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Ser mentor funciona en los negocios: El 71% de las compañías encuestadas dijo que
tener un mentor es una manera clave para alcanzar el aprendizaje en sus
organizaciones.1
El ser mentor funciona con los jóvenes "con problemas:" Los jóvenes que tienen
mentores tienen una mejor asistencia, una mayor probabilidad de tener una educación
superior, mejores actitudes hacia la escuela, capacidad más poderosa para evitar el
abuso de sustancias, actitudes sociales y relaciones más positivas, y mayor confianza
y comunicación con los padres.2
Asigne una tarea. Ya sea que usted inicie la relación para actuar como mentor o que un
potencial pupilo la inicie, es sabio solicitar una sencilla asignación para establecer la seriedad
de la relación y probar el nivel de compromiso de su potencial pupilo.
Su objetivo como mentor es el de ministrar. Ser mentor no es una manera de satisfacer sus
propias necesidades de importancia, sino de caminar con otros a medida que crecen y se
asemejan a Cristo. Su objetivo como mentor nunca debe ser el de moldear a sus pupilos a su
propia imagen, sino de exhortarlos a asemejarse más a la imagen de Dios.
Dios produce el cambio. El ser mentor no es su oportunidad para poner en práctica su agenda
en la vida de otra persona. Es su oportunidad de caminar con otra persona a medida que Dios
lo moldea a Su imagen.
Los líderes aceptan responsabilidades. Tanto el mentor como el pupilo deben aceptar la
responsabilidad de encontrarse a la hora, de estar preparados, y comprometidos a crecer.
Pídale a su pupilo que se haga responsable de contactarlo, de cambiar las horas de
encuentros, y de establecer los objetivos de la relación.
He aquí algunos simples consejos para iniciar una conversación. Utilícelos para convencer a
otros de la verdad, no explicándoles la verdad, sino mostrándoles la diferencia que hace el
adoptar la verdad.
"¿Puedo relatarle una experiencia personal que quizás le haga ver las cosas más
claramente?"
"¿Puedo contarle algo en un deseo de expresarle mi aprecio?"
"Tuve una experiencia que quizás pueda serle de utilidad en su situación actual, y me
gustaría compartirla con usted, si le interesa."
"Conozco otra manera que tal vez funcione. ¿Le gustaría escucharla?"
"Por favor, escúcheme con atención por un momento. Quisiera decirle algo que tal vez
podría tener una gran influencia en su vida."
"¿Podría mirarme a los ojos por un momento? Hay algo muy importante que quisiera
decirle."
"Son tantas las cosas que tienen que ver con lo que estoy a punto de compartir con
usted. Deme, por favor, toda su atención."
Credibilidad viene de la palabra "credo" o "confianza." Hace más de dos mil años, el filósofo
Aristóteles escribió que la credibilidad de una persona no es innata. Más bien, los potenciales
seguidores les dan credibilidad a los líderes dependiendo de cómo esos líderes contesten
estas tres preguntas:
El Ethos: ¿Me tratará con dignidad e integridad? El Pathos: ¿Es capaz de luchar por lo que es
verdaderamente importante? El Logos: ¿Sabe de lo que habla?
Recuerde esto: sus seguidores raramente elevaran sus propios estándares por encima de los
suyos.