia primitiva y hasta el día de hoy siempre ha sido que, el alma continua
viviendo aún después de su separación con el cuerpo.
Al fin y al cabo él posee el cien por ciento de todos los atributos. Él es el más bondadoso,
el más justo, el más santo, etc., y para ser lo más fieles posibles no diremos "es el más"
sino "Él ES", es decir, él es bondad, él es justicia, él es santidad, él es inmortalidad; él
comprende en sí mismo la totalidad de esos conceptos/atributos.
Aquí el término hace referencia a que cuando el ser humano muere el cuerpo se disuelve,
más el alma no participa de tal disolución y añade lo siguiente:
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Esta idea de la inmortalidad del alma está en perfecta armonía con lo que la Biblia enseña
acerca del hombre, pero la Biblia; la religión y la teología no están primordialmente
interesadas en esta inmortalidad puramente cuantitativa e incolora, - la mera existencia
continuada del alma (Berkhof, 1949, p. 850, 851).
La tercera dice "3. El término inmortalidad se usa en lenguaje teológico para designar
aquel estado del hombre en el que queda completamente libre de las semillas de la
decadencia y de la muerte. (p. 852)".
Aquí dice que el hombre era inmortal antes de la caída; pero que, aunque no estaba
sujeto a la muerte si estaba propenso a ella.
Básicamente dice que el hombre no era, o nunca fue inmortal en su creación, aunque
haya sido creado a la imagen de Dios; sino que la inmortalidad habría sido el resultado si
Adán hubiera cumplido con la condición del pacto de obras.
Posteriormente Berkhof (1949) enlista una serie de argumentos en favor de la vida futura,
y que, aunque no den una conclusión en sí, son testimonios importantes en favor de esta
postura.
sus atributos, Él mismo, se hace visible desde que creó el mundo, por el simple hecho de
crearlo y por todas las cosas que creó. En este argumento histórico de la inmortalidad del
alma aplica la misma lógica en cuanto a la existencia de Dios. Berkhof (1949) dice que
saber que el alma es inmortal viene naturalmente "parecería que una noción tan común
puede solamente considerarse como un instinto natural o como algo envuelto en la íntima
constitución de la naturaleza humana" (p. 852).
2. Argumento metafísico. Ese argumento se basa en que el alma, al ser una entidad
espiritual (intangible), siempre será indisoluble, a diferencia de cuerpo, que es materia, y
que se transforma en polvo. Por lo tanto la descomposición del cuerpo no trae consigo la
destrucción del alma.
De hecho recuerdo alguna vez, en Breaking Bad (2008), qué el buen Walter estaba
haciendo cálculos sobre los pesos de cada elemento químico que conformaban el 100%
del ser humano, y le hacía falta el 0.111958%, según él no faltaba nada, pero al mismo
tiempo sabía que algo debía faltar, y pensó en la posibilidad de que fuera el alma. Según
mi lógica el alma no debería pesar porque no es materia; pero eso también significaría que
"lo espiritual" no puede ejercer fuerza física (fuerza desde el punto de vista de la física),
porque al no tener peso no se puede aplicar fuerza; i don't know. Muchas cosas son tan
infinitas que no las podemos comprender.
Sin embargo estos argumentos no sirven como base solida para que un reformado crea lo
que cree, pues son simples especulaciones, creencias de hombres sin respaldo o sustento
Divino.
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Aunque la Biblia no afirme explícitamente que el alma del hombre sea inmortal, y no
procure probarlo de alguna manera formal, así como tampoco procura presentar prueba
formal de la existencia de Dios, esto no significa que la Biblia niegue, o contradiga, o aun
ignore la inmortalidad del alma. Claramente reconoce en muchos pasajes que el hombre
continúa su existencia consciente después de la muerte. De hecho la Biblia trata la verdad
de la inmortalidad del hombre de manera muy semejante como lo hace con la existencia
de Dios, es decir, la considera como un postulado indiscutible. (Berkhof, 1949, p. 853).
Y termina:
A distinción del bruto, el hombre posee una vida que trasciende al tiempo y que ya
contiene dentro de sí misma una prenda de inmortalidad. El hombre fue hecho para tener
comunión con Dios, es un poco menor que los ángeles y Dios ha sembrado la eternidad en
su corazón, Ecl. 3: 1 (Berkhof, 1949, p. 854).
2. En su doctrina del Sheol. Más adelante nos adentraremos en la doctrina del Sheol; pero
aquí lo importante es que en el antiguo testamento se hace referencia a este lugar, al cual
van las personas cuando mueren y que pueden estar ahí, ya sea en mayor o menor estado
de consciencia Sal 16:10, 49:14, 15.
5. En ciertos pasajes que hablan del gozo del creyente en la comunión con Dios después
de la muerte. Dice el buen Berkhof (1949) que son los mismos pasajes del punto anterior
je je Job 19: 25-27; Sal 16: 9-11; 17: 15; 73: 23, 24, 26.
Como mencionamos más arriba, en el nuevo testamento se hace más evidente la doctrina
de la inmortalidad, por lo que las pruebas se multiplican y se refieren: a la sobrevivencia
del alma; a la resurrección mediante la cual el cuerpo se hace partícipe de la existencia
futura; a la vida bienaventurada de los creyentes en comunión con Dios.
3. A la vida bienaventurada de los creyentes en comunión con Dios. Hay muchos pasajes
en los cuales se hace claramente visible que la existencia de los creyentes no es
meramente terrenal, sino que continua después de esta tierra, con una vida
completamente en éxtasis en comunión con Dios y con Cristo (Mat. 13:43; 25:34; Rom.
2:7, 10; 1 Cor. 15:49; Fil. 3:21; 2 Tim. 4:8; Apoc. 21:4; 22:3,4.).
Según Berkhof (1949), la principal objeción tiene que ver con la filosofía psicológica.
Menciona que se argumenta que la mente o alma no tiene existencia substancial
independiente, o sea que es indivisible al cuerpo, no puede existir el alma o la mente si el
cuerpo deja de funcionar "El cerebro del hombre es la causa que produce los fenómenos
mentales, precisamente como el hígado es la causa que produce la bilis. La función no
puede persistir cuando el órgano decae" (p. 856), esto significa que esta objeción
considera que la mente o alma es producto de los procesos del cerebro.
1. La inmortalidad de la raza. Dice Berkhof (1949) que muchos se consuelan con la idea de
que ellos perdurarán y continuarán viviendo en la posteridad en sus hijos, nietos, etc. Esto
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quiere decir que hay quienes consideran que una parte de ellos siempre se transmite de
generación a generación, o sea, a la descendencia; por lo tanto, en este sentido, perduran
por toda la vida. Por ejemplo rasgos distintivos (físicos o psicológicos) de un padre a un
hijo, a un nieto, etc.
La recuperación de la fe en la inmortalidad.
"En la actualidad la interpretación materialista del universo está abriendo camino a una
interpretación más espiritual; y el resultado es que está ganando aceptación una fe en la
inmortalidad personal" (p. 857). Berkhof (1949) sostiene que algunos hombres de ciencia
ya consideran la posibilidad de que el alma exista como independiente al cuerpo y no solo
como una función que ha sido producida, en este caso, por el cerebro. Por lo que el
cerebro, no necesariamente corresponde a una función productiva, sino que puede ser
una función permisiva o transmisiva, es decir que el cerebro solo sea el canal por el cual,
el alma se comunica.
El estado intermedio
El concepto bíblico acerca del estado intermedio
Los creyentes entre la muerte y la resurrección según la explicación bíblica.
La posición de las iglesias reformadas es que, cuando uno muere, inmediatamente entra al
cielo:
¿Qué consuelo te proporciona la resurrección del cuerpo? Que después de esta vida no
sólo mi alma será inmediatamente llevada a Cristo, su cabeza; sino también este mi
cuerpo, será levantado por el poder de Cristo, se unirá de nuevo con mi alga, y será hecho
semejante al glorioso cuerpo de Cristo" (Catecismo de Heidelberg, 1563, p.26).
La confesión de fe de Westminster (1998) dice "Las almas de los justos, siendo entonces
hechas perfectas en santidad, son recibidas en los más altos cielos en donde contemplan
la faz de Dios en la luz y gloria, esperando la completa redención de sus cuerpos" (p. 95).
La segunda confesión Helvética (1566) dice "Creemos que los fieles después de morir el
cuerpo, van directamente a Cristo"(p. 73).
Pablo (2 Co. 5:8) dice que quisiera estar ausente del cuerpo y presente al Señor. A los
filipenses les dice que desea partir y estar con Cristo (Fil. 2:23).
Jesús le dio la seguridad al ladrón de estar ese mismo día en el paraíso (Lc. 23:43). A la luz
de 2 Cor. 12:3,4, paraíso puede ser un nombre al que se le da al cielo.
Las almas de los malvados son arrojadas al infierno, en donde permanecen atormentadas
y envueltas en densas tinieblas, en espera del juicio del gran día. Fuera de estos dos
lugares para las almas separadas de sus cuerpos, la Escritura no reconoce ningún otro
(Confesión de fe de Westminster, p. 95, 1998).
La segunda confesión Helvética (1566) dice "De igual manera creemos que los incrédulos
son arrojados de inmediato al infierno, de donde no hay regreso posible para los malvados
mediante ninguna clase de oficios de aquellos que viven" (p.73).
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La Biblia arroja muy poca luz directa sobre este asunto. El único pasaje que realmente
puede venir aquí a consideración es el de la parábola del rico y Lázaro en Luc. 16, en donde
hades denota infierno, el lugar del tormento eterno. (Berkhof, 1949, p. 860)
Sin embargo, lo que es evidente es que si el justo entra en un estado eterno de inmediato,
significaría que esto también es cierto para el malo.
Berkhof (1949) menciona que durante los primero años de la iglesia cristiana se pensó
muy poco sobre el estado intermedio, debido a que se pensaba que la segunda venida
sería pronto, por lo que no se le dio mucha importancia. El problema surgió cuando se dijo
que Jesús no vendría de inmediato. Los padres primitivos se encontraban ante una
paradoja, pues no sabían cómo reconciliar el juicio individual y la retribución a la hora de
la muerte, con el juicio general y la retribución después de la resurrección "Atribuir
demasiada importancia al primero parecería como que se despojara al otro de
importancia, y viceversa"(p. 861).
Berkhof (1949) menciona que no hubo unanimidad entre los padres de la iglesia primitiva,
por lo que, la mayoría de ellos prefirió resolver esa dificultad aceptando un estado
intermedio entre la muerte y la resurrección. A grandes rasgos, y con pequeñas
variaciones entre los diversos teólogos, se aceptaba un hades, en el cual los justos recibían
una pequeña porción de lo que recibirían en el cielo, y de igual manera, los malos recibían
una pequeña porción de sufrimiento de lo que recibirían en el infierno. Entre estos
teólogos se encuentran Justino Mártir, Ireneo, Tertuliano, Novaciano, Orígenes, Gregorio
de Niza, Ambrosio y Agustín.
"En la escuela alejandrina la idea del estado intermedio pasó a entenderse como una
purificación gradual del alma. Y esto con el correr del tiempo preparó el camino para la
doctrina católico romana del purgatorio" (p. 861).
Sin embargo, hubo también quienes afirmaban que las almas de los justos iban
directamente al cielo después de la muerte, entre ellos se encuentran Gregorio
Nacianceno, Eusebio y Gregorio el Grande.
"En la Edad Media la doctrina del Estado Intermedio se conservó, y en relación con ella la
iglesia católico romana desarrolló la doctrina del purgatorio" (p. 861).
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Surgió también otra idea, la llamada Limbus patrum, en la cual, los santos del AT
permanecieron detenidos hasta que Cristo resucitó.
Berkhof (1949) considera que en la actualidad casi prevalece la idea de que el concepto
Sheol (del AT, o Hades del NT) se tomó prestado de la creencia gentil que habla sobre un
bajo mundo. Por lo tanto, según esta creencia, tanto los justos como los malos, a la hora
de su muerte entran en la morada de las sombras, un lugar del olvido, como un vago
reflejo de la vida en la tierra.
Sin embargo, también hay quienes opinan que el AT representa al Sheol como la morada
permanente de todos los muertos, ya sean buenos y malos; y también quienes opinan que
para los buenos es una esperanza de escapar.
Es posible, dice Berkhof (1949), que esta idea de estado intermedio "fue más o menos la
idea corriente en el pensamiento popular hebreo" y que por lo tanto "debe haber dado
surgimiento a algunas descripciones figuradas del estado de los muertos" (p. 863). De esta
manera, creer en el estado intermedio resulta difícil considerarse, si es que crees
plenamente en la inspiración de las Escrituras, puesto que (el estado intermedio de la
explicación moderna) contradice las explicaciones bíblicas de que los justos entran de
inmediato a la gloria, y que los malvados entran de inmediato al infierno.
Si fue verdad en algún tiempo, cuando los libros de la biblia fueron escritos, pero en la
actualidad ya no lo es, la pregunta es ¿Por qué ya no es verdad? ¿Qué sucedió?
Si nunca fue verdad y siempre un falso concepto ¿cómo pudo contemplarse este concepto
erróneo y enseñarse como una verdad por los escritores inspirados de la biblia?
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Puede decirse que en aquel tiempo, para los escritores de la biblia, los conceptos
utilizados tenían coherencia y sentido preciso en lo que querían comunicar, y siempre en
la medida de lo que a ellos les era revelado. Todos los santos y aún los escritores
emplearon lenguaje que en sí mismo, y sin considerar otras enseñanzas claras de las
escrituras, podrían interpretarse de otra manera.
¿Estuvieron en error estos escritores inspirados cuando hablaron de que tanto los justos
como los injustos descendían al sheol? Puede decirse que hubo desarrollo en la revelación
respecto al destino futuro del hombre, y no tenemos razón para dudar eso en cuanto a
este punto, como en cuanto a muchos otros, de que aquello que al principio fue oscuro,
gradualmente ganó en precisión y claridad; pero esto ciertamente no significa que la
verdad se hubiera desarrollado de la falsedad (Bekhof, 1949, p. 863).
Básicamente, se puede decir que, en el AT había verdades que aún necesitaban verse a
través de la luz de Cristo y/o que necesitarán de más conocimientos, para poder
comprenderlas en su totalidad. Cómo por ej. cuando el sol de detuvo; ese relato fue
escrito por un hombre inspirado por Dios, sin embargo sabemos que aunque el relato dice
que el sol se detuvo, no fue así, sino la que se detuvo fue la tierra en su movimiento de
rotación. ¿Entonces la biblia dice mentiras? No, simplemente se desconocía el movimiento
de rotación de la tierra.
Muchos, dice Berkhof (1949), prefieren no complicarse mucho tratando de resolver estas
preguntas, y optan por considerar al Sheol como un estado neutro, asumiendo que ese
lugar era considerado como un bajo mundo con dos divisiones, llamadas en el NT Paraíso
y Gehena, el primero para los justos y el segundo para los malos. Sin embargo esto no
concuerda con el AT, pues, aunque habla del Sheol como un lugar de castigo para los
malos, jamás asume tal división.
En muchos pasajes, tanto del antiguo como del nuevo testamento se ve claramente el
panorama de felicidad de los creyentes en el futuro.
Berkhof (1949) menciona que "se ha sugerido que los creyentes del Nuevo Testamento
gozaron de privilegios sobre todos los del Antiguo Testamento recibiendo una inmediata
entrada a la bienaventuranza del cielo. Pero puede preguntarse correctamente, ¿qué base
hay para! hacer semejante distinción?" (p. 865).
4. Si la palabra Sheol siempre denota la región sombría a la que descienden los muertos
y nunca tiene otro significado, el AT, aunque cuenta con una palabra para cielo, no la
tiene para el infierno.
1. Las palabras Sheol y Hades no siempre indican un lugar, sino que con frecuencia de
utilizan para referirse al estado de muerte, el estado en el que el alma y el cuerpo se
separan. Sin embargo, este estado frecuentemente se concibe como local, como si de un
lugar se tratara, atribuyéndole rejas, llaves, etc. (Job 14: 13, 14; 17: 13, 14; Sal 89: 48; Os.
13: 14)
Puesto que tanto los creyentes como los incrédulos en la terminación de su vida entran al
estado de muerte, puede muy bien decirse, en sentido figurado, que sin distinción alguna
están en el sheol o en el hades. Están por igual en el estado de muerte (Berkhof, 1949, p.
867).
Además, Sheol, tanto usado para referirse al estado de muerte o como a un lugar, siempre
está estrechamente relacionado con la muerte, y "Si el concepto bíblico de muerte se
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toma en su más profundo significado que es espiritual, se verá al momento que sheol no
puede ser la morada de las almas de aquellos que mueren en el Señor, Prov. 5: 5; 15: 11;
27: 20" (p. 868).
3. "En el Antiguo Testamento la palabra sheol se usa más veces para designar la tumba,
y menos veces para designar el infierno, en tanto que en el uso correspondiente de
hades, en el Nuevo Testamento, acontece lo contrario"(.p 868).
La duración del alma en el purgatorio no tiene un tiempo específico, como puede durar
poco, como puede estar ahí hasta el día del juicio. Sin embargo el tiempo puede acortarse
mediante las oraciones y buenas obras de los fieles en la tierra y por el sacrificio de la
misa. Se supone también que el papa tiene jurisdicción en ese lugar, por lo tanto puede
conceder indulgencias, aligerar los sufrimientos y hasta darlos por terminado.
El principal apoyo escritural para esta doctrina es 2 Macabeos 12: 42-45, sin embargo
somos reformados y sabemos que tal libro no pertenece al canon. Sin embargo, hay
también pasajes, del canon que si reconocemos, que se supone apoyan esta doctrina, Isa.
4: 4 Miq. 7: 8; Zac. 9: 11; Mal. 3: 2, 3; Mat. 12: 32; 1 Col. 3: 13-15; 15: 29. Evidentemente
no la apoyan; pero hacen una exégesis forzada (y hasta ridícula je je) para que dé la
sensación de que si la apoyan.
La doctrina no tiene ningún sustento bíblico (a menos que se force, pero pues eso no
cuenta) y descansa sobre varias premisas falsas (falsas porque tampoco tienen sustento
bíblico), como por ejemplo que:
4. La iglesia puede acortar, aliviar y aún, dar por terminados los sufrimientos en el
purgatorio.
El Limbus Patrum
Es el lugar, según la enseñanza Romana, donde las almas de los santos del AT estuvieron
detenidas en estado de expectación hasta el momento de la resurrección de Cristo. Por lo
tanto, ellos creen que Cristo, cuando murió en la cruz, descendió a ese lugar para
libertarles y llevarlos con él al cielo. Ésta es la interpretación romana de que Cristo
descendió al Hades. Hades, para los católicos romanos significa lo que ya hemos visto
anteriormente, un lugar a donde van todos los que mueren, pero que tiene dos divisiones,
una para los justos y otra para los malos. Y precisamente la división de los justos es lo que
se conoce como Limbus Patrum o mejor conocido por los judíos como Seno de Abraham
(Lc. 16:23) o paraíso (Lc. 23:43).
Limbus Infantum
Esta, según los católicos romanos es la morada de todos los niños que murieron si ser
bautizados. "Según la iglesia católica romana los niños no bautizados no pueden ser
admitidos al cielo, no pueden entrar al reino de Dios, Juan 3:5" (p. 870). Sin embargo, los
teólogos romanos, para no verse tan malvados pensaron en varias ideas, como por ej.,
que los niños podrían salvarse por la fe de sus padres, o que Dios podía mandar ángeles
para bautizarlos; sin embargo la idea que dominó fue la del Limbus Infanum, el cual está
excluido del cielo y a gran distancia del infierno, para que no llegue el calorcito. Ahí
permanecen los niños para siempre, sin esperanza de liberación.
A este punto, parece evidente que la existencia después de la muerte es consciente. Sin
embargo hay quienes aún consideran que no lo es, argumentando (como anteriormente)
que la actividad de la consciencia depende del cerebro; pero como ya se mencionó
algunos párrafos atrás, no necesariamente debe ser así, puesto que el cerebro (según
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algunos hombres de ciencia) puede ser tan solo un instrumento y/o máquina guiada por el
alma.
Algunos ejemplos escriturales son la parábola de el rico y Lázaro (Lc. 16:19-31), donde
ellos platican y hacen referencia a la vida en la tierra. Pablo, también habla con toda
seguridad sobre una existencia descorporificada; pero consciente II Cor. 5:6-9; Fil. 1:23.
Sin embargo, la biblia nunca dice que el alma cae en sueño o que el cuerpo
duerme. La explicación "se basa simplemente en la similaridad que existe
entre un cuerpo muerto y un cuerpo dormido. No resulta inadecuado que la Biblia
use este eufemismo para sugerir a los creyentes la consoladora esperanza de la
resurrección"(p.873). Pero, el punto más importante para rebatir esta idea, es que
la Escritura siempre representa a los creyentes gozando conscientemente en la
comunión con Dios y el Hijo después de la muerte. Luc. 16:19-31; 23:43; Hech.
7:59; lI Cor. 5:8; Fil. 1:23; Apoc. 6:9; 7:9; 20:4.
b. Algunos pasajes que enseñan que los muertos están en la inconsciencia, lo cual
resulta contrario a que el alma continua su existencia consciente, Sal 16:5; 30:9;
115:17; 146:4; Ecl. 9:10; Isa. 38:18, 19.
Los dos pasajes que parecen enseñar que el que muere está inconsciente
tienen claramente la intención de acentuar el hecho de que en el estado
de muerte el hombre no puede seguir tomando parte en las actividades del
mundo presente (Berkhof, 1949, p. 873).
c. La Escritura enseña que el destino de los hombres será decidido después del
juicio final, por lo tanto en imposible pensar que el alma entre de inmediato a su
destino después de la muerte, Mat. 7:22, 23; 25:37-39,44; Juan 5:29; II Cor. 5:10;
Apoc. 20:12.
Muchas veces se considera que el destino eterno del hombre dependiera de una
prueba final el día del juicio general, sin embargo esto no es así. No se necesita
esperar hasta el juicio final para poder decidir si se recibirá el castigo o la vida (p.
"sino solamente para el anuncio solemne de la sentencia, y para la revelación de
la justicia de Dios en la presencia de los hombres y de los ángeles" 873).
d. Porque ninguno de los que se han levantado de entre los muertos ha dado un
relato de sus experiencias, por lo tanto, significa que permanecieron en estado
de inconsciencia.
Según estas doctrinas, los malos después de la muerte no tienen existencia consciente, si
de pura casualidad hubiera.
El Aniquilacionismo enseña que el hombre fue creado inmortal; pero que el alma que
peca, Dios le despoja de inmortalidad y por último, la destruye; o privada para siempre de
la consciencia, lo cual, prácticamente equivale a no existir.
La inmortalidad condicional enseña que el alma fue creada sin el don de la inmortalidad, y
solo puede alcanzar la inmortalidad creyendo en Cristo. Por lo tanto quién no cree en
Cristo, simplemente deja de existir o pierde toda consciencia.
Algunos de los argumentos se extraen del leguaje de algunos de los padres primitivos de la
iglesia, sin embargo, el apoyo principal se basa en las escrituras porque:
3. Amenaza a los pecadores con la muerte y destrucción, afirmando que perecerán (Mal.
7:13, 10:28; Juan 3:16; Rom. 6:23; 8:13; II Tes. 1:9.).
Contra Argumentos.
1. Que tanto los buenos como los malos existirán para siempre (Ecl.12:7; Mat. 25:46; Rom.
2:8-10; Apoc. 14:11; 20:10)
3. Que habrá grados en el castigo de los malos, cosa que en la creencia de la extinción de
la consciencia todos son castigados por igual (Luc. 12:47, 48; Rom. 2:12).
Definición de la doctrina
Fundamento
Esta doctrina se basa de manera general en lo que se pudiera esperar del amor y justicia
de Dios y no de lo que las Escrituras enseñan. Sin embargo, la base bíblica principal se
basa en 1 Pedro 3:19 y 4:6, pasajes que se interpretan como si Jesús hubiera descendido al
hades a predicar. También, algunos otros se basan en que la incredulidad en Cristo es la
única manera base para ser condenado (Juan .3:18, 36; Marc. 16:15,16; Rom. 10:9-12; Ef.
4:18; II Pedro 2:3,4; 1 Juan 4:3.).
2. También explica que el juicio final será determinado por las cosas que se hayan hecho
en la carne, y no las que se hayan hecho el estado intermedio (Mat. 7:22, 23; 10:32,33;
25:34-46; Luc. 12:47,48; II Cor. 5:9, 10; Gál. 6:7, 8; II Tes. 1: 8; Heb. 9:27).
Aquí es muy importante considerar que Cristo, cuando estaba a punto de morir le dijo al
malhechor que creyó en él "De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso".
Esta afirmación no la pondremos en tela de juicio, pues aunque mucho se diga de que en
realidad lo que dijo Jesús fue "De cierto te digo hoy, estarás conmigo en el paraíso", no lo
creemos porque:
Aceptando esto como verdad, entonces surge la siguiente cuestión ¿Fue Cristo al paraíso?
¿Qué es el paraíso? ¿Es lo mismo que el seno de Abraham? ¿Es el cielo?
Paredeisos (παράδεισος) Según Vine NT (1984) "es una palabra oriental, cuya mención
más antigua se encuentra en el historiador Jenofonte, y que denota los parques de los
reyes y príncipes persas... para la mente oriental expresaba la suma total de bendición".
Esta palabra se encuentra únicamente en Lc. 23:43; 2 Co. 12:14; y Ap. 2:7. Como hemos
visto arriba, esta palabra hace referencia a un huerto o parque sumamente hermoso.
Además esta palabra es utilizada en la Septuaginta (El AT traducido al griego) para
referirse al huerto del Edén. Por último paredeisos siempre es utilizada en el NT para
referirse al cielo.
Pero surge lo siguiente. En Juan 20:17 después de que Cristo resucita, le dice a María
Magdalena "No me toques, porque aún no he subido a mi Padre".
Esto resulta paradójico, pues él aseguró ir el mismo día al cielo, con el Padre, pero ahora
resulta que aún no ha subido al Padre.
Cristo dijo "No me toques" esta palabra japto ἅπτω, no significa literalmente tocar, sino a
aferrarse o asirse. De esta manera Cristo lo que en realidad dijo fue "No te aferres a mí, no
pases más tiempo conmigo".
Evidentemente María estaba sorprendida, muy alegre y no quería dejar a Jesús por ningún
motivo, entonces Él le dijo: No te aferres a mí, no te preocupes, aún no me iré, estaré un
tiempo con ustedes, así que no te preocupes y ve y diles a mis hermanos que en unos días
me iré.
Este es un comentario de Reuben Archer (1990) que encontré, muy acertado del
verdadero sentido del versículo:
Spend no more time with me now in joyful gratulations. For I am not yet immediately
going to ascend to my Father; you will have several opportunities of seeing me again; but
go and tell my disciples that I shall depart to my Father and your Father (Archer, 1990,
s/p).
La traducción Unervi sería "Aguanta, yo sé que estás muy contenta de verme; pero aún no
subiré a mi Padre; tendrás muchas otras más chances de verme de nuevo; así que, por lo
pronto ve y dile a mis discípulos que partiré con mi Padre, y con tu Padre".
Sin embargo continua habiendo pasajes que crean otra paradoja. ¿Si fue Cristo al Cielo, a
la morada con Dios? o ¿Fue a predicar al hades?
Los pasajes que se utilizan para afirmar tal creencia son Hch. 2:31; Efesios 4:8-10; 1 Ped.
3:19; 1 Ped. 4:6
PRIMERO
Hechos 2:31 " viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue
dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción".
Para que quede aún más claro, Pedro estaba haciendo referencia a David, diciendo que
cuando murió fue sepultado y menciona "y su sepulcro está con nosotros hasta el día de
hoy", para después contrastarlo con Cristo, de quién dice, este no fue dejado en el
hades/sepulcro, como David, sino que resucitó.
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El versículo termina con "ni su carne vio corrupción". Según la costumbre judía el cuerpo
de una persona empieza a descomponerse o ver corrupción al cuarto día de sepultado. Un
ejemplo es el de Lázaro, quien fue resucitado por Cristo al cuarto día, y ya hedía.
De esta manera terminamos con el primer versículo, que nos revela, en su sentido
principal y más importante que Cristo Resucitó. Esa es la enseñanza central del pasaje, y
ya implícitamente nos hace entender que Cristo no estuvo predicando en el hades o el
seno de Abraham.
SEGUNDO
1 Pedro 4:6 "Porque por esto también ha sido predicado el evangelio a los muertos,
para que sean juzgados en carne según los hombres, pero vivan en espíritu según Dios".
Pedro se refería aquí a creyentes que habían oído y aceptado el evangelio, pero que ya
estaban muerto para cuando él escribió la carta. Por lo tanto, aunque habían muerto en
sentido físico, estaban vivos y triunfantes en su espíritu.
El versículo anterior nos da más luz a este pasaje, pues habla de que todos darán cuentas
a Dios, ya sean los vivos, o sea lo que aún están con vida en el momento en que Pedro
escribió la carta; o ya sean los muertos, aquellos que ya no existían más en este mundo
terrenal cuando Pedro escribió la carta.
Una vez más, Cristo no bajo el día sábado a predicar a los muertos.
TERCERO
Efesios 4:8-10:
Por lo cual dice: subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad y dio dones a los hombres. Y
eso de que subió, ¿Qué es, sino que también había descendido primero a las partes
más bajas de la tierra? El que descendió, es el mismo que también subió por encima de
todos los cielos para llenarlo todo (Efesios 4:8-10).
Hermanos en Cristo, Cristo ha llevado cautivo todo lo que constituye nuestra cautividad. Él
ha derrotado al mal moral y ha dominado virtualmente a las dificultades y pruebas de esta
vida mortal. No hay nada en el cielo, ni en la tierra, ni en el infierno que pusiera pensarse
que esté en contra de los que quedamos ahora. Él ha suprimido todo eso. Cumplió toda la
ley. Quitó su maldición... El pecado, hermanos míos, fue llevado cautivo atado a las ruedas
del carruaje de Emanuel cuando ascendió. La muerte fue arrastrada al triunfo. La muerte
lo había atado, pero él rompió cada grillete, y ató a la muerte con sus propias ataduras.
(Spurgeon, 1871, p. 11,12).
Y dio dones a los hombres. Para culminar, Cristo debía irse para que así pudiera venir el
Consolador "Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me
fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré." Juan 16:7.
Toda la obra de salvación estaba hecha, Cristo había cumplido con lo necesario, sin
embargo hacían falta hombres que continuarán con la obra. En este sentido, el don del
Espíritu Santo nos llega por medio y después de la ascensión, en el pentecostés, con el fin
De perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida de la estatura de de la plenitud de Cristo (efesios 4:12-13)
También había descendido primero a las partes más bajas de la tierra. Esta no es una
referencia a que fue a predicar a los espíritus del hades ni nada de eso, sino un contraste
que afirma que Cristo siendo Dios, se humilló a lo más vil encarnando como un ser
humano, y aún más su cuerpo llegó a lo que se consideraba lo más bajo de la tierra: el
Hades/tumba. Sin embargo el pasaje continua diciendo que ese mismo que se humilló
hasta lo más bajo, fue el mismo que ascendió y que está ahora en lo más alto de los cielos,
llenándolo todo.
Como lo comentaba más arriba, después de que Cristo ascendió tras haber cumplido la
obra de redención y las profecías ordenadas por Dios, mandó al Espíritu Santo, para que
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éste, capacitará a los creyentes para continuar con la labor, expandiéndola; pero sobre
todo, para llenarlos espiritualmente. Ya nada tiene potestad sobre el ser humano, pues
Cristo ha vencido y ha enviado a su Espíritu para que esté con nosotros hasta el fin del
mundo.
CUARTO
1 Pedro 3:19 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por
los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado
en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro
tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de
Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron
salvadas por agua.
La primera evidencia de que Cristo no bajo a predicar a los espíritus encarcelados es que
en ningún momento menciona que bajó.
Vivificado en espíritu. La muerte de Cristo sólo fue en la carnal, su espíritu siguió con vida.
El propósito de Pedro era mostrar que aunque Cristo sufrió la muerte, esto, lejos de
terminar Su existencia o de destruir su influencia, meramente lo capacitó para tener la
energía y llevado a una vida activa en la esfera del espíritu. Su espíritu, en vez de perecer,
fue revestido con nuevos poderes de una vida renovada. En la muerte, este espíritu pasó a
una nueva esfera de existencia, por lo tanto, se dice que fue vivificado (Woods, p. 78,
1964).
En el cual también fue. Siguiendo el contexto del pasaje, Pedro estaba hablando del
Espíritu de Cristo, el cual no fue muerto sino que siguió con vida. Posteriormente continua
"en el cual" como diciendo "en ese mismo espíritu" (del versículo anterior) fue el que
predicó.
A los espíritus. Hace referencia al hombre fuera del cuerpo. Para el tiempo en que Pedro
escribió la carta, aquellos hombres de los que habla ya no estaban en un estado corporal,
sino espiritual.
Los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en
los días de Noé, mientras se preparaba el arca. Estos espíritus en algún tiempo tuvieron
cuerpos. En un periodo específico fueron desobedientes. Ese periodo fue mientras se
preparaba el arca. En ese periodo Cristo fue predicado a ellos.
Noé fue el instrumento para que el espíritu de Cristo (porque aún no encarnaba)
predicara.
El significado del pasaje, sería de esta manera: Cristo predicó en espíritu a los que hoy son
espíritus encarcelados, pero que en otro tiempo eran personas con cuerpos. Esta
predicación fue a través de Noé, mientras este construía el arca.
Esto es lo que yo considero que se acerca más a las Escrituras, sin embargo también hay
otra postura con muchos adeptos y es la siguiente:
Cristo entre la muerte y la resurrección, su espíritu viviente fue a los espíritus diabólicos
que estaban encadenados en el abismo y proclamó que aun en su muerte, Él había
triunfado sobre ellos (1 Ped. 3:19; Colosenses 2:14-15). Con espíritus encarcelados se
refiere a los ángeles caídos o los demonios que han permanecido atados debido a su
maldad y perversión y que han estado ahí desde el tiempo de Noé y que fueron enviados
ahí porque con su maldad transgredieron de forma inicua y severa los límites de la
tolerancia de Dios. Los demonios del tiempo de Noé se dedicaron a esparcir perversión y
alboroto en toda la tierra, al punto de llenar el mundo con sus actividades degeneradas y
viles que se oponían a la voluntad de Dios, lo cual incluyó pecados sexuales de todo tipo.
Tan fue así que ni siquiera 120 años en los que Noé predicó mientras el arca era
construida, pudieron convencer a un solo ser humano fuera de las ocho personas en la
familia de Noé para creer en Dios (2 Ped. 2:4-5; Jud 6:7; Gn. 6:7-8). Por esa razón, Dios
encarceló a estos demonios y los confinó al abismo hasta su condenación final.
(MacArthur, 2011, p. 1799).
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Sin embargo, cualquiera de las interpretaciones, afirman el punto central del pasaje que
es que Cristo fue reconocido como el Dios justo que hace justicia, y que por medio de su
muerte en la cruz, la demostró (la justicia), pues anteriormente, en su paciencia dejó pasar
por alto los pecados pasados.
CONCLUSIÓN
Ya para terminar y para reforzar más la idea central, (que es que Cristo fue al cielo con el
Padre después de su muerte) terminaremos con la última frase de Cristo en la cruz
"Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi
espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró".
Cristo sabía que sólo su cuerpo iba morir y que su espíritu iría con Dios mismo, como dice
Eclesiastés 12:7 "El polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo
dio".
Por lo tanto, no considero que Cristo haya ido a predicar al hades, o al infierno, etc.
porque:
1. En realidad no tiene sentido para mi, a menos que aquellos a los que les fue a predicar
hubieran tenido una segunda oportunidad para, ahora si creer en él. Pero esto, como lo
vimos en el "marco teórico" no se encuentra en las Escrituras.
2. Tampoco tiene sentido que haya ido a mofarse de los espíritus malos por no creer en él
y encararles que les ha vencido. El Jesús en el que creo es uno que simplemente los
juzgará según sus pecados.
4. Sin embargo, considero que Cristo, al morir fue con Dios en espíritu, y estuvo en un
estado intermedio, al igual que todos los santos que ya habían muerto. Con Estado
Intermedio no me refiero a un lugar, como muchos afirman, porque el lugar al que fue es
el cielo; sino me refiero meramente al estado en el que Cristo se encontraba, es decir, del
estado corporal terrenal (En su encarnación), en el que estaba en cuerpo y alma, pasó al
estado intermedio (En su muerte), en el que su cuerpo permaneció en la tumba, pero su
alma fue con Dios, para esperar su estado final, donde su cuerpo resucitó y juntamente
con su alma fue al Cielo (ascensión).
Ésta es la interpretación bíblica del Estado intermedio. A primera vista causa confusión,
puesto que se suele interpretar como si de un lugar se tratara. Sin embargo a lo largo de
todas estas páginas hemos visto que simplemente se trata de la condición/estado en que
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Termino con la cita de Sproul (1996) que usé párrafos más arriba. El estado intermedio "se
refiere a nuestra presencia consciente con Cristo en el cielo, como almas sin un cuerpo,
durante el período entre nuestra muerte y la resurrección de nuestros cuerpos", además
añade "El estado intermedio es mejor que nuestro estado actual pero no tan maravilloso
como nuestro estado final".
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Referencias
Archer, R.(1990). The Treasury of Scripture Knowledge.
Clir. (1563). Catecismo de Heidelberg. Guadalupe, Costa Rica. Editorial Clir. Recuperado de
http://www.clir.net/pdf/heidelberg.pdf
Editorial Caribe. (1984). Vine: diccionario expositivo de palabras del antiguo y del nuevo
testamento, exhaustivo. Nashville, Tennessee. Editorial Caribe inc. Recuperado de:
https://elteologillo.files.wordpress.com/2012/08/diccionario-biblico-vine-vine.pdf
Sproul, R. C. (1996). Las grandes doctrinas de la biblia. Miami, Florida. Editorial Unilit.
Recuperado de:
http://www.iglesiareformada.com/Sproul__Grandes_Doctrinas_Biblia.pdf