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ARTICULO SOBRE LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN EN

LA FORMACIÓN DE EMPRENDEDORES

A lo largo de la historia, el hombre ha experimentado períodos de progreso y de cambio en su


sociedad. Actualmente el mundo está modificándose rápidamente, y los fenómenos de desempleo
y exclusión laboral están siendo cada vez más preocupantes, sobre todo en países como el nuestro.

Ante esta falta de empleo comienza a relucir como una oportunidad el autoempleo, es decir, la
propia generación de trabajo. En consecuencia, el concepto de emprendimiento, si bien ha sido
importante a través del tiempo, últimamente ha cobrado mayor relevancia para nuestra sociedad.

Por lo mencionado anteriormente, la idea de aumentar el número de emprendedores en la


sociedad, resulta interesante. Y el estudio de este movimiento se presenta como algo necesario en
tiempos actuales.

El fenómeno emprendimiento puede definirse, dentro de los múltiples significados que existen del
mismo, como el desarrollo de un proyecto que persigue un determinado fin económico, político o
social, entre otros, y que posee ciertas características, principalmente que tiene una cuota de
incertidumbre y de innovación.

La definición anterior puede complementarse con la siguiente definición acerca de la actividad


emprendedora:

“Emprender es perseguir la oportunidad más allá de los recursos que se controlen en la


actualidad” (Stevenson 1983, 1985, 1990, 2000).

Y para poder generar ese espíritu emprendedor, no solo basta con tener la intención o la
necesidad. La persona emprendedora va de la mano con la educación, con la actualidad y el día a
día de este mundo cambiante y veloz. Existen herramientas que desarrollamos en el proceso de
formación que nos resultan de mayor utilidad e importancia en el proceso de emprendimiento.

Para poder analizar la relación existente entre los conceptos de educación y de emprendimiento,
es necesario definirlos. Como el término emprendimiento ya ha sido definido previamente, sólo
resta definir el término educación, basando en la definición de expresada por las Naciones Unidas
(1968), según la cual el concepto de educación incluye toda una gama de medios complementarios
por los cuales se trasmiten el conocimiento, los valores y las especializaciones, y se modifican los
patrones de comportamiento.

Una vez transcritas la definición de estos conceptos tan importantes, surge naturalmente una
pregunta, y tiene que ver con que si los emprendedores nacen o se desarrollan a lo largo de su vida
y para responderla es muy apropiado hacerlo citando las palabras de la empresaria y académica
Silvia Sioli de Torres Carbonel, en el V Encuentro de Empresarios organizado por Asociación
Cristiana de Dirigentes de Empresas, y realizado en Buenos Aires, en Abril de 2002: “Si la educación
es el medio por el cual logro modificar actitudes y comportamientos, casi diría que hay una
relación absoluta entre educación y entrepreneurship; vale la pena, entonces, pensar en educar a
los emprendedores. Puede ser que haya muchos emprendedores que nazcan, pero seguro que
todos necesitan hacerse y capacitarse como tales”

Howard Rasheed (2000) expresa que la educación en emprendimiento puede afectar los atributos
que tengan los individuos y puede forjar actitudes emprendedoras en ellos. Puede promover
cualidades psicológicas favorables para la actividad emprendedora, tales como la auto confianza, la
autoestima, la auto eficacia y la necesidad de logro. Inclusive, la educación en emprendimiento
para los jóvenes, puede colaborar en evitar la generación de actitudes socialmente no deseables,
como la vagancia o la delincuencia.

A su vez, Stevenson (2000) afirma que el entorno es importante y que es más factible que un
individuo pueda comenzar a tener actitudes emprendedoras si actúa en un contexto en el que se
facilita el reconocimiento de la oportunidad y su persecución.

De acuerdo a la bibliografía consultada, se puede decir que existe una relación entre el concepto
de emprendimiento y los conceptos de educación, desempleo y desarrollo local. Por una parte, se
concluye que las aptitudes emprendedoras pueden forjarse y potenciarse a través de la educación.
También se puede mencionar que la existencia de emprendimientos disminuye el desempleo. Y,
por último, se observa que las actitudes emprendedoras contribuyen positivamente en el
desarrollo de un proyecto y a su vez, en el desarrollo de una comunidad.

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